2. Miescher (1869): Llamó “nucleína” a una sustancia rica en
fósforo (P), azucarada y ligeramente ácida (pH inferior a 7). El nombre
refiere a que fue hallada sólo en el núcleo celular.
Kossel
(1885): elimina bases nitrogenadas por eliminación de
proteínas asociadas (histonas). Las proteínas contienen veinte tipos
diferentes de aminoácidos y, junto con el posteriormente conocido
como ADN, conforman el cromosoma eucarionte.
Griffith (1928): realizó un experimento con bacterias del
género Streptococcus, causante de la neumonía en humanos. Las
inoculó en ratones y comprobó que las bacterias muertos por calor
que eran mezcladas con bacterias vivas, les pasaban “algo”. Lo llamó
“factor transformador”.
Avery, Mac Leod y McCarty (1943): inactivación de
proteínas y “factor transformador”, demostrando que no existía pasaje
de información. El “factor transformador” pasó a llamarse
definitivamente ácido desoxirribonucleico (ADN).
3. La forma tridimensional, descripta por
Watson y Crick a principios de la década
de 1950, se compone de una doble
hélice. Las bases nitrogenadas pueden
ser de dos tipos: púricas (con la
configuración de la purina), son la
adenina y la guanina y pirimídicas
( con la configuración de la pirimidina),
son la citosina y la timina.
Posee un azúcar característico, la
desoxirribosa, señalada en el esquema
como una pentosa (por tener en su
estructura un esqueleto principal de
cinco carbonos, típico de las moléculas
orgánicas).
Hay dos tipos de “estabilización” para
la doble hélice: la interna está formada
por los puentes de Hidrógeno y la
externa, a cargo de los grupos fosfato
(PO4).
La cantidad de puentes Hidrógeno
varían, según se trate de apareamientos
Adenina – Timina (son dos) ó Citosina
– Guanina (son tres).
El conjunto de base nitrogenada,
azúcar y grupo fosfato, constituye un
nucleótido.
4. Para Watson y Crick, el material genético
debía cumplir cuatro “requisitos” *
Llevar gran cantidad de “información” desde la célula
madre hasta la célula hija y de generación en generación.
Producir una copia de sí mismo antes de cada división
celular.
La información debe ser químicamente estable para que la
progenie (hijos) y progenitores (padres) se parezcan.
Ser capaz de mutar y que esas mutaciones ó “errores de
copiado”, se transmitan a la descendencia también con
corrección.
* Extraído de Curtis, Barnes y otros, “Biología”, Ed. Médica Panamericana,
séptima edición, año 2008. www.curtisbiologia.com