El documento analiza las causas y costos de la violencia en Guatemala. Identifica factores como la pobreza, desigualdad, cultura de violencia e impunidad como principales generadores de violencia. Además, señala la debilidad del Estado para abordar el fenómeno y la carencia de una política integral de seguridad ciudadana. Finalmente, propone medidas de control, prevención del delito y reformas a instituciones como la policía y el sistema judicial.