La infección respiratoria recurrente (IRR) afecta hasta el 25% de los niños menores de un año y el 18% de los niños entre 1 y 4 años. Los principales agentes etiológicos son los virus en aproximadamente el 80% de los casos, aunque también están involucradas bacterias. Numerosos factores aumentan el riesgo de IRR, como asistir a guarderías, vivir en entornos polucionados, el hábito de fumar de los padres, y tener hermanos mayores. Aunque algunos factores de riesgo no
2. Prof. Urs B. Schaad
Hospital Infantil Universitario, Basilea, Suiza
Prof. Susanna Esposito
Unidad de Cuidados Pediátricos muy Intensivos, Fundación IRCCS Ca´ Granda Ospedale
Maggiore Policlínico, Universidad de Milán, Italia
2
3. La infección respiratoria recurrente (IRR) es una de las
causas más comunes de visitas médicas en los paí-
ses industrializados. Según algunos reportes constituye
hasta el 50% de las mismas.
La IRR pediátrica está asociada con significativa morbi-
mortalidad, sobre todo en los países en desarrollo.
En esta entidad, el rol de los médicos se ha ido despla-
zando desde el tratamiento hacia la prevención.
El 80%-90% de las IRR afecta el tracto respiratorio supe-
rior: rinitis, faringoamigdalitis, laringitis, otitis media y
sinusitis. El 10%-20% restante está constituido por las
infecciones del tracto respiratorio inferior: traqueítis,
bronquiolitis/bronquitis, bronconeumonía y neumonía.
En la IRR se describen dos picos de incidencia. El pri-
mero se da entre los 6 y los 12 meses de edad, que es
el momento en que decaen los anticuerpos maternos
circulantes y todavía no se ha logrado una adecuada
maduración del sistema inmunitario.
El segundo pico se produce cuando comienza la concu-
rrencia a guarderías o a institutos de educación prees-
colar. La estacionalidad es típica, con picos durante el
otoño y el invierno.
Los agentes etiológicos más comunes son los virus
(rinovirus, VSR, influenza), seguidos de las bacterias
(H. influenzae, S. pneumoniae) y otras (Chlamydia,
Mycoplasma).
La definición de la IRR ha sido establecida como la
aparición de ≥6 episodios de infecciones del tracto res-
piratorio por año, o la producción de ≥1 por mes desde
septiembre hasta abril (Hemisferio Norte), o de ≥3 episo-
dios que involucren al tracto respiratorio inferior por año.
En el caso específico de las distintas patologías la
IRR se define como ≥3 episodios de otitis media aguda
(OMA) en 6 meses, ≥5 episodios de rinitis por año y ≥3
faringoamigdalitis por año.
Según la intensidad y la duración de los síntomas la infec-
ción del tracto respiratorio puede ser calificada como
grave cuando afecta el crecimiento o el desarrollo.
Se la menciona como persistente cuando cursa sin un
ritmo estacional determinado; o como inusual si tiene un
curso poco habitual o complicado.
La IRR es una patología que sólo afecta al tracto respi-
ratorio sin localizaciones gastrointestinales, cutáneas,
neurológicas o urogenitales. Hay que diferenciarla de la
infección que sugiere la presencia de una inmunodefi-
ciencia primaria en la que se observan distintos tipos de
infecciones.
Desde el punto de vista inmunológico en pacientes con
IRR se pueden encontrar muchas alteraciones menores,
tanto en la función humoral, como en la celular, en el
complemento o en la actividad fagocítica. Por lo general
son poco relevantes, y tienen su base en la inmadurez
del sistema inmunológico, con deficiencias de las IgA y/o
subclases de la IgG.
La mayoría de estas alteraciones tiene muy poco signifi-
cado clínico, y en algunos casos incluso pueden ser más
la consecuencia que la causa de la IRR.
En cuanto a la patogénesis, se debe considerar la mayor
exposición a patógenos respiratorios que se produce
cuando el niño inicia una etapa de mayor inserción social
con la concurrencia a guarderías, a la educación prees-
colar, etc. También se deben tener en cuenta los factores
ambientales, como la polución interior (tabaquismo en
el hogar, humedad, moho, combustibles sólidos para la
cocina y la calefacción) y la polución exterior.
En tercer lugar, se debe recordar que la mencionada
inmadurez del sistema inmune (por ejemplo: niños naci-
dos prematuramente) o la presencia de defectos en la
defensa (déficit de IgA, y/o de subclases de IgG, falta
de lactancia materna) son elementos importantes en la
patogénesis de la IRR. También es clave la ausencia de
memoria inmunológica en los niños pequeños que en los
Carga de las infecciones recurrentes del tracto respiratorio en pediatría:
La pandemia olvidada
Prof. Urs B. Schaad
3
4. primeros meses de vida no hayan completado sus esque-
mas de inmunización.
Algunos factores genéticos —como la atopía y la aler-
gia—, ciertos trastornos inmunológicos, el estrés físico y
psíquico, el género masculino y la malnutrición han sido
descritos por algunos autores como parte de la patogé-
nesis.
Finalmente, algunas situaciones poco frecuentes, como las
alteraciones anatómicas o funcionales (hipertrofia de las
adenoides, fístula, reflujo gastroesofágico, cuerpos extra-
ños, síndrome de inmovilidad ciliar), o trastornos metabó-
licos (fibrosis quística, deficiencia de la α1-antitripsina),
también tienen un rol en la patogénesis de la IRR.
El diagnóstico de la IRR se basa en la realización de una
historia clínica minuciosa y de un examen clínico cuida-
doso. Por lo general no es necesario un estudio comple-
mentario, a menos que se presenten formas graves.
Todas las investigaciones complementarias necesitan una
justificación clínica; por ejemplo: gravedad, tos crónica,
retardo en el crecimiento, antecedentes familiares, etc.
Las complicaciones pueden ser directas o indirectas.
Las directas son las sobreinfecciones bacterianas, la
mastoiditis, la sepsis, el daño pulmonar crónico funcional
o anatómico y la mortalidad, particularmente en los paí-
ses emergentes.
La carga socioeconómica es sustancial en términos
de días escolares perdidos, ausentismo laboral de los
padres y costos de atención médica.
Se debe prestar especial atención al manejo de los anti-
bióticos debido a que su mala indicación puede conllevar
graves consecuencias en el desarrollo de resistencia
microbiana.
Por tal motivo puede describirse un uso excesivo de anti-
bióticos: i) cuando no son necesarios [por ejemplo: indi-
cación en cuadros virales]; ii) cuando no están indicados
[por ejemplo: como estrategia de observación en la Otitis
Media Aguda (OMA)]; iii) uso indebido de los mismos:
cuando son empleados en forma incorrecta en cuanto a
dosis o duración de los tratamientos.
Para el tratamiento de la IRR son esenciales las medidas
sintomáticas: ingestión adecuada de líquidos, antipiréti-
cos, oxígeno, manipulación mínima, etc.
Rara vez deben indicarse antibióticos: faringoamigdalitis
estreptocócica, OMA (especialmente en menores de 6
meses de edad), sinusitis e infecciones bacterianas pre-
suntas o comprobadas (neumonías, traqueítis).
Tal vez el aspecto más relevante en la IRR sea el tema de
las medidas preventivas.
En este aspecto se debe señalar la educación a los
padres, la inmunización activa y la inmunoestimulación
no-específica.
La educación a los padres es sumamente importante. Es
necesario redoblar los esfuerzos para: i) que sepan el rol
protector del amamantamiento; ii) que conozcan el incre-
mento en la incidencia de la infección respiratoria en los
primeros años de vida; iii) que modifiquen algunos facto-
res de riesgo; tales como: el tabaquismo, la aglomeración,
la polución y el reflujo gástrico; iv) que estén advertidos
del limitado rol de la quimioprofilaxis antibacteriana y
antiviral y de la cirugía [amigdalectomía, adenoidectomía,
tubos de timpanostomía].
La inmunización activa es muy eficaz y debe ser un
objetivo a cumplir, incluyendo las vacunas antivirales
(influenza, sarampión) y antibacterianas (neumococo,
pertussis, Haemophilus influenzae b). Hay numerosas
vacunas que todavía se encuentran en fases finales de
investigación (VSR, Rinovirus, Moraxella catarrhalis, H.
influenzae no-tipificable).
La inmunoestimulación no-específica consiste en una
serie de estrategias para la estimulación, modulación y
perfeccionamiento del sistema inmunitario.
Entre los más estudiados se encuentran los inmunoesti-
mulantes bacterianos, como el OM-85, un extracto liofili-
zado de 21 cepas de 8 bacterias productoras de patología
respiratoria.
El fundamento que sustenta su uso se basa en la corre-
lación entre las infecciones del tracto respiratorio y la
inmadurez del sistema inmunitario. Varias publicaciones
han avalado su eficacia y seguridad1, 2, 3, 4
.
En conclusión, la IRR constituye una gran carga sanitaria
en todo el mundo.
La mayor exposición a patógenos respiratorios, el siste-
ma inmunitario inmaduro, los factores ambientales (polu-
ción) y genéticos (atopía) hacen que los niños pequeños
sean sumamente susceptibles a la IRR.
4
5. El diagnóstico se basa en una historia clínica cuidadosa y
en un examen clínico completo.
El tratamiento es principalmente sintomático. Hay com-
plicaciones sustanciales, carga socioeconómica y uso
excesivo/indebido de antibióticos.
En primer lugar, siempre se debe considerar la preven-
ción: educación de los padres, inmunización activa e
inmunoestimulación no-específica.
Referencias
1
Schaad, Europ Infect Dis 2012;6 (2):111-5.
2
Jesenak, Tech Europe 2011;11:119-48.
3
De Martino, Pediatr Allergy Immunol 2007;18 (18):13-18.
4
Bellanti, Drugs 1997;54 (1):1-4.
5
6. La IRR ha sido definida por la presencia de ≥6 episo-
dios de infecciones del tracto respiratorio por año, o la
producción de ≥1 por mes desde septiembre hasta abril
(Hemisferio Norte), o de ≥3 episodios que involucren al
tracto respiratorio inferior por año en niños que no ten-
gan ninguna condición patológica subyacente que pueda
justificar la recurrencia de la infección.
Según ha sido expresado por Wheeler, la primera causa
de la IRR en niños es la infancia en sí misma.
La IRR afecta hasta el 25% de los niños de menos de un
año de edad, y al 18% de los niños de 1 a 4 años en los
países desarrollados. Los virus (principalmente VSR, rino-
virus e influenza) son los principales agentes etiológicos
aproximadamente en el 80% de los casos.
Las bacterias, tales como: H. influenzae, S. pneumoniae,
Mycoplasma pneumoniae y Streptococcus pyogenes
también son frecuentes.
Numerosos factores predisponentes han sido mencio-
nados como de riesgo para sufrir una IRR: i) asistencia
a guarderías; ii) socialización temprana; iii) familias
grandes; iv) hacinamiento; v) antecedentes familiares
de atopía; vi) hermanos en edad escolar; vii) prematurez;
viii) bajo peso corporal; ix) ausencia de lactancia; x)
exposición a polución; xi) mascotas; xii) alteraciones
anatómicas o funcionales de las vías aéreas superiores
o inferiores; etc.
En un estudio publicado hace algunos años1
se observó
que los niños que concurrían a guarderías, ya fuesen
pequeñas o grandes, tenían una duración promedio de
la IRR significativamente mayor, en comparación con los
niños cuidados en su casa.
Sin embargo, esto se observó en los dos primeros años
de asistencia, pero en el tercer año de seguimiento se
equiparaba la duración promedio de los episodios.
Otro estudio encontró que la IRR era más común en los
niños que asistían a guarderías; y en los que no tenían
hermanos, en comparación con los que sí los tenían2
.
También se observó que la concurrencia a guarderías
fue un factor de riesgo más relevante que la condición
socioeconómica. También fue relevante la cantidad de
horas que permanecía el niño en la guardería.
Según este estudio, la concurrencia de 9 horas incre-
mentaba el riesgo de tener IRR entre el 7% y el 12%, en
comparación con una concurrencia de menor duración.
Una revisión sistemática analizó el impacto del hábito de
fumar de los padres sobre la presencia de la IRR en niños3
.
Se evaluaron 14 estudios, y se arribó a la conclusión de
que el hábito de fumar en los padres fue un factor de 1.53,
riesgo significativo para el desarrollo de la IRR, con un OR
1.53, IC 95% 1.22-1.92.
La polución ambiental fue analizada en otro metaanálisis
en el que se observó que la falta de aire puro, suma-
do al humo del tabaco y a la contaminación ambiental
constituyeron un importante factor de riesgo para sufrir
infecciones respiratorias o síntomas respiratorios, como
las sibilancias4
.
La residencia en áreas urbanas se asoció también con
mayor tasa de IRR, en comparación con la residencia en
zonas rurales.
Sin embargo, muchos de estos factores de riesgo, tales
como, por ejemplo: la asistencia a guarderías, la polución
ambiental o la residencia en área urbana no pueden ser
fácilmente modificados.
Otros factores que sí pueden ser modificados tal vez
sean de mayor relevancia a la hora de plantear conduc-
tas preventivas. En ese sentido, la lactancia materna se
asoció con menor tasa de colonización bacteriana naso-
faríngea y, por lo tanto, con menor frecuencia de otitis
media en niños que concurrían a guarderías. (Cuadro 1)
El uso de dispositivos que supuestamente contribuyen a
mejorar la succión incrementaría el reflujo de secrecio-
nes nasofaríngeas en el oído medio y además produciría
cambios en la estructura dental que podrían ocasionar
Perfil del paciente con infección respiratoria recurrente:
¿Quién puede obtener el mayor beneficio de la prevención?
Prof. Susanna Esposito
6
7. disfunción de la trompa de Eustaquio, por lo que incre-
mentarían el riesgo de la IRR5
.
Los niños alérgicos tienen infecciones respiratorias con
mayor frecuencia y gravedad que los no-alérgicos6
.
Otro estudio demostró una significativamente mayor fre-
cuencia de otitis media, faringoamigdalitis e infecciones
respiratorias bajas en niños atópicos, en comparación
con los no-atópicos7
.
La falta de madurez del sistema inmunológico es una
de las causas predisponentes para padecer IRR. Por lo
tanto, intentar corregir ese deficiente funcionamiento de
la inmunidad puede constituir una interesante estrategia
preventiva.
Un estudio conducido por el grupo Esposito S, et al8
mostró
que en niños con IRR la vacunación contra el virus de la
influenza se asoció con una reducción significativa en el
número de episodios de infecciones respiratorias, junto
con menor tasa de prescripción de antibióticos y menor
cantidad de días perdidos de escolaridad.
También se registró menor cantidad de días de trabajo per-
dido por los padres, y menor cantidad de visitas médicas en
el grupo de niños que recibieron la vacuna contra influenza.
En otro estudio del mismo grupo se obtuvieron resultados
similares. Se observó que los niños vacunados contra el
virus de la influenza tuvieron menores tasas de OMA y
de episodios complicados con perforación timpánica, en
comparación con los niños que no recibieron la vacuna9
.
El déficit de vitamina D fue mencionado como un factor
de riesgo para la recurrencia de la infección respiratoria.
En un trabajo recientemente publicado por el grupo
Esposito S, et al.10
se comparó la administración de vita-
mina D (1000 U/día) o placebo en niños de 1 a 5 años de
edad con historia de OMA recurrente.
Se observó que los niños tratados con vitamina D tuvieron
significativamente menor cantidad de episodios de recu-
rrencia y menor tasa de complicaciones.
La disminución del número de episodios fue más evidente
en el grupo de niños con otitis no complicada, proba-
blemente debido a que en los casos complicados hubo
factores, como las alteraciones anatómicas diversas, que
pudieron estar actuando.
Lo importante de estos estudios es que mostraron que algún
tipo de intervención —ya fuese la vacuna contra influenza
o la administración de vitamina D— pudo modificar el
riesgo de desarrollo de la infección respiratoria recurrente.
La actuación sobre los factores de riesgo modificables
pudo lograr que mejorara la respuesta inmune o que se
redujera la elevada carga bacteriana o viral de la nasofa-
ringe. (Cuadro 2)
La IRR es muy frecuente en los niños, y se asocia con
consecuencias relevantes: i) aumento en la tasa de
resistencia a los antibióticos; ii) ansiedad en los padres;
iii) incremento en el número de consultas clínicas;
iv) admisiones de urgencia; v) hospitalización; vi) creci-
miento de los gastos en salud.
Por lo tanto, es realmente necesario el desarrollo de
estrategias preventivas que ayuden a reducir la frecuen-
cia de la IRR.
Los inmunoestimulantes basados en lisados bacterianos
han sido muy estudiados.
Cuadro 1
Linda C. Duffy, Howard Faden, Raymond Wasielewski, Judy Wolf, Debra Krystofik and
Tonawanda/Williamsville Pediatrics; Pediatrics 1997; 100:e7
La alimentación materna exclusiva protegió contra la colonización
bacteriana nasofaríngea en niños en guarderias con exposición
a otitis media
Alimentación exclusiva con fórmulas
Alimentación combinada (materna y fórmulas)
Alimentación materna exclusiva
100 -
80 -
60 -
40 -
20 -
0 -
3 6
Meses
12 18 24
Incidenciaacumulativade
episodiosdeOM
Cuadro 2
Alta carga
bacteriana
o viral en la
nasofaringe
IRTR
Edad
Sexo masculino
Alergia
Genética
Hermanosmayores
Secreciones
nasales
abundantes
Lactanciareducida oausente
Posición
de dormir
Flora
nasofaríngea
Nivelesbajos
devitaminaD
Chupón
continuo
Contaminacióndel aire
Estacionalidad
Asistencia
aguardería
Tabaquismo
pasivo
Respuesta
inmune baja
7
8. El rol de los inmunoestimulantes es el de aumentar la
capacidad de las células presentadoras de antígenos
para estimular a las células T específicas con el fin de
inducir la maduración de las células B en células plas-
máticas.
Por otra parte, los inmunoestimulantes intentan activar a
las células T y NK para favorecer la fagocitosis por parte
de los macrófagos y neutrófilos contra los patógenos.
En una revisión sistemática publicada hace 2 años11
se
evaluaron 35 estudios controlados por placebo, con 4060
pacientes, que investigaron el uso de inmunoestimulantes
para la prevención de la infección respiratoria en niños.
Los autores observaron que, en comparación contra pla-
cebo, el uso de inmunoestimulantes redujo el número
de infecciones respiratorias en forma significativa (HR
-38.8, IC 95% -46.3 a -31.3).
Los mejores resultados fueron observados con los inmu-
noestimulantes bacterianos D53 y OM-85. (Cuadro 3)
En un trabajo presentado por el grupo Esposito S, et al.
recientemente se evaluó si la administración de OM-85
podría ser útil para incrementar la inmunogenicidad de
la vacuna trivalente contra influenza (VTI) en niños con
IRR12
.
Se estudiaron 30 niños con antecedentes de IRR a los
que se administró OM-85 durante 10 días en 3 meses
consecutivos antes de la administración de la VTI y se los
comparó con los de un grupo control que no recibieron el
inmunoestimulante.
Los resultados mostraron que las tasas de seroconver-
sión y seroprotección —así como los títulos geométricos
promedio para los diversos antígenos virales— no difirie-
ron sustancialmente entre ambos grupos de estudio.
Tampoco se observaron diferencias entre los dos grupos
en cuanto al número y activación de las células dendríti-
cas. La seguridad fue idéntica en ambos grupos.
En conclusión, el estudio no pudo demostrar que la admi-
nistración de OM-85 pueda modificar la respuesta inmune
contra la VTI en niños con IRR.
Si bien los beneficios de la administración de OM-85 BV
en la población de niños con IRR parecieran ser eviden-
tes, aún no se ha establecido cuál es el momento en el
cual esos efectos beneficiosos podrían ser mayores.
Probablemente la administración del inmunoestimulante
sería ideal en estadios iniciales, entre el comienzo de
la concurrencia a las guarderías y antes del inicio de
la edad escolar, es decir, cuando la maduración inmu-
nológica haya comenzado, pero todavía continúe siendo
incompleta. (Cuadro 4)
Cuadro 3
Inmunoestimulantes para la prevención de infecciones del tracto
respiratorio en niños (revisión)
OM-85
Estudio o
subgrupo
Ahrens 1984
Del Río-Navarro 2003
Gutiérrez-Tarango 2001
Gómez-Barreto 1998
Jara-Pérez 2000
Maestroni 1984
Schaad 1986
Schaad 2002
Zagar 1988
Total (IC 95%)
Media
74.4
53.85
63
70.27
47.83
36.04
96.98
85.48
34.86
DE
67.86
26.92
24.88
69.82
31.44
36.94
59.4
58.06
23.85
DE
80.16
28.85
31.88
106.76
27.09
96.58
52.35
65.72
59.63
Total
72
20
28
30
100
9
49
85
22
415
Peso
11.4%
13.5%
14.3%
5.7%
16.4%
3.3%
11.7%
13.3%
10.5%
100%
0 50-50
Favoreció a experimental Favoreció a control
-100 100
Media de la diferencia
IV, aleator.,IC 95%
-25.60 (-49.18,-2.02)
-46.15 (-63.44,-28.86)
-37 (-52.20, -21.8)
-29.73 (-76.42, 16.96)
-52.17 (-60.33,-44.01)
-63.96 (-130.73, 2.81)
-3.02 (-25.74, 19.70)
-14.52 (-32.61, 3.57)
-65.14 (-91.53, -38.75)
-35.90 (-49.46, 22.35)
Total
83
20
26
26
99
11
45
98
29
437
Media
100
100
100
100
100
100
100
100
100
Experimental Control Media de la diferencia
IV, aleator.,IC 95%
Cuadro 4
Concepto de la ventana "ideal" de tiempo con la mayor eficacia
absoluta de OM-85 para la prevención de IRRs
Edad
Período
refractorio
Inmadurez
inmunológica parcial
Guarderías y otros
RTIs
RTIs: Infecciones del tracto respiratorio
Placebo
Edad
escolar
OM-85
8
11. OMMUNAL (Lisado Bacteriano) 3,5 mg CAPSULAS
OMMUNAL (Lisado Bacteriano) 3,5 mg POLVO SOBRES
USO PEDIÁTRICO
FICHA TECNICA
Composición:
Cada cápsula contiene:
Liofilizado de Haemophilus influenzae, Diplococcus pneumoniae, Klebsiella pneumoniae, Klebsiella ozaenae, Staphylococcus aureus, Streptococcus
pyogenes, Streptococcus viridians, Neisseria catarrhalis……………………………………………………………………………………………3,50 mg
Almidón de Maíz Modificado, Estearato de Magnesio, Manitol c.s.
Composición:
Cada sobre contiene:
Liofilizado de Haemophilus influenzae, Diplococcus pneumoniae, Klebsiella pneumoniae, Klebsiella ozaenae, Staphylococcus aureus, Streptococcus
pyogenes, Streptococcus viridians, Neisseria catarrhalis ………………………………………………………………….……………………….3,50 mg
Almidón de Maíz Modificado, Estearato de Magnesio, Silicato de Magnesio, Manitol c.s.
Indicaciones:
Niños: Adyuvante en el tratamiento y profilaxis de los procesos infecciosos recurrentes de las vías respiratorias y de la esfera ORL, en niños en los
cuales se ha descartado un defecto anatómico y/o inmunodeficiencia primaria.
Posología:
Niños hasta 12 años: • Tratamiento de los episodios agudos: 1 cápsula o 1 sobre de 3,5 mg al día en ayunas durante 10 días como mínimo o hasta la
desaparición de los síntomas (máximo 30 días). • Tratamiento de refuerzo (preventivo): 1 cápsula o 1 sobre de 3,5 mg al día durante 10 días consecutivos
por mes durante 3 meses.
Vía de administración:
Por vía oral.
Modo de uso:
Se recomienda ingerir la cápsula con suficiente líquido (un vaso con agua, aproximadamente 250 mL). Las cápsulas también pueden abrirse y verter su
contenido en una bebida (jugo de fruta, o leche.), en los casos en que los niños tengan dificultad para su deglución.
Polvo Sobres: Disolver el contenido del sobre, en una bebida (Agua Jugo de frutas o leche), consumir inmediatamente. No conservar la mezcla ingerir en ayunas.
Advertencias:
Producto de uso delicado que debe ser administrado bajo vigilancia médica.
Antes de administrar este producto leer el prospecto interno.
No exceda la dosis prescrita
Manténgase fuera del alcance de los niños
Consérvese en lugar fresco y seco, a temperatura inferior a 30ºC.
Al gremio médico:
Advertencias:
• No se administre durante el embarazo o cuando se sospeche su existencia a menos que a criterio médico el balance riesgo/ beneficio sea favorable.
• No se administre durante la lactancia a menos que el médico lo indique. • En el estado actual de los conocimientos, la administración de Ommunal®
a niños menores de 6 meses no es oportuna debido a la inmadurez de su sistema inmunitario.
Precauciones:
Cuando la antibioterapia sea necesaria, debe asociarse Ommunal®
desde el inicio del tratamiento.
Contraindicaciones:
Alergia a los componentes de la fórmula.
Reacciones adversas:
• Gastrointestinales: Náuseas, dolor abdominal, vómitos. • Reacciones dermatológicas: Exantema eritematoso, urticaria. • Respiratorias: Tos, disnea,
asma. • Generales: Fiebre, cansancio, reacciones alérgicas. En caso de trastornos gastrointestinales persistentes, el tratamiento debe ser interrumpido.
En los casos de reacciones cutáneas o de trastornos respiratorios durables, el tratamiento debería ser interrumpido, ya que puede tratarse de
reacciones alérgicas.
Interacciones:
No hay descrita alguna interacción conocida con otros medicamentos hasta la fecha.
Presentaciones:
Ommunal 3,5 mg Cápsulas P.B. 1.267/11
Blíster de Foil de aluminio/ PVC Cristal contentivo de 5, 10 y 30 cápsulas en estuche de cartón.
Ommunal 3,5 mg Polvo Sobres P.B. 1.266/11
Sobre de papel – aluminio- polietileno, en estuche de cartón, conteniendo 10 y/ó 30 sobres.
Elaborado por: OM Pharma, Ginebra Suiza.
Acondicionado y Distribuido por: Laboratorios Leti, S.A.V., Venezuela.
RIF.: J-00021500-6
Venta con prescripción Facultativa.
11
12. HQ/BRO-V/RESP/O/09/2013/004
Material revisado y aprobado por el Asesor Médico y el Farmacéutico Patrocinante
de Laboratorios Leti S.A.V Rif: J-00021500-6
OMMU-ESTC-004-0815
LETI
Rif: J-00021500-6