2. El nacimiento de la corriente cultural y artística denominada
Neoclasicismo en el siglo XVIII se corresponde con una muy profunda revisión de
modelos sociales, económicos y políticos que se vive en Europa durante aquellas
décadas.
Este cambio social europeo se debe a la difusión de las teorías de la Ilustración
en todos los ámbitos de la vida. Se revisan y critican los modelos tradicionales y
se proyecta una nueva sociedad más justa e igualitaria. Este proceso terminará
provocando la caída del Antiguo Régimen.
En el plano cultural y artístico, también se produce este punto de
inflexión que terminará conduciendo a la pintura moderna contemporánea.
En este momento, entre los ilustrados se enuncia la convicción absoluta de un
conocimiento basado en la razón. En este movimiento de humanismo
cultural, también aparece un afán enciclopédico de recoger el saber humano.
Una de las características del neoclasicismo es que en la revisión de las culturas
clásicas se concluye la preeminencia de lo griego sobre lo romano. Por ello, en el
neoclasicismo, predomina la arquitectura inspirada en Grecia.
3. Arquitectura Neoclásica
Las características más destacables en la construcción son:
-Cornisas y frisos con metopas y triglifos
-Grecas
-Guirnaldas vegetales: flores, frutas...
-Palmas y laureles
Y las edificaciones más dadas:
-Columnas conmemorativas
-Templos
-Arcos del triunfo
-Propileas
A parte de lo dicho observamos dos estilos derivados:
-Eclecticismo: desde 1860-1876
Construcciones muy eclécticas donde mezcla muchos estilos arquitectónicos
-Arq. del Hierro: está basada en la utilización del hierro y derivados como
material fundamental. Esto ocurre tras el descubrimiento de la facilidad de
moldeado y utilización del metal, dejando a un lado la piedra.
4. Arquitectura Neoclásica Italiana
Características principales:
• Se suprimen los elementos superfluos del barroco, volviendo a la simplicidad
del arte antiguo.
•En las aberturas se da más importancia a los dinteles que a los arcos.
•Se reduce la ornamentación en las fachadas .
•Se busca una simplicidad en volumen, simetría y ornamentación.
•Las fachadas vuelven a coronarse con balaustradas .
Arquitectos reconocidos:
• Alejandro Galilei (1691-1736) “La iglesia de San Juan de los Florentinos”
• Giuseppe Piermarini (1734-1808) “La Real Villa de Monza”
• Frenando Fuga (1699-1784) “la iglesia del Cementerio del Hospital de los
Incurables”
• Luis Cagnola “El arco de la paz”
• Carlos Amanti (1776-1832) “La iglesia de San Carlos”
5. Arquitectura Neoclásica Francesa
Características:
• Se buscaron efectos de masa y monumentalidad.
• mediados del siglo XVIII, se relacionan tanto con el neoclasicismo como
con la tradición anterior del clasicismo francés.
Arquitectos reconocidos:
• Bartelemy Vignon (1762-1828) “ Templo de la Gloria o iglesia de la
Magdalena”
• Carlos Percier (1764-1848) “Hotel Chuavelin”
• Juan Francisco Chalgrin (17339-1811) “El Colegio de Francia”
6. Arquitectura Neoclásica Alemana
•Los modelos greco- romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que
reproduce frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la
sociedad civil.
Arquitectos:
• Karl Friedrich Schinkel (1781-1864) “ El viejo museo y el teatro”
• Leo Von Klenze (1784-1864) “ La Gliptoteca, los propilenos y el Pórtico de la
gloria”.
7. Arquitectura Neoclásica Inglesa
Los hermanos Adam fueron los encargados de introducir a
Inglaterra el estilo clásico, procurando imitar ala antigua
arquitectura con toda fidelidad.
Robert Adam:
Crea el estilo Adam (fundamental en la arquitectura neoclásica):
Es de dibujos y proporciones armoniosas, y procura una
sensación de luminosidad y espaciosidad. Utiliza motivos
clásicos, como frontones, guirnaldas y urnas. Evoca al rococó por
su énfasis en la ornamentación de las fachada y un refinamiento
a gran escala. Es un versión del Neoclasicismo más
sencilla, precisa y delicada.
8. Arquitectura Neoclásica Española
Buenaventura Rodríguez Tizón, conocido como Ventura
Rodríguez, fue un arquitecto español del siglo XVIII Se le
considera, junto con Juan de Villanueva, el principal arquitecto
español de su época y el último barroco. Su trayectoria se sitúa entre
dos grandes corrientes artísticas: el barroco y el neoclasicismo de la
ilustración europea.
9. Escultura Neoclásica
Las obras mostraron en general un alto nivel de equilibrio formal, con una expresión
cautelosa y raros momentos de dramatismo. Antonio Canova fue más exitoso en la
exploración de una amplia gama de sentimientos y formas dinámicas, desde la suave
ingenuidad juvenil en piezas como Las Tres Gracias, a la violencia desenfrenada del
Hércules y Licas y en Teseo vencedor
del Minotauro, y en la investigación de otros signos de la emoción como el
arrepentimiento o pesar, visible en la patética Magdalena penitente.
Los materiales preferidos fueron el bronce y el mármol blanco, al igual que en la
tradición antigua, pero a diferencia de temporadas anteriores, el neoclasicismo el
artista creador pasó a emplear a más ayudantes que realizaban la mayor parte de los
trabajos técnicos como pasar a la piedra o realizar la fundición a parir del modelo de
arcilla o yeso que había sido creado por el escultor, dejando que el maestro asumiese la
fase final de la escultura del pulido y definición de detalles, ya que esta fase es sin duda
crucial para la obtención del efecto final de la obra y requiere la experiencia de la
mano maestra.
10. Escultura neoclásica Italiana
Según Winckelmann, Roma, fue
el centro de un círculo de artistas
que indujeron a producir el estilo
neoclásico. Entre ellos se
encontraba Johan Tobias
Sergel, un sueco que después
llevó la novedad hasta el norte de
Europa y los británicos Thomas
Banks y Joseph
Nollekens, hicieron lo mismo
en Inglaterra. Viviendo
Amor y psique entre París, Carrara y Florencia, L
Antonio Canova
orenzo Bartolini fue una figura
importante y protegido por
Napoleón, pero quien dominó la
escena fue Antonio Canova.
11. Escultura Neoclásica Francesa
En Francia el apoyo por los ideales neoclásicos partió
directamente de los círculos oficiales relacionados con
la Academia de Bellas Artes y el propio rey, se estableció
por la admiración de la cultura antigua que existía
desde el renacimiento, y que se había mantenido
incluso durante el barroco. Lenormant de
Tournehem, superintendente de los «Edificios del
Rey», tenía poder sobre la Academia y aconsejado por el
conde de Caylus se retiró a mediados del siglo
XVIII, indicando a los artistas que se alinearan al
clasicismo. Su sucesor, el marqués de
Marigny, estableció la práctica de prestigiar los temas
históricos por encimar del retrato y el director
siguiente, el conde de Angivillier, aumentó la dotación
para la compra de obras históricas, que mostrasen
temas de la tradición antigua.
12. Escultura Neoclásica Alemana
En Alemania las ideas de Winckelmann
habían tenido una aceptación inmediata y
entusiasta, y su influencia se mantuvo hasta
mediados del siglo XIX, especialmente a
través de la carrera artística de Johann
Gottfried Schadow, la figura más importante
de la región, había estudiado en Italia y
asumió a su regreso, la dirección de la
Academia de Berlín, ejerció gran influencia
no sólo por sus esculturas, sino también por
sus tratados técnicos sobre el arte.
13. Escultura Neoclásica Inglesa
En Inglaterra, las raíces del
neoclasicismo se remontan al siglo
XVII, y se implantaron en la
arquitectura neo-palladiana de Íñigo
Jones, pero el estilo solo llegaría a su
cenit a principios del siglo siguiente, con
los seguidores Lord Burlington, Colen
Campbell y William Chambers. En la
escultura, sin embargo, los resultados
tardaron en aparecer. Uno de sus
primeros exponentes fue Thomas
Banks, quien estudió en Roma, como
varios de sus compatriotas también lo
habían hecho, y al regresar a Londres
creó la primera obra inglesa en el nuevo
estilo, un relieve titulado La muerte de
Germánico (1774).
14. Escultura Neoclásica Española
La introducción del neoclasicismo en la
escultura española fue un proceso
lento. La tradición barroca estaba muy
arraigada en nuestro país y no podía
desaparecer de golpe. Cuando en 1752
se funda la Academia de San Fernando
(principal instrumento de difusión del
Neoclasicismo), todavía los escultores
estaban muy ligados a las fórmulas
tardo- barrocas.
La Corona es el principal cliente de la
época, y los Borbones pusieron de
moda la figura del escultor de
cámara, que el que coordina las
iniciativas y encargos reales.
15. Pintura Neoclásica
Predominó el dibujo, la forma, sobre el colorido. Ello da como resultado una
estética distante del espectador, reforzado por la luz clara y fría que bañaba
las escenas, ya que si se adoptaran tonos dorados se introduciría en la obra
una sensualidad que se rechazaba en la estética neoclásica. A veces se usaba
el claroscuro, con una iluminación intensa de los personajes que
interpretaban la escena en el centro del cuadro, dejando en las tinieblas el
resto del cuadro. Al destacar el dibujo sobre el color, este último era mero
coloreado, que informaba sobre el contenido del cuadro, modelando los
objetos representados, sin tener valor estético por sí mismo. En contraste con
las pinturas barrocas y rococó, las neoclásicas carecen de colores pastel y de
confusión; en lugar de ello, usan colores ácidos. La superficie del cuadro
aparecía lisa, con una factura impecable en la que difícilmente se apreciaban
las pinceladas del autor, lo cual contribuía a establecer la distancia entre el
autor y el tema y de éste con el espectador.
16. Pintura Neoclásica Francesa
El neoclasicismo es apoyado por la burguesía, cada vez
más influyente y se va trasladando a los grupos de
poder tradicionales.
El Neoclasicismo encuentra su momento de esplendor
en la Revolución Francesa y el derrocamiento de la
monarquía absolutista borbónica.
Sin embrago, la misma burguesía que había apoyado la
Revolución, poco después traicionará sus propios
principios y se enriquecerá llegando a los mismos
excesos que había criticado de la anterior nobleza.
A partir de ahora, el arte pasa de nuevo a basarse en la
riqueza, lo que supone, por lógica, la muerte del
neoclasicismo.
Los más importantes representantes de la pintura
neoclásica francesa son Jacques Louis David, Jean
Auguste Dominique Ingres, François Gerard y Antoine-
Jean Gros.
17. Pintura Neoclásica Española
En España predomina la pintura profana,
costumbrista y adquiere un gran desarrollo el
fresco.
Al igual que ocurre en la arquitectura, los
monarcas españoles habían llamado a pintores
franceses e italianos para que trabajasen en la
decoración del Palacio Real. Será Rafael Mengs,
impulsor y difusor del Neoclasicismo, con quien
se produce la renovación de la pintura española.
18.
19. Inmediatamente después de la conquista de México Tenochtitlán, por los españoles, nació un
arte colonial, esencialmente religioso que buscaba propiciar la evangelización cristiana de los
pueblos conquistados. Este arte reflejó en un inicio los ideales político-religiosos, dentro de la
tradición europea. Sin embargo, paulatinamente, aparecieron elementos indígenas siempre
más marcados, hasta el surgimiento de un arte inconfundible, con una trayectoria y
proyección propias.
Las primeras iglesias y conventos del siglo XVI son de estilo plateresco; poseen un amplio
patio al frente, circundado por muros altos con almenas, al fondo se localiza la iglesia, con
capilla abierta para permitir al numeroso pueblo asistir a la ceremonia de la misa. Los
primeros conventos hacían las veces de fortalezas debido a la inestabilidad e inconformidad
que existía en el pueblo recientemente conquistado.
Las iglesias por lo general tienen una sola nave cubierta con una bóveda de estilo gótico y en
las fachadas se pueden apreciar elementos románicos, renacentistas o mudéjares. El retablo
principal de las iglesias es de madera tallada y recubierta con hoja de oro, con esculturas
estofadas y pinturas al óleo, obviamente de temática religiosa.
Los frailes que acompañaban al ejército conquistador, en su mayoría españoles e
italianos, pertenecían a las órdenes franciscana, dominica y agustina. Cada una de estas
órdenes construyó en la Nueva España un considerable número de conventos con
características propias acordes a las normas de cada orden religiosa.
20. Arquitectura Colonial Mexicana
Este tipo de arquitectura se enfoca principalmente en edificios religiosos
católicos, debido a la necesidad de los Españoles de evangelizar la llamada Nueva
España. Y para lograrlo trataron de erradicar las costumbres religiosas politeístas
de los nativos, las cuales se basaban en Dioses simbolizados en elementos
naturales, a los cuales rendían culto, destruyendo numerosos templos
prehispánicos. Es por eso que en varios ejemplos de arquitectura
colonial, encontraremos bajo los mismos, ruinas de lo que sería en su momento
lugar de rito prehispánico.
Aquí es donde comienza una característica única de la arquitectura colonial
mexicana, el poder integrar las corrientes artísticas vividas en Europa, como gótico
o barroco, con el arte de las culturas prehispánicas para poder conseguir una
identificación de esas civilizaciones con la religión católica, obteniendo una
conversión de creencias religiosas. Y no sólo eso, ya que no se podían seguir
fielmente los cánones de los estilos establecidos mencionados
anteriormente, debido a que no contaban con la mano de obra con los
conocimientos para edificar tales construcciones, ni con los materiales exactos
para realizarlos, combinando nuevos procesos constructivos con nuevos
materiales.
21. La portada principal del
templo de San Juan Bautista
Coixtlahuaca
Templo de Santa Catarina
Francisco Sosa, Barrio de
Sta.
Catarina, Coyoacan, Méxic
o, DF.
23. Las nuevas ciudades fundadas, eran edificadas bajo el mandato de los reyes
españoles, y con los mismos cánones, sin tomar mucho en cuenta las
características del lugar. El trazo de las ciudades era reticular, con
numerosas plazas y monumentos, y al ser la iglesia, representante absoluta
de la religión católica, el edificio más importante para realizar la
evangelización, se colocaba al centro de la ciudad dándole jerarquía con
respecto a las demás edificaciones.
Cabe destacar que los españoles no sólo se concentraron en la edificación de
iglesias, sino también conventos y monasterios que apoyaban fuertemente
en su tarea de evangelizar. Pero no solo eso, sino también edificios
destinados para la administración y planeación de las
ciudades, casas, haciendas o palacios para los españoles conquistadores.
25. Escultura Colonial Mexicana
En la escultura colonial se pueden encontrar valores ancestrales de la cultura popular
mucho más fuertes que en la pintura. Los talladores mestizos e indígenas llevaban en
la sangre una tradición basada en la decoración en relieve. Los aspirantes a pintores
estaban obligados a asimilar obras europeas, totalmente distintas a las heredadas
y, además lograr representaciones objetivas de la realidad. Por eso, en el Arte
Colonial, la escultura es más libre y original que la pintura, y sobre todo más
americana.
El sello más mexicano durante el desarrollo del plateresco lo dan las aplicaciones y los
relieves en la talla de las estructuras funcionales como son las capillas abiertas
llamadas "posas" y en las cruces atriales.
Los artistas Alonso Vázquez y Andrés de Concha iniciaron la pintura de caballete en
México en pleno auge del plateresco, pero la representación más genuina del periodo
corresponde a los frescos de los conventos, la mayor parte en blanco y negro y algunos
con color. Son los más valiosos los de San Agustín de Acolman, Huejotzingo, Tepeaca
y Actopan.
La llegada a México del pintor flamenco Simón Pereyns (1566-1603) durante el
segundo tercio del siglo XVI, inicia el desarrollo de una pintura de caballete de
calidad, ejemplarizada en sus óleos de los retablos de Cuernavaca, Malinalco y
Huejotzingo.
26. Entre los hibridismos culturales
surgidas en las manifestaciones
artísticas de la Nueva España, figura
el realizado por las manos indígenas
en obras de tema cristiano.
El poeta y crítico de arte José
Moreno Villa -español exiliado en
México- bautizó en su libro La
Escultura Colonial Mexicana (1942)
este estilo como
tequitqui, basándose en el sustrato
islámico de España. Si el arte
cristiano de influencia musulmana
fue nombrado “mudéjar”
(mudechan), dado que significa
“tributario” -aplicable a los
tributarios musulmanes de los
señores cristianos-, Moreno Villa
decidió emplear el término
equivalente en náhuatl que era la
palabra tequitqui
27. La escultura "culta" se había incorporado desde el siglo XVI a la arquitectura en la
estatuaria solemne de las fachadas o en el trabajo de los retablos. Se pueden encontrar
manifestaciones escultóricas profusamente variadas desde Chihuahua hasta Oaxaca.
La figura culminante dentro del trabajo escultórico es Jerónimo de Balbás, llegado a
México a principios del siglo XVII, de reconocida fama por la obra del Retablo mayor
de la Catedral de Sevilla. El Retablo de los Reyes de la catedral de la Ciudad de
México, si no introdujo el signo formal del barroco, en todo caso sirvió de modelo en
la proliferación por doquier del estípite.
La expresión escultórica más mexicana está representada tanto en los retablos
populares como en la abundante imaginería. Con frecuencia se pueden encontrar
también bajorrelieves en los cuales el artista anónimo ha desahogado una real
intimidad con lo divino. Constituye un arquetipo el "Nacimiento de la Virgen" en la
Capilla del Rosario en Puebla.
28.
29.
30. Pintura Colonial Mexicana
La pintura europeizante del primer Barroco culmina en la obra de
Cristóbal de Villalpando y Juan Correa, ambos pintores fecundos y, tal
vez por eso mismo, desiguales en sus respectivas producciones; ambos
alternaron una forma de expresión sombría, estática y de tonos oscuros
con otra, por contraste, de figuras dinámicas y tonos claros. Ya en pleno
siglo XVIII se distinguieron dos pintores de caracteres más diferenciados.
José de Ibarra nacido en Guadalajara, conocido como "el Murillo
Mexicano", tanto por su habilidad para copiar al maestro como por su
parecido físico con él. Miguel Cabrera gozó de tanta fama en vida que su
figura polémica es todavía materia de controversia. Fue un buen
retratista y es famoso por su retrato de Sor Juana Inés de la
Cruz, elaborado sobre otro anterior de mala calidad. La fuerza de la
impresión europea fue tanta en México, que no permitió las mínimas
expresiones de escuelas mestizas, como las de Cuzco o Potosí.
31. Los primeros artistas que destacan en México son
europeos: Peyrens, Andrés de la Concha, y Baltazar
Echave. Sus obras son de tendencia religiosa.
Los primeros pintores barrocos nacidos en México son
hijos de los anteriores y, como ellos, pintan la vida de los
santos. Posteriormente, Velasco, Villalpando y
Correa, incursionan en los mismos temas. Su estilo es
claramente barroco y simbólico.
En el siglo XVI dos corrientes se mezclan: la nativa y la
española durante un período que abarca desde 1521 hasta
1821, es decir, desde la caída del Imperio Azteca hasta la
Independencia de México. Esta transculturación tiene
un gran impacto sobre el pueblo y la civilización de
México:
El arte estípite, o ultra barroco, se ilustra de singular
manera en los trabajos de Cabrera. Este pintor combina
el manierismo a la Greco (figuras alargadas, espirituales)
con el localismo.
32. Callan, en la pintura (de caballete)
de la etapa virreinal, las obras
eclesiásticas eran, evidentemente
las más importantes, no sólo por
sus dimensiones sino porque tenían
mayor apoyo, sobre todo gracias a
las clases más poderosas
económicamente. Entre los
pintores más importantes del XVII
podemos citar a Baltasar Echave
Rioja, seguidor de Murillo y Rubens
y que pintó, por sólo citar un par de
sus obras el Martirio de san Pedro
de Arbués que le solicitó el Santo
Oficio y los Tributos de la
Eucaristía, la Fe y la Iglesia. José de
Juárez (de la primera mitad), fue
otro de los artistas de gran
notoriedad en aquel periodo.
33. Juan Correa, trabajó intensamente
de 1671 a 1716 y alcanzó gran
prestigio y fama por la calidad de
su dibujo y la dimensión de
algunas de sus obras. Entre las más
conocidos: Apocalipsis en la
Catedral de México, La conversión
de Santa María Magdalena, hoy en
la Pinacoteca Virreinal y Santa
Catarina y Adán y Eva arrojados
del paraíso este último en el
Museo del Virreinato de
Tepoztlán.
34. Cristóbal de
Villalpando, considerado el pintor
más representativo de la segunda
mitad del siglo XVII novohispano y
que, como muchos artistas de su
época trabajó más para la iglesia que
para particulares o instituciones y
trabajó tanto en pequeño como en
gran formato. Algunas de sus obras
son La apoteosis de San Miguel, Los
desposorios de la Virgen y La huida
a Egipto, todos ellos representativos
de la calidad de la pintura barroca
en la Nueva España.
35.
36. Los retratos de castas: Este género se
desarrolla en el siglo XVIII
paralelamente a las ciencias que
intentan observar y clasificar todo. En
este caso, se pretende sintetizar las
reglas de la genética mostrando los
rasgos característicos de las 16
diferentes clases sociales.