Los muiscas eran un pueblo indígena que habitó el altiplano Cundiboyacense en Colombia desde el siglo V a.C. Hablaban el muysccubun y tenían una organización sociopolítica conformada por dos confederaciones principales lideradas por el Zipa en Bacatá y el Zaque en Hunza. Su economía se basaba en la agricultura, la minería de oro, esmeraldas y sal, y tenían una destacada producción textil. Practicaban el trueque y usaban el oro como moneda. Su cultura
2. MUISCAS
LOS MUISCAS O CHIBCHAS SON UN PUEBLO INDIJENA QUE HABITO EN EL ALTIPLANO CUNDIBOYACENCE Y
EL SUR DEL DEPARTAMENTO DE SANTARNDER EN COLOMBIA DESDE EL SIGLO V.I a.C Y CUYOS
DESENDIENTES DIRECTOS VIVEN ACTUALMENTE EN LOCALIDADES DEL DISTRITO DE BOGOTA COMO
SUBA,BOSA,ENGATIVA Y EN MUNICIPIOS VECINOS COMO COTA,CHIA Y SESQUILE. UNA PARTE IMPORTANTE
DE LA COORDILLERA ORIENTAL DE COLOMBIA ES RESULTADO DEL MESTIZAJE DE LOS MUISCAS CON OTROD
PUEBLOS PARTICULARMENTE CON LOS ESPAÑOLES. LA LENGUA ORIGINAL DE ESTE PUEBLO FUE
MUYSKKUBUN DE LA FAMILIA LINGÜÍSTICA CHIBCHA. ACTUALMENTE SE DENOMINA UNA LENGUA
MUERTA, PUES EL 16 DE ABRIL DE 1770 , MEDIANTE REAL CEDULA Y REY CARLOS III DE ESPAÑA PROHIBIDO
EL USO DE LENGUAS INDIGENAS EN SUS DOMINIOS SIN EMBARGO EXISTEN PROYECTOS PARA REVILATIZAR
LA LENGUA , TAL COMO SE HISO EN EL CASO DEL IDOMA HEBREO.
3. ORGANIZACIÓN SOCIOPOLITICA
La confederación muisca era la unidad político-administrativa conformada al momento de la
llegada de los conquistadores, en 1537. La conformación presupuso el predominio de
los psihipkua, jefes principales, que gobernaban sobre otros menores
llamados uzaque (caciques) zibyntyba (capitanes mayores) y tybarague (capitanes menores).
El territorio muisca comprendía las planicies de Bogotá y Tunja, los valles
de Fusagasugá, Pacho, Cáqueza yTenza, todo el territorio de los cantones
de Ubaté, Chiquinquirá, Moniquirá y Villa de Leiva, y desde Santa Rosa de
Viterbo y Sogamoso hasta lo más alto de la cordillera oriental, desde donde se divisan los
llanos del Casanare.El centro de poder comercial se ubicaba en la ciudad de Hunza, actual
ciudad de Santiago de Tunja, capital del Departamento de Boyacá; en el ámbito militar, tenía
preeminencia el asentamiento de Bacatá, actual Bogotá, con capital en Funza, y como centro
religioso principal estaba Sogamoso, donde había un gran templo dedicado al Sol. El origen y
parte de la explicación de unidades políticas que trascendían la comunidad debe buscarse en
los lazos de parentesco, como los que existían entre los caciques
de Bacatá y Chía, Tunja y Ramiriquí o Duitama y Tobasía.Aunque la necesidad de unirse para
ejecutar obras, comerciar o aliarse temporalmente durante las guerras haya desempeñado
también un papel en la articulación confederal, entre los muiscas, la tendencia preponderante
llegó a ser la sujeción de las comunidades más débiles por las más fuertes, por medios
militares.
4. GOBERNANTES MUISCAS
Al llegar los europeos, existían dos confederaciones principales, la de Hunza (hoy Tunja), cuyo
soberano era el Zaque, y la de Bacatá (hoy Bogotá), cuyo soberano era el Zipa. Ambas
confederaciones tenían relaciones políticas estrechas dada la afinidad étnica y cultural, pero
mantenían ciertas rivalidades. Además de las dos principales ciudades, Bacatá y Hunza, los
cronistas refieren la existencia de dos confederaciones menores, y con un sentido más
religioso: la de Tundama (hoy Duitama), y la de Suamox (hoy Sogamoso), cuyo jefe era el Iraca,
sucesor del legendario Bochica (conocido también como Nemterequeteba). Estas dos
confederaciones, como ya se dijo, tenían un carácter más religioso que administrativo o
militar. El Zipa, el Zaque, el Tundama y el Iraca gobernaban asesorados por un Consejo de
Ancianos, que eran las personas más sabias de la comunidad. En términos generales, la
organización política de la Confederación Muisca era la siguiente:
5. GOBERNANTES MUISCAS
Territorio del Zipa de Bacatá:
Cacicazgo
de Bacatá: Funza, Tenjo, Subachoque, Facatativá, Tabio, Cota, Chía, Cajicá, Zipaquirá, Nemocón
, Engativá, Bosa, Soacha y Zipacón.
Cacicazgo de Guatavita: Guatavita, Sesquilé, Guasca, Sopó, Usaquén,
Tuna, Suba, Teusacá, Gachetá, Chocontá y Suesca entre otras.
Cacicazgo de Ubaque: Ubaque, Choachí, Chipaque, Cáqueza, Usme.
Cacicazgo de Fusagasugá: Fusagasugá, Pasca y Tibacuy.
Cacicazgo de Ubaté: Ubaté, Cucunubá, Simijaca, y Susa.
Territorio del Zaque de Hunza:
Cacicazgo
de Hunza: Guachetá, Icabuco, Ramiriquí, Machetá, Moniquirá, Motavita, Toca, Tunja, Tuta,
Samacá, Sotaquirá, Lenguazaque, Turmequé, entre otros.
Cacicazgo de Tenasuca: Tenza, Garagoa, Sutatenza, Somondoco, Sorata, Tenasuca, Tibirita.
Cacicazgo de Saquencipá (Villa de
Leyva): Ráquira, Sutamarchán, Sachica, Sora, Cucaita, Chíquiza.
Territorio del Tundama: Duitama, Tobasía, Paipa, Cerinza, Ocavita, Onzaga, Soatá, Sativa.
Territorio del Iraca: Sogamoso, Bombaza, Busbanzá, Pesca, Pisba, Tópaga, Toca.
Cacicazgos autónomos: Saboyá, Charalá, Chipatá, Tacasquira, Tinjacá, entre otros.
6. ECONOMIA
Oro (nyia): El oro era importado y llegó a ser tan abundante que fue el principal material para la artesanía
muisca común (orfebrería). A la llegada de los españoles, en la Sabana de Bogotá se veían campanillas de
oro colgando de los árboles, según relato de varios cronistas. El uso de este metal dentro del territorio de la
Confederación, más la tradición de la coronación del Zipa en la laguna de Guatavita, crearían el mito de El
Dorado.
Esmeraldas (chuecuta):Aún hoy Colombia es el primer productor mundial de esmeraldas y son tenidas
entre las más preciadas del planeta. Los principales yacimientos de estas piedras preciosas se encuentran
en el Departamento de Boyacá, y especialmente en el municipio de Muzo. Junto con el oro, las esmeraldas
eran ofrendadas a los dioses en las lagunas sagradas.
Cobre (bahazca nyia): El historiador Ezequiel Uricoechea refiere que en los combates y en las fiestas usaban
los muiscas máscaras de cobre muy bien elaboradas, y que en el intercambio comercial con otros pueblos
también usaban pequeños "tejuelos" de cobre.
Carbón (gazpqua): Tanto vegetal como mineral. Hoy todavía se siguen explotando minas de carbón, por
ejemplo en Zipaquirá, y en este producto Colombia es una de las principales reservas mundiales.
Sal (nygua): Extraída de las minas de sal de Nemocón, Zipaquirá y Tausa.
La sociedad muisca era esencialmente agrícola, y tenía un complejo sistema de regadíos. Otras actividades
económicas fundamentales eran la orfebrería y la cerámica. Se conservan piezas únicas del arte
precolombino muisca de figuras de extraordinaria fineza.
De manera muy especial hay que mencionar la producción textil muisca. Al respecto dice Paul Bahn que las
culturas andinas dominaron todas las técnicas de tejido y decoración, y ya para el 3000 a. C. habían
desarrollado los textiles de algodón y producían tejidos de extraordinaria delicadeza, superiores en muchos
casos a los contemporáneos. La arqueóloga Sylvia Broadbent —quien estudió tejidos pintados de
algodón—, concluye que las técnicas de los muiscas eran complejas para producir telas de una sola pieza
con innumerables entretejidos y una gran capacidad para resistir el tiempo.
7. CULTURA
Los muiscas constituían y constituyen una sociedad agrocerámica y manufacturera
perteneciente a la región andina del norte de Suramérica. La manera de organización política
ya descrita los hacía una unidad cultural compacta y disciplinada. Los aportes de los muiscas a
la identidad nacional colombiana hoy son incuestionables, más aún porque la Confederación
Muisca no era otra cosa que la máxima representación político-organizativa de una cultura y
una familia lingüística mayor. El estudio de la cultura muisca es motivo de permanente
investigación y Ello contribuye en parte a entender la identidad del colombiano.
RELIGION MUISCA.
Los sacerdotes (Chyquy) se formaban desde la infancia y eran los responsables de dirigir las
principales ceremonias religiosas. Nadie más que los sacerdotes podía entrar al interior del templo.
La religión muisca contemplaba los sacrificios humanos, pero es probable que a la llegada de los
españoles estos hubieran desaparecido tiempo antes y los relatos de sacrificios humanos entre los
muiscas sean historias transmitidas por tradición oral, pues no existe un testimonio de primera
mano que mencione un sacrificio humano contemporáneo a la presencia de los españoles. En todo
caso las fuentes coinciden en que cada familia debía ofrecer un hijo a los sacerdotes, el cual era
criado por ellos como persona sagrada y a los 15 años era sacrificado a Xue, lo que constituía un
honor para la familia y para la víctima. Junto a las actividades religiosas, los sacerdotes participaban
de la vida de la comunidad con recomendaciones acerca de la agricultura o mediando en casos de
conflicto entre los líderes políticos.
8. CULTURA
LA MITOLOGIA MUISCA
estaba muy bien documentada gracias a que el territorio de la Confederación muisca fue escogido como sede
de la administración colonial en una nueva unidad administrativa de un territorio más vasto conocido
como Nuevo Reino de Granada. Ese factor permitió que los más destacados cronistas se establecieran
en Bogotá y recopilaran mucha información de primera mano. Algunas de las divinidades principales de la
La estatua de la Diosa del Agua fue tallada en piedra por la escultora bogotana María Teresa Zerda. La Diosa
del Agua, Sie, se identifica con Bachué.
Bague (La Gran Madre): Es la Gran Madre Creadora del Universo. Era considerada Intangible, como el
Pensamiento y la Fuerza. En Ella está, según la espiritualidad muisca, todo lo que existe. En el tiempo de
los unquyquie nxia, cuando Bague pensó, su pensamiento se transformó en obra. Antes de esto no había
nada. Así Bague, la Gran Madre y Gran Abuela, creó a Chiminigagua.
Chiminigagua (El Creador): Cuando todo era Tinieblas, vagaba por el espacio Chiminigagua, que contenía
en sí mismo la luz. Chiminigagua no tenía forma visible. De su interior salieron dos aves negras que
surcaron el Universo, y de cuyos picos brotaron destellos de luz que iluminaron el espacio.
Sua (El Sol): Su templo estaba en Sugamuxi o Suamox (Sogamoso), ciudad sagrada del sol. Era este el dios
más venerado, especialmente por los súbditos del Zaque que se consideraban sus hijos.
Chíe (La Luna): Su templo se encontraba en el actual municipio de Chía y era venerada especialmente por
los súbditos del Zipa, que se consideraban sus descendientes. A veces se la identifica con Huitaca, otra
divinidad muisca, pero por lo general se las describe como diosas diferentes.
9. AGRICULTURA
Como los muiscas no conocían el hierro, labraban la tierra con instrumentos de piedra o de
madera en tiempo de lluvias, cuando se ablandaba el suelo, y por eso consideraban las
temporadas de sequía como una gran calamidad. La papa, el maíz y la quinua eran los
principales productos de consumo, a las cuales añadían varias raíces y legumbres de menor
importancia que sazonaban con sal, ají y hierbas aromáticas. Dos veces al año cosechaban las
papas, y el maíz una vez en las tierras frías, en donde estaba acumulada la mayor parte de la
población. En las tierras templadas cultivaban la arracacha, y la yuca en las regiones cálidas.
No sabemos si se servían del extracto dulce de la caña del maíz, como los indígenas
mexicanos, o sólo de la miel de abejas, que abundaba en los declives de la cordillera, pero sí
sabían procurarse la chicha, una bebida alcohólica fermentada del maíz. Ejercían la pesca en
los ríos y lagunas de las planicies con pequeñas redes y balsas de junco que siguieron
fabricando hasta el siglo XIX.
10. ARQUITECTURA
Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro
para hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas
cónicas y otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en círculo hecho de
palos enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se sostenía de lado y lado un
doble entre tejido de cañas cuyo intersticio era tupido de barro. El techo era cónico y
cubierto de pajas aseguradas sobre varas la profusión de tales construcciones en forma
cónica en la sabana de Bogotá, dio origen a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a
esta altiplanicie el nombre de Valle de los Alcázares. Las construcciones rectangulares
consistían en paredes paralelas también de bahareque, como las anteriores, con techo
en dos alas de forma rectangular.
Tanto las construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas
pequeñas. En el interior el mobiliario era sencillo y consistía principalmente en camas
hechas también de cañas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tendía una gran
profusión de mantas; los asientos, aunque los tenían, eran escasos, pues los indígenas
preferían descansar en cuclillas o de rodillas sobre el suelo. Además de las casas
comunes existían otras dos clases de construcciones: una para los señores principales,
probablemente el jefe de la tribu y del clan, y otras para los jefes de las confederaciones
muiscas, como el Zipa, el Zaque o el Iraca.
11. ARTESANIA
Las mujeres se ocupaban del hilado para las mantas de algodón, y los hombres las tejían y
pintaban, en lo cual tenían mucha reputación. Labraban la madera con mucha habilidad, y del
hueso hacían figurillas para colgarse en collares u otros adornos. La paja les servía para el
recubrimiento de los techos de sus casas, y para la fabricación de ciertos artículos pequeños
como canastos. La piedra la trabajaban de manera similar al hueso, y las pieles de ciertos
animales como el oso de anteojos y el tigrillo, así como las plumas vistosas del papagayo y
otras aves, que eran importadas de las tierras cálidas, eran artículos muy apreciados.
12. POBLAMIENTO MUISCA
En la actualidad los estudiosos coinciden en que el grupo humano muisca inmigró hacia
el Altiplano Cundiboyacense en una época comprendida entre el 5500 a. C. y el 1000 a. C., es
decir, durante el periodo preclásico por las numerosas evidencias arqueológicas encontradas
en sitios como Aguazuque y Soacha. Como todas las culturas del preclásico, los mismos
estaban en una transición entre cazadores y agricultores.
Desde 1500 a. C. arribaron a la región grupos de agricultores portadores de tradiciones
cerámicas incisas provenientes de las tierras bajas que inician la ocupación a través de los
valles de vertiente. Estos grupos tienen viviendas permanentes y campamentos estacionales.
Entre sus actividades económicas se destaca la explotación de fuentes de aguasal. En el sitio
de Zipacón son reconocibles las evidencias de agricultura y alfarería más antiguas de la
altiplanicie, que datan del 1270 a. C.
Entre el 500 a. C. y el año 800 d. C., llegó una nueva oleada de pobladores al altiplano
cundiboyacense cuya presencia está indicada por cerámica pintada y por obras de adecuación
agrícola y de vivienda. Estos grupos permanecen hasta la época de la conquista española y
han dejado abundantes huellas de su ocupación mediante las cuales, y con la ayuda de los
testimonios escritos del siglo XVI, se puede reconstruir en forma detallada su modo de vida y
organización sociopolítica. Al parecer los muiscas se integraron a la población que estaba
antes que ellos, pero fueron los muiscas los que definieron el perfil cultural y la lengua
estrechamente relacionada con la de los pueblos de la Sierra Nevada de Santa
Marta (Kogui, Ijka, Wiwa y Kankuamo) y la vertiente de la Sierra Nevada del Cocuy (U'wa).