Las Cortes de Cádiz de 1812 aprobaron una Constitución que estableció la soberanía nacional y un gobierno representativo. La Constitución dividió los poderes entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial. También declaró derechos como la libertad de imprenta e igualdad ante la ley. Sin embargo, la Constitución no pudo implementarse completamente debido a las condiciones políticas de la época.