1. 5. Literatura de la Reforma, Contrarreforma, Barroco y Siglo XVII Literatura Universal Sofía Vaz Romero
2. Literatura de la Reforma, Contrarreforma, Barroco y Siglo XVII 5.1 Contexto histórico 5.2 Clasicismo en Francia 5.2.1 Françoes Rebelais 5.2.2 Michel de Montaigne y el nacimiento del ensayo 5.2.3 El teatro francés en los siglos XVI y XVII 5.2.4 Molière 5.3 El teatro isabelino en Inglaterra 5.3.1 Los teatros y el público 5.3.2 Características del teatro isabelino 5.3.3. Principales autores 5.3.4 William Shakespeare 5.4 Teatro barroco en España y Europa 5.4.1 Características de la Literatura barroca 5.4.2 El lugar teatral 5.4.3 Temas y personajes del teatro barroco 5.4.4 Principales autores del teatro barroco español: Lope de Vega, Calderón de la Barca y Tirso de Molina 5.5 Bibliografía
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4. 5.2.1 François Rebelais Rabelais (1494-1553) nació en Chinon. Profesó como fraile en su juventud en diferentes órdenes y más tarde comenzó estudios de medicina. Publicó Pantagruel, el primero de los cinco libros que conforman el conjunto Gargantúa y Pantagruel. Gargantúa y Pantagruel narra las extravagantes aventuras de dos gigantes, padre e hijo. Su tono satírico, desenfadado y jocoso –que contaba con una larga tradición en Europa– sitúa esta obra en un primer plano de la literatura renacentista.
5. 5.2.2 Michel de Montaigne y el nacimiento del ensayo Michel Eyquem, señor de Montaigne (1533-1592) , máximo representante de la prosa literaria francesa en la segunda mitad del siglo XVI. Este humanista inauguró un nuevo género, el ensayo, de gran importancia en épocas posteriores. Recibió una exquisita formación en Humanidades y se familiarizó desde la infancia con las obras clásicas. Sus ensayos se publicaron en años diferentes siempre ampliados: en 1580, en 1588 y por último se publicaron de forma póstuma en 1592. 3.2.1 Ideas principales de los Ensayos Montaigne en sus Ensayos muestra una extraordinaria curiosidad por todas las manifestaciones del alma humana, pero el principal centro de interés de la obra es el propio autor, con todos sus defectos y virtudes, como referente de todos los hombres. Predomina la idea de que el conocimiento ha de servir para desarrollar un arte de vivir que nos prepare para la muerte. La corriente principal en que se sitúa el pensamiento de Montaigne es el escepticismo , ¿Qué se yo?
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7. 5.2.3 El teatro francés en los siglos XVI y XVII Conocido por su obra El Cid , que obtuvo un gran éxito. Los preceptistas le reprocharon que no se ajustara a las normas clásicas, en un momento en que el Clasicismo se imponía con fuerza. El dramaturgo aceptó las críticas y en sus siguientes obras acató los preceptos que se le demandaban. También fue un importante comediógrafo. En este terreno destacan Mélite (1630) y El mentiroso (1644). Recibió importantes reconocimientos, pero no volvió a obtener el éxito conseguido con El Cid . Tuvo el gran mérito de haber diseñado el modelo de la tragedia francesa, que posteriormente desarrolló y mejoró Jean Racine, más joven que él. 3.3.3 Pierre Corneille 3.3.4 Jean Racine La educación jansenista lo marcó profundamente en su concepción de la tragedia, impregnada de un grave pesimismo. Sus personajes viven siempre dramas interiores provocados por pasiones irrefrenables. De este modo, el amor aparece en sus tragedias como un sentimiento destructivo marcado por la imposibilidad. El estilo de sus tragedias es elevado, sobrio y elegante, y están estructuradas con un rigor absoluto; todos los elementos dramáticos están estrictamente al servicio de la acción, la cual plantea una única crisis conducida con mano segura hacia un inexorable y fatal desenlace. Aunque su producción literaria es abundante, la creación de las más grandes tragedias de Racine se concentra en unos pocos años: Berenice (1670), Mitrídates (1673) y la que se considera su obra maestra, Fedra (1677).
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9. Don Juan Entre los personajes literarios que han logrado mayor proyección universal hasta alcanzar la dimensión de mito está el de don Juan, del que existen centenares de versiones de diferentes países y épocas. Dom Juan ou le Festin de Pierre, Molière MITO DE DON JUAN El burlador de Sevilla y convidado de piedra, Tirso de Molina Alejandro Dumas Gautier Mérimée Don Juan Tenorio , José Zorrilla, 1844 El estudiante de Salamanca , José de Espronceda Sonatas, Ramón María del Valle-Inclán Strauss, Chopin, Mozart con su ópera Don Giovanni
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15. El enredo de raíz clásica –Plauto, Terencio...– e italiana fueron el punto de partidapara la elaboración de sus. Los enredos son provocados por los malentendidos, el disfraz, las intrigas de giros inesperados, etc. En ellas el autor estudia todas las clases sociales, por lo que constituyen un buen reflejo de la sociedad. Los personajes no son estereotipos. No pretenden ser leccionadoras advierten de conductas nocivas. Siempre tienen final feliz. Algunas son: La comedia de las equivocaciones, El mercader de Venecia, La fierecilla domada, El sueño de una noche de verano, Las alegres comadres de Windsor, etc. Predomina el tono burlesco, aunque en algunas se observa cierta gravedad y melancolía. Las comedias Las Obras históricas Una de las fuentes principales en el desarrollo del teatro isabelino fue la propia historia de Inglaterra. El pueblo inglés, que vivía con el reinado de Isabel I una relativa situación de paz, reclamaba con verdadero entusiasmo ahondar en el pasado cruento y belicoso de su país. Shakespeare no fue insensible a esta demanda, y escribió diez piezas históricas, entre dramas y tragedias, la mayoría durante la última década del siglo XVI: Enrique VI, Ricardo III, Ricardo II, etc. En ellas se repasan varios siglos de la historia inglesa. El interés de estas obras no radica ya en las circunstancias o los episodios concretos del pasado, sino en la pasión con que se presentan las ambiciones humanas, relacionadas en este caso con el poder. Acaso la más destacada de estas obras es Ricardo III, por la fuerza extraordinaria con se presentan la maldad y la injusticia.
16. Los entresijos del poder también fueron sondeados por Shakespeare fuera de su país, concretamente en la historia de Roma. También en este caso lo que menos interesa es lo puramente histórico, sino la profundización en los conflictos internos de sus personajes. La tiranía, la justicia, el deber patriótico, etc. son temas sobre los que reflexiona el autor en estas obras, en algunos casos sacudidas por un vendaval de violencia: Tito Andrónico, Julio César... Las obras romanas Las grandes tragedias Es en la tragedia donde el genio de Shakespeare se muestra con mayor brillantez. Es este género, también, el que le ha granjeado la máxima gloria. Son innumerables las versiones y adaptaciones que sus grandes tragedias han tenido en los escenarios, y en el último siglo han sido también la base para numerosísimas obras cinematográficas. La creación de estas obras se concentra en unos pocos años. Salvo Romeo y Julieta, escrita en su primera época, las tragedias más sobresalientes fueron creadas entre 1601 o 1602 ( Hamlet) y 1606 (probable fecha de Macbeth). En medio quedan, además, Otelo y El rey Lear. En sus tragedias, Shakespeare suele combinar el verso y la prosa, y en su lenguaje caben desde la expresión más exquisita hasta el registro más familiar, plagado de exabruptos y crudeza.