La simulación proporciona una forma más simple de resolver problemas cuando los métodos matemáticos son complejos, permite controlar el tiempo y analizar diferentes escenarios sin interferir en el mundo real. Además, a través de la simulación se puede entender mejor los sistemas de manera visual y analizar sistemas más complejos de manera más barata que en la vida real. Sin embargo, los modelos de simulación son imprecisos y requieren mucho tiempo y recursos para desarrollarse y validarse.