El complejo arqueológico de Aypate se encuentra a 30 km de Ayabaca, en la comunidad de Tacalpo-Ayabaca. Consta de ruinas monumentales ubicadas en la cima del Cerro Aypate a 2,900 msnm, incluyendo recintos administrativos, una pirámide ceremonial conocida como Pirámide de la Luna, y terrazas con edificaciones. El Dr. Mario Polía dirigió seis expediciones entre 1971 y 1974 para explorar y mapear el sitio, descubriendo estructuras como escalinatas, patios
2. ZONA ARQUEOLÓGICA DE AYPATE
DISTANTE APROXIMADAMENTE A 30 KM. DE AYABACA, SE
ENCUENTRA UBICADO EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE AYPATE
SITUADO EN EL CASERÍO LAGUNAS DE CANLI, EN LA COMUNIDAD
CAMPESINA DE TACALPO-AYABACA.
CONSTITUYE UNA FORMACIÓN MONTAÑOSA ALTA, A 2 900
M.S.N.M.
3. MONUMENTALIDAD ARQUITECTÓNICA
La monumentalidad de Aypate está concentrada en la cima del
Cerro Aypate, que toma una posición hegemónica con relación al
resto del conjunto. En esta terraza de aproximadamente 500 mt. de
largo por 300 mt. de ancho, se distribuyen las edificaciones o
conjuntos más importantes del asentamiento, distribuidos
alrededor de una amplia plaza, que ocupa el único terreno llano del
área.
Al sudeste se encuentra el conjunto principal, el que está
compuesto por recintos asociados a dos plazas, de uso
posiblemente administrativo.
Al este, a 100 mt. del conjunto principal, en el mismo extremo de la
terraza, se ubica un importante centro ceremonial, de forma tronco
piramidal, conocida actualmente como Pirámide de la Luna.
4. La existencia de las ruinas se habían conocido desde hace mucho
tiempo, pero no se había hecho una descripción y menos un estudio de
las mismas. Todo estaba envuelto en la fantasía y en la transmisión de
leyendas y mitos de los campesinos del lugar, que miraban al cerro con
respetuoso temor. Los rebaños de los pequeños ganaderos pastaban en
las faldas del cerro, pero no se atrevían a escalarlo y menos cuando
llovía y la tempestad arreciaba sobre su cumbre en un concierto de
rayos, relámpagos y truenos. En esos montes, el temor supersticioso
aumenta por que el cerro se ponía bravo, al decir de las gentes.
Ha correspondido al doctor Mario Polía, catedrático del curso de
arqueología de la universidad de Piura, el mérito del descubrimiento
científico de las ruinas de Aypate.
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5. La profesora Ruth Rodrich Sarango, que acompañó a Polía
en varias expediciones que en forma especial visitó la región
de Samanga, hizo un breve relato de las seis expediciones
que organizó el catedrático Polía a Aypate.
La 1ra expedición se realizo en junio de 1971 y sirvió para
descubrir las ruinas y establecer que no se trataba de una
simple leyenda.
Con la seguridad de que las ruinas eran de gran importancia,
ya que cubrían un área de dos kilómetros cuadrados se
gestionó la autorización del Gobierno para continuar la labor
de exploración. Con la colaboración del Instituto Nacional de
Cultura, pudo obtenerse la resolución suprema N° 839 de
noviembre de 1971 que autorizaba a la universidad de Piura a
efectuar las investigaciones arqueológicas
6. Durante todo el año 1972 se hizo una intensa preparación para la segunda expedición
que al final pudo llevarse a cabo en el mes de Diciembre. En esta oportunidad se estudio
el camino de acceso a la fortaleza, la gran explanada exterior que sirve como distribuidor
a sus diversas secciones, una escalinata de 42 gradas una pirámide escalonada. Además
se completó un Plano Topográfico.
En 1973 se realizo la tercera expedición que cubrió los meses de Agosto y Septiembre,
explorándose el valle de Samanga, y sus misteriosos petroglifos que se les supone ser
anteriores al periodo de la dominación incaica, pues el Dr. Polía considera tiene
características chavinoides.
La cuarta expedición permitió descubrir una gran terraza o patio rodeado de
habitaciones, y lugares destinados a los centinelas y vigilantes.
La quinta expedición sirvió para explorar la parte del camino de los incas que pasa por
Aypate y unía Ayabaca con Huancabamba.
La sexta expedición se realizó entre el 25 de julio y el 18 de agosto de 1974, y contó con
la colaboración de la misión arqueológica de Italia, recorriendo todo lo anteriormente
descubierto. Los arqueólogos europeos, encontraron que los constructores de la
fortaleza de Aypate, se habían utilizado las mismas técnicas arqueológicas que usaron
los primitivos griegos y romanos y que las cuevas de tipo funerario existentes en los
cerros que rodean Aypate y que se supone anteriores a la construcción de la fortaleza
tienen las mismas características que las necrópolis del paleolítico europeo, sobre todo
la forma de enterrar a los muertos a los que se les colocaba bloques de piedra en la
cabeza, pecho y piernas para inmovilizar al difunto y evitar que por las noches salgan del
sepulcro.