SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 41
De las Razones del Guerrero Ilustrado
Sobre el Conflicto y la Negociación
(Ensayo sobre conflicto y negociación entre identidades e instituciones).
Por: José Guillermo Ángel R.
La verdad es una construcción humana que no termina. Somos la suma y
resultante de lo pasado. Lo que hoy es una verdad (una verdad normativa, que
nos permite entender y pactar nuestro tiempo y nuestro espacio), mañana sólo
será parte de una nueva verdad (de la que toque a ese espacio y a ese tiempo).
El hombre se define en la construcción permanente, de aquí que toda verdad
absoluta sea un freno al conocimiento y a la tolerancia.
Definición previa:
Se entiende por conflicto la ruptura que se da entre la identidad del hombre y su
entorno real, legal e imaginario. También el enfrentamiento entre las condiciones
legales y las condiciones de justicia. Y por negociación, los pactos temporales
entre las identidades y las instituciones. Acorde con las premisas anteriores,
escribo este ensayo.
Introito:
Vivimos en un mundo conflictivo donde las intolerancias y los fundamentalismos
son cada vez más crudos y agresivos (y las más de las veces legitimados por los
medios de comunicación que encuentran en estos conflictos una razón y
expansión de su negocio). Y esta confrontación (alimentada por un exceso de
información que acaba generando caos), entre fuerzas ortodoxas en sus
principios e imaginarios, tienen un punto de encuentro en la guerra armada o legal
y en la negociación. Negociación que si bien es cierto no alcanza a dirimir y
cancelar la totalidad del conflicto (pues al momento de negociar son otros los
actores y las variables marginales que aparecen obedeciendo a nuevos intereses
o a posturas que no estuvieron presentes en la mesa de negociación), al menos lo
atenúan permitiendo una reorganización de las fuerzas y un debate posterior más
civilizado, es decir, acorde con una normatividad que permita una mejor
visualización y entendimiento del nuevo conflicto. Porque los conflictos no son
mera reacción frente a una actualidad sino raíces incompletas (bases
resquebrajadas) de la identidad.
Con base en lo anterior, se hace necesario entonces conocer, a más de la
historia y sus razones antropológicas, las posturas ideológicas de algunos
filósofos y actores de la guerra y del estado, clásicos y actuales, para tener una
visión más clara e intelectual del conflicto y la negociación. Y, de acuerdo con
estas posturas, crear (con base en la suma teorética) una posición más tolerante,
creativa y negociadora en torno a los conflictos que nos rodean, que evolucionan,
que son el motor de la historia y de la identificación con ella. De aquí saldrán las
razones del guerrero ilustrado, entendiendo como tal aquel que ha detenido el
conflicto mediante una negociación, pero que se mantiene alerta al cumplimiento
que comprometieron los otros y a su propio compromiso. El guerrero ilustrado es
reflexivo y, en esta reflexión, a veces descubre que hubo algo que no fue tocado
en la negociación, un territorio que se encuentra desprotegido y necesita de su
espada. Y de ahí nacen de nuevo el hervor de su sangre guerrera y los colores de
su bandera.
La búsqueda de la identidad.
A. Todas las culturas fundamentan sus crónicas iniciales en una Edad de Oro: la
de la armonía entre los hombres y su entorno. Algo así como una enorme
placenta donde flotaba la vida nutriéndose de un exterior alimenticio que permitía
el desarrollo ordenado de los elementos que habitaban ese mundo placentario.
Hablan estas crónicas, escritas entre lo mítico y el logos (o sea, confundiendo la
razón con el imaginario), de espacios libres de conflicto: el Paraíso, el Nirvana, los
países de jauja y los de Utopía etc, donde los seres humanos hacían parte de una
ley universal única regida por la tolerancia (habida en la identidad con el orden
natural) y el reconocimiento del espacio particular. Algo así como la ley de la
gravitación universal descubierta por Newton y que tanto influyó en el desarrollo
de la filosofía de la Ilustración. De acuerdo con estos imaginarios, la vida era un
todo ordenado regido por el no-tiempo. Todo sucedía, todo fluía, la muerte era
parte de la vida y se moría sin memoria.
Pero nada de lo anterior hace parte de lo probable y, en términos antropológicos,
podemos definir que el inicio de las culturas es un sueño mil veces repetido e
imaginado para encontrar un sitio en el tiempo y el espacio que legitime la
identidad inicial del colectivo. Identidad primitiva que justifica una motivación
permanente de búsqueda de aquello que se perdió en el momento en que la ley
única, la gran placenta, se rompió y acabó generando el caos.
Los colectivos humanos occidentales fundamentan sus principios de identidad en
libros sagrados y en crónicas que les permiten racionalizar los mitos iniciales, los
inicios probables y los imaginarios necesarios para que la identidad se de como
tal: ser escogidos por la divinidad, no en términos míticos sino en calidad de logos
(razón). Estos libros y crónicas plantean tiempos y espacios probables en la
historia, lo que lleva a concebir una legitimación de los orígenes y los principios a
través de los cuales se rigen estos indicios primarios. De acuerdo con la Biblia, es
Dios quien escoge a un pueblo (el judío) y le da una legislación que lo legitima
delante de los demás grupos como único y exclusivo. Leyes e instrucciones para
cumplirlas (la Toráh y la Mishná) que diferencian y crean una identidad
determinante porque contienen en sí la percepción de un yo (ser israelita) y la de
un entorno nacional manejable (Israel) entre lo permitido y lo prohibido: alimentos,
usos de la tecnología y la tierra, extensión territorial, ciudades y civilización. A la
vez que estructura una sociedad civil con principios comunes pactados entre la
comunidad y la idea de Dios (los mandamientos): rituales, idioma, prójimo,
relaciones con los demás, lo que es pecaminoso, lo que se debe exaltar. De igual
manera, siguiendo el modelo de la obtención de una identidad que permita la
construcción de una sociedad (en este caso católica, universal), el Cristianismo
asume la redención y con base en ella crea un nuevo pueblo, una nueva sociedad
teocrática-civil que, dadas las nuevas promesas y la presencia de Jesús Cristo y
sus palabras (los Evangelios), se considera onfalós y de extensión mundial, es
decir, centro único en lo que todo confluye y a la vez creciente de manera
constante entre los demás pueblos. Este nuevo pueblo de Dios, se construye
sobre las profecías del antiguo pueblo y los nuevos pactos morales con otros
pueblos (ver cartas de san Pablo y actos de los apóstoles). El cristianismo se
plantea como una sociedad multinacional, sin límites, reafirmando la existencia de
un Dios único y total que permite una identidad, no con un territorio dado, sino con
la totalidad del mundo. Sin embargo, la raíz sigue siendo nacional ya que el
pueblo de Israel, que es la base, sigue existiendo en calidad de dador, testigo y
factor de conflicto en la idea que se tiene de Dios. Finalmente, Mahoma, tomando
las nociones de judaísmo y cristianismo, crea la identidad islámica y le da una
razón de ser a los árabes dispersos, que eran tribales y nómades, más
obedientes al mito que al logos. Esta vez es una sociedad que se somete de
manera incondicional a Dios y, racionalizando la mitología que se congregaba en
la Meca (donde existían 640 nichos con sus respectivos dioses), crea su historia
basada en la historia de judíos y cristianos, reconociendo algunos puntos y
enfrentándose a otros de manera radical. El factor de conflicto, con la ordenación
propuesta por Mahoma, se acrecienta. Lo islámico se fundamenta en una
identidad profética jerárquica, es decir, en Mahoma como último y verdadero
profeta de Dios.
Es sabido que los modelos semitas partieron de estructuras identitarias
babilónicas, sumerias y egipcias. Y que el cristianismo adoptó, para la
configuración de su sociedad principios helénicos y latinos y aun celtas (como
aparece en la construcción del demonio medioeval), a fin de dotar a la identidad
de una mayor amplitud. Estas identidades, al igual que la verdad, se construyeron
una encima de otra, acordes con la racionalización que se fue haciendo del mito y
de acuerdo con los sistemas de creencias de las culturas donde se dieron. El
pacto inicial, entonces, se realizó sobre imaginarios y racionalismos en torno a los
orígenes y a la identidad que estos generaban. Identidad que permitía ser
diferente de los otros pueblos pero similares dentro de un mismo colectivo que
buscaba el mayor bien para sobrevivir dentro de un entorno debidamente
controlado para que, trabajado de acuerdo con el pacto social, asegurara la
consecución del ideal.
B. Las identidades, entonces, asumieron deberes y derechos de acuerdo con una
visualización del mundo. Que esto, en primera instancia, es la identidad: saber
quién soy y dónde estoy, qué papel juego en el entorno y con relación a los
orígenes, cómo alterno con los demás y con lo mío. Y a qué logros puedo acceder
si cumplo con las normas pactadas. La identidad perfila y prefigura, determina la
acción ante los hechos justificándola o castigándola. También, la identidad me
ubica dentro del grupo y delante de las instituciones mediante la jerarquización y
el debido cumplimiento de las leyes morales o sea las que rigen sobre costumbres
que el colectivo considera como buenas y que, para mantenerse como tales,
requieren de unas normas que les creen una limitación. La sociedad se crea,
entonces, dentro de unos límites que buscan el mayor bien y, con base en la
consecución del supremo bien, permiten el ejercicio de la perfección o al menos
de la búsqueda de sus caminos. Baruj Spinoza sostenía en el Tratado de la
Reforma del Entendimiento que la condición humana siempre está por encima de
lo real humano, o sea, somos pero sabemos que podemos ser mejores. Y esta
seguridad de llegar a la perfección la genera la identidad con el pasado, el
ejercicio del presente y los ideales de futuro.
Para dejar su condicionante de horda, el hombre se detiene (se vuelve sedentario
cuando deja su condición de recolector y asume la de pastor y agricultor) y
comienza a reflexionar sobre lo que lo rodea. Y cuando el hombre "quieto" hace
un balance de lo realizado y establece un primer método para que los factores
que le permiten la supervivencia se repitan (los ciclos de las cosechas, las épocas
de caza y pesca), asume el inicio de su identidad. Ya no es sólo el hombre que
lucha y demuestra con la fuerza su poder sobre otros seres, tampoco el que
enfrenta el temor a lo desconocido lanzándose simplemente a él y asumiendo el
azar. Y su primera identidad es con los valores que hacen posible la tribu:
relaciones de parentesco, relaciones cosmogónicas, relaciones históricas y de
actitud religiosa, actitudes frente a la jerarquía (jerarquía que nace de acuerdo con
las obligaciones pactadas con el colectivo y para beneficio de éste), valores
paradigmáticos que permitan seguir principios sociales etc. Ahora, estas
relaciones con la tribu están cimentadas en que es con una sola tribu, la suya,
que es "única" y centro del universo porque desde allí se conoce y domina el
entorno próximo, único mundo posible. La posibilidad nace de que se lo puede
reconocer en el uso, leer en la reflexión e imaginar en el ideal. La identidad
genera un territorio limitado que tendrá que defenderse contra los factores
exógenos que lo agredan, sean físicos o ideológicos. Es que esta defensa procura
seguridad, orden, posibilidad de llegar al ideal del grupo y al del individuo dentro
del colectivo. Por esto se actúa contra el extranjero, porque tiene una identidad
extraña a la pactada en la tribu, porque su valoración es incorrecta frente a loa
pactado en el colectivo.
La identidad es, redefiniéndola, el pacto que el hombre hace con sus creencias,
con el entorno y con el colectivo donde se encuentra con sus idénticos. Es decir,
con lo que le es común, por esto hablamos de comunidad. Es un ejercicio de
seguridad al pensar, actuar e imaginar para ser debidamente aceptado. Y también
de trascender dentro de la escala de reconocimiento que se haya elaborado entre
sus idénticos. Una escala limitada para que no se desordene y que, volviendo a
Spinoza, estaría cifrada en la riqueza (logros materiales, economía), los honores
(logros políticos) y el placer (permisiones como pago a acciones bien ejecutadas),
y en lo que hay de permitido y prohibido en estos tres conceptos. La identidad se
da en la comunión con los principios morales (de costumbres) y en la defensa
contra todo aquello que atente contra esa moralidad.
Pero como todos los entornos donde se dieron las tribus son diferentes (lo que
generó valoraciones distintas en torno a la condición y los condicionantes, es
decir, una actitud política), la identidad es una particularidad que actúa más en
actitud defensiva que de crecimiento. Esto debido al manejo de paradigmas, de
unos pocos datos muy claros repetidos que me permitan una posición sin dudas
frente a mi y el medio, los orígenes y los sueños, las instituciones y las jerarquías.
La identidad se defiende de aquello que le podría estorbar para alcanzar el mayor
bien (la riqueza, los honores, el conocimiento permitido). Y en esta lucha contra lo
diferente, la identidad A asume la intolerancia. Intolerancia que es una ignorancia
del otro, de B, y un deseo de sometimiento total del otro, de B, a fin de que se
identifique a fondo con el paradigma A y así, dejando de ser extraño el otro, B, sea
otro idéntico que no obstaculice el camino hacia los imaginarios y determinantes
de honor pactados. Con base en lo anterior, podríamos establecer que la
identidad, más que un ejercicio de lo mío con lo que es idéntico a mi, es la
aseguración de que lo prometido (el derecho habido con el deber cumplido) será
realidad en lo mío siempre y cuando me ajuste con el sistema pactado. No es de
extrañar entonces que la identidad, a más de asumir una moralidad, deba asumir
una ética, un comportamiento en lo íntimo y lo social, en las acciones y la revisión
(auditoría) de esas acciones. Vista así, la identidad (ejercicio de la ética) vendría a
ser un juicio permanente que se hacen entre sí los componentes de un colectivo.
Juicio donde se valora demasiado la defensa de lo logrado por el grupo con base
en lo aprendido-permitido.
La identidad, esto que buscamos en la generación de nación común y tiempo
pasado idéntico, donde los paradigmas se demuestran como funcionales, es
factor de conflicto. Y de negociación. Es factor de conflicto, porque la realidad es
una apreciación pactada entre un colectivo que comparte puntos de vista y
valores comunes para legitimar creencias y posibilidades de desarrollo. Es mi
realidad, nuestra realidad, la que defendemos como cierta y no estamos
dispuestos a cambiar (no estar dispuestos a cambiar genera la intolerancia). Esta
realidad tribal, de todas maneras subjetiva, es la única y se opone a otras
realidades tribales, que son inciertas y falsas frente a mi realidad (suma de
imaginarios). Dos realidades enfrentadas generan conflicto. Y a la vez producen
un factor de negociación, en tanto que cuando dos realidades encuentran puntos
comunes, las diferencias se hacen menores y el punto sobre el cual pactar está
mejor definido (en lo real-común). En este punto, aclaro que la realidad es un
imaginario construido de manera aristotélica: a través de los sentidos (una idea
nominal, un concepto, una definición que nos genere seguridad sobre lo
percibido). Esta realidad subjetiva (lo que sería el mundo borgiano) nos permite
conducirnos de manera debida por un entorno conocido ejercitando la identidad.
Identidad habida en orígenes comunes, en idea nacional, o en el deseo de
asimilar una identidad que plantea una mejor solución para el debido manejo del
contexto en el que se es extranjero (integracionistas, conversos, pueblos que
buscan asimilarse a otros, renegando de sus principios y valores, como sucede
con los hijos de andaluces y castellanos (charnegos en Cataluña) que tratan de
volverse catalanes, los latinos que se sienten norteamericanos a pesar de que sus
actitudes los delatan, los españoles y portugueses que asimilan la europeidad de
nombre etc). Con relación a estos últimos, hablaríamos de bi-identidad en
conflicto permanente entre el pasado y el presente. Serán los que tendrán miedo
y asumirán la creencia nueva con mayor fe buscando legitimarse dentro de un
entorno que los diferencia. Esta bi-identidades, las del renegado, son las que
generan fanatismos y fundamentalismos. También ensimismes y mundos
imaginarios.
La lucha por el espacio vital.
1. La historia inicial de los grupos humanos está cifrada en los desplazamientos
en busca de agua y algo que comer, fueran frutos o animales. Esto es, en la
busca del mayor bien reflexionado obedeciendo al instinto. Y también en la
búsqueda de otros grupos de hombres que ya habrían logrado alguna forma de
almacenamiento o se habían hecho poseedores de un territorio fértil donde
abundaban los vegetales, los rebaños salvajes y la pesca. O sea, que ya tenían
para sí el mayor bien buscado. En estos desplazamientos, generadores de
identidad, los hombres asumen una idea nacional y religiosa.
Los hombres del desierto y de la estepa, de la tundra y de las tierras agrias
(también los de los mares helados), carentes de todo y luchadores permanentes
contra el medio, violentos porque así lo exige su supervivencia, van a entender
que la suerte de su grupo se cifra en la invasión, la guerra y el pillaje. Ellos no
almacenan porque no tienen que almacenar, no construyen porque sus territorios
(cambiantes y azarosos, plagados de bestias que también son carroñeras o de
vientos que todo lo hielan) no permiten construcción alguna (salvo los
caravansaris y los medio-fuertes de maderas boscosas, que son construcciones
para protegerse temporalmente contra las fuerzas de la naturaleza). Estos
hombres de las tierras desiertas van con sus animales buscando agua y pastos. Y
objetos que sean escasos y sirvan como base para alguna negociación entre
ellos. Quizás este haya sido el origen de la valoración del oro y las piedras
preciosas, bienes no comunes y por lo tanto, en términos económicos,
susceptibles de gran valor. Estos hombres hórdicos, liderados por el más violento
y demencial, entienden el espacio vital en lo que la naturaleza provee y otros
almacenan. Su identidad está en la guerra, en dioses terribles que admiran a los
guerreros, en mujeres imaginarias que proveen de vida permanente al grupo para
que éste no desaparezca. Son lectores de estrellas porque los caminos del
desierto se borran con el viento, el de las estepas con las inundaciones, el del mar
con apenas avanzar unos metros. Y esta lectura del cielo les permite ver una
tierra plana inagotable para sus caballos o barcos. Hay que ir más allá (en
América nace el Perú de birú, birú, más allá, más allá) donde algo encontraremos.
Y en este ir descubriendo y conquistando, dejan atrás la relación con sus muertos
y con su historia reflexionada. Son hombres míticos, de leyenda, impermeables a
conocimientos que no sean los básicos. Traen consigo un micro religión
(conceptos elementales), una legislación implacable (derecho positivo pactado
para que la horda no se desordene) que no permite especulaciones y un deseo
que llega a confundir los espacios de la ida y de la muerte. Su espacio vital es
hasta donde sus ojos ven. Su lucha, hasta más allá de lo que sus ojos han
mirado. Por esta razón son intolerantes, es que no van a ceder sobre lo que
presuponen. Y menos cuando su identidad crece en la medida en que avanzan.
Son los héroes que vencen en territorios míticos para que nunca se racionalice su
acción.
2. A estos nómades devastadores, se oponen los hombres vegetales, aquellos
que lograron la suerte de un valle propicio con agua y pastos, con peces y
alimentos de fácil reproducción, y allí se detuvieron y construyeron. Su calidad de
sedentarios les permite la creación de un grupo ordenado, con jerarquías e
instituciones básicas que permitan la supervivencia y el desarrollo del colectivo.
Estos hombres vegetales (que en el Génesis aparecen representados por Abel,
en contraposición a Caín que es hórdico) actúan ya de manera política y su
identidad se da en torno a una serie de presupuestos estudiados, explicados y
pactados. Sus orígenes, nacidos de la reflexión, son más claros y están
fortalecidos por la genealogía y las tradiciones que se comunican de generación
en generación. También por la especulación en torno a sí mismos, lo que les
permite acrecentar la idea de identidad nacional y política. Este colectivo "vegetal"
está fortalecido y sus razones-nociones de realidad tienen raíces fuertes, lo que
les demanda la estructuración de una defensa a fondo de lo creado. Viven la
Organización, generan un pensamiento, ordenan y valoran el mundo que
conocen. Y se defienden de las hordas que los atacan. Y esta defensa les dice
que deben ampliar las fronteras para crearse unos cinturones de seguridad que
permitan detener a los hombres del desierto antes de que lleguen a los límites
donde ya se visualiza el orden alcanzado por la civilización (por la ciudad y las
instituciones políticas). De esta manera el hombre vegetal, establecido en el
orden, decide que sus límites deben ampliarse y que debe llevar su modelo a
otras partes (la colonización) a fin de alejar a las hordas lo más allá posible.
Entonces nace el imperio, el orden que avanza e impone unos criterios.
Parodiando a Cayo Julio César, de una acción buena (la sociedad ordenada) ha
nacido una acción mala (pero justificada en la defensa de unos principios de
grupo), el imperialismo. Y así el espacio vital del hombre vegetal, al igual que el
del hombre de la horda, se convierte en el mundo entero, acrecentando las ideas
de honores, riquezas y placer.
3. El espacio vital sería aquel territorio necesario para que un colectivo se
desarrolle económica y políticamente y, resueltos los contenidos de una sociedad
civil, alcance el derecho a la pereza que, en palabras de Paul Lafargué, no sería
otra cosa que la liberación del trabajo (que sería realizado por las máquinas) y la
adquisición de las dulzuras de la filosofía. Hombres teorizando mientras los
campos y los bienes crecen. Una utopía, es cierto, pero último y gran imaginario
de los pueblos que se enfrentan justificando su necesidad de espacio vital. Todo
lo hacemos por los hijos, para que la nueva generación no sufra lo que han
sufrido las anteriores, decimos. Y de esta manera legitimamos el derecho a la
lucha, al avance, al expolio y al dominio sobre el otro. Todo fundamentado en un
espacio vital que se define en lo político-etico, pero que logrado hay que defender
y, para la defensa, se hace necesario ampliar los límites alcanzados a cómo de
lugar para crear fronteras seguras, es decir, espacios que no permitan que otros
lleguen a deformar lo creado, lo institucionalizado. Una forma moderna de lo antes
dicho serían las visas, arma legal que los países desarrollados utilizan para alejar
a los nuevos bárbaros: los inmigrantes. También lo son las expulsiones, los sitios
seguros (cárceles, manicomios etc), las deudas externas...
El cuerpo como espacio vital.
El grupo humano que se desplaza es la horda, dirigida por un hombre fuerte
capaz de comer parte de sus enemigos para demostrar su ferocidad. Hoy
sabemos que los vikingos bebían en los cráneos de sus enemigos y que una de
las formas más claras de canibalismo entre grupos africanos y americanos
consistía en comer parte de las vísceras de un enemigo, en especial el hígado o
el corazón de un guerrero destacado, para ganar su fuerza y valentía. Y algo
similar se sospecha de los hombres de la Babilonia inicial y en los Celtas, en
cuyas descripciones de vida se fundamentarían los hombres medioevales para
crearse una idea del demonio, bestia nefanda y depredadora, poseedora de la
pestilencia y la confusión. De hecho, en la misma Divina Comedia, Dante coloca a
Belcebú en calidad de caníbal: este señor de los demonios tiene por encargo
morder eternamente las carnes de Judas, castigando así la traición del apóstol
pelirrojo (¿celta?). ¿Reminiscencias de la idea de canibalismo que acreditarían los
bárbaros, herederos de la antigua religión? Así mismo, en la Biblia, por ejemplo,
se prohíben los sacrificios humanos (¿habría que comer parte del sacrificado?) y
para reafirmar esta prohibición se habla del sacrificio de Isaac donde Dios es el
único dueño del cuerpo. Y para acreditar su soberanía sobre la carne humana,
exige la circuncisión como pacto. De igual manera convierte a Abraham en carne
de pueblos y en pastor de rebaños. Desde ese momento se alimentarán de carne
animal. Ya en los libros de Moisés, se habla de comer animales debidamente
domesticados y quedan prohibidos todos aquellos que podrían llevar a formas de
degeneración y, por lo tanto, al ritual caníbal. Los mitos griegos hablan de Cronos
que devoraba a sus propios hijos. Y si bien el símil del tiempo con la vida es
válido, también lo es que legitima los actos caníbales sumerios, traídos con las
leyendas llegadas por el hiperbóreo.
Ahora, el temor a ser comido o lleva a que las hordas vivan asustadas y por esta
razón, quizás, sacrifican vidas a los dioses devoradores. Así se adelantan al
reclamo de las divinidades y al mismo tiempo los guerreros se nutren de su propia
carne, de la más joven, para asistir fortalecidos a la batalla. Con base en los
presupuestos anteriores, nos encontramos con que parte del espacio vital por
conquistar, además del agua y los alimentos comunes, era el cuerpo del otro. De
aquí que todas las historias iniciales de los pueblos hablen de un enemigo que
devora carne humana. Para Aquiles era el cíclope, para Simbad eran los hombres
de las islas, para la cristiandad los bárbaros (como aconteció con la idea que
León I tuvo de Atila), para los romanos los que estaban más allá de las fronteras
del imperio, para los israelitas los adoradores de Baal etc. Cuidar el cuerpo contra
los dientes del enemigo o del mismo gobernante se convirtió en una necesidad
apremiante. De aquí que la fabricación de armas de hierro y cobre tuviera la
misma importancia que la fabricación de Armaduras. El cuerpo, pues, entró en
conflicto en calidad de objeto a conquistar. Los griegos, en las olimpíadas,
iniciaban los juegos levantando en una mano los testículos de un toro.
Rememoración tanática de lo que acontecía en batalla con los caídos.
En la actualidad, el cuerpo es usado por quienes detentan el poder como carne de
cañón para resolver sus conflictos de poder. Los presidentes, los dictadores, los
políticos, se apoderan de los cuerpos jóvenes y los alientan a la muerte, los
motivan con discursos y los envían a mil enfrentamientos. De alguna manera los
devoran. Y cuando ganan la batalla, son los grandes los que se felicitan. Cuando
la pierden, buscan fundirse en la masa vencida para evadir responsabilidades.
Como anota Arturo Pérez Reverte, nunca hay reconocimiento para fiel infantería.
Pero no sólo es un espacio vital en el cuerpo del otro que va a la batalla. También
notamos que se busca un espacio vital en lo que el otro luce, en la forma como se
ve el otro, en los espacios sociales que el cuerpo del otro ocupa en términos de
jerarquización. Con base en lo anterior asistimos a un deseo particular de espacio
vital, al deseo de ser más que el otro a través del cuerpo y de los sitios que ese
cuerpo puede habitar. Esto ha generado lo que llamaría un sentimiento de
pobreza (que es peor que la pobreza) porque el otro no se reconoce en su
identidad sino en los valores que compara consigo mismo, es decir, se ve en el
deseo del cuerpo del otro y no en las posibilidades de su propio cuerpo. Ahora,
cuando el espacio vital planteado a través de la comparación no se logra porque
la imposibilidad económica o política no lo permiten, se retorna al cuerpo
desnudo, al que es capaz de retar a la vida a la vez que ejerce la ferocidad
animal, carnívora. Esto, quizás, podría dar luces sobre los movimientos satánicos,
que están conformados por grupos que, al verse impedidos de ejercer el cuerpo
como espacio vital identitario, asumen el cuerpo inicial, el del hombre de la horda
que todo lo definía en torno a la ferocidad. Carecía de cuerpo, estaba conformado
por la ira generada por una supervivencia cada día más difícil. Perdido el espacio
del cuerpo, la rebelión es de esperar Pero no una rebelión en términos políticos o
económicos, sino una rebelión contra lo que hace sufrir, contra lo que carece de
espacio.
La tierra y el agua.
Además del cuerpo, signo del espacio vital traducido en vida totémica
(canibalismo) o en esclavitud (trabajo duro, sistematizado y obligado para que
otros ejercieran mejor el cuerpo), estaban los ríos y los pastizales: la tierra y el
agua. Quien tenía agua, tenía pastos y al haber verde abundarían los animales.
Se sabe que las grandes culturas se han hecho a las orillas del agua dulce. Egipto
y el Nilo, Babilonia y el Eufrates, Roma y el Tiber, Los germanos y el Rhin etc.
Pero no fueron hombres apacibles y vegetales los que crearon estas culturas sino
ejércitos feroces que defendían a muerte los territorios conquistados. Y que en los
tiempos de sequía avanzaban hacia otros territorios dispuestos a las mayores
barbaridades. La historia del hombre, antes que definirla por la lucha de clases
(que viene a ser un concepto de la modernidad y exclusivamente ciudadano o al
menos civilizatorio), la definiría por el avance de los ejércitos. Los hombres han
avanzado sobre el mundo empujados por el afán de resolver sus necesidades
vitales y por una idea cosmogónica que les legitima el avance. El avance y el
enclave, que una vez detenido el ejército en un territorio que le permite
reorganizarse, lo conquistado a través e la guerra comienza a convertirse en una
entidad política: el fuerte, las alcazabas, los sitios amurallados. A partir de ahí
vendrán los palacios, los edificios que ocuparán las instituciones, las casas y los
espacios públicos etc, o sea, el ejercicio de lo político mediante el reconocimiento
de derechos y la discusión en el foro.
En términos éticos, ni la tierra ni el agua ni el aire pueden ser de nadie. Estos tres
elementos son básicos para nuestra vida como seres orgánicos. La vida, tal como
la conocemos, depende del agua. Por esto el ruido noticioso cuando encuentran
agua o rastros de agua en algún satélite o en cualquier planeta. Requerimos de
estos tres elementos imposibles de fabricar y reproducir para determinar la
realidad del espacio vital común a todos los colectivos. Y sólo pertenece al
hombre lo que construye allí: las ciudades, los caravansaris, los barcos, los
puentes, los acueductos. Los inicios de la historia escrita nos hablan de ciudades
no de fronteras reales ni imaginarias. Nos hablan de construcciones definidas y
nombradas donde el hombre crea civilización: Babilonia, Atenas, Jerusalén,
Roma...el resto de la tierra era una especie de ejido donde los rebaños y los
sembrados se daban para sustento de la comunidad. Claro que el ejido hay que
defenderlo. Y cuando la defensa es a muerte, a los defensores (o a los invasores
victoriosos) se les paga con unos derechos sobre un trozo de tierra determinado.
Derechos que claudicaban en un término de tiempo. Cayo Julio Cesar, por
ejemplo, pagaba a sus soldados con lo mejor de la tierra (con sal, de ahí viene la
palabra salario) para que negociaran con ello. Luego les pagó con la tierra misma
y lo que es escaso en la tierra: oro. Y en ese momento, en el que los hombres se
adueñan de la tierra y lo que es difícil de producir o encontrar en ella, el espacio
vital buscado (el agua, los pastos) cobra otro significado. Los ejércitos no van ya
sólo por un espacio para sobrevivir sino por los logros que se han creado en ese
espacio al que van. Se legitima la paga del soldado (el pillaje) y luego la patente
de corso (el pillaje de los piratas). Ya la lucha en términos de bienes necesarios
(el territorio con ventajas comparativas que permitan un mejor desarrollo del
colectivo), y de aquellos que políticamente generan honores: los bienes
fabricados, que aseguran una mayor vitalidad dentro del territorio conquistado. En
un comienzo los bienes tienen calidad de fetiche (los lucen los vencedores), pero
luego se convierten en elementos para el desarrollo de la colectividad que
encuentra en ellos una mejor manera de sobrevivir, ya en términos económicos
(inicios de industrializacíon) como políticos (cuando se adquiere el conocimiento y
la información se utiliza como forma de poder). Los señores feudales buscaron el
gran talismán, el grial, que les diera ya un poder absoluto sobre tierras, siervos y
enemigos. Y en buena medida esto justificó la demencia de las cruzadas, que
también sirvieron para que los señores feudales sacaran a los indeseables de sus
tierras, es decir, a los que no tenían cómo responder a las cargas impositivas o a
su presencia activa en los ejércitos: los pobres y los enfermos o deformes. Los
sacaron con la promesa de riquezas y honores, también de placeres
indescriptibles habidos en otras tierras y en otras aguas. No es de extrañar que en
la edad media se criara la imaginación de occidente, tanta era la pobreza y el
miedo a que la tierra se estaba acabando, achiquitando, comprimiéndose para dar
cabida sólo a los escogidos por los dioses y las walkirias. Ir por las riquezas del
turco, por los honores al lado del rey, si había suerte. O a la gloria del cielo, si
estaba escrito que debían morir. De todas maneras, se había planteado una
nueva espacialidad.
La tierra cultivable y el agua (hoy incluiríamos el aire), establecen la lucha por el
espacio vital. Pero a estos elementos hay que agregarle los logros de la
civilización, que también se convierten en espacio de supervivencia. Esto nos
aclara aquello de que quien pierde una guerra la paga con trabajo, ciencia y
pensamiento a favor del vencedor. Cuando los nazis y los japoneses pierden la
segunda guerra mundial (1939-45), los vencedores se reparten los científicos, los
inventos y los estudios e investigaciones de los vencidos. Con el plan Marshall,
los aliados reactivan los bienes de capital y las infraestructuras para aprovechar la
fuerza laboral de los países derrotados. De igual manera, también a través de
préstamos, aprovecharon a los países que quisieron parecerse a los vencedores.
La sumisión es una forma de derrota. Y se paga. Desde los tiempos de Roma, los
reyezuelos pagaron unas cargas impositivas importantes para ser protegidos por
las centurias imperiales. Protección que no era otra cosa que pagar para no ser
invadidos. O para no ser olvidados por los logros de la civilización.
A lo largo de la historia, la ética ha nacido no de una reflexión individual sino
como resultante de la creación de una moral, de un comportamiento frente y entre
los idénticos. Las grandes revoluciones, la Francesa y la Norteamericana,
plantearon unos principios de comportamiento, unos deberes y unos derechos. Y
se pactó con la nueva moralidad para dar inicio a una sociedad mejor y más justa.
Con base en Hobbes (amigo enemigo) y Rousseau (contrato social), en Locke (lo
que es propio al hombre) y en Spinoza (la tolerancia), se determinó una idea de
sociedad civil. Sociedad fundamentada en un Estado, es decir, en una forma
regida por leyes susceptibles de todo control a fin de evitar el caos. El Estado,
como pacto, la legislación como forma de mantener lo pactado. Y con base en
estos principios de igualdad (aparece el ciudadano total, no el griego que sólo era
aquel que era hombre libre de nacimiento), se establecen unos principios éticos y
filosóficos, es decir, una manera de pensar y comportarse delante de las distintas
variables que planteara el entorno y el individuo. Principios básicos establecidos
por los vencedores, por aquellos que habían carecido de un espacio vital
completo de acuerdo con el modelo reflexionado y aceptado como bien mayor,
donde se planteaban unos elementos etico-primarios que mantienen vigente la
óptima vida del hombre en la tierra y haciendo uso del agua, de los bienes
producidos por el conocimiento y del libre ejercicio de la identidad (la tolerancia).
Principios óptimos para los vencedores, pero nocivos para los vencidos que así
vieron reducida su espacialidad. Vencedores que fueron más y estuvieron mejor
armados. De aquí la copla aquella de "Y vinieron los sarracenos y nos molieron a
palos, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos"...
La discusión ética sobre los elementos básicos se da en que la tierra, el agua y el
aire no son de nadie. Pero me atrevo a pensar que no son de nadie que haya sido
vencido. Son los vencedores quienes se apropian de ellos dándole un uso de
cambio, muy caro por cierto, para así ejercer su forma de dominio. Aclaro que en
términos éticos, la tierra construida (sembrada, productiva, transformada en
vivienda, pagadora de los impuestos debidos etc) es del constructor. Así como la
tubería y el tratamiento que lleva el agua deben ser cobrados por aquel que
presta el servicio. Son suyos los medios de uso, no el objeto usado. Sin embargo,
la historia nos cuenta que los vencedores se apoderan de los elementos básicos y
los hacen suyos en calidad de espacio vital. Y, como resultante, se genera un
conflicto donde los organismos que no tienen acceso a ese espacio harán todo lo
posible por volver a conquistarlo. Es que en ellos les va la vida y la legitimación de
sus principios morales.
Acotación:...............................................................
En América Latina, donde desde Pizarro (que midió sus posesiones a ojo,
llegando a tener tantas y de tal magnitud que le fue imposible recorrerlas en vida)
y Almagro (que llegó atraído por el Perú ya no encontró nada para repartir entre
sus hombres) se ha dado una lucha cruenta por la tierra. La historia nos habla de
invasores e invadidos, de desplazados y desplazadores. Muchas batallas por la
tierra, por la identidad, por la idea de una concepción del Estado. Y mientras se da
esta lucha, cada vez terminada, cada vez reiniciada porque los condenados de la
tierra se rebelan y van por su parte (y algunos lo logran después de pactar
indultos), no existe una ética clara sobre los elementos y su uso. La politiquería y
los intereses privados han superado la idea política, no discutiéndola sino
destruyéndola. Frente a las ideas las armas, frente a la lógica las pistolas, delante
de la razón la sinrazón, la demencia y la desmesura fundamentado en un ejercicio
mítico: el derecho otorgado por los dioses, por los señores de la tierra (guerreros),
por la ilegitimidad de los habitantes, lo que justifica la invasión. Dioses, señores e
ilegitimidades a las que se recurre en busca de poder y no de ética ni de moral.
Desde este punto de vista, no sería válido todavía analizar, entre nosotros,
aquello que todavía no existe: un uso de la tierra y el agua acorde con los
estatutos e instituciones de una real sociedad civil pactada. De alguna manera
continuamos en guerra desde el siglo 16 hasta hoy. Y donde hay guerra, los
principios éticos desaparecen, al igual que los principios básicos de Estado.
Si existe una moralidad institucional, es decir una real concepción del Estado que
ve en el ejercicio democrático cierto (no en la democratería, que sólo admite
elecciones pero no una participación política efectiva), la posibilidad de no recurrir
a la violencia legal, el uso ético de los elementos tierra agua sería un factor de
desarrollo. Pero en Latinoamérica el Estado es inmoral (llegando a legitimar la
corrupción) y las clases intelectuales, desesperadas frente a esta inmoralidad
sostenida por aparatos represivos, se vuelven amorales y se quedan en
discusiones ajenas a su entorno, evidenciando un coloniaje amplio de
pensamiento. Y una gran dependencia ideológica de la metrópoli.
..................................................................................................
El espacio vital y la idea de pecado.
El hombre diferencia su espacio de otros en términos de moral. Podría aseverar
(y esto hace parte de la discusión) que el espacio vital no es otra cosa que el
espacio moral que se plantea una comunidad política, no en términos de Estado
sino de apreciación del contexto en el que vive. Y en esa moralidad, establecida a
través del ejercicio del inconsciente colectivo y la tradición oral, asimilada en la
casa propia, en la de los familiares, en la de los vecinos y en los primeros años de
escolaridad, es donde se visualiza el espacio necesario para ejercer la dignidad
de vivir. Y es bajo esta óptica donde entra a definirse lo pecaminoso, entendiendo
como pecado aquella acción que va contra la costumbre determinada. O que es
desconocida dentro de la moral y, por lo tanto peligrosa y atentadora contra los
valores establecidos por la colectividad.
Como he planteado, las culturas se definen en calidad de escogidas, centros
únicos, ombligos. Y quienes no hacen parte de esa cultura, serían los
desamparados, aquellos sobre los que no pesa una protección divina determinada
o de un dios con categoría de primero y único. Esos, los desamparados, serían
los pecadores, los que se hace necesario ver mal para mantenerlos en línea. A lo
largo de la historia, los pecadores aparecen en la misma colectividad. Son los que
se oponen al sistema, los que cuestionan, los que son diferentes. Pecan, se los
señala, se les hace un juicio y se les impone una pena. Si la cumplen, el pecado
queda sin efecto. Si persisten en el pecado, se los expulsa de la comunidad.
Estos casos los ilustra la Biblia desde el principio (caso de Adán y Eva), la
expulsión de los judíos de España (de aquellos que no se quisieron convertir), la
Inquisición; la expulsión de la sinagoga de Baruj Spinoza, Uriel D`Acosta y Juan
del Prado; los anatemas de la Iglesia, las penas de destierro, el archipiélago de
Gulag y "los manicomios", la cancelación de los derechos civiles y las listas
negras en U.S.A. etc. Como puede apreciarse, han sido muchos y variados los
sistemas para castigar y señalar a un pecador. Pero ellos (los pecadores
endógenos, a los que les asiste el derecho a la defensa) no son como los
pecadores exógenos, que son peores y necesario combatir a sangre y fuego
porque han sido clasificados como bárbaros, como infieles, como paganos. El
pecado de los desamparados es atroz, por eso encarnan las ideas del demonio. Y
como son el diablo, la comunidad legitima la guerra contra ellos. Desde Roma
hasta Goebbeles, el pecado de los desamparados está representado por la
diferencia. Las tropas de los césares luchaban contra gentes deformes en
términos míticos: gentes de un solo ojo, de enormes colmillos, sin cabeza, con
pies enormes que les servían de sombrilla etc., de esa manera sus batallas eran
heróicas Toda esta imaginería de la deformidad estuvo presente en la literatura
medioeval y renacentista (el Libro de las Maravillas, los textos de Pigaffeta,
algunos extractos del libro de Marco Polo, entre otros) y llegó a su cúlmen con la
propaganda nazi, donde a los judíos, a los gitanos y a los homosexuales se los
mostraba como seres completamente degenerados y enfermos. Y claro, estas
imágenes de la pestilencia y el pecado, lograron que el pueblo alemán justificara
el exterminio de estos colectivos.
A través de la idea de pecado y de la lucha necesaria contra los pecadores
(representados en la diferencia, como sucede con el latinoamericano feo), el
espacio vital de una comunidad se amplía justificando la invasión: in contra el
malo, sacarlo de sus tierras, borrarlo para que no se multiplique, todo esto en
nombre de unos principios comunitarios que sólo entiende como bueno lo idéntico
y como malo lo diferente. Y es "obvio" le acaecen más cosas atroces a
"consecuencia" de su actividad pecaminosa. Sobre ellos recae el castigo de la
divinidad y, por extensión, la del hombre. Basta ver lo que sucede con los
enfermos de Sida y aquellos que carecen de un techo y un reconocimiento social
(los "desechables", como cruelmente e intolerantemente se los demomina).
Desechables que están en el rango de los nuevos bárbaros: pobres absolutos,
drogadictos, inmigrantes, enfermos mentales...
Los puros contra los impuros, de aquí que con relación a estos últimos se acuñen
términos como limpieza y se justifiquen estas acciones como necesarias para que
la comunidad que limpia reafirme su identidad. El caso de ku-klux-klan es bien
ilustrativo. La raza blanca, libre de pecado, contra los hombres negros,
representantes del diablo. Cuando la cruz arde, son los hombres del clan quienes
se purifican.
El espacio vital nacional.
Hasta nuestros días, cuando ya el concepto de nación hay que revisarlo porque
muchas de sus premisas iniciales ya no se cumplen, la nación de definía como el
espacio propio de una similitud racial, una religión e historia comunes, una misma
lengua y un mismo gobierno. Con base en estos principios se establecía la
condición nacional. Pero ya los nacionales no son los idénticos sino los que tienen
unos mismos derechos frente al estado. Son los ciudadanos y las instituciones
que los representan. Multiplicidad de razas (en varios casos legitimadas con el
mestizaje) conforman una nación, al igual que variedad de religiones. Sin
embargo, las lenguas distintas dentro de una entidad nacional no están
legitimadas, dado que las lenguas resultan siendo el soporte de las culturas y el
elemento diferenciador (significados propios) por excelencia (los enfrentamientos
entre Itus y Tutsis, grupos negros, lo confirman: sus lenguas son diferentes. Como
son distintas las lenguas de los castellanos y los vascos, las de los catalanes y los
gallegos, las de los bosnios y los servios - enfrentados a través de lenguas
religiosas- etc). Las lenguas construyen el conocimiento y el espacio vital
nacional.
En primera instancia la lengua es clánica (nominadora de objetos, sujetos y
valores) y es a través de ella como se crea el mytos y el logos, o sea los principios
religiosos y las razones del clan, que no son otra cosa que la visualización y
justificación del espacio vital. La lengua es la que permite la nominación y el
significado primario (la definición). La filosofía, además de un ejercicio del
pensamiento, es una muestra inteligente del lenguaje. Es la palabra que crece,
que define en otras instancias, que significa, racionaliza y compara. Y al significar,
racionalizar y comparar, define la territorialidad de un colectivo. Y el nacimiento
del conflicto, que nace del enfrentamiento entre significados y definiciones. La
nación es una suma de valores construidos mediante un lenguaje. Y en esos
valores está la religión, la historia, el pensamiento. Incluso, dentro de una misma
lengua madre, se dan diferentes lenguajes (jergas, dialectos: lunfardo, espanglish)
o anexos a las lenguas o lenguas secundarias (un islámico bosnio lee su religión
en alifato, un judío español recurre a sus ritos en hebreo, un latino en los Estados
Unidos habla inglés en la calle y castellano en la casa o en su calle y lugares de
reunión de barrio).
La lengua habla de los elementos que conforman la identidad y la nacionalidad. Y
por extensión el espacio vital necesario para que esa nación se integre en
instituciones políticas y en conocimiento común, o sea, en todo lo tocante a su
concepción de verdad. La nación es una verdad común de la que se habla y se
escribe, en la que se aprende y determinan diferencias con el otro: pertenecer a
una raza superior, a una religión verdadera, a un pueblo elegido. Estas diferencias
son bidireccionales, pues un colectivo las asume como propias y el otro se las
acepta (coloniaje cultural) o se las combate como reacción de dos verdades
encontradas: pasa en el caso de las subcomunidades (los campesinos frente a los
citadinos. La lengua, también, establece palabras para despreciar y burlar al otro,
para situarlo en condición de inferior (payos, goim, infieles, paganos, indios,
negros, charnegos, sudacas, brutos etc). Y sobre la condición de inferioridad del
otro, que ya es parte de la percepción nominada con el lenguaje, se limita el
ingreso a la nacionalidad. Y a la partición debida de los bienes (en la idea de lo
debido se mantiene latente el conflicto).
Sin embargo, es también en el lenguaje donde es posible crear la base de la
tolerancia. El ejercicio del diálogo, este situar palabras sobre la mesa buscando
puntos en común, amplia el espacio vital nacional, no en términos de extensión
sino de real crecimiento y progreso. Porque no se trata de adquirir espacio vital
sino de poner a producir el que se tiene. No es el desierto seco (con sus
violencias) el que avanza y crece sino el desierto que se siembra. De hecho, las
naciones no son sujeto de espacio sino de uso del espacio. Y el espacio vital es
entendible bajo supuestos de civilización, entendiendo por civilizado el individuo
que reflexiona y tolera, que pacta y logra del pacto un bienestar común. Pero
estos supuestos de civilización, fundamentados en el lenguaje y el conocimiento
que éste encierre, siguen enmarcados dentro de la utopía Frente a lo que vemos
hoy, pareciera que el lenguaje siguiera nominando y definiendo objetos de
supervivencia y de guerra. Y al otro en calidad de enemigo (los nuevos bárbaros,
"identificados" a través de la fealdad - que es un subjetivismo- en el cuerpo y en el
traje), enemigo que se caracteriza porque es pobre y no carga consigo algo
escaso para intercambiar y que representa aquello a lo que tememos: la muerte.
Acotación:...............................................................................................................
En América Latina la formación de la nación todavía está en proceso. Por esta
razón asistimos a un espacio vital entendido en la búsqueda de espacio físico que
asegure una tenencia de la tierra y unas fronteras seguras contra aquellos que
han sido desplazados de sus territorios iniciales. Es espacio vital para aplicar la
violencia legal (la del Estado a favor de unos pocos económicamente estables) al
inferior económico. Es conflicto sobre el que se legisla y no se cumple. El lenguaje
en Latinoamérica es retórico y críptico, como lo fue en España hasta franco.
Lenguaje que permite todas las interpretaciones posibles y, por lo tanto, todas las
violentaciones. No hay ley, existe una interpretación legal que se opone a lo que
es justo.
.................................................................................................................................
El espacio vital social.
Los seres humanos hemos construido sociedades para lograr entendernos y
entender lo que nos rodea. Y estas sociedades crecen mediante el debate (la
discusión política), los deberes pactados y los derechos resultantes de ese
cumplimiento. La sociedad es lo que nos hace socios, partícipes y actuantes.
También lo que permite delinear un futuro colectivo. Las sociedades, entonces,
para poder funciona, establecen la ley, aquellas normas precisas (y pactadas
como buenas) que definen la calidad del comportamiento dentro el entorno social.
La ley establece las jerarquías, las instituciones y las acciones (previo
conocimiento y entrenamiento) posibles para una optimización del espacio vital
construido: la sociedad, entendida a través de sus pactos (sociedad civil), de sus
ritos (comportamiento cívico - para sostener la imagen de la sociedad y generar
identidad- y urbanidad: comportamiento ritual con el otro) y de sus logros.
Podríamos decir entonces que en el principio social fue la ley, la norma, nacida de
unas creencias comunes (de no haber sido así no se hubiera podido pactar) y de
unos intereses que delineaban progreso para todo el colectivo.
Pero esa ley, en lugar de ser el fiel de la balanza, se convirtió en paradigma. Y
que cada vez que se revisa, siempre llega tarde a la realidad que acontece. Es
que actúa sobre lo conocido y no sobre lo que acontecerá. La ley no prevé que las
costumbres son mutantes, que la moral varía (o témpora o mores) y al
presentarse estos cambios la ley deja su condición de línea rectora para
convertirse en objeto de represión bajo la excusa de salvaguardar las costumbres.
Costumbres que varían y enfrentan espacios vitales sociales: lucha de clases,
violación de la ley, ruptura ética. Parodiando a Rousseau, podría decir que el
hombre nace bueno, pero la estaticidad de la ley lo corrompe. Y lo corrompe
porque su espacio vital no crece y entonces hay un ahogo y, como consecuencia,
una salida violenta.
La ciudad, símbolo y construcción de la sociedad, se ha tenido siempre como un
espacio de protección. Ya en la antigüedad, los hombres se refugiaban en las
ciudades. Entraban allí y se ajustaban a unos deberes (comportamiento, pagos de
impuestos) y a cambio recibían la protección del señor de la ciudad, afincado en
un castillo elevado desde donde lo podía dominar todo. Un todo era fácil de
controlar dentro de la muralla y desde las torres y las almenas. Pero cuando la
ciudad pierde su demarcación física, cuando comienza a girar alrededor de una
plaza (como en el caso de las ciudades latinas, donde la ciudad crece alejándose
del poder central o se extiende siguiendo una calle (la ciudad sajona, en la que
sucede algo similar a la ciudad latina), el control se hace más difícil. En la ciudad
primera comienzan a construirse otras micro-ciudades, pero no aisladas de la
ciudad inicial sino creadas dentro de ellas. Esta unidades culturales (no
subculturas, como la intolerancia ha querido denominarlas), se definen en
condiciones sociales (clases), de oficios (actividades industriales y comerciales),
religiosas etc. y, aunque hacen parte de la nacionalidad, tienden a separarse de
ella por su ejercicio de costumbres. La ley comienza a no ser para todos, ya por
desconocimiento de la ley (no hay presencia de ella) o porque la ley desconoce
las nuevas entidades sociales y no actúa debidamente sobre ellas. O actúa dando
lo que en principio es básico (servicios públicos, permisos de establecimiento),
pero no permitiendo que se avance para que eso básico se sostenga y sea la
base para el progreso de lo social (La educación se detiene, las posibilidades de
trabajo disminuyen, la protección buscada cada vez es más escasa, el ejercicio
del poder más violento etc).
¿Por qué se viola la ley? ¿Por inconformidad?, ¿porque lo legal no es lo justo?
¿Por qué el Estado miente y destruye la moral con sus actuaciones? Creo que la
ley se violenta por enfermedad (en el caso de los criminales natos), por iras mal
contenidas (una pelea, unos celos), por desesperación (no hubo otra alternativa),
por variadas situaciones se enfrenta un sujeto con la ley (aquello de que la
ocasión hace al ladrón etc.) Pero, en el caso de conflicto, la ley se viola por
estado de pobreza y desamparo, por agresión de las instituciones del Estado y la
sociedad establecida como legal y que atenta contra el individuo. Y lo que es peor,
por sentimiento de pobreza, lo que hace ver peor la situación vivida. Aclaro: la
pobreza es la carencia, el sentimiento de pobreza es saber que uso pocos mal
utilizan lo que por derecho me pertenece y ahora me hace falta: el espacio, los
alimentos, el descanso, la libertad, el ejercicio del cuerpo, la belleza. También
nace el sentimiento de pobreza debido a la incapacidad que tiene la mayoría de
acceder a la oferta cada vez más creciente de bienes materiales que trascienden
lo básico y se fundamentan en deseos psicológicos cada vez más laberínticos y
difíciles de satisfacer, y de sitios de honor. Antes de que la sociedad luciera los
bienes en la calle (cosa que todavía no seda en el mundo islámico), el pobre
superaba su pobreza en el momento en que se sentía con lo necesario básico. Y
comenzaba su riqueza cuando agregaba algo de más a lo necesario: dos gallinas,
tres sombreros, un pantalón de más, un par de monedas guardadas en un frasco.
El pobre mismo medía su riqueza en la intimidad. Pero cuando ese pobre vio a
otros que exageraban su riqueza, que lucían lo innecesario, que gastaban a
manos llenas en escenarios nunca imaginados, el pobre asumió el sentimiento de
pobreza, la burla a sus esfuerzos, a su trabajo, a sus sueños. Y se sintió más
pobre de lo que en realidad era. Entonces nació la ira y la frustración. Y la
violentación de la ley. Cuando Trotsky asegura que el estado no es otra cosa que
el ejercicio desmesurado y legal de la violencia, su posición nace de lo visto en la
Rusia de los zares, de los visto en Europa, de lo visto en México. Los poderosos
desfilando por las calles para demostrar su poder y, así, sembrar un sentimiento
desmesurado de pobreza: la humillación.
En la sociedad primaria conformada por principios básicos, éstos comienzan a
resquebrajarse cuando se hace ostentación de la riqueza y de un poder que
recurre cada vez más a la mentira. Al ser testigos de la riqueza lucida, se
cuestiona la ética de los que ostentan, la moralidad (¿dónde queda la austeridad
pactada para tener siempre existencias comunitarias?), el ejercicio del poder. Ya
no es el héroe, es el dueño de los bienes de capital o el político corrupto que se
ha nutrido de las arcas comunes. Y si bien el hombre pobre, que es el más común
y numeroso en la sociedad (esa es la fuerza productiva), se refugia en la religión o
en sus micro unidades culturales, evitando en lo posible asistir al desfile de la
ostentación, al final termina teniéndola en la nariz. Ya no es el rico quien la
ostenta, ahora es su vecino que ha violado la ley y viene hasta él y luce los
resultados de esa violentación. Nada tenía que perder y ha ganado. También la
hija del vecino que permite que otros violen la ley en ella, violación que le permite
ostentaciones. Y así muchos, ya en calidad de esclavos serviles, de renegados
del grupo, de espías en el grupo. La micro unidad cultural, entonces, se reciente y
trata de defenderse de los elementos exógenos que la agreden. Pero no es
luchando contra los propios sino contra la causa prima, la otra sociedad, la que no
le ha permitido la intimidad alegre del logro obtenido ni la belleza de la estética, la
que le ha señalado como siervo y con la riqueza le demuestra que jamás podrá
salir de ahí. Los grupos sociales altos, apoyados por la legalidad, ejercen el
clasismo y el racismo, establecen la estética y sofistican la idea de placer. Y el
marginal, responde con violación de la ley. Con conocimiento de esta situación,
Rawls, en su propuesta de la justicia, propone como solución la equidad, es decir,
unos principios igualitarios que acerquen a los hombres y no, como sucede hoy,
los alejen. Alejamiento que se produce cuando aparecen la ostentación y el
sentimiento de pobreza.
Los miembros primarios de una sociedad, primero los patricios y luego los
plebeyos arribistas, acaban generando un interés propio sobre los intereses
colectivos: esto lo da el ejercicio del poder y el deseo de evadir deberes para sólo
usufructuar derechos. Quién más goza de derechos, más poder representa. Y
como para el ejercicio de un país de jáuja personal es necesario que los deberes
los asuma otro, comienza la explotación social. Explotación que aprovecha los
tiempos de escasez, cuando la mano de obra en oferta es mayor que la demanda,
para establecer salarios mínimos y así obtener unos niveles de rentabilidad más
altos para quienes contratan y reparten de acuerdo con los presupuestos legales.
De esta manera, a más de trabajo, se logra diferenciar mucho más las micro
unidades culturales. En este punto, la sociedad se divide en dos: la que ostenta la
riqueza y las que asume de manera más cruda el sentimiento de pobreza. La
ciudad poli-dividida, la sociedad desmoronada, el conflicto en orden. Y en contra
del poder, que ven como un generador de males y no de bienes. Y este conflicto
se convierte en lucha de clases, en resentimiento, en enfrentamiento de
conocimientos, en diferencias de lenguaje, en ideas encontradas y dispuestas al
combate, a la búsqueda de un espacio vital dentro del modelo social que en lugar
de brindar oportunidades las quita..
En las sociedades de los santos padres (los cuáqueros y otros similares), en el
ghetto judío, en la Antioquia austera y en la ciudad islámica, la ostentación de la
riqueza se llevaba a cabo al interior del hogar, lejos de las miradas de otros. De
esta manera, el sentimiento de pobreza que pudiera recibir alguno en la calle era
mínimo. Y ese otro, que no era agredido con la ostentación, se sentía en la
posibilidad de crecer. Además, existía un lugar donde todos eran iguales: la
sinagoga, la mezquita, el templo. Allí todos eran iguales y sociales. Carentes del
sentimiento de pobreza, el orden tenía un sentido. Y hablo de orden en términos
de construcción social, de reconocimiento en el otro y su trabajo. Pero esas
fueron sociedades extrañas, fundadas de acuerdo con una ética con mano de
hierro (muy similares en su funcionamiento a las sociedades maffiosi), muy
distintas a la auto-estructuración social que habitamos hoy. Auto-estructuración,
digo, ya que la sociedad actual se ha ido construyendo sobre interese propios y
está cifrada en la diferencia y en la conflictividad, y en paradigmas legales y
sociales que no se ajustan a la realidad de las micro unidades culturales que ya
son parte de la nueva sangre social, de sus venas y arterias, de su cerebro. Las
sociedades cambian en la medida en que los individuos aumentan. Ahora, si los
que aumentan son los desprotegidos y los burlados, la sociedad inicial está en
peligro. Claro que por ahora se defiende con la represión y los ejércitos privados.
Pero, ¿y cuando aumenten los pobres en la puerta, señor conde? Que para
acabar con todos no da el tiempo...
Acotación:...............................................................................................................
La sociedad es el modelo de la familia y no como hasta ahora se había
pregonado, que la familia era el modelo social. No lo es por la sencilla razón de
que la vida ya no se logra al interior del hogar sino fuera de éste. No vivimos ya
en casas que se auto abastecen, hoy es necesario salir a abastecerse afuera. Y
afuera es la lucha y el conflicto, que unos lucen lo que otros ven con rabia. Y no
es ira nacida de la envidia sino de la valoración de lo lucido, que a veces con el
dinero que vale un solo evento social se lograría la solución esencial de los
problemas básicos de un colectivo. Decía hace unos años Jaime Sanín Echeverri
(hombre conservador y cristiano, burgués y con buena posición política) que la
próxima revolución la iban a hacer los capitalistas. Con esta palabras quería decir:
la base se tomará la cúpula, tanto la desea y tanto castigo por ostentación y
legalidad ha recibido de ella. Y no se sabe qué pasara, porque los malos ejemplos
cunden. Malos ejemplos para los que se niegan a aceptar las mutaciones que
sufren las morales generales y las micro.
El ejercicio del poder, cuando es desmesurado y no está debidamente auditado,
comienza a desconocer los caminos éticos y morales pactados. Se miente y
engaña desde el poder y lo político se vuelve politiquería. Y el concepto de lo
equitativo se pierde, generando otro concepto de justicia. Planteado en otros
términos, frente a la inmoralidad, lo justo se enfrenta lo legal. Y fundamentados en
una justicia que acrecienta el poder de la sociedad y el del Estado, el pacto social
se corrompe y se legitima lo inmoral (que es una forma criminal) y la amoralidad
( desconocimiento intelectual premeditado de la moralidad).
.................................................................................................................................
El hombre en conflicto:
A. El problema básico del hombre moderno, su motor de conflicto, es la carencia
de espacio vital para un debido desarrollo de su identidad y de una moralidad que
le permita hacer de esta vida la mejor vida posible, no a través del
almacenamiento desmesurado de bienes y dinero sino mediante un pacto que le
asegure su condición de ser político, es decir, de poderse mover dentro de lo
diverso obteniendo lo necesario y sin ser agredido moral ni legalmente. En otros
términos, el hombre busca la legitimación de su libertad, no de manera anárquica
ni de especulación, sino a través del conocimiento que le permita estar en la
construcción de una verdad y en los cimientos de una moral. El hombre requiere,
más que nunca, ser integrante de una nación que le asegure su condición de ser
humano. Y no lo que vemos hoy, gente a la defensiva y al ataque.
Y este conflicto de la modernidad (o de la posmodernidad, si se quiere) es un
conflicto social y urbano. Lo rural, aunque en existe como clasificación geofísica,
en términos políticos ya es una mera referencia de la historia. Aquella grandes
sociedades rurales del siglo 19, ahora son extensiones de la urbe, de la civitas.
Tendríamos que halar de lo rural-urbano. El mismo Estado, que es una
concepción urbana, dirime sobre estos sectores desde la realidad ciudadana y no
desde la realidad rural, obligando al campesino a ser un ciudadano atrasado,
pues lo estatal le llega con criterios modernos sin que él (el campesino, el
inmigrante) haya asumido la modernidad. Lo urbano implica actitudes y tiempos
urbanos para el Estado y su gobierno, lo que lleva que no se gobierne sobre la
totalidad (que maneja otros tiempos y otras espacialidades). Y esta urbanización
de lo político (sobre todo en Latinoamérica) ha llevado a que se aplique la
modernidad (lo nuevo en términos globales y de metrópolis desarrolladas) sin que
se tenga un pensamiento actual ni una educación moderna que clarifique los
nuevos conceptos o al menos la visión urbana del Estado. El método supera la
aplicación. Y lo que es peor, como el método se ajusta a una casuística
determinada y particular, cuando se aplica como fórmula global rebota. Es por
esto que los conflictos siguen vivos y crecientes, porque son atacados con
genéricos y no con tratamientos locales y acordes con la realidad.
La concepción de un mundo urbano, cuando realmente las urbes siguen teniendo
una buena cantidad de micro culturas campesinas o que se mantienen como tales
porque las oportunidades soñadas no se dieron (frustración de los inmigrantes,
casi todos provenientes de pequeñas aldeas, que al no lograr el objetivo de ser
ciudadanos se refugian en su moral anterior), crea un enfrentamiento con la
concepción de realidad que asume el Estado. Y genera violencia en la ciudad,
porque la moralidad de lo rural-urbano (cifrada en buena parte en supervivencias)
es muy diferente a la moralidad de lo urbano, donde la idea de progreso político y
económico excluye a la mayoría. Y esta mayoría, para sobrevivir, viola la ley y
genera violencia o costumbres permisivas que acabarán legitimando ciertas
actitudes cuasi delincuenciales, como aquellas de la que "el vivo vive del bobo", lo
que ya implica una permisividad que conduce al delito en calidad de acto cuasi-
heróico. Visto desde otro ángulo, cuando el ejercicio urbano del poder excluye a
un grupo (o lo detiene), la inteligencia práctica del excluido vuelve a los ejercicios
primitivos de la caza. Y en esta cacería (lograr lo que se pueda) nace y se cría el
conflicto. Nace y se cría con base en una nueva moralidad, no aceptada por el
Estado, pero legitimada por la comunidad en la que se da.
Ahora, en este mundo urbano, el ser humano se vuelve cada vez más anónimo y
sus actos apenas si se reconocen. Es masa productiva, masa desempleada,
masa deportiva, masa que se desplaza dentro de la urbe buscando empleos
adicionales que le permita superar el sentimiento de pobreza. Y como el
sentimiento se incrementa con las nuevas ofertas y ostentaciones, las
frustraciones son mayores y el sentido de retaliación (resentimiento) social
aumenta porque la idea de progreso, desvirtuada por las tendencias (paradigmas
de moda: dinero fácil, reconocimiento fácil) que publicitan los medios de
comunicación, minan la moralidad pactada de un progreso continuado y no nacido
del azar (como los medios lo proponen: cantantes, futbolistas, artistas,
argumentos de telenovelas etc). Y este exceso de información (no de
conocimiento) para el consumo y legitimación del ocio de las clases poderosas,
que se apoya en imaginarios ordinarios, es un ingrediente poderoso en la
situación y ubicación del hombre en conflicto.
Acotación:................................................................................................................
La modernidad urbana de América latina, es una modernidad de papel y avisos
luminosos. Esta modernidad, legitimada por la información natural (lo que exhibe
delante de nosotros) dentro de nuestra propia casa o en el entorno cercano, nos
muestra los paradigmas a seguir o al menos a desear; paradigmas la mayoría de
las veces inmorales (como se aprecian en los telenoticieros, telenovelas y
películas de violencia) y en algunos casos amorales (cuando no se sujetan a la
realidad pactada que vivimos). En la urbe moderna latinoamericana, la civilización
la estamos confundiendo con libertad de consumo, con honores altamente
perecederos, con crecimiento de una minoría que ostenta el poder y la represión
legal a favor. Ya la urbe no es un centro donde se accede al conocimiento (como
lo era el siglo pasado), sino un centro donde se ofrecen cosas para comprar, sitios
para visitar, gente con poder que ver. Y el sueño de un sitio donde trabajar, no se
ve o requiere de ayuda especializada (clientelismo) para conseguirlo. Nuestras
ciudades modernas dan miedo, para quien llega a ellas y para aquel que las
habita. Son un sitio donde el espacio vital se reduce a la par que el poder se
vuelve más ostentoso, mentiroso y represivo. Y como anotara Octavio paz, sólo
crecen en miseria. Y en todos los conflictos que esta genera.
.................................................................................................................................
B. Pero el conflicto del hombre no es meramente urbano, aunque su espacio
urbano es el que lo lleva a inmiscuirse en acciones conflictivas que, al crecer, se
convierten en conflictos nacionales. Y para controlarlos, es bien sabido que la
estrategia política utilizada (para resolver conflictos internos) es crear conflictos
externos. Así, cuando la comunidad desunida y conflictiva ve que está siendo
agredida desde el exterior, de inmediato se une, deja sus rencillas y asume el
reordenamiento moral. De esta manera las tensiones internas se desplazan hacia
el fantasma exógeno que la agrede. De esta forma, el Estado represor se
convierte en Estado conductor. Y así asistimos a las guerras en el Medio oriente,
en la Ex Yugoslavia y en África. Y a las que vendrán en nombre de los
fundamentalismos religiosos y políticos, del agua (a medidos de este siglo era el
petróleo), de la tierra y sus ventajas comparativas (recursos y reclamo de pago de
deuda externa). Estas guerras, que comienzan siendo internas y nacidas a
consecuencia del uso y propiedad de los bienes de capital (que son los que
generan el empleo y la circulación de dinero), se trasladan al exterior y, en a
agresión de una nación a otra, las frustraciones se subliman mediante el uso de
las armas. El en otro nacional y agresor "justificado" (porque son ellos los que me
quitan el trabajo, los que no me permiten vivir tranquilo, los que drogan a mis hijos
etc), se combate al Estado. Pero no se le dispara a él sino a la proyección de él
representada por y en el otro. Combatiendo al malo señalado, combato a mis
temores y las acciones indebidas que el Estado tuvo para conmigo. Esto en el
caso de que el estado logre liderar la acción hacia el exterior, que donde esto no
se logre, la acción se torna anárquica y revolucionaria (como aconteció en la
Rusia de 1905-17).
Decía Mijail Bakunin que una revolución por de avanzada que sea, cuando se
toma el poder, debe tornarse conservadora para mantenerlo. Y bajo esta premisa,
se legitima de nuevo la represión. Y el hombre sigue en conflicto, enfrentado al
poder y a quienes lo representan, a las leyes que no cubren con su acción a la
totalidad y a las instituciones que en lugar de ser políticas se politizan. Y es esta
politización (sinónimo de ineficiencia y corrupción), la que alienta los
desplazamientos humanos y, en la actualidad, el mercado de las armas. Porque
cuando el hombre se desplaza y termina viviendo en condiciones de paria
(amontonado, promiscuo, frustrado) asume su condición de cazador primitivo y de
jefe devorador de elementos prohibidos o, al menos, de retador de ellos. Como en
el Señor de las Moscas, de William Golding, el ser humano, cuando asume
condiciones cuasi imposibles de vida, torna a la horda y el liderazgo en ella lo
tienen quienes demuestran valor con las armas y a la vez asumen contacto con
divinidades infernales que dotaran de poder a la comunidad hórdica para ir contra
aquellos que la generaron. Comunidades así ya las vemos en América Latina y en
ciudades como Los Ángeles y New York (también en otros sitios en Europa y
Asia), donde los desplazados sociales (desempleados, frustrados urbanos,
enfermos mentales permitidos, gente sin futuro, drogadictos y rechazados)
asumen el horror y lo acaban legitimando como moral básica. Es que ya nada
peor les puede pasar.
C. La libertad es un concepto que en ocasiones toma tinte de quimera: se lo
puede pronunciar, pero es muy difícil de concebir (Baruj Spinoza habla de cómo
podemos pronunciar círculo cuadrado, pero nos es imposible entenderlo). Y en lo
que toca al conflicto, la libertad social es algo que en lugar de facilitar la moral, la
agrede. La libertad está unida a la ley, esta regida por ella. Y por los intereses de
quienes se ajustan a lo legal. Por ejemplo, yo soy libre de ir a trabajar, de
encontrar un trabajo, pero no tengo donde ir ni cómo ejercerlo. Soy libre de
ocupar un espacio, pero el espacio es de otro. Soy libre de desplazarme, pero las
fronteras detienen mi desplazamiento. Y así a la N. En tiempos de la esclavitud
negra (también la hubo blanca, pero las condiciones históricas y morales fueron
distintas), el esclavo que era liberado recibía la libertad con miedo. Sabía que ya
era libre, pero esa libertad le negaba el espacio y la alimentación. Era libre, pero
su condición era la del otro, la del marginado, la del sospechoso. Esto, que es
historia, vuelve a repetirse no ya con tintes raciales sino sociales: el desposeído
es libre, pero su libertad lo pone en problemas: para los otros, los poseedores, es
feo, sospechoso, ignorante, peligroso. Entonces, para liberarse del problema, se
convierte en lo que el otro piensa de él. Y asume la condición inmoral, conflictiva.
Condición de la que los medios hablan y exageran, llevándola a umbrales de
heroicidad. Y cuando aparece el héroe, nacen los mitos y comienza a construirse
una sub- moralidad que es aceptada y legitimada por quienes encarnan el
conflicto habido en la aceptación de ser un problema. Y en esa sub- moralidad, se
ejerce la libertad de riesgo, que al menos es una libertad que no se teme porque
genera "honores" y riquezas.
Es evidente que los medios de comunicación, en su afán de informar a cómo de
lugar y con tintes novelísticos, han ayudado a conformar y robustecer las morales
de los sujetos en y de conflicto, sobre todo entre los desprotegidos sociales que,
al informarse de las acciones atrevidas de sus héroes y líderes, asumen un
paradigma que les dice que están en igualdad de condiciones para lograr el
objetivo, que sólo se requiere decisión y valentía. Y, al ismotiempo, los medios,
legitiman el poder del conflicto, llevando a que la sociedad protegida (sino política
al menos económicamente) entre en posición defensiva, reafirmándose el
conflicto sobre el que se informa más de manera emocional que racional. Y sobre
el que se actúa ídem. Ernst Cassirer, en El Mito del Estado, asevera que los mitos
entre más irracionales (en el desarrollo del conflicto la irracionalidad está
presente) más credibilidad tienen. Algo similar aseguraba Indro Montanelli en la
Historia de Roma: cuando se reacionalizaron los mitos romanos, comenzó la
decadencia.
La visualización del conflicto. La negociación.
A lo largo de este ensayo, he sostenido la tesis de que los conflictos nacen de la
carencia de espacio vital y espacio social, y de un ejercicio del poder
fundamentado en la legalidad y en la ostentación y no en la justicia. Con Rawls,
afirmo que todo conflicto es un problema de equidad y es en busca de la equidad
a donde deben apuntar los esfuerzos del Estado si se quiere crear una identidad y
una nación sólida, ética y con una fuerte base moral. Y con Baruj Spinoza, asumo
que la tolerancia (la continuidad del conocimiento en nosotros y en el otro) es
única actitud posible para delimitar el conflicto y reducirlo a un punto controlable y
funcional para las partes que negocian.
En primera instancia, un conflicto se visualiza a través de actores (agentes del
conflicto), factores (causas del conflicto), situaciones (realidades del conflicto) y
escenarios (espacios en conflicto). Y de un mapa histórico que detente las raíces
de la actitud conflictiva, porque los conflictos no aparecen por generación
espontánea sino que tienen un soporte en la historia de las partes que asumen la
negociación. Las causas, aunque a veces se las hace aparecer como
coyunturales, tienen un referente pasado: historia de los actores, un inconsciente
colectivo, una moralidad que se representa y otra que fue representada (memoria
e incertidumbre), unos pactos éticos y unas rupturas habidas en él y un lenguaje
utilizado como definición del mundo y su valoración en el yo, el tú y el él. Y estas
constantes de análisis también tocan a la situación y el escenario.
Un conflicto antes que visualizarlo como un problema, es necesario verlo como la
resultante de unos hechos sucedidos, de un espacio vital violentado y de un pacto
ético roto. De lo contrario, será imposible negociar en términos de tolerancia,
entendiendo por tolerancia en la negociación aquella actitud (virtud, porque con
base en ella se obtienen logros) que no asume verdades absolutas. Las verdades
absolutas (que filosóficamente no lo son porque estarían negando la posibilidad
de avanzar en el conocimiento), han sido siempre factor de enfrentamiento entre
los hombres. La verdad, la debemos entender como un hilo conductor de la
moralidad de un colectivo, como un pacto de realidad subjetiva que permite
funcionar como motor de costumbres y variables de progreso. Ahora, esta verdad
se comparte con base en la tolerancia y al ser compartida se negocia para que las
partes en conflicto se nutran de ella (de la verdad mía y la del otro). Con base en
este presupuesto (la verdad compartida), crearíamos las verdades normativas,
estas que dan una solución al conflicto porque nos permiten acceder a una
realidad común. Verdades normativas que harían parte de un pacto ético para una
moral que vaya en beneficio de todos (y los que ellos representan en términos de
espacio y tiempo) los que se han sentado a negociar y a compartir manejos
políticos y ejercicio del poder como soporte de Estado. Toda negociación,
entonces se fundamenta en un nuevo orden nacido del pacto y no de la
destrucción del otro ( ya la historia nos habla de los fracasos de la paz de la
victoria, donde los vencedores acaban siendo asimilados de manera - las más de
las veces brutal- por los vencidos. Los bárbaros y Roma, los nuevos bárbaros y
Occidente).
La inteligencia no es exceso de información sino buen manejo de la información
(convirtiéndola en conocimiento para la solución de problemas) y comprobación
de ésta. Bertrand Russell, en El Conocimiento Humano, determina que la idea de
progreso se fundamenta en el conocimiento positivo, en aquel que se sacude el
empirismo a través de la comprobación de causas y efectos para que las
situaciones erradas no vuelvan a producirse. A lo largo del tiempo histórico,
hemos asistido al esquema ensayo error y en la actualidad, dada la información
acumulada, podemos ya determinar las causas y razones que llevan al conflicto
en el hombre. Tenemos memoria e imaginación. Y esto es lo que se requiere en
una mesa de negociación. Memoria, para determinar orígenes y desarrollo del
conflicto, también de los pactos éticos y las instituciones que hacen posible una
moral. Imaginación, para creer en la eticidad del otro. Eticidad que se dará si se
cumplen los pactos.
Acotación:.................................................................................................................
....
En Latinoamérica, donde las negociaciones tienen más publicidad que contenido
y los objetivos a cumplir se confunden con deseos, el conflicto es creciente
porque lo negociado no se cumple como es debido. Y no se cumple porque las
leyes están por debajo de los intereses personales y del Estado mismo, que
carece de medios eficientes (políticos, económicos y represivos) para cumplir con
lo que pacta. Esta situación, nacida de los primeros días de la conquista y la
colonia, donde se obedecía pero no se cumplía dada la incapacidad para imponer
la ley, sigue vigente hoy en día. En muchos casos no se discute la buena fe de
algunos gobernantes, pero son sólo eso, buena fe. De aquí que sea la misma
sociedad civil (la Iglesia, los ciudadanos) los que busquen una solución pactada a
los conflictos. Solución que se fundamente en lo justo y, como resultado, se
enfrenta a lo legal. Asistimos entonces un círculo vicioso donde para cada
solución existe un problema, una discusión en torno a lo legal y a la interpretación
de lo legal, que cuando afecta al grupo dominante, de inmediato genera reacción
en términos violentos.
.................................................................................................................................
El mundo moderno, que cada vez más liberal debería ser más permisivo (con
base en Rorty y Rawls), ha creado enormes conflictos como el generado por el
neo-liberalismo, política económica que tiene por objetivo crecer los mercados de
las empresas multinacionales a costa de las empresas (desprotegidas técnica y
financieramente) de las naciones donde ingresan, lo que como consecuencia ha
generado más pobreza y desempleo. Y más quiebras de estas mega empresas
colonizadoras, víctimas de su propia ofensiva comercial, pues al empobrecer los
mercados donde actúan su inversión se viene al traste (la desazón bursátil de
1998 nace de que las acciones de estos emporios comerciales cayeron a
consecuencia de carencia de demanda para su oferta). Como respuesta al
neoliberalismo, la Unión Europea comienza a socializarse (Francia, Alemania etc)
para detener al generador de conflictos y crear unas políticas realmente liberales
y justas que permitan el ejercitar una equidad acorde con los nuevos
presupuestos morales y éticos: un espacio vital sin agresión.
Toda negociación apunta a mejorar las condiciones del individuo y del entorno. Y
a sostenerlas. Cuando esto se presenta, existe una sociedad civil y un real Estado
que vigila para que el pacto no se rompa, no reprimiendo sino ajustándose a unas
normas de derecho natural, es decir, adaptándose a la movilidad y vitalidad de las
costumbres. A la libertad que para el bien común ejerce el individuo que accede
todo el tiempo al conocimiento (el guerrero ilustrado), el tolerante que se reconoce
en el otro en la construcción de la verdad.
Fin.
Escrito en Medellín a finales de septiembre de 1998. Y creyendo en las virtudes
de la tolerancia.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Construccion racional valores.pptx
Construccion racional valores.pptxConstruccion racional valores.pptx
Construccion racional valores.pptxNombre Apellidos
 
La ley natural (Mark Passio)
La ley natural (Mark Passio)La ley natural (Mark Passio)
La ley natural (Mark Passio)frostiss
 
Platón y la ética
Platón y la éticaPlatón y la ética
Platón y la éticaJuan Jose
 
Ley natural en Nicieto Vlásquez
Ley natural en Nicieto VlásquezLey natural en Nicieto Vlásquez
Ley natural en Nicieto VlásquezDavid Alcántara
 
Herramientas para el_discurso_etico
Herramientas para el_discurso_eticoHerramientas para el_discurso_etico
Herramientas para el_discurso_eticoNombre Apellidos
 
Técnica de investigación esquemas y graficación de la información
Técnica de investigación   esquemas y graficación de la informaciónTécnica de investigación   esquemas y graficación de la información
Técnica de investigación esquemas y graficación de la informaciónoscartibaduizar
 
Análisis y síntesis Ética a Nicómaco, Aristóteles
Análisis y síntesis Ética a Nicómaco, AristótelesAnálisis y síntesis Ética a Nicómaco, Aristóteles
Análisis y síntesis Ética a Nicómaco, AristótelesDavid Alcántara
 
Conciencia moral
Conciencia moralConciencia moral
Conciencia moraltulioandres
 
Ley natural2
Ley natural2Ley natural2
Ley natural2upaep
 
presocràtics, sofistas y sócrates
presocràtics, sofistas y sócratespresocràtics, sofistas y sócrates
presocràtics, sofistas y sócratesRaquelStone
 
Principios Generales del Derecho Latinoamericano
Principios Generales del Derecho LatinoamericanoPrincipios Generales del Derecho Latinoamericano
Principios Generales del Derecho LatinoamericanoMarta Cazayous
 
Aristóteles: Etica a Nicómaco
Aristóteles: Etica a NicómacoAristóteles: Etica a Nicómaco
Aristóteles: Etica a NicómacoCuartomedio2010
 

La actualidad más candente (19)

20. ley moral natural
20. ley moral natural20. ley moral natural
20. ley moral natural
 
La ley en platon
La ley en platonLa ley en platon
La ley en platon
 
Construccion racional valores.pptx
Construccion racional valores.pptxConstruccion racional valores.pptx
Construccion racional valores.pptx
 
La ley natural (Mark Passio)
La ley natural (Mark Passio)La ley natural (Mark Passio)
La ley natural (Mark Passio)
 
Jubileo 14
Jubileo 14Jubileo 14
Jubileo 14
 
Platón y la ética
Platón y la éticaPlatón y la ética
Platón y la ética
 
Ley natural en Nicieto Vlásquez
Ley natural en Nicieto VlásquezLey natural en Nicieto Vlásquez
Ley natural en Nicieto Vlásquez
 
La ley moral
La ley moralLa ley moral
La ley moral
 
Herramientas para el_discurso_etico
Herramientas para el_discurso_eticoHerramientas para el_discurso_etico
Herramientas para el_discurso_etico
 
Técnica de investigación esquemas y graficación de la información
Técnica de investigación   esquemas y graficación de la informaciónTécnica de investigación   esquemas y graficación de la información
Técnica de investigación esquemas y graficación de la información
 
Análisis y síntesis Ética a Nicómaco, Aristóteles
Análisis y síntesis Ética a Nicómaco, AristótelesAnálisis y síntesis Ética a Nicómaco, Aristóteles
Análisis y síntesis Ética a Nicómaco, Aristóteles
 
Conciencia moral
Conciencia moralConciencia moral
Conciencia moral
 
Jose sandoval
Jose sandovalJose sandoval
Jose sandoval
 
Ley natural2
Ley natural2Ley natural2
Ley natural2
 
Pat. justicia segun aristoteles
Pat. justicia segun  aristotelesPat. justicia segun  aristoteles
Pat. justicia segun aristoteles
 
San agustin de hipona. historia de las ideas politicas
San agustin de hipona. historia de las ideas politicasSan agustin de hipona. historia de las ideas politicas
San agustin de hipona. historia de las ideas politicas
 
presocràtics, sofistas y sócrates
presocràtics, sofistas y sócratespresocràtics, sofistas y sócrates
presocràtics, sofistas y sócrates
 
Principios Generales del Derecho Latinoamericano
Principios Generales del Derecho LatinoamericanoPrincipios Generales del Derecho Latinoamericano
Principios Generales del Derecho Latinoamericano
 
Aristóteles: Etica a Nicómaco
Aristóteles: Etica a NicómacoAristóteles: Etica a Nicómaco
Aristóteles: Etica a Nicómaco
 

Similar a De las razones del guerrero ilustrado jose guillermo angel - accion directa textos

Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)
Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)
Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)danielsuarezzarta
 
Teoria del Estado e su tratamiento en el peru
Teoria del Estado e su tratamiento en el peruTeoria del Estado e su tratamiento en el peru
Teoria del Estado e su tratamiento en el peruramosmases25
 
Esquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsm
Esquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsmEsquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsm
Esquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsmrafael felix
 
Derechos naturales
Derechos naturalesDerechos naturales
Derechos naturalesWael Hikal
 
Derechos h. en edo moderno
Derechos h. en edo modernoDerechos h. en edo moderno
Derechos h. en edo modernoYazmin Nava
 
El valor de la justicia
El valor de la justiciaEl valor de la justicia
El valor de la justiciaRiaic
 
El origen político de los códigos
El origen político de los códigosEl origen político de los códigos
El origen político de los códigosVela Herrera Gardel
 
Derecho procesal civil, perspectiva multidimensional gonzalez
Derecho procesal civil, perspectiva multidimensional   gonzalezDerecho procesal civil, perspectiva multidimensional   gonzalez
Derecho procesal civil, perspectiva multidimensional gonzalezAstrid Stefani Arbildo Luna
 
reseña- filosofia de la paz y la dignidad humana
reseña- filosofia de la paz y la dignidad humanareseña- filosofia de la paz y la dignidad humana
reseña- filosofia de la paz y la dignidad humanapsico-paz-politica
 
Informe sobre la ley moral como patron del orden justo
Informe sobre la ley moral como patron del orden justoInforme sobre la ley moral como patron del orden justo
Informe sobre la ley moral como patron del orden justoJuan De Abreu
 

Similar a De las razones del guerrero ilustrado jose guillermo angel - accion directa textos (20)

Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)
Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)
Coordenadas conceptuales, antecedentes y marco legal de comunicacion (3)
 
Los estoicos y los derechos naturales/The stoics and the natural rights
Los estoicos y los derechos naturales/The stoics and the natural rightsLos estoicos y los derechos naturales/The stoics and the natural rights
Los estoicos y los derechos naturales/The stoics and the natural rights
 
Teoria del Estado e su tratamiento en el peru
Teoria del Estado e su tratamiento en el peruTeoria del Estado e su tratamiento en el peru
Teoria del Estado e su tratamiento en el peru
 
Esquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsm
Esquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsmEsquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsm
Esquema filosofia en latinoamerica 1 precursores anual unmsm
 
Derechos naturales
Derechos naturalesDerechos naturales
Derechos naturales
 
Power
PowerPower
Power
 
Sesion 1
Sesion 1Sesion 1
Sesion 1
 
Sesion 1
Sesion 1Sesion 1
Sesion 1
 
Derechos h. en edo moderno
Derechos h. en edo modernoDerechos h. en edo moderno
Derechos h. en edo moderno
 
Los derechos humanos
Los derechos humanosLos derechos humanos
Los derechos humanos
 
El valor de la justicia
El valor de la justiciaEl valor de la justicia
El valor de la justicia
 
El origen político de los códigos
El origen político de los códigosEl origen político de los códigos
El origen político de los códigos
 
Doc1
Doc1Doc1
Doc1
 
El Hombre Primitivo
El Hombre PrimitivoEl Hombre Primitivo
El Hombre Primitivo
 
Derecho procesal civil, perspectiva multidimensional gonzalez
Derecho procesal civil, perspectiva multidimensional   gonzalezDerecho procesal civil, perspectiva multidimensional   gonzalez
Derecho procesal civil, perspectiva multidimensional gonzalez
 
reseña- filosofia de la paz y la dignidad humana
reseña- filosofia de la paz y la dignidad humanareseña- filosofia de la paz y la dignidad humana
reseña- filosofia de la paz y la dignidad humana
 
El Hombre Primitivo
El Hombre PrimitivoEl Hombre Primitivo
El Hombre Primitivo
 
Informe sobre la ley moral como patron del orden justo
Informe sobre la ley moral como patron del orden justoInforme sobre la ley moral como patron del orden justo
Informe sobre la ley moral como patron del orden justo
 
Constancia
ConstanciaConstancia
Constancia
 
55122156002.pdf
55122156002.pdf55122156002.pdf
55122156002.pdf
 

Más de Carlos Vidal Ojea

Manual de okupación, okupa tu tambien
Manual de okupación, okupa tu tambienManual de okupación, okupa tu tambien
Manual de okupación, okupa tu tambienCarlos Vidal Ojea
 
Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)
Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)
Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)Carlos Vidal Ojea
 
Guia antirrepresión CGT 2005
Guia antirrepresión CGT 2005Guia antirrepresión CGT 2005
Guia antirrepresión CGT 2005Carlos Vidal Ojea
 
Noviolencia, la transformación creativa del conflicto social
Noviolencia, la transformación creativa del conflicto socialNoviolencia, la transformación creativa del conflicto social
Noviolencia, la transformación creativa del conflicto socialCarlos Vidal Ojea
 
La relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene Sharp
La relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene SharpLa relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene Sharp
La relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene SharpCarlos Vidal Ojea
 
Poder, política y noviolencia - Mario López Martínez
Poder, política y noviolencia -  Mario López MartínezPoder, política y noviolencia -  Mario López Martínez
Poder, política y noviolencia - Mario López MartínezCarlos Vidal Ojea
 
Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)
Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)
Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)Carlos Vidal Ojea
 
Manual para el_control_de_multitudes
Manual para el_control_de_multitudesManual para el_control_de_multitudes
Manual para el_control_de_multitudesCarlos Vidal Ojea
 
Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)
Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)
Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)Carlos Vidal Ojea
 
Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...
Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...
Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...Carlos Vidal Ojea
 
La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968
La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968
La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968Carlos Vidal Ojea
 
Guia accion política no violenta 2007
Guia accion política no violenta 2007Guia accion política no violenta 2007
Guia accion política no violenta 2007Carlos Vidal Ojea
 
De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003
De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003
De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003Carlos Vidal Ojea
 
Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento 2010
Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento   2010Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento   2010
Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento 2010Carlos Vidal Ojea
 
Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...
Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...
Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...Carlos Vidal Ojea
 

Más de Carlos Vidal Ojea (19)

Manual de okupación, okupa tu tambien
Manual de okupación, okupa tu tambienManual de okupación, okupa tu tambien
Manual de okupación, okupa tu tambien
 
Una huerta para todos
Una huerta para todosUna huerta para todos
Una huerta para todos
 
Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)
Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)
Asambleas y reuniones (metodologías de autoorganización)
 
Guia antirrepresión CGT 2005
Guia antirrepresión CGT 2005Guia antirrepresión CGT 2005
Guia antirrepresión CGT 2005
 
Noviolencia, la transformación creativa del conflicto social
Noviolencia, la transformación creativa del conflicto socialNoviolencia, la transformación creativa del conflicto social
Noviolencia, la transformación creativa del conflicto social
 
La relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene Sharp
La relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene SharpLa relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene Sharp
La relevancia de ghandi en el mundo moderno - Gene Sharp
 
Ghandi
GhandiGhandi
Ghandi
 
Poder, política y noviolencia - Mario López Martínez
Poder, política y noviolencia -  Mario López MartínezPoder, política y noviolencia -  Mario López Martínez
Poder, política y noviolencia - Mario López Martínez
 
Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)
Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)
Taller acción directa noviolenta (ejercicios prácticos)
 
Manual para el_control_de_multitudes
Manual para el_control_de_multitudesManual para el_control_de_multitudes
Manual para el_control_de_multitudes
 
Manual antirepresion
Manual antirepresionManual antirepresion
Manual antirepresion
 
Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)
Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)
Taller sobre desobediencia y accion directa (dossier)
 
Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...
Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...
Lucha no violenta - Los 50 puntos cruciales - Center for Applied NonViolent A...
 
La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968
La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968
La lucha política noviolenta. G. Sharp 1968
 
Guia accion política no violenta 2007
Guia accion política no violenta 2007Guia accion política no violenta 2007
Guia accion política no violenta 2007
 
Educar en la noviolencia
Educar en la noviolenciaEducar en la noviolencia
Educar en la noviolencia
 
De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003
De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003
De la dictadura a la democracia, g. sharp 2003
 
Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento 2010
Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento   2010Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento   2010
Como realizar una accion no violenta y no sucumbir en el intento 2010
 
Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...
Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...
Sobre el conflicto noviolento estratégico, entendiendo sus principios básicos...
 

Último

Uses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsUses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsConsueloSantana3
 
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdfTEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdfDannyTola1
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADOJosé Luis Palma
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfManuel Molina
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docxAgustinaNuez21
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxOscarEduardoSanchezC
 
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDUFICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDUgustavorojas179704
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleJonathanCovena1
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas123yudy
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...fcastellanos3
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxYeseniaRivera50
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024IES Vicent Andres Estelles
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxMartín Ramírez
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfEDILIAGAMBOA
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxlclcarmen
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024gharce
 
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPEPlan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPELaura Chacón
 
c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptx
c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptxc3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptx
c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptxMartín Ramírez
 
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdfÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdfluisantoniocruzcorte1
 

Último (20)

Uses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressionsUses of simple past and time expressions
Uses of simple past and time expressions
 
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdfTEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
 
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDUFICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
 
TL/CNL – 2.ª FASE .
TL/CNL – 2.ª FASE                       .TL/CNL – 2.ª FASE                       .
TL/CNL – 2.ª FASE .
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
 
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPEPlan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
 
c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptx
c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptxc3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptx
c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptx
 
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdfÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
 

De las razones del guerrero ilustrado jose guillermo angel - accion directa textos

  • 1. De las Razones del Guerrero Ilustrado Sobre el Conflicto y la Negociación (Ensayo sobre conflicto y negociación entre identidades e instituciones). Por: José Guillermo Ángel R. La verdad es una construcción humana que no termina. Somos la suma y resultante de lo pasado. Lo que hoy es una verdad (una verdad normativa, que nos permite entender y pactar nuestro tiempo y nuestro espacio), mañana sólo será parte de una nueva verdad (de la que toque a ese espacio y a ese tiempo). El hombre se define en la construcción permanente, de aquí que toda verdad absoluta sea un freno al conocimiento y a la tolerancia. Definición previa: Se entiende por conflicto la ruptura que se da entre la identidad del hombre y su entorno real, legal e imaginario. También el enfrentamiento entre las condiciones legales y las condiciones de justicia. Y por negociación, los pactos temporales entre las identidades y las instituciones. Acorde con las premisas anteriores, escribo este ensayo. Introito: Vivimos en un mundo conflictivo donde las intolerancias y los fundamentalismos son cada vez más crudos y agresivos (y las más de las veces legitimados por los
  • 2. medios de comunicación que encuentran en estos conflictos una razón y expansión de su negocio). Y esta confrontación (alimentada por un exceso de información que acaba generando caos), entre fuerzas ortodoxas en sus principios e imaginarios, tienen un punto de encuentro en la guerra armada o legal y en la negociación. Negociación que si bien es cierto no alcanza a dirimir y cancelar la totalidad del conflicto (pues al momento de negociar son otros los actores y las variables marginales que aparecen obedeciendo a nuevos intereses o a posturas que no estuvieron presentes en la mesa de negociación), al menos lo atenúan permitiendo una reorganización de las fuerzas y un debate posterior más civilizado, es decir, acorde con una normatividad que permita una mejor visualización y entendimiento del nuevo conflicto. Porque los conflictos no son mera reacción frente a una actualidad sino raíces incompletas (bases resquebrajadas) de la identidad. Con base en lo anterior, se hace necesario entonces conocer, a más de la historia y sus razones antropológicas, las posturas ideológicas de algunos filósofos y actores de la guerra y del estado, clásicos y actuales, para tener una visión más clara e intelectual del conflicto y la negociación. Y, de acuerdo con estas posturas, crear (con base en la suma teorética) una posición más tolerante, creativa y negociadora en torno a los conflictos que nos rodean, que evolucionan, que son el motor de la historia y de la identificación con ella. De aquí saldrán las razones del guerrero ilustrado, entendiendo como tal aquel que ha detenido el conflicto mediante una negociación, pero que se mantiene alerta al cumplimiento que comprometieron los otros y a su propio compromiso. El guerrero ilustrado es reflexivo y, en esta reflexión, a veces descubre que hubo algo que no fue tocado en la negociación, un territorio que se encuentra desprotegido y necesita de su espada. Y de ahí nacen de nuevo el hervor de su sangre guerrera y los colores de su bandera.
  • 3. La búsqueda de la identidad. A. Todas las culturas fundamentan sus crónicas iniciales en una Edad de Oro: la de la armonía entre los hombres y su entorno. Algo así como una enorme placenta donde flotaba la vida nutriéndose de un exterior alimenticio que permitía el desarrollo ordenado de los elementos que habitaban ese mundo placentario. Hablan estas crónicas, escritas entre lo mítico y el logos (o sea, confundiendo la razón con el imaginario), de espacios libres de conflicto: el Paraíso, el Nirvana, los países de jauja y los de Utopía etc, donde los seres humanos hacían parte de una ley universal única regida por la tolerancia (habida en la identidad con el orden natural) y el reconocimiento del espacio particular. Algo así como la ley de la gravitación universal descubierta por Newton y que tanto influyó en el desarrollo de la filosofía de la Ilustración. De acuerdo con estos imaginarios, la vida era un todo ordenado regido por el no-tiempo. Todo sucedía, todo fluía, la muerte era parte de la vida y se moría sin memoria. Pero nada de lo anterior hace parte de lo probable y, en términos antropológicos, podemos definir que el inicio de las culturas es un sueño mil veces repetido e imaginado para encontrar un sitio en el tiempo y el espacio que legitime la identidad inicial del colectivo. Identidad primitiva que justifica una motivación permanente de búsqueda de aquello que se perdió en el momento en que la ley única, la gran placenta, se rompió y acabó generando el caos. Los colectivos humanos occidentales fundamentan sus principios de identidad en libros sagrados y en crónicas que les permiten racionalizar los mitos iniciales, los inicios probables y los imaginarios necesarios para que la identidad se de como tal: ser escogidos por la divinidad, no en términos míticos sino en calidad de logos (razón). Estos libros y crónicas plantean tiempos y espacios probables en la
  • 4. historia, lo que lleva a concebir una legitimación de los orígenes y los principios a través de los cuales se rigen estos indicios primarios. De acuerdo con la Biblia, es Dios quien escoge a un pueblo (el judío) y le da una legislación que lo legitima delante de los demás grupos como único y exclusivo. Leyes e instrucciones para cumplirlas (la Toráh y la Mishná) que diferencian y crean una identidad determinante porque contienen en sí la percepción de un yo (ser israelita) y la de un entorno nacional manejable (Israel) entre lo permitido y lo prohibido: alimentos, usos de la tecnología y la tierra, extensión territorial, ciudades y civilización. A la vez que estructura una sociedad civil con principios comunes pactados entre la comunidad y la idea de Dios (los mandamientos): rituales, idioma, prójimo, relaciones con los demás, lo que es pecaminoso, lo que se debe exaltar. De igual manera, siguiendo el modelo de la obtención de una identidad que permita la construcción de una sociedad (en este caso católica, universal), el Cristianismo asume la redención y con base en ella crea un nuevo pueblo, una nueva sociedad teocrática-civil que, dadas las nuevas promesas y la presencia de Jesús Cristo y sus palabras (los Evangelios), se considera onfalós y de extensión mundial, es decir, centro único en lo que todo confluye y a la vez creciente de manera constante entre los demás pueblos. Este nuevo pueblo de Dios, se construye sobre las profecías del antiguo pueblo y los nuevos pactos morales con otros pueblos (ver cartas de san Pablo y actos de los apóstoles). El cristianismo se plantea como una sociedad multinacional, sin límites, reafirmando la existencia de un Dios único y total que permite una identidad, no con un territorio dado, sino con la totalidad del mundo. Sin embargo, la raíz sigue siendo nacional ya que el pueblo de Israel, que es la base, sigue existiendo en calidad de dador, testigo y factor de conflicto en la idea que se tiene de Dios. Finalmente, Mahoma, tomando las nociones de judaísmo y cristianismo, crea la identidad islámica y le da una razón de ser a los árabes dispersos, que eran tribales y nómades, más obedientes al mito que al logos. Esta vez es una sociedad que se somete de manera incondicional a Dios y, racionalizando la mitología que se congregaba en
  • 5. la Meca (donde existían 640 nichos con sus respectivos dioses), crea su historia basada en la historia de judíos y cristianos, reconociendo algunos puntos y enfrentándose a otros de manera radical. El factor de conflicto, con la ordenación propuesta por Mahoma, se acrecienta. Lo islámico se fundamenta en una identidad profética jerárquica, es decir, en Mahoma como último y verdadero profeta de Dios. Es sabido que los modelos semitas partieron de estructuras identitarias babilónicas, sumerias y egipcias. Y que el cristianismo adoptó, para la configuración de su sociedad principios helénicos y latinos y aun celtas (como aparece en la construcción del demonio medioeval), a fin de dotar a la identidad de una mayor amplitud. Estas identidades, al igual que la verdad, se construyeron una encima de otra, acordes con la racionalización que se fue haciendo del mito y de acuerdo con los sistemas de creencias de las culturas donde se dieron. El pacto inicial, entonces, se realizó sobre imaginarios y racionalismos en torno a los orígenes y a la identidad que estos generaban. Identidad que permitía ser diferente de los otros pueblos pero similares dentro de un mismo colectivo que buscaba el mayor bien para sobrevivir dentro de un entorno debidamente controlado para que, trabajado de acuerdo con el pacto social, asegurara la consecución del ideal. B. Las identidades, entonces, asumieron deberes y derechos de acuerdo con una visualización del mundo. Que esto, en primera instancia, es la identidad: saber quién soy y dónde estoy, qué papel juego en el entorno y con relación a los orígenes, cómo alterno con los demás y con lo mío. Y a qué logros puedo acceder si cumplo con las normas pactadas. La identidad perfila y prefigura, determina la acción ante los hechos justificándola o castigándola. También, la identidad me ubica dentro del grupo y delante de las instituciones mediante la jerarquización y el debido cumplimiento de las leyes morales o sea las que rigen sobre costumbres
  • 6. que el colectivo considera como buenas y que, para mantenerse como tales, requieren de unas normas que les creen una limitación. La sociedad se crea, entonces, dentro de unos límites que buscan el mayor bien y, con base en la consecución del supremo bien, permiten el ejercicio de la perfección o al menos de la búsqueda de sus caminos. Baruj Spinoza sostenía en el Tratado de la Reforma del Entendimiento que la condición humana siempre está por encima de lo real humano, o sea, somos pero sabemos que podemos ser mejores. Y esta seguridad de llegar a la perfección la genera la identidad con el pasado, el ejercicio del presente y los ideales de futuro. Para dejar su condicionante de horda, el hombre se detiene (se vuelve sedentario cuando deja su condición de recolector y asume la de pastor y agricultor) y comienza a reflexionar sobre lo que lo rodea. Y cuando el hombre "quieto" hace un balance de lo realizado y establece un primer método para que los factores que le permiten la supervivencia se repitan (los ciclos de las cosechas, las épocas de caza y pesca), asume el inicio de su identidad. Ya no es sólo el hombre que lucha y demuestra con la fuerza su poder sobre otros seres, tampoco el que enfrenta el temor a lo desconocido lanzándose simplemente a él y asumiendo el azar. Y su primera identidad es con los valores que hacen posible la tribu: relaciones de parentesco, relaciones cosmogónicas, relaciones históricas y de actitud religiosa, actitudes frente a la jerarquía (jerarquía que nace de acuerdo con las obligaciones pactadas con el colectivo y para beneficio de éste), valores paradigmáticos que permitan seguir principios sociales etc. Ahora, estas relaciones con la tribu están cimentadas en que es con una sola tribu, la suya, que es "única" y centro del universo porque desde allí se conoce y domina el entorno próximo, único mundo posible. La posibilidad nace de que se lo puede reconocer en el uso, leer en la reflexión e imaginar en el ideal. La identidad genera un territorio limitado que tendrá que defenderse contra los factores exógenos que lo agredan, sean físicos o ideológicos. Es que esta defensa procura
  • 7. seguridad, orden, posibilidad de llegar al ideal del grupo y al del individuo dentro del colectivo. Por esto se actúa contra el extranjero, porque tiene una identidad extraña a la pactada en la tribu, porque su valoración es incorrecta frente a loa pactado en el colectivo. La identidad es, redefiniéndola, el pacto que el hombre hace con sus creencias, con el entorno y con el colectivo donde se encuentra con sus idénticos. Es decir, con lo que le es común, por esto hablamos de comunidad. Es un ejercicio de seguridad al pensar, actuar e imaginar para ser debidamente aceptado. Y también de trascender dentro de la escala de reconocimiento que se haya elaborado entre sus idénticos. Una escala limitada para que no se desordene y que, volviendo a Spinoza, estaría cifrada en la riqueza (logros materiales, economía), los honores (logros políticos) y el placer (permisiones como pago a acciones bien ejecutadas), y en lo que hay de permitido y prohibido en estos tres conceptos. La identidad se da en la comunión con los principios morales (de costumbres) y en la defensa contra todo aquello que atente contra esa moralidad. Pero como todos los entornos donde se dieron las tribus son diferentes (lo que generó valoraciones distintas en torno a la condición y los condicionantes, es decir, una actitud política), la identidad es una particularidad que actúa más en actitud defensiva que de crecimiento. Esto debido al manejo de paradigmas, de unos pocos datos muy claros repetidos que me permitan una posición sin dudas frente a mi y el medio, los orígenes y los sueños, las instituciones y las jerarquías. La identidad se defiende de aquello que le podría estorbar para alcanzar el mayor bien (la riqueza, los honores, el conocimiento permitido). Y en esta lucha contra lo diferente, la identidad A asume la intolerancia. Intolerancia que es una ignorancia del otro, de B, y un deseo de sometimiento total del otro, de B, a fin de que se identifique a fondo con el paradigma A y así, dejando de ser extraño el otro, B, sea otro idéntico que no obstaculice el camino hacia los imaginarios y determinantes
  • 8. de honor pactados. Con base en lo anterior, podríamos establecer que la identidad, más que un ejercicio de lo mío con lo que es idéntico a mi, es la aseguración de que lo prometido (el derecho habido con el deber cumplido) será realidad en lo mío siempre y cuando me ajuste con el sistema pactado. No es de extrañar entonces que la identidad, a más de asumir una moralidad, deba asumir una ética, un comportamiento en lo íntimo y lo social, en las acciones y la revisión (auditoría) de esas acciones. Vista así, la identidad (ejercicio de la ética) vendría a ser un juicio permanente que se hacen entre sí los componentes de un colectivo. Juicio donde se valora demasiado la defensa de lo logrado por el grupo con base en lo aprendido-permitido. La identidad, esto que buscamos en la generación de nación común y tiempo pasado idéntico, donde los paradigmas se demuestran como funcionales, es factor de conflicto. Y de negociación. Es factor de conflicto, porque la realidad es una apreciación pactada entre un colectivo que comparte puntos de vista y valores comunes para legitimar creencias y posibilidades de desarrollo. Es mi realidad, nuestra realidad, la que defendemos como cierta y no estamos dispuestos a cambiar (no estar dispuestos a cambiar genera la intolerancia). Esta realidad tribal, de todas maneras subjetiva, es la única y se opone a otras realidades tribales, que son inciertas y falsas frente a mi realidad (suma de imaginarios). Dos realidades enfrentadas generan conflicto. Y a la vez producen un factor de negociación, en tanto que cuando dos realidades encuentran puntos comunes, las diferencias se hacen menores y el punto sobre el cual pactar está mejor definido (en lo real-común). En este punto, aclaro que la realidad es un imaginario construido de manera aristotélica: a través de los sentidos (una idea nominal, un concepto, una definición que nos genere seguridad sobre lo percibido). Esta realidad subjetiva (lo que sería el mundo borgiano) nos permite conducirnos de manera debida por un entorno conocido ejercitando la identidad. Identidad habida en orígenes comunes, en idea nacional, o en el deseo de
  • 9. asimilar una identidad que plantea una mejor solución para el debido manejo del contexto en el que se es extranjero (integracionistas, conversos, pueblos que buscan asimilarse a otros, renegando de sus principios y valores, como sucede con los hijos de andaluces y castellanos (charnegos en Cataluña) que tratan de volverse catalanes, los latinos que se sienten norteamericanos a pesar de que sus actitudes los delatan, los españoles y portugueses que asimilan la europeidad de nombre etc). Con relación a estos últimos, hablaríamos de bi-identidad en conflicto permanente entre el pasado y el presente. Serán los que tendrán miedo y asumirán la creencia nueva con mayor fe buscando legitimarse dentro de un entorno que los diferencia. Esta bi-identidades, las del renegado, son las que generan fanatismos y fundamentalismos. También ensimismes y mundos imaginarios. La lucha por el espacio vital. 1. La historia inicial de los grupos humanos está cifrada en los desplazamientos en busca de agua y algo que comer, fueran frutos o animales. Esto es, en la busca del mayor bien reflexionado obedeciendo al instinto. Y también en la búsqueda de otros grupos de hombres que ya habrían logrado alguna forma de almacenamiento o se habían hecho poseedores de un territorio fértil donde abundaban los vegetales, los rebaños salvajes y la pesca. O sea, que ya tenían para sí el mayor bien buscado. En estos desplazamientos, generadores de identidad, los hombres asumen una idea nacional y religiosa. Los hombres del desierto y de la estepa, de la tundra y de las tierras agrias (también los de los mares helados), carentes de todo y luchadores permanentes contra el medio, violentos porque así lo exige su supervivencia, van a entender que la suerte de su grupo se cifra en la invasión, la guerra y el pillaje. Ellos no almacenan porque no tienen que almacenar, no construyen porque sus territorios (cambiantes y azarosos, plagados de bestias que también son carroñeras o de
  • 10. vientos que todo lo hielan) no permiten construcción alguna (salvo los caravansaris y los medio-fuertes de maderas boscosas, que son construcciones para protegerse temporalmente contra las fuerzas de la naturaleza). Estos hombres de las tierras desiertas van con sus animales buscando agua y pastos. Y objetos que sean escasos y sirvan como base para alguna negociación entre ellos. Quizás este haya sido el origen de la valoración del oro y las piedras preciosas, bienes no comunes y por lo tanto, en términos económicos, susceptibles de gran valor. Estos hombres hórdicos, liderados por el más violento y demencial, entienden el espacio vital en lo que la naturaleza provee y otros almacenan. Su identidad está en la guerra, en dioses terribles que admiran a los guerreros, en mujeres imaginarias que proveen de vida permanente al grupo para que éste no desaparezca. Son lectores de estrellas porque los caminos del desierto se borran con el viento, el de las estepas con las inundaciones, el del mar con apenas avanzar unos metros. Y esta lectura del cielo les permite ver una tierra plana inagotable para sus caballos o barcos. Hay que ir más allá (en América nace el Perú de birú, birú, más allá, más allá) donde algo encontraremos. Y en este ir descubriendo y conquistando, dejan atrás la relación con sus muertos y con su historia reflexionada. Son hombres míticos, de leyenda, impermeables a conocimientos que no sean los básicos. Traen consigo un micro religión (conceptos elementales), una legislación implacable (derecho positivo pactado para que la horda no se desordene) que no permite especulaciones y un deseo que llega a confundir los espacios de la ida y de la muerte. Su espacio vital es hasta donde sus ojos ven. Su lucha, hasta más allá de lo que sus ojos han mirado. Por esta razón son intolerantes, es que no van a ceder sobre lo que presuponen. Y menos cuando su identidad crece en la medida en que avanzan. Son los héroes que vencen en territorios míticos para que nunca se racionalice su acción.
  • 11. 2. A estos nómades devastadores, se oponen los hombres vegetales, aquellos que lograron la suerte de un valle propicio con agua y pastos, con peces y alimentos de fácil reproducción, y allí se detuvieron y construyeron. Su calidad de sedentarios les permite la creación de un grupo ordenado, con jerarquías e instituciones básicas que permitan la supervivencia y el desarrollo del colectivo. Estos hombres vegetales (que en el Génesis aparecen representados por Abel, en contraposición a Caín que es hórdico) actúan ya de manera política y su identidad se da en torno a una serie de presupuestos estudiados, explicados y pactados. Sus orígenes, nacidos de la reflexión, son más claros y están fortalecidos por la genealogía y las tradiciones que se comunican de generación en generación. También por la especulación en torno a sí mismos, lo que les permite acrecentar la idea de identidad nacional y política. Este colectivo "vegetal" está fortalecido y sus razones-nociones de realidad tienen raíces fuertes, lo que les demanda la estructuración de una defensa a fondo de lo creado. Viven la Organización, generan un pensamiento, ordenan y valoran el mundo que conocen. Y se defienden de las hordas que los atacan. Y esta defensa les dice que deben ampliar las fronteras para crearse unos cinturones de seguridad que permitan detener a los hombres del desierto antes de que lleguen a los límites donde ya se visualiza el orden alcanzado por la civilización (por la ciudad y las instituciones políticas). De esta manera el hombre vegetal, establecido en el orden, decide que sus límites deben ampliarse y que debe llevar su modelo a otras partes (la colonización) a fin de alejar a las hordas lo más allá posible. Entonces nace el imperio, el orden que avanza e impone unos criterios. Parodiando a Cayo Julio César, de una acción buena (la sociedad ordenada) ha nacido una acción mala (pero justificada en la defensa de unos principios de grupo), el imperialismo. Y así el espacio vital del hombre vegetal, al igual que el del hombre de la horda, se convierte en el mundo entero, acrecentando las ideas de honores, riquezas y placer.
  • 12. 3. El espacio vital sería aquel territorio necesario para que un colectivo se desarrolle económica y políticamente y, resueltos los contenidos de una sociedad civil, alcance el derecho a la pereza que, en palabras de Paul Lafargué, no sería otra cosa que la liberación del trabajo (que sería realizado por las máquinas) y la adquisición de las dulzuras de la filosofía. Hombres teorizando mientras los campos y los bienes crecen. Una utopía, es cierto, pero último y gran imaginario de los pueblos que se enfrentan justificando su necesidad de espacio vital. Todo lo hacemos por los hijos, para que la nueva generación no sufra lo que han sufrido las anteriores, decimos. Y de esta manera legitimamos el derecho a la lucha, al avance, al expolio y al dominio sobre el otro. Todo fundamentado en un espacio vital que se define en lo político-etico, pero que logrado hay que defender y, para la defensa, se hace necesario ampliar los límites alcanzados a cómo de lugar para crear fronteras seguras, es decir, espacios que no permitan que otros lleguen a deformar lo creado, lo institucionalizado. Una forma moderna de lo antes dicho serían las visas, arma legal que los países desarrollados utilizan para alejar a los nuevos bárbaros: los inmigrantes. También lo son las expulsiones, los sitios seguros (cárceles, manicomios etc), las deudas externas... El cuerpo como espacio vital. El grupo humano que se desplaza es la horda, dirigida por un hombre fuerte capaz de comer parte de sus enemigos para demostrar su ferocidad. Hoy sabemos que los vikingos bebían en los cráneos de sus enemigos y que una de las formas más claras de canibalismo entre grupos africanos y americanos consistía en comer parte de las vísceras de un enemigo, en especial el hígado o el corazón de un guerrero destacado, para ganar su fuerza y valentía. Y algo similar se sospecha de los hombres de la Babilonia inicial y en los Celtas, en cuyas descripciones de vida se fundamentarían los hombres medioevales para crearse una idea del demonio, bestia nefanda y depredadora, poseedora de la
  • 13. pestilencia y la confusión. De hecho, en la misma Divina Comedia, Dante coloca a Belcebú en calidad de caníbal: este señor de los demonios tiene por encargo morder eternamente las carnes de Judas, castigando así la traición del apóstol pelirrojo (¿celta?). ¿Reminiscencias de la idea de canibalismo que acreditarían los bárbaros, herederos de la antigua religión? Así mismo, en la Biblia, por ejemplo, se prohíben los sacrificios humanos (¿habría que comer parte del sacrificado?) y para reafirmar esta prohibición se habla del sacrificio de Isaac donde Dios es el único dueño del cuerpo. Y para acreditar su soberanía sobre la carne humana, exige la circuncisión como pacto. De igual manera convierte a Abraham en carne de pueblos y en pastor de rebaños. Desde ese momento se alimentarán de carne animal. Ya en los libros de Moisés, se habla de comer animales debidamente domesticados y quedan prohibidos todos aquellos que podrían llevar a formas de degeneración y, por lo tanto, al ritual caníbal. Los mitos griegos hablan de Cronos que devoraba a sus propios hijos. Y si bien el símil del tiempo con la vida es válido, también lo es que legitima los actos caníbales sumerios, traídos con las leyendas llegadas por el hiperbóreo. Ahora, el temor a ser comido o lleva a que las hordas vivan asustadas y por esta razón, quizás, sacrifican vidas a los dioses devoradores. Así se adelantan al reclamo de las divinidades y al mismo tiempo los guerreros se nutren de su propia carne, de la más joven, para asistir fortalecidos a la batalla. Con base en los presupuestos anteriores, nos encontramos con que parte del espacio vital por conquistar, además del agua y los alimentos comunes, era el cuerpo del otro. De aquí que todas las historias iniciales de los pueblos hablen de un enemigo que devora carne humana. Para Aquiles era el cíclope, para Simbad eran los hombres de las islas, para la cristiandad los bárbaros (como aconteció con la idea que León I tuvo de Atila), para los romanos los que estaban más allá de las fronteras del imperio, para los israelitas los adoradores de Baal etc. Cuidar el cuerpo contra los dientes del enemigo o del mismo gobernante se convirtió en una necesidad
  • 14. apremiante. De aquí que la fabricación de armas de hierro y cobre tuviera la misma importancia que la fabricación de Armaduras. El cuerpo, pues, entró en conflicto en calidad de objeto a conquistar. Los griegos, en las olimpíadas, iniciaban los juegos levantando en una mano los testículos de un toro. Rememoración tanática de lo que acontecía en batalla con los caídos. En la actualidad, el cuerpo es usado por quienes detentan el poder como carne de cañón para resolver sus conflictos de poder. Los presidentes, los dictadores, los políticos, se apoderan de los cuerpos jóvenes y los alientan a la muerte, los motivan con discursos y los envían a mil enfrentamientos. De alguna manera los devoran. Y cuando ganan la batalla, son los grandes los que se felicitan. Cuando la pierden, buscan fundirse en la masa vencida para evadir responsabilidades. Como anota Arturo Pérez Reverte, nunca hay reconocimiento para fiel infantería. Pero no sólo es un espacio vital en el cuerpo del otro que va a la batalla. También notamos que se busca un espacio vital en lo que el otro luce, en la forma como se ve el otro, en los espacios sociales que el cuerpo del otro ocupa en términos de jerarquización. Con base en lo anterior asistimos a un deseo particular de espacio vital, al deseo de ser más que el otro a través del cuerpo y de los sitios que ese cuerpo puede habitar. Esto ha generado lo que llamaría un sentimiento de pobreza (que es peor que la pobreza) porque el otro no se reconoce en su identidad sino en los valores que compara consigo mismo, es decir, se ve en el deseo del cuerpo del otro y no en las posibilidades de su propio cuerpo. Ahora, cuando el espacio vital planteado a través de la comparación no se logra porque la imposibilidad económica o política no lo permiten, se retorna al cuerpo desnudo, al que es capaz de retar a la vida a la vez que ejerce la ferocidad animal, carnívora. Esto, quizás, podría dar luces sobre los movimientos satánicos, que están conformados por grupos que, al verse impedidos de ejercer el cuerpo como espacio vital identitario, asumen el cuerpo inicial, el del hombre de la horda
  • 15. que todo lo definía en torno a la ferocidad. Carecía de cuerpo, estaba conformado por la ira generada por una supervivencia cada día más difícil. Perdido el espacio del cuerpo, la rebelión es de esperar Pero no una rebelión en términos políticos o económicos, sino una rebelión contra lo que hace sufrir, contra lo que carece de espacio. La tierra y el agua. Además del cuerpo, signo del espacio vital traducido en vida totémica (canibalismo) o en esclavitud (trabajo duro, sistematizado y obligado para que otros ejercieran mejor el cuerpo), estaban los ríos y los pastizales: la tierra y el agua. Quien tenía agua, tenía pastos y al haber verde abundarían los animales. Se sabe que las grandes culturas se han hecho a las orillas del agua dulce. Egipto y el Nilo, Babilonia y el Eufrates, Roma y el Tiber, Los germanos y el Rhin etc. Pero no fueron hombres apacibles y vegetales los que crearon estas culturas sino ejércitos feroces que defendían a muerte los territorios conquistados. Y que en los tiempos de sequía avanzaban hacia otros territorios dispuestos a las mayores barbaridades. La historia del hombre, antes que definirla por la lucha de clases (que viene a ser un concepto de la modernidad y exclusivamente ciudadano o al menos civilizatorio), la definiría por el avance de los ejércitos. Los hombres han avanzado sobre el mundo empujados por el afán de resolver sus necesidades vitales y por una idea cosmogónica que les legitima el avance. El avance y el enclave, que una vez detenido el ejército en un territorio que le permite reorganizarse, lo conquistado a través e la guerra comienza a convertirse en una entidad política: el fuerte, las alcazabas, los sitios amurallados. A partir de ahí vendrán los palacios, los edificios que ocuparán las instituciones, las casas y los espacios públicos etc, o sea, el ejercicio de lo político mediante el reconocimiento de derechos y la discusión en el foro.
  • 16. En términos éticos, ni la tierra ni el agua ni el aire pueden ser de nadie. Estos tres elementos son básicos para nuestra vida como seres orgánicos. La vida, tal como la conocemos, depende del agua. Por esto el ruido noticioso cuando encuentran agua o rastros de agua en algún satélite o en cualquier planeta. Requerimos de estos tres elementos imposibles de fabricar y reproducir para determinar la realidad del espacio vital común a todos los colectivos. Y sólo pertenece al hombre lo que construye allí: las ciudades, los caravansaris, los barcos, los puentes, los acueductos. Los inicios de la historia escrita nos hablan de ciudades no de fronteras reales ni imaginarias. Nos hablan de construcciones definidas y nombradas donde el hombre crea civilización: Babilonia, Atenas, Jerusalén, Roma...el resto de la tierra era una especie de ejido donde los rebaños y los sembrados se daban para sustento de la comunidad. Claro que el ejido hay que defenderlo. Y cuando la defensa es a muerte, a los defensores (o a los invasores victoriosos) se les paga con unos derechos sobre un trozo de tierra determinado. Derechos que claudicaban en un término de tiempo. Cayo Julio Cesar, por ejemplo, pagaba a sus soldados con lo mejor de la tierra (con sal, de ahí viene la palabra salario) para que negociaran con ello. Luego les pagó con la tierra misma y lo que es escaso en la tierra: oro. Y en ese momento, en el que los hombres se adueñan de la tierra y lo que es difícil de producir o encontrar en ella, el espacio vital buscado (el agua, los pastos) cobra otro significado. Los ejércitos no van ya sólo por un espacio para sobrevivir sino por los logros que se han creado en ese espacio al que van. Se legitima la paga del soldado (el pillaje) y luego la patente de corso (el pillaje de los piratas). Ya la lucha en términos de bienes necesarios (el territorio con ventajas comparativas que permitan un mejor desarrollo del colectivo), y de aquellos que políticamente generan honores: los bienes fabricados, que aseguran una mayor vitalidad dentro del territorio conquistado. En un comienzo los bienes tienen calidad de fetiche (los lucen los vencedores), pero luego se convierten en elementos para el desarrollo de la colectividad que encuentra en ellos una mejor manera de sobrevivir, ya en términos económicos
  • 17. (inicios de industrializacíon) como políticos (cuando se adquiere el conocimiento y la información se utiliza como forma de poder). Los señores feudales buscaron el gran talismán, el grial, que les diera ya un poder absoluto sobre tierras, siervos y enemigos. Y en buena medida esto justificó la demencia de las cruzadas, que también sirvieron para que los señores feudales sacaran a los indeseables de sus tierras, es decir, a los que no tenían cómo responder a las cargas impositivas o a su presencia activa en los ejércitos: los pobres y los enfermos o deformes. Los sacaron con la promesa de riquezas y honores, también de placeres indescriptibles habidos en otras tierras y en otras aguas. No es de extrañar que en la edad media se criara la imaginación de occidente, tanta era la pobreza y el miedo a que la tierra se estaba acabando, achiquitando, comprimiéndose para dar cabida sólo a los escogidos por los dioses y las walkirias. Ir por las riquezas del turco, por los honores al lado del rey, si había suerte. O a la gloria del cielo, si estaba escrito que debían morir. De todas maneras, se había planteado una nueva espacialidad. La tierra cultivable y el agua (hoy incluiríamos el aire), establecen la lucha por el espacio vital. Pero a estos elementos hay que agregarle los logros de la civilización, que también se convierten en espacio de supervivencia. Esto nos aclara aquello de que quien pierde una guerra la paga con trabajo, ciencia y pensamiento a favor del vencedor. Cuando los nazis y los japoneses pierden la segunda guerra mundial (1939-45), los vencedores se reparten los científicos, los inventos y los estudios e investigaciones de los vencidos. Con el plan Marshall, los aliados reactivan los bienes de capital y las infraestructuras para aprovechar la fuerza laboral de los países derrotados. De igual manera, también a través de préstamos, aprovecharon a los países que quisieron parecerse a los vencedores. La sumisión es una forma de derrota. Y se paga. Desde los tiempos de Roma, los reyezuelos pagaron unas cargas impositivas importantes para ser protegidos por
  • 18. las centurias imperiales. Protección que no era otra cosa que pagar para no ser invadidos. O para no ser olvidados por los logros de la civilización. A lo largo de la historia, la ética ha nacido no de una reflexión individual sino como resultante de la creación de una moral, de un comportamiento frente y entre los idénticos. Las grandes revoluciones, la Francesa y la Norteamericana, plantearon unos principios de comportamiento, unos deberes y unos derechos. Y se pactó con la nueva moralidad para dar inicio a una sociedad mejor y más justa. Con base en Hobbes (amigo enemigo) y Rousseau (contrato social), en Locke (lo que es propio al hombre) y en Spinoza (la tolerancia), se determinó una idea de sociedad civil. Sociedad fundamentada en un Estado, es decir, en una forma regida por leyes susceptibles de todo control a fin de evitar el caos. El Estado, como pacto, la legislación como forma de mantener lo pactado. Y con base en estos principios de igualdad (aparece el ciudadano total, no el griego que sólo era aquel que era hombre libre de nacimiento), se establecen unos principios éticos y filosóficos, es decir, una manera de pensar y comportarse delante de las distintas variables que planteara el entorno y el individuo. Principios básicos establecidos por los vencedores, por aquellos que habían carecido de un espacio vital completo de acuerdo con el modelo reflexionado y aceptado como bien mayor, donde se planteaban unos elementos etico-primarios que mantienen vigente la óptima vida del hombre en la tierra y haciendo uso del agua, de los bienes producidos por el conocimiento y del libre ejercicio de la identidad (la tolerancia). Principios óptimos para los vencedores, pero nocivos para los vencidos que así vieron reducida su espacialidad. Vencedores que fueron más y estuvieron mejor armados. De aquí la copla aquella de "Y vinieron los sarracenos y nos molieron a palos, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos"... La discusión ética sobre los elementos básicos se da en que la tierra, el agua y el aire no son de nadie. Pero me atrevo a pensar que no son de nadie que haya sido
  • 19. vencido. Son los vencedores quienes se apropian de ellos dándole un uso de cambio, muy caro por cierto, para así ejercer su forma de dominio. Aclaro que en términos éticos, la tierra construida (sembrada, productiva, transformada en vivienda, pagadora de los impuestos debidos etc) es del constructor. Así como la tubería y el tratamiento que lleva el agua deben ser cobrados por aquel que presta el servicio. Son suyos los medios de uso, no el objeto usado. Sin embargo, la historia nos cuenta que los vencedores se apoderan de los elementos básicos y los hacen suyos en calidad de espacio vital. Y, como resultante, se genera un conflicto donde los organismos que no tienen acceso a ese espacio harán todo lo posible por volver a conquistarlo. Es que en ellos les va la vida y la legitimación de sus principios morales. Acotación:............................................................... En América Latina, donde desde Pizarro (que midió sus posesiones a ojo, llegando a tener tantas y de tal magnitud que le fue imposible recorrerlas en vida) y Almagro (que llegó atraído por el Perú ya no encontró nada para repartir entre sus hombres) se ha dado una lucha cruenta por la tierra. La historia nos habla de invasores e invadidos, de desplazados y desplazadores. Muchas batallas por la tierra, por la identidad, por la idea de una concepción del Estado. Y mientras se da esta lucha, cada vez terminada, cada vez reiniciada porque los condenados de la tierra se rebelan y van por su parte (y algunos lo logran después de pactar indultos), no existe una ética clara sobre los elementos y su uso. La politiquería y los intereses privados han superado la idea política, no discutiéndola sino destruyéndola. Frente a las ideas las armas, frente a la lógica las pistolas, delante de la razón la sinrazón, la demencia y la desmesura fundamentado en un ejercicio mítico: el derecho otorgado por los dioses, por los señores de la tierra (guerreros), por la ilegitimidad de los habitantes, lo que justifica la invasión. Dioses, señores e ilegitimidades a las que se recurre en busca de poder y no de ética ni de moral.
  • 20. Desde este punto de vista, no sería válido todavía analizar, entre nosotros, aquello que todavía no existe: un uso de la tierra y el agua acorde con los estatutos e instituciones de una real sociedad civil pactada. De alguna manera continuamos en guerra desde el siglo 16 hasta hoy. Y donde hay guerra, los principios éticos desaparecen, al igual que los principios básicos de Estado. Si existe una moralidad institucional, es decir una real concepción del Estado que ve en el ejercicio democrático cierto (no en la democratería, que sólo admite elecciones pero no una participación política efectiva), la posibilidad de no recurrir a la violencia legal, el uso ético de los elementos tierra agua sería un factor de desarrollo. Pero en Latinoamérica el Estado es inmoral (llegando a legitimar la corrupción) y las clases intelectuales, desesperadas frente a esta inmoralidad sostenida por aparatos represivos, se vuelven amorales y se quedan en discusiones ajenas a su entorno, evidenciando un coloniaje amplio de pensamiento. Y una gran dependencia ideológica de la metrópoli. .................................................................................................. El espacio vital y la idea de pecado. El hombre diferencia su espacio de otros en términos de moral. Podría aseverar (y esto hace parte de la discusión) que el espacio vital no es otra cosa que el espacio moral que se plantea una comunidad política, no en términos de Estado sino de apreciación del contexto en el que vive. Y en esa moralidad, establecida a través del ejercicio del inconsciente colectivo y la tradición oral, asimilada en la casa propia, en la de los familiares, en la de los vecinos y en los primeros años de escolaridad, es donde se visualiza el espacio necesario para ejercer la dignidad de vivir. Y es bajo esta óptica donde entra a definirse lo pecaminoso, entendiendo como pecado aquella acción que va contra la costumbre determinada. O que es
  • 21. desconocida dentro de la moral y, por lo tanto peligrosa y atentadora contra los valores establecidos por la colectividad. Como he planteado, las culturas se definen en calidad de escogidas, centros únicos, ombligos. Y quienes no hacen parte de esa cultura, serían los desamparados, aquellos sobre los que no pesa una protección divina determinada o de un dios con categoría de primero y único. Esos, los desamparados, serían los pecadores, los que se hace necesario ver mal para mantenerlos en línea. A lo largo de la historia, los pecadores aparecen en la misma colectividad. Son los que se oponen al sistema, los que cuestionan, los que son diferentes. Pecan, se los señala, se les hace un juicio y se les impone una pena. Si la cumplen, el pecado queda sin efecto. Si persisten en el pecado, se los expulsa de la comunidad. Estos casos los ilustra la Biblia desde el principio (caso de Adán y Eva), la expulsión de los judíos de España (de aquellos que no se quisieron convertir), la Inquisición; la expulsión de la sinagoga de Baruj Spinoza, Uriel D`Acosta y Juan del Prado; los anatemas de la Iglesia, las penas de destierro, el archipiélago de Gulag y "los manicomios", la cancelación de los derechos civiles y las listas negras en U.S.A. etc. Como puede apreciarse, han sido muchos y variados los sistemas para castigar y señalar a un pecador. Pero ellos (los pecadores endógenos, a los que les asiste el derecho a la defensa) no son como los pecadores exógenos, que son peores y necesario combatir a sangre y fuego porque han sido clasificados como bárbaros, como infieles, como paganos. El pecado de los desamparados es atroz, por eso encarnan las ideas del demonio. Y como son el diablo, la comunidad legitima la guerra contra ellos. Desde Roma hasta Goebbeles, el pecado de los desamparados está representado por la diferencia. Las tropas de los césares luchaban contra gentes deformes en términos míticos: gentes de un solo ojo, de enormes colmillos, sin cabeza, con pies enormes que les servían de sombrilla etc., de esa manera sus batallas eran heróicas Toda esta imaginería de la deformidad estuvo presente en la literatura
  • 22. medioeval y renacentista (el Libro de las Maravillas, los textos de Pigaffeta, algunos extractos del libro de Marco Polo, entre otros) y llegó a su cúlmen con la propaganda nazi, donde a los judíos, a los gitanos y a los homosexuales se los mostraba como seres completamente degenerados y enfermos. Y claro, estas imágenes de la pestilencia y el pecado, lograron que el pueblo alemán justificara el exterminio de estos colectivos. A través de la idea de pecado y de la lucha necesaria contra los pecadores (representados en la diferencia, como sucede con el latinoamericano feo), el espacio vital de una comunidad se amplía justificando la invasión: in contra el malo, sacarlo de sus tierras, borrarlo para que no se multiplique, todo esto en nombre de unos principios comunitarios que sólo entiende como bueno lo idéntico y como malo lo diferente. Y es "obvio" le acaecen más cosas atroces a "consecuencia" de su actividad pecaminosa. Sobre ellos recae el castigo de la divinidad y, por extensión, la del hombre. Basta ver lo que sucede con los enfermos de Sida y aquellos que carecen de un techo y un reconocimiento social (los "desechables", como cruelmente e intolerantemente se los demomina). Desechables que están en el rango de los nuevos bárbaros: pobres absolutos, drogadictos, inmigrantes, enfermos mentales... Los puros contra los impuros, de aquí que con relación a estos últimos se acuñen términos como limpieza y se justifiquen estas acciones como necesarias para que la comunidad que limpia reafirme su identidad. El caso de ku-klux-klan es bien ilustrativo. La raza blanca, libre de pecado, contra los hombres negros, representantes del diablo. Cuando la cruz arde, son los hombres del clan quienes se purifican. El espacio vital nacional.
  • 23. Hasta nuestros días, cuando ya el concepto de nación hay que revisarlo porque muchas de sus premisas iniciales ya no se cumplen, la nación de definía como el espacio propio de una similitud racial, una religión e historia comunes, una misma lengua y un mismo gobierno. Con base en estos principios se establecía la condición nacional. Pero ya los nacionales no son los idénticos sino los que tienen unos mismos derechos frente al estado. Son los ciudadanos y las instituciones que los representan. Multiplicidad de razas (en varios casos legitimadas con el mestizaje) conforman una nación, al igual que variedad de religiones. Sin embargo, las lenguas distintas dentro de una entidad nacional no están legitimadas, dado que las lenguas resultan siendo el soporte de las culturas y el elemento diferenciador (significados propios) por excelencia (los enfrentamientos entre Itus y Tutsis, grupos negros, lo confirman: sus lenguas son diferentes. Como son distintas las lenguas de los castellanos y los vascos, las de los catalanes y los gallegos, las de los bosnios y los servios - enfrentados a través de lenguas religiosas- etc). Las lenguas construyen el conocimiento y el espacio vital nacional. En primera instancia la lengua es clánica (nominadora de objetos, sujetos y valores) y es a través de ella como se crea el mytos y el logos, o sea los principios religiosos y las razones del clan, que no son otra cosa que la visualización y justificación del espacio vital. La lengua es la que permite la nominación y el significado primario (la definición). La filosofía, además de un ejercicio del pensamiento, es una muestra inteligente del lenguaje. Es la palabra que crece, que define en otras instancias, que significa, racionaliza y compara. Y al significar, racionalizar y comparar, define la territorialidad de un colectivo. Y el nacimiento del conflicto, que nace del enfrentamiento entre significados y definiciones. La nación es una suma de valores construidos mediante un lenguaje. Y en esos valores está la religión, la historia, el pensamiento. Incluso, dentro de una misma lengua madre, se dan diferentes lenguajes (jergas, dialectos: lunfardo, espanglish)
  • 24. o anexos a las lenguas o lenguas secundarias (un islámico bosnio lee su religión en alifato, un judío español recurre a sus ritos en hebreo, un latino en los Estados Unidos habla inglés en la calle y castellano en la casa o en su calle y lugares de reunión de barrio). La lengua habla de los elementos que conforman la identidad y la nacionalidad. Y por extensión el espacio vital necesario para que esa nación se integre en instituciones políticas y en conocimiento común, o sea, en todo lo tocante a su concepción de verdad. La nación es una verdad común de la que se habla y se escribe, en la que se aprende y determinan diferencias con el otro: pertenecer a una raza superior, a una religión verdadera, a un pueblo elegido. Estas diferencias son bidireccionales, pues un colectivo las asume como propias y el otro se las acepta (coloniaje cultural) o se las combate como reacción de dos verdades encontradas: pasa en el caso de las subcomunidades (los campesinos frente a los citadinos. La lengua, también, establece palabras para despreciar y burlar al otro, para situarlo en condición de inferior (payos, goim, infieles, paganos, indios, negros, charnegos, sudacas, brutos etc). Y sobre la condición de inferioridad del otro, que ya es parte de la percepción nominada con el lenguaje, se limita el ingreso a la nacionalidad. Y a la partición debida de los bienes (en la idea de lo debido se mantiene latente el conflicto). Sin embargo, es también en el lenguaje donde es posible crear la base de la tolerancia. El ejercicio del diálogo, este situar palabras sobre la mesa buscando puntos en común, amplia el espacio vital nacional, no en términos de extensión sino de real crecimiento y progreso. Porque no se trata de adquirir espacio vital sino de poner a producir el que se tiene. No es el desierto seco (con sus violencias) el que avanza y crece sino el desierto que se siembra. De hecho, las naciones no son sujeto de espacio sino de uso del espacio. Y el espacio vital es entendible bajo supuestos de civilización, entendiendo por civilizado el individuo
  • 25. que reflexiona y tolera, que pacta y logra del pacto un bienestar común. Pero estos supuestos de civilización, fundamentados en el lenguaje y el conocimiento que éste encierre, siguen enmarcados dentro de la utopía Frente a lo que vemos hoy, pareciera que el lenguaje siguiera nominando y definiendo objetos de supervivencia y de guerra. Y al otro en calidad de enemigo (los nuevos bárbaros, "identificados" a través de la fealdad - que es un subjetivismo- en el cuerpo y en el traje), enemigo que se caracteriza porque es pobre y no carga consigo algo escaso para intercambiar y que representa aquello a lo que tememos: la muerte. Acotación:............................................................................................................... En América Latina la formación de la nación todavía está en proceso. Por esta razón asistimos a un espacio vital entendido en la búsqueda de espacio físico que asegure una tenencia de la tierra y unas fronteras seguras contra aquellos que han sido desplazados de sus territorios iniciales. Es espacio vital para aplicar la violencia legal (la del Estado a favor de unos pocos económicamente estables) al inferior económico. Es conflicto sobre el que se legisla y no se cumple. El lenguaje en Latinoamérica es retórico y críptico, como lo fue en España hasta franco. Lenguaje que permite todas las interpretaciones posibles y, por lo tanto, todas las violentaciones. No hay ley, existe una interpretación legal que se opone a lo que es justo. ................................................................................................................................. El espacio vital social. Los seres humanos hemos construido sociedades para lograr entendernos y entender lo que nos rodea. Y estas sociedades crecen mediante el debate (la discusión política), los deberes pactados y los derechos resultantes de ese cumplimiento. La sociedad es lo que nos hace socios, partícipes y actuantes.
  • 26. También lo que permite delinear un futuro colectivo. Las sociedades, entonces, para poder funciona, establecen la ley, aquellas normas precisas (y pactadas como buenas) que definen la calidad del comportamiento dentro el entorno social. La ley establece las jerarquías, las instituciones y las acciones (previo conocimiento y entrenamiento) posibles para una optimización del espacio vital construido: la sociedad, entendida a través de sus pactos (sociedad civil), de sus ritos (comportamiento cívico - para sostener la imagen de la sociedad y generar identidad- y urbanidad: comportamiento ritual con el otro) y de sus logros. Podríamos decir entonces que en el principio social fue la ley, la norma, nacida de unas creencias comunes (de no haber sido así no se hubiera podido pactar) y de unos intereses que delineaban progreso para todo el colectivo. Pero esa ley, en lugar de ser el fiel de la balanza, se convirtió en paradigma. Y que cada vez que se revisa, siempre llega tarde a la realidad que acontece. Es que actúa sobre lo conocido y no sobre lo que acontecerá. La ley no prevé que las costumbres son mutantes, que la moral varía (o témpora o mores) y al presentarse estos cambios la ley deja su condición de línea rectora para convertirse en objeto de represión bajo la excusa de salvaguardar las costumbres. Costumbres que varían y enfrentan espacios vitales sociales: lucha de clases, violación de la ley, ruptura ética. Parodiando a Rousseau, podría decir que el hombre nace bueno, pero la estaticidad de la ley lo corrompe. Y lo corrompe porque su espacio vital no crece y entonces hay un ahogo y, como consecuencia, una salida violenta. La ciudad, símbolo y construcción de la sociedad, se ha tenido siempre como un espacio de protección. Ya en la antigüedad, los hombres se refugiaban en las ciudades. Entraban allí y se ajustaban a unos deberes (comportamiento, pagos de impuestos) y a cambio recibían la protección del señor de la ciudad, afincado en un castillo elevado desde donde lo podía dominar todo. Un todo era fácil de
  • 27. controlar dentro de la muralla y desde las torres y las almenas. Pero cuando la ciudad pierde su demarcación física, cuando comienza a girar alrededor de una plaza (como en el caso de las ciudades latinas, donde la ciudad crece alejándose del poder central o se extiende siguiendo una calle (la ciudad sajona, en la que sucede algo similar a la ciudad latina), el control se hace más difícil. En la ciudad primera comienzan a construirse otras micro-ciudades, pero no aisladas de la ciudad inicial sino creadas dentro de ellas. Esta unidades culturales (no subculturas, como la intolerancia ha querido denominarlas), se definen en condiciones sociales (clases), de oficios (actividades industriales y comerciales), religiosas etc. y, aunque hacen parte de la nacionalidad, tienden a separarse de ella por su ejercicio de costumbres. La ley comienza a no ser para todos, ya por desconocimiento de la ley (no hay presencia de ella) o porque la ley desconoce las nuevas entidades sociales y no actúa debidamente sobre ellas. O actúa dando lo que en principio es básico (servicios públicos, permisos de establecimiento), pero no permitiendo que se avance para que eso básico se sostenga y sea la base para el progreso de lo social (La educación se detiene, las posibilidades de trabajo disminuyen, la protección buscada cada vez es más escasa, el ejercicio del poder más violento etc). ¿Por qué se viola la ley? ¿Por inconformidad?, ¿porque lo legal no es lo justo? ¿Por qué el Estado miente y destruye la moral con sus actuaciones? Creo que la ley se violenta por enfermedad (en el caso de los criminales natos), por iras mal contenidas (una pelea, unos celos), por desesperación (no hubo otra alternativa), por variadas situaciones se enfrenta un sujeto con la ley (aquello de que la ocasión hace al ladrón etc.) Pero, en el caso de conflicto, la ley se viola por estado de pobreza y desamparo, por agresión de las instituciones del Estado y la sociedad establecida como legal y que atenta contra el individuo. Y lo que es peor, por sentimiento de pobreza, lo que hace ver peor la situación vivida. Aclaro: la pobreza es la carencia, el sentimiento de pobreza es saber que uso pocos mal
  • 28. utilizan lo que por derecho me pertenece y ahora me hace falta: el espacio, los alimentos, el descanso, la libertad, el ejercicio del cuerpo, la belleza. También nace el sentimiento de pobreza debido a la incapacidad que tiene la mayoría de acceder a la oferta cada vez más creciente de bienes materiales que trascienden lo básico y se fundamentan en deseos psicológicos cada vez más laberínticos y difíciles de satisfacer, y de sitios de honor. Antes de que la sociedad luciera los bienes en la calle (cosa que todavía no seda en el mundo islámico), el pobre superaba su pobreza en el momento en que se sentía con lo necesario básico. Y comenzaba su riqueza cuando agregaba algo de más a lo necesario: dos gallinas, tres sombreros, un pantalón de más, un par de monedas guardadas en un frasco. El pobre mismo medía su riqueza en la intimidad. Pero cuando ese pobre vio a otros que exageraban su riqueza, que lucían lo innecesario, que gastaban a manos llenas en escenarios nunca imaginados, el pobre asumió el sentimiento de pobreza, la burla a sus esfuerzos, a su trabajo, a sus sueños. Y se sintió más pobre de lo que en realidad era. Entonces nació la ira y la frustración. Y la violentación de la ley. Cuando Trotsky asegura que el estado no es otra cosa que el ejercicio desmesurado y legal de la violencia, su posición nace de lo visto en la Rusia de los zares, de los visto en Europa, de lo visto en México. Los poderosos desfilando por las calles para demostrar su poder y, así, sembrar un sentimiento desmesurado de pobreza: la humillación. En la sociedad primaria conformada por principios básicos, éstos comienzan a resquebrajarse cuando se hace ostentación de la riqueza y de un poder que recurre cada vez más a la mentira. Al ser testigos de la riqueza lucida, se cuestiona la ética de los que ostentan, la moralidad (¿dónde queda la austeridad pactada para tener siempre existencias comunitarias?), el ejercicio del poder. Ya no es el héroe, es el dueño de los bienes de capital o el político corrupto que se ha nutrido de las arcas comunes. Y si bien el hombre pobre, que es el más común y numeroso en la sociedad (esa es la fuerza productiva), se refugia en la religión o
  • 29. en sus micro unidades culturales, evitando en lo posible asistir al desfile de la ostentación, al final termina teniéndola en la nariz. Ya no es el rico quien la ostenta, ahora es su vecino que ha violado la ley y viene hasta él y luce los resultados de esa violentación. Nada tenía que perder y ha ganado. También la hija del vecino que permite que otros violen la ley en ella, violación que le permite ostentaciones. Y así muchos, ya en calidad de esclavos serviles, de renegados del grupo, de espías en el grupo. La micro unidad cultural, entonces, se reciente y trata de defenderse de los elementos exógenos que la agreden. Pero no es luchando contra los propios sino contra la causa prima, la otra sociedad, la que no le ha permitido la intimidad alegre del logro obtenido ni la belleza de la estética, la que le ha señalado como siervo y con la riqueza le demuestra que jamás podrá salir de ahí. Los grupos sociales altos, apoyados por la legalidad, ejercen el clasismo y el racismo, establecen la estética y sofistican la idea de placer. Y el marginal, responde con violación de la ley. Con conocimiento de esta situación, Rawls, en su propuesta de la justicia, propone como solución la equidad, es decir, unos principios igualitarios que acerquen a los hombres y no, como sucede hoy, los alejen. Alejamiento que se produce cuando aparecen la ostentación y el sentimiento de pobreza. Los miembros primarios de una sociedad, primero los patricios y luego los plebeyos arribistas, acaban generando un interés propio sobre los intereses colectivos: esto lo da el ejercicio del poder y el deseo de evadir deberes para sólo usufructuar derechos. Quién más goza de derechos, más poder representa. Y como para el ejercicio de un país de jáuja personal es necesario que los deberes los asuma otro, comienza la explotación social. Explotación que aprovecha los tiempos de escasez, cuando la mano de obra en oferta es mayor que la demanda, para establecer salarios mínimos y así obtener unos niveles de rentabilidad más altos para quienes contratan y reparten de acuerdo con los presupuestos legales. De esta manera, a más de trabajo, se logra diferenciar mucho más las micro
  • 30. unidades culturales. En este punto, la sociedad se divide en dos: la que ostenta la riqueza y las que asume de manera más cruda el sentimiento de pobreza. La ciudad poli-dividida, la sociedad desmoronada, el conflicto en orden. Y en contra del poder, que ven como un generador de males y no de bienes. Y este conflicto se convierte en lucha de clases, en resentimiento, en enfrentamiento de conocimientos, en diferencias de lenguaje, en ideas encontradas y dispuestas al combate, a la búsqueda de un espacio vital dentro del modelo social que en lugar de brindar oportunidades las quita.. En las sociedades de los santos padres (los cuáqueros y otros similares), en el ghetto judío, en la Antioquia austera y en la ciudad islámica, la ostentación de la riqueza se llevaba a cabo al interior del hogar, lejos de las miradas de otros. De esta manera, el sentimiento de pobreza que pudiera recibir alguno en la calle era mínimo. Y ese otro, que no era agredido con la ostentación, se sentía en la posibilidad de crecer. Además, existía un lugar donde todos eran iguales: la sinagoga, la mezquita, el templo. Allí todos eran iguales y sociales. Carentes del sentimiento de pobreza, el orden tenía un sentido. Y hablo de orden en términos de construcción social, de reconocimiento en el otro y su trabajo. Pero esas fueron sociedades extrañas, fundadas de acuerdo con una ética con mano de hierro (muy similares en su funcionamiento a las sociedades maffiosi), muy distintas a la auto-estructuración social que habitamos hoy. Auto-estructuración, digo, ya que la sociedad actual se ha ido construyendo sobre interese propios y está cifrada en la diferencia y en la conflictividad, y en paradigmas legales y sociales que no se ajustan a la realidad de las micro unidades culturales que ya son parte de la nueva sangre social, de sus venas y arterias, de su cerebro. Las sociedades cambian en la medida en que los individuos aumentan. Ahora, si los que aumentan son los desprotegidos y los burlados, la sociedad inicial está en peligro. Claro que por ahora se defiende con la represión y los ejércitos privados.
  • 31. Pero, ¿y cuando aumenten los pobres en la puerta, señor conde? Que para acabar con todos no da el tiempo... Acotación:............................................................................................................... La sociedad es el modelo de la familia y no como hasta ahora se había pregonado, que la familia era el modelo social. No lo es por la sencilla razón de que la vida ya no se logra al interior del hogar sino fuera de éste. No vivimos ya en casas que se auto abastecen, hoy es necesario salir a abastecerse afuera. Y afuera es la lucha y el conflicto, que unos lucen lo que otros ven con rabia. Y no es ira nacida de la envidia sino de la valoración de lo lucido, que a veces con el dinero que vale un solo evento social se lograría la solución esencial de los problemas básicos de un colectivo. Decía hace unos años Jaime Sanín Echeverri (hombre conservador y cristiano, burgués y con buena posición política) que la próxima revolución la iban a hacer los capitalistas. Con esta palabras quería decir: la base se tomará la cúpula, tanto la desea y tanto castigo por ostentación y legalidad ha recibido de ella. Y no se sabe qué pasara, porque los malos ejemplos cunden. Malos ejemplos para los que se niegan a aceptar las mutaciones que sufren las morales generales y las micro. El ejercicio del poder, cuando es desmesurado y no está debidamente auditado, comienza a desconocer los caminos éticos y morales pactados. Se miente y engaña desde el poder y lo político se vuelve politiquería. Y el concepto de lo equitativo se pierde, generando otro concepto de justicia. Planteado en otros términos, frente a la inmoralidad, lo justo se enfrenta lo legal. Y fundamentados en una justicia que acrecienta el poder de la sociedad y el del Estado, el pacto social se corrompe y se legitima lo inmoral (que es una forma criminal) y la amoralidad ( desconocimiento intelectual premeditado de la moralidad). .................................................................................................................................
  • 32. El hombre en conflicto: A. El problema básico del hombre moderno, su motor de conflicto, es la carencia de espacio vital para un debido desarrollo de su identidad y de una moralidad que le permita hacer de esta vida la mejor vida posible, no a través del almacenamiento desmesurado de bienes y dinero sino mediante un pacto que le asegure su condición de ser político, es decir, de poderse mover dentro de lo diverso obteniendo lo necesario y sin ser agredido moral ni legalmente. En otros términos, el hombre busca la legitimación de su libertad, no de manera anárquica ni de especulación, sino a través del conocimiento que le permita estar en la construcción de una verdad y en los cimientos de una moral. El hombre requiere, más que nunca, ser integrante de una nación que le asegure su condición de ser humano. Y no lo que vemos hoy, gente a la defensiva y al ataque. Y este conflicto de la modernidad (o de la posmodernidad, si se quiere) es un conflicto social y urbano. Lo rural, aunque en existe como clasificación geofísica, en términos políticos ya es una mera referencia de la historia. Aquella grandes sociedades rurales del siglo 19, ahora son extensiones de la urbe, de la civitas. Tendríamos que halar de lo rural-urbano. El mismo Estado, que es una concepción urbana, dirime sobre estos sectores desde la realidad ciudadana y no desde la realidad rural, obligando al campesino a ser un ciudadano atrasado, pues lo estatal le llega con criterios modernos sin que él (el campesino, el inmigrante) haya asumido la modernidad. Lo urbano implica actitudes y tiempos urbanos para el Estado y su gobierno, lo que lleva que no se gobierne sobre la totalidad (que maneja otros tiempos y otras espacialidades). Y esta urbanización de lo político (sobre todo en Latinoamérica) ha llevado a que se aplique la modernidad (lo nuevo en términos globales y de metrópolis desarrolladas) sin que se tenga un pensamiento actual ni una educación moderna que clarifique los nuevos conceptos o al menos la visión urbana del Estado. El método supera la
  • 33. aplicación. Y lo que es peor, como el método se ajusta a una casuística determinada y particular, cuando se aplica como fórmula global rebota. Es por esto que los conflictos siguen vivos y crecientes, porque son atacados con genéricos y no con tratamientos locales y acordes con la realidad. La concepción de un mundo urbano, cuando realmente las urbes siguen teniendo una buena cantidad de micro culturas campesinas o que se mantienen como tales porque las oportunidades soñadas no se dieron (frustración de los inmigrantes, casi todos provenientes de pequeñas aldeas, que al no lograr el objetivo de ser ciudadanos se refugian en su moral anterior), crea un enfrentamiento con la concepción de realidad que asume el Estado. Y genera violencia en la ciudad, porque la moralidad de lo rural-urbano (cifrada en buena parte en supervivencias) es muy diferente a la moralidad de lo urbano, donde la idea de progreso político y económico excluye a la mayoría. Y esta mayoría, para sobrevivir, viola la ley y genera violencia o costumbres permisivas que acabarán legitimando ciertas actitudes cuasi delincuenciales, como aquellas de la que "el vivo vive del bobo", lo que ya implica una permisividad que conduce al delito en calidad de acto cuasi- heróico. Visto desde otro ángulo, cuando el ejercicio urbano del poder excluye a un grupo (o lo detiene), la inteligencia práctica del excluido vuelve a los ejercicios primitivos de la caza. Y en esta cacería (lograr lo que se pueda) nace y se cría el conflicto. Nace y se cría con base en una nueva moralidad, no aceptada por el Estado, pero legitimada por la comunidad en la que se da. Ahora, en este mundo urbano, el ser humano se vuelve cada vez más anónimo y sus actos apenas si se reconocen. Es masa productiva, masa desempleada, masa deportiva, masa que se desplaza dentro de la urbe buscando empleos adicionales que le permita superar el sentimiento de pobreza. Y como el sentimiento se incrementa con las nuevas ofertas y ostentaciones, las frustraciones son mayores y el sentido de retaliación (resentimiento) social
  • 34. aumenta porque la idea de progreso, desvirtuada por las tendencias (paradigmas de moda: dinero fácil, reconocimiento fácil) que publicitan los medios de comunicación, minan la moralidad pactada de un progreso continuado y no nacido del azar (como los medios lo proponen: cantantes, futbolistas, artistas, argumentos de telenovelas etc). Y este exceso de información (no de conocimiento) para el consumo y legitimación del ocio de las clases poderosas, que se apoya en imaginarios ordinarios, es un ingrediente poderoso en la situación y ubicación del hombre en conflicto. Acotación:................................................................................................................ La modernidad urbana de América latina, es una modernidad de papel y avisos luminosos. Esta modernidad, legitimada por la información natural (lo que exhibe delante de nosotros) dentro de nuestra propia casa o en el entorno cercano, nos muestra los paradigmas a seguir o al menos a desear; paradigmas la mayoría de las veces inmorales (como se aprecian en los telenoticieros, telenovelas y películas de violencia) y en algunos casos amorales (cuando no se sujetan a la realidad pactada que vivimos). En la urbe moderna latinoamericana, la civilización la estamos confundiendo con libertad de consumo, con honores altamente perecederos, con crecimiento de una minoría que ostenta el poder y la represión legal a favor. Ya la urbe no es un centro donde se accede al conocimiento (como lo era el siglo pasado), sino un centro donde se ofrecen cosas para comprar, sitios para visitar, gente con poder que ver. Y el sueño de un sitio donde trabajar, no se ve o requiere de ayuda especializada (clientelismo) para conseguirlo. Nuestras ciudades modernas dan miedo, para quien llega a ellas y para aquel que las habita. Son un sitio donde el espacio vital se reduce a la par que el poder se vuelve más ostentoso, mentiroso y represivo. Y como anotara Octavio paz, sólo crecen en miseria. Y en todos los conflictos que esta genera. .................................................................................................................................
  • 35. B. Pero el conflicto del hombre no es meramente urbano, aunque su espacio urbano es el que lo lleva a inmiscuirse en acciones conflictivas que, al crecer, se convierten en conflictos nacionales. Y para controlarlos, es bien sabido que la estrategia política utilizada (para resolver conflictos internos) es crear conflictos externos. Así, cuando la comunidad desunida y conflictiva ve que está siendo agredida desde el exterior, de inmediato se une, deja sus rencillas y asume el reordenamiento moral. De esta manera las tensiones internas se desplazan hacia el fantasma exógeno que la agrede. De esta forma, el Estado represor se convierte en Estado conductor. Y así asistimos a las guerras en el Medio oriente, en la Ex Yugoslavia y en África. Y a las que vendrán en nombre de los fundamentalismos religiosos y políticos, del agua (a medidos de este siglo era el petróleo), de la tierra y sus ventajas comparativas (recursos y reclamo de pago de deuda externa). Estas guerras, que comienzan siendo internas y nacidas a consecuencia del uso y propiedad de los bienes de capital (que son los que generan el empleo y la circulación de dinero), se trasladan al exterior y, en a agresión de una nación a otra, las frustraciones se subliman mediante el uso de las armas. El en otro nacional y agresor "justificado" (porque son ellos los que me quitan el trabajo, los que no me permiten vivir tranquilo, los que drogan a mis hijos etc), se combate al Estado. Pero no se le dispara a él sino a la proyección de él representada por y en el otro. Combatiendo al malo señalado, combato a mis temores y las acciones indebidas que el Estado tuvo para conmigo. Esto en el caso de que el estado logre liderar la acción hacia el exterior, que donde esto no se logre, la acción se torna anárquica y revolucionaria (como aconteció en la Rusia de 1905-17). Decía Mijail Bakunin que una revolución por de avanzada que sea, cuando se toma el poder, debe tornarse conservadora para mantenerlo. Y bajo esta premisa, se legitima de nuevo la represión. Y el hombre sigue en conflicto, enfrentado al poder y a quienes lo representan, a las leyes que no cubren con su acción a la
  • 36. totalidad y a las instituciones que en lugar de ser políticas se politizan. Y es esta politización (sinónimo de ineficiencia y corrupción), la que alienta los desplazamientos humanos y, en la actualidad, el mercado de las armas. Porque cuando el hombre se desplaza y termina viviendo en condiciones de paria (amontonado, promiscuo, frustrado) asume su condición de cazador primitivo y de jefe devorador de elementos prohibidos o, al menos, de retador de ellos. Como en el Señor de las Moscas, de William Golding, el ser humano, cuando asume condiciones cuasi imposibles de vida, torna a la horda y el liderazgo en ella lo tienen quienes demuestran valor con las armas y a la vez asumen contacto con divinidades infernales que dotaran de poder a la comunidad hórdica para ir contra aquellos que la generaron. Comunidades así ya las vemos en América Latina y en ciudades como Los Ángeles y New York (también en otros sitios en Europa y Asia), donde los desplazados sociales (desempleados, frustrados urbanos, enfermos mentales permitidos, gente sin futuro, drogadictos y rechazados) asumen el horror y lo acaban legitimando como moral básica. Es que ya nada peor les puede pasar. C. La libertad es un concepto que en ocasiones toma tinte de quimera: se lo puede pronunciar, pero es muy difícil de concebir (Baruj Spinoza habla de cómo podemos pronunciar círculo cuadrado, pero nos es imposible entenderlo). Y en lo que toca al conflicto, la libertad social es algo que en lugar de facilitar la moral, la agrede. La libertad está unida a la ley, esta regida por ella. Y por los intereses de quienes se ajustan a lo legal. Por ejemplo, yo soy libre de ir a trabajar, de encontrar un trabajo, pero no tengo donde ir ni cómo ejercerlo. Soy libre de ocupar un espacio, pero el espacio es de otro. Soy libre de desplazarme, pero las fronteras detienen mi desplazamiento. Y así a la N. En tiempos de la esclavitud negra (también la hubo blanca, pero las condiciones históricas y morales fueron distintas), el esclavo que era liberado recibía la libertad con miedo. Sabía que ya era libre, pero esa libertad le negaba el espacio y la alimentación. Era libre, pero
  • 37. su condición era la del otro, la del marginado, la del sospechoso. Esto, que es historia, vuelve a repetirse no ya con tintes raciales sino sociales: el desposeído es libre, pero su libertad lo pone en problemas: para los otros, los poseedores, es feo, sospechoso, ignorante, peligroso. Entonces, para liberarse del problema, se convierte en lo que el otro piensa de él. Y asume la condición inmoral, conflictiva. Condición de la que los medios hablan y exageran, llevándola a umbrales de heroicidad. Y cuando aparece el héroe, nacen los mitos y comienza a construirse una sub- moralidad que es aceptada y legitimada por quienes encarnan el conflicto habido en la aceptación de ser un problema. Y en esa sub- moralidad, se ejerce la libertad de riesgo, que al menos es una libertad que no se teme porque genera "honores" y riquezas. Es evidente que los medios de comunicación, en su afán de informar a cómo de lugar y con tintes novelísticos, han ayudado a conformar y robustecer las morales de los sujetos en y de conflicto, sobre todo entre los desprotegidos sociales que, al informarse de las acciones atrevidas de sus héroes y líderes, asumen un paradigma que les dice que están en igualdad de condiciones para lograr el objetivo, que sólo se requiere decisión y valentía. Y, al ismotiempo, los medios, legitiman el poder del conflicto, llevando a que la sociedad protegida (sino política al menos económicamente) entre en posición defensiva, reafirmándose el conflicto sobre el que se informa más de manera emocional que racional. Y sobre el que se actúa ídem. Ernst Cassirer, en El Mito del Estado, asevera que los mitos entre más irracionales (en el desarrollo del conflicto la irracionalidad está presente) más credibilidad tienen. Algo similar aseguraba Indro Montanelli en la Historia de Roma: cuando se reacionalizaron los mitos romanos, comenzó la decadencia. La visualización del conflicto. La negociación.
  • 38. A lo largo de este ensayo, he sostenido la tesis de que los conflictos nacen de la carencia de espacio vital y espacio social, y de un ejercicio del poder fundamentado en la legalidad y en la ostentación y no en la justicia. Con Rawls, afirmo que todo conflicto es un problema de equidad y es en busca de la equidad a donde deben apuntar los esfuerzos del Estado si se quiere crear una identidad y una nación sólida, ética y con una fuerte base moral. Y con Baruj Spinoza, asumo que la tolerancia (la continuidad del conocimiento en nosotros y en el otro) es única actitud posible para delimitar el conflicto y reducirlo a un punto controlable y funcional para las partes que negocian. En primera instancia, un conflicto se visualiza a través de actores (agentes del conflicto), factores (causas del conflicto), situaciones (realidades del conflicto) y escenarios (espacios en conflicto). Y de un mapa histórico que detente las raíces de la actitud conflictiva, porque los conflictos no aparecen por generación espontánea sino que tienen un soporte en la historia de las partes que asumen la negociación. Las causas, aunque a veces se las hace aparecer como coyunturales, tienen un referente pasado: historia de los actores, un inconsciente colectivo, una moralidad que se representa y otra que fue representada (memoria e incertidumbre), unos pactos éticos y unas rupturas habidas en él y un lenguaje utilizado como definición del mundo y su valoración en el yo, el tú y el él. Y estas constantes de análisis también tocan a la situación y el escenario. Un conflicto antes que visualizarlo como un problema, es necesario verlo como la resultante de unos hechos sucedidos, de un espacio vital violentado y de un pacto ético roto. De lo contrario, será imposible negociar en términos de tolerancia, entendiendo por tolerancia en la negociación aquella actitud (virtud, porque con base en ella se obtienen logros) que no asume verdades absolutas. Las verdades absolutas (que filosóficamente no lo son porque estarían negando la posibilidad de avanzar en el conocimiento), han sido siempre factor de enfrentamiento entre
  • 39. los hombres. La verdad, la debemos entender como un hilo conductor de la moralidad de un colectivo, como un pacto de realidad subjetiva que permite funcionar como motor de costumbres y variables de progreso. Ahora, esta verdad se comparte con base en la tolerancia y al ser compartida se negocia para que las partes en conflicto se nutran de ella (de la verdad mía y la del otro). Con base en este presupuesto (la verdad compartida), crearíamos las verdades normativas, estas que dan una solución al conflicto porque nos permiten acceder a una realidad común. Verdades normativas que harían parte de un pacto ético para una moral que vaya en beneficio de todos (y los que ellos representan en términos de espacio y tiempo) los que se han sentado a negociar y a compartir manejos políticos y ejercicio del poder como soporte de Estado. Toda negociación, entonces se fundamenta en un nuevo orden nacido del pacto y no de la destrucción del otro ( ya la historia nos habla de los fracasos de la paz de la victoria, donde los vencedores acaban siendo asimilados de manera - las más de las veces brutal- por los vencidos. Los bárbaros y Roma, los nuevos bárbaros y Occidente). La inteligencia no es exceso de información sino buen manejo de la información (convirtiéndola en conocimiento para la solución de problemas) y comprobación de ésta. Bertrand Russell, en El Conocimiento Humano, determina que la idea de progreso se fundamenta en el conocimiento positivo, en aquel que se sacude el empirismo a través de la comprobación de causas y efectos para que las situaciones erradas no vuelvan a producirse. A lo largo del tiempo histórico, hemos asistido al esquema ensayo error y en la actualidad, dada la información acumulada, podemos ya determinar las causas y razones que llevan al conflicto en el hombre. Tenemos memoria e imaginación. Y esto es lo que se requiere en una mesa de negociación. Memoria, para determinar orígenes y desarrollo del conflicto, también de los pactos éticos y las instituciones que hacen posible una
  • 40. moral. Imaginación, para creer en la eticidad del otro. Eticidad que se dará si se cumplen los pactos. Acotación:................................................................................................................. .... En Latinoamérica, donde las negociaciones tienen más publicidad que contenido y los objetivos a cumplir se confunden con deseos, el conflicto es creciente porque lo negociado no se cumple como es debido. Y no se cumple porque las leyes están por debajo de los intereses personales y del Estado mismo, que carece de medios eficientes (políticos, económicos y represivos) para cumplir con lo que pacta. Esta situación, nacida de los primeros días de la conquista y la colonia, donde se obedecía pero no se cumplía dada la incapacidad para imponer la ley, sigue vigente hoy en día. En muchos casos no se discute la buena fe de algunos gobernantes, pero son sólo eso, buena fe. De aquí que sea la misma sociedad civil (la Iglesia, los ciudadanos) los que busquen una solución pactada a los conflictos. Solución que se fundamente en lo justo y, como resultado, se enfrenta a lo legal. Asistimos entonces un círculo vicioso donde para cada solución existe un problema, una discusión en torno a lo legal y a la interpretación de lo legal, que cuando afecta al grupo dominante, de inmediato genera reacción en términos violentos. ................................................................................................................................. El mundo moderno, que cada vez más liberal debería ser más permisivo (con base en Rorty y Rawls), ha creado enormes conflictos como el generado por el neo-liberalismo, política económica que tiene por objetivo crecer los mercados de las empresas multinacionales a costa de las empresas (desprotegidas técnica y financieramente) de las naciones donde ingresan, lo que como consecuencia ha generado más pobreza y desempleo. Y más quiebras de estas mega empresas
  • 41. colonizadoras, víctimas de su propia ofensiva comercial, pues al empobrecer los mercados donde actúan su inversión se viene al traste (la desazón bursátil de 1998 nace de que las acciones de estos emporios comerciales cayeron a consecuencia de carencia de demanda para su oferta). Como respuesta al neoliberalismo, la Unión Europea comienza a socializarse (Francia, Alemania etc) para detener al generador de conflictos y crear unas políticas realmente liberales y justas que permitan el ejercitar una equidad acorde con los nuevos presupuestos morales y éticos: un espacio vital sin agresión. Toda negociación apunta a mejorar las condiciones del individuo y del entorno. Y a sostenerlas. Cuando esto se presenta, existe una sociedad civil y un real Estado que vigila para que el pacto no se rompa, no reprimiendo sino ajustándose a unas normas de derecho natural, es decir, adaptándose a la movilidad y vitalidad de las costumbres. A la libertad que para el bien común ejerce el individuo que accede todo el tiempo al conocimiento (el guerrero ilustrado), el tolerante que se reconoce en el otro en la construcción de la verdad. Fin. Escrito en Medellín a finales de septiembre de 1998. Y creyendo en las virtudes de la tolerancia.