2. 1.Parafilias
1.1Tipos de parafilias
2.Trastornos de identidad sexual
2.1 Criterios para el diagnóstico de trastornos
de identidad sexual
3.Trastornos del deseo sexual
3.1 Criterios para el diagnóstico de trastornos
del deseo sexual
4.Disfunciones según el sexo
3. Cuando hablamos de parafilia hablamos de
ciertos comportamientos sexuales considerados
extraños o no regulares en cierto momento y lugar de la
historia. Estos comportamientos han ido variando su
concepción social y algunos de ellos son mucho más
aceptados ahora que hace siglos y viceversa.
La parafilia es un comportamiento sexual donde el
placer o el orgasmo se consigue más allá de las
relaciones sexuales convencionales. Las personas que
practican algún tipo de parafilia suelen haber practicado
mucho sexo de manera convencional y esto ya no los
satisface, por esta razón deben buscar la excitación o el
placer por otras fuentes.
4. Sin embargo si nos tuviéramos que parar en este momento preciso
de la historia podríamos decir que existen más de 80 parafílias
reconocidas, y entra las más importantes podemos encontrar:
Agorafilia: Atracción por realizar practicas sexuales en lugares
públicos.
Alorgasmia: Fantasear durante el acto sexual con otra persona
que no sea la pareja.
Altocalcifilia: Atracción proveniente de los zapatos de tacones
altos.
Anisonogamia: Atracción por una pareja sexual mucho más joven
o mucho mayor.
Asfixiofilia: Estrangular, asfixiar o ahogar a la pareja durante el
acto sexual, con su consentimiento y sin llegar a matarla.
Clastomanía: Excitación por romper la ropa que la pareja lleva
puesta.
5. Fetichismo: Fantasías y deseos a partir del uso de objetos o partes
del cuerpo que son el centro de su atención.
Necrofilia: Atracción sexual por los cadáveres o los muertos.
Pedofilia: Atracción hacia personas menores de edad.
Sadismo: Experimentar placer erótico al provocar dolor físico o
humillación en la pareja.
Zoofilia: Atracción sexual hacia animales.
6. Se pueden dar en la niñez, en la adolescencia y en la edad adulta.
En ellos hay una disociación entre el sexo anatómico y la propia
identidad sexual, es decir el sexo con el que se identifica
la persona.
7. Criterios para el diagnóstico de trastornos de identidad sexual (F64):
A. Identificación acusada y persistente con el otro sexo (no sólo el deseo
de obtener las supuestas ventajas relacionadas con las costumbres
culturales).
En los niños el trastorno se manifiesta por cuatro o más de los
siguientes rasgos:
1. deseos repetidos de ser, o insistencia en que uno es, del otro sexo
2. en los niños, preferencia por el transvestismo o por simular
vestimenta femenina; en las niñas, insistencia en llevar puesta solamente
ropa masculina
3. preferencias marcadas y persistentes por el papel del otro sexo o
fantasías referentes a pertenecer al otro sexo
4. deseo intenso de participar en los juegos y en los pasatiempos
propios del otro sexo
5. preferencia marcada por compañeros del otro sexo
En los adolescentes y adultos la alteración se manifiesta por síntomas
tales como un deseo firme de pertenecer al otro sexo, ser considerado
como del otro sexo, un deseo de vivir o ser tratado como del otro sexo o
la convicción de experimentar las reacciones y las sensaciones típicas
del otro sexo.
8. B. Malestar persistente con el propio sexo o sentimiento de inadecuación
con su rol.
En los niños la alteración se manifiesta por cualquiera de los siguientes
rasgos:
En los niños, sentimientos de que el pene o los testículos son horribles o
van a desaparecer, de que seria mejor no tener pene o aversión hacia los
juegos violentos y rechazo a los juguetes, juegos y actividades propios de
los niños; en las niñas, rechazo a orinar en posición sentada, sentimientos
de tener o de presentar en el futuro un pene, de no querer poseer pechos
ni tener la regla o aversión acentuada hacia la ropa femenina.
En los adolescentes y en los adultos la alteración se manifiesta por
síntomas como preocupación por eliminar las características sexuales
primarias y secundarias (p. ej., pedir tratamiento hormonal, quirúrgico u
otros procedimientos para modificar físicamente los rasgos sexuales y de
esta manera parecerse al otro sexo) o creer que se ha nacido con el sexo
equivocado.
C. La alteración no coexiste con una enfermedad intersexual.
D. La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
9. El deseo sexual o líbido se refiere a un conjunto de sensaciones
que llevan al individuo a buscar la actividad sexual o a mostrarse
placenteramente receptivo con respecto a ella. Cuando se inhibe el
deseo sexual, de manera que el individuo deja de interesarse por la
actividad sexual, la disfunción se denomina "deseo sexual reducido"
o "trastorno del deseo sexual".
10. A. Disminución (o ausencia) de fantasías y deseos de
actividad sexual de forma persistente o recurrente. El
juicio de deficiencia o ausencia debe ser efectuado
por el clínico, teniendo en cuenta factores que, como
la edad, el sexo y el contexto de la vida del individuo,
afectan a la actividad sexual.
B. El trastorno provoca malestar acusado o
dificultades de relación interpersonal.
C. El trastorno sexual no se explica mejor por la
presencia de otro trastorno (excepto otra disfunción
sexual) y no se debe exclusivamente a los efectos
fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas,
fármacos) o a una enfermedad médica.
11. Los trastornos de disfunción sexual se clasifican en cuatro
categorías:
Trastornos del deseo sexual.
Trastornos de la excitación sexual.
Trastornos del orgasmo.
Trastornos de dolor sexual.
Trastornos del deseo sexual
Los trastornos del deseo sexual (disminución del deseo
sexual) pueden tener una causa hormonal por una disminución
en la producción normal de estrógenos (en mujeres) o de
testosterona (en hombres y mujeres).
Otras causas pueden ser la edad, la fatiga, un embarazo,
medicamentos (como ciertos antidepresivos) y enfermedades
psiquiátricas, como depresión y ansiedad.
12. Los trastornos de la excitación sexual se conocían como frigidez en la
mujer e impotencia en el hombre.
La impotencia actualmente recibe el nombre de disfunción eréctil y la
frigidez se describe como cualquiera de los problemas específicos con el
deseo, la excitación o la ansiedad. En los hombres puede haber
incapacidad total o parcial para lograr o mantener la excitación o una falta
de placer con la actividad sexual. Pueden existir causas médicas para
estos trastornos, como disminución del flujo sanguíneo o falta de
lubricación vaginal.
Los trastornos del orgasmo consisten en un retraso o ausencia
persistente del orgasmo tras la fase de excitación sexual normal.
Los trastornos de dolor sexual afectan casi exclusivamente a las mujeres
y son conocidos como dispareunia (relación sexual dolorosa) y vaginismo
(un espasmo involuntario de la musculatura de la pared vaginal que
interfiere con la relación sexual).