Desarrollo humano de los nueve a los dieciseis años
1. DESARROLLO HUMANO DE LOS NUEVE A LOS DIECISEIS AÑOS
1.1. Desarrollo de los nueve a doce años
1.1.1. El niño de nueve y diez años
A. Desarrollo de la sexualidad
LA CURIOSIDAD ANATOMICA
Es necesario establecer de entrada una distinción: las primeras manifestaciones
sexuales se presentan tempranamente en los niños, entre los cuatro y nueve
años, y coinciden con diversos momentos críticos de su desarrollo afectivo y
psicosexual. El desconocimiento de la anatomía del otro sexo, las tensiones de la
situación edípica, y también una sincera y despreocupada búsqueda de placer,
conducen a los clásicos juegos a papás y mamás o a médicos. En el transcurso de
tales actividades, conscientemente sustraídas a las miradas adultas, niños y niñas
se desvisten, exploran, comparan, observan y tocan.
La intervención de los padres, si es realmente necesaria, debe ser siempre
moderada, afable y poco dramática. Tales contactos sexuales, en edad tan
temprana, entrañan escaso peligro: el simulacro de copula, si es que llega a
producirse, es una pura o simple imitación, carente del grave sentido que el adulto
le otorga. Además hay que tener en cuenta que, pese a todo, flota sobre los niños,
en estos momentos, un aire de vaga culpabilidad, de prohibición, de tensión y
misterio que no conviene asociar, brusca y definitivamente con lo sexual.
IDENTIDAD SEXUAL
A medida que avanza el desarrollo las diferencias sexuales se hacen cada vez
más numerosas, también se acentúan más y se confirman como más estables.
Los modelos para las identificaciones del niño se amplían asimismo notablemente,
debido a la mayor expansión social que en comparación con los años anteriores
está viviendo en estos momentos.
Así como al principio había tomado como modelo para la identificación sexual casi
exclusivamente al progenitor ahora y en lo sucesivo, con esta misma finalidad,
muchas otras personas entraran a formar parte de este universo. Unas veces a
través de la relación personal, como en el caso de los maestros y compañeros de
escuela, otras a través de libros, revistas, cine, televisión o internet y en ambos
2. casos, a menudo, muchos de estos personajes se revelaran como más atractivos
que los propios padres. Héroes y heroínas, de películas o relatos, compañeros
que destacan en la escuela en algún sentido, hermanos u otros niños mayores,
etc. Pueden convertirse en punto de mira de su admiración y, en consecuencia, en
pauta de imitación.
El tipo general de los personajes elegidos para imitar depende fundamentalmente
de la propia personalidad del niño, de su destreza y de la presión que reciba para
adoptar las actitudes. En general se observa que aquellos modelos que se
encuentran demasiado alejados de las propias posibilidades reales si bien en un
momento dado pueden resultar sugestivos, a plazo más largo suelen ser
rechazados como imposibles. En la medida que los niños vayan interiorizando las
características masculinas o femeninas, su conducta sexual quedara afianzada.
EL INTERES POR LAS CUESTIONES SEXUALES
Niños y niñas parecen hallarse ahora a un mismo nivel de desarrollo y madurez
sexual. Sin embargo, las niñas se encuentran mucho más cerca que los varones
de la adolescencia; este hecho se constata fácilmente en base a signos de
carácter fisiológico. Están a punto de iniciar un crecimiento rápido en altura y cierto
número de ellas presenta ya un ligero vello en el pubis. Serán muy pocas, no
obstante, las que empiecen a menstruar antes de los once.
Debido a esta mayor inminencia de la adolescencia a los 10 años la niña tiene
mayor conciencia del sexo que el varón, aunque en general suele ser también
menos transparente. Pero ya es muy consciente de su cuerpo y siente una gran
vergüenza al mostrarlo a personas del sexo opuesto; por ejemplo, suele turbarse y
enfadarse si su hermano la espía mientras se viste, o sentirse confundida si tiene
ocasión de ver desvestirse a su padre.
LAS NIÑAS Y LA MENSTRUACION
Acciones ante la misma pueden ser muy diversas. Hay niñas que se desinteresan,
mientras que la mayoría la esperan no sin impaciencia. Es probable que la
menarca se de entre los once/doce años, y natural que, si así ocurre, produzca en
la niña verdadera ansiedad. La madre ha de estar adecuadamente informada para
saber responder a sus preguntas lo mejor posible. Las preguntas de la niña
3. revelan que ante la menstruación esta más preocupada por lo accesorio que por lo
fundamental.
LOS PRIMEROS NOVIAZGOS
¿No es notable que casi todos los adultos logren recordar, sin demasiado
esfuerzo, los primeros idilios y noviazgos de su infancia? Y no solo quedaron en el
recuerdo constancia del hecho, sino, a menudo, también de nombres, lugares,
detalles y lo que es más importante una vivida impresión emocional. Pocos
acontecimientos en la vida de las personas adultas son tan persistentes en el
recuerdo sobre todo si se tiene en cuenta el remoto periodo en que sucedieron y el
olvido radical al que han sucumbido otros muchos, aparentemente más
importantes y también más recientes. Los primeros amores infantiles, en efecto,
movilizan un flujo de emociones muy considerable con intensidad
desacostumbrada. En ellos cabe observar básicamente las pruebas de un
desarrollo sano y feliz de sus protagonistas: la interiorización de las prohibidas
edipicas y una disponible practica y efectiva hacia relaciones amorosas
extrafamiliares.
Todos los padres deben sentirse reconfortados y contentos ante estos primero
pasos de sus hijos en el mundo de las relaciones amorosas. Nada tienen de
peligroso o prematuro y, por el contrario, constituyen un excelente banco de
pruebas para las situaciones que van a producirse en la pubertad y adolescencia.
La vertiente puramente física de los primeros noviazgos es muy reducida: besos,
abrazos y caricias son sus manifestaciones más frecuentes, aunque en ocasiones
lleguen a producirse contactos propiamente sexuales, en general limitados a la
mutua exhibición de la desnudez o a las caricias genitales.
LAS RELACIONES DE AMOR
La curiosidad es el principal móvil de los contactos iniciales entre sexos, y todo
interés en los juegos corporales desaparecerá una vez saciada. El proceso de
identificación con los adultos, sin embargo no cesa y conduce más adelante, entre
los siete y los diez años a los primeros noviazgos. La exploración puramente
anatómica ha desaparecido, la búsqueda de placer se ha encauzado en otros
4. caminos y el periodo de rivalidad y mutuo desprecio que con tanta frecuencia se
observa entre niños y niñas ha sido parcialmente superado.
Las primeras relaciones amorosas, sean producto de la fantasía (que se dirige
hacia ciertos personajes mitificados, cantantes, actrices, deportivas,etc),o bien
reales, ponen en acción los mecanismos destinados a la seducción y “conquista”
del otro. El simple hecho de tener en cuenta sus miradas, sentimiento y deseos
constituye un gran paso adelante en el proceso de socialización del niño, que
deberá poner a prueba sus propios recursos para suscitar la admiración deseada.
La preocupación por el aspecto exterior, el vestido y el peinado pueden llegar a
cobrar gran importancia, y no es bueno ridiculizar a los niños que, con mejor
voluntad que acierto, intentan parecer más atractivos.
Padres, educadores y maestros deben a todos estos acontecimientos, permanecer
en un discreto segundo plano, exactamente aquel en el que son colocados por los
protagonistas. Si su intervención no es directamente solicitada ( o realmente
necesaria ) deben dejar que sean los niños mismos quienes gobiernen el timón de
sus experiencias sexuales. Satisfacciones y frustraciones se alternaran, y amor
odio e indiferencia conjugaran un cuadro de vivas emociones en el que el niño
será capaz, por si mismo, de vivir y aprender experiencias fundamentales para su
desarrollo inmediatamente posterior. La interferencia de los adultos, por
intempestiva, descomedida o reveladora, puede desestabilizar esta vivencias.
LA PROCREACION
Tanto niños como niñas se interesan ahora por el papel que desempeña el padre
en la procreación, y que en edades anteriores les había pasado inadvertido. Las
explicaciones poco claras o evasivas de los adultos, que hasta el momento habían
funcionado, ya no les sirven en esta edad. Necesitan recibir una información más
concreta entorno al tema y a los aspectos sexuales que comporta, y si sus padres
no se la dan, procuraran obtenerla por su propia cuenta.
Les atrae descubrir en su casa, o en la de algún compañero, libros relacionados
con las cuestiones sexuales, que generalmente, si pueden, consultan a
escondidas de los mayores. Les preocupa, sobre todo, averiguar las funciones
sexuales de ambos sexos como se inicia un embarazo y que proceso sigue hasta
5. el nacimiento del bebé. Las fotografías de mujeres gestantes y las imágenes de
partos les producen entre asco y una marcada curiosidad.
B. DESARROLLO DEL PENSAMIENTO
LA MADURACION DEL PENSAMIENTO LOGICO
A los nueve/diez años de edad el niño permanece todavía en el estadio de las
operaciones concretas. A partir de los once/doce años, cuando sea capaz de
operar con las relaciones lógicas expresadas verbalmente, accedera por fin al
estadio de las operaciones formales, etapa final del desarrollo intelectual. En los
momentos actuales, el pensamiento infantil prosigue, pues, en su evolución
madurativa, asimilado y perfeccionando las adquisiciones que en los últimos
tiempos han empezado a distanciarlo de la fase pre – lógica, y alcanzando nuevas
potencialidades que en los años de la adolescencia consolidaran la capacidad de
razonamiento lógico-científico que caracteriza intelectualmente a los adultos.
Conceptos de Conservación
Concepto Prueba
8-9 años
9-10años
Superficie
Mostrar al niño dos hojas del mismo formato de papel color
verde, explicándole que cada una de ellas representa una
parcela de tierra cubierta de hierba. Cuando ha
comprobado que las dos parcelas son iguales, colocar
sobre cada hoja tres cuadros de otro color, indicándole que
representan casas. En una hoja, los cuadrados estarán
dispuestos uno al lado de otro, de modo que se toquen
pero en la otra quedaran al azar. El niño deberá contestar
se cada parcela de tierra tiene todavía la misma cantida de
hierba
Peso
Cortar dos hojas grandes de papel aluminio al mismo
tamaño, comprobando que el niño comprende que las dos
han de pesar lo mismo. A continuación, plegar una de ellas
formando una bola y preguntar de nuevo al niño si todavía
pesan lo mismo o una más que la otra
6. El cuadro que recoge el orden cronológico en que los niños adquieren los distintos
conceptos de conservación nos indica que en estos años van a asimilar la noción
de conservación del peso. Vamos a comprobarlo a continuación con uno de los
ejemplos utilizados por Piaget para verificar esta y otras características de los
razonamientos que en estas edades el niño puede llegar a formular.
Complementando estos progresos se halla la evolución de la memoria, ahora en
un punto crucial de su desarrollo.
LAS TRANSFORMACIONES Y LA CONSERVACION
Echamos un terrón de azúcar en un vaso de agua. Cuando el azúcar se ha
disuelto. Preguntamos a los niños si ha desaparecido o sigue estando en el vaso.
Antes de los siete años, obtendremos una respuesta tajante “ha desaparecido, ya
no existe”. En realidad, esta respuesta concuerda con lo que un niño puede
percibir y razonar antes de llegar a esa edad el terrón ha dejado de ser visible y el
sabor azucarado del agua desaparece en poco tiempo si no se agita.
A partir de los siete y medio u ocho años opinara lo contrario: aunque el azúcar no
se ve, no ha desaparecido, si no que sigue existiendo en el vaso. Probablemente
no sabrá dar con la explicación adecuada a esta existencia:” se ha convertido en
liquido”, “ se ha mezclado con el agua “, “se ha convertido en jarabe “, etc. Lo
importante, sin embargo, es que ya es capaz de aceptar una respuesta que no
coincide con lo aparente. La idea de transmutación es bastante socorrida en estas
edades. Lo más adelantados incluso pueden responder que los granos de azúcar
se han ido transformando en fragmentos cada vez mas pequeños que dan al agua
el sabor azucarado. Este último razonamiento constituye una primera e interesante
aproximación a la idea de atomismo.
A pesar de que todas estas respuestas corresponden al nivel madurativo
esperado, o precisamente por esto mismo, no tienen en cuenta el incremento de
peso del agua añadirle el azúcar, ni tampoco la conservación del aumento de nivel
que se ha producido al introducir el terrón .Es decir a los siete-ocho años el niño
no tiene ningún problema para comprender la conservación de la sustancia el
7. azúcar pero desconoce otras propiedades o las ha olvidado después que ha
tenido lugar la transformación.
Antes de los diez años, admitirían casi todos el aumento de peso y su
conservación, una vez que el azúcar haya dejado de ser visible en el agua pero
les seguirá resultando difícil todavía razonar además que el volumen de líquido ha
aumentado esta noción de la conservación del volumen suele ser la última que se
adquiere, apareciendo por término medio hacia los once o doce años.
Piaget ha reflejado ala perfección los sucesivos pasos de este proceso:
“Hasta los siete años, aproximadamente, el azúcar disuelto desaparece y su gusto
se ira como un simple olor, a los siete u ocho años, su sustancia se conserva, pero
no su peso ni su volumen; desde los nueve-diez años, se añade a ello la
conservación del peso, y desde los once-doce la del volumen
RASGOS DE DESARROLLO COGNITIVO ENTRE LOS NUEVE Y DIEZ AÑOS
Pensamiento Razonamiento Lógica Visióndel mundo
9años
10años
(Etapa
Operaciones
Concretas)
La asimilación de la conservación del peso, así como un sensible aumento de la
atención y la manifestación de una mayor capacidad retentiva, constituyen los
avances cualitativos más importantes que hay que registrar en este periodo en el
área del razonamiento.
*Pensamiento
Oper
ativo
*Conservación de
la sustancia
*Sentido Crítico *Ya no se vive en el
“Aquí y Ahora “; interés
por saber el pasado e
imaginar el futuroAtención: Aumenta a partir de los 7 años
*Maduración de los
conocimientos
obtenidos en la etapa
anterior aparentemente
tranquilidad
*Fase de preparación al
periodo de operaciones
formales
*Representaciones
mentales
completas
*objetividad bien
ajustada a la
realidad
*pensamiento
operativo
*Conservación
del peso en
disolución
*Lógica
concreta
*interrelaciones
Memoria: punto álgido en su desarrollo
8. LA MEMORIA Y EL APRENDIZAJE
La memoria podría definirse como la capacidad del individuo para almacenar
información y recobrarla posteriormente en condiciones de utilizarla. Es una
facultad que el niño va desarrollando con la edad en particular durante el período
de las operaciones concretas.
Las razones por las cuales un niño va aumentando su capacidad para recordar a
medida que aumenta en edad, no están suficientemente claras. Los psicólogos
han estudiado distintos aspectos de la memoria, pero no han conseguido todavía
hallar explicación a todos ellos, si bien en algunos puntos concretos las
coincidencias son prácticamente absolutas. No sin fundamento, se presume, por
ejemplo, que los niños de mayor edad han descubierto la utilidad de distintas
técnicas o “estrategias” memotécnicas para almacenar la información y afianzar el
recuerdo.
La capacidad para organizar el material que debe ser recordado, la habilidad para
clasificarlo o agruparlo en torno a determinadas palabras clave, la posibilidad de
crear imágenes mentales o de asociar, en base a una característica determinada,
las cosas que deben ser recordadas, contribuyen a que la memoria pueda retener
mayor cantidad de información.
FACTORES QUE FAVORECEN LA RETENCION
El mismo nivel de inteligencia no asegura, sin embargo, en dos sujetos distintos la
misma capacidad para recordar ni siquiera en el mismo individuo es constante la
capacidad de memorizar. Hay cosas que es fácil recordar con toda la nitidez y
otras, en cambio, a veces incluso posteriores que pasan inmediatamente al olvido.
Fundamentalmente, estos casos tienen lugar debido a que otros factores de tipo
coyuntural, además de la inteligencia, pueden influir en un momento dado en el
rendimiento de la memoria; en particular la motivación, es decir el interés que
puede llegar a tener para el sujeto lo que se trata de recordar, y la atención que se
haya prestado en el momento de recibir la información.
Si no existe ningún problema de percepción sensorial deficiencias de tipo auditivo,
visual o similar, el interés que un tema específico o un dato determinado
despiertan en el individuo favorece efectivamente la fijación del material que
9. constituye la base de los recuerdos. La atención, por su parte, se manifiesta
significativamente en el niño a partir de los siete años, momento en que
empezaremos a verle más capacitado para entregarse a tareas que requieran una
concentración intensa y continuada. Y la memoria, en efecto, comienza a fallar
cuando no es posible concentrar la atención. A veces, esta imposibilidad se debe
a la intervención de estímulos extraños del ambiente que provocan la distracción;
otras, a los propios pensamientos personales, y, en circunstancias distintas,
cuando existe un estado de nerviosismo o de ansiedad. Todo tipo de
interferencias, físicas o mentales, reducen el potencial memorístico de la persona
en cantidad y calidad.
TIPOS DE MEMORIA
Existe unanimidad entre los psicólogos en cuanto a reconocer tres tipos distintos
de memoria: la memoria sensorial, la memoria corta plazo y la memoria a largo
plazo. Toda la información que retenemos pasaría por estos tres estadios y en el
mismo orden indicado. Veamos muy brevemente las características principales de
estos sistemas.
La memoria sensorial actúa mientras estamos percibiendo un estímulo a través de
los sentidos, Su intervención es fugaz, y a menudo se la suele comparar a la
cámara fotográfica, Cuando el estímulo cambia, las impresiones sensoriales no
permanecen ni un segundo en la memoria sensorial. De hecho, la mayoría de
impresiones sensoriales se han perdido casi instantáneamente, y sólo una parte
muy pequeña, si se procesa con eficacia, se transfiere al siguiente sistema de
memoria a corto plazo (también llamada memoria "activa" por algunos
investigadores, como Atkinson, Shiffrin y otros). En esta fase la información se
retiene por espacio de un plazo de tiempo más o menos breve, si está destinada
por el propio individuo a ser olvidada después de haber hecho un uso inmediato, o
se procesa debidamente para pasar a un sistema más permanente. Esta última
retención tendría lugar en la llamada