Construcción de una visión país para garantizar la libertad y prosperidad
1. HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA VISION DEL PAÍS
Aporte de la Cámara de Comercio de Valencia al documento que presentará
Consecomercio en la Asamblea Anual de Fedecámaras.
I. LA LIBERTAD COMO PRINCIPO
El hombre es un ser creado libre debe permanecer libre. Él es libre para
escoger su destino y de que manera satisfacer sus necesidades, físicas y
espirituales. Está dotado de inteligencia que le permite discernir lo que le
conviene y lo que no. Quiere su bienestar y está dotado por la razón para
conseguirla. Nadie puede obligarlo a buscar la felicidad por los caminos que
el no desee.
Pero la libertad trae consigo la responsabilidad. Somos responsables de
nuestros actos puesto que los asumimos como consecuencias del uso de
nuestra libertad.
Tomar decisiones implica asumir riesgo, saber que puede equivocarse en sus
decisiones y sobrellevar sus resultados, buenos o malos. Pero la
responsabilidad que conlleva la libertad es preferible a la irresponsabilidad
que sean otros quienes tomen las decisiones por nosotros. La sociedad ha
madurado lo suficiente, como para permitir que alguien asuma el control de
nuestras vidas, tomando decisiones por nosotros, sobre lo que debemos
producir y debemos consumir.
La libertad responsable impone límites. El uso de la libertad no es para limitar
el derecho de los demás a ejercer su voluntad. O dicho de una manera
conocida, nuestros derechos terminan, donde comienzan los derechos de los
demás. Solo cada persona sabe que lo hace feliz.
2. II. LA PROPIEDAD COMO DERECHO INALIENABLE
El hombre tiene derecho a la posesión de bienes. La propiedad de esos
bienes es un derecho inalienable, así como la posibilidad de disponer de ellos
de la manera que mejor considere. El acceso y la propiedad de bienes le
pueden ofrecer la seguridad y una vida más cómoda y satisfactoria.
La posesión de bienes es una garantía de seguridad para el futuro. Nada, ni
nadie está en el derecho de evitar que los hombres se provean de una vida
digna para su vejez.
De la misma manera, es perfectamente legítimo que los hombres adquieran
las herramientas que utilizan para su trabajo. La posesión de bienes de
capital, es una herramienta fundamental para su desarrollo.
El progreso del hombre esta determinado por la posibilidad de cada persona
de progresar, a partir del uso de sus conocimientos, imaginación y el
desarrollo de plena de sus capacidades.
III. EL TRABAJO COMO FUENTE DE DIGNIDAD
Igual es legítimo que quienes no posean herramientas, ofrezcan su fuerza de
trabajo (sus conocimientos y su fuerza física) a quienes la posean. Esta
relación debe estar dada en condiciones que garanticen la dignidad de la
persona, con salarios que le permita al menos unos estándares mínimos de
vida y seguridad para el futuro.
El trabajo y la actividad creativa y empresarial son maneras decorosas de
garantizarse el sustento para la vida y la satisfacción de las necesidades
materiales y espirituales que requiere la existencia.
Está demostrado que el empleo formal y estable garantiza mayor bienestar a
los trabajadores que el empleo informal, así que solo a través de la
3. promoción de la libre empresa y el acceso al mercado de trabajo es que se
puede garantizar un mayor bienestar a la población.
IV. EL MERCADO COMO PRINCIPAL MECANISMO DE ASIGNACIÓN DE
BIENES Y SERVICIOS
La mejor manera de garantizar el equilibrio entre la oferta y la demanda de
productos es el mercado. Cualquier intromisión indebida, en lugar de mejorar
la asignación de bienes en la economía produce distorsiones que se traducen
en desabastecimiento. Los controles de precios o de adquisición de divisas,
se traducen en ineficiencia y deterioro del aparato productivo.
Los beneficios en las economías nacionales se incrementan, con la apertura
comercial a los otros países y con la participación en la corriente de la
globalización.
V. EL PAPEL DEL ESTADO
El Estado nace como consecuencia de la libertad del hombre. Es la garantía
que las personas no abusen de la su libre albedrío en perjuicio de los demás.
Para ello se le otorga la capacidad coercitiva para regular la conducta de los
hombres y mujeres y castigar su incumplimiento. Pero como resultado del
acuerdo entre las personas pertenecientes a una sociedad, este poder tiene
una función y unos límites claros.
El Estado debe tener tres tareas principalísimas:
1.1.Provisión de bienes públicos y corrección de fallas de mercado
1.1.1. Provisión de bienes públicos (entre ellos la seguridad y la
defensa nacional)
1.1.2. Legislación antimonopólica y contra los mecanismos de
alteración a la libre competencia.
1.1.3. Reducir asimetrías de información
4. 1.1.4. Control de economías externas
1.2.Promover políticas activas de desarrollo, que garanticen el aumento
de la productividad y la inclusión a través del desarrollo de las
capacidades de las personas.
1.3.Garantizar un nivel mínimo de asistencia y de atención para los
sectores menos desfavorecidos socialmente.
Cualquier otra intervención, se debe considerar como una extralimitación en
sus funciones y un atentado contra la libertad humana.
VI. LA SEGURIDAD JURÍDICA Y LOS LÍMITES AL PODER DEL ESTADO
La garantía que el estado no se sobrepase en sus acciones se encuentra en la
fórmula ya propuesta por John Locke y el Barón de Montesquieu de la
división de los poderes. Implica un verdadero ejercicio independiente de los
representantes de los poderes públicos que garanticen el contra peso
institucional. En ese punto, resulta medular detenerse en analizar la función
meta que cumple el sistema de administración de justicia como factor de
interdicción y control del resto de los poderes públicos.
Hablar de seguridad jurídica requiere mirar el aspecto “institucional”,
reforzar un trabajo de legislación que armonice el sistema. Lograr un sistema
legislativo coherente y moderno; que aborde con seriedad y tecnicismo las
nuevas realidades que impone el mundo en aras de aprovechar la capacidad
creativa del ser humano. En aras de darle confianza al ciudadano en su lucha
por su progreso, hay que atender áreas como la promoción a la tecnología y
garantizar el libre acceso a la información, fomentar la iniciativa privada a
través de la desregulación del mercado y el fomento a la libre competencia,
proteger la propiedad en sentido amplio, legitimación de capitales, entre
otros, son los temas que deben abordarse para dar cabida a un proyecto
5. económico sustentable que permita la incorporación de nuestro país en un
modelo de desarrollo y crecimiento.
VII. LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA ELABORACIÓN DE LAS
LEYES
El ciudadano actual reclama y merece participación en los asuntos públicos.
El mundo actual requiere un equilibrio entre los mecanismos tradicionales de
la democracia representativa, con la imperiosa necesidad de participación de
la gente y su involucramiento en los asuntos públicos. Si bien existe una
constitución que permite la participación ciudadana, estos mecanismo son
manejados de acuerdo a los intereses de los grupos en el poder, y usado
instrumentalmente para sus fines políticos.
Si el estado nace como consecuencia de la decisión de los seres que viven en
una sociedad, el rol que debe jugar el estado debe ser un asunto de la gente.
Una democracia que de verdad No es viable un sistema protagónico, social
de derecho y justicia sin que coercitivamente se impongan los canales de
participación políticos, sociales y económicos para que necesariamente
legitimen, legalicen y puedan dar validez a las decisiones gubernamentales,
macroeconómicas, políticas y sociales. El gobierno debe estar en lo obligación
de consultar las medidas que piensa tomar a la nación. Es menester de los
ciudadanos, por ejemplo el estar en asociaciones tales como la CAN o el
Mercosur.
VIII. ENTRE DOS AGUAS
Precisamente nuestra visión ataca dos de los grandes riesgos de la república.
La anarquía como forma de acción del individuo, donde priva el interés
egoísta sin menoscabo de las normas sociales elementales, irrespeto a la vida
y a la propiedad ajena. Es el mundo del “yo hago lo que me da la gana”.
6. Pero ante esa conducta, existe el polo opuesto, el control total de la
sociedad. El totalitarismo que inspira la ideología del actual élite gobernante,
que se traduce en la sencilla fórmula “ustedes hacen lo que a mi me da la
gana”.
Ante estas dos posiciones se pretende colocar promover una sociedad donde
el hombre libre y responsable que elige y se conduce en un marco de reglas
claras, dirigidas por un Estado que sirve al ciudadano y no que se sirve del
ciudadano.
Esto significa, por una parte elevar la conciencia ciudadana, en donde exista
un equilibrio entre los derechos y los deberes y por otra parte un estado
celoso de hacer cumplir las leyes, de manera estricta y sin favoritismos de
ninguna especie.
IX. RESPONSABILIDAD DE LA EMPRESA EN LA PROMOCIÓN DEL
DESARROLLO
Conscientes de la delicada situación social por la que atraviesa el país, no se
puede dejar solo al Estado la conducción de las políticas de Desarrollo. El
sector privado, la empresa debe garantizar los principios de su
responsabilidad social. Creemos que debemos promover un gran pacto
contra la pobreza, que incluya acciones desde la empresa, el estado y la
sociedad civil, que busque la inclusión social, a través de empleos dignos y de
calidad y el compromiso con que los venezolanos puedan mejorar sus
habilidades para el trabajo productivo. Donde se pueda cumplir con el
principio de Igualdad de oportunidades para todos.
X. LA BUSQUEDA DE UN CONSENSO NACIONAL
Estas son solo algunas ideas que hay que considerar y que deben formar
parte de un gran consenso nacional. La crisis nacional es muy honda y las
decisiones que habrá que tomar para enderezar el rumbo pueden ser muy
severas, en el corto plazo. Enrumbar al país, solo será posible, si se deponen
los egoísmos individuales o sectoriales, y se toma en cuenta que cada quien
debe aportar su grano de arena para salir de la crisis. Cierto es algunos son
7. más responsables que otros, pero todos tienen alguna cuota de
responsabilidad y eso se debe asumir.
Esto implica mucho diálogo, al interior de las diversas organizaciones que
conforman la sociedad venezolana y entre ellas. Todas son necesarias y todas
deben participar en el Gran Acuerdo Nacional.
Valencia Junio de 2011.
La Junta Directiva.
“Libre iniciativa, fundamento del desarrollo del ser Humano”.