2. ¿QUÉ ES?
El trasplante de corazón es una de las operaciones quirúrgicas más
delicadas y complicadas ya que el corazón es el motor del cuerpo y si
éste falla, todo el cuerpo deja de recibir sangre y por lo tanto de
funcionar.
Sólo se realiza como última opción debido a lo difícil que resulta.
El corazón sano se toma de una persona recién fallecida en un centro
médico para hacer todas las comprobaciones necesarias.
3. ¿POR QUÉ?
Cuándo existen pacientes en estado de insuficiencia cardiaca severa,
se realiza esta operación siempre y cuando no haya otras curas o
remedios.
El procedimiento más común, es tomar el corazón de un paciente
recién fallecido e implantarlo en el paciente del cuál ya ha sido
extraído el corazón enfermo.
Aunque en el 90% de los casos se extrae el corazón original, también
es posible dejarlo de apoyo al recién implantado.
La mayoría de veces, los corazones son humanos aunque también se
pueden tomar de animales o realizarse artificialmente con el avance
de la tecnología 3D.
4. ¿CÓMO SE REALIZA?
Para confirmar que el paciente es capaz de recibir un nuevo corazón,
se realizan distintas pruebas y confirmaciones para no someterse a
tal operación en vano.
Una parte de los pacientes que necesita someterse a esta operación
no puede hacerlo debido a otras enfermedades que impedirían el
trasplante; como ejemplo de estas, estaría el tener un tumor, una
enfermedad psiquiátrica, hipertensión pulmonar… También influye,
pero en menor medida, la edad de la persona a tratar.
Cuando se realizan estas comprobaciones, se busca un corazón
compatible entre pacientes recién fallecidos o en muerte cerebral.
Durante la operación, se conectan la vena pulmonar y la arteria
pulmonar a un mecanismo que actúa como corazón mientras éste se
cambia. Cuando el corazón sano está instalado, se le conectan las
venas y arterias para dar comienzo a un nuevo ciclo en el que el
organismo tendrá que adaptarse.
5. ¿Y EL POST-OPERATORIO?
Aunque no debería complicarse, cuando se complica puede ser
peligroso y por eso se mantiene al paciente unos días en la Unidad de
Cuidados Intensivos (UCI).
La principal causa por la que el post-operatorio se complica es
porque el organismo rechaza el nuevo órgano. Este se suele curar con
el tiempo y la adaptación aunque en los casos graves, se debería
volver a abrir para recolocar todo e incluso volver a trasplantar el
órgano por uno nuevo.
Los pronósticos son cada vez más positivos, siendo la probabilidad
de un 70% en hombres y 65% en mujeres vivir 5 años después del
trasplante.
La persona que más tiempo ha sobrevivido vivió 30 años desde su
trasplante.
6. ¿PUEDO SER DONANTE?
Para ser donante de cualquier otro órgano a parte del corazón
(riñones, hígado, páncreas y pulmones) se deben cumplir unos
requisitos respecto a la salud.
El primero y más importante es morir en una Unidad de Cuidados
Intensivos (UCI) para que el equipo de cirujanos realice las pruebas de
para valorar qué órganos pueden ser útiles.
Para ser donante, hay que afirmar en vida (aunque sea de manera
oral) que quieres donar tus órganos siempre de manera ALTRUISTA.
Es un gesto muy simple ya que una vez muerto, no necesitarás tus
órganos y podrán ser utilizados para salvar a otras personas.