2. ANTECEDENTES DEL LIBERALISMO
Nadie podría imaginarse que los principios
básicos y las ideas fundamentales de la
política y la economía tienen su origen
incluso antes de Cristo, tal vez si se retrocede
un poco en la historia puede recordarse que
filósofos como Platón, en sus obras La
Republica y Las Leyes ya planteaba la
existencia de un gobierno totalitarista
controlado por las clases altas, donde la
economía fuera dirigida por la nobleza debido
a que la muchedumbre como él llamo al
pueblo carecía de los conocimientos y las
habilidades para hacerlo.
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3. DEFINICIÓN DE LIBERALISMO
El liberalismo no es una corriente con dirección
única, ni pretende proponer leyes universales que
manejen el comportamiento humano, por el contrario
es un conjunto de ideas que afecta todos los ámbitos
del saber. Siendo un poco más concretos, el
liberalismo se conoce como una cultura interiorizada
para defender la convicción de que a mayor libertad
individual mayor grado de felicidad y prosperidad
para la sociedad. Bajo esta percepción la corriente
liberal se convirtió en una filosofía para entender la
naturaleza humana y aumentar los niveles de
tolerancia y confianza que se necesitan para convivir
en colectividades.
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4. Desde 1930, la economía colombiana experimento
grandes cambios que la condujeron a una transformación
estructural, sin embargo la crisis posteriores provocadas
por las caídas de los precios fundamentales del café la
han hecho fluctuar constante mente. Por otra parte, los
conflictos políticos desatados en los cuarenta evitaron
que el campo se desarrollara con mas vigor. La lucha por
la tierra y su tenencia, el problema de la colonización y el
surgimiento de la guerrilla, las autodefensas y el
narcotráfico, han contribuido al empobrecimiento
desmedido que sufre actualmente el país.
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5. La ausencia de trabajos estables, la destrucción de los sindicatos y la
criminalización de la protesta social y política son el conjunto de formas
con las que convive la versión neoliberal del capitalismo.
Es de común conocimiento que Colombia es uno de los países que sirvió
como laboratorio de experimentación de lo que se denomina
neoliberalismo. La liberalización del capital , la reducción del gasto
público bajo la noción de disciplina fiscal y el fortalecimiento de su
aparato represor, son sólo algunas de las características que nos
permiten decir que en Colombia hay neoliberalismo y que estamos muy
lejos de concebirlo como una forma de pensar al Estado y al gobierno.
DESEMPLEO SINDICATOS PROTESTAS
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6. El neoliberalismo representa una transformación en la forma en
la que concebimos lo político o, más bien, la relación entre el
Estado y la sociedad, pues se enmarca en la entrada en crisis
del modelo capitalista sellado en la posguerra.
Las relaciones de producción capitalistas tienden a producir más
de la cuenta. Cuando un trabajador o una trabajadora producen
objetos o servicios y se le retribuye con salarios que permiten su
subsistencia, no hay quien consuma todos estos elementos
producidos, el mundo de las cosas termina fortaleciéndose
hasta desligarse completamente de los asuntos humanos. Esta
desgarradura entre el mundo de las cosas, de las mercancías y
la actividad vital humana, es lo que se pone de manifiesto en la
crisis del capitalismo, lo cual se evidencia con la ausencia de
una demanda efectiva, la sobreproducción, la quiebra de las
grandes industrias, desastres ambientales, etc.
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7. Ante este nuevo escenario de crisis nace el neoliberalismo como
la estrategia del capital para recobrar fuerzas. Siguiendo un
estudio de Michel Foucault, cabe resaltar que, contrario a lo que
se suele pensar, el neoliberalismo no es el resurgimiento del
liberalismo, es decir no es el renacer de un Estado que se debe
limitar en provecho de las libertades individuales y de la
circulación de mercancías, sino más bien es la puesta en marcha
de una estructura estatal tan fuerte como nunca antes se había
visto. Si el liberalismo era el reino del dejar hacer y dejar
pasar, el neoliberalismo reestructura nuestros Estados de tal
forma que sean más fuertes. Esta fortaleza radica en la
constitución de unos mecanismos precisos para adaptar el
Estado a los principios de una economía de mercado. De esta
forma vemos que mientras en la época liberal los Estados se
limitaban, hoy los Estados neoliberales se adaptan.
Pasamos así a las características del neoliberalismo. Las
instituciones deberán velar por defender a toda costa las
condiciones del libre mercado, así tengan que intervenir sobre las
condiciones de éste. Esto no quiere decir que el Estado entre a
regular el mercado sino más bien interviene sobre cualquier tipo
de acciones que vayan en contra de la libre iniciativa de
circulación del capital.
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9. Un ejemplo claro, proveniente de nuestra realidad más próxima, es el
objetivo que se ha planteado el presidente Juan Manuel Santos con su
afán de ofrecer las condiciones concretas de un país en paz para la
extracción minera y energética en Colombia. El Estado muestra su interés
en un país relativamente ausente de conflictividad armada para dar rienda
suelta al capital. El sueño del neoliberalismo sólo se pone patente una vez
las instituciones intervienen indirectamente sobre las condiciones que
hacen posible algo como la libertad de mercado.
Existe una segunda característica del neoliberalismo. Para que este
sistema sobreviva es preciso desmontar todos los sistemas de seguridad
social, no para “achicar” al Estado, sino para adaptar la sociedad al libre
mercado. Antes el Estado se preocupaba por dejar rienda suelta a los
capitalistas para que construyan su capitalismo, ahora el Estado presta
todo su empeño para que aquellos puedan construir su capitalismo sin
contingencias. Será preciso entonces adaptar a la gente a que “nada es
regalado”, es preciso que cada quien naturalice su lugar en el mundo, es
decir termine por creer que no existe una obligación de él o aquella con
nadie, puesto que en el mundo no hay más que individuos que persiguen
su propio interés. El Estado no se despreocupa de la sociedad, antes bien,
la “educa” de tal forma que no se tome atribuciones que no le conciernen.
Para un neoliberal es absurdo que un movimiento político reclame
educación y salud, pues va en contravía de los hombres y mujeres
económicos que se desenvuelven en el mundo del interés.
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10. Estas dos características del neoliberalismo, que interviene para
que el mercado fluya y la que educa a la sociedad de acuerdo a
una cultura del interés van acompañadas, por supuesto, de una
guerrerización del Estado. El Estado terrorista no es un
lamentable error de la racionalidad con la que opera el
neoliberalismo, sino más bien su condición de existencia. El
fortalecimiento del aparato militar, la penalización de conductas
que no están de acuerdo con el interés del libre mercado y el
micro fascismo de los individuos educados de acuerdo a la
sociedad de interés son las principales formas del Estado
guerrero o terrorista. Un claro ejemplo lo pone de manifiesto el
actual conflicto entre la procuraduría y la alcaldía de Bogotá. El
apuro de Ordoñez consiste en ver a una Bogotá en donde cada
quien desempeñe su función como debe ser, es decir en
provecho del libre mercado y así mismo “de las buenas
costumbres” que caracterizan a una sociedad del interés. A juicio
de un neoliberal lo que le falta a los progresistas no es una
inteligencia sino una perspectiva de gobierno que contribuya a la
perpetuación de un mundo más llevadero para los capitalistas. 10
11. Pasemos finalmente a los efectos. En este punto es preciso
retomar el asunto del trabajo sabiendo que existen muchas
otras formas en las que se manifiestan tales efectos. La
cultura del interés, acompañada de la guerrerización del
Estado y la intervención del mismo en provecho del mercado
nos arroja a las condiciones laborales de hoy. Wilhem Röpke,
uno de los artífices intelectuales del neoliberalismo, fue quien
puso en evidencia la pertinencia del desmonte de los
sistemas de seguridad social. Para él el Estado no tiene
ninguna obligación de redistribuir los ingresos en una
sociedad, no debe garantizar una igualdad, sino más bien
debe administrar la desigualdad. Bajo esta lógica resulta
inapropiado por parte de las instituciones velar por una
estabilidad laboral y así mismo por garantizar un sistema de
pensiones, de salud y educación, ya que estas dinámicas
irían en desmedro de la ya mencionada cultura del interés.
Sin que lo mencionen, la precarización laboral se convierte
en la condición de posibilidad de una sociedad del interés.
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12. El neoliberalismo ha logrado administrar un capitalismo en crisis, ha
deprimido los ingresos de los trabajadores y ha desposeído a
multitudes de los derechos que alguna vez fueron conquistados por
apuestas emancipadoras. Esto no quiere decir que sea inútil resistir
o sublevarse frente a la política que precariza nuestras vidas, sino
más bien demanda que creemos nuevas formas de concebir la
resistencia, la disidencia o la revolución. El Estado no es meramente
un aparato, es quizás el efecto de una forma de vida que
instrumentaliza a la naturaleza. La lucha contra el Estado no
consiste en la lucha contra aquel monstruo frio que nos oprime, sino
más bien contra un conjunto de relaciones o más bien contra el
modo como nos relacionamos. La lucha emancipadora es tanto
ética como política. Ética porque es preciso abandonar el Estado
que llevamos adentro de nosotros mismos y es política porque no
podemos liberarnos del neoliberalismo si no existe una apuesta
colectiva que interrumpa la agenda de gobierno de nuestros
oligarcas.
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