BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Mis amantes y otros orgasmos. revista hysteria. 2019
1. Mis amantes y otros orgasmos
Soledad Arnau Ripollés1
soledadarnauripolles@gmail.com
Dpto. de Filosofía y Filosofía Moral y Política (UNED)
“Yo no pido nada extraordinario
Solo un hombre de verdad
Que me cambie las bombillas y que me lave el coche
Que sea buen feminista
Que defienda la Igualdad de los Géneros
Quiero un tipo que sea NO CAPACITISTA
Que en la calle respete las diversidades humanas
Pero que en mi cama sea sexualmente NO hegemónico”
(Versión libre realizada por Soledad Arnau
sobre el fragmento de la canción de Shakira y Nicky Jam “Perro Fiel”)
1
Soledad Arnau Ripollés. Doctora en Filosofía (UNED). Especialista en Filosofía para la Paz, Filosofía
Feminista, Bioética y Sexología. Activista del Movimiento (mundial) de Vida Independiente.
Investigadora del Dpto de Filosofía y Filosofía Moral y Política (UNED) y cofundadora de la Oficina de
Vida Independiente de la Comunidad de Madrid y coordinadora de la misma de julio de 2006 a enero de
2012.
ARNAU RIPOLLÉS, Mª. S. (2019): «Mis amantes y otros orgasmos», en Revista Hysteria (Monográfico
sobre Cuidados). Nº 30. Disponible en web: https://hysteria.mx/mis-amantes-y-otros-orgasmos/
2. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 2
Introducción. De lo extraordinario a lo normal
Así es. Como bien dice la canción, en principio, yo, tampoco busco nada
extraordinario, es decir, nada fuera de "lo normal". Como mujer heterosexual,
manifiesto interés explícito por los hombres y, hasta cierto punto, confieso que
podría interesarme si fuese un "hombre de verdad". En términos generales,
cuando se producen encuentros con las demás personas, en particular, si
existe una cierta intencionalidad afectivo-sexual, que sean mujeres u hombres
"de verdad" ¿podría ser relevante a la hora de intercambiar sexo? Si pensamos
bien estas afirmaciones, no cabe la menor duda de que son muy esencialistas.
¿Qué puede ser un hombre de verdad? ¿Qué tipo de sexo puede ofrecer un
hombre así? Y, en contraposición, ¿pueden existir por tanto "mujeres de
verdad"? Yo, ¿sería una de ellas?
Desde luego, me interesan los hombres dispuestos a cambiar bombillas
o lavarme el coche. Todo ello es útil. Ahora bien, yo no tengo nada claro que
realizar estas actividades cotidianas puedan tener algún tipo de correlato con lo
que pueda significar qué es ser un hombre de verdad.
Primer orgasmo: La ontología del Ser (hombre/mujer)
Toda una búsqueda ontológica del "ser hombre", pero llegado a este
punto, también lo podemos plantear sobre la ontología del "ser mujer". Cabe
recordar que el sistema binario sexo-género nos explica que sólo existen dos
sexos y dos géneros.
Esto es algo que se ha ido criticando a lo largo del tiempo y que ha
tenido consecuencias trasformativas significativas. Tenemos un Sistema sexo-
género que cuando se concibe exclusivamente como binario, es deficitario y
alejado de la realidad. Las Teorías Queer y del Género han puesto sobre la
mesa el hecho que los roles tradicionales divididos en función del género de
una persona, de manera binaria, son procesos culturales y sociopolíticos que
generan discriminaciones y opresiones. En estos momentos, la libertad sexual
que hemos adquirido las mujeres es importante, sin embargo, lo cierto es que
"en lo sexual" sigue existiendo una desigualdad estructural como punto de
partida entre mujeres y hombres.
Dentro de este esencialismo buscamos unas características y cualidades
o atributos determinados para intentar definir qué es lo humano; qué es el
hombre; qué es no ser hombre; qué es ser mujer y qué no es ser mujer.
Las definiciones que se nos dan es que si alguien es una cosa, hombre
o mujer, no puede ser "lo otro" o "las dos cosas a la vez". El hombre ha sido el
referente, por tanto, la mujer ha sido concebida como aquello otro. La
bisexualidad queda fuera de este esquema, es irreal.
Segundo orgasmo: la pluralidad epistemológica
A la hora de intentar explicar la realidad vemos que hay personas y
seres humanos que no encajan dentro del binomio sexo-género hombre vs.
mujer.
3. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 3
En todos estos discursos críticos que reclaman una igualdad (en
derechos) desde las diferencias, el quiénes somos en sentido esencialista se
desdibuja puesto que ya podemos ser de muchas formas, incluso de modo
dinámico (en una época de nuestras vidas podemos ser de un modo y en otra
época, seguir siendo pero de manera diferente). ¿Podemos ser lo que
queramos? Y, ¿cuándo queramos? Ahora bien, la sociedad en la que vivimos,
¿está preparada para todos estos cambios continuos?
Existen muchos hombres. Existen muchas mujeres. La pluralidad se
concibe como "lo que es". Hay muchas modalidades diferentes de ser
hombres; muchas modalidades diferentes de ser mujeres; y otro gran abanico
de existencias humanas que no sólo conforman la pluralidad, sino que generan
ruptura epistemológica. Existen muchas otras personas que, nos cueste más o
menos de entender, no terminan de sentirse identificadas con determinadas
identidades y prefieren mantenerse al margen; y algunas otras realizan
tránsitos, yendo de unos espacios sexo-genéricos a otros.
Tercer orgasmo: El encuentro existencial conmigo misma
Soy una mujer con diversidad funcional física de nacimiento, con
necesidades de apoyos generalizados y permanentes. Toda mi vida he
necesitado que alguien me ayude a levantarme, comer, vestirme,
encender/apagar el ordenador, ponerme las gafas, maquillarme, ducharme,
ponerme el sujetador de encaje y las bragas a juego… Lo ha hecho mi familia,
en particular, mi madre; Servicios Sociales a través de la ayuda a domicilio y,
posteriormente, de una plaza residencial; y, en la actualidad, mediante los
Servicios de Asistencia Personal.
El sistema biomédico-clínico-rehabilitador-sociosanitario, junto con uno
de los sistemas de dominación opresor más universal que puede existir como
es el patriarcado, se han encargado a lo largo de mi ciclo vital de recordarme
que yo formo parte de ese lado "que no debería ser". Mi existencia se ha ido
desarrollando desde una dis-ontología; soy aquello que no debería ser; soy
aquello que no se es.
Por un lado, desarrollarme desde este "no ser" no ha sido nada fácil, es
decir, desarrollarme como una "no mujer" (o, como una "no mujer de verdad")
ha sido verdaderamente complejo. Sin embargo, y por otra parte, más difícil
resulta todavía "no ser" con los otros o las otras.
Cuarto orgasmo: Siendo sin ser. El capacitismo
Las teorías clásicas del amor romántico, las políticas públicas de los
cuidados tradicionales y patriarcales, el propio patriarcado o su gran aliado, el
sistema capacitista, han definido mi realidad humana y fáctica como una cierta
"aberración de la feminidad".
El Capacitismo, al igual que el patriarcado, puede llegar a matar;
perjudica seriamente la salud; perpetúa relaciones asimétricas de poder; otorga
privilegios a quienes "tienen capacidades"; quita valor
moral/jurídico/político/económico/cultural a aquellas otras existencias
4. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 4
"incapacitadas", con "menos capacidades", con "discapacidades". El
Capacitismo se construye dividiendo la realidad en dos, donde todo queda muy
delimitado.
Las personas con diversidad funcional, en función de su diversidad y de
sus necesidades de apoyos, permanecemos más o menos en los márgenes de
la sociedad, la cual quiere concebir como evidente sólo a unas determinadas
realidades humanas muy concretas. La diversidad funcional no forma parte de
este listado, por lo que queda fuera. Se nos deja en las periferias. Nadie parece
querernos, ni menos aún, desearnos. La discapacidad, la dependencia, la
minusvalía… y un largo etcétera de nomenclatura que nos recuerda que
"somos menos" que el resto, son denominaciones vinculadas a la enfermedad,
la tristeza, el sufrimiento, la debilidad, la fealdad, la pobreza, el analfabetismo…
En este escenario, ¿quién en su "sano juicio" va a querer mantener relaciones
sexuales con nosotras/os/xs?
Esta pregunta me ha atormentado durante muchos años. ¿Quién en su
"sano juicio" va a quererme y/o relacionarse sexualmente conmigo? Aunque en
estos momentos de mi vida entiendo que es una pregunta curiosa e
interesante, reconozco que la necesidad más inmediata de las personas con
diversidad funcional cuando tenemos necesidades de apoyos no es
precisamente la sexualidad ni la erótica. Cosas muy inmediatas como
levantarse, garantizar que alguien pueda darte de comer, te acompañe al WC
tantas veces como se precise o te acueste, ya es mucho. Sin embargo, todas
estas inmediateces nos copan gran parte de nuestra vida y eso significa que
hay quien se olvida de su dimensión sexual.
Quinto orgasmo: rompiendo con el Capacitismo a través
del sexo
En alguna ocasión hemos escuchado que el "sexo nos hará libres". Bien
puede ser esta la ocasión.
A través de la vida sexual, de la sexualidad, de la erótica, de los deseos,
de los placeres…, me reapropio de mi cuerpo. El sexo es carnal. También es
plural como las personas.
El sexo es carnal, social, político, sensitivo, cultural, es propio y también
puede ser compartido. Constantemente creamos "culturas sexuales". Yo
pertenezco a una realidad en la que la cultura sexual tradicional se
fundamentaba en la ignorancia, la nula importancia del consentimiento sexual,
los miedos, las reprobaciones por parte de la sociedad y de la religión,
circunscripciones a que "lo sexual" sólo podía tener sentido dentro del
matrimonio y enfocado para la reproducción, y desde la heterosexualidad y la
monogamia. Entre todas estas creencias y el refuerzo que han tenido las
teorías también tradicionales del amor romántico, se ha constituido un caldo de
cultivo singular que, de algún modo, se ha materializado en lo que denomino
como una Cultura de la anulación de la sexualidad.
5. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 5
¡Mi cuerpo me pertenece!, incluso, aunque tenga necesidades de
apoyos generalizados constantes y permanentes. El sexo es conocimiento, es
placer, es autoconocimiento, es un encuentro conmigo misma y con otros. ¡Me
gusta el sexo! Y lo quiero vivir a solas y también en compañía.
Todos estos posicionamientos feministas (trans-feministas) han servido
muchísimo a la población de personas con diversidad funcional con
necesidades de apoyos. Si lo evidente ya no tiene por qué seguir siéndolo,
puesto que aquello "evidente" también es una construcción social y cultural, y
con fuertes tintes de prejuicios. Quienes hemos sido definidos como
"discapacitados" o "dependientes" tampoco tenemos por qué seguir siéndolo.
Este es un verdadero descubrimiento.
Sexto orgasmo: mis amantes
Vaya por delante todo mi respeto hacia los hombres con los que
interactúo afectivo-sexualmente.
A lo largo de toda mi travesía existencial he conocido a unos cuantos;
unos, a darlo todo; otros, a dar sólo lo que podían dar; otros otros a sólo
recibir… Todos ellos han interactuado conmigo desde mi diversidad, desde mi
feminidad no hegemónica, desde mi sexualidad disidente, desde mis deseos y
erótica concretos.
Hay quien lo ha llevado mejor; hay quien lo ha llevado más regular y hay
quien no ha sabido llevarlo en ningún momento.
Estos hombres, desconozco ahora mismo si podríamos decir que
conforman esa ontología inicial del ser "hombres de verdad" o no, pero han
sido hombres aparentemente hegemónicos, convencionales, dentro de la
media de la normalidad, hombres no extraordinarios, hombres sin diversidad
funcional… ¿Cómo son estos hombres? ¿Cómo se comportan? ¿Por qué han
interactuado conmigo? ¿Les gusta/excita tener sexo no necesariamente
hegemónico?
Para empezar me es mucho más fácil relacionarme con estos hombres,
puesto que hombres con necesidades de apoyos generalizados, en caso de
que me apeteciera, apenas los encuentras en las calles o en los garitos
nocturnos.
Aún así, relacionarme sexo afectivamente no es nada sencillo. ¿Qué es
lo que dificulta tanto relacionarse conmigo? ¿Mi propia diversidad? ¿Mi
necesidad de apoyos humanos permanentes? ¿Mi lenguaje diferenciado de
seducción? ¿Existen hombres educados desde una cultura de vida
independiente que conozcan que algunas personas para ser independientes y
llevar una vida digna necesitan de sus asistentes personales?
6. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 6
Séptimo orgasmo: mis amantes y las figuras de apoyo
(asistentes personales o asistentes sexuales)
Aunque siempre he sido una persona que no he encajado
adecuadamente en el perfil de mujer que se esperaba de mí, ya que fallé en el
minuto cero, naciendo como mujer con diversidad funcional física, lo cierto es
que en determinado momento de mi vida empecé a desear y excitarme, como
lo puede hacer una gran mayoría. He deseado/deseo hombres por mi condición
heterosexual… ¡vaya!. Ahora bien, lo que en ningún momento hubiera/he
imaginado es que pudiera sentirme deseada por algunos de esos hombres a
pesar de mis circunstancias. ¡Vaya, vaya, vaya! Pero, ¿quiénes eran/son estos
hombres? ¿Estaban/están en su "sano juicio" por desearme? ¿Era/soy yo
quien tenía/tengo que "frenarles" para devolverles a la cordura? La cordura,
¿nos garantiza que sean "de verdad"? O, por el contrario, ¿nos aleja de ello?
Entiendo que algunos de ellos han expresado deseos sinceros hacia mi
persona, hacia mi feminidad, hacia mis curvas y mis encantos. Ello ha sido
combinado con deseos morbosos, no sé si igual de legítimos, pero sólo por el
morbo de acostarse conmigo por mis circunstancias concretas. La cuestión es
que entre unas realidades y otras he ido creciendo en mis experiencias vitales
y sexuales.
A través del sexo he entendido cuán positivo es re-apropiarse del
cuerpo. Reconocer tu cuerpo no como aquello que no es, como aquello que no
debiera ser, sino como "lo que es" con sus sentires, placeres, dolores…
El sexo me reconcilia conmigo misma, pero… necesito encontrar
hombres feministas, no capacitistas, con miradas sexuales más amplias,
dispuestos a vivir la sexualidad no sólo de manera coito-genital.
Necesito encontrar unos amantes que sean respetuosos con la cultura
de vida independiente, que entiendan mi necesidad de disponer de la figura
laboral de asistente personal y, también, de esta otra nueva figura, la asistencia
sexual.
Quiero seguir teniendo muchos amantes, pero quiero exigir unas
condiciones sexuales adecuadas de vida y, para ello, necesito que la vida
independiente configure la centralidad de las políticas públicas de los cuidados.
Quiero amantes comprometidos con los derechos sexuales, con el
consentimiento sexual, con la libertad sexual.
En qué punto se encuentra el orgasmo, ¿en mis exigencias respecto de
los hombres? ¿En el hecho que soy una tipa singular con unas exigencias que
tal vez no debiera expresar? Una de las lecturas que se hacen es que no seas
exigente tal y como estás. En caso de que se me permita exigir/expresar mis
deseos y voluntades, ¿influye la diversidad funcional concreta? ¿Tendría la
misma validez o invalidez si estas exigencias las expresase una mujer con
diversidad intelectual o del desarrollo?
Cuantas más necesidades de apoyo tenemos se sabe que nuestras
posibilidades sexoafectivas son menores. No en cuanto a nuestras fantasías
7. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 7
sexuales y/o eróticas, ni tampoco tiene porqué ser respecto de nuestras
apetencias o deseos. Sin embargo, cuantas más necesidades de apoyo
tenemos, parece que seamos menos deseables. Nadie construye su imaginario
colectivo sexual con personas con necesidades de apoyos, porque… ¿qué
lugar ocuparía el apoyo humano en todo ese constructo sexual?
Hay quien piensa, desde el más absoluto desconocimiento, que puede
ser divertido porque se podría formar un trío y/o porque "da morbo" pensar que
puede haber un tercero a modo de mirón (voyeurismo2
). Pocas personas
entienden adecuadamente lo que implica vivir con apoyos humanos y el papel
que deben jugar estos apoyos en cualquier escenario de la vida de la persona
con diversidad funcional. Todavía a día de hoy no existe una Cultura de Vida
independiente. Apenas conocemos personas que viven con asistencia
personal, que sean nuestras vecinas, que coincidamos en los supermercados,
universidades, lugares de trabajo, bares, clubs, fiestas BDSM o Swingers… No
existe la cultura de vida independiente generalizada, con lo cual, ninguna
persona sabe comportarse adecuadamente. No se ha tenido la oportunidad de
cohabitar, con lo cual, no ha habido aprendizaje.
Como buena activista del Movimiento (mundial) de Vida Independiente,
defiendo su filosofía abiertamente y, en consecuencia, interpreto que con
asistencia personal se puede llegar a alcanzar unas cotas significativas de
igualdad respecto a la demás ciudadanía y, por qué no decirlo, también de
libertad en todos los ámbitos, incluido, por tanto, ¿también en el sexual? La
única respuesta posible es/debe ser afirmativa.
Multiorgasmos: Reflexiones finales
En el proceso de desconstrucción teórico ha faltado durante mucho
tiempo dar visibilidad a ese otro sistema también opresor de dominación
hegemónico como es el "sistema capacitista". La Teoría Crip y el paradigma de
la diversidad son elementos clave a la hora de interpretar y dar explicación de
manera crítica del capacitismo. Este sistema junto con el patriarcal, el sexo-
género y el sistema capitalista, han configurado un gran entramado
sociopolítico, cultural y económico que divide la realidad social entre quienes
tienen muchas capacidades frente a aquellas otras, las personas nombradas
como discapacitados o dependientes; es decir, entre quienes están dentro y
quienes son expulsadas/repudiadas del listado mencionado más arriba.
Entre todo este panorama es difícil creer que pueden existir hombres
que, tal vez, de manera crítica, o no, se aproximan a mí desde el deseo más
carnal y humano. Aún así, me ha sucedido. Mi feminidad no hegemónica, mi
ser sexualmente activa y otras singularidades de seducción, han contribuido a
2
La palabra francesa voyeur deriva del verbo voir (ver) con el sufijo de agente -eur, y significa «el que
ve». De ella procede el castellano «voyerista». El voyeurismo es una conducta que puede llegar a ser
parafílica. Quienes presentan esta conducta se conocen como «voyeristas» (del francés voyeur). Buscan
obtener excitación sexual al observar personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual
(delectación voyeurista); sin embargo, no implica ninguna actividad sexual posterior por parte de esta
persona voyeurista.
8. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 8
que haya hombres, en su sano juicio, o no, se hayan aproximado a mí. En esos
instantes pienso si estos hombres serán "normales" o no… Yo, si quisiera no
desconstruir, aspiraría a que sean normales, como si la normalidad me
garantizase algo que ni siquiera sé bien de qué se trata. De hecho, puede que
cuando Shakira y yo estamos pidiendo un "hombre de verdad" sólo nos
estamos planteando un ¿hombre normal? Como si la normalidad y la verdad
tuviesen que ser co-sustanciales. No lo son, pero hacemos muchas intentonas
de interpretar ambos conceptos como si fuesen sinónimos.
Desde el más profundo respeto hacia todas las personas, en este caso,
hombres que han compartido/comparten cama conmigo, debo confesar que
existe un gran desconocimiento hacia mi condición humana concreta. Nadie
sabe cómo tratarme; hacer uso de la grúa, el pañal, la silla de ruedas…, como
posibles juguetes eróticos; cuesta bastante entender que mis códigos de
seducción son diferentes a lo más estrictamente normativo; nadie sabe cómo
compartir la intimidad; o nadie sabe cómo relacionarse conmigo (es decir, con
alguien que necesita cotidianamente apoyos humanos para realizar cualquier
actividad). Cada vez que quiero ponerme sexy lo hago a través de un apoyo
humano.
Decía que el sexo es carnal, social, político, sensitivo, cultural, es propio
y también es compartido. Constantemente creamos "culturas sexuales". Y mi
cultura sexual es la de la anulación "por defecto". El hecho de que mi cuerpo,
mis maneras de acariciar, mis posturas sexuales y toda una serie de
situaciones contextuales que envuelven un acto sexual conmigo, hacen que yo
forme parte de esa "Cultura de la anulación de la sexualidad". Es importante
recordar que esta cultura se apoya con las teorías tradicionales del amor
romántico, las cuales comunican que para mí no hay un príncipe azul; y que yo
no voy a poder ser princesa.
A lo largo de todo este aprendizaje, personal y profesional, observo que
todas las personas necesitamos una mayor educación sexual, ahora bien, en
sentido amplio. No sólo para prevenir embarazos no deseados o evitar
enfermedades de transmisión sexual, que también, pero… se necesita una
buena educación sexual en sentido amplio para que aborde la diversidad
humana, y la diversidad funcional con necesidades de apoyo en particular, así
como también los deseos, los placeres o las eróticas. Una educación que nos
explique que existen tantas sexualidades/placeres/eróticas/deseos como
personas hay; y que valore estas maneras de ser y de estar en el mundo a fin
de que todas podamos tener encuentros sexuales placenteros y satisfactorios.
Los seres humanos de manera cotidiana intentamos transgredir
constantemente ante muchas realidades; no hacemos caso cuando se nos dice
que fumar perjudica seriamente nuestra salud; desobedecemos las normas
establecidas constantemente y, cuando se trata de lo sexual, parece que
incluso llegue a gustar más la transgresión. En lo sexual, transgredir es
excitante o lo que no conocemos nos inquieta y puede que, incluso, nos
apetezca más. Sin embargo, lo que la cultura de la anulación de la sexualidad
nos dice continuamente es que las personas con diversidad funcional con
9. Soledad Arnau Ripollés. “Mis amantes y otros orgasmos” 9
necesidades de apoyos quedamos fuera de ese espectro deseable dentro de la
transgresión.
En mi recorrido vital, en ocasiones me pregunto si mis amantes
consideran que estarán transgrediendo cada vez que se relacionan conmigo.
Pero… ¿puedo yo estar transgrediendo en algún sentido cuando comparto
sexo con todos estos hombres?
En mi caso, no resulta fácil transgredir. La heteronormatividad obliga a
unos comportamientos o prácticas que puede que yo no lo pudiese cumplir,
bien en su totalidad o bien en parte. Pero eso no sería transgresión. Para que
yo pudiera transgredir necesitaría tomar opciones libres sexuales. ¿Deben
convertirse mis amantes en mis apoyos, aunque sea de manera puntual? No.
Necesito Asistencia Sexual para cuando quiera practicar autoerotismo conmigo
misma y para vivir mi libertad sexual. Mis amantes, los quiero para mis ganitas
de hetero-erotismo.
El capacitismo anula mi sexualidad. No soy igual de válida sexualmente
por unas condiciones biofísicas concretas o ¿por todo lo que nos cuenta esta
cultura de la anulación de la sexualidad sobre las "condiciones biofísicas
concretas" como las mías mediante su discurso diversofóbico? Necesito
apoyos, sin embargo, esta cultura de la anulación de la sexualidad me dice que
"con apoyos" mi vida sexual ya no merece la pena. En fin, esperemos que se
equivoque y que cuando alguien se roce conmigo, la experiencia nos ayude a
entender cuánta pasión y fogosidad puede haber en y desde la diversidad.