Este diagrama de flujo evalúa el conocimiento procedimental de un alumno a través de una serie de preguntas que determinan si el alumno conoce, puede aplicar, contextualizar y transferir un procedimiento, así como si lo ha automatizado. El docente modela el procedimiento para que el alumno lo ejecute y se registre el proceso, evaluando luego el aprendizaje y grado de significatividad.