Usos y desusos de la inteligencia artificial en revistas científicas
Taller nociones de liderazgo macmype
1. Taller de Nociones de Liderazgo
Mejor Atención al Ciudadanía y Proyecto de Mejor y Atención al Ciudadano de la Micro y Pequeña
Empresa (MACMYPE)
DR. AGUSTIN ZÚÑIGA GAMARRA
Lima, Julio de 2010
2. Taller de Nociones de Liderazgo
Mejor Atención al Ciudadanía y Proyecto de Mejor y Atención al Ciudadano
de la Micro y Pequeña Empresa (MACMYPE)
Temas:
1. Definiciones de liderazgo
1.1. Líder y liderazgo
1.2. Gerencia y liderazgo
1.3. El líder positivo
1.4. Liderazgo y responsabilidad social
2. Características del líder positivo
2.1. La autoestima
2.2. La identidad
2.3. Los valores
2.4. El futuro del liderazgo
3. El sentido estratégico
3.1. La visión
3.2. La misión
3.3. El análisis
3.4. El camino
4. Herramientas del líder
4.1. Identificar problemas y soluciones
4.2. La comunicación (lectura, escritura y oratoria).
Ejercicios:
1. El líder que conozco
Identifique a un líder (local, nacional o internacional): ¿qué lo caracteriza?; ¿porqué lo considera tal?; ¿hay
muchos líderes?; ¿para ser líder se nace o se hace?
Taller de Nociones de Liderazgo | Lima, Julio de 2010
2. Reconociendo al líder
Analizando sus características: ¿Cuál es mi autoestima?; ¿Qué es mi identidad?; ¿Qué valores tengo?; ¿Hay
reglas que el líder debería seguir?
3. Alcanzando la meta
Sobre su organización: ¿Cuál es su visión?; ¿Cuál es su misión?; ¿Cómo analizaría sus condiciones presentes?;
¿Cómo analizaría la influencia de su entorno?; ¿Cuáles son sus grupos de interés?; ¿Qué objetivos se
propondría alcanzar?; ¿Cómo mediría su camino?; ¿Qué desearía, que puedo, que debo hacer?
4. Mis herramientas.
Sobre algún problema de su localidad: ¿Cómo identificas el problema?, ¿sus consecuencias y causas?; ¿Cómo
lo resolvería?; ¿Cómo manejo la información?; ¿Cómo lo aprovecho mejor: saber leer?; ¿Cómo me
comunicaría mejor: saber escribir, saber hablar?
Lima, julio de 2010
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3. Lectura 1:
Una Organización de Alto Desempeño
Si tuviéramos que imitar al equipo de futbol holandés o alemán, diríamos cómo hacen para ganar tantos
campeonatos. No solo en el deporte sino también en otros aspectos desearíamos construir organizaciones de alto
desempeño, por tanto nos gustaría saber cómo es una organización de alto desempeño y qué se necesita para
crearla.
En las organizaciones de alto desempeño, la energía de todos se concentra en tres balances: el proveedor elegido,
el empleador elegido y la inversión elegida. En este triple balance está la diferencia entre la mediocridad y la
grandeza. Los líderes de estas organizaciones saben que su balance final depende de sus clientes, sus colaboradores
y sus inversiones. “Las utilidades son el aplauso que se logra por cuidar a los clientes y crear un
ambiente de motivación para los colaboradores”.
El Proveedor Elegido
Hoy nadie duda que quien reina es el cliente. Los ciudadanos se han dado cuenta de que sus organizaciones no van
para ningún logro si no conservan la lealtad y el compromiso de sus clientes. Hoy la regla es, “si no se cuidan los
clientes, otros lo harán”. Estudiosos nos dicen que hoy, para mantener los clientes, no basta con satisfacerlos; es
necesario crear “clientes incondicionales”. Ellos se sienten felices con la manera como se les trata, y que quieren
contarle a todo el mundo sobre el vendedor y se convierten en parte del equipo de ventas. Los clientes
incondicionales son creados por las empresas cuyo servicio sobrepasa considerablemente al de la competencia e
incluso excede las expectativas del cliente. Tales empresas tienen por rutina hacer lo inesperado y así disfrutan del
crecimiento generado por clientes que espontáneamente entran a formar parte de su equipo de ventas.
El Empleador Elegido
Este es un desafío. Ante la gran demanda de trabajadores competentes, los empleadores deben hallar maneras de
atraer y conservar a sus mejores colaboradores. Un buen sueldo no es la única respuesta. Hoy los trabajadores
desean algo más. Buscan oportunidades donde sienten que sus contribuciones se valoran y recompensan, donde
participen y se les conceda poder, donde puedan desarrollar sus habilidades, vean posibilidades de avance y crean
que pueden influir sobre los resultados. Los gerentes dicen que los colaboradores son su recurso más importante.
Algunos incluso dicen que los clientes son secundarios, pues, no se puede tratar mal a los colaboradores y esperar
que éstos traten bien a los clientes. La experiencia dice que “los colaboradores que son tratados mal tienden a Taller de Nociones de Liderazgo | Lima, Julio de 2010
trasladar esa actitud a los clientes”. Los clientes quieren mejor servicio y lo quieren pronto. Ello significa que se
debe crear un ambiente de motivación para los colaboradores y una estructura organizacional que sea lo
suficientemente flexible como para permitirles dar lo mejor de sí.
La Inversión Elegida
Sea que la organización es pública, privada, gubernamental o sin fines de lucro, crecer o expandirse exige
inversión. Para estar dispuestas a invertir, las personas deben creer en la viabilidad de la compañía y en su
desempeño a lo largo del tiempo. Deben tener confianza en el liderazgo, en la calidad de los colaboradores y del
producto, en las prácticas de gerencia y en la capacidad de retorno de la reorganización. Si las utilidades son los
ingresos menos los costos, entonces mejorarla proviene de mayores ingresos o reducción de costos. Referente a
los costos, hoy se sabe que gana el premio quien hace más con menos. Algunas organizaciones consideran que
serían más eficaces si reducen su tamaño. Nadie dudaría en hacerlo en las grandes burocracias, donde todos deben
tener un asistente y cada asistente requiere el suyo propio. Otras consideran que para ser más eficaces en el
manejo de costos, los colaboradores deberían tornarse en socios empresariales. Tratan de decir que cuando las
personas comprenden cómo sus organizaciones hacen dinero, están más preparadas a arremangarse y ayudar. Se
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4. notan empresas que tienen los libros abiertos para compartir la información financiera. Estas experiencias
muestran que: Si a los colaboradores se les mantiene bien informados y se les permite usar su inteligencia, es
sorprendente cómo ayudan a manejar los costos. Respecto a los ingresos, si se disponen de colaboradores
comprometidos y se les faculta debidamente para crear clientes incondicionales, el aumento de ingresos es
incuestionable, pues el cliente incondicional se convierte en miembro del equipo de ventas o de relaciones
públicas, lo que conlleva al incremento de ventas y la visibilidad de la organización haciéndola más atractiva a la
inversión. Cuando se da esta concurrencia se es líder de una organización de alto desempeño.
Resumen de Agustín Zúñiga
Referencia:
Blanchard, Ken; Liderazgo al Más Alto Nivel, Cómo crear y dirigir organizaciones de alto desempeño. Norma.
2007.
Lectura 2:
La Cultura de la Discriminación: Hilaria Supo Triunfó
Allí en la vereda, mientras camino hacia el hospital, estaba una mujer sentada con su pollera negra, ajada, con
ribetes multicolores y sombrero zurcido, gastado y sucio. Con un brazo aseguraba a su bebe en sus faldas que lo
amamantaba casi sin mirarlo y con el otro brazo extendido ofrecía a cada transeúnte las conocidas “frunas”, a
algunos metros dos niñitos con ojotas, pantaloncito corto y faldita de lana gruesa, también ofrecían en venta los
mismos dulces. Nos seguían por muchos metros a cualquier hombre o mujer que apareciese, “cómpreme uno,
solo uno”.
Esta imagen se ha convertido como natural, común en muchos lugares de la ciudad de Lima. A veces se nos ocurre
comprarle alguno, mientras nos decimos al oído, “esta señora tan joven, y pidiendo limosna, porqué no se volverá
a su tierra, allí estaría mejor; pobre niños, porqué los utilizan de ese modo”. Otros, menos comprensivos,
murmurarían, “cholas de m…. porque no se van a su tierra, aquí ensucian”. Pocos le dirían, “señora, allá en la
casa de la madre, hay maneras de cómo usted puede trabajar y ganar algo y mientras eso, sus niños podrían
estudiar, venga la voy a llevar, no se asuste”. Allí, tenemos tres comportamientos, los que dejan pasar la situación
casi indiferente, los que se preocupan y toman una acción positiva y finalmente los que los detestan. Todo eso me
pareció verlo en primera plana durante los últimos días, relacionado con las publicaciones del diario Correo, su
director el Sr. Javier Mariátegui fue uno de los protagonistas conjuntamente con la congresista –agraviada- la Sra.
Taller de Nociones de Liderazgo | Lima, Julio de 2010
Hilaria Supa.
Este diario me pareció representante de aquellos que detestan a las personas de faldellín, sombreros, de hablar
motoso, casi indescifrables, este grupo los integran, mayoritariamente, aquellos del “habla culta”, usualmente los
que se consideran de estirpe de la lima antigua, con apellidos frecuentemente relacionados con el poder, tanto –
ejecutivo o legislativo- en el presente como en el pasado. En su crítica el diario, daba a entender de manera
camuflada, que le preocupaba la, Calidad de la Representación (congresistas), y entre otras decía “cómo
podríamos tener una representante de tan bajo nivel cultural”. Como en dúo y al mismo tono, la congresista
Hildebrandt, usando su mejor pose DOCTA, decía que, “el diario solo ha destacado la ignorancia de la
congresista”, y que “la constitución no prohíbe ser analfabeto para ser representante, basta ser mayor de 25 años”.
Igualmente, el congresista aprista, Pastor, los apoyó, diciendo, “el director solo ha tenido la preocupación de
tener una representación adecuada, que deberían estar gente que puedan aportar para hacer avanzar al país”. Eso
me incomodó, tanto como, qué intenté, refutarlos, y desenmascararlos en su carácter discriminatorio al poblador
andino, quechuhablante, pobre y analfabeto. Exponentes de la cultura de la discriminación al indígena.
Cuando se habla de calidad de representación, el diario, olvida que el responsable de la elección no es la elegida
sino el pueblo. Y si estamos en democracia hay que aceptar esa elección. Así lo racional y constructivo, debería ser
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5. comprender por qué el pueblo los elige. Y, si los representantes son como son, es que hay gente que los considera
suyos. En el caso de la congresista Supo, la situación es peculiar, porque, en el sur hay mucha gente – peruanos
todos tanto como los miraflorinos y san isidrinos Mariátegui y Hildebrandt- que no saben hablar español, y
menos escribirlo. Pero eso no quiere decir que no sepan exponer sus problemas o que no tengan propuestas.
Negarles esa capacidad porque lo hacen en quechua y no en español, es demostrar discriminación irracional o
racismo puro. Al fin de cuentas el Quechua fue el idioma de los que nos precedieron en estas tierras, además,
para eso están los traductores. La calidad de representación, debería medirse por su forma de trabajo, propuestas,
y sobre todo en su calidad de persona. No olvidemos que las peores leyes, y los mayores robos al país, fueron
perpetrados por aquellos de apellidos aristocráticos, que han frecuentado permanentemente el parlamento.
Quiero finalizar diciendo que la Sra. Supo, fue más grande que la docta Hildebrandt. Al finalizar la sesión en el
parlamento, con la humildad que da la conciencia limpia, y el esfuerzo desplegado, pidió 30 segundos para hablar,
el presidente le concedió la palabra, ella, luego de dirigirse en quechua, dijo en español, “aquí tengo mi libro en
quechua que ha sido traducido al inglés, es bilingüe y le voy a regalar a la Sra. Hildebrandt que también es
bilingüe”, con ese acto, la Sra. Supo, fue doblemente superior a la doctora, de un lado hizo un acto político de
superioridad, sin ningún grito, ni titulares, entendimos que le decía en su mente “entérese Sra, Hildebrantdt, vea
lo que ha hecho, una mujer a la que llama y pregona como IGNORANTE e inculta, ha hecho esta obra, que dice
mucho del Perú de la región que represento, aquí están escritas nuestra necesidades y propuestas, me gustaría que
usted la conozca en Inglés”. Luego de ver esta escena, me sentí satisfecho de elegir a mujeres como Hilaria,
porque de otro modo, nunca estarían presente grandes sectores, más bien mayoritarios, del Perú postergado y casi
excluido. ¡!Bien Hilaria!!, le diste duro a la Hildebrandt, que más bien es un mito inflado por el fujimorismo.
Ella como todos nosotros, somos a la vez cultos en lo que sabemos e ignorantes en otros, la grandeza es reconocer
nuestras limitaciones y aprender de aquello que desconocemos.
Agustín Zúñiga Gamarra
Lectura 3
El Líder Positivo
El jefe da órdenes, impone su autoridad y su poder, infunde temor. El líder inspira,
guía, motiva, pide y obtiene participación, atrae y busca buena voluntad.. (Rodriguez).
En momentos de transformación como vive el mundo necesitamos adaptación a los cambios, tanto
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en lo personal cuanto en lo institucional. Pero no todo cambio necesariamente conduce a una
situación mejor, muchos líderes negativos han conducido a muchedumbres y a la humanidad misma
al holocausto, a la muerte. Hoy necesitamos lideres positivos, aquellos que basados en su agudeza
analítica, voluntad de servicio, elevada autoestima, sólida identidad cultural y firmeza de valores,
enfrenta las dificultades, promueve esperanza, y hace mas de los que sus palabras expresan, para él
los problemas son oportunidades por ello su personalidad propositiva y ejecutiva arrastra credibilidad
y seguridad en el futuro
Por sus capacidades, el líder percibe la crisis, la interpreta y propone actuar,
imponiendo la calma, inteligencia y sapiencia para la solución de los problemas
(Serra)
Cuando recordamos a nuestros tíos, padres y vecinos que bajados de las frías punas y hermosos
pajonales, irrumpieron en el quemante arenal de las afueras de la criolla y celosa Lima, para crear
ciudades, trabajo y vida… nos conmueve y encumbra como cóndores libres a decir, que todos
podemos ser lideres, basta el deseo ferviente de ser mejores, servir a los demás y actitud positiva
hacia nosotros. Ese recuerdo vitaliza nuestra seguridad y afirmación personal y colectiva en nuestra
identidad cultural, nos querernos con nuestras costumbres, canciones, deidades, potajes y lamentos.
Sin embargo como amamos a la humanidad y a la naturaleza, reconocemos que el conocimiento
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6. universal nos pertenece y también les pertenece nuestra sabiduría milenaria del peruano. Por eso en
momentos donde el conocimiento y la información deciden mucho del éxito de una organización, el
líder positivo busca reforzar sus habilidades y capacidades mediante el estudio, colaboración y
fortalecimiento de organizaciones de mayor envergadura.
Como líder positivo reconocemos, que en nuestra colectividad, y en la mayoría de peruanos, nuestro
punto más sensible es la falta de autoestima, no nos hemos detenido a hacer un momento de
encuentro íntimo con nosotros mismos. Tenemos que hacerlo para conocer y enfrentar nuestras
debilidades y flaquezas, y mejorar nuestra autoestima, construyendo confianza en nosotros mismos,
respeto y afirmación en nuestra identidad.
La autoestima no viene determinada por el éxito social, el aspecto físico, la
popularidad o cualquier otro valor que no se halle directamente bajo el control de
nuestra voluntad. Al contrario, depende de nuestra racionalidad, honestidad e
integridad, operaciones de la mente de las cuales somos responsables (Pinilla).
Para elevar nuestra autoestima: Vivamos conscientemente. Aprendamos a aceptarnos. Liberémonos
de nuestras “culpas”. Reconciliémonos con el niño y joven que fuimos una vez. Vivamos
responsablemente. Vivamos de manera auténtica. Apoyemos la autoconfianza y el autorespeto de
los que están a nuestro alrededor, porque al elevar la autoestima de los demás elevamos la nuestra.
El líder positivo en un país pluricultural y pluriétnico como el Perú, tiene fuertemente vinculado a su
autoestima el concepto de identidad tanto como persona cuanto como perteneciente a un colectivo
social. Se reconoce integrante de un entorno específico: familia, comunidad, provincia, región o país.
Esta identidad la construimos desde el seno familiar, que se convierte en el elemento cohesionador
con nuestro grupo social. Nos da un sentido de pertenencia, identificación entre los integrantes del
colectivo con relación a otras comunidades de personas, dentro o fuera del país, por quienes
guardamos respeto y amistad.
La identidad es el sustento de un pueblo, de una región, de una nación. Es
importante que los líderes tengan clara su identidad y se sientan orgullosos de ella
y apoyen a sus colectivos a reforzar sus identidades culturales (Pinilla).
A la elevada autoestima y sólida identidad el líder positivo ostenta firmeza de valores sin las cuales la
obra humana que pretende construir se desmoronaría fácilmente. Este cimiento lo conforman los
principios y las reglas que regulan el comportamiento individual y grupal que permite una vida
armónica y productiva, nos facilita el camino al destino aspirado. Los valores individuales se hacen
realidad en el colectivo, mediante los valores sociales. Los valores tienen que ver con nuestra
Taller de Nociones de Liderazgo | Lima, Julio de 2010
filosofía de ser y de hacer. Los lideres positivos debemos fomentar los valores de Vocación de
servicio, la solidaridad y reciprocidad. Tolerancia y capacidad de diálogo, saber escuchar y deseo de
entender al otro. Carácter para la toma de decisiones y solución de conflictos. Disciplina y
responsabilidad. Pero la exigencia mayor de un líder es predicar con el ejemplo.
Ser un ejemplo de valores, si queremos exigir valores; un ejemplo de autoestima e
identidad, si queremos exigir lo mismo de nuestro colectivo; un ejemplo de servicio
anónimo y generoso, entrega desinteresada, crecimiento permanente, humildad
diaria, valor y coraje, convicción en nuestros ideales. (Pinilla)
Deberíamos contribuir con los miles de líderes naturales del país, a adquirir herramientas y fortalecer
sus capacidades y habilidades de liderazgo personal y organizacional que mucha falta nos hacen en
los momentos actuales donde, la pobreza, inseguridad, falta de trabajo y escasa educación golpean
con más fuerza a los sectores excluidos de la presencia del estado.
Agustín Zúñiga Gamarra
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7. Lectura 4:
Sentido Estratégico En Los Jóvenes Un Talento del Siglo XXI
Que diferente es el amanecer en Chiquián (sierra) o Pucallpa (selva) comparado con Lima, allá el sol
ya está a las 7 de la mañana, aquí tenemos niebla, humedad, oscuridad y frío. El día sábado mis
clases comienzan a las 8 de la mañana, de modo que aun cuando el clima invite a quedarse unos
minutos más en la cama, de un salto impido que el pensamiento de “una pestañadita más” se
imponga y alisto mi salida.
En el aula los primeros 20 minutos los dedico a comentar con los alumnos temas diversos que les
promuevan autoestima y principalmente motivación. Lo primero permite aceptarnos racionalmente,
cómo somos, a dónde y cómo vivimos, con debilidades, claro que sí, quien no los tiene, pero
fundamentalmente, reconociendo que tenemos habilidades, méritos y fortalezas. Y lo segundo (la
motivación) para disponer de una fuerza interna, inmensa, permanente, que se realimenta día a día
por tener claridad de nuestros objetivos. Ante esa claridad y certeza, las falencias presentes que
impiden alcanzarlos, son simplemente cuestiones de coyuntura, piedrecillas en el camino. Nuestra
visión de construir el futuro que deseamos es mayor que cualquier contingencia.
Nuestros jóvenes necesitan incorporar en sus costumbres y hábitos, la cultura de la estrategia y la
prospectiva. Es decir, en primer lugar comenzar por definir, por establecer el objetivo, el futuro que
debemos construir y luego en segundo lugar diseñar el camino y los pasos para alcanzarlo. En caso
contrario. ¿Tiene sentido seguir algún camino si no se sabe a dónde ir? , ¿Tiene sentido qué enseñar
en la universidad y cómo hacerlo si no sabemos cuál es su papel en el Perú?, ¿Tiene sentido hablar
del papel de la universidad si no sabemos cuál es el objetivo del Perú? Evidentemente no tiene
sentido, como no lo tiene, si pretendemos salir de nuestro hogar y tomar alguna movilidad sin antes
definir a donde queremos ir. Porque si no supiéramos a donde ir, con anticipación, sería indiferente
tomar la línea 17 o la línea 70. No importaría tomar el que se va al norte, al centro o al sur. Eso
mismo sucede con el joven universitario, con la universidad y con el país.
Si no sabemos qué Perú deseamos construir en un determinado tiempo en el futuro, no podemos
exigirle a la universidad qué ejerza algún papel. Y como consecuencia, los jóvenes que se forman en
ella, no se están formando para un determinado fin, u objetivo o visión de país. Simplemente
seguimos el fluir del tiempo y continúan las mismas carreras de hace 50 o 100 años, con contenidos,
metodologías y herramientas obsoletas, distantes, inconexos con las demandas de los tiempos que
se avecinan. Los resultados hablan por si mismos.
Por ejemplo, ¿cuántos abogados necesita la provincia de Bolognesi o cuántos ingenieros
metalurgistas, o médicos o biólogos o físicos o docentes o sociólogos o literatos?, ¿Cuántas aulas de
los colegios de secundaria o primaria disponen de acceso a internet permanentemente?, ¿Cuántos Taller de Nociones de Liderazgo | Lima, Julio de 2010
disponen de pizarras inteligentes?, ¿Cuántos docentes de primaria, secundaria o universidad tienen
dominio del inglés?, ¿A qué revistas están suscritas los colegios?, ¿Cuántos colegios disponen de
buenos laboratorios para hacer prácticas y no aceptar las enseñanzas eminentemente teóricas?
Ciertamente no tenemos respuestas precisas, y si las tuviéramos ellas nos darían un diagnóstico
deprimente. La gran mayoría del país camina a ciegas, nos hemos acostumbrado a seguir la
corriente, a vivir del presente, nuestras cifras e indicadores se basan estrictamente en el pasado. No
nos acostumbramos a mirar el futuro, a reconocer señales, indicios, tendencias o escenarios, a pesar
que la realidad nos dice que lo único que puede ser presente es el futuro, pues el presente en el
instante que lo notamos ya es pasado.
Es por ello, incorporemos a nuestra vida diaria la cultura del pensamiento estratégico y prospectivo.
Acostumbrémonos a conversar, a dialogar sobre qué país, qué región, qué provincia, qué ciudad, qué
universidad queremos construir. Promovamos espacios, para compartir ideas, construir acuerdos y
consensos, solo así encontraremos la visión de un país compartido, en base al cual, se encuentre
sentido y orientación a la universidad sino también a las diversas instituciones y fundamentalmente al
habitante peruano que ejercería mejor su ciudadanía.
Agustín Zúñiga Gamarra
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