Guía de preguntas para la visualización del primer capítulo de mestizo.docx
Monografía
1. Una discusión sobre “En la Patagonia” de Bruce
Chatwin
Materia: Seminario de Literatura Patagónica
Titular:
Alumna:
1
2. Índice
Págs.
Introducción……………………........................................................3
Primera parte: análisis particular…………………………………...5
Segunda parte: análisis general…………………………………...12
Tercera parte: la teoría del tercer espacio……………………….16
Conclusión……………………………………………………………..21
Bibliografía consultada……………………………………………...24
Anexos………………………………………………………………….26
2
3. Introducción
Desde el principio de los tiempos el hombre ha sentido la necesidad de
inmortalizar sus vivencias por medio de la escritura (símbolos, jeroglíficos, etc.).
Así, desde los primeros tiempos hasta hoy se han llegado a recolectar infinitas
cantidades de textos de diferentes autores, formas de escritura, etc. Al
respecto, Liliana Oberti dice: “…A lo largo de la historia, el hombre ha tratado
de clasificar estas producciones textuales, darles un nombre que las distinga y
señalar aquellas particularidades que las hacen ser lo que son…” 1. Con el
tiempo, nace la categoría de los géneros literarios que se ocuparán de clasificar
las producciones textuales que se agrupan y se definen dentro de este campo
1
OBERTI, Liliana: Los géneros como instancias de lectura, en: OBERTI, Liliana: Géneros literarios.
Composición, estilo y contextos. Buenos Aires. Longseller. 2002. (Pág. 9).
3
4. de estudio. En virtud de esta conceptualización se puede distinguir un cuento
de una novela, una poesía de un texto dramático, etc.
A partir de estos estudios se han generado apasionadas discusiones sobre si
determinados textos ingresan dentro de una categoría o dentro de otra, etc.
Haciendo eco de estas discusiones, este trabajo tiene como objetivo abrir las
puertas del debate sobre la clasificación del texto “En la Patagonia” de Bruce
Chatwin, el cual es presentado por el autor como relato o diario de su viaje. Por
lo tanto, la tesis de este escrito se sustentará en la idea de que “En la
Patagonia” responde a las características principales de la novela y, por
consiguiente, lo es. El mismo se realizará a partir de una aproximación al texto
que contemple la visión que este autor presenta sobre la Patagonia. Para poder
lograrlo se tomarán como punto de partida la noción de novela de Liliana
Oberti, elementos marcados por Marta Marín respecto de la misma, y algunos
conceptos sobre relato de viajes extraídos de la web y el diario de viaje.
Además se intentará realizar un acercamiento al texto partiendo de las
teorizaciones que sobre el espacio realiza Edward Soja para poder comprender
mejor ésta postura.
4
5. Primera parte: análisis particular
El texto “En la Patagonia” de Bruce Chatwin trata sobre el viaje de este
autor a la Patagonia argentina y chilena en busca de una pieza similar
de piel que su abuela tenía guardada y que aparentaba ser de un
Brontosaurio. En su viaje conoce distintos lugares de la Patagonia en la
que se encuentra con diferentes personajes que la han poblado
(exiliados, navegantes, inmigrantes, etc.). En esta búsqueda, el autor
relata todo tipo de encuentros y de historias insólitas sobre cada uno de
los personajes que conoce y sobre las memorias que ellos le cuentan; a
través de ellas hace conocer al lector su propia visión de la Patagonia
que se plasma en diferentes apartados y de diferentes formas.
El texto se divide en noventa y siete capítulos que van relatando las
experiencias del viaje; si bien cada uno trata sobre diversos lugares en
algunos casos y distintas personas, en conjunto enmarcan las ideas y
los pensamientos que Chatwin tiene sobre la Patagonia. Por esta razón,
se puede decir que se trata de un texto sineqdoquial, es decir, de la
parte por el todo y viceversa. Esto porque cada capítulo corresponde a
una micronarración que trata sobre temas y personajes diferentes (en la
5
6. mayoría de los casos), pero que, en conjunto, rearman la historia y
develan su sentido. En este apartado se analizará el capítulo número
seis pues resulta más interesante para poder ver cómo se muestra la
visión que sobre la Patagonia tiene Chatwin. En él se relata la llegada a
Bahía Blanca y su posterior viaje hacia Río Negro en donde describe
explícitamente lo que ve y también introduce la parte histórica. Teniendo
en cuenta que lo que aquí interesa es la visión del autor, el análisis se
centrará en los párrafos en los que claramente se puede ver dicho
proceso. Para poder comprender mejor su posición, es importante tener
en cuenta ciertos puntos que ayudarán a dar significado a la misma.
El primero se basa en tomar en consideración que de acuerdo a ciertas
acepciones sobre el género narrativo de la novela, se puede clasificar a
este texto como tal. De esta manera se desarrollará dicho análisis en
base a éste presupuesto que es el objetivo principal de esta monografía.
Antes de llevar a cabo el mismo, se hace necesario explicitar los
conceptos sostenidos en este escrito sobre qué es una novela y qué un
relato de viajes2.
Para el caso de la concepción de novela es útil la caracterización que de
ella realiza Liliana Oberti que dice: “…Es la versión moderna de la
epopeya, que formalmente ya no se escribe en verso. Rescata dos
líneas de la épica: una, de la tradición oral, que trata de ser fiel a los
hechos o a representar con una dosis de realismo3; la otra, de la
tradición escrita asociada a lo fantástico, que constituye el carácter
ficticio. […] Una de las características de la novela es su amplitud y su
apertura. En su estructura se coordinan y yuxtaponen diferentes
elementos, a los cuales se agregan o subordinan otros de menor
jerarquía. En las novelas pueden coexistir diversas historias y
personajes al mismo nivel de importancia, y de cada uno de ellos
2
Estos conceptos podrían haberse trabajado en un apartado precedente al desarrollo del análisis sobre
el texto de Chatwin pero se considera fructífera su inserción en éste, puesto que hace a la explicación de
los puntos que se abordarán más adelante. Además, vale aclarar que sólo se trabajarán los puntos más
interesantes sobre las concepciones de novela y relato o diario de viaje puesto que no es el objetivo de
dicho trabajo el realizar un seguimiento sobre la historia de estos dos géneros.
3
Se respetan aquí las negritas del texto fuente.
6
7. pueden derivarse historias o personajes secundarios…”4. De este modo,
pueden rescatarse los dos elementos principales de la noción de novela
y que Oberti resalta en negritas: la dosis de realismo y la ficción.
Sumado a estos dos elementos importantísimos en la configuración de
una novela se pueden tomar algunos más que agrega Marta Marín y
versan sobre lo siguiente: “…La novela tradicional, además ha expuesto
siempre los problemas sociales y morales del hombre, en un intento de
mostrar una representación e interpretación de la realidad, mientras que
la novela moderna tiende más a la interpretación psicológica y al
lirismo5…”6. Por otro lado, es importante tomar en consideración la
concepción de relato de viaje y de diario de viaje. Es necesario advertir
al lector que sobre este punto las discusiones son excesivamente
variadas y se basan en dos formas diferentes de apreciar este tipo de
texto. Una de ellas es que se tiene al relato de viajes como una forma de
texto diferente del diario de viajes; la otra toma las dos formas como una
unidad, es decir, el relato de viajes y el diario de viajes como el mismo
género. De esta manera, vale aclarar al lector que este trabajo adopta la
segunda postura pues resulta la más interesante y conveniente para el
mismo7. Aclarado este punto, es oportuno seguir con el análisis
aclarando otras cuestiones. Tomando en cuanta lo dicho más arriba, se
hace posible pensar en el texto de Chatwin como una novela pero, para
aclarar la discusión, se hace necesario traer a colación la concepción del
relato de viajes. Para ello, es pertinente tomar en consideración la
siguiente noción sobre el mismo: “…Es un género literario en el cual el
4
OBERTI, Liliana: Géneros épico – narrativos. C) Novela, en: OBERTI, Liliana: Géneros literarios.
Composición, estilo y contextos. Buenos Aires. Longseller. 2002. (Págs. 45 – 46).
5
Entendido, según la autora, como una visión subjetiva de la realidad a través de una descripción
poética.
6
MARÍN, Marta: N. Novela, en: MARÍN Marta: Conceptos claves. Gramática, Lingüística y Literatura.
Buenos Aires. Aique. 2007. (Pág. 142).
7
Es necesario aclarar que se toma ésta posición puesto que las opiniones y discusiones sobre éste son
variadas y merecedoras de un trabajo mucho más extenso que el que en este escrito se precisa. Por lo
tanto, se considera que trabajar sobre estas discusiones se alejaría del enfoque que este tema en
particular necesita. Por lo pronto, el lector podrá apreciar en las posteriores citas que dicha discusión se
ve plasmada en ellas pero, para poder continuar con la interpretación de este trabajo se sugiere hacer
omisión de las mismas en los casos en que se hagan notar.
7
8. autor escribe acerca de uno de sus viajes, de las personas que en él ha
encontrado o conocido, las emociones sentidas o aquello que ha visto o
aprendido. Para ser considerado literatura, el relato debe tener una
narrativa coherente y estructurada. No debe ser una simple colección de
fechas, horas y sucesos, como podría ser un diario de viaje o una
bitácora de navegación. Puede además contar aventuras, exploraciones,
experiencias o conquistas que el narrador haya visto o protagonizado
personalmente…”8. Para ampliar un poco más la concepción de este
género es interesante también la siguiente descripción del mismo:
“…Los diarios de viaje9 son textos que se escriben mientras se realiza
una travesía. Día a día, se relatan anécdotas, experiencias, se
describen las personas, los lugares, los objetos, las plantas y los
animales que se encuentran […] En los diarios de viaje, la información
se organiza cronológicamente. Cada fragmento se reconoce por el día
exacto en que fue escrito; pero cuando el autor vuelve a retomar su
diario, por lo general, relata lo ocurrido durante el lapso en que no
escribió…”10. De esta manera, se presentan así las características más
importantes que estas dos clasificaciones muestran. Por un lado, y como
se ha aclarado anteriormente, está el realismo y la ficción para la novela,
y por el otro, la estructura del relato de viajes en cuanto a los diferentes
temas que se introducen en él y su organización. Teniendo en cuenta
estos puntos entre cada uno se dará comienzo al análisis propiamente
dicho.
Tomando en consideración que lo que aquí interesa es la visión del
autor, que será la que, plasmada en el texto, demostrará o desde la que
se podrá realizar la apreciación sobre si se trata de una novela o un
relato de viaje, el análisis se centrará, en este apartado, en los párrafos
8
Extraído de: http://es.wikipedia.org/wiki/Relato_de_viaje (Es necesario recordar al lector que como no
es el objetivo de este trabajo realizar un seguimiento de la historia de las conceptualizaciones sobre la
novela y el relato de viaje desde distintos autores y puntos de vista, por eso se utilizan estas nociones
precisas. Además, resulta interesante también el hecho de poder introducir en trabajos de esta índole
elementos proporcionados por las nuevas tecnologías como en éste caso, de la web).
9
Se respetan las negritas del texto fuente.
10
VVAA: Narran los viajeros: el diario de viajes, en: VVAA: Enciclopedia escolar temática. Tomo 3. Lengua
y Literatura. Buenos Aires. Santillana. 2005. (Págs. 100 - 101).
8
9. en los que claramente se puede ver dicho proceso. Para poder
comprender mejor su posición, es importante poner la atención en
ciertos puntos que ayudarán a dar sentido a la misma. El primero se
relaciona con la tesis que aquí se defiende, es decir, que se trata de una
novela. Recordará el lector que en la introducción de este trabajo se
hace referencia a que Chatwin presenta su texto como un relato de viaje.
El hecho de que se clasifique al mismo como una novela da cuenta de
un hecho importantísimo y es que, no se trata de un diario de viaje en
donde el autor proporciona fechas precisas sobre su aventura, etc.; es
decir que el escrito no está organizado a manera de diario de viajes sino
al contrario. Sobre éste también se puede interpretar otra de las
cuestiones a tener en cuenta: al ser una novela, los datos que se
presentan en ella no están escritos al azar, es decir, no se trata de un
diario en el que el autor escribe día a día sobre sus experiencias y luego
las publica de manera fiel en forma de libro. Por el contrario, el que sea
clasificado como una novela deja en claro que se trata de una forma de
estructuración y de organización especial del texto que no responde
explícitamente al momento en que los hechos descriptos han ocurrido;
es decir que se debe presuponer que el autor, una vez realizado y
finalizado el viaje, ha seleccionado y ha organizado sus experiencias de
una manera especial para la recepción del público. Un apartado que
sirve como ejemplo de ello se encuentra en el capítulo seis y se trata de
la forma en que comienza: “…Bahía Blanca es la última ciudad
importante antes de que empiece el desierto patagónico…” 11. En esta
cita puede verse que, mediante el uso del adjetivo calificativo, el autor
está realizando una apreciación, la misma reside en el hecho de que
escriba que Bahía Blanca es la última ciudad importante ya que da
cuenta de un conocimiento sobre la misma puesto que se la valora; esto
permite presuponer que existe cierto conocimiento sobre el lugar y que a
partir de ello, el autor se toma la libertad de realizar la apreciación. Así,
se puede observar que se trata de un texto que está escrito
11
CHATWIN, Bruce: En la Patagonia. España. Muchnik Editores S. A. 1992. (Pág. 25).
9
10. posteriormente al viaje, ya que, si se estuviera en presencia de un diario
de viajes, las impresiones o la forma de relatar serían distintas; sin
conocimiento de lo que acontecerá (en el sentido de lo que verá y
experimentará en los lugares por los que transitará más adelante) no
podría haber realizado tal valoración. Además, en la misma cita utilizará,
más adelante, un sustantivo que ocupará el lugar del adjetivo y por lo
tanto actuará como tal, este es “desierto”. El autor hace uso de este
sustantivo para calificar una vez más al lugar que observó. Nuevamente
su apreciación se vuelve explícita y puede decirse que funciona de la
misma manera que en el ejemplo anterior. Mediante éstos puede verse
que el autor ya está en conocimiento del espacio al momento de la
escritura y, por lo tanto, mediante distintos procedimientos de la lengua
expone su valoración. De esta manera es posible darse cuenta de que
se trata de un texto que ha sido elaborado al finalizar la travesía.
Responde a una organización, manera de narrar y de utilización del
lenguaje que se podría calificar de especial o particular puesto que no
sólo se trata de exponer una visión propia sobre un objeto X, sino
también de que el lector realice una recepción determinada del mismo.
Otro punto a tener en cuenta y que se desglosa del hecho de calificar o
de clasificar al texto como una novela es la propiedad ficcional. La
definición de novela, cualquiera sea el autor que la realice, encubre un
elemento que es intrínseco a ella y que lo constituye, éste es el
elemento ficcional. En la cita realizada con anterioridad estaba
claramente designado. Para interpretar mejor este asunto hay que
observar que en el texto de Chatwin existen diversos pasajes en los que
se hace referencia a la parte histórica sobre la Patagonia. Existen
variados estudios y opiniones al respecto sobre diferentes autores que
indican que no es posible saber con certeza si todos los hechos
relatados por el autor son ciertos. Con respecto a ello se puede decir
que, en el caso de las expediciones de Ameghino por ejemplo, se trata
de situaciones históricas que están documentadas, pero en lo que
respecta a las personas y familias que este autor conoce en su aventura
no se puede indicar con certeza que se trate de personajes reales. En el
10
11. caso del capítulo seis, que es el que en este análisis interesa, existen
dos hechos históricos nombrados: uno es el viaje de Charles Darwin del
cual se conservan escritos que aportan veracidad a estos datos; otro es
el de Williams Henry Hudson, o Guillermo Enrique Hudson del cual
también existen documentos de los cuales el lector puede verificar
datos. Por lo tanto, el lector se encuentra frente a una cantidad de datos
de los cuales deberá verificar su veracidad y en los cuales, muchas
veces, no encontrará instrumentos para hacerlo; es decir que hay cierta
cantidad de información que, al no ser verificables, aportan dudas y
pueden ser pensados como elementos que hacen al elemento ficcional
de la obra.
Además de lo que hasta ahora se ha analizado, en el capítulo seis
puede encontrarse un párrafo en el que el autor explícita una vez más su
visión sobre la Patagonia, y es el siguiente: “…El desierto patagónico no
es un desierto de arena y guijarros, sino un matorral bajo de arbustos
espinosos, de hojas grises, que despiden un olor margo cuando los
aplastan. A diferencia de los desiertos de Arabia no ha producido ningún
desborde espiritual dramático, aunque sí ocupa un lugar en los anales
de la experiencia humana…”12. En este párrafo se puede apreciar de
manera manifiesta la perspectiva del autor; nuevamente describe a la
Patagonia como un desierto y en este caso lo describe como un lugar
oscuro y desolado. Además, como un lugar que no produce grandes
impresiones o revoluciones espirituales en las personas que la visitaron
aunque esté presente en varios escritos de grandes viajeros como
Darwin o Hudson. De esta manera puede observarse que la visión no es
positiva y que, por lo tanto, no se puede esperar que la misma se
modifique en los siguientes capítulos. Dentro de éste, las alusiones o las
expresiones más importantes que pueden encontrarse son las
comentadas más arriba. Las descripciones que tratan sobre los
araucanos por ejemplo, no muestran rasgos de subjetividad sino que se
trata de descripciones totalmente objetivas que podrían pensarse que
tienen una función meramente informativa para el mayor conocimiento
12
Op. Cit. (Pág. 27).
11
12. del lector. Si se tiene en cuenta que al principio de este escrito se
destacó que cada capítulo comprende significado en sí mismo y que, a
la vez, juntos rearman una visión completa sobre el punto de vista del
autor, se hace necesario realizar algunas observaciones de este capítulo
dentro de la obra en general. Teniendo en cuenta esto, se procederá a
realizar un breve acercamiento a la obra en general en el siguiente
apartado; a continuación de ello se comenzará un análisis más profundo
que tome en cuenta la teoría del tercer espacio de Edward Soja.
Segunda parte: análisis general
A partir del análisis del capítulo seis que se ha realizado en el apartado
anterior, como ya se ha adelantado, se hace necesario realizar un
acercamiento a la obra en general. Para ello se analizarán algunas citas
que servirán como ejemplo de la visión del autor y que permitirán
esclarecer un poco más la tesis sostenida en este escrito.
Poniendo atención entonces a la obra completa, se puede vislumbrar un
hecho crucial para una posible interpretación del texto. El capítulo seis
ha sido elegido porque es en el cual se presenta de manera más clara la
visión del autor sobre la Patagonia, y sirve como apertura de lo que
vendrá después. Si se intentan buscar apartados en los cuales se pueda
12
13. verificar una expresión clara y completa de la visión de Chatwin, el lector
se encontrará con oraciones o expresiones sueltas. A lo largo del texto
Bruce Chatwin describe de la manera más objetiva posible su paso por
los distintos lugares de la Patagonia. En pocas ocasiones es posible
encontrar expresiones que den cuenta visiblemente de su posición o su
pensamiento más que en frases sueltas que, tomadas en conjunto,
podrían generar un acercamiento a la misma. Sin embargo, puede
decirse que el texto no escapa a las valoraciones personales y, por lo
tanto, la subjetividad está presente en él. Algunos ejemplos pueden ser:
“…Pasé por tres ciudades aburridas: San Julián, Santa Cruz y Río
Gallegos…”13, en el capítulo 46; “…La Tierra del Fuego es, por tanto, la
tierra de Satanás, donde las llamas titilan como luciérnagas en una
noche estival…”14; etc. Se trata de manifestaciones dispersas que se
encuentran dentro de la narración y que pasan desapercibidas para el
lector que no se encuentre tan atento. Con esto puede decirse que es
difícil encontrar la subjetividad del autor y esto responde tal vez al
objetivo de la escritura que podría pensarse como “narrar la aventura
vivida”, aunque vale decir que el hecho de que sea difícil encontrarla no
lo hace imposible. Por otra parte, es importante destacar también que se
puede descubrir cierta subjetividad o rasgos de ella en los objetos que
son descriptos. La mayoría de las veces, y como ya se ha apuntado
anteriormente, las descripciones que se realizan son bastante oscuras
exceptuando algunas que podrían calificarse de positivas. Algunos
ejemplos pueden hallarse en las representaciones de las casas de los
estancieros que conoce en su camino, o a las descripciones de la
vegetación y la fauna: “…En la dehesa había Herefords, y entre ellos se
paseaban las bandurrias, unos pájaros con grandes patas de color
rosado intenso, que emitían un graznido melancólico…”15; “…Durante
una hora subimos por un valle empinado, donde el sendero zigzagueaba
sobre un montículo de rocas rojas para luego zambullirse entre los
13
Op. Cit. (Pág. 109).
14
Op. Cit. (Pág. 133).
15
Op. Cit. (Pág. 45).
13
14. árboles gigantescos. Al cabo de otra hora llegamos a un precipicio
escabroso…”16; “…Mientras viajaba hacia el sur, rumbo a Comodoro
Rivadavia, atravesé un desierto de piedras negras y arribé a
Sarmiento…”17; etc. Puede verse así, que los espacios, la flora, la
fauna, etc. son descriptos de una manera especial y fijan la atención en
detalles que muestran cierta oscuridad. La mayoría son espacios
oscuros, lúgubres, vacíos, carentes de alegría o simplemente espacios
que no dicen nada y que dan una impresión melancólica y triste al lector.
Estos procedimientos de estilo también aportan una idea sobre lo que el
autor ve en la Patagonia, no son tan explícitos pero, sin lugar a dudas,
aportan una imagen negativa con la que el lector puede analizar y
crearse su propia imagen de la Patagonia (que puede estar o no
equivocada de lo que realmente es). Como último punto importante cabe
señalar que las valoraciones explícitas y totalmente negativas surgen en
boca de los personajes que Chatwin conoce y de algunos documentos
que introduce en su narración como herramienta que contribuye a la
verosimilitud de su relato. Algunos ejemplos: “…A ella Río Pico no le
recordaba a Rusia. En Argentina no había nada: ovejas y vacas y seres
humanos semejantes a ovejas y vacas…”18; “…-¿Es inglés?- me
preguntó. – Antes había muchos ingleses aquí. Propietarios,
administradores, capataces. Gente civilizada…”19; “…El artista y vaquero
Will Rogers escribió: “Querían jinetes norteamericanos para que se
desempeñaran como capataces de los nativos. Éstos eran demasiado
lentos”…”20; etc. Se trata de expresiones que, en general, ahondan en
las apreciaciones sobre el habitante argentino nativo y no ya sobre la
Patagonia en sí, pero ayudan a la comprensión de las ideas del autor.
Demarcan aquellos elementos que se enumeraban en las citas siete y
ocho del presente trabajo; es decir, las personas, el paisaje, etc. En este
sentido es necesario aclarar que, si bien he aquí un ejemplo de las
16
Op. Cit. (Pág. 74).
17
Op. Cit. (Pág. 85).
18
Op. Cit. (Pág. 76).
19
Op. Cit. (Pág. 137).
20
Op. Cit. (Pág. 61).
14
15. características propias del relato de viaje, también lo son de la novela.
Es una de las particularidades que la conforman el hecho de presentar al
lector amplitud y apertura como se indica en la cita número tres de este
trabajo. Además puede agregarse la siguiente descripción sobre el
concepto de novela que refuerza este punto: “… (en la novela) Abundan
las descripciones21 y los diálogos, que permiten que el lector pueda
imaginar los distintos lugares que aparecen y “ver” cómo actúan los
personajes…”22. De esta manera podrá apreciar el lector que hasta el
momento, ni la búsqueda de la subjetividad del autor dentro del texto, ni
las descripciones y manera de estructurarlo indican que no puede ser
clasificado como una novela. Sin embargo todo texto es perfectible y el
objetivo de este escrito es abrir la discusión, por lo tanto, es aceptable
que el lector no esté de acuerdo con los mismos.
A partir de los ejemplos anteriores pueden ser apreciados los distintos
modos en que se presenta la visión de Chatwin sobre la Patagonia. El
hecho de que pueda ser clasificado como una novela y que, por lo tanto,
supone que se trata de un relato que podría tener hechos ficcionales,
permite que se pueda pensar que las apreciaciones que realizan los
distintos personajes corresponden a valoraciones realizadas por el autor.
Por supuesto, esta interpretación quedará como una opción para el
lector que vea que esto es posible. La misma se basa en la idea de que,
como no se sabe con certeza si estos personajes existieron o no y, si lo
que el autor dice que dijeron es cierto o no, es posible que esté puesto
en el texto como una manera original de representar el propio punto de
vista.
De esta forma el lector puede dar cuenta de los distintos puntos que
permiten pensar al texto de Chatwin como una novela y no ya como un
relato o diario de viaje. A través de los diferentes ejemplos se han
expuesto las diversas características que cumplen con los rasgos
propios del género novela como las amplias descripciones, los distintos
21
Las negritas están puestas en el texto desde el que se extrajo la cita al igual que las comillas.
22
VVAA: Historias de novela, en: VVAA: Enciclopedia temática. Tomo 3. Lengua y Literatura. Buenos
Aires. Santillana. 2005. (Pág. 66).
15
16. personajes que conforman historias diferentes, los cambios de espacios,
el hecho histórico que aporta realismo al escrito y además, la duda que
dejan algunos que hacen a la ficcionalidad del relato, etc.
Con el objetivo de poder ampliar más ésta mirada hacia “En la
Patagonia” de Bruce Chatwin, es valiosa la teoría de los espacios de
Soja. Por lo tanto, en el siguiente apartado se realizará un breve
desarrollo de la misma intentando interpretarla a través del texto
estudiado para poder realizar a continuación, la respectiva conclusión
del trabajo.
Tercera parte: la teoría del tercer espacio
Teniendo en cuenta que el presente trabajo está abocado al análisis del texto
“En la Patagonia” de Bruce Chatwin, se realizará a continuación un breve
repaso por la teoría de los espacios de Edward Soja para proceder al análisis
del primero en base a dicha teoría.
En su artículo “El tercer espacio. Ampliando el horizonte de la imaginación
geográfica” Edward Soja propone una nueva forma de pensar los espacios en
16
17. distintas áreas del conocimiento23. Destaca que hay tres aspectos que
conforman al ser, estos son: el espacio, el tiempo y la sociedad a los que los
denomina espacialidad, sociabilidad e historicidad. De esta manera lo que
plantea este autor es que los hechos sean estudiados desde una trialéctica
entre estos tres aspectos, lo que conformará una visión completa del ser
humano. A partir de ello éste propone el estudio del espacio desde una nueva
perspectiva. Ésta estará conformada por un primer espacio que es el espacio
material o percibido (que equivale al espacio real); el espacio mental o
concebido que abarca la subjetividad, es decir, las representaciones e
imaginación del sujeto, y por último, el tercer espacio. Dicho espacio es el que
conforma a los dos primeros y es denominado por Soja como el espacio vivido.
Es importante aclarar que el tercer espacio visto desde la óptica de la literatura
viene a ser aquél en donde confluye el espacio real y el espacio imaginado del
autor; es decir, se trata de la conjunción entre el espacio material o percibido y
el espacio concebido en lo que respecta a lo que el autor o narrador presenta.
Desde esta perspectiva puede decirse que en un texto literario se puede
encontrar una visión de alguien (el autor) que mira desde cierto lugar. Así,
dentro del texto se hace posible reconocer el tercer espacio puesto que el
lector se halla frente a lo material y a lo concebido en el instante de la lectura.
Esto permite repensar el análisis y decir que, en realidad, el lector está frente al
espacio vivido por el autor puesto que espacio percibido más espacio
concebido confluyen en la creación misma. De esta manera, a partir de la
teoría del espacio vivido se puede hacer la siguiente relación con el texto de
Chatwin: si se toman en cuenta los puntos tratados con anterioridad en este
trabajo se puede apreciar que el lector está en presencia del espacio vivido por
Bruce Chatwin. En “En la Patagonia” se cuentan los sucesos vividos por el
autor Bruce Chatwin en un tiempo específico y en un lugar determinado. A
través del análisis de la primera y segunda parte de este trabajo se puede ver
que, como ya se ha dicho, el texto fue escrito una vez finalizado el viaje. No es
necesario volver a ejemplificar este punto puesto que el lector lo podrá verificar
23
Teniendo en cuenta que el presente trabajo se basa en el análisis de la obra de Bruce Chatwin, no se
profundizará en la teoría de Soja para no escapar al tema principal del mismo. El lector podrá remitirse a
este artículo en el anexo de éste escrito.
17
18. más arriba pero esto resulta importantísimo para la teoría de Soja. Decir que el
texto ha sido escrito al finalizar el viaje encierra un hecho que ayuda a
interpretar de mejor manera los puntos de contacto entre la teoría de Soja y el
texto de Chatwin. Es evidente que el lector está en presencia del espacio vivido
de Soja al momento de la lectura del texto de Chatwin pues se está en
presencia de una escritura que encierra los dos primeros espacios. Por un lado
se encuentra el espacio percibido que en el texto “En la Patagonia” es la
Patagonia misma y todos los personajes a los que el texto refiere, de los que
anteriormente se han citado ejemplos; éste es justamente el que hace que el
lector se encuentre en presencia del espacio concebido y el vivido. En lo que
respecta al espacio concebido, como recordará el lector, es aquel que envuelve
la subjetividad del sujeto o autor, por lo tanto, se trata de la historia en sí, es
decir, del viaje y de cómo está contado ese viaje en el texto de Chatwin. Ahora
bien, si el lector recuerda que la tesis de este trabajo se centra en la idea de
que el escrito de Chatwin es una novela, entonces podrá vislumbrar claramente
este espacio. A manera de aclaración de este punto se puede decir lo
siguiente: como ya se ha especificado y debidamente fundamentado, la novela
encierra una manera especial de contar los hechos y de organizarlos en su
estructura misma. Este hecho es el que permite realizar la apreciación de que
el lector de Chatwin se encuentra frente al espacio percibido y, por lo tanto, al
espacio vivido. Si el lector está de acuerdo con dicha tesis entonces es posible
decir que la novela está organizada y estructurada de una manera especial.
Esta organización especial es la que devela que se está en presencia de lo
subjetivo, es decir, del espacio percibido del cual se desprende, junto con el
percibido, el vivido. El autor presenta los hechos tal cual sucedieron pero los
cuenta de una manera determinada y de la forma en la que él mismo lo vivió,
es decir, desde su perspectiva24. La misma nos remite entonces al espacio
concebido ya que si se tuviera la oportunidad de escuchar la historia desde otra
voz u otro protagonista de la misma, se podría verificar que no serían iguales. A
partir de ello se puede decir que se está en presencia del espacio vivido puesto
24
Estos sucesos han sido debidamente ejemplificados en la primera y segunda parte de este trabajo, por
lo tanto, se considera redundante volver a realizar esta acción aunque se llama la atención al lector
sobre los mismos.
18
19. que el lector se encuentra frente al espacio real (La Patagonia) y al concebido
que deriva de las apreciaciones que realiza Chatwin dentro de la novela y de la
forma en la que está organizada la misma. Es necesario remarcar que el hecho
de que el autor haya terminado el viaje y posteriormente haya escrito la novela,
también es prueba de que el lector está en presencia del espacio vivido. Esto
puede ser pensado así porque hay que tener en cuenta que el proceso de
escritura trae consigo la creación, la reflexión y el pensamiento por parte del
sujeto, es decir, un aprehender el objeto (en este caso sería conformar una
visión propia del espacio patagónico); si se toman en consideración estos
pasos, entonces se puede decir que el sujeto, en este caso el autor Chatwin,
crea a partir del espacio percibido y el real. Al realizar su narración desde esta
perspectiva es posible decir que el autor adopta una postura específica, un
enfoque o forma de ver las cosas que tienen incidencia sobre el espacio real y,
por lo tanto, se llega a la creación del punto de vista propio y, por consiguiente,
a la puesta en escena (o escritura y conformación del texto en sí). Dicha
creación, es decir, dicha historia está narrada de tal manera que, como ya se
ha visto en este trabajo, responde a la escritura o al formato de la novela. Este
punto resulta muy importante puesto que la estructura de la novela, así como la
de cualquier otro género narrativo, se realiza de una manera particular, que es
lo que el autor ha efectuado en este caso. Así, el producto terminado, es decir,
la obra en sí, es una conjunción entre el espacio concebido y el percibido, por
lo tanto, configuran el espacio vivido. Se trata de una manera particular de ver
a la Patagonia que tiene que ver con lo que el autor vio y sintió en el devenir
del viaje y toda esta transformación de la realidad que responde a la
perspectiva del autor, se ve plasmada en la estructura de la novela. Vale
recordar al lector que anteriormente se ha dicho que la novela tiene como
característica, entre otras cosas, el realismo y la ficción. Pensando en la tesis
sostenida en este trabajo y la teoría de Soja puede decirse entonces que en
“En la Patagonia” de Bruce Chatwin son evidentes dos elementos
importantísimos del género novela, a saber: por un lado se encuentra el
elemento real que puede decirse que es la Patagonia como lugar geográfico
existente y algunas de las descripciones de lugares y personas que en ella
19
20. habitan25, además del viaje en sí, que el lector sabe que fue real; por otro lado,
el elemento ficcional que está dado por la manera en la que se narran los
hechos (la subjetividad presentada en algunos pasajes) y las dudas que
generan ciertos acontecimientos contados por el autor. Por lo tanto, se hace
evidente de esta manera que es posible pensar en este texto en los términos
de la teoría de Edward Soja. Se puede decir que existe una estrecha relación
entre los espacios y la estructura de la novela.
A partir de todos los datos recolectados hasta este momento, se dará lugar a
las conclusiones obtenidas en el siguiente apartado.
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Recordará el lector que en otro apartado de este trabajo se ha hecho hincapié en la falta de certeza
de algunos datos que el autor plasma en su obra y que configuraban el carácter ficcional de la misma.
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21. Conclusión
A través de los diferentes puntos que hemos analizado podemos
apreciar y realizar una valoración en general sobre la obra de Bruce
Chatwin. En conclusión, podemos decir que se trata de un relato que
deja muchas incertidumbres pero que también es rico en materia de
análisis de muchas cuestiones. En el caso de las primeras podemos
decir que se deben a que existen hechos (como el conocimiento de
ciertas personas y lugares) de los que el lector no puede estar seguro de
si son ciertos o no, si existieron realmente o no. Esto presenta una
amplia gama de preguntas sobre distintos puntos que tienen que ver con
la clasificación de este texto en el sentido de si es o no una novela, de
qué tipo de novela se trata, etc. A colación de estas incertidumbres se
despliega un abanico de posibilidades de análisis infinito puesto que
21
22. podríamos analizar por qué las valoraciones negativas en boca de los
personajes casi siempre son acerca de los habitantes de la región y no
de la Patagonia en sí; por qué se utiliza en determinados fragmentos la
palabra indígena para referirse a los nativos y por qué el trato sobre ellos
es pormenorizado; cuál es el objetivo del autor para averiguar los
trayectos recorridos por Butch Cassidy, etc.; en fin, son interminables las
posibilidades de análisis que podrían hacerse sobre el texto y esto se
debe a su riqueza en materia de construcción. Este análisis
pormenorizado tuvo como objetivo el descubrir, por un lado, cuál es la
visión representada en éste texto sobre la Patagonia. A partir de los
puntos en los que hemos hecho hincapié podemos decir que se trata de
una visión negativa. El imaginario que se representa se basa en la idea
de una Patagonia desértica que no tiene pasado (o si lo tiene es un
pasado triste y turbio, de muerte de las comunidades de los nativos);
tiene un presente aborrecible, según los habitantes de los distintos
lugares, y no tiene futuro puesto que sus habitantes desean huir de ella.
Se trata de una Patagonia que no tiene nada que ofrecer y que no tiene
historia, y si la tiene la hicieron los inmigrantes. Por otro lado, hemos
podido apreciar que es posible pensar este texto como una novela y a
partir de esta premisa realizar un análisis con la teoría del tercer espacio
de Edward Soja. Por lo tanto, hemos podido descubrir elementos que
nos hacen pensar en la construcción de este texto a partir de una idea
ya formada, una idea concebida generada desde el espacio real o
percibido y el espacio concebido. La teoría de Soja nos permite
fundamentar, a partir de otros elementos, que este texto está
configurado y responde a las características de la novela. En otras
palabras, el lector podrá interpretar que una teoría viable (en este caso
que el escrito de Chatwin es una novela) nos da la posibilidad de
analizar desde otras categorías. También, que ambas partes de este
análisis (la primera – particular – más la segunda – general – y la teoría
de Soja) nos permiten llegar a las mismas conclusiones. El texto de
Bruce Chatwin es una novela y como tal responde a un carácter real y
un carácter ficcional; ambos configuran el espacio vivido y, por lo tanto,
22
23. nos permiten observar, apreciar y aprehender la visión que este autor
tiene de la Patagonia.
Estas conclusiones podemos extraer de los elementos que hemos
analizado; cabe aclarar que dicho análisis sólo ha sido una aproximación
al texto y que, por supuesto, no está exento de ser perfeccionado.
Además, es necesario decir que el lector debe entender que cada
persona tiene una visión y que es su trabajo descubrir quién y desde
dónde se mira, a partir de allí, deberá respetar las opiniones con las que
se encuentre para poder construir con ello. Por ello podemos explicitar
que la visión que encontramos en este texto puede gustarnos o no, pero
respetamos la diferencia; lo importante es ser serios en nuestro trabajo y
saber distinguir quién y desde dónde se mira para poder crear espacios
de discusión. El imaginario patagónico está construido desde distintas
voces y es deber de los distintos lectores poder modificarlo en base a la
discusión seria y respetuosa que genere espacios de construcción
creativos en donde podamos revalorizar este espacio argentino.
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24. Bibliografía consultada
Apuntes de cátedra.
CHATWIN, Bruce: En la Patagonia. España. Mucnik
editores S. A. 1992.
MARÍN, Marta: Conceptos claves. Gramática, Lingüística y
Literatura. Buenos Aires. Aique. 2007.
OBERTI, Liliana: Géneros literarios. Composición, estilo y
contextos. Buenos Aires. Longseller. 2002.
SOJA, Edward: El tercer espacio. Ampliando el horizonte
de la imaginación geográfica. S/D.
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25. VVAA: Enciclopedia escolar temática. Tomo 3. Lengua y
Literatura. Buenos Aires. Santillana. 2005.
www.wikipedia.com
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26. Anexos
SOJA, Edward: El tercer espacio. Ampliando el horizonte
de la imaginación geográfica. S/D.
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