Este articulo forma parte de la una publicación de RUTA E en Medellin

1. Seducción, metodología y roles en las redes
culturales con impacto social1
Cristian Figueroa
Co-desarrolla redes colaborativas y sistemas de trabajo en comunidades de innovación a través de
TejeRedes
Introducción
Al igual que muchas actividades productivas, lo cultural y creativo requiere de redes que propicien su
crecimiento y desarrollo, de ahí la necesidad fundamental de saber estructurarlas y determinar el rol
que desempeñan sus actores. Entendiendo las redes como “sistemas de actividad humana” o
sistemas de CLEHES2, donde las dimensiones de corporalidad, lenguaje, emociones, historias, eros
y silencio configuran el movimiento e identidad de la red o comunidad. La red puede aprender y
moverse, puede pasar de la rigidez a la flexibilidad o viceversa, si los CLEHES son capaces de
adaptarse.
En este contexto, aparece la seducción3 que a través del eros se manifiesta en toda su esencia y
majestad cuando en su capacidad se une una persona o nodo con otro, es decir, logra configurar
esa conexión de células que generan vida en la red. Sin el eros es probable que la configuración de
redes y comunidades no exista, además de que no todas las personas tienen en su eros la misma
capacidad de seducción.
En ese sentido, la seducción debe ser entendida como esos lazos invisibles de química, biología y
entendimiento que se dan entre las personas. Entendiendo que existen personas o CLEHES que
por su configuración de cuerpo, emociones, lenguaje, historia y capacidad de observación en el
silencio, son seductores por naturaleza. No obstante, se destaca que se nace con eros, pero
también la seducción se puede aprender y entrenar. Bajo este contexto, en las redes, en especial en
las de carácter cultural, es clave ser tejedor. El tejedor es aquel que seduce a un nodo y otro,
tejiendo en torno a acciones para que la red en forma de comunidad manifieste su fraternidad,
objetivos y número de nodos que permitan moverla con flexibilidad e intuición.
1 Este documento hace parte de los trabajos que Cristian Figueroa ha venido haciendo gracias al apoyo de tejeRedes y del material
facilitado por la organización.
2 CLEHES: Relación de Cuerpo, Lenguaje, Emociones, Historia, Eros y Silencio: Los negocios, la economía y las empresas son
sistemas de actividad humana. Entonces, dentro de ese espacio, el CLEHES es un recurso que está en nosotros, que sirve para
generar aprendizaje, autoaprendizaje y acción en el individuo, a nivel personal o laboral, ya que permite hacer un diagnóstico y
analizar en qué espacio se está y en cuál desearía estar - Osvaldo Garcia y Soledad Saavedra.

2. Las redes pueden no tener límites, en general se definen como sistemas de actividad humana o
CLEHES. Tendremos tres tipos de redes clásicas: las centralizadas, descentralizadas y distribuidas.
Estas conviven en los espacios presenciales (físicos) y virtuales (digitales).
En cambio, si bien una comunidad es un segmento de una red, ésta se caracteriza por tener límites.
La comunidad está determinada por un número de actores reconocibles por los miembros o nodos
de la red. La fraternidad entre los CLEHES y grados de confianza llegan a ser altos. Por último,
comparten contenidos o intereses comunes junto con espacios presenciales y virtuales de
convivencia social.
Las estructuras de una comunidad son similares a las de una red, sus formas o arquitecturas
dependerán del movimiento de los CLEHES.
Cuando se tejen redes, se están diseñando comunidades colaborativas, donde un número
determinado y conocido de personas se juntan fraternalmente en torno a un objetivo común, que en
el caso de lo cultural y creativo, puede obedecer a fines económicos.
Las palabras claves de una comunidad son:
● Fraternidad y grados de confianza (Nivel en el proceso de red – tejeRedes)
● Número y tipos de actores de la comunidad
● Tipo de estructura en red u organización
● Contenidos de interés común
● Espacios presenciales y virtuales de convivencia
La relación de las etapas para desarrollar redes o promover comunidades, tiene su respuesta en el
proceso natural en que los seres humanos conviven en sociedad. Desde el momento en que te
conoces con otros (en el contexto de un espacio físico y/o virtual) hasta la participación,
experimentación y concreción de acciones. Así, las confianzas resultan ser el eje central de la
madurez de una comunidad.
Para el desarrollo del trabajo en Red es importante impulsar dos tipos de estructuras y metodología,
en torno a las personas u organizaciones que promueven las redes y los participantes de las redes,
que pueden estar en espacios presenciales y/o virtuales.
● Los promotores: Son personas u organización(es) que promueve, levanta redes, impulsan,
incuban y aceleran nuevas organizaciones en red.
● Los participantes: Son personas que participan en redes y que generan nuevas
organizaciones a través de redes.
La metodología de tejeRedes se estructura en tres etapas o procesos, que se deben desarrollar
permanentemente para mantener procesos de creatividad, participación, organización y generación
de confianzas:
● Proceso I: Participación y levantamiento de redes

3. ● Proceso II: Experimentación, co-construcción, impulso e incubación de las redes
● Proceso III: Diseño, implementación y aceleración de la nueva red
Figura 1 Metodología para configurar Redes
Fuente: tejeRedes, 2012
En el proceso I se busca dar valor social a la comunidad. En esta etapa la creatividad es alta, la
estructura organizacional es muy flexible y se tiene bajas las relaciones de confianzas. Las acciones
son:
● Sumar socialmente a los actores o CLEHES, utilizando herramientas y dinámicas que
permitan cautivar y filtrar a los participantes que buscan en las redes mecanismos para
potenciar sus intereses individuales
● Desarrollar las primeras actividades a través de herramientas y dinámicas (tecnologías
sociales) que permitan filtrar y posicionar a los participantes en las redes y el desarrollo de
los primeros espacios de confianza.
En el proceso II se busca impulsar el valor e intercambio de conocimiento, aquí la creatividad es un
poco menos que en el proceso I, la organización tiene cierto grado de orden y las confianzas se
empiezan a desarrollar. En este caso, las acciones son:
● Promover acciones pilotos que empiecen a perfilar la micro-identidad de la red en relación a
los intereses que une a los participantes o CLEHES de la misma comunidad.
● Desarrollar y asesorar a la red en su proceso de incubación y en relación a los intereses que
quieren desarrollar los participantes de la misma.
● Desarrollar un pre-plan con acciones en torno a los intereses.

4. En el proceso III se busca generar valor de usos o cambio, en esta etapa la creatividad es más baja
que en las etapas anteriores, existe una estructura organizacional y el estado de confianza entre los
miembros de la comunidad es alto. Acá, las acciones son:
● Desarrollar un plan con acciones en torno a algún interés.
● Acelerar e independizar la red en una nueva organización con o sin fines de lucro.
Es importante para la metodología tejeRedes, que exista un movimiento continuo y rotación de
personas entre procesos, es decir: hay que mantener actividades permanentes en torno al proceso I,
donde podamos soltar la estructura organizacional, generar proceso de intercambio creativo y
conocer nuevos actores en relación a la construcción de confianzas. De la misma forma es
importante estar experimentando con otros grupos o comunidades, para crear nuevas prácticas,
proyectos, etc. Por último, una red y comunidad no tendrá sostenibilidad, si un grupo compacto no
genera acciones y proyectos que impacten el medio.
Como si la comunidad fuera una verdadera fauna, podemos caracterizar a los actores que conviven
en una comunidad como polinizadores, articuladores, líderes, participantes activos/pasivos, y
cuidadores astutos. Cada actor puede que resulte contener un solo concepto pero la mayoría es una
mezcla. A continuación, se describen los roles de cada uno de los actores:
Polinizadores o Abejas. La abeja está relacionada con la persona que circula por toda la estructura
organizacional o comunidad y se vincula con cada persona o CLEHES de la tribu colaborativa. Es
curiosa, social, inquieta, transportadora y comunicadora de información. El rol de abeja requiere una
sensibilidad especial para leer entre líneas los CLEHES de las personas y de la propia comunidad u
organización. Las habilidades de la abeja son usadas para observar movimientos y polinizar
CLEHES promoviendo la novedad y diversidad, para que éstos se muevan al ritmo de la comunidad
u organización. La abeja siempre entra y sale, se aleja y vuelve. Siempre viaja más allá de los
círculos de confianza de la comunidad u organización. Está explorando y mirando fuera del propio
ecosistema y trae nuevos nodos o personas a la red, o también nutre con nuevas innovaciones y
visiones a los actores que se encuentran en los espacios de confianza.
Tejedores (articuladores) o arañas. Este es un rol fundamental en la comunidad, sin tejedores, la
red, comunidad y organización no existe. La araña no es un rol solitario, va acompañado con ser
león, hormiga o la misma abeja. Las arañas regulan y monitorean CLEHES. Saben quién se une en
la red con quien. Además de tener la sensibilidad de reconocer CLEHES y juntarlos, son claves para
formar equipos de trabajo dentro de la comunidad u organización. Los tejedores son articuladores
por naturaleza, tienen un alto sentido de lo social y de lo cultural. Las arañas a diferencia de las
abejas trabajan dentro de la organización y sus redes. Operan y controlan el sistema y sus lazos. La
araña se siente comprometida con la red, la promueve, vincula nuevos y antiguos participantes, tiene
una clara visión de lo que pasa en ella y como se va configurando. El CLEHES de la araña debe
tener un eros muy desarrollado para juntar a unos con otros y seducirlos para llevar adelante un
trabajo como equipo colaborativo. Las abejas en su rol de polinización, alimentan las lecturas del
CLEHES, que en todo momento realiza la araña.

5. Líderes o Leones. Generalmente es el líder o líderes de espacios de confianzas. El León orienta y
guía. En una comunidad u organización pueden existir varios leones o líderes con roles compartidos.
El león impulsa constantemente a los participantes de la comunidad u organización a que se
mantengan activos en la red, los motiva, felicita, coordina y entrega recomendaciones. Tiene una
alta capacidad de empatía con los demás participantes. El CLEHES del León tiene una historia y
experiencia larga. Se le reconoce por su capacidad de seducir para embarcar a los actores. Además,
tiene que tener un grado de reflexión alto por las decisiones que tiene que tomar para la
sostenibilidad o sustentabilidad de la comunidad u organización. Ser una mezcla de: Abeja más
León más Araña es generalmente el rol de unos pocos actores en la organización, cuya ausencia
puede ser motivo de conflictos en la comunidad. Ser León y Abeja o León y Araña son muy
compatibles para impulsar una comunidad colaborativa y distribuida a la vez.
Participantes Activos u Hormigas. A diferencia de las abejas, leones o arañas que aumentan el
valor en la gestión de la comunidad u organización, las hormigas dan el valor de uso a la comunidad.
Son las que trabajan para cumplir y desarrollar productos, servicios y/o proyectos. La hormiga tiene
una historia de trabajo y esfuerzo. Las hormigas se caracterizan por conocer muy bien el trabajo que
realizan convirtiéndose en un referente; tiene actividades específicas, las que conoce en todo su
proceso, y comprende que es parte fundamental de la comunidad. El CLEHES de la hormiga es
cuerpo, corazón y alma para llevar a la comunidad a ser viable en lo económico y social.
Generalmente las abejas, leones y arañas son hormigas, sino lo fueran, no podrían entender la
organización y menos darle valor. Muchas veces es deseable que una hormiga tenga un grado de
abeja o león o araña, sobre todo si trabaja en equipo.
Participantes Pasivos u Osos Perezosos. El oso cumple el rol de observar, reflexionar o
descansar en la comunidad y organización para generar las pausas necesarias. El oso es pasivo,
equilibrado, coloca paños fríos, es conciliador y relajado. Además es quien plantea estrategias.
También arañas, leones, abejas y hormigas tienen las características de un oso, sino, nunca
observarían la historia y operarían en el silencio del CLEHES.
Cuidadores, astutos o zorros. El zorro no es un rol fácil dentro de las redes y comunidades. Se
caracteriza por cuidar la comunidad, la protege de otros roles que pueden fragmentar o
aprovecharse de la comunidad. El zorro es astuto, instituido, visionario y experimentado. Muchas
veces y a pesar de estar en comunidad, es invisible y solitario al momento de actuar. Generalmente
no se le reconocen sus acciones. También identifica oportunidades y se mimetiza con el medio para
catalizar esas oportunidades (negocios) en la comunidad u organización. Se tiende a confundir con
el león, la araña y la misma abeja, pero el zorro es menos visible y siempre está en alerta
observando el movimiento de CLEHES al interior y exterior de la comunidad u organización.
En general, también se tienen actores que cumple a veces roles “no positivos”. El problema es
cuando “una abeja usa mucho su lanceta o poliniza información no adecuada con actores que no

6. corresponden, o un león ruge y muerde con mucha fuerza o pierde el sentido de la dirección, o la
araña pica y envenena o junta a los actores que no corresponden, o el zorro ocupa su astucia para
sus intereses personales, o la hormiga muerde y estresa a la organización y el oso termina
molestando y es muy perezoso. Así, los participantes o articuladores de la red pasan a ser
destructores de CLEHES, promoviendo que la comunidad se fragmente y puede andar a la deriva.
También puede ocurrir que se polarice la organización, formando pequeños caudillos que no
promueven un buen quehacer de la comunidad, hacen correr rumores y no configuran espacios para
la conversación y solución de conflictos. Hay una regla general, no siempre todos los del zoológico
deben estar en la misma comunidad u organización.
De este modo, las redes culturales, son las que mejor se asemejan a un ecosistemas como si de un
jardín habláramos, donde las estaciones se relacionan a los procesos de la metodología tejeRedes,
el jardinero al articulador y el resto del ecosistema entre varias especies de árboles, flores, insectos
y animales, permiten que el sistema se retroalimente, intercambie, etc. En resumen, es partícipe del
desarrollo sostenible de la red o comunidad. Los aromas, energía, la luz y el descanso bajo la
sombra entre muchas características que nos da un jardín, son el efecto social, economía de la
abundancia, ambiental, etc., de la red en su conjunto.
Las redes culturales mantienen procesos ricos con impacto social. Donde muchas veces las
herramientas o disciplinas culturales sirven como catalizadores para procesos sociales que afectan
al conjunto de actores de espacios territoriales físicos o virtuales.
El emprendedor social está inserto en redes culturales y éstas están llenas de emprendedores
sociales, que mantienen altos procesos de intercambio en las redes. Estos nuevos actores y sus
roles, innovan socialmente e implementan acciones que configuran los nuevos servidores públicos
del siglo XXI. Son estos actores de las redes culturales que configuran un nuevo tipo de Estado y
ciudadanos, desde la acción positiva de sus roles de polinizadores, articuladores, lideres,
participantes activos/pasivos, y cuidadores astutos.