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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
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ABSTRACT
	 Pulmonary rehabilitation (PR) is an essential tool in the management of chronic respiratory diseases in childhood. PR improve
symptoms, physical performance, quality of life and social integration in children who have limitations in their daily activities. Health
professionals have a key role in identifying those children who are candidates for pulmonary rehabilitation programs, in the initial evaluation
and in the implementation of therapeutic strategies for training and education. This document is intended as a reference guide for all those
professionals who are dedicated to the care of children with chronic respiratory diseases.
Keywords: pulmonary rehabilitation, chronic pulmonary disease, physical training, quality of life
RESUMEN
	 La rehabilitación respiratoria (RR) es un componente esencial en el manejo de las enfermedades respiratorias crónicas en la
infancia. La RR ha demostrado mejorar los síntomas, el rendimiento físico , la calidad de vida y su participación social en aquellos niños que
tienen limitaciones en el desarrollo de sus actividades de la vida diaria. Los profesionales de la salud tienen un rol fundamental en identificar
aquellos niños que son candidatos para los programas de rehabilitación respiratoria, en la evaluación inicial y en la implementación de
estrategias terapéuticas de entrenamiento y de educación. Este documento pretende ser una guía de consulta para todos aquellos
profesionales que se dedican a la atención de niños con enfermedades respiratorias crónicas.
Palabras clave: rehabilitación respiratoria, enfermedades respiratorias crónicas, entrenamiento físico, calidad de vida
Rodrigo Torres-Castro1
, Daniel Zenteno2
, Iván Rodriguez-Núñez3,4
, Gregory Villarroel4,5,6
, Cecilia Alvarez7
, Darwin Gatica8
,
Homero Puppo1,9
, Cristián Céspedes10
, Roberto Vera-Uribe1,4
, Matías Otto-Yáñez11
, Rodrigo Soto12
, Iván Caviedes12
.
1. Kinesiólogo, Departamento de Kinesiología, Facultad de Medicina, Universidad de Chile
2. Pediatra especialista en enfermedades respiratorias, Departamento de Pediatría, Universidad de Concepción. Servicio de Pediatría,
Hospital Guillermo Grant Benavente.
3. Kinesiólogo, Laboratorio de Biología del Ejercicio, Escuela de Kinesiología, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad San
Sebastián, Concepción. Chile.
4. Kinesiólogo, Programa Nacional de Ventilación Mecánica No Invasiva, Ministerio de Salud, Santiago, Chile.
5. Kinesiólogo, Carrera de Kinesiología, UDA Cs. De la Salud, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.
6. Kinesiólogo, Hospital Josefina Martínez, Santiago, Chile.
7. Pediatra especialista en enfermedades respiratorias, Servicio de Pediatría y Laboratorio de Función Pulmonar,
Clínica Alemana de Santiago.
8. Kinesiólogo, Escuela de Kinesiología, Facultad de Salud, Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile.
9. Kinesiólogo. Hospital de Niños Exequiel González Cortés, Santiago, Chile
10. Kinesiólogo, Hospital Clínico Universidad de Chile, Santiago, Chile.
11. Kinesiólogo, Escuela de Kinesiología, Universidad Autónoma de Chile. Centro de Estudios Integrados en Neurorehabilitación,
Clínica Los Coihues, Santiago, Chile.
12. Neumólogo Adultos, Servicio de Medicina Interna y Laboratorio de Función Pulmonar, Clínica Alemana de Santiago.
Correspondencia:
Rodrigo Torres-Castro
Departamento de Kinesiología
Facultad de Medicina, Universidad de Chile.
Independencia 1027, Santiago, Chile.
Correo electrónico: klgorodrigotorres@gmail.com
GUÍAS DE REHABILITACIÓN RESPIRATORIA EN NIÑOS
CON ENFERMEDADES RESPIRATORIAS CRÓNICAS:
ACTUALIZACIÓN 2016
PULMONARY REHABILITATION GUIDELINES IN CHILDREN WITH CHRONIC RESPIRATORY
DISEASES: 2016 UPDATE
GUÍAS CLÍNICAS / CLINICAL GUIDELINES
114
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
INTRODUCCIÓN
	 Las Guías de Rehabilitación Respiratoria (RR)
publicadas en el año 2008 en la revista Chilena de Neumología
Pediátrica (1), han sido la base para estrategias implementadas
en Chile y Latinoamérica, viéndose reflejadas en un interés
creciente de distintos grupos de trabajo respiratorio enfocados
en niños con Enfermedades Respiratoria Crónicas (ERC). Los
avances en esta disciplina nos obligan a actualizar su contenido,
al igual que otras entidades científicas, principalmente orientadas
a pacientes adultos (2-4).
	 La presente edición complementa e incorpora nuevos
conceptos en RR, que incluyen herramientas de evaluación
aplicables a población pediátrica chilena: el test de marcha de
6 minutos (TM6M) con valores de referencia estandarizados
(5) y la escala de evaluación de esfuerzo percibido “ EPInfant”
validada para nuestro medio (6). Además, se incorpora el test de
lanzadera o “Shuttle walking test” y pruebas cardiopulmonares
que nos plantean nuevos desafíos para incorporar en nuestra
práctica cotidiana y en la investigación en el área. Se desarrollan
en mayor profundidad estrategias de entrenamiento físico
general y específico de músculos respiratorios, entregando
orientaciones para su realización en distintos escenarios
clínicos. Finalmente se establecen recomendaciones prácticas
aplicables a los programas de RR.
DEFINICIONES BÁSICAS
	 La rehabilitación respiratoria es una intervención
interdisciplinaria, basada en evidencia, que se realiza con
protocolos personalizados en pacientes con enfermedades
respiratorias crónicas y disminución de las actividades de la
vida diaria. Su objetivo es reducir síntomas, optimizar el estado
funcional, aumentar la participación social y reducir gastos en
salud (1, 2). A partir de esta definición se deducen los 3 rasgos
principales de la RR (2):
-	 Interdisciplinaria: Equipo compuesto por diferentes
profesionales de la salud, capacitados y con funciones
complementarias.
-	 Individualizada: Adaptada a cada paciente según tipo
de enfermedad, evolución y otras características.
-	 Atención física y social: Evaluación y seguimiento
de aspectos físicos generales y específicos, como aspectos de
inserción social y calidad de vida relacionada a la salud (CVRS).
Si bien gran parte de las investigaciones y consensos están
orientados a pacientes adultos, también pueden emplearse
en pacientes pediátricos con condiciones clínicas crónicas
como: Fibrosis Quística (FQ), Bronquiolitis Obliterante post-
infección viral (BOPI), enfermedades neuromusculares (ENM),
mielomeningocele, enfermedad pulmonar intersticial crónica,
enfermedades de la caja torácica, bronquiectasias, cirugía de
reducción de volúmenes pulmonares y como intervención pre y
post trasplante pulmonar (3, 7, 8).
CRITERIOS DE SELECCIÓN Y LABORES DE EQUIPO
	 La RR está destinada a pacientes con ERC cuya
sintomatología sea persistente o recurrente pese a un manejo
terapéutico adecuado y que presenten una limitación evidente
en su actividad física diaria (3, 7, 9).
	 Las evaluaciones e intervenciones objetivas que se
describen en este texto, hacen necesario que los pacientes que
se incluyan en un programa de RR, posean una edad y condición
de salud que permitan una colaboración y/o adherencia
adecuada. Los niños o adolescentes con oxígeno-dependencia,
traqueotomía y/o ventilación mecánica prolongada, podrán ser
incluidos con el soporte correspondiente y siguiendo similares
principios de otros pacientes. La Tabla 1 muestra los criterios de
inclusión y exclusión para estos programas.
ROL DE LOS PROFESIONALES
	 Para el funcionamiento óptimo de un programa de
RR, se debe contar con un equipo interdisciplinario capacitado
de médicos pediatras-neumólogos, kinesiólogos, enfermeras,
nutriólogos, psiquiatras, psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas
ocupacionales y asistentes sociales (4, 8, 10). Su incorporación
y funciones pueden ser adaptadas a las distintas realidades
locales. Algunos roles específicos de ellos son:
Médico pediatra y pediatra - neumólogo
	 Lidera y coordina el equipo interdisciplinario, autoriza
o indica el ingreso al programa de RR, solicita evaluaciones o
exámenes, diagnostica y trata inicialmente las reagudizaciones
y/o complicaciones que surjan durante el desarrollo del
Inclusión Exclusión
Paciente con enfermedad
respiratoria crónica y:
• Síntomas persistentes (pese a
tratamiento médico adecuado).
• Actividad física limitada en su
vida cotidiana	
Asociadas a colaboración
y/o adherencia
• Menores de 5 años
• Compromiso neurocognitivo
severo
• Falta de motivación del
paciente y/o de la familia.
Condiciones mal controladas:
• Patología de base inestable
o complicaciones secundarias
severas
• Patología psiquiátrica
Tabla 1. Criterios de inclusión y exclusión para programas de
rehabilitación respiratoria pediátrica.
Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
programa. Acción coordinada con su médico tratante para
el control de la morbilidad aguda, deriva en forma oportuna
a subespecialistas, participa activamente en la educación al
paciente y la familia en la adquisición de hábitos saludables,
en la prevención de enfermedades infecto-contagiosas y en
los efectos de la contaminación intra y extra domiciliarias que
puedan incidir en la óptima evolución del niño, promueve la
formación y entrenamiento del equipo, fomenta la investigación.
Kinesiólogo
	 Realiza distintas pruebas de función respiratoria,
test máximos y submáximos, realiza y supervisa planes de
acondicionamiento físico general y específico respiratorio,
colabora en la educación de pacientes y/o familiares sobre
distintas técnicas específicas del programa de RR, que podrán
ser realizadas en domicilio por ellos, por ejemplo entrenamiento
respiratorio con válvula umbral y entrenamiento físico general,
aplica técnicas de higiene bronquial en forma periódica,
aumentando su énfasis en exacerbaciones, colabora en la
enseñanza a la familia y al paciente del óptimo funcionamiento
del equipamiento de oxigenoterapia, aerosolterapia y ventilación
mecánica, participa activamente en la educación al paciente y la
familia en la adquisición de hábitos y estilos de vida saludables
y reforzando la necesidad de adherencia a los protocolos de
tratamiento.
Enfermera
	 Colabora en la supervisión y cumplimiento de
indicaciones, coordina aspectos de educación y autocuidado,
evalúa la CVRS con instrumentos específicos, colabora en la
enseñanza a la familia y al paciente del óptimo funcionamiento
del equipamiento de oxigenoterapia, aerosolterapia y ventilación
mecánica.
Nutriólogo
	 Realiza evaluación nutricional clínica (índices
antropométricos y estimación de composición corporal) y controla
periódicamente a los pacientes, indicando variaciones en su
alimentación y/o suplementos, considerando el mayor gasto
energético que implica un programa de RR, complementa, en lo
posible, con exámenes de laboratorio (por ejemplo, calorimetría
indirecta e impedanciometría).
Fonoaudiólogo
	 Evalúa y maneja trastornos de la masticación,
deglución y la capacidad de comunicación, especialmente
relevante en pacientes con enfermedad neuromuscular,
alteraciones morfológicas de la vía aérea y/o traqueostomizados.
Asistente Social
	 Evalúa aspectos del funcionamiento social, facilita el
acceso a la red asistencial: Servicio Nacional de la Discapacidad,
tribunal de menores, pensiones, entre otros, facilita la integración
social, educacional y laboral.
Psicólogo
	 Evalúa inicialmente, aspectos psicológicos, tanto del
niño como sus padres y/o cuidadores, que puedan influir en
la adherencia al programa de RR, participa activamente en el
refuerzo positivo para una conducta cooperadora, colabora en
cuadros de depresión, angustia y ansiedad, generados por la
propia enfermedad crónica y por un programa de RR que posee
un carácter de permanente.
EVALUACIÓN
	 Previo al inicio de un programa de RR es imprescindible
una evaluación general y específica, tanto de pruebas de campo
como de laboratorio para así planificar protocolos diferenciados
para cada paciente. Se debe evaluar la tolerancia al ejercicio
y/o de la capacidad de ejercicio, de la musculatura general y
respiratoria.
EVALUACIÓN FÍSICA GENERAL
Pruebas de campo
	 La evaluación de la capacidad física y tolerancia al
ejercicio en niños con ERC aporta información fundamental para
la toma de decisiones en la práctica clínica. El gold standard
es la prueba de ejercicio cardiopulmonar, la cual permite
una evaluación global de la respuesta sistémica al ejercicio.
Sin embargo, su empleo rutinario es limitado debido a los
requerimientos tecnológicos, necesidad de personal calificado
y equipamiento de alto costo. Por lo tanto, las pruebas de
campo constituyen una alternativa sencilla y económica para
la evaluación de la tolerancia del ejercicio. Estas pruebas han
mostrado altos niveles de validez y confiabilidad en pacientes
con ERC, lo que permite su recomendación en nuestro medio
(11).
	 Entre las pruebas más utilizadas en población infantil
se encuentran: el test de marcha de seis minutos (TM6M) y el
test de lanzadera, en sus modalidades incremental, modificada y
de resistencia (12-14).
Equipamiento (15-17)
• Pasillo expedito de 30 metros para el TM6M y 10 metros para
el test de lanzadera.
• Al menos una silla posicionada en el trayecto del pasillo.
• Marcadores visibles instalados en el suelo a distancias
establecidas a lo largo del pasillo (cada 3 metros en TM6M).
• Escala de percepción de esfuerzo para población infantil
“EPinfant” (6).
• Oxímetro de pulso, manómetro de presión arterial (opcional).
• Acceso a fuente de oxígeno.
• Teléfono en caso de emergencia.
• Documentos de registro, cronómetro, cinta métrica, conos
reflectantes.
• Herramientas específicas para cada una de las pruebas
(estímulos estandarizados para TM6M, grabación de audio para
test de lanzadera).
Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
Preparación del paciente (15-17)
	 El paciente debe utilizar ropa y calzado adecuados
para caminar, además de su ayuda técnica. Aquellos pacientes
oxigeno-dependientes deben realizar la prueba portando su
sistema de suministro de oxígeno, el cual debe ser proporcionado
en la concentración indicada por su médico tratante. No debe
realizar ejercicio vigoroso al menos 2 horas antes de la prueba
y tampoco debe suspender medicamentos. El niño debe estar en
reposo al menos 15 minutos antes de comenzar la prueba de
ejercicio.
Parámetros básicos a evaluar
	 Las variables deben ser registradas al inicio y al final
de la prueba. Adicionalmente, debe existir al menos un registro
posterior al test (1, 3 y/o 5 minutos). Los parámetros que
deben ser registrados son: frecuencia cardiaca (FC), frecuencia
respiratoria (FR), saturación de oxigeno (SpO2), percepción de
esfuerzo (6).
Test de marcha de seis minutos (TM6M)
	 El TM6M es una prueba submáxima que evalúa la
capacidad física a través de la medición de la distancia máxima
que el sujeto recorre durante 6 minutos.
Procedimiento
	 La prueba se lleva a cabo recorriendo ida y vuelta, una
distancia longitudinal de 30 m en un pasillo demarcado cada 3
m, el cual se encuentra delimitado por conos a una distancia de
29 m entre sí, dejando 0,5 m en cada extremo (Figura 1). Se
debe instruir al paciente a “caminar lo más rápido posible a lo
largo del pasillo”, pero sin correr, girando alrededor de los conos.
Puede disminuir la velocidad, detenerse o sentarse en una silla
dispuesta en el trayecto, pero debe continuar tan pronto como
sea posible. En cada pausa no se debe detener el cronometraje.
Estimular a cada un minuto utilizando las frases planteadas en
el protocolo estandarizado de la ATS (15).
Interpretación
	 La principal variable de medida del TM6M es la
distancia recorrida y se debe registrar como valor absoluto
en metros y como porcentaje de los valores predictivos para
población infantil chilena publicados por Gatica y cols (5).
Recomendamos el TM6M como evaluación de primera línea en
programas de RR al ser una prueba válida y confiable además de
contar con datos de normalidad en nuestro medio.
Test de lanzadera o Shuttle Walking Test
	 Prueba desarrollada inicialmente por Singh y cols
(12) en pacientes adultos y luego validada en niños con ERC
(18, 19). Existen tres modalidades para desarrollar esta prueba:
incremental (ISWT), incremental modificado (MSWT) y de
resistencia (ESWT).
Procedimiento ISWT y MSWT
	 El sujeto debe recorrer ida y vuelta un tramo de 10 m
de longitud delimitado por conos a una distancia de 9 m entre
sí, dejando 0,5 m en cada extremo para que el paciente pueda
girar (Figura 2). Esta prueba es dirigida por estímulos sonoros
los cuales indican el momento en que se incrementa la velocidad
(tres señales acústicas) y el cambio de sentido en el extremo del
circuito (una señal acústica)
	 El ISWT (12) consta de 12 niveles (1 minuto por
cada uno) con una velocidad inicial de 1,8 km/h y aumentos
progresivos de 0,61 km/h, hasta llegar a una velocidad final de
8,53 km/h. El número de lanzaderas o shuttles (distancia de un
cono a otro) va desde 3 en el primer nivel hasta 14 en el último.
El MSWT (13) nace debido a la dificultad del protocolo original
de provocar una respuesta máxima en aquellos pacientes con
discapacidad mínima. Por esta razón fueron incorporados
3 niveles aumentando la velocidad y el número de shuttles
(Tabla 2).
Figura 1. Esquema gráfico del recorrido del Test de Marcha
de 6 minutos
* Ver explicación en el texto
Figura 2. Esquema gráfico de recorrido de Shuttle Walking Test
(incremental, incremental modificado, resistencia)
* Ver explicación en el texto
Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
Interpretación
	 En ambos protocolos el resultado corresponde a la
distancia recorrida y el nivel máximo completado. Estas pruebas
inducen un nivel de estrés fisiológico comparable al de una
prueba de ejercicio cardiopulmonar estandarizada, mostrando
una fuerte correlación entre la distancia recorrida y el consumo
pico de oxígeno (VO2peak) (20). Ha sido validado en pacientes
pediátricos con FQ (18, 19) y utilizado en escolares nacidos
prematuramente con bajo peso al nacer (20). Sin embargo, no
existen datos referenciales en Chile en este grupo etario, lo que
representa cierta limitación para su interpretación.
Procedimiento ESWT
	 A diferencia de los protocolos anteriores, el ESWT no
es incremental y se realiza a una velocidad constante, la cual en
su protocolo original se estima utilizando el 85% del VO2peak
predictivo obtenido por una ecuación de regresión que incorpora
como variable la distancia alcanzada en un ISWT previo (14). Sin
embargo, no existen datos referenciales en población infantil.
Otro método de estimación es mediante el 85% de la velocidad
pico obtenida durante el ISWT (21). Por ejemplo, si el paciente
en un ISWT previo llegó a un nivel de 7, la velocidad alcanzada
es de 5,47 km/h, el 85% es de 4,64 km/h, por lo tanto, para la
realización del ESWT deberíamos utilizar el nivel 11, que indica
una velocidad de 4,65 km/h (Tabla 3). Una vez determinada la
velocidad de marcha se instruye al paciente a caminar a un
ritmo reducido durante las etapas iniciales de la prueba (90
segundos). Luego de este periodo de calentamiento y a través
de una triple señal auditiva, comenzará el cronometraje de la
prueba por lo que deberá aumentar la velocidad de marcha a la
establecida en el protocolo. Sólo una indicación verbal puede ser
utilizada para estimular al paciente: ‘’Es necesario aumentar la
velocidad para seguir el ritmo de la prueba” (17). El ESWT tiene
una duración máxima de 20 minutos y el paciente deber ser
instruido a detenerse solo cuando se sienta muy cansado.
Interpretación
	 La principal variable a medir es el tiempo, se debe
registrar además la distancia recorrida. El ESWT fue diseñado
para entregar información complementaria al ISWT. Es una
prueba con una velocidad constante determinada a partir del
ISWT y tiene la desventaja de consumir mayor tiempo para el
evaluador.
Criterios de finalización de la prueba
	 Los criterios son comunes a ISWT, MSWT y ESWT. La
prueba finaliza cuando el paciente indica que no es capaz de
ISWT: Incremental Shuttle Walking Test; MSWT: Modified
Shuttle Walking Test.
Nivel
Velocidad (Km/h) Nro. de shuttles Distancia (m)
ISWT MSWT ISWT MSWT ISWT MSWT
1 1,8 1,8 3 3 30 30
2 2,41 2,41 4 4 70 70
3 3,03 3,03 5 5 120 120
4 3,63 3,63 6 6 180 180
5 4,25 4,25 7 7 250 250
6 4,86 4,86 8 8 330 330
7 5,47 5,47 9 9 420 420
8 6,08 6,08 10 10 520 520
9 6,69 6,69 11 11 630 630
10 7,31 7,31 12 12 750 750
11 7,92 7,92 13 13 880 880
12 8,53 8,53 14 14 1020 1020
13 9,06 15 1170
14 9,67 16 1330
15 10,3 17 1500
Tabla 2. Comparación de velocidad, número de “shuttles” y
distancia para cada nivel del test de lanzadera
Nivel Velocidad (Km/h) Tiempo/shuttle (s)
1 1,78 20,3
2 2,09 17,3
3 2,44 14,8
4 2,72 13,3
5 3 12
6 3,27 11
7 3,60 10
8 3,79 9,5
9 4,11 8,8
10 4,36 8,3
11 4,65 7,8
12 4,97 7,3
13 5,14 7
14 5,54 6,5
15 5,76 6,3
16 6 6
Tabla 3. Velocidad de marcha y tiempo de cada shuttle
por cada nivel del test de lanzadera de resistencia
Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
continuar; el evaluador establece que el paciente no está en
condiciones de seguir o determina que es incapaz de mantener
la velocidad para alcanzar a llegar al cono correspondiente antes
de la señal acústica dos veces consecutivas (distancia mayor
a 0,5 m desde el cono al momento de la señal acústica). el
evaluador establece que el paciente no está en condiciones de
seguir o determina que es incapaz de mantener la velocidad
para alcanzar a llegar al cono correspondiente antes de la señal
acústica dos veces consecutivas (distancia mayor a 0,5 m desde
el cono al momento de la señal acústica).
Pruebas de laboratorio
Test de Ejercicio Cardiopulmonar en niños y adolescentes
	 Las pruebas de ejercicio realizan una evaluación
funcional y dinámica del sistema cardiorrespiratorio permitiendo
detectar déficits funcionales precoces no detectables en pruebas
convencionales en reposo. A diferencia de otras pruebas, el test
de ejercicio cardiopulmonar (TECP) mide la carga de trabajo
aplicada durante el ejercicio y los procesos metabólicos,
respiratorios y cardiovasculares que ocurren durante éste,
permitiendo identificar los mecanismos involucrados en la
limitación de la capacidad para realizar el ejercicio físico (22,
23). En los últimos años el TECP ha adquirido mucha relevancia
en el manejo de pacientes con ERC. En niños con FQ, VO2peak
se relaciona con cambios estructurales pulmonares visibles en
tomografía axial computada, sobrevida, pronóstico clínico y CVRS,
además permite elaborar programas de acondicionamiento físico
(24-26). Se recomienda realizarlo cada 1-2 años. En niños con
Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) se recomienda realizarlo
cada 6 a 12 meses para evaluar y monitorizar la tolerancia al
ejercicio, severidad de enfermedad, pronóstico de mortalidad y
evaluar respuesta a tratamiento médico (27, 28).
	 En la práctica clínica,elTECP se solicita frecuentemente
para evaluar signos o síntomas específicos que son inducidos
o agravados por ejercicio, evaluar o identificar respuestas
anormales al ejercicio en niños con enfermedades cardíacas,
pulmonares u otros sistemas, evaluar eficacia de tratamiento
médico o quirúrgico específicos, evaluar capacidad funcional para
actividades recreacionales y deportivas, evaluar pronóstico basal
y seguimiento seriado de mediciones, establecer datos basales
para la implementación de rehabilitación cardíaca, respiratoria
o músculo esquelética (29, 30). Las contraindicaciones al TECP
son similares en diferentes protocolos y se resumen en las guías
ERS Task Force y ATS/ACCP (Tabla 4) (29, 30).
ABSOLUTAS RELATIVAS
Enfermedad pulmonar:
• Enfermedad obstructiva arterial pulmonar
• Asma no controlada
• Edema pulmonar
• Hemoptisis masiva
• Neumotórax
Enfermedad pulmonar:
• Hipertensión arteria pulmonar significativa
Enfermedad cardiaca:
• Enfermedad coronaria aguda o inestable
Disrritmias sintomáticas o hemodinámicamente no controladas
• Enfermedad inflamatoria cardiaca aguda o crónica
o enfermedades infecciosas
• Estenosis Aórtica severa sintomática
• Insuficiencia cardiaca no controlada
Enfermedad cardiaca:
• Estenosis coronaria izquierda
• Enfermedad valvular estenosis moderada
• Taquiarritimia o bradiarritimia
• Bloqueo AV moderado-grave
• Miocardiopatía hipertrófica
Enfermedades vasculares:
• Trombosis extremidades inferiores
• Aneurisma disecante
Enfermedades vasculares:
Hipertensión arterial severa
>200 mmHg sistólica
>120 mmHg diastólica
Otras:
• Enfermedad no cardiopulmonar aguda que puede afectar ejercicio:
infecciones, insuficiencia renal, tirotoxicosis, etc
• Deficiencia mental que impida cooperación
Otras:
• Embarazo avanzado
• Alteraciones hidroelectrolíticas
• Alteraciones ortopédicas que afecten el ejercicio
Tabla 4. Contraindicaciones para test de ejercicio cardiopulmonar.
Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
	 El protocolo utilizado para realizar el TECP dependerá
del propósito del examen y las características del paciente. El
TECP gold standard para evaluar capacidad de ejercicio aeróbico
máximo, es el test de ejercicio incremental que mide consumo
máximo de oxígeno (VO2max) en bicicleta ergométrica o tapiz
rodante (treadmill), tiene por objetivo llegar al ejercicio máximo
del sujeto en un periodo corto de 8-12 minutos.
	 El TECP debe ser realizado en un laboratorio de función
pulmonar o de cardiología en una sala con tamaño mínimo de
10 m2, temperatura ambiental entre 20 y 24 °C y personal
entrenado en conocimientos básicos sobre fisiología del ejercicio
y en reanimación cardiopulmonar (29-31). Se recomiendan
2 personas para realizar TECP en bicicleta ergométrica y 3
personas para tapiz rodante. El tapiz rodante proporciona
incrementos progresivos de carga mediante la combinación
de aumentos de velocidad y del incremento de su grado de
inclinación. El VO2max obtenido con el tapiz rodante es entre
un 5 y un 10% más alto que el logrado con un cicloergómetro.
El cicloergómetro aumenta la carga de trabajo aumentando la
resistencia para pedalear y cuantifica en forma exacta la carga
de trabajo (watts) permitiendo analizar la relación entre consumo
de oxigeno (VO2) y carga de trabajo. En niños se debe contar
con cicloergómetros apropiados para la edad y estatura del
niño, mangos de presión adecuados, pieza bucal y mascarillas
pediátricas. El tapiz rodante debe tener barandas a una altura
adecuada al frente y a los costados, y la bicicleta, asientos
ajustables para alcanzar los pedales manteniendo un ángulo
de flexión de la rodilla entre 10-15° con la pierna extendida y
menor a 90° en flexión. Se pueden usar tacos para aumentar
la altura de los pedales para niños más pequeños. Para la
medición de variables respiratorias y cardiovasculares durante el
esfuerzo se requiere: Equipo de calorimetría indirecta que mide
volumen y concentración fraccional de Oxígeno (O2) y de Dióxido
de Carbono (CO2) en aire espirado, neumotacógrafo para medir
actividad ventilatoria, equipo de electrocardiografía y de presión
arterial, espirómetro, oxímetro de pulso, carro de reanimación
pediátrico (incluido desfibrilador), cartilla con escala de disnea
para niños, cartilla de drogas para reanimación cardiopulmonar,
oxígeno, bolsa de reanimación manual, detector de flujo doppler
(opcional) y toma de muestra de sangre para lactato (opcional)
(23, 27, 29-31).
	 Los procedimientos de calibración se deben realizar
en la mañana y antes de cada prueba. Las instrucciones para
la preparación del paciente son: llevar ropa cómoda y zapatos
adecuados para el ejercicio. El paciente debe ser informado
sobre las características de la prueba, los beneficios y riesgos,
las posibles alternativas y obtener el consentimiento informado
de los padres y asentimiento informado para niños mayores de
7 años. Debemos animar a los pacientes para que hagan su
esfuerzo máximo, estandarizar el estímulo, animarlo a mantener
el ritmo en cada cambio de carga o si apreciamos que disminuye
el ritmo.
	 Existen varios protocolos de TECP de acuerdo a las
características del paciente y el propósito del examen; la mayoría
tienen como objetivo lograr el VO2peak y el umbral ventilatorio
anaeróbico (UVA) llegando al límite de la tolerancia en 10 ± 2
minutos. Los más utilizados en pediatría son:
Protocolo Incremental Máximo
	 Se define como incrementos progresivos de
carga hasta llegar al límite máximo de carga tolerada por el
individuo. Existen protocolos estandarizados para bicicletas
o tapiz rodante, sin embargo, un máximo rendimiento de la
prueba requiere protocolos individualizados que logren llegar
al esfuerzo máximo en 8 a 12 minutos. Existe el protocolo en
rampa con incremento de carga cada 1 minuto o continuo y
el multiestadío con incrementos de carga cada 2 ó 3 minutos
con periodo de pausa o equilibrio en cada estadío. En todos los
protocolos incrementales se comienza con mediciones basales
en reposo por 3 minutos, luego un periodo de calentamiento de
3 minutos sin carga y después de terminar el test un periodo de
recuperación de 5 a 10 minutos (23, 26).
	 El protocolo incremental con bicicleta ergométrica
más utilizado es el protocolo de Godfrey, realiza incrementos
de carga de trabajo en forma continua (rampa) comenzando
con distintas cargas de trabajo de acuerdo a la estatura, 10
W (<120 cm), 15 W (120-150 cm), 20 W (> 150 cm), la carga
de trabajo es luego aumentada por 10-15-20 W cada minuto
(32). La velocidad de pedaleo se mantiene constante a 60 rpm.
Hay diversas modificaciones a este protocolo de acuerdo a la
capacidad funcional de los pacientes que pueden comenzar con
cargas de trabajo de 5 Watts (33). También existen ecuaciones
para calcular incrementos en forma individualizada para cargas
de trabajo basal de acuerdo a sexo, edad, estatura y volumen
espiratorio forzado durante el primer segundo (VEF1) para niños
y adolescentes (34, 35). Para el protocolo de Godfrey original
se han validado coeficientes de variación para carga de trabajo
máximo (Wmax) y VO2max de 6.1-6,9% en niños con FQ. (15).
Existen ecuaciones de referencia para valores normales en niños
sanos (34, 36).
	 El protocolo incremental en tapiz rodante más utilizado
es el Protocolo de Bruce, que realiza incrementos de carga de
trabajo cada 3 minutos de acuerdo a la velocidad y gradiente de
inclinación. Comienza con una inclinación de 10° a 2,7 Km/h
y puede llegar a un máximo de 22° con velocidad de 9,6 Km/h
al cabo de 7 estadíos. En pacientes más comprometidos, puede
comenzar con estadío 0 con 0° inclinación a 2,7 Km/h y estadio
½ con 5° inclinación a 2,7 Km/h. Aunque menos preciso que
la bicicleta ergométrica, el Wmax puede ser calculado usando el
grado de inclinación, velocidad, tiempo del estadío final, masa
corporal del paciente y coeficiente de gravedad estándar. Ya que
la tasa de trabajo en tapiz rodante depende de la masa corporal
no debieran usarse las barandas ya que disminuyen la carga de
trabajo. Existen ecuaciones de referencia para valores normales
en niños sanos entre 4-18 años (37, 38).
Protocolo de Carga Constante
	 El sujeto efectúa un ejercicio a carga constante que
suele alcanzar un VO2 estable (estado estacionario) y puede
prolongar la duración del ejercicio. No se alcanza el VO2max
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respiratorias crónicas: actualización 2016
(26). El test cardiopulmonar finaliza cuando el paciente
voluntariamente esté exhausto y pide finalizar el test o cuando
se alcance el VO2max. Existen criterios o complicaciones que
obligan a suspender el test antes de alcanzar los objetivos de
la medición (Tabla 5) (26). La información obtenida es analizada
y procesada en un computador que entregará las variables
fisiológicas más importantes del ejercicio y que permitirán su
interpretación de acuerdo a valores normales de referencia
(Tabla 6) (26).
Desaturación severa ≤ 80% asociado a síntomas y signos de hipoxemia severa
Falla en el sistema de monitorización electrocardiograma
Síntomas de dolor torácico, cefalea, tinitus o síncope, palidez súbita, sudoración profusa
Hemoptisis
Depresión del segmento ST o elevación segmento T ≥ 3 mm
Arritmia (sobre 25% latidos)
Aparición en el electrocardiograma de cualquier grado de bloqueo auriculoventricular
Elevación de presión arterial sistólica > 250mmHg y presión diastólica > 120 mmHg (> 30% del Percentil 99 según sexo y edad )
Caída de la presión arterial diastólica > 20 mmHg
Confusión mental
Pérdida de coordinación
Tabla 5. Indicaciones para finalizar test de ejercicio antes de alcanzar el nivel máximo de consumo de oxígeno.
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
VARIABLE ECUACIONES PREDICTIVAS VALORES NORMALES
VO2max ( l/m) bicicleta
F: 3,08806 x talla (m)-2,877
M:4,4955 x talla (m) -4,640 Ref. 34
> 82% teórico
0,046 x talla (cm)-0,021 x edad - 0,62 x sexo
(M=0,F=1) - 4,31 Ref. 27
VO2max (ml/Kg/min) tapiz rodante
M: 14,8-1,379 x tiempo(min )+ 0,451 x tiempo
(min) 2-0,012 x tiempo (min) 3 Ref. 43
>82% teórico
Wmax
F:2,38 x talla (cm ) - 238
M:2,87 x talla (cm ) – 291 Ref. 35
>93% teórico
Frecuencia cardiaca máxima
Niños bicicleta : 195 lpm
Niños tapiz rodante: 200 lpm
Adultos bicicleta : F: 209-0,86 x edad
M: 207-0,78 x edad
Adultos tapiz rodante: 211-0,64 x edad Ref. 38-40
≥ 85% teórico
Frecuencia respiratoria máxima
Niños ≥ 12 años: ≤ 75 resp/min
Adultos: ≤ 60 resp/min Ref. 41-42
RER máximo
Niños bicicleta:> 1,03
Niños tapiz rodante :> 1,0
Adultos : > 1,05 Ref. 38,40
∆VO2/∆W pendiente
F:9,3 ml/min/W (SD 1,0)
M: 9,9 ml/min/W (SD 0,9) Ref. 44
VMV
Niños: 27,7 x VEF1+8,8 x VEF1 teórico Ref.45
Adultos : VEF1 x 40 Ref. 46
Reserva respiratoria VMV teórica – VMV observada > 20-40%
VE/VCO2 al ejercicio máximo
F: 39,22 ± 3,35 Ref. 41,42
M: 35,29 ± 1,72
∆VE/VCO2 pendiente
F:0,08 x edad años +25,2 (SEE 2,8) Ref. 44
M: 0,12 x edad años + 21,0 (SEE:2,5)
< Límite superior normalidad
Umbral ventilatorio anaeróbico > 40% VO2 máximo
Tabla 6. Variables de respuesta al ejercicio y valores normales.
VO2: consumo máximo de oxígeno; W: carga de trabajo: RER: cuociente de trabajo respiratorio; VMV: ventilación máxima voluntaria;
VE/VCO2: equivalente ventilatorio del dióxido de carbono; M: Masculino; F: Femenino; VEF1: volumen espiratorio forzado al primer
segundo; max: máximo.
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
	 La primera interpretación del examen es determinar si
el paciente alcanzó el esfuerzo máximo de ejercicio. Existe una
relación lineal entre la intensidad del esfuerzo realizado (medida
en watts) y el VO2 hasta alcanzar el VO2max evidenciado por una
meseta de VO2 a pesar de seguir aumentando la carga de trabajo.
En niños habitualmente no se logra evidenciar una meseta y se
asume un esfuerzo máximo con los siguientes criterios: VO2max
y/o Wmax de acuerdo a ecuaciones predictivas por sexo, edad,
talla; alcanzar una FC máxima o mayor a la FC máxima teórica
, alcanzar o exceder la ventilación máxima voluntaria (VMV) o
exceder un cuociente de intercambio respiratorio (RER) > 1.03
( bicicleta ergométrica) o > 1.0 ( tapiz rodante) en niños y >
1.05 en adolescentes y adultos (39, 40).
	 Durante el metabolismo aeróbico el equivalente
ventilatorio para CO2 (VE/VCO2) definido como la ventilación
requerida para eliminar un litro de CO2 endógeno y que describe
la eficiencia ventilatoria permanece constante o disminuye
levemente hasta el inicio del metabolismo anaeróbico en que
la VE/VCO2 aumenta para mantener el pH. Este parámetro se
ve alterado en pacientes con compromiso vascular pulmonar.
El umbral anaeróbico se define como el nivel de VO2 en
que se inicia la acidosis metabólica por aumento del ácido
láctico, normalmente corresponde a un VO2 > 60-70% del
VO2 máximo teórico. Se puede medir por métodos indirectos
midiendo el intercambio gaseoso o las variables ventilatorias
lo que se denomina el umbral anaeróbico ventilatorio (UAV),
que corresponde a cuando el Volumen minuto (VE) aumenta
proporcionalmente al VCO2 y desproporcionalmente al VO2 lo
que coincide con el punto de mantenimiento del equivalente
ventilatorio para CO2 (VE/VCO2) con aumento del equivalente
para el oxígeno (VE/VO2). Otro método es medir el cambio de
pendiente en la curva entre VO2 y VCO2 la cual mantiene una
relación lineal directa hasta que la VCO2 aumenta en relación
al aumento en la producción de lactato que es titulado con
bicarbonato para generar una segunda fuente de oxígeno.
	 Una variable importante asociada a indemnidad
cardiovascular es el pulso de oxigeno definido como la cantidad
de oxigeno removido por cada latido, equiparable al volumen
sistólico, su reducción suele indicar disminución del volumen de
eyección.
Luego se analiza si la respuesta al ejercicio es normal o anormal.
En general se considera una respuesta anormal al ejercicio si
presenta los siguientes variables: VO2max < 82% teórico y/o
Wmax < 93% teórico , pulso de oxígeno < 10-15 ml/02 latido,
umbral ventilatorio anaeróbico < 40% del VO2max, Reserva
respiratoria (RR) < 20%, equivalente ventilatorio para CO2 ( VE/
VCO2) sobre el límite superior de normalidad, relación espacio
muerto/volumen corriente (VD/VT) ≥ 0,28 hasta los 40 años y
≥ 0,30 en mayores, caída de SpO2 < 90% o caída de SpO2 >
4% (22, 26).
	 Las recomendaciones de ejercicio deben ser ajustadas
al TECP considerando la intensidad del nivel de ejercicio, la FC
máxima y la carga de trabajo, el objetivo es siempre ayudar a
los pacientes a lograr el nivel más alto de capacidad aeróbica
que su enfermedad permita y así mejorar su función pulmonar,
calidad de vida y sobrevida.
EVALUACIÓN ESPECÍFICA DE LA MUSCULATURA RESPIRATORIA
	 Los niños con enfermedad respiratoria crónica pueden
presentar debilidad de la musculatura respiratoria. Es por lo
anterior que es importante realizar una valoración objetiva de la
fuerza y resistencia del conjunto de la musculatura respiratoria.
La valoración de la presión máxima en boca durante las
maniobras de Müller (músculos inspiratorios, PIM) o Valsalva
(músculos espiratorios, PEM), sumado a la evaluación de presión
nasal de olfateo (sniff), permiten evaluar la fuerza máxima de
estos músculos como grupo. Los tres son métodos no invasivos,
fáciles de realizar y de bajo costo (41). Es importante siempre
disponer de múltiples pruebas de función de los músculos
respiratorios, tanto de fuerza como de resistencia, de tal modo
de aumentar la precisión el diagnóstico y permitir la evaluación
en una gama diversa de circunstancias clínicas.
Medición de presiones inspiratoria (PIM) y espiratoria (PEM)
máximas
	 Las maniobras de PIM y PEM consisten en medir la
presión que se genera en la boca tras un esfuerzo inspiratorio o
espiratorio máximo, voluntario o no, ante un circuito cerrado.
Las condiciones para la realización de la prueba deben ser las
siguientes (42, 43):
• Personal entrenado
• Lavado de manos
• Ropa cómoda
• Comida liviana hasta 2 horas previas al examen
• Posición: sentado, erecto, cabeza recta, pies apoyados, sin
cruzar las piernas, (si se utiliza una posición diferente, ésta debe
de registrarse).
• Uso de pinza nasal.
• Para la realización de ambas maniobras, se necesitan 2
operadores: uno principal (profesional de la salud con adecuada
experiencia) que entrega las instrucciones, efectuará la medición
y que se encontrará sentado frente al niño. Otro secundario
que se pondrá por detrás del paciente y tendrá como función
comprimir las mejillas para evitar participación de músculos
buccinadores y evitar fuga por las comisuras labiales.
• Boca ajustada a una boquilla no deformable que está
conectada a una válvula de 3 pasos que posee un orificio de 1
a 2 mm de diámetro que a su vez está unida a un manómetro
anaeroide o digital de medición de presión negativa (o de
succión).
• Para la PIM, se solicita al niño que respire dos a tres veces
de manera tranquila para luego solicitar una espiración lenta y
sostenida que se acerque al volumen residual (VR).
• Cuando se estime que el VR se alcanzó, el operador
principal debe bloquear la rama inspiratoria de la válvula de 3
pasos y solicitar, con una orden enérgica, que el niño realice una
inspiración máxima y sostenida que dure al menos 1,5 segundos.
• Para la medición de la PEM se establecerán las mismas
condiciones anteriores (con la misma conexión pero con un
manómetro anaeroide de presión positiva), con similares órdenes
iniciales de la PIM pero con la diferencia que luego de dos o tres
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
esfuerzos tranquilos a volumen corriente, el operador principal
deberá bloquear la rama espiratoria de la válvula de 3 pasos y
pedir un esfuerzo máximo hasta capacidad pulmonar total para
luego solicitar una espiración enérgica, máxima y sostenida (por
al menos 1,5 segundos) hasta volumen residual. Entre cada
esfuerzo se realizará un descanso entre 30-60 segundos.
• Para ambas pruebas se realizará un máximo de diez intentos
con un mínimo de dos maniobras repetibles con una diferencia
no mayor a 10%. Se elegirá el esfuerzo de mayor valor.
• La elaboración del informe final de la prueba debe
considerar: nombre, diagnóstico médico de derivación,
identificación, fecha de nacimiento, talla, envergadura (cuando
la talla no se puede medir adecuadamente, especialmente en
deformaciones vertebrales), peso, género, fecha de realización
de la prueba, posición en que se realizó el examen (en algunos
sujetos necesariamente se tendrá que realizar recostado), grado
de colaboración, marca y modelo de equipo utilizado, tipo de
boquilla utilizada (con boquillas rígidas se obtienen mayores
valores que con aquellas de menor rigidez, tipo buceo, que son
útiles cuando hay mal cierre bucal), nombre y firma de quien
realizó e interpretó el examen, valores de referencia utilizados,
los valores esperados promedio y límites inferiores de normalidad
a alcanzar. El valor final obtenido (PIM y PEM) se expresa en
centímetros de agua para el valor absoluto y en porcentaje con
respecto a los límites inferiores de normalidad de los valores de
referencia esperados según la edad y sexo determinados por
Szeinberg (44).
	 Las principales desventajas de estas mediciones
son: operador dependiente, variabilidad de los resultados
con relación al volumen pulmonar, depende de la motivación
y entrenamiento previo del paciente, el manejo de las fugas
alrededor de la boquilla, tiene curva de aprendizaje, evalúan
globalmente musculatura inspiratoria sin discriminación de cada
músculo participante, y puede ser influenciada por la acción de
musculatura facial. Se ha observado una amplia variabilidad
entre individuos y rango de valores, incluso en población normal.
Existen algunas contraindicaciones para la medición de la PIM
y PEM que incluyen neumotórax menos de 1 mes de evolución,
parálisis facial que impida el buen sele bucal, cirugía ocular,
ótica o abdominal reciente.
Evaluación de la presión inspiratoria nasal de olfateo (Sniff
nasal inspiratory pressure, SNIP)
	 La medición de la presión nasal en una maniobra
de olfateo máxima permite estimar la fuerza de los músculos
inspiratorios y representa una medida alternativa o un
complemento con algo más de fiabilidad y menos variabilidad
que la medición de la PIM (45). Olfatear (sniff) es una maniobra
natural y voluntaria que muchos pacientes declaran más fácil
de realizar que los esfuerzos estáticos exigidos durante la
evaluación de la PIM. Al igual que la presión en boca, la SNIP es
una medida global de la fuerza muscular inspiratoria.
La prueba se realiza con el paciente sentado, en una posición
cómoda con el cuello erguido. Se coloca una pieza nasal con
el sensor de presión en una narina (indistintamente derecha o
izquierda) quedando la contralateral sin oclusión. Entonces el
niño efectúa 2-3 respiraciones tranquilas para luego solicitar,
manteniendo la boca cerrada y al final de una espiración relajada
(a capacidad residual funcional, CRF), una inspiración nasal
enérgica, a través de la fosa contralateral que permanece abierta
y se debe alcanzar una meseta de 1,5 segundos. Se deben
realizar 10 esfuerzos. Mientras no existan valores nacionales,
recomendamos el uso de los valores de referencia de Stefanutti
y cols (46).
	 Las principales desventajas de la medición de SNIP
son: operador dependiente, depende de la voluntad y motivación
del paciente y existencia de obstrucción nasal anatómica o
funcional (rinitis, desviación del tabique, pólipos,) que puede
llevar a eventual colapso de la cavidad nasal y afectará la
transmisión de la presión desde el rinofarinx. Esto es difícil de
producir en condiciones de medición a CRF, ya que a este nivel
no es posible alcanzar flujos inspiratorios superiores a 30 L/min
con presiones transnasales mayores a 10 cm H2O que deriven
en el colapso del pasaje nasal.
La evaluación de la fuerza de los músculos inspiratorios
mediante la PIM y SNIP son complementarias y constituyen
las principales evaluaciones no invasivas utilizadas para
diagnosticar y cuantificar la gravedad de la debilidad de los
músculos respiratorios. Estos parámetros permitirán además
evaluar el rendimiento del entrenamiento respiratorio.
Evaluación de la resistencia de los músculos respiratorios
	 La resistencia de los músculos inspiratorios puede ser
evaluada a través de la prueba de resistencia ventilatoria o la
prueba basada en la capacidad de estos músculos para generar
altos niveles de presión en forma sostenida en el tiempo.
Presión inspiratoria máxima sostenida (PIMS)
	 Es una prueba de carga incremental descrita por
Nickerson y Keens (47) y constituye la evaluación que ha
demostrado ser más reproducible y mejor tolerada. La prueba
consiste en que el niño respire a través de un dispositivo externo
de tipo umbral, donde cada dos minutos se incrementa la
resistencia entre un 5 a 10% (de la PIM previamente obtenida)
hasta alcanzar la carga máxima que el sujeto es capaz de
sostener por dos minutos completos (carga inspiratoria máxima
sostenida, CIMS), y la máxima presión inspiratoria que es
capaz de desarrollar en ese lapso (presión inspiratoria máxima
sostenida, PIMS). Una vez obtenida el valor de la PIMS, ésta se
debe relacionar con la PIM del niño. La literatura describe que un
índice PIMS/PIM normal debe ser superior a 65% para considerar
que la musculatura respiratoria posee una adecuada resistencia.
Valores menores pueden determinar que el niño es candidato al
entrenamiento específico de su musculatura respiratoria.
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
Tiempo límite
	 Es una prueba de carga constante en que el niño
debe respirar el mayor tiempo posible contra una resistencia
constante y conocida que lo lleve a la fatiga (48). Se recomienda
la utilización de cargas altas (60%-80% de la PIM). El valor a
consignar como resultado es el tiempo total (en segundos) de
duración de la prueba.
ENTRENAMIENTO DE MÚSCULOS RESPIRATORIOS
	 Está demostrado que el entrenamiento adecuado en los
músculos inspiratorios, aumenta su fuerza y resistencia pacientes
portadores de fibrosis quística (49-51), bronquiolitis obliterante
post-infecciosa (52), enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (53), cifoescoliosis severa (54), mielomeningocele
(11) y enfermedad neuromuscular (55). La disfunción de la
musculatura respiratoria repercute en la evolución clínica, la
sensación de disnea y la CVRS. Por ello se sugiere un protocolo
de entrenamiento de la musculatura respiratoria.
El sistema de entrenamiento muscular inspiratorio más utilizado
actualmente es el entrenamiento con válvula umbral que emplea
una válvula de 2 cm de diámetro provista de un resorte que la
mantiene cerrada (56, 57). Para poder inspirar, el sujeto debe
generar una determinada presión por parte de sus músculos
inspiratorios, que puede vencer una carga preestablecida
(generalmente se recomienda un 30% de la PIM, intercalando
esfuerzos hasta 70% de la PIM), que permita abrir la válvula y así
iniciar el flujo inspiratorio. Este sistema de entrenamiento tiene
la ventaja de que la carga determinada por la tensión del resorte
es independiente del flujo que el paciente emplee.
	 En niños, son relativamente escasos los estudios que
aplican entrenamiento específico de los músculos inspiratorios.
Gozal y cols (58), en pacientes con enfermedad de Duchenne
y atrofia espinal tipo III, demostraron mejoría en parámetros
de función muscular respiratoria después de entrenamiento
específico de los músculos ventilatorios de hasta 30% de la PIM
durante un año; haciendo notar, que si se deja el entrenamiento,
se vuelve a valores basales en aproximadamente 3 meses
de concluido el programa. El estudio anterior, junto con el de
Topin (48), que aplicó una carga de 30% de la PIM en sujetos
con distrofia muscular de Duchenne encontró una significativa
mejoría en la resistencia muscular inspiratoria, demostrando que
este nivel de carga es efectivo y no provoca deterioro de la PIM
basal en este tipo de enfermos.
	 Para la aplicación de la sobrecarga en el plan de
entrenamiento sugerimos utilizar válvulas de umbral regulable
específicas para la inspiración y para la espiración. Este sistema
utiliza una válvula provista de un resorte que la mantiene cerrada
y que a su vez permite determinar la carga de entrenamiento
en centímetros de agua. Este sistema mantiene constante
la carga de entrenamiento, independiente del flujo que el
paciente desarrolle. Sugerimos realizar entrenamiento muscular
respiratorio en niños con ENM y/o respiratorias crónicas con
valores de PIM o PEM inferiores a 60 cmH2O (53) y/o que se
encuentren bajo el límite inferior de los valores de referencia
según edad y sexo de Szeinberg (44). En pacientes con PIM
igual o menor de 30 cmH2O, sugerimos comenzar con cargas
de 20% de la PIM y en la medida que supere en evaluaciones
posteriores dicho valor, incrementar el nivel de carga a 30% de
la PIM correspondiente. En aquellos con PIM inicial mayor de 30
cmH2O, iniciar el entrenamiento con cargas del 30% de PIM y/o
PEM.
	 Recomendamos un sistema tipo intervalo o en series,
de duración progresiva (hasta que en una sesión se complete un
tiempo máximo de 20 minutos); y con un período de descanso
interseries no mayor a dos minutos. Sugerimos iniciar con 3
series de 3 minutos, con dos minutos de descanso entre
cada serie. Cuando el paciente logre tolerar adecuadamente
el esquema anterior, aumentar el tiempo de sobrecarga y el
número de series hasta finalmente lograr las 4 series de 5
minutos de entrenamiento. Se recomienda controlar presiones
máximas en boca, a la segunda semana y luego mensualmente,
durante las fases de mejoría de presiones máximas en boca,
para aumentar gradualmente la carga y el tiempo de trabajo,
siempre en relación al 30% de la PIM y/o PEM. Recomendamos
un periodo mínimo de entrenamiento de 10 semanas. Los
pacientes con ERC con presiones respiratorias máximas en boca
persistentemente disminuidas, deben mantener el entrenamiento
muscular respiratorio. En aquellos con resultados óptimos o
normalización de valores de estas presiones, recomendamos
evaluar periódicamente la PIM, PEM, PIMS y/o tiempo límite;
para determinar un reinicio del entrenamiento. Cada paciente
debe contar con una pauta de entrenamiento diseñada en forma
individual, donde se registrarán: la metodología, exigencias
(días, cargas y tiempos) y factores que pudiesen haber afectado
el proceso de entrenamiento.
ENTRENAMIENTO FÍSICO GENERAL
	 En los niños y adolescentes con ERC se produce un
desacondicionamiento físico general gatillado por el deterioro
funcional asociado al daño pulmonar. Se ha observado, en
pacientes con FQ un compromiso multisistémico caracterizado
por alteraciones en el estado nutricional, anomalías en la
respuesta hemodinámica, alteración en la biología muscular
esquelética y limitación ventilatoria durante el ejercicio trayendo
como consecuencia la disminución del VO2max, atrofia de
musculatura periférica y respiratoria (59). En esta misma línea,
paciente con BOPI presentan caída en el rendimiento físico
que se correlaciona con la disminución en la función pulmonar
(60). De modo similar, se ha observado que los pacientes
con asma presentan menor rendimiento físico por causa del
broncoespasmo inducido por ejercicio (61).
	 Por otra parte, las ENM son patologías que también
afectan el rendimiento físico producto de la debilidad muscular
y la consecuente fatiga asociada. En los estadios avanzados de
estas enfermedades, los pacientes experimentan caídas en la
capacidad vital forzada precedidas por disminución en la fuerza
muscular respiratoria conduciendo a una menor ventilación
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
voluntaria máxima, lo que constituye una menor reserva
ventilatoria durante el ejercicio (62).
	 Así, las alteraciones fisiopatológicas de cada una
de estas enfermedades comprometen significativamente la
capacidad física y por consiguiente la CVRS de los pacientes
afectados, razón por la cual ejercicio físico constituye una
estrategia efectiva para mitigar el deterioro funcional asociado
a la enfermedad respiratoria. En este ámbito, se ha demostrado,
en pacientes con FQ, que el ejercicio físico mejora el VO2peak,
aumenta la fuerza muscular de miembros inferiores, aumenta
el rendimiento anaeróbico y también puede prevenir la caída
de la función pulmonar cuando los protocolos de ejercicio se
desarrollan a largo plazo (63); en adición a esto, se ha descrito la
presencia de un efecto coadyuvante de la ejecución de ejercicio
físico a los protocolos de kinesioterapia respiratoria, gracias
a que a través del aumento de la ventilación inducida por el
ejercicio es posible aumentar la capacidad de expectoración del
moco bronquial (59). Por otra parte, los pacientes asmáticos
muestran mejoras significativas en el control de los síntomas,
hiperreactividad bronquial, función pulmonar, rendimiento físico
y CVRS posterior a un programa de ejercicio físico general (64).
En relación a la enfermedad neuromuscular se ha descrito que
aquellos pacientes con desordenes musculares, tales como
distrofinopatías, enfermedades mitocondriales y enfermedades
metabólicas, experimentan mejoras en las actividades de la vida
diaria, reducción en la FC de trabajo e incremento en el VO2peak
durante la ejecución de ejercicios moderados, sin incremento en
los niveles de creatina quinasa y con reducción en los niveles
de lactato. Antecedentes que demuestran que la práctica de
ejercicio físico regular es una estrategia segura para mantener
la capacidad funcional global y CVRS en estos pacientes (65-69).
Prescripción
La dosificación del entrenamiento debe ser realizada en función
de:
1. Tipo de actividad: bicicleta, trotadora, natación, actividades
de campo.
2. Método de entrenamiento: continuo o, de intervalos.
3. Intensidad de ejercicio
	 Esta puede ser dosificada mediante el VO2, la FC o la
carga de trabajo (CT) (70). Entre los parámetros más utilizados
en el contexto clínico se encuentra la FC, a través de la cual
es posible dosificar la carga de entrenamiento como porcentaje
de la FC de reserva (FCR) mediante la siguiente fórmula: FC de
trabajo= [(FC máx-FC reposo) × % de intensidad] +FC reposo.
La FC máx se calcula a partir de la fórmula propuesta por Tanaka
y cols: FC máx= 208 – (0,7×edad). Esta fórmula ha mostrado un
mejor rendimiento predictivo en población infantil (71).
Por otra parte, la intensidad de ejercicio podría ser dosificada a
partir de un porcentaje de la carga máxima de trabajo de acuerdo
al tipo de actividad. Así, para protocolos desarrollados en
bicicleta, la CT debe ser calculada como: CT=Velocidad máxima
alcanzada × % de intensidad a la que se desea trabajar; y para
protocolos desarrollados en trotadora la CT será dosificada de
acuerdo a la velocidad e inclinación de la trotadora a la que se
desea entrenar, así el cálculo deberá ser realizado como sigue:
Velocidad de trabajo (o inclinación de la trotadora)= Velocidad
máxima (o inclinación máxima de la trotadora) × % de intensidad
a la que se desea trabajar (70).
	 Las intensidades de entrenamiento recomendadas
para protocolos aeróbicos oscilan entre el 50 – 80%. Por su
parte, los entrenamientos anaeróbicos, los cuales incluyen a los
protocolos interválicos de alta intensidad, deben ser realizados
con períodos cortos a intensidades por encima del 80% (61, 72).
4. Frecuencia y duración del entrenamiento
	 La frecuencia de entrenamiento debe ser la adecuada
para lograr el fenómeno de adaptación a la carga evitando riesgos
de sobrecarga física. Se ha demostrado que la realización de 2 a
7 sesiones de ejercicio por semana son adecuadas para mejorar
la capacidad funcional (61, 63). Por otro lado, dado que el
incremento del VO2 observado en relación con el entrenamiento
es progresivo a lo largo del tiempo, alcanzándose una meseta a
la octava semana, la duración de un programa de entrenamiento
no puede ser inferior a 8 o 9 semanas, sin que períodos más
largos de entrenamiento supongan un beneficios sustancial (61,
72).
	 En relación al diseño de los programas de
entrenamiento, estos deben ser centrados en las necesidades del
paciente y sus posibilidades de llevarlo a cabo. Es así como los
protocolos de ejercicio parcialmente supervisados y domiciliarios
son recomendados cuando las condiciones socios demográficas
impiden que el paciente asista de manera regular al centro
de rehabilitación. En los protocolos de ejercicio parcialmente
supervisados, las sesiones se llevan a cabo tanto en el centro
de rehabilitación como en el domicilio del paciente, teniendo en
cuenta la necesidad de que al menos una sesión a la semana
debe ser llevada a cabo en el centro de rehabilitación, con el
propósito de reforzar aspectos metodológicos, por ejemplo, el
control de la FC por parte del paciente y/o su cuidador y estimular
la adherencia al programa. Por otra parte, en los protocolos
de ejercicio domiciliario, el paciente realiza la totalidad de
las sesiones de ejercicio en su domicilio, pudiendo solo ser
reevaluado en el centro de rehabilitación una vez al mes. En esta
estrategia, es importante que el paciente realice ejercicios que
se encuentren incorporadas en sus actividades de la vida diaria
tal como: bicicleta, patinar, nadar, la práctica regular de algún
deporte, etc. Sugerimos una adecuada educación a padres y
cuidadores de manera que el paciente mantenga una adherencia
al programa que le permita obtener los beneficios funcionales
asociados al ejercicio (26, 73).
Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
EVALUACIÓN DE LA DISNEA Y PERCEPCIÓN DE ESFUERZO
	 La disnea y la percepción de esfuerzo son términos
que frecuentemente utilizamos en la evaluación de nuestros
pacientes con ERC y que, pese a lo cotidiano de su utilización,
estamos aún lejos de su real comprensión y estimación debido,
principalmente, a la subjetividad inherente a estos términos.
El término disnea ha sido utilizado para identificar aquella
sensación respiratoria subjetiva de disconfort o incomodidad
que aqueja a un individuo independiente de la presencia o no
de enfermedad. Diferentes definiciones se han utilizado en la
literatura para referirse a la disnea tales como: “sensación de
falta de aire” o “hambre de aire”, “dificultad o trabajo para
respirar”, sensación de “tirantes” o “compresión torácica”, entre
otras.
	 La American Thoracic Society por medio de su
Grupo de Trabajo de la Disnea define a este síntoma como: “la
experiencia subjetiva de disconfort para respirar que consiste
en sensaciones cualitativamente distintas de variada intensidad”
(74). Esta experiencia se deriva de las interacciones entre
factores fisiológicos, psicológicos, sociales y ambientales, y
que pueden inducir de manera secundaria sobre respuestas
fisiológicas y del comportamiento del paciente.
Por otra parte, la percepción de esfuerzo puede ser considerada
como una conjunto de sensaciones, tales como: agotamiento,
dolor y fatiga, que involucra a los músculos y a los sistemas
cardiovascular y respiratorio durante el ejercicio (75).
	 En adultos se han utilizado ampliamente instrumentos
para la medición confiable de la disnea, como la Escala Visual
Análoga, escala de Likert y la Escala de Borg Modificada (76),
siendo esta última recomendada por la ATS para la valoración de
la disnea durante el TM6M (15). Sin embargo, en pediatría ha
sido más difícil la comprensión de estos instrumentos y por tanto
la evaluación y medición de este síntoma.
En nuestro país, principalmente se ha utilizado la escala de Borg
Modificada y escalas visuales análogas en la valoración de la
disnea y tal como se describe en la literatura, han tenido la
dificultad de la comprensión por parte del paciente pediátrico,
principalmente en niños preescolares.
	 En los últimos años, un grupo de investigadores
nacionales ha logrado desarrollar la escala de esfuerzo percibido
infantil (EPInfant) (Tabla 7 y Figura 3) que utiliza descriptores
numéricos, verbales y pictográficos para la medición del
esfuerzo percibido en la población pediátrica. Esta escala ha sido
construida para cuantificar el nivel de esfuerzo corporal global
percibido en niños y adolescentes durante el ejercicio mostrando
un incremento significativo de la percepción de esfuerzo a
medida que aumenta el nivel de intensidad de ejercicio y una
fuerte correlación entre la percepción de esfuerzo y la FC (6).
	 La EPInfant es un instrumento válido para medir el
esfuerzo percibido en niños y adolescentes (8-15 años de edad)
con distintos grados de madurez cognitiva durante la prueba del
escalón y posee un alto nivel de confiabilidad interobservador,
siendo la primera escala pediátrica nacional de percepción
de esfuerzo que ha iniciado la verificación de su validez (6).
El desafío a futuro es continuar verificando su validez y
confiabilidad en otras modalidades de ejercicio (cicloergómetro,
de campo) y otras poblaciones pediátricas (sanos, ERC u otras
enfermedades).
La escala debe ser inducida antes del inicio del ejercicio
físico y debe ser explicada en términos sencillos apropiados
a la edad cognitiva del sujeto.
Si el niño/a no sabe leer, se sugiere proporcionar
instrucciones dirigidas a la interpretación del esfuerzo
percibido a través de las ilustraciones de niños
haciendo ejercicio.
Para una adecuada medición de la percepción de esfuerzo,
el sujeto debe contestar la pregunta
“¿Cuán cansado te encuentras durante el ejercicio?”.
Esta debe ir dirigida a evaluar la percepción de esfuerzo
corporal global, que incluye fatiga de piernas y disnea.
Se debe mostrar el dibujo del inicio, del centro y del final
de la escala y explicar que cada uno significa que:
“no estás cansado”, “que te encuentras cansado, pero
puedes continuar con el ejercicio” y “que te encuentras
muy cansado y no puedes continuar con el ejercicio”,
respectivamente.
Se puede utilizar cualquiera de los números, frases
y/o niños de la escala para que el individuo
evaluado diga cuán cansado se siente.
No existiendo una respuesta correcta o incorrecta.
Tabla 7. Recomendaciones para la aplicación de la escala
EPInfant
Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131
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Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades
respiratorias crónicas: actualización 2016
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA
	 Estos conceptos cada vez presentan mayor relevancia
en el momento de la evaluación de la condición de salud y su
medición tiene como objetivo estandarizar las percepciones
subjetivas de los pacientes frente a su capacidad de
funcionamiento relacionándolas con la sensación de bienestar
biopsicosocial.
	 Existe una amplia batería de herramientas para la
evaluación de la CVRS, por lo tanto, la selección de alguna de
estas dependerá del contexto en que se desee aplicar (77).
	 Los cuestionarios pueden ser genéricos o específicos.
Estos últimos, tienen una población objetivo más acotada con una
característica epidemiológica, cómo lo es el presentar alguna
enfermedad crónica. Además, pueden ser auto administrados
o guiados por personas entrenadas y en situaciones en que la
persona evaluada no está en condiciones de responder de forma
adecuada existen herramientas que se pueden aplicar a los
cuidadores (77).
	 En niños con ERC, los instrumentos para medir CVRS
están dirigidos principalmente a asma o FQ (78, 79), aunque se
están utilizando herramientas en otras patologías como la BOPI
(80).
	 En un programa de RR recomendamos utilizar el
cuestionario de insuficiencia respiratoria severa (IRS) que se
encuentra adaptado al español (81) creado originalmente para
adultos con limitación crónica al flujo aéreo. Este instrumento
permite evaluar integralmente la CVRS general y diversas
dimensiones como los síntomas respiratorios, función física,
síntomas acompañantes y sueño, relaciones sociales, ansiedad,
bienestar psicosocial y función social. Se puede emplear en niños
desde la etapa escolar, en aquellos casos que las características
cognitivas impidan que el niño conteste el cuestionario, se puede
adquirir la información de padres y/o cuidadores. Sugerimos el
empleo de la encuesta IRS al inicio del programa de RP, al tercer
mes y luego 2 veces al año. La evaluación de CVRS en cada
dimensión se asocia a los parámetros funcionales permitiendo
redirigir estrategias del equipo interdisciplinario en relación al
programa de rehabilitación, educación a los niños y/o familia
y apoyo psicosocial que estimulen los beneficios de la RR
(78,79,81).
EVALUACIÓN FUNCIONAL – SOCIAL
	 Implica la incorporación a actividades de la vida
cotidiana, generalmente relatada por los mismos niños o sus
padres. Algunos aspectos se evalúan en la encuesta de CVRS
de IRS. Sin embargo, recomendamos preguntar dirigidamente
sobre: ausentismo escolar, inserción normal o diferencial a
actividades físicas, inserción en actividades sociales, percepción
de su enfermedad. La periodicidad sería la misma sugerida para
la encuesta de calidad de vida.
Los autores declaran no presentar conflicto de intereses.
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  • 1. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 114 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl ABSTRACT Pulmonary rehabilitation (PR) is an essential tool in the management of chronic respiratory diseases in childhood. PR improve symptoms, physical performance, quality of life and social integration in children who have limitations in their daily activities. Health professionals have a key role in identifying those children who are candidates for pulmonary rehabilitation programs, in the initial evaluation and in the implementation of therapeutic strategies for training and education. This document is intended as a reference guide for all those professionals who are dedicated to the care of children with chronic respiratory diseases. Keywords: pulmonary rehabilitation, chronic pulmonary disease, physical training, quality of life RESUMEN La rehabilitación respiratoria (RR) es un componente esencial en el manejo de las enfermedades respiratorias crónicas en la infancia. La RR ha demostrado mejorar los síntomas, el rendimiento físico , la calidad de vida y su participación social en aquellos niños que tienen limitaciones en el desarrollo de sus actividades de la vida diaria. Los profesionales de la salud tienen un rol fundamental en identificar aquellos niños que son candidatos para los programas de rehabilitación respiratoria, en la evaluación inicial y en la implementación de estrategias terapéuticas de entrenamiento y de educación. Este documento pretende ser una guía de consulta para todos aquellos profesionales que se dedican a la atención de niños con enfermedades respiratorias crónicas. Palabras clave: rehabilitación respiratoria, enfermedades respiratorias crónicas, entrenamiento físico, calidad de vida Rodrigo Torres-Castro1 , Daniel Zenteno2 , Iván Rodriguez-Núñez3,4 , Gregory Villarroel4,5,6 , Cecilia Alvarez7 , Darwin Gatica8 , Homero Puppo1,9 , Cristián Céspedes10 , Roberto Vera-Uribe1,4 , Matías Otto-Yáñez11 , Rodrigo Soto12 , Iván Caviedes12 . 1. Kinesiólogo, Departamento de Kinesiología, Facultad de Medicina, Universidad de Chile 2. Pediatra especialista en enfermedades respiratorias, Departamento de Pediatría, Universidad de Concepción. Servicio de Pediatría, Hospital Guillermo Grant Benavente. 3. Kinesiólogo, Laboratorio de Biología del Ejercicio, Escuela de Kinesiología, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad San Sebastián, Concepción. Chile. 4. Kinesiólogo, Programa Nacional de Ventilación Mecánica No Invasiva, Ministerio de Salud, Santiago, Chile. 5. Kinesiólogo, Carrera de Kinesiología, UDA Cs. De la Salud, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. 6. Kinesiólogo, Hospital Josefina Martínez, Santiago, Chile. 7. Pediatra especialista en enfermedades respiratorias, Servicio de Pediatría y Laboratorio de Función Pulmonar, Clínica Alemana de Santiago. 8. Kinesiólogo, Escuela de Kinesiología, Facultad de Salud, Universidad Santo Tomás, Concepción, Chile. 9. Kinesiólogo. Hospital de Niños Exequiel González Cortés, Santiago, Chile 10. Kinesiólogo, Hospital Clínico Universidad de Chile, Santiago, Chile. 11. Kinesiólogo, Escuela de Kinesiología, Universidad Autónoma de Chile. Centro de Estudios Integrados en Neurorehabilitación, Clínica Los Coihues, Santiago, Chile. 12. Neumólogo Adultos, Servicio de Medicina Interna y Laboratorio de Función Pulmonar, Clínica Alemana de Santiago. Correspondencia: Rodrigo Torres-Castro Departamento de Kinesiología Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Independencia 1027, Santiago, Chile. Correo electrónico: klgorodrigotorres@gmail.com GUÍAS DE REHABILITACIÓN RESPIRATORIA EN NIÑOS CON ENFERMEDADES RESPIRATORIAS CRÓNICAS: ACTUALIZACIÓN 2016 PULMONARY REHABILITATION GUIDELINES IN CHILDREN WITH CHRONIC RESPIRATORY DISEASES: 2016 UPDATE GUÍAS CLÍNICAS / CLINICAL GUIDELINES 114 114
  • 2. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 115 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 INTRODUCCIÓN Las Guías de Rehabilitación Respiratoria (RR) publicadas en el año 2008 en la revista Chilena de Neumología Pediátrica (1), han sido la base para estrategias implementadas en Chile y Latinoamérica, viéndose reflejadas en un interés creciente de distintos grupos de trabajo respiratorio enfocados en niños con Enfermedades Respiratoria Crónicas (ERC). Los avances en esta disciplina nos obligan a actualizar su contenido, al igual que otras entidades científicas, principalmente orientadas a pacientes adultos (2-4). La presente edición complementa e incorpora nuevos conceptos en RR, que incluyen herramientas de evaluación aplicables a población pediátrica chilena: el test de marcha de 6 minutos (TM6M) con valores de referencia estandarizados (5) y la escala de evaluación de esfuerzo percibido “ EPInfant” validada para nuestro medio (6). Además, se incorpora el test de lanzadera o “Shuttle walking test” y pruebas cardiopulmonares que nos plantean nuevos desafíos para incorporar en nuestra práctica cotidiana y en la investigación en el área. Se desarrollan en mayor profundidad estrategias de entrenamiento físico general y específico de músculos respiratorios, entregando orientaciones para su realización en distintos escenarios clínicos. Finalmente se establecen recomendaciones prácticas aplicables a los programas de RR. DEFINICIONES BÁSICAS La rehabilitación respiratoria es una intervención interdisciplinaria, basada en evidencia, que se realiza con protocolos personalizados en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas y disminución de las actividades de la vida diaria. Su objetivo es reducir síntomas, optimizar el estado funcional, aumentar la participación social y reducir gastos en salud (1, 2). A partir de esta definición se deducen los 3 rasgos principales de la RR (2): - Interdisciplinaria: Equipo compuesto por diferentes profesionales de la salud, capacitados y con funciones complementarias. - Individualizada: Adaptada a cada paciente según tipo de enfermedad, evolución y otras características. - Atención física y social: Evaluación y seguimiento de aspectos físicos generales y específicos, como aspectos de inserción social y calidad de vida relacionada a la salud (CVRS). Si bien gran parte de las investigaciones y consensos están orientados a pacientes adultos, también pueden emplearse en pacientes pediátricos con condiciones clínicas crónicas como: Fibrosis Quística (FQ), Bronquiolitis Obliterante post- infección viral (BOPI), enfermedades neuromusculares (ENM), mielomeningocele, enfermedad pulmonar intersticial crónica, enfermedades de la caja torácica, bronquiectasias, cirugía de reducción de volúmenes pulmonares y como intervención pre y post trasplante pulmonar (3, 7, 8). CRITERIOS DE SELECCIÓN Y LABORES DE EQUIPO La RR está destinada a pacientes con ERC cuya sintomatología sea persistente o recurrente pese a un manejo terapéutico adecuado y que presenten una limitación evidente en su actividad física diaria (3, 7, 9). Las evaluaciones e intervenciones objetivas que se describen en este texto, hacen necesario que los pacientes que se incluyan en un programa de RR, posean una edad y condición de salud que permitan una colaboración y/o adherencia adecuada. Los niños o adolescentes con oxígeno-dependencia, traqueotomía y/o ventilación mecánica prolongada, podrán ser incluidos con el soporte correspondiente y siguiendo similares principios de otros pacientes. La Tabla 1 muestra los criterios de inclusión y exclusión para estos programas. ROL DE LOS PROFESIONALES Para el funcionamiento óptimo de un programa de RR, se debe contar con un equipo interdisciplinario capacitado de médicos pediatras-neumólogos, kinesiólogos, enfermeras, nutriólogos, psiquiatras, psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y asistentes sociales (4, 8, 10). Su incorporación y funciones pueden ser adaptadas a las distintas realidades locales. Algunos roles específicos de ellos son: Médico pediatra y pediatra - neumólogo Lidera y coordina el equipo interdisciplinario, autoriza o indica el ingreso al programa de RR, solicita evaluaciones o exámenes, diagnostica y trata inicialmente las reagudizaciones y/o complicaciones que surjan durante el desarrollo del Inclusión Exclusión Paciente con enfermedad respiratoria crónica y: • Síntomas persistentes (pese a tratamiento médico adecuado). • Actividad física limitada en su vida cotidiana Asociadas a colaboración y/o adherencia • Menores de 5 años • Compromiso neurocognitivo severo • Falta de motivación del paciente y/o de la familia. Condiciones mal controladas: • Patología de base inestable o complicaciones secundarias severas • Patología psiquiátrica Tabla 1. Criterios de inclusión y exclusión para programas de rehabilitación respiratoria pediátrica.
  • 3. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 116 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 programa. Acción coordinada con su médico tratante para el control de la morbilidad aguda, deriva en forma oportuna a subespecialistas, participa activamente en la educación al paciente y la familia en la adquisición de hábitos saludables, en la prevención de enfermedades infecto-contagiosas y en los efectos de la contaminación intra y extra domiciliarias que puedan incidir en la óptima evolución del niño, promueve la formación y entrenamiento del equipo, fomenta la investigación. Kinesiólogo Realiza distintas pruebas de función respiratoria, test máximos y submáximos, realiza y supervisa planes de acondicionamiento físico general y específico respiratorio, colabora en la educación de pacientes y/o familiares sobre distintas técnicas específicas del programa de RR, que podrán ser realizadas en domicilio por ellos, por ejemplo entrenamiento respiratorio con válvula umbral y entrenamiento físico general, aplica técnicas de higiene bronquial en forma periódica, aumentando su énfasis en exacerbaciones, colabora en la enseñanza a la familia y al paciente del óptimo funcionamiento del equipamiento de oxigenoterapia, aerosolterapia y ventilación mecánica, participa activamente en la educación al paciente y la familia en la adquisición de hábitos y estilos de vida saludables y reforzando la necesidad de adherencia a los protocolos de tratamiento. Enfermera Colabora en la supervisión y cumplimiento de indicaciones, coordina aspectos de educación y autocuidado, evalúa la CVRS con instrumentos específicos, colabora en la enseñanza a la familia y al paciente del óptimo funcionamiento del equipamiento de oxigenoterapia, aerosolterapia y ventilación mecánica. Nutriólogo Realiza evaluación nutricional clínica (índices antropométricos y estimación de composición corporal) y controla periódicamente a los pacientes, indicando variaciones en su alimentación y/o suplementos, considerando el mayor gasto energético que implica un programa de RR, complementa, en lo posible, con exámenes de laboratorio (por ejemplo, calorimetría indirecta e impedanciometría). Fonoaudiólogo Evalúa y maneja trastornos de la masticación, deglución y la capacidad de comunicación, especialmente relevante en pacientes con enfermedad neuromuscular, alteraciones morfológicas de la vía aérea y/o traqueostomizados. Asistente Social Evalúa aspectos del funcionamiento social, facilita el acceso a la red asistencial: Servicio Nacional de la Discapacidad, tribunal de menores, pensiones, entre otros, facilita la integración social, educacional y laboral. Psicólogo Evalúa inicialmente, aspectos psicológicos, tanto del niño como sus padres y/o cuidadores, que puedan influir en la adherencia al programa de RR, participa activamente en el refuerzo positivo para una conducta cooperadora, colabora en cuadros de depresión, angustia y ansiedad, generados por la propia enfermedad crónica y por un programa de RR que posee un carácter de permanente. EVALUACIÓN Previo al inicio de un programa de RR es imprescindible una evaluación general y específica, tanto de pruebas de campo como de laboratorio para así planificar protocolos diferenciados para cada paciente. Se debe evaluar la tolerancia al ejercicio y/o de la capacidad de ejercicio, de la musculatura general y respiratoria. EVALUACIÓN FÍSICA GENERAL Pruebas de campo La evaluación de la capacidad física y tolerancia al ejercicio en niños con ERC aporta información fundamental para la toma de decisiones en la práctica clínica. El gold standard es la prueba de ejercicio cardiopulmonar, la cual permite una evaluación global de la respuesta sistémica al ejercicio. Sin embargo, su empleo rutinario es limitado debido a los requerimientos tecnológicos, necesidad de personal calificado y equipamiento de alto costo. Por lo tanto, las pruebas de campo constituyen una alternativa sencilla y económica para la evaluación de la tolerancia del ejercicio. Estas pruebas han mostrado altos niveles de validez y confiabilidad en pacientes con ERC, lo que permite su recomendación en nuestro medio (11). Entre las pruebas más utilizadas en población infantil se encuentran: el test de marcha de seis minutos (TM6M) y el test de lanzadera, en sus modalidades incremental, modificada y de resistencia (12-14). Equipamiento (15-17) • Pasillo expedito de 30 metros para el TM6M y 10 metros para el test de lanzadera. • Al menos una silla posicionada en el trayecto del pasillo. • Marcadores visibles instalados en el suelo a distancias establecidas a lo largo del pasillo (cada 3 metros en TM6M). • Escala de percepción de esfuerzo para población infantil “EPinfant” (6). • Oxímetro de pulso, manómetro de presión arterial (opcional). • Acceso a fuente de oxígeno. • Teléfono en caso de emergencia. • Documentos de registro, cronómetro, cinta métrica, conos reflectantes. • Herramientas específicas para cada una de las pruebas (estímulos estandarizados para TM6M, grabación de audio para test de lanzadera).
  • 4. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 117 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 Preparación del paciente (15-17) El paciente debe utilizar ropa y calzado adecuados para caminar, además de su ayuda técnica. Aquellos pacientes oxigeno-dependientes deben realizar la prueba portando su sistema de suministro de oxígeno, el cual debe ser proporcionado en la concentración indicada por su médico tratante. No debe realizar ejercicio vigoroso al menos 2 horas antes de la prueba y tampoco debe suspender medicamentos. El niño debe estar en reposo al menos 15 minutos antes de comenzar la prueba de ejercicio. Parámetros básicos a evaluar Las variables deben ser registradas al inicio y al final de la prueba. Adicionalmente, debe existir al menos un registro posterior al test (1, 3 y/o 5 minutos). Los parámetros que deben ser registrados son: frecuencia cardiaca (FC), frecuencia respiratoria (FR), saturación de oxigeno (SpO2), percepción de esfuerzo (6). Test de marcha de seis minutos (TM6M) El TM6M es una prueba submáxima que evalúa la capacidad física a través de la medición de la distancia máxima que el sujeto recorre durante 6 minutos. Procedimiento La prueba se lleva a cabo recorriendo ida y vuelta, una distancia longitudinal de 30 m en un pasillo demarcado cada 3 m, el cual se encuentra delimitado por conos a una distancia de 29 m entre sí, dejando 0,5 m en cada extremo (Figura 1). Se debe instruir al paciente a “caminar lo más rápido posible a lo largo del pasillo”, pero sin correr, girando alrededor de los conos. Puede disminuir la velocidad, detenerse o sentarse en una silla dispuesta en el trayecto, pero debe continuar tan pronto como sea posible. En cada pausa no se debe detener el cronometraje. Estimular a cada un minuto utilizando las frases planteadas en el protocolo estandarizado de la ATS (15). Interpretación La principal variable de medida del TM6M es la distancia recorrida y se debe registrar como valor absoluto en metros y como porcentaje de los valores predictivos para población infantil chilena publicados por Gatica y cols (5). Recomendamos el TM6M como evaluación de primera línea en programas de RR al ser una prueba válida y confiable además de contar con datos de normalidad en nuestro medio. Test de lanzadera o Shuttle Walking Test Prueba desarrollada inicialmente por Singh y cols (12) en pacientes adultos y luego validada en niños con ERC (18, 19). Existen tres modalidades para desarrollar esta prueba: incremental (ISWT), incremental modificado (MSWT) y de resistencia (ESWT). Procedimiento ISWT y MSWT El sujeto debe recorrer ida y vuelta un tramo de 10 m de longitud delimitado por conos a una distancia de 9 m entre sí, dejando 0,5 m en cada extremo para que el paciente pueda girar (Figura 2). Esta prueba es dirigida por estímulos sonoros los cuales indican el momento en que se incrementa la velocidad (tres señales acústicas) y el cambio de sentido en el extremo del circuito (una señal acústica) El ISWT (12) consta de 12 niveles (1 minuto por cada uno) con una velocidad inicial de 1,8 km/h y aumentos progresivos de 0,61 km/h, hasta llegar a una velocidad final de 8,53 km/h. El número de lanzaderas o shuttles (distancia de un cono a otro) va desde 3 en el primer nivel hasta 14 en el último. El MSWT (13) nace debido a la dificultad del protocolo original de provocar una respuesta máxima en aquellos pacientes con discapacidad mínima. Por esta razón fueron incorporados 3 niveles aumentando la velocidad y el número de shuttles (Tabla 2). Figura 1. Esquema gráfico del recorrido del Test de Marcha de 6 minutos * Ver explicación en el texto Figura 2. Esquema gráfico de recorrido de Shuttle Walking Test (incremental, incremental modificado, resistencia) * Ver explicación en el texto
  • 5. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 118 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 Interpretación En ambos protocolos el resultado corresponde a la distancia recorrida y el nivel máximo completado. Estas pruebas inducen un nivel de estrés fisiológico comparable al de una prueba de ejercicio cardiopulmonar estandarizada, mostrando una fuerte correlación entre la distancia recorrida y el consumo pico de oxígeno (VO2peak) (20). Ha sido validado en pacientes pediátricos con FQ (18, 19) y utilizado en escolares nacidos prematuramente con bajo peso al nacer (20). Sin embargo, no existen datos referenciales en Chile en este grupo etario, lo que representa cierta limitación para su interpretación. Procedimiento ESWT A diferencia de los protocolos anteriores, el ESWT no es incremental y se realiza a una velocidad constante, la cual en su protocolo original se estima utilizando el 85% del VO2peak predictivo obtenido por una ecuación de regresión que incorpora como variable la distancia alcanzada en un ISWT previo (14). Sin embargo, no existen datos referenciales en población infantil. Otro método de estimación es mediante el 85% de la velocidad pico obtenida durante el ISWT (21). Por ejemplo, si el paciente en un ISWT previo llegó a un nivel de 7, la velocidad alcanzada es de 5,47 km/h, el 85% es de 4,64 km/h, por lo tanto, para la realización del ESWT deberíamos utilizar el nivel 11, que indica una velocidad de 4,65 km/h (Tabla 3). Una vez determinada la velocidad de marcha se instruye al paciente a caminar a un ritmo reducido durante las etapas iniciales de la prueba (90 segundos). Luego de este periodo de calentamiento y a través de una triple señal auditiva, comenzará el cronometraje de la prueba por lo que deberá aumentar la velocidad de marcha a la establecida en el protocolo. Sólo una indicación verbal puede ser utilizada para estimular al paciente: ‘’Es necesario aumentar la velocidad para seguir el ritmo de la prueba” (17). El ESWT tiene una duración máxima de 20 minutos y el paciente deber ser instruido a detenerse solo cuando se sienta muy cansado. Interpretación La principal variable a medir es el tiempo, se debe registrar además la distancia recorrida. El ESWT fue diseñado para entregar información complementaria al ISWT. Es una prueba con una velocidad constante determinada a partir del ISWT y tiene la desventaja de consumir mayor tiempo para el evaluador. Criterios de finalización de la prueba Los criterios son comunes a ISWT, MSWT y ESWT. La prueba finaliza cuando el paciente indica que no es capaz de ISWT: Incremental Shuttle Walking Test; MSWT: Modified Shuttle Walking Test. Nivel Velocidad (Km/h) Nro. de shuttles Distancia (m) ISWT MSWT ISWT MSWT ISWT MSWT 1 1,8 1,8 3 3 30 30 2 2,41 2,41 4 4 70 70 3 3,03 3,03 5 5 120 120 4 3,63 3,63 6 6 180 180 5 4,25 4,25 7 7 250 250 6 4,86 4,86 8 8 330 330 7 5,47 5,47 9 9 420 420 8 6,08 6,08 10 10 520 520 9 6,69 6,69 11 11 630 630 10 7,31 7,31 12 12 750 750 11 7,92 7,92 13 13 880 880 12 8,53 8,53 14 14 1020 1020 13 9,06 15 1170 14 9,67 16 1330 15 10,3 17 1500 Tabla 2. Comparación de velocidad, número de “shuttles” y distancia para cada nivel del test de lanzadera Nivel Velocidad (Km/h) Tiempo/shuttle (s) 1 1,78 20,3 2 2,09 17,3 3 2,44 14,8 4 2,72 13,3 5 3 12 6 3,27 11 7 3,60 10 8 3,79 9,5 9 4,11 8,8 10 4,36 8,3 11 4,65 7,8 12 4,97 7,3 13 5,14 7 14 5,54 6,5 15 5,76 6,3 16 6 6 Tabla 3. Velocidad de marcha y tiempo de cada shuttle por cada nivel del test de lanzadera de resistencia
  • 6. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 119 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 continuar; el evaluador establece que el paciente no está en condiciones de seguir o determina que es incapaz de mantener la velocidad para alcanzar a llegar al cono correspondiente antes de la señal acústica dos veces consecutivas (distancia mayor a 0,5 m desde el cono al momento de la señal acústica). el evaluador establece que el paciente no está en condiciones de seguir o determina que es incapaz de mantener la velocidad para alcanzar a llegar al cono correspondiente antes de la señal acústica dos veces consecutivas (distancia mayor a 0,5 m desde el cono al momento de la señal acústica). Pruebas de laboratorio Test de Ejercicio Cardiopulmonar en niños y adolescentes Las pruebas de ejercicio realizan una evaluación funcional y dinámica del sistema cardiorrespiratorio permitiendo detectar déficits funcionales precoces no detectables en pruebas convencionales en reposo. A diferencia de otras pruebas, el test de ejercicio cardiopulmonar (TECP) mide la carga de trabajo aplicada durante el ejercicio y los procesos metabólicos, respiratorios y cardiovasculares que ocurren durante éste, permitiendo identificar los mecanismos involucrados en la limitación de la capacidad para realizar el ejercicio físico (22, 23). En los últimos años el TECP ha adquirido mucha relevancia en el manejo de pacientes con ERC. En niños con FQ, VO2peak se relaciona con cambios estructurales pulmonares visibles en tomografía axial computada, sobrevida, pronóstico clínico y CVRS, además permite elaborar programas de acondicionamiento físico (24-26). Se recomienda realizarlo cada 1-2 años. En niños con Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) se recomienda realizarlo cada 6 a 12 meses para evaluar y monitorizar la tolerancia al ejercicio, severidad de enfermedad, pronóstico de mortalidad y evaluar respuesta a tratamiento médico (27, 28). En la práctica clínica,elTECP se solicita frecuentemente para evaluar signos o síntomas específicos que son inducidos o agravados por ejercicio, evaluar o identificar respuestas anormales al ejercicio en niños con enfermedades cardíacas, pulmonares u otros sistemas, evaluar eficacia de tratamiento médico o quirúrgico específicos, evaluar capacidad funcional para actividades recreacionales y deportivas, evaluar pronóstico basal y seguimiento seriado de mediciones, establecer datos basales para la implementación de rehabilitación cardíaca, respiratoria o músculo esquelética (29, 30). Las contraindicaciones al TECP son similares en diferentes protocolos y se resumen en las guías ERS Task Force y ATS/ACCP (Tabla 4) (29, 30). ABSOLUTAS RELATIVAS Enfermedad pulmonar: • Enfermedad obstructiva arterial pulmonar • Asma no controlada • Edema pulmonar • Hemoptisis masiva • Neumotórax Enfermedad pulmonar: • Hipertensión arteria pulmonar significativa Enfermedad cardiaca: • Enfermedad coronaria aguda o inestable Disrritmias sintomáticas o hemodinámicamente no controladas • Enfermedad inflamatoria cardiaca aguda o crónica o enfermedades infecciosas • Estenosis Aórtica severa sintomática • Insuficiencia cardiaca no controlada Enfermedad cardiaca: • Estenosis coronaria izquierda • Enfermedad valvular estenosis moderada • Taquiarritimia o bradiarritimia • Bloqueo AV moderado-grave • Miocardiopatía hipertrófica Enfermedades vasculares: • Trombosis extremidades inferiores • Aneurisma disecante Enfermedades vasculares: Hipertensión arterial severa >200 mmHg sistólica >120 mmHg diastólica Otras: • Enfermedad no cardiopulmonar aguda que puede afectar ejercicio: infecciones, insuficiencia renal, tirotoxicosis, etc • Deficiencia mental que impida cooperación Otras: • Embarazo avanzado • Alteraciones hidroelectrolíticas • Alteraciones ortopédicas que afecten el ejercicio Tabla 4. Contraindicaciones para test de ejercicio cardiopulmonar.
  • 7. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 120 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 El protocolo utilizado para realizar el TECP dependerá del propósito del examen y las características del paciente. El TECP gold standard para evaluar capacidad de ejercicio aeróbico máximo, es el test de ejercicio incremental que mide consumo máximo de oxígeno (VO2max) en bicicleta ergométrica o tapiz rodante (treadmill), tiene por objetivo llegar al ejercicio máximo del sujeto en un periodo corto de 8-12 minutos. El TECP debe ser realizado en un laboratorio de función pulmonar o de cardiología en una sala con tamaño mínimo de 10 m2, temperatura ambiental entre 20 y 24 °C y personal entrenado en conocimientos básicos sobre fisiología del ejercicio y en reanimación cardiopulmonar (29-31). Se recomiendan 2 personas para realizar TECP en bicicleta ergométrica y 3 personas para tapiz rodante. El tapiz rodante proporciona incrementos progresivos de carga mediante la combinación de aumentos de velocidad y del incremento de su grado de inclinación. El VO2max obtenido con el tapiz rodante es entre un 5 y un 10% más alto que el logrado con un cicloergómetro. El cicloergómetro aumenta la carga de trabajo aumentando la resistencia para pedalear y cuantifica en forma exacta la carga de trabajo (watts) permitiendo analizar la relación entre consumo de oxigeno (VO2) y carga de trabajo. En niños se debe contar con cicloergómetros apropiados para la edad y estatura del niño, mangos de presión adecuados, pieza bucal y mascarillas pediátricas. El tapiz rodante debe tener barandas a una altura adecuada al frente y a los costados, y la bicicleta, asientos ajustables para alcanzar los pedales manteniendo un ángulo de flexión de la rodilla entre 10-15° con la pierna extendida y menor a 90° en flexión. Se pueden usar tacos para aumentar la altura de los pedales para niños más pequeños. Para la medición de variables respiratorias y cardiovasculares durante el esfuerzo se requiere: Equipo de calorimetría indirecta que mide volumen y concentración fraccional de Oxígeno (O2) y de Dióxido de Carbono (CO2) en aire espirado, neumotacógrafo para medir actividad ventilatoria, equipo de electrocardiografía y de presión arterial, espirómetro, oxímetro de pulso, carro de reanimación pediátrico (incluido desfibrilador), cartilla con escala de disnea para niños, cartilla de drogas para reanimación cardiopulmonar, oxígeno, bolsa de reanimación manual, detector de flujo doppler (opcional) y toma de muestra de sangre para lactato (opcional) (23, 27, 29-31). Los procedimientos de calibración se deben realizar en la mañana y antes de cada prueba. Las instrucciones para la preparación del paciente son: llevar ropa cómoda y zapatos adecuados para el ejercicio. El paciente debe ser informado sobre las características de la prueba, los beneficios y riesgos, las posibles alternativas y obtener el consentimiento informado de los padres y asentimiento informado para niños mayores de 7 años. Debemos animar a los pacientes para que hagan su esfuerzo máximo, estandarizar el estímulo, animarlo a mantener el ritmo en cada cambio de carga o si apreciamos que disminuye el ritmo. Existen varios protocolos de TECP de acuerdo a las características del paciente y el propósito del examen; la mayoría tienen como objetivo lograr el VO2peak y el umbral ventilatorio anaeróbico (UVA) llegando al límite de la tolerancia en 10 ± 2 minutos. Los más utilizados en pediatría son: Protocolo Incremental Máximo Se define como incrementos progresivos de carga hasta llegar al límite máximo de carga tolerada por el individuo. Existen protocolos estandarizados para bicicletas o tapiz rodante, sin embargo, un máximo rendimiento de la prueba requiere protocolos individualizados que logren llegar al esfuerzo máximo en 8 a 12 minutos. Existe el protocolo en rampa con incremento de carga cada 1 minuto o continuo y el multiestadío con incrementos de carga cada 2 ó 3 minutos con periodo de pausa o equilibrio en cada estadío. En todos los protocolos incrementales se comienza con mediciones basales en reposo por 3 minutos, luego un periodo de calentamiento de 3 minutos sin carga y después de terminar el test un periodo de recuperación de 5 a 10 minutos (23, 26). El protocolo incremental con bicicleta ergométrica más utilizado es el protocolo de Godfrey, realiza incrementos de carga de trabajo en forma continua (rampa) comenzando con distintas cargas de trabajo de acuerdo a la estatura, 10 W (<120 cm), 15 W (120-150 cm), 20 W (> 150 cm), la carga de trabajo es luego aumentada por 10-15-20 W cada minuto (32). La velocidad de pedaleo se mantiene constante a 60 rpm. Hay diversas modificaciones a este protocolo de acuerdo a la capacidad funcional de los pacientes que pueden comenzar con cargas de trabajo de 5 Watts (33). También existen ecuaciones para calcular incrementos en forma individualizada para cargas de trabajo basal de acuerdo a sexo, edad, estatura y volumen espiratorio forzado durante el primer segundo (VEF1) para niños y adolescentes (34, 35). Para el protocolo de Godfrey original se han validado coeficientes de variación para carga de trabajo máximo (Wmax) y VO2max de 6.1-6,9% en niños con FQ. (15). Existen ecuaciones de referencia para valores normales en niños sanos (34, 36). El protocolo incremental en tapiz rodante más utilizado es el Protocolo de Bruce, que realiza incrementos de carga de trabajo cada 3 minutos de acuerdo a la velocidad y gradiente de inclinación. Comienza con una inclinación de 10° a 2,7 Km/h y puede llegar a un máximo de 22° con velocidad de 9,6 Km/h al cabo de 7 estadíos. En pacientes más comprometidos, puede comenzar con estadío 0 con 0° inclinación a 2,7 Km/h y estadio ½ con 5° inclinación a 2,7 Km/h. Aunque menos preciso que la bicicleta ergométrica, el Wmax puede ser calculado usando el grado de inclinación, velocidad, tiempo del estadío final, masa corporal del paciente y coeficiente de gravedad estándar. Ya que la tasa de trabajo en tapiz rodante depende de la masa corporal no debieran usarse las barandas ya que disminuyen la carga de trabajo. Existen ecuaciones de referencia para valores normales en niños sanos entre 4-18 años (37, 38). Protocolo de Carga Constante El sujeto efectúa un ejercicio a carga constante que suele alcanzar un VO2 estable (estado estacionario) y puede prolongar la duración del ejercicio. No se alcanza el VO2max
  • 8. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 121 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 (26). El test cardiopulmonar finaliza cuando el paciente voluntariamente esté exhausto y pide finalizar el test o cuando se alcance el VO2max. Existen criterios o complicaciones que obligan a suspender el test antes de alcanzar los objetivos de la medición (Tabla 5) (26). La información obtenida es analizada y procesada en un computador que entregará las variables fisiológicas más importantes del ejercicio y que permitirán su interpretación de acuerdo a valores normales de referencia (Tabla 6) (26). Desaturación severa ≤ 80% asociado a síntomas y signos de hipoxemia severa Falla en el sistema de monitorización electrocardiograma Síntomas de dolor torácico, cefalea, tinitus o síncope, palidez súbita, sudoración profusa Hemoptisis Depresión del segmento ST o elevación segmento T ≥ 3 mm Arritmia (sobre 25% latidos) Aparición en el electrocardiograma de cualquier grado de bloqueo auriculoventricular Elevación de presión arterial sistólica > 250mmHg y presión diastólica > 120 mmHg (> 30% del Percentil 99 según sexo y edad ) Caída de la presión arterial diastólica > 20 mmHg Confusión mental Pérdida de coordinación Tabla 5. Indicaciones para finalizar test de ejercicio antes de alcanzar el nivel máximo de consumo de oxígeno.
  • 9. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 122 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 VARIABLE ECUACIONES PREDICTIVAS VALORES NORMALES VO2max ( l/m) bicicleta F: 3,08806 x talla (m)-2,877 M:4,4955 x talla (m) -4,640 Ref. 34 > 82% teórico 0,046 x talla (cm)-0,021 x edad - 0,62 x sexo (M=0,F=1) - 4,31 Ref. 27 VO2max (ml/Kg/min) tapiz rodante M: 14,8-1,379 x tiempo(min )+ 0,451 x tiempo (min) 2-0,012 x tiempo (min) 3 Ref. 43 >82% teórico Wmax F:2,38 x talla (cm ) - 238 M:2,87 x talla (cm ) – 291 Ref. 35 >93% teórico Frecuencia cardiaca máxima Niños bicicleta : 195 lpm Niños tapiz rodante: 200 lpm Adultos bicicleta : F: 209-0,86 x edad M: 207-0,78 x edad Adultos tapiz rodante: 211-0,64 x edad Ref. 38-40 ≥ 85% teórico Frecuencia respiratoria máxima Niños ≥ 12 años: ≤ 75 resp/min Adultos: ≤ 60 resp/min Ref. 41-42 RER máximo Niños bicicleta:> 1,03 Niños tapiz rodante :> 1,0 Adultos : > 1,05 Ref. 38,40 ∆VO2/∆W pendiente F:9,3 ml/min/W (SD 1,0) M: 9,9 ml/min/W (SD 0,9) Ref. 44 VMV Niños: 27,7 x VEF1+8,8 x VEF1 teórico Ref.45 Adultos : VEF1 x 40 Ref. 46 Reserva respiratoria VMV teórica – VMV observada > 20-40% VE/VCO2 al ejercicio máximo F: 39,22 ± 3,35 Ref. 41,42 M: 35,29 ± 1,72 ∆VE/VCO2 pendiente F:0,08 x edad años +25,2 (SEE 2,8) Ref. 44 M: 0,12 x edad años + 21,0 (SEE:2,5) < Límite superior normalidad Umbral ventilatorio anaeróbico > 40% VO2 máximo Tabla 6. Variables de respuesta al ejercicio y valores normales. VO2: consumo máximo de oxígeno; W: carga de trabajo: RER: cuociente de trabajo respiratorio; VMV: ventilación máxima voluntaria; VE/VCO2: equivalente ventilatorio del dióxido de carbono; M: Masculino; F: Femenino; VEF1: volumen espiratorio forzado al primer segundo; max: máximo.
  • 10. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 123 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 La primera interpretación del examen es determinar si el paciente alcanzó el esfuerzo máximo de ejercicio. Existe una relación lineal entre la intensidad del esfuerzo realizado (medida en watts) y el VO2 hasta alcanzar el VO2max evidenciado por una meseta de VO2 a pesar de seguir aumentando la carga de trabajo. En niños habitualmente no se logra evidenciar una meseta y se asume un esfuerzo máximo con los siguientes criterios: VO2max y/o Wmax de acuerdo a ecuaciones predictivas por sexo, edad, talla; alcanzar una FC máxima o mayor a la FC máxima teórica , alcanzar o exceder la ventilación máxima voluntaria (VMV) o exceder un cuociente de intercambio respiratorio (RER) > 1.03 ( bicicleta ergométrica) o > 1.0 ( tapiz rodante) en niños y > 1.05 en adolescentes y adultos (39, 40). Durante el metabolismo aeróbico el equivalente ventilatorio para CO2 (VE/VCO2) definido como la ventilación requerida para eliminar un litro de CO2 endógeno y que describe la eficiencia ventilatoria permanece constante o disminuye levemente hasta el inicio del metabolismo anaeróbico en que la VE/VCO2 aumenta para mantener el pH. Este parámetro se ve alterado en pacientes con compromiso vascular pulmonar. El umbral anaeróbico se define como el nivel de VO2 en que se inicia la acidosis metabólica por aumento del ácido láctico, normalmente corresponde a un VO2 > 60-70% del VO2 máximo teórico. Se puede medir por métodos indirectos midiendo el intercambio gaseoso o las variables ventilatorias lo que se denomina el umbral anaeróbico ventilatorio (UAV), que corresponde a cuando el Volumen minuto (VE) aumenta proporcionalmente al VCO2 y desproporcionalmente al VO2 lo que coincide con el punto de mantenimiento del equivalente ventilatorio para CO2 (VE/VCO2) con aumento del equivalente para el oxígeno (VE/VO2). Otro método es medir el cambio de pendiente en la curva entre VO2 y VCO2 la cual mantiene una relación lineal directa hasta que la VCO2 aumenta en relación al aumento en la producción de lactato que es titulado con bicarbonato para generar una segunda fuente de oxígeno. Una variable importante asociada a indemnidad cardiovascular es el pulso de oxigeno definido como la cantidad de oxigeno removido por cada latido, equiparable al volumen sistólico, su reducción suele indicar disminución del volumen de eyección. Luego se analiza si la respuesta al ejercicio es normal o anormal. En general se considera una respuesta anormal al ejercicio si presenta los siguientes variables: VO2max < 82% teórico y/o Wmax < 93% teórico , pulso de oxígeno < 10-15 ml/02 latido, umbral ventilatorio anaeróbico < 40% del VO2max, Reserva respiratoria (RR) < 20%, equivalente ventilatorio para CO2 ( VE/ VCO2) sobre el límite superior de normalidad, relación espacio muerto/volumen corriente (VD/VT) ≥ 0,28 hasta los 40 años y ≥ 0,30 en mayores, caída de SpO2 < 90% o caída de SpO2 > 4% (22, 26). Las recomendaciones de ejercicio deben ser ajustadas al TECP considerando la intensidad del nivel de ejercicio, la FC máxima y la carga de trabajo, el objetivo es siempre ayudar a los pacientes a lograr el nivel más alto de capacidad aeróbica que su enfermedad permita y así mejorar su función pulmonar, calidad de vida y sobrevida. EVALUACIÓN ESPECÍFICA DE LA MUSCULATURA RESPIRATORIA Los niños con enfermedad respiratoria crónica pueden presentar debilidad de la musculatura respiratoria. Es por lo anterior que es importante realizar una valoración objetiva de la fuerza y resistencia del conjunto de la musculatura respiratoria. La valoración de la presión máxima en boca durante las maniobras de Müller (músculos inspiratorios, PIM) o Valsalva (músculos espiratorios, PEM), sumado a la evaluación de presión nasal de olfateo (sniff), permiten evaluar la fuerza máxima de estos músculos como grupo. Los tres son métodos no invasivos, fáciles de realizar y de bajo costo (41). Es importante siempre disponer de múltiples pruebas de función de los músculos respiratorios, tanto de fuerza como de resistencia, de tal modo de aumentar la precisión el diagnóstico y permitir la evaluación en una gama diversa de circunstancias clínicas. Medición de presiones inspiratoria (PIM) y espiratoria (PEM) máximas Las maniobras de PIM y PEM consisten en medir la presión que se genera en la boca tras un esfuerzo inspiratorio o espiratorio máximo, voluntario o no, ante un circuito cerrado. Las condiciones para la realización de la prueba deben ser las siguientes (42, 43): • Personal entrenado • Lavado de manos • Ropa cómoda • Comida liviana hasta 2 horas previas al examen • Posición: sentado, erecto, cabeza recta, pies apoyados, sin cruzar las piernas, (si se utiliza una posición diferente, ésta debe de registrarse). • Uso de pinza nasal. • Para la realización de ambas maniobras, se necesitan 2 operadores: uno principal (profesional de la salud con adecuada experiencia) que entrega las instrucciones, efectuará la medición y que se encontrará sentado frente al niño. Otro secundario que se pondrá por detrás del paciente y tendrá como función comprimir las mejillas para evitar participación de músculos buccinadores y evitar fuga por las comisuras labiales. • Boca ajustada a una boquilla no deformable que está conectada a una válvula de 3 pasos que posee un orificio de 1 a 2 mm de diámetro que a su vez está unida a un manómetro anaeroide o digital de medición de presión negativa (o de succión). • Para la PIM, se solicita al niño que respire dos a tres veces de manera tranquila para luego solicitar una espiración lenta y sostenida que se acerque al volumen residual (VR). • Cuando se estime que el VR se alcanzó, el operador principal debe bloquear la rama inspiratoria de la válvula de 3 pasos y solicitar, con una orden enérgica, que el niño realice una inspiración máxima y sostenida que dure al menos 1,5 segundos. • Para la medición de la PEM se establecerán las mismas condiciones anteriores (con la misma conexión pero con un manómetro anaeroide de presión positiva), con similares órdenes iniciales de la PIM pero con la diferencia que luego de dos o tres
  • 11. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 124 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 esfuerzos tranquilos a volumen corriente, el operador principal deberá bloquear la rama espiratoria de la válvula de 3 pasos y pedir un esfuerzo máximo hasta capacidad pulmonar total para luego solicitar una espiración enérgica, máxima y sostenida (por al menos 1,5 segundos) hasta volumen residual. Entre cada esfuerzo se realizará un descanso entre 30-60 segundos. • Para ambas pruebas se realizará un máximo de diez intentos con un mínimo de dos maniobras repetibles con una diferencia no mayor a 10%. Se elegirá el esfuerzo de mayor valor. • La elaboración del informe final de la prueba debe considerar: nombre, diagnóstico médico de derivación, identificación, fecha de nacimiento, talla, envergadura (cuando la talla no se puede medir adecuadamente, especialmente en deformaciones vertebrales), peso, género, fecha de realización de la prueba, posición en que se realizó el examen (en algunos sujetos necesariamente se tendrá que realizar recostado), grado de colaboración, marca y modelo de equipo utilizado, tipo de boquilla utilizada (con boquillas rígidas se obtienen mayores valores que con aquellas de menor rigidez, tipo buceo, que son útiles cuando hay mal cierre bucal), nombre y firma de quien realizó e interpretó el examen, valores de referencia utilizados, los valores esperados promedio y límites inferiores de normalidad a alcanzar. El valor final obtenido (PIM y PEM) se expresa en centímetros de agua para el valor absoluto y en porcentaje con respecto a los límites inferiores de normalidad de los valores de referencia esperados según la edad y sexo determinados por Szeinberg (44). Las principales desventajas de estas mediciones son: operador dependiente, variabilidad de los resultados con relación al volumen pulmonar, depende de la motivación y entrenamiento previo del paciente, el manejo de las fugas alrededor de la boquilla, tiene curva de aprendizaje, evalúan globalmente musculatura inspiratoria sin discriminación de cada músculo participante, y puede ser influenciada por la acción de musculatura facial. Se ha observado una amplia variabilidad entre individuos y rango de valores, incluso en población normal. Existen algunas contraindicaciones para la medición de la PIM y PEM que incluyen neumotórax menos de 1 mes de evolución, parálisis facial que impida el buen sele bucal, cirugía ocular, ótica o abdominal reciente. Evaluación de la presión inspiratoria nasal de olfateo (Sniff nasal inspiratory pressure, SNIP) La medición de la presión nasal en una maniobra de olfateo máxima permite estimar la fuerza de los músculos inspiratorios y representa una medida alternativa o un complemento con algo más de fiabilidad y menos variabilidad que la medición de la PIM (45). Olfatear (sniff) es una maniobra natural y voluntaria que muchos pacientes declaran más fácil de realizar que los esfuerzos estáticos exigidos durante la evaluación de la PIM. Al igual que la presión en boca, la SNIP es una medida global de la fuerza muscular inspiratoria. La prueba se realiza con el paciente sentado, en una posición cómoda con el cuello erguido. Se coloca una pieza nasal con el sensor de presión en una narina (indistintamente derecha o izquierda) quedando la contralateral sin oclusión. Entonces el niño efectúa 2-3 respiraciones tranquilas para luego solicitar, manteniendo la boca cerrada y al final de una espiración relajada (a capacidad residual funcional, CRF), una inspiración nasal enérgica, a través de la fosa contralateral que permanece abierta y se debe alcanzar una meseta de 1,5 segundos. Se deben realizar 10 esfuerzos. Mientras no existan valores nacionales, recomendamos el uso de los valores de referencia de Stefanutti y cols (46). Las principales desventajas de la medición de SNIP son: operador dependiente, depende de la voluntad y motivación del paciente y existencia de obstrucción nasal anatómica o funcional (rinitis, desviación del tabique, pólipos,) que puede llevar a eventual colapso de la cavidad nasal y afectará la transmisión de la presión desde el rinofarinx. Esto es difícil de producir en condiciones de medición a CRF, ya que a este nivel no es posible alcanzar flujos inspiratorios superiores a 30 L/min con presiones transnasales mayores a 10 cm H2O que deriven en el colapso del pasaje nasal. La evaluación de la fuerza de los músculos inspiratorios mediante la PIM y SNIP son complementarias y constituyen las principales evaluaciones no invasivas utilizadas para diagnosticar y cuantificar la gravedad de la debilidad de los músculos respiratorios. Estos parámetros permitirán además evaluar el rendimiento del entrenamiento respiratorio. Evaluación de la resistencia de los músculos respiratorios La resistencia de los músculos inspiratorios puede ser evaluada a través de la prueba de resistencia ventilatoria o la prueba basada en la capacidad de estos músculos para generar altos niveles de presión en forma sostenida en el tiempo. Presión inspiratoria máxima sostenida (PIMS) Es una prueba de carga incremental descrita por Nickerson y Keens (47) y constituye la evaluación que ha demostrado ser más reproducible y mejor tolerada. La prueba consiste en que el niño respire a través de un dispositivo externo de tipo umbral, donde cada dos minutos se incrementa la resistencia entre un 5 a 10% (de la PIM previamente obtenida) hasta alcanzar la carga máxima que el sujeto es capaz de sostener por dos minutos completos (carga inspiratoria máxima sostenida, CIMS), y la máxima presión inspiratoria que es capaz de desarrollar en ese lapso (presión inspiratoria máxima sostenida, PIMS). Una vez obtenida el valor de la PIMS, ésta se debe relacionar con la PIM del niño. La literatura describe que un índice PIMS/PIM normal debe ser superior a 65% para considerar que la musculatura respiratoria posee una adecuada resistencia. Valores menores pueden determinar que el niño es candidato al entrenamiento específico de su musculatura respiratoria.
  • 12. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 125 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 Tiempo límite Es una prueba de carga constante en que el niño debe respirar el mayor tiempo posible contra una resistencia constante y conocida que lo lleve a la fatiga (48). Se recomienda la utilización de cargas altas (60%-80% de la PIM). El valor a consignar como resultado es el tiempo total (en segundos) de duración de la prueba. ENTRENAMIENTO DE MÚSCULOS RESPIRATORIOS Está demostrado que el entrenamiento adecuado en los músculos inspiratorios, aumenta su fuerza y resistencia pacientes portadores de fibrosis quística (49-51), bronquiolitis obliterante post-infecciosa (52), enfermedad pulmonar obstructiva crónica (53), cifoescoliosis severa (54), mielomeningocele (11) y enfermedad neuromuscular (55). La disfunción de la musculatura respiratoria repercute en la evolución clínica, la sensación de disnea y la CVRS. Por ello se sugiere un protocolo de entrenamiento de la musculatura respiratoria. El sistema de entrenamiento muscular inspiratorio más utilizado actualmente es el entrenamiento con válvula umbral que emplea una válvula de 2 cm de diámetro provista de un resorte que la mantiene cerrada (56, 57). Para poder inspirar, el sujeto debe generar una determinada presión por parte de sus músculos inspiratorios, que puede vencer una carga preestablecida (generalmente se recomienda un 30% de la PIM, intercalando esfuerzos hasta 70% de la PIM), que permita abrir la válvula y así iniciar el flujo inspiratorio. Este sistema de entrenamiento tiene la ventaja de que la carga determinada por la tensión del resorte es independiente del flujo que el paciente emplee. En niños, son relativamente escasos los estudios que aplican entrenamiento específico de los músculos inspiratorios. Gozal y cols (58), en pacientes con enfermedad de Duchenne y atrofia espinal tipo III, demostraron mejoría en parámetros de función muscular respiratoria después de entrenamiento específico de los músculos ventilatorios de hasta 30% de la PIM durante un año; haciendo notar, que si se deja el entrenamiento, se vuelve a valores basales en aproximadamente 3 meses de concluido el programa. El estudio anterior, junto con el de Topin (48), que aplicó una carga de 30% de la PIM en sujetos con distrofia muscular de Duchenne encontró una significativa mejoría en la resistencia muscular inspiratoria, demostrando que este nivel de carga es efectivo y no provoca deterioro de la PIM basal en este tipo de enfermos. Para la aplicación de la sobrecarga en el plan de entrenamiento sugerimos utilizar válvulas de umbral regulable específicas para la inspiración y para la espiración. Este sistema utiliza una válvula provista de un resorte que la mantiene cerrada y que a su vez permite determinar la carga de entrenamiento en centímetros de agua. Este sistema mantiene constante la carga de entrenamiento, independiente del flujo que el paciente desarrolle. Sugerimos realizar entrenamiento muscular respiratorio en niños con ENM y/o respiratorias crónicas con valores de PIM o PEM inferiores a 60 cmH2O (53) y/o que se encuentren bajo el límite inferior de los valores de referencia según edad y sexo de Szeinberg (44). En pacientes con PIM igual o menor de 30 cmH2O, sugerimos comenzar con cargas de 20% de la PIM y en la medida que supere en evaluaciones posteriores dicho valor, incrementar el nivel de carga a 30% de la PIM correspondiente. En aquellos con PIM inicial mayor de 30 cmH2O, iniciar el entrenamiento con cargas del 30% de PIM y/o PEM. Recomendamos un sistema tipo intervalo o en series, de duración progresiva (hasta que en una sesión se complete un tiempo máximo de 20 minutos); y con un período de descanso interseries no mayor a dos minutos. Sugerimos iniciar con 3 series de 3 minutos, con dos minutos de descanso entre cada serie. Cuando el paciente logre tolerar adecuadamente el esquema anterior, aumentar el tiempo de sobrecarga y el número de series hasta finalmente lograr las 4 series de 5 minutos de entrenamiento. Se recomienda controlar presiones máximas en boca, a la segunda semana y luego mensualmente, durante las fases de mejoría de presiones máximas en boca, para aumentar gradualmente la carga y el tiempo de trabajo, siempre en relación al 30% de la PIM y/o PEM. Recomendamos un periodo mínimo de entrenamiento de 10 semanas. Los pacientes con ERC con presiones respiratorias máximas en boca persistentemente disminuidas, deben mantener el entrenamiento muscular respiratorio. En aquellos con resultados óptimos o normalización de valores de estas presiones, recomendamos evaluar periódicamente la PIM, PEM, PIMS y/o tiempo límite; para determinar un reinicio del entrenamiento. Cada paciente debe contar con una pauta de entrenamiento diseñada en forma individual, donde se registrarán: la metodología, exigencias (días, cargas y tiempos) y factores que pudiesen haber afectado el proceso de entrenamiento. ENTRENAMIENTO FÍSICO GENERAL En los niños y adolescentes con ERC se produce un desacondicionamiento físico general gatillado por el deterioro funcional asociado al daño pulmonar. Se ha observado, en pacientes con FQ un compromiso multisistémico caracterizado por alteraciones en el estado nutricional, anomalías en la respuesta hemodinámica, alteración en la biología muscular esquelética y limitación ventilatoria durante el ejercicio trayendo como consecuencia la disminución del VO2max, atrofia de musculatura periférica y respiratoria (59). En esta misma línea, paciente con BOPI presentan caída en el rendimiento físico que se correlaciona con la disminución en la función pulmonar (60). De modo similar, se ha observado que los pacientes con asma presentan menor rendimiento físico por causa del broncoespasmo inducido por ejercicio (61). Por otra parte, las ENM son patologías que también afectan el rendimiento físico producto de la debilidad muscular y la consecuente fatiga asociada. En los estadios avanzados de estas enfermedades, los pacientes experimentan caídas en la capacidad vital forzada precedidas por disminución en la fuerza muscular respiratoria conduciendo a una menor ventilación
  • 13. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 126 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 voluntaria máxima, lo que constituye una menor reserva ventilatoria durante el ejercicio (62). Así, las alteraciones fisiopatológicas de cada una de estas enfermedades comprometen significativamente la capacidad física y por consiguiente la CVRS de los pacientes afectados, razón por la cual ejercicio físico constituye una estrategia efectiva para mitigar el deterioro funcional asociado a la enfermedad respiratoria. En este ámbito, se ha demostrado, en pacientes con FQ, que el ejercicio físico mejora el VO2peak, aumenta la fuerza muscular de miembros inferiores, aumenta el rendimiento anaeróbico y también puede prevenir la caída de la función pulmonar cuando los protocolos de ejercicio se desarrollan a largo plazo (63); en adición a esto, se ha descrito la presencia de un efecto coadyuvante de la ejecución de ejercicio físico a los protocolos de kinesioterapia respiratoria, gracias a que a través del aumento de la ventilación inducida por el ejercicio es posible aumentar la capacidad de expectoración del moco bronquial (59). Por otra parte, los pacientes asmáticos muestran mejoras significativas en el control de los síntomas, hiperreactividad bronquial, función pulmonar, rendimiento físico y CVRS posterior a un programa de ejercicio físico general (64). En relación a la enfermedad neuromuscular se ha descrito que aquellos pacientes con desordenes musculares, tales como distrofinopatías, enfermedades mitocondriales y enfermedades metabólicas, experimentan mejoras en las actividades de la vida diaria, reducción en la FC de trabajo e incremento en el VO2peak durante la ejecución de ejercicios moderados, sin incremento en los niveles de creatina quinasa y con reducción en los niveles de lactato. Antecedentes que demuestran que la práctica de ejercicio físico regular es una estrategia segura para mantener la capacidad funcional global y CVRS en estos pacientes (65-69). Prescripción La dosificación del entrenamiento debe ser realizada en función de: 1. Tipo de actividad: bicicleta, trotadora, natación, actividades de campo. 2. Método de entrenamiento: continuo o, de intervalos. 3. Intensidad de ejercicio Esta puede ser dosificada mediante el VO2, la FC o la carga de trabajo (CT) (70). Entre los parámetros más utilizados en el contexto clínico se encuentra la FC, a través de la cual es posible dosificar la carga de entrenamiento como porcentaje de la FC de reserva (FCR) mediante la siguiente fórmula: FC de trabajo= [(FC máx-FC reposo) × % de intensidad] +FC reposo. La FC máx se calcula a partir de la fórmula propuesta por Tanaka y cols: FC máx= 208 – (0,7×edad). Esta fórmula ha mostrado un mejor rendimiento predictivo en población infantil (71). Por otra parte, la intensidad de ejercicio podría ser dosificada a partir de un porcentaje de la carga máxima de trabajo de acuerdo al tipo de actividad. Así, para protocolos desarrollados en bicicleta, la CT debe ser calculada como: CT=Velocidad máxima alcanzada × % de intensidad a la que se desea trabajar; y para protocolos desarrollados en trotadora la CT será dosificada de acuerdo a la velocidad e inclinación de la trotadora a la que se desea entrenar, así el cálculo deberá ser realizado como sigue: Velocidad de trabajo (o inclinación de la trotadora)= Velocidad máxima (o inclinación máxima de la trotadora) × % de intensidad a la que se desea trabajar (70). Las intensidades de entrenamiento recomendadas para protocolos aeróbicos oscilan entre el 50 – 80%. Por su parte, los entrenamientos anaeróbicos, los cuales incluyen a los protocolos interválicos de alta intensidad, deben ser realizados con períodos cortos a intensidades por encima del 80% (61, 72). 4. Frecuencia y duración del entrenamiento La frecuencia de entrenamiento debe ser la adecuada para lograr el fenómeno de adaptación a la carga evitando riesgos de sobrecarga física. Se ha demostrado que la realización de 2 a 7 sesiones de ejercicio por semana son adecuadas para mejorar la capacidad funcional (61, 63). Por otro lado, dado que el incremento del VO2 observado en relación con el entrenamiento es progresivo a lo largo del tiempo, alcanzándose una meseta a la octava semana, la duración de un programa de entrenamiento no puede ser inferior a 8 o 9 semanas, sin que períodos más largos de entrenamiento supongan un beneficios sustancial (61, 72). En relación al diseño de los programas de entrenamiento, estos deben ser centrados en las necesidades del paciente y sus posibilidades de llevarlo a cabo. Es así como los protocolos de ejercicio parcialmente supervisados y domiciliarios son recomendados cuando las condiciones socios demográficas impiden que el paciente asista de manera regular al centro de rehabilitación. En los protocolos de ejercicio parcialmente supervisados, las sesiones se llevan a cabo tanto en el centro de rehabilitación como en el domicilio del paciente, teniendo en cuenta la necesidad de que al menos una sesión a la semana debe ser llevada a cabo en el centro de rehabilitación, con el propósito de reforzar aspectos metodológicos, por ejemplo, el control de la FC por parte del paciente y/o su cuidador y estimular la adherencia al programa. Por otra parte, en los protocolos de ejercicio domiciliario, el paciente realiza la totalidad de las sesiones de ejercicio en su domicilio, pudiendo solo ser reevaluado en el centro de rehabilitación una vez al mes. En esta estrategia, es importante que el paciente realice ejercicios que se encuentren incorporadas en sus actividades de la vida diaria tal como: bicicleta, patinar, nadar, la práctica regular de algún deporte, etc. Sugerimos una adecuada educación a padres y cuidadores de manera que el paciente mantenga una adherencia al programa que le permita obtener los beneficios funcionales asociados al ejercicio (26, 73).
  • 14. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 127 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 EVALUACIÓN DE LA DISNEA Y PERCEPCIÓN DE ESFUERZO La disnea y la percepción de esfuerzo son términos que frecuentemente utilizamos en la evaluación de nuestros pacientes con ERC y que, pese a lo cotidiano de su utilización, estamos aún lejos de su real comprensión y estimación debido, principalmente, a la subjetividad inherente a estos términos. El término disnea ha sido utilizado para identificar aquella sensación respiratoria subjetiva de disconfort o incomodidad que aqueja a un individuo independiente de la presencia o no de enfermedad. Diferentes definiciones se han utilizado en la literatura para referirse a la disnea tales como: “sensación de falta de aire” o “hambre de aire”, “dificultad o trabajo para respirar”, sensación de “tirantes” o “compresión torácica”, entre otras. La American Thoracic Society por medio de su Grupo de Trabajo de la Disnea define a este síntoma como: “la experiencia subjetiva de disconfort para respirar que consiste en sensaciones cualitativamente distintas de variada intensidad” (74). Esta experiencia se deriva de las interacciones entre factores fisiológicos, psicológicos, sociales y ambientales, y que pueden inducir de manera secundaria sobre respuestas fisiológicas y del comportamiento del paciente. Por otra parte, la percepción de esfuerzo puede ser considerada como una conjunto de sensaciones, tales como: agotamiento, dolor y fatiga, que involucra a los músculos y a los sistemas cardiovascular y respiratorio durante el ejercicio (75). En adultos se han utilizado ampliamente instrumentos para la medición confiable de la disnea, como la Escala Visual Análoga, escala de Likert y la Escala de Borg Modificada (76), siendo esta última recomendada por la ATS para la valoración de la disnea durante el TM6M (15). Sin embargo, en pediatría ha sido más difícil la comprensión de estos instrumentos y por tanto la evaluación y medición de este síntoma. En nuestro país, principalmente se ha utilizado la escala de Borg Modificada y escalas visuales análogas en la valoración de la disnea y tal como se describe en la literatura, han tenido la dificultad de la comprensión por parte del paciente pediátrico, principalmente en niños preescolares. En los últimos años, un grupo de investigadores nacionales ha logrado desarrollar la escala de esfuerzo percibido infantil (EPInfant) (Tabla 7 y Figura 3) que utiliza descriptores numéricos, verbales y pictográficos para la medición del esfuerzo percibido en la población pediátrica. Esta escala ha sido construida para cuantificar el nivel de esfuerzo corporal global percibido en niños y adolescentes durante el ejercicio mostrando un incremento significativo de la percepción de esfuerzo a medida que aumenta el nivel de intensidad de ejercicio y una fuerte correlación entre la percepción de esfuerzo y la FC (6). La EPInfant es un instrumento válido para medir el esfuerzo percibido en niños y adolescentes (8-15 años de edad) con distintos grados de madurez cognitiva durante la prueba del escalón y posee un alto nivel de confiabilidad interobservador, siendo la primera escala pediátrica nacional de percepción de esfuerzo que ha iniciado la verificación de su validez (6). El desafío a futuro es continuar verificando su validez y confiabilidad en otras modalidades de ejercicio (cicloergómetro, de campo) y otras poblaciones pediátricas (sanos, ERC u otras enfermedades). La escala debe ser inducida antes del inicio del ejercicio físico y debe ser explicada en términos sencillos apropiados a la edad cognitiva del sujeto. Si el niño/a no sabe leer, se sugiere proporcionar instrucciones dirigidas a la interpretación del esfuerzo percibido a través de las ilustraciones de niños haciendo ejercicio. Para una adecuada medición de la percepción de esfuerzo, el sujeto debe contestar la pregunta “¿Cuán cansado te encuentras durante el ejercicio?”. Esta debe ir dirigida a evaluar la percepción de esfuerzo corporal global, que incluye fatiga de piernas y disnea. Se debe mostrar el dibujo del inicio, del centro y del final de la escala y explicar que cada uno significa que: “no estás cansado”, “que te encuentras cansado, pero puedes continuar con el ejercicio” y “que te encuentras muy cansado y no puedes continuar con el ejercicio”, respectivamente. Se puede utilizar cualquiera de los números, frases y/o niños de la escala para que el individuo evaluado diga cuán cansado se siente. No existiendo una respuesta correcta o incorrecta. Tabla 7. Recomendaciones para la aplicación de la escala EPInfant
  • 15. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 128 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA Estos conceptos cada vez presentan mayor relevancia en el momento de la evaluación de la condición de salud y su medición tiene como objetivo estandarizar las percepciones subjetivas de los pacientes frente a su capacidad de funcionamiento relacionándolas con la sensación de bienestar biopsicosocial. Existe una amplia batería de herramientas para la evaluación de la CVRS, por lo tanto, la selección de alguna de estas dependerá del contexto en que se desee aplicar (77). Los cuestionarios pueden ser genéricos o específicos. Estos últimos, tienen una población objetivo más acotada con una característica epidemiológica, cómo lo es el presentar alguna enfermedad crónica. Además, pueden ser auto administrados o guiados por personas entrenadas y en situaciones en que la persona evaluada no está en condiciones de responder de forma adecuada existen herramientas que se pueden aplicar a los cuidadores (77). En niños con ERC, los instrumentos para medir CVRS están dirigidos principalmente a asma o FQ (78, 79), aunque se están utilizando herramientas en otras patologías como la BOPI (80). En un programa de RR recomendamos utilizar el cuestionario de insuficiencia respiratoria severa (IRS) que se encuentra adaptado al español (81) creado originalmente para adultos con limitación crónica al flujo aéreo. Este instrumento permite evaluar integralmente la CVRS general y diversas dimensiones como los síntomas respiratorios, función física, síntomas acompañantes y sueño, relaciones sociales, ansiedad, bienestar psicosocial y función social. Se puede emplear en niños desde la etapa escolar, en aquellos casos que las características cognitivas impidan que el niño conteste el cuestionario, se puede adquirir la información de padres y/o cuidadores. Sugerimos el empleo de la encuesta IRS al inicio del programa de RP, al tercer mes y luego 2 veces al año. La evaluación de CVRS en cada dimensión se asocia a los parámetros funcionales permitiendo redirigir estrategias del equipo interdisciplinario en relación al programa de rehabilitación, educación a los niños y/o familia y apoyo psicosocial que estimulen los beneficios de la RR (78,79,81). EVALUACIÓN FUNCIONAL – SOCIAL Implica la incorporación a actividades de la vida cotidiana, generalmente relatada por los mismos niños o sus padres. Algunos aspectos se evalúan en la encuesta de CVRS de IRS. Sin embargo, recomendamos preguntar dirigidamente sobre: ausentismo escolar, inserción normal o diferencial a actividades físicas, inserción en actividades sociales, percepción de su enfermedad. La periodicidad sería la misma sugerida para la encuesta de calidad de vida. Los autores declaran no presentar conflicto de intereses. REFERENCIAS 1. Zenteno D, Puppo H, Vera R, Torres R, Kuo C-Y, Salinas P y cols. Guías de rehabilitación para niños con enfermedades respiratorias crónicas. Neumol Pediatr 2008;3(supl):25-33. 2. Spruit MA, Singh SJ, Garvey C, ZuWallack R, Nici L, Rochester C et al. An official American Thoracic Society/ European Respiratory Society statement: key concepts and advances in pulmonary rehabilitation. Am J Respir Crit Care Med 2013;188(8):e13-e64. 3. Ries AL, Bauldoff GS, Carlin BW, Casaburi R, Emery CF, Mahler DA et al. Pulmonary rehabilitation: joint ACCP/AACVPR evidence-based clinical practice guidelines. Chest 2007;131(5 suppl):4-42S. 4. Güell Rous M, Díaz Lobato S, Rodríguez Trigo G, Morante Vélez F, San Miguel M, Cejudo P, et al. Rehabilitación respiratoria. Arch Bronconeumol 2014;50(8):332-44. 5. Gatica D, Puppo H, Villarroel G, San Martín I, Lagos R, Montecino JJ y cols. Valores de referencia del test de marcha de seis minutos en niños sanos. Rev Med Chile 2012;140(8):1014- 21. 6. Rodríguez I, Zenteno D, Cisternas L, Rodríguez P, Reyes G, Troncoso K. Construcción y evaluación de Epinfant: una escala para la medición del esfuerzo percibido en la población pediátrica. Arch Argent Pediatr 2015;113(6):550-7. 7. Nici L, Donner C, Wouters E, Zuwallack R, Ambrosino N, Bourbeau J, et al. American Thoracic Society/European Respiratory Society Statement on Pulmonary Rehabilitation. Am J Respir Crit Care Med 2006;173(12):1390-413. 8. American Association for Respiratory Care. AARC clinical practice guideline: pulmonary rehabilitation. Respir Care Figura 3. Escala de medición de esfuerzo percibido infantil (EPInfant)
  • 16. Neumol Pediatr 2016; 11 (3): 114 - 131 Contenido disponible en http://www.neumologia-pediatrica.cl 129 Guías de rehabilitación respiratoria en niños con enfermedades respiratorias crónicas: actualización 2016 2002; 47(5): 617-625. 9. Bolton CE, Bevan-Smith EF, Blakey JD, Crowe P, Elkin SL, Garrod R et al. British Thoracic Society guideline on pulmonary rehabilitation in adults: accredited by NICE. Thorax 2013;68(Suppl 2):ii1-ii30. 10. Puppo H. Rehabilitación respiratoria en pediatría. Neumol Pediatr 2007;2(1):21-8. 11. Zenteno D, Puppo H, González R, Vera R, Torres R, Kuo CH y cols. Evaluación de la musculatura inspiratoria en niños con antecedentes de mielomeningocele. Rev Chil Pediatr 2008;79(1):21-5. 12. Singh SJ, Morgan M, Scott S, Walters D, Hardman AE. Development of a shuttle walking test of disability in patients with chronic airways obstruction. Thorax 1992;47(12):1019-24. 13. Bradley J, Howard J, Wallace E, Elborn S. 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