La ictericia neonatal es una condición común caracterizada por la coloración amarillenta de la piel de los recién nacidos, causada por la acumulación de bilirrubina debido a la inmadurez del hígado. El diagnóstico temprano a través de la evaluación clínica y pruebas de laboratorio, junto con el tratamiento efectivo como la fototerapia o exanguinotransfusión y el seguimiento a largo plazo, son fundamentales para prevenir posibles complicaciones graves como daño cerebral.