Eclesiastés 7:2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón.
Una casa es un lugar que esta diseñada para ser habitada, en Eclesiastés dice: «mejor es ir a la casa del luto», es decir, mejor es ir a habitar en el lugar donde hay luto, porque aquello es el fin de todos los hombres.
Jesucristo crucificado significa la casa del luto porque aquello (Jesucristo crucificado) es el fin de todos los hombres por una parte de aquellos que deben ser crucificados juntamente con Él, y por otra parte aquellos que no creen en Jesucristo su fin es de muerte porque Cristo Jesús al ser crucificado expuso la muerte de aquellos que no creerían en Él.
Debemos tomar la actitud del apóstol Pablo que dijo:
1 Corintios 2:2rv60 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
1. Eclesiastés 7:2
M E J O R E S I R A L A C A S A D E L
L U T O Q U E A L A C A S A D E L
B A N Q U E T E ; P O R Q U E
A Q U E L L O E S E L F I N D E
T O D O S L O S H O M B R E S , Y E L
Q U E V I V E L O P O N D R Á E N S U
C O R A Z Ó N .
ESCRITOS
YHWH es mi salvación - Salmo 70
Jesucristo crucificado, la casa del luto
E C L E S I A S T É S 7 : 2 M E J O R E S I R A L A C A S A D E L L U T O Q U E A L A C A S A D E L B A N Q U E T E ; P O R Q U E
A Q U E L L O E S E L F I N D E T O D O S L O S H O M B R E S , Y E L Q U E V I V E L O P O N D R Á E N S U C O R A Z Ó N .
Una casa es un lugar que esta diseñada para ser habitada, en
Eclesiastés dice: «mejor es ir a la casa del luto», es decir, mejor
es ir a habitar en el lugar donde hay luto, porque aquello es el
fin de todos los hombres.
Jesucristo crucificado significa la casa del luto porque aquello
(Jesucristo crucificado) es el fin de todos los hombres por una
parte de aquellos que deben ser crucificados juntamente con Él,
y por otra parte aquellos que no creen en Jesucristo su fin es de
muerte porque Cristo Jesús al ser crucificado expuso la muerte
de aquellos que no creerían en Él.
2. Salmo 40:7-8 RV60
Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí;
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en
medio de mi corazón.
Debemos tomar la actitud del
apóstol Pablo que dijo:
1 Corintios 2:2 Pues me propuse
no saber entre vosotros cosa
alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado.
Es decir, al meditar en
Jesucristo y este crucificado
estamos habitando en la casa
del luto porque velamos a
Cristo Jesús y observamos que
el fin de todos los hombres era
morir crucificados en una
muerta que la ocasionó el
pecado, nuestra iniquidad y
rebeldía.
Pero ahora al Jesucristo tomar
nuestro lugar y dar su vida, ya
no debemos pasar por esa
muerte que le debía acontecer
a todos los hombres, una
muerte fatal y despiadada en la
cual el mismo Dios se apartaría
de nosotros
independientemente de
quienes fuéramos porque de su
hijo en el momento de su
crucifixión se tuvo que apartar
porque Jesucristo ya era
pecado.
Al velar y ver lo que nos
acontecería y ver que él tomó
nuestro lugar, un dolor puede
llenar nuestro corazón pero
también un gran gozo de saber
que Él tomó nuestro lugar y
que ahora somos redimidos de
toda muerte.
Salmos 30:11 Has cambiado mi
lamento en baile, Desataste mi
cilicio, y me ceñiste de alegría.
Y para todo aquel que quiera
creer en Jesucristo un gozo
grande le espera y una
Paternidad.
Además, sabemos que al
meditar en Jesucristo y este
crucificado vemos que el fin de
todo hombre es este «el morir
crucificado» porque
necesitamos ser crucificados
juntamente con Cristo todos
los días tomar la cruz y
seguirlo.
3. 1 Corintios 2:2
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado.
Y para aquel que no ha creído
también le espera una
crucifixión porque Jesucristo
tomo el lugar de todo el que
cree en Él, y aquel que no ha
creído será crucificado con el
mundo.
Gálatas 6:14 Pero lejos esté de mí
gloriarme, sino en la cruz de
nuestro Señor Jesucristo, por
quien el mundo me es crucificado a
mí, y yo al mundo.
«Y el que vive lo pondrá en su
corazón», al meditar y habitar
en la casa del luto nos damos
cuenta que nuestro fin es ser
crucificados juntamente con Él
y que al entrar en la vida de
nuestro salvador, guardaremos
este acto que Jesucristo hizo y
lo guardaremos en nuestro
corazón.
Lucas 9:23-24 Y decía a todos: Si
alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz
cada día, y sígame. Porque todo el
que quiera salvar su vida, la
perderá; y todo el que pierda su
vida por causa de mí, éste la
salvará.