Byung Chul han historia de como abarcó la filosofía
si no despierto.docx
1. Samantha, la protagonista de Si no despierto, amanece el 12 de febrero,
el día de Cupido, con un montón de nervios. Tras una mañana cargada
de las típicas rosas que los alumnos se mandan entre sí, tenía planeado
perder la virginidad con Rob, su novio. Lo que no tenía previsto era ir a
una fiesta en casa de Kent, un chico al que le gusta y con el que no
habla desde hace años; ni que la friki de Juliet fuera a la fiesta y
acabaran peleándose o que, volviendo a casa junto a sus amigas,
tuvieran un accidente de coche... y muriera.
Pero lo que menos se esperaba era despertarse a la mañana siguiente
y descubrir que volvía a ser 12 de febrero. Sin comprender muy bien
cómo, Samantha vuelve a vivir durante una semana el mismo día. A
pesar de las muchas variaciones de este, la joven comprueba que todos
acaban de la misma manera: alguien muere.
Samantha lo tenía todo: era popular, sus amigas la querían, su novio
estaba como un queso y su familia tenía dinero. ¿Por qué parece que
su vida se ha convertido en la versión tétrica de El día de la marmota?
Día tras día, la adolescente irá observando que su vida no es tan
perfecta como pensaba y que ella tampoco es la buena persona que
creía ser. Pero también que cada amanecer es una nueva oportunidad
de mejorar las cosas, un nuevo comienzo.
Entonces, ¿por qué sigue despertándose el mismo día si está
intentando hacer las cosas bien?
La novela de Lauren Oliver es un referente en la literatura juvenil de los
últimos años. Aunque la idea no sea tremendamente original, la
ejecución y los temas que plantea la convierten en una notable historia
sobre la adolescencia y las cosas de las que no nos damos cuenta en
esos años en los que nos creemos invencibles. Al situar la muerte en
primer plano, la autora pone a Sam contra las cuerdas: no hay forma
de eludir todas las cosas que trataba de esconder bajo el maquillaje de
la popularidad.
Si bien parte de un personaje algo odioso, el cliché de la chica popular,
la autora expone los entresijos de la identidad adolescente con un
estilo casi poético que acompaña a la perfección el viaje interior de la
protagonista.
2. El filme ha respetado la historia casi al completo y es una de las
mejores adaptaciones que hemos visto de una novela juvenil. El alma
de ambas obras es la misma y se complementan la una a la otra gracias
al buen hacer de la directora, que le da una factura luminosa a la
película, llena de imágenes evocadoras y una música que encaja con el
tono de la historia. Eso sí, el final de la película es mucho más obvio
que el de la novela, por lo que se pierde la sutileza que caracterizaba a
su referente literario.
Zoey Deutch, que encarna a Sam, no nos es desconocida: hace unos
años protagonizó la adaptación de Vampire Academy. Desde entonces,
la actriz ha madurado y aporta a Sam la sensibilidad y fuerza
necesarias. Para ella, Si no despierto es una carta de presentación y, por
momentos, parece que estemos viendo a aquella Ellen Page de Juno,
con todo un mundo de posibilidades por delante. Los secundarios, en
general, cumplen su cometido, aunque la película apenas se para en
ninguno a causa de un ritmo frenético que impide al espectador
introducirse del todo en un relato que podría haber llevado un tempo
más melancólico.
Aun así, Si no despierto es una adaptación emocionante y conserva la
misma chispa que nos fascinó de su novela. Difícilmente llegarás a su
final sin el corazón en la garganta.