1. Si los prejuicios (como el delito que son) fueran penados por la ley…
No existiría lugar donde encerrar a todas las personas que de una u otra manera hemos
juzgado mal a la tecnología y a todas aquellas cosas que de la misma derivan.
Videojuegos, redes sociales, herramientas, programas, portales de la red, material fílmico, y
otros más que forman parte del mundo informático y que invaden el mundo de hoy tienen
diferentes facetas y formas de usarse; de la manera en que las usemos depende la utilidad,
valor agregado y efectividad de las mismas y más aun si el resultado de su uso contribuye al
bien de la humanidad o por el contrario atentara contra lo establecido.
De allí surgen cuestiones tales como si este avance “desenfrenado” va en nuestro favor o en
contravía de las buenas costumbres, relaciones personales y por qué no aportando a la
robotización de las personas.
Es allí donde nuestro sentido “común” nos puede traicionar y por qué no: proponernos la mas
facilista de las salidas, llenarnos de aversión hacia esta oleada tecnológica, actuar con temor y
prejuicio y así evitar la confrontación con la realidad que al fin de cuentas siempre será “más
dura de digerir”.
A estas alturas se me hace importante llegar al hecho que se ha evadido pero no evitado y es
el mismo informe sobre la lectura de la informática educativa, yo pretendiendo ser tan crónico
y tratando evadir la realidad para sentir la agradable fantasía por algunos momentos he
decidido hacer uso de la retorica para definir una realidad que se nos presenta en nuestro día
a día, no con el fin de atrasar lo inevitable si no de retratar nuestro comportamiento (100%
humano) estoy hablando del mismo sentimiento humano de juzgar mal todo aquello que no
comprendemos o que no nos interesa comprender, es más fácil: estigmatizar que
responsabilizarse, mas fácil opinar de lejos que participar activamente, pero lo paradójico es
que la mejor critica siempre la tendrá aquel que mejor maneja el tema y aquel que mejor
maneja el tema es por obligación quien más se ha adentrado a el.
Con que derecho entonces nos atreveríamos a argumentar sobre un tema del cual estamos
nulos, con que ideas convenceríamos a alguien de hacer un uso responsable de un recurso tan
global y amplio como lo es la tecnología si nosotros en un exceso de comodidad no nos
detemos a conocerla para poder asumir el rol que tenemos frente a la misma.
Recordar “detalles” como que el docente es el guía de una futura sociedad, que diario llegan
nuevas tecnologías, que los retos están allí para hacernos más fuertes, que dirigir a una
población a la competencia implica hacernos competentes y mantenernos en el tiempo.
Sentir temores y dudas frente al tema es normal, no ser ultra expertos en algún tema también
es de humanos, que haya alguien que sepa mas tampoco es pecado, lo que si es prácticamente
un crimen es que con la facilidad de ahora de poseer los recursos pasemos de largo de ellos.
Por ello de forma responsable, clara y comprometida debemos proponernos dominar o al
menos controlar toda esta ola informática sobre todo en su faceta útil, ya que de este dominio
depende la claridad del camino que nuestros alumnos sigan.
2. Para finalmente no aburrir a los lectores de este informe con más apreciaciones personales
voy a poner algunos ejemplos prácticos de cómo funciona este asunto de manejar
correctamente un tema tan sensible como es el de las tecnologías de la información, la
diferencia radica en convertir una herramienta pensada en hacer la vida más fácil en un
completo desastre, para que pensemos algo (analizar primero y no juzgar ya que solo intento
ser grafico y practico) les dejo un par de situaciones jocosamente reales.
Steve Jobs (genio de la informática) proponia la idea de que la diferencia entre los
líderes y sus subordinados radicaba en la innovación. (suena clasista y elitista lo sé
pero es real).
Cierta discusión de padre a hija (el uno agente de seguridad nacional de EE.UU y la
otra una joven un poco hippie activista) en una caricatura animada llamada american
dad; se debatía el tema de que las armas eran perversas y crueles según lo exponía la
hija (concepto que comparto pero que cuya respuesta me impresiono) el padre toma
su pistola la pone sobre la mesa y le dice anda chiquita ve y mata a alguien
(refiriéndose al arma) vamos que esperas? Repetía y finalizaba diciendo que las armas
eran tan malas como las personas que las llevaban encima (de verdad, no quiero
parecer insensible, las armas no tienen otro fin más que el de matar), pero son
nuestros actos los que definen los resultados, las herramientas solo están allí.