1. ¿QUÉ ES EL SISTEMA INMUNOLÓGICO?
Es un sistema de estructuras y procesos biológicos en el interior de un organismo
que protege contra enfermedades identificando y matando células patógenas y
tumorales, detecta una amplia variedad de agentes, desde virus hasta gusanos y
parásitos.
Es la defensa natural del cuerpo. Antes de que un microorganismo pueda
penetrar, sin embargo, debe romper la primera línea de defensa del organismo.
Esta primera línea de defensa, la más evidente es la piel, que forma una capa
impermeable en casi todo el cuerpo. El sebo secretado por las glándulas
sebáceas, que se encuentran bajo la piel, contiene una sustancia llamada lisozima
también presente en las lágrimas y las mucosidades nasales que eliminan las
bacterias y los virus.
Las partes del cuerpo abiertas al exterior tienen sus propias defensas
especializadas. Cualquier bacteria o virus inhalado puede quedar atrapado en las
mucosidades producidas por las células que recubren los conductos que
conducen a los pulmones. En estos tubos unos cilios del grosor de un pelo
impulsan constantemente las mucosidades hacia la garganta, donde son
expulsadas o tragadas. Si son tragadas, los ácidos de los jugos gástricos del
estómago normalmente eliminarán cualquier microorganismo presente.
Los microorganismos también pueden penetrar en el cuerpo por las vías urinarias
y, en las mujeres, por la vagina. En los hombres y mujeres la acción de arrastre de
la orina elimina las bacterias que penetran en el organismo desde el exterior. En
las mujeres, las bacterias inofensivas de la vagina impiden que penetren aquellas
que provocan enfermedades. Las bacterias inofensivas del intestino desempeñan
un papel similar.
Las bacterias, los virus, los hongos y otros microorganismos que causan
enfermedades, a veces logran eludir estas defensas y comienzan a multiplicarse
por todo el cuerpo.
Una de las principales funciones del sistema inmunológico es proteger al
organismo humano contra los microbios. El sistema inmunológico también puede
reconocer y rechazar cuerpos extraños, como los órganos trasplantados y puede
identificar y destruir las células cancerosas.
2. ¿CÓMO ESTA FORMANDO?
Está compuesto por células, proteínas, tejidos y órganos especiales.
Las células son especialmente los glóbulos blancos o leucocitos de los que se
distinguen dos tipos básicos:
Los fagocitos: Son células que destruyen a los organismos invasores
fagocitándolos, es decir, devorándolos literalmente. Hay diversos tipos de
células que se consideran fagocitos. El tipo más frecuente son los
neutrófilos. Éstos luchan prioritariamente contra las bacterias. Otros tipos
de fagocitos desempeñan otras funciones para asegurar que el cuerpo
reacciona adecuadamente a tipos específicos de invasores.
Los linfocitos vienen a ser como la memoria del cuerpo en lo que a
infecciones se refiere, ya que le permiten recodar y reconocer a invasores
previos. Hay dos tipos de linfocitos: los linfocitos B y los linfocitos T. Los
linfocitos se fabrican en la médula ósea y, bien permanecen allí y maduran
a linfocitos B, o bien se desplazan hasta el timo, donde maduran a linfocitos
T. Los linfocitos B y los linfocitos T desempeñan funciones diferentes: los
linfocitos B vienen a ser el sistema de inteligencia militar del cuerpo,
encargadas de buscar a los invasores y enviarles soldados para que los
ataquen. Los linfocitos T son los soldados, encargadas de destruir a los
invasores que ha identificado el sistema de inteligencia.
Los órganos en donde se aloja el sistema inmunológico se denominan linfoides, e
incluyen las siguientes estructuras:
Adenoides: glándulas localizadas en la parte posterior de la nariz.
Amígdalas: masas ovaladas que se encuentran en la parte posterior de la
faringe.
Apéndice: tubo pequeño unido al intestino grueso.
Bazo: órgano del tamaño del puño situado en la cavidad abdominal.
Médula ósea: tejido graso y blando localizado en cavidades óseas.
Nódulos linfáticos: elementos pequeños en forma de fríjol que se
encuentran en todo el cuerpo y se conectan a través de los vasos linfáticos.
Placa de Peyer: tejido ubicado en el intestino delgado.
Timo: son dos lóbulos que se unen por delante de la tráquea y detrás del
esternón.
Vasos linfáticos: red de canales ubicada en todo el cuerpo que transporta
linfocitos.
Vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares por donde fluye la sangre.
De estos se distinguen los órganos primarios que es donde se generar las células
del sistema inmune (como medula ósea y timo) y los órganos secundarios en
donde se intercala con la circulación linfática y donde se produce la respuesta
inmune (ganglios linfáticos y bazo)
3. ¿CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA INMUNOLÓGICO?
Las sustancias que invaden el organismo se denominan antígenos. Cuando se
detecta un antígeno en el organismo, varios tipos distintos de células colaboran
para identificarlo y reaccionar en consonancia. Estas células desencadenan la
producción de anticuerpos en los linfocitos B. Los anticuerpos son proteínas
especializadas que se adhieren a antígenos específicos. Los anticuerpos y los
antígenos encajan perfectamente entre sí como si se tratara de una llave y una
cerradura.
Una vez los linfocitos B fabrican los anticuerpos, esos anticuerpos siguen
existiendo en el organismo de la persona. Eso significa que, si el mismo antígeno
volviera a entrar en el organismo de esa persona, los anticuerpos ya estarían allí
para cumplir con su función. Por eso, cuando una persona enferma de
determinada enfermedad, como la varicela, lo más habitual es que no vuelva a
contraer la misma enfermedad. Y por eso también utilizamos las vacunas, a modo
de prevención, así las personas vacunadas no contraen determinadas
enfermedades. Lo que hace una vacuna es introducir en el organismo el antígeno
de un modo que no enferma a la persona vacunada pero que desencadena en su
organismo la respuesta de fabricación de anticuerpos que la protegerán de
ataques futuros del germen o sustancia causante de la enfermedad.
Aunque los anticuerpos pueden reconocer un antígeno y adherirse a él, no pueden
destruirlo sin ayuda. Y ahí es donde intervienen los linfocitos T. Estos forman parte
del sistema que destruye los antígenos que han sido identificados ya sea por los
anticuerpos o por aquellas células que han sido infectadas o han cambiado por
algún motivo. De hecho, algunos de los linfocitos T se denominan células
asesinas, o células k (por el inglés; killer = asesino).
Los anticuerpos también tienen la facultad de neutralizar toxinas (sustancias
venenosas o nocivas)
¿QUÉ ES INMUNIDAD Y AUTOINMUNIDAD?
La inmunidad es la protección que el organismo ofrece contra infecciones y
enfermedades. Se distinguen tres clases de inmunidad.
Inmunidad innata: o natural que incluye las barreras externas del cuerpo,
como la piel y las mucosas (que cubren el interior de la nariz, la garganta y
el tubo digestivo) y que son nuestra primera línea de defensa contra las
enfermedades. Si se quiebra esta primera línea de defensa (como cuando
nos cortamos), la piel se intenta cerrar lo más deprisa posible mientras que
las células inmunitarias especiales de la piel atacan a los gérmenes
invasores.
4. Inmunidad activa: este tipo de inmunidad se desarrolla conforme los niños y
adultos se exponen a enfermedades o se inmunizan contra determinadas
enfermedades al recibir distintas vacunas.
Inmunidad pasiva: es un tipo de protección de origen externo y que tiene
una duración breve. Por ejemplo, los anticuerpos que contiene la leche
materna proporcionan al lactante una inmunidad temporal contra aquellas
enfermedades a que se ha expuesto la madre. Esto puede ayudar a
proteger a los lactantes contra esas infecciones durante los primeros años
de vida.
Normalmente, el sistema inmunológico se encarga de combatir a los virus,
bacteria o cualquier otro organismo infeccioso que amenace su salud. Pero si
ocurre una falla, el mismo sistema que ha sido diseñado para protegerle. Cuando
el sistema inmunológico no marcha adecuadamente, no puede distinguir a las
células propias de las ajenas.
En vez de luchar contra antígenos externos, las células del sistema inmunológico
o los anticuerpos que producen pueden ir en contra de sus propias células y
tejidos por error generando varias enfermedades como por ejemplo el asma o la
D.M tipo I, a esta falla se le conoce como autoinmunidad.
PROBLEMAS QUE PUEDEN SURGIR EN EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Los trastornos del sistema inmunitario se pueden dividir en cuatro categorías
principales:
Trastornos por inmunodeficiencia (primaria o adquirida): son primarias
cuando se nace con ella aunque se manifieste varios años después y es
adquirida cuando ocurren por consecuencia de infecciones o
enfermedades.
Trastornos autoinmunitarios: en los cuales el sistema inmunitario ataca a
sus propios tejidos por error, tomándolos por tejidos ajenos ejemplo el
lupus.
Trastornos alérgicos: en los cuales el sistema inmunitario reacciona de
forma desproporcionada ante determinados antígenos ejemplo el eccema.
Cánceres del sistema inmunitario: ocurren cuando las células se
reproducen de forma descontrolada. Esto también puede ocurrir con las
células del sistema inmunitario. El linfoma es un cáncer del tejido linfoide y
es uno de los cánceres más frecuentes en la infancia. La leucemia,
5. consistente en una reproducción excesiva y anómala de leucocitos, es el
cáncer infantil más frecuente.
COMO PREVENIR DAÑOS EN EL SISTEMA INMUNOLOGICO
La mayoría de las afecciones del sistema inmunológico se pueden prevenir. Pero
si surgen, es posible tratarlos con medicamentos y de otras maneras para lograr
que la persona se sienta bien y sana nuevamente. Si hay un problema con el
sistema inmunológico, el médico le enseñará de qué manera puede cuidarse para
mantenerse sano y combatir las enfermedades. Se puede ayuda al sistema
inmunológico lavándose las manos con frecuencia a fin de evitar las infecciones,
comiendo alimentos saludables y ricos en vitaminas, minerales, proteínas y
carbohidratos, haciendo mucho ejercicio, evitando el estrés y realizándose
chequeos médicos regulares.
ROXANA MOSQUERA
Auxiliar en Enfermería