2. Se dejan fermentar al sol durante unos días las habas, que se tornarán de un color marrón oscuro. Después, se dejan secar para ser exportadas y comenzar con el proceso de transformación en chocolate. Esta fermentación es muy importante, ya que de ella dependerá la calidad del grano y el sabor y aroma que desarrolle posteriormente.
3. Ahora comenzaría el proceso de limpieza y del tueste. Se tuestan las habas lentamente a diferentes temperaturas y se dejan enfriar, para luego triturarlas y descascarillarlas. Una vez terminado el paso anterior se muelen las habas trituradas con lo que se obtendrá la manteca de cacao y una pasta muy concentrada, la pasta de cacao . Se sigue presionando y se extrae más manteca de cacao, que se puede moler a su vez hasta conseguir cacao en polvo
4. El proceso final consiste en someter la pasta de cacao a altas temperaturas, durante varias horas o días, en el cual el sabor se va mejorando y donde se pueden añadir ya diferentes sabores o aromas, también azúcar. Por último, se dejará enfriar al chocolate resultante para poder darle forma.