La escuela sienesa del Trecento italiano estuvo liderada por pintores como Duccio di Buoninsegna, Ambrogio Lorenzetti y Simone Martini. En Florencia, Cimabue introdujo el estilo bizantino pero Giotto revolucionó la pintura con su estilo naturalista, como se ve en sus frescos en la basílica de San Francisco en Asís y la capilla Scrovegni en Padua.
15. • ¡Oh, vanagloria de la grandeza humana!
¡Cuán poco dura tu verdor sobre la cumbre,
Si no se sigue una época de decadencia!
Se creyó Cimabue reinar en el campo de la
pintura
Y ahora es Giotto el que tiene la fama,
De modo que la fama de aquél se ha
oscurecido.
Canto XI, 94-96, de su «Purgatorio», Dante
31. San Francisco de Asís. Giotto, 1266-1337 c.1290 Material: fresco
32. •
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La renuncia a los bienes:
Un airado Pietro Bernardone arremete contra su hijo
Francisco, mientras el Obispo Guido de Asís cubre
pudorosamente al denudado Francisco que ha renunciado
incluso a su padre mismo.
Fresco de Giotto di Bondone, Basílica de Asís:
Giotto -a pesar de ser ya un pintor pre-renacentista-, sigue
los cánones del arte sacro bizantino, con trazos
esquemáticos y actitudes hieráticas; colores simbólicos, y
trazos esquemáticos para los escenarios (obsérvese la
sencillez de líneas en los edificios). La escena es imaginada
en un exterior y para no dejar duda alguna, las personas
son representadas revestidas de forma inequívoca; el
obispo (con alba, capa y mitra, como si asistiera a un Te
Deum), y los comerciantes -por ejemplo-, llevan las
vestiduras que les habrían distinguido en una gran
ceremonia, pero no en una escena casual, como ésta.
34. • Francisco atendió a un llamado de Cristo a
través de un ícono del Señor crucificado. Como
suele ocurrir hasta el presente con algunos
líderes de iglesias, Francisco equivocó el
sentido de la petición y se puso a reconstruir el
derruido templo de San Damián -y otros más
que estuvieron a su alcance-, pero pronto
rectificó y entendió que lo que Cristo desea es
la reconstrucción de Su Iglesia, de su
Comunidad.
35. San Francisco de Asís. Sermón a los pájaros. Giotto, 1266-1337 c.1290
36.
37.
38. • San Francisco coloca al Niño Jesús (un bebé real),
en el primer pesebre navideño. La escena,
montada en el santuario del templo, junto al altar
(derecha), donde se está celebrando la Eucaristía,
muestra la parte trasera del iconostasio, y del
crucifijo que lo remata, exhibiendo, así, con
inusual realismo, un aspecto poco "deseable" en
la iconografía convencional. El buey y el asno -en
tanto que figuras menores-, aparecen sumamente
reducidos de tamaño, pese a que -según las
crónicas-, se trataba de animales reales.
41. • Inocencio III sueña que sólo San Francisco sostiene la
derruida Iglesia de Cristo.
• Fresco deGiotto di Bondone 1267-1337 Basílica de Asís.
• El hieratismo bizantino que aún conservan las figuras de
Giotto, sólo es igualado por la admirable candidez -a la vez
procedente del arte del Oriente cristiano-, de las figuras.
Como para que todo aquel que vea este fresco sepa quién
es el Papa, Inocencio III duerme revestido incómodamente
con todas sus vestiduras pontificias: alba, estola, capa,
guantes y hasta la pesada tiara. Los cortinajes indican que
se trata de una escena interior.
Al convertir el ideal de Francisco y sus compañeros en una
orden religiosa semi-monástica (su carácter mendicante la
sacaba de la tradición continua del monacato benedictino),
lo que en el fondo ocurría, era que se sometía el
movimiento al control central de Roma. Idéntica cosa
sucedía al clericalizar a Francisco, ordenándolo (al menos)
como diácono y sometiéndolo así a la disciplina clericalis.
42. San Francisco ante el Sultán. La prueba de pasarpor el fuego. Fresco de Giotto
diBondone 1267-1337 Basílica de Asís.