3. Reparación quirúrgica de una válvula. Tanto
con prótesis mecánicas como biológicas.
4. No debe producir embolias
Debe ser inerte y no dañar a los elementos formes de la
sangre
No debe ofrecer resistencia al flujo
Debe cerrarse rápidamente (menos de 0,05 segundos)
Debe permanecer cerrada durante la fase apropiada del ciclo
cardíaco
Debe tener propiedades físicas y geométricas duraderas
Debe insertarse en su posición anatómica
Debe ser capaz de permanecer fijada permanentemente
No debe molestar al paciente
Debe ser técnicamente fácil de insertar.
6. Finales de la década de 1950.
Válvula de bola
Prótesis Medtronic Hall y Omnicarbon
7. En las prótesis mecánicas el flujo central está
alterado; existe un elemento obstructor o dos
hemidiscos, lo que proporciona dos o tres flujos a
través de la válvula, en lugar de un flujo central sin
obstrucciones.
En esta hemodinámica anormal, siempre existe un
gradiente transvalvular, independiente del tipo de
prótesis, y también una cierta regurgitación.
Por otro lado, no forman una entidad con las
estructuras que la rodean; existe la barrera del
anillo suturado entre la válvula y los tejidos
circundantes, no habiendo interacción entre
ambos. Debido a ello, siempre obtenemos un cierre
retrasado y a menudo incompleto.
8. El material presenta variaciones de unos
modelos a otros que influyen en la
hemodinámica y la incidencia de
complicaciones
Carbón pirolítico
Poliéster
Titanio
9. Fallo estructural :La prevalencia de fallo estructural
reportado en todos los modelos comercializados
actualmente es inferior a 2 por cada 100.000 implantes
Tromboembolismo: tratamiento profiláctico con
dicumarínicos
Endocarditis: protésica es del 1% al año. Las
infecciones durante el período postoperatorio
inmediato conllevan una mortalidad superior al 50%
Insuficiencia protésica. Hemólisis: La regurgitación es
responsable de una pérdida de la energía efectiva
cardíaca del 3%-6% y de una hemólisis
constante, aunque habitualmente subclínica con
descenso significativo de los valores de haptoglobina e
incremento de la deshidrogenasa láctica (LDH)
10. Microembolias: puede ser responsable del
deterioro intelectual progresivo observado con
frecuencia en pacientes jóvenes portadores de
prótesis mecánica. Son la consecuencia de las
turbulencias y del fenómeno de
cavitación, producido porque la deceleración
súbita después del cierre de la prótesis produce la
formación de pequeñas burbujas por vaporización.
Ruido: El ruido producido por el cierre de la
prótesis tiene una repercusión importante en la
calidad de vida del 5,4% de los pacientes
portadores de prótesis mecánica.
11. El uso de homoinjertos se planteó en 1962
Xenoinjerto porcino en 1965.
12. Prótesis con soporte: El flujo es central, más o menos sin
estenosis. Sin embargo, no forman una entidad funcional
con las estructuras que la rodean, Estas prótesis interfieren
con la función del miocardio, exactamente igual que las
prótesis mecánicas. Duración limitada, estimando que entre
el 20% y el 40% tendrán que ser sustituidas a los diez años.
Prótesis sin soporte: Las prótesis biológicas sin soporte
tienen un flujo central sin estenosis y la capacidad de formar
una entidad funcional con las estructuras
adyacentes, quedando preservada la función miocárdica y
ofreciendo una hemodinámica casi fisiológica. No precisen
anticoagulación y estén indicadas en las endocarditis
aórticas si no se dispone de homoinjertos. durabilidad a
partir de los diez años no es muy diferente a la de las
prótesis con soporte
13. Homoinjertos: Los homoinjertos valvulares
aórticos y pulmonares son un campo
restringido, representando en Europa el 1,6%
de las sustituciones valvulares. Ofrecen la
hemodinámica más parecida a una válvula
natural, su durabilidad es mayor que las
prótesis biológicas y no precisan
anticoagulación. Su principal limitación es la
disponibilidad limitada.
14. La complicación específica de la prótesis
biológica es el deterioro estructural que afecta a
los diez años al 30% de las prótesis
biológicas, 10% de los homoinjertos y menos
del 5% de los autoinjertos
Las prótesis biológicas pueden sufrir fallos
precoces por un diseño erróneo. En las prótesis
sin soporte, la durabilidad puede estar gravada
por una técnica quirúrgica inadecuada con
errores de la orientación geométrica.
15. Las prótesis biológicas están indicadas en los
pacientes con contraindicaciones para la
anticoagulación y en los que por razones de
edad o patología asociada tienen una corta
esperanza de vida.
Las prótesis biológicas no hacen ruido ni
producen microembolias gaseosas. El riesgo de
tromboembolismo es menor que con las
prótesis mecánicas y no precisan
anticoagulación.
16. Harken DE. Heart valves: ten commandments and still
counting. Ann Thorac Surg. 1989;48 Suppl:18-9.
Huysmans H. Nuevas alternativas en sustitución valvular.
En: Revuelta JM, Herreros J, editores. Avances en cirugía
cardíaca. Barcelona: Ed. Uriach; 2002. p. 184-95.
Bech-Hanssen O, Caidahl K, Wall B, Myken P, Larsson
S, Wallentin I. Influence of aortic valve
replacement, prosthesis type, and size functional outcome
and ventricular mass in patients with aortic stenosis. J
Thorac Cardiovasc Surg. 1999;118:57-65.
Gómez Durán CM. Presente y futuro de la cirugía valvular.
En: Revuelta JM, Herreros J, editores. Avances en cirugía
cardíaca. Barcelona: Ed. Uriach; 2002. p. 240-8.
Allison DD, Drazba JA, Vesely I, Kader KN, Grande-Allen
KJ. Cell viability mapping within long-term heart valve
organ cultures. J Heart Valve Dis. 2004;13:290-6.
17. Stein P, Alpert JS, Bussey HL, Dalen JE, Turpie AGG.
Antithrombotic therapy in patients with mechanical and
biological prosthetic heart valves. Chest. 2001;119:220S-7S
Aris A. Prótesis mecánicas. En: Revuelta JM, Herreros
J, editores. Avances en cirugía cardíaca. Barcelona: Ed.
Uriach; 2002. p. 146-57
Laas J, Kseibi S, Perthel M, Klingbeil A, El-Ayaoubi
LE, Alken A. Impact of high intensity transient signals on
the choice of mechanical aortic valve substitutes. Eur J
Cardiothorac Surg. 2003;23: 93-6
Ross DN. Replacement of aortic and mitral valves with a
pulmonary autograft. Lancet. 1967;2:956-8.
Metras D. Homoinjertos en cirugía cardíaca. En: Revuelta
JM, Herreros J, editores. Avances en cirugía cardíaca.
Barcelona: Ed. Uriach; 2002. p. 176-82.
18. Kilian E, Oberhoffer M, Gulbins H, Uhlig A, Kreuzer E, Reichart B.
Ten years experience in aortic valve replacement with homografts
in 369 cases. J Heart Valve Dis. 2004;13:554-9.
O’Brien MF, Harrocks S, Stafford EG, Gardner MAH, Pohlner
PG, Tesar PJ, et al. The homografts aortic valve: a 29-year, 99.3%
follow up of 1.022 valve replacements. J Heart Valve Dis. 2001;10:
334-45.
Takkenberg JJM, Dossche KME, Hazekamp MG, Nijveld A, Jansen
EWL, Watwrbolk TW, et al. Report of the Dutch experience with
the Ross procedure in 343 patients. Eur J Cardiothorac Surg.
2002;22:70-7
Roques JX, Nashef SAM, Gauducheau ME. Risk factors and
outcome in European cardiac surgery: analysis of the EuroSCORE
multinational database of 19030 patients. Eur J Cardiothorac Surg.
1999;15:816-23
Cosgrove D. View from North America’s cardiac surgeons. Eur J
Cardiothorac Surg. 2004;26 Suppl: S27-31.