Presentación de la empresa polar, estados financieros
Protocolo y-etiqueta
1. El protocolo en nuestros días.
1. Del concepto.
El protocolo resulta algo común a todos los pueblos y
civilizaciones y, pese a lo que se puede pensar a primera
vista, no es una cuestión moderna, sino todo lo contrario,
pues ya en los jeroglíficos egipcios (año 3000 A.C.) se
encontraron conceptos refer3idos a este ámbito.
Proviene del latín "protocolum", que significa serie ordenada
de escrituras y documentos. También hace referencia a actas
y custodias de libros.
El protocolo determina las normas que hay que seguir en
un acto. De él Vilarrubias afirma que es la transcripción
escrita de los usos, costumbres y tradiciones de un
determinado país o territorio en fórmulas reglamentadas.
Así pues, el protocolo es un instrumento más de los que se
utilizan para la proyección de la imagen pública de las
instituciones u organizaciones, puesto que la sociedad se
sirve de él para establecer ordenamientos espacio-temporales
en un grupo determinado de personas, físicas o jurídicas, de
distinto o igual rango (Nota 1: FERNÁNDEZ LAMAS,
A.M. & RODRÍGUEZ GARCÍA, A., "protocolo y semiótica"
in Revista Internacional de investigación en Relaciones
Públicas, ceremonial y protocolo, Edit. Laurea, revista 1,
primer semestre 2002, pág. 7.)
En un sentido más concreto, el protocolo es el
ordenamiento reglado y jerarquizado de los componentes
a un acto público o privado, según la naturaleza y fines del
mismo, en razón del cargo que ostenten los invitados y de la
causa de su presencia en torno al anfitrión.
A partir de este concepto, podemos realizar multitud de
clasificaciones:
1. Atendiendo a su carácter:
Público: se refiere al estado o a la persona unida a él y que
desempeña un cargo que ejerce legalmente (por ejemplo, una
alcaldía, administración pública...).
Privado: referido a personas, asociaciones, partidos
políticos...
2. Según el espacio en el que se desarrolle el acto:
Cerrado: instalaciones de un palacio...
Abierto: desfile militar, colocación de la primera piedra...
3. En función de sus clases:
Civil.
Castrense: protocolo militar (se rige por sus propias
normas).
Religioso.
A pesar de las posibilidades analizadas, José A. Urbina
clasifica el protocolo como sigue:
1) Por la naturaleza de su función:
a) el protocolo estructural, donde se determina la estructura
y las jerarquías.
b) protocolo de gestión: se determina la estructura y gestiona
realizada en su seno; diferencia entre protocolo y atención a
las personalidades.
Determina la asistencia y atención integral a personalidades.
c) Protocolo de la eficacia personal: se gestiona y
perfecciona la eficacia de las personas en sus relaciones con
los demás (intérpretes...).
2) Por el colectivo al que va dirigido:
a) Protocolo religioso y laico.
b) Civil y militar.
c) Protocolo del estado.
d) Protocolo social.
Y la experta Anna Fornesa (Nota 2: FORNESA, A., "Las
reglas del protocolo en los actos públicos", in Actas II
Jornades Reptes de la publicitat al segle 21, Edit. UAB;
Barcelona, 2001, pág. 56.) propone la siguiente
clasificación:
CLASES DE ACTOS: ORGANIZADOS POR:
1. De carácter general. Oficiales (actos del Estado,
públicos). La Corona, el Gobierno, la Administración, las
Comunidades Autónomas, las Corporaciones Locales, etc.
2. De carácter especial. Determinadas instituciones,
organismos o autoridades con ocasión de acontecimientos
propios de su ámbito.
2. 3. No oficiales. Corporaciones, fundaciones, empresas,
asociaciones, etc.
4. Actos privados. Ámbito familiar o doméstico.
En cuanto al concepto de ceremonial, podemos afirmar que
se trata del conjunto de formalidades que, determinadas por
el protocolo, se aplican en la programación y desarrollo de
actos públicos o ceremonia solemne, según la norma
establecida, según la costumbre y la tradición.
Así vemos que el ceremonial se corresponde con el
conjunto de formalidades que se observan en un acto
público o solemne, mientras que el protocolo solo
constituye las normas y usos que establecen y ordenan
dichas formalidades; es decir, el ceremonial se basa en
modelos de representación que escenifican los actos,
integrando un discurso icónico que debe ser ordenado y
estructurado como si uno verbal se tratase, mientras que el
protocolo define la proyección externa de los actos y
condiciona su proyección pública a través de los medios de
comunicación social.
La ceremonia, con su lenguaje de signos, símbolos, gestos,
etc., debe dialogar con la audiencia y, si su lenguaje no es
comprendido, el diálogo se convierte en monólogo y sale
malparada la imagen transmitida de instituciones y personas.
El ceremonial por lo tanto, nos dicta normas como la
etiqueta.
En la terminología moderna occidental, el ceremonial
apunta más a lo que es boato, pompa, forma externa. En
cambio, el protocolo tiene su base en unas reglas o normas
de carácter jurídico o consuetudinario (Nota 3: CHAVARRI
DEL RIVERO, T., Protocolo Internacional. Tratado de
ceremonial diplomático, Edit. Ediciones Protocolo, Madrid,
2004, pág.33).
2. Protagonistas del protocolo.
Un protocolo perfecto es aquel que no produce suspicacias
entre las instituciones/organizaciones y personas asistentes a
los actos y que, además, facilite la concordia y evite las
confrontaciones (Nota 4: MARÍN CALAHORRO,
FRANCISCO. Protocolo y comunicación. Los medios en los
actos públicos. Edit. Bayer Hnos, S.A., Barcelona, 2000.
Pág. 59). Para alcanzarlo, debemos tener bien claro quienes
son los protagonistas del evento protocolario.
Diferenciaremos entre:
ANFITRIÓN.
Es el que tiene convidados a su mesa. Él organiza como
quiere las cuestiones protocolarias. Así, cuando se planifica:
el puesto central de todo acto ha de partir del número uno
(anfitrión); por ser la figura principal ocupa el puesto de
honor y le corresponde dirigir el acto. Su lugar en la
presidencia lo puede ceder a una sola vez y a una sola
persona; en este caso, pasa a sentarse a la izquierda (cuando
esta cesión es de carácter voluntario); si la cesión fuera
obligatoria, ocupará el lugar inmediato a la derecha.
PRESIDENCIA.
Mayor honor en un acto. Indica quién ha de dirigir ese acto
a lo largo de su desarrollo. Las presidencias son
unipersonales y siempre son impares. Aquí también se
admite la cesión a favor de quien ostente el mayor cargo.
INVITADOS.
El anfitrión es quien aplica las normas de preferencia (en
razón a las personas seleccionadas). Vilarrubias aconseja en
todo caso que los invitados han de ser objeto de selección,
según la naturaleza del acto y según la imagen que queramos
proyectar a un determinado público.
3. Orden de precedencias.
Se trata de una de las fases del protocolo que establece el
orden de prelación entre las autoridades. Significa
prioridad o antelación para determinar la situación
posicional en base a la jerarquía, al cargo o a la categoría.
Para Vilarrubias, consiste en la plasmación real del puesto
de las personas, a pesar de que también incluye banderas y
otros signos.
Para José A. Urbina, las precedencias implican el orden,
situación o colocación de las personas.
Las precedencias en el Estado Español se regulan por
el Real Decreto 2099/83, que lleva el título de
Ordenamiento General de Precedencias en el Estado y que, a
nivel civil, se trata del texto más importante en esta materia.
En él encontramos la prelación de precedencias indicada
para aquellas personas que posean una responsabilidad
institucional en nuestro país. A pesar de todo ello, son
muchos los profesionales del protocolo que reivindican
una revisión del Real Decreto, por considerarlo desfasado e
incompleto.
3. Ceremonias protocolares[editar]
Mensaje a la Nación, cambio de mando y
juramentación[editar]
Se consideran actos oficiales dentro del Aniversario de la
Independencia Nacional la Misa y Te Deum, la Sesión Solemne
del Congreso, el Saludo al Presidente y la Parada y Desfile Militar.
Tras el proceso de elección, el Jurado Nacional de
Elecciones proclama al Presidente Electo. En casos de sucesión
legal, el Congreso proclama al Presidente. Tras esto, el
Presidente debe asumir funciones al juramentar el cargo ante el
Pleno del Congreso de la República el 28 de julio del año que
corresponda a las elecciones presidenciales, en conmemoración a
la fecha de la Proclamación de la Independencia que hizo José de
San Martín en 1821.
En realidad siempre se ha celebrado el 28 de julio como el Día de
la Independencia y la fiesta nacional, pero es recién en 1945, en
la juramentación del presidente José Luis Bustamante y
Rivero que empieza la tradición de hacer el cambio de mando ese
mismo día. Con anterioridad a esa fecha, el 28 de julio, el
presidente brindaba un discurso a la nación ante el Congreso -que
era publicado en El Comercio o El Peruano- ese día pero no se
hacían los cambios de mando. Antes de 1945 y pese a la gran
cantidad de golpes de Estado, hubo algunas fechas recurrentes
para los cambios de mando:
20 de abril (desde 1845).
25/24 de octubre (desde 1858).
02 de agosto (desde 1868).
10 de agosto (desde 1890).
08 de septiembre (desde 1895).
24 de septiembre (desde 1904).
18 de agosto (desde 1914).
12 de octubre (desde 1919).
08 de diciembre (desde 1931).
Como dato curioso, muchos de los golpes de Estado se realizaron
en el mes de octubre, con lo que se acuñó la frase popular de
que al presidente, como al Señor de los Milagros, lo sacan en
octubre.
La Constitución de 1933 expresaba: El período Presidencial (...)
comienza el 28 de julio del año en que se realiza la elección,
aunque el elegido no hubiese asumido sus funciones en aquella
fecha.
La Constitución Actual ordena que:
"El Presidente de la República presta juramento de ley y asume el
cargo, ante el Congreso, el 28 de julio del año en que se realiza la
elección."
Artículo 116º, Constitución Política del Perú
La ceremonia en el congreso incluye un Mensaje a la
Nación ante el Congreso del Presidente saliente quien, rindiendo
cuentas y haciendo una semblanza de los logros de su gestión.
Luego, el Presidente agradece y entrega la banda presidencial al
Presidente del Congreso, quien la ostentará por una hora. Tras la
llegada del Presidente Electo, éste presta juramento ante el
presidente del Congreso, quien le hace entrega de la banda.
Después, lee su primer mensaje a la nación ante el Congreso.
Cuando no se trata de un cambio de mando, el presidente en
funciones también acude anualmente en esa fecha para informar
a la representación nacional y la opinión pública, sobre la
situación general de la República.
"(Corresponde al Presidente de la República) Dirigir mensajes al
Congreso en cualquier época y obligatoriamente, en forma
personal y por escrito, al instalarse la primera legislatura ordinaria
anual. Los mensajes anuales contienen la exposición detallada de
la situación de la República y las mejoras y reformas que el
Presidente juzgue necesarias y convenientes para su
consideración por el Congreso. Los mensajes del Presidente de la
República, salvo el primero de ellos, son aprobados por el
Consejo de Ministros..
Inciso 7, Artículo 118º, Constitución Política del Perú
En julio de 2001, el presidente Alejandro Toledo, a pocas horas de
haber juramentado en Lima, asumió simbólicamente el cargo
en Machu Picchu.
Fórmula de juramento[editar]
Pergamino de juramentación del Presidente Andrés Avelino
Cáceres, ante el Congreso de la República (1894).
Es la Constitución de 1828 la primera que registra, en el artículo
87º, la fórmula de juramentación que el Presidente del Perú debe
prestar ante el Congreso al asumir funciones:
El Presidente y Vicepresidente para ejercer su cargo, se
presentarán al Congreso a prestar el juramento siguiente:
"Yo, N.N. juro por Dios y estos Santos Evangelios que ejerceré
fielmente el cargo de Presidente (o Vicepresidente) que me ha
confiado la República: que protegeré la Religión del Estado,
conservaré la integridad e Independencia de la Nación, y guardaré
y haré guardar exactamente su Constitución y leyes".
La Constitución de 1839, en su artículo 86º, inaugura la fórmula
que será usada hasta hoy -con la eliminación de la referencia a
resguardar la religión católica y los rasgos personales que le
brinda cada presidente-. En agosto de1853 es sancionado el
Reglamento Interior de las Cámaras Legislativas, que señalaba,
en el artículo 3º del Capítulo XII, que el Presidente jurará ante el
Congreso de la República según el mentado artículo de la
Constitución, que decía:
El Presidente para ejercer su cargo prestará ante el Congreso el
juramento siguiente:
"Yo N.N. Juro por Dios y estos Santos Evangelios, que ejerceré
fielmente el cargo de Presidente que me ha confiado la República,
4. que protegeré la Religión del Estado, conservaré la integridad,
independencia y unidad de la Nación, guardaré y haré guardar su
Constitución y leyes".
Es tradición en el Congreso peruano que la prestación del
juramento de ley para la toma de funciones del cargo de
Presidente de la República tenga, como constancia de la
realización de dicho acto, la suscripción de un pergamino que
contenga escrito el nombre del mandatario jurante, la fórmula de
juramentación y la fecha en que se celebra la transmisión del
mando presidencial. De estos pergaminos de juramentación, el
más antiguo que se conserva en el Archivo General
del Congreso es el perteneciente a Andrés Avelino Cáceres, que
suscribió para ejercer su segundo mandato el 10 de agosto de
1894 y que tenía previsto culminar en la misma fecha de 1898.
El juramento prestado por el actual presidente Ollanta Humala fue
el siguiente:6
“Juro por la Patria que cumpliré fielmente el cargo de Presidente
de la República que me ha confiado la Nación por el período
presidencial 2011-2016; que defenderé la soberanía nacional, el
orden constitucional, y la integridad física y moral de la República
y sus instituciones democráticas, honrando el espíritu y los
principios de la Constitución de 1979; que reconoceré y respetaré
la libertad de culto y de expresión, y lucharé incansablemente por
lograr la inclusión social de todos los peruanos, especialmente de
los más pobres.”
Ceremonias conexas[editar]
Inmediatamente después de la ceremonia de Juramentación del
Presidente, el Presidente juramenta a su primer Primer Ministro y
primer Consejo de Ministros. Esta ceremonia y las de relevo
durante el mandato se realizan normalmente en el Salón
Dorado de la Casa de Pizarro.
Es asimismo tradicional cada 28 de julio, el "Besamanos" al
Presidente que también se realiza en el Salón Dorado de Palacio.
Tiene sus orígenes en la tradición religiosa de hacer el gesto de
besar los pies del Papa que es impedido por este para ser
reemplazado por el beso al anillo del pescador. Durante
el Virreinato, cuando se presentaba un nuevo Virrey ante las
autoridades locales, este mostraba el anillo de autoridad, que era
besado tal como ocurría con los Papas. En la actualidad, el
ceremonial es un laico apretón de manos de parte de ministros,
congresistas y diplomáticos acreditados como señal de
renovación de lealtad para un nuevo año de gobierno.
Otras ceremonias oficiales[editar]
Además de las ceremonias del aniversario de la independencia,
se consideran ceremonias oficiales según el segundo artículo del
Decreto Supremo N.096-2005-RE:
Saludo al Presidente de la República con motivo del Año
Nuevo.
Renovación del Juramento de Fidelidad a la Bandera.
Festividad de la Patrona de las Armas del Perú y día de las
Fuerzas Armadas
Símbolos[editar]
Insignias[editar]
Banda presidencial[editar]
La banda presidencial es el más importante distintivo que ostenta
el Presidente de la República y ha sido usada desde los inicios de
la República por los mandatarios. Fue heredada de los
últimos Virreyes. La colocación y la entrega de la banda
presidencial es el acto más simbólico de la asunción y entrega del
mando. La banda es usada por el Presidente del Congreso hasta
la juramentación del nuevo mandatario.
Se trata de una banda bicolor que lleva los colores nacionales
(rojo y blanco). Esta banda se usa diagonalmente del hombro
izquierdo al lado derecho de la cintura. En la cintura, como un
broche, la banda llevaba bordado en hilo dorado el Escudo de
Armas del Perú. Existe una familia limeña que tradicionalmente
las ha elaborado. Se confeccionan a la medida para cada
Presidente y se han usado normalmente con traje formal: terno,
smoking o uniforme militar. Desde 2006, el Escudo fue trasladado
hasta la altura del pecho.
Un acto simbólico narrado por Ricardo Palma en sus
célebres Tradiciones Peruanas fue efectuado durante la confusa
primera mitad de la década de 1840, por el presidenteJusto
Figuerola. Éste, ante las protestas que hacía el pópulo frente a su
domicilio, pidió a su hija que sacara la banda presidencial del
cajón de la cómoda y se lo entregara al pueblo por el balcón. La
multitud se marchó contenta y dando vivas a Figuerola y fue a
buscar a quien imponerle la prenda, que, tantas veces codiciada,
esta vez no encontraba quien quisiera ceñírsela.
Los Ministros de Estado llevan un fajín rojiblanco; los Vocales
Supremos, Congresistas de la República, Magistrados del
Tribunal Constitucional, Miembros del Consejo Nacional de la
Magistratura, Fiscales Supremos, el Defensor del Pueblo, etc.,
usan collarines rojiblancos con medallas que los reconocen como
tales.
Gran collar de brillantes[editar]
Ha sido llevado por los presidentes como el símbolo de la máxima
autoridad del país. Está compuesto de oro e incrustado de
brillantes. Lleva en el centro una medalla que contiene el Escudo
de Armas del Perú. Son memorables las fotografías y cuadros de
los presidentes Oscar R. Benavides Larrea, Manuel Prado y
Ugarteche y José Luis Bustamante y Rivero usando la banda
presidencial, el gran collar y otras insignias. Su uso desapareció a
partir de la asunción al poder del arquitecto Fernando Belaúnde
Terry. Recientemente su uso fue 'vuelto a la vida' por Alan García
Pérez en el marco de la V Cumbre América Latina, el Caribe y la
Unión Europea7
realizada precisamente en Lima en mayo
de 2008.
Placa[editar]
El Presidente de la República, adicionalmente, lleva una placa en
el bolsillo superior izquierdo del saco a manera de solapero con
las insignias del mando militar que lo reconoce como Jefe
Supremo de las Fuerzas Armadas. Es heredera de los distintivos
y honores militares que llevaban los presidentes pertenecientes a
5. la Fuerza Armada -tantos en la historia del país-. Es dorada y
tiene la forma de un sol radiante.
Bastón[editar]
Tiene en su origen en la costumbre española de simbolizar el
poder -principalmente en los caso de los regidores, corregidores e
intendentes- con un bastón. La costumbre fue introducida en
el siglo XVIII en los Andes, tras la rebelión de José Gabriel Túpac
Amaru y Túpac Catari en 1780-1781 para representar la dignidad
de alcalde de indios: alcalde-vara o varayoc (el que porta la vara
en quechua). A diferencia de Argentina, el uso de un bastón que
simbolice el poder y el cargo de Presidente (simbólicamente,
el varayoc), no ha sido común en la historia de la presidencia
peruana e innumerables veces ha sido reemplazada por el sable o
la espada de los presidentes militares. Sólo un puñado de casos
son destacables. Mariano Ignacio Prado, José Balta y Augusto B.
Leguía lo usaron en cuadros y fotografías presidenciales.
Recientemente, Alejandro Toledo, hizo uso del bastón en su
asunción simbólica al cargo en el Cusco y también en otras pocas
ocasiones. Su más reciente uso corresponde al 29 de
julio de 2008, fecha del tradicional desfilemilitar, cuando Alan
García llevó un pequeño bastón presidencial, el mismo utilizado
por Ollanta Humala en el desfile militar del 29 de julio de 2011.
Tratamiento[editar]
El tratamiento oficial hacia el Presidente de la República del Perú
es:
Si el mandatario es un hombre: Excelentísimo Señor
Presidente - nombre del presidente -.
Si el mandatario es una mujer: Excelentísima Señora
Presidenta - nombre de la presidenta - (Este caso aún no ha
sucedido, ya que hasta la fecha el país no ha sido gobernado
por una mujer).
Si el mandatario se encontrara en el extranjero, el
tratamiento cambiaría al de: Excelentísimo Señor, -nombre
del presidente-, presidente de la República del Perú.
Palacio de Gobierno del Perú[editar]
Palacio de Gobierno de Perú a fines del siglo XIX.
Artículo principal: Palacio de Gobierno del Perú
El Palacio de Gobierno de Perú es la sede del Poder
Ejecutivo Peruano y la residencia personal del Presidente de la
República. Se encuentra ubicado en la Plaza Mayor de la ciudad
de Lima y a orillas del río Rímac desde 1535. Es heredero del
solar que, erigido en él la casa del curaca Taulichusco,
administrador del valle del Rímac, fue tomado por
el conquistador del Perú y gobernador de Nueva Castilla, el
marqués don Francisco Pizarro. Fue usado como residencia de
los Virreyes y la sede de su gobierno durante la época virreinal,
fue entonces conocido como el Palacio de los Virreyes.
Los gobernantes del Perú independiente continuaron con esta
sede de gobierno. En la época del guano, el palacio recibió
cuantiosos arreglos y adornamientos. También fue afectado por el
saqueo durante la ocupación chilena. Durante el "Oncenio", el
edificio fue incendiado con el fin de asesinar al
presidente Augusto B. Leguía. Fue luego construido y la
terminación de su último diseño data de 1938. Es considerado un
monumento histórico y junto a sus muy diferentes versiones
arquitectónicas anteriores han albergado a diversos huéspedes:
Francisco Pizarro con los 40 virreyes, los libertadores San
Martín y Bolívar, el Rey de España Juan Carlos I de Borbón, y 53
caudillos y presidentes. A Fernando Belaúnde, le
pareció "bastante afrancesado pero cómodo".8
Comprende un área construida de 19.200 metros cuadrados.
Trabajan allí unas 200 personas. Se trata de un edificio muy
completo, cuenta con salas y salones, comedor, plazas interiores,
capilla, estudio de televisión, cochera, piscina, área de invitados y
los aposentos privados presidenciales. Simbólico es el
conocido balcón de las procesiones, desde donde el Presidente
suele recibir la procesión del Señor de los Milagros y dar
mensajes a las manifestaciones públicas que se realicen. Dos
momentos dorados del mencionado balcón fueron los
tradicionales balconazos de Alan García en su primer gobierno y
la asunción al mando del presidente Paniagua y su gabinete
ministerial. Es tradicional el cambio de guardia a mediodía en
Palacio.
Guardia de Honor del Palacio de Gobierno[editar]
Artículo principal: Húsares de Junín
Véase también: Guardias del Palacio de Gobierno del Perú
La Guardia de Honor y de Seguridad del Palacio a través del
tiempo ha principalmente recaído sucesivamente en los siguientes
Cuerpos Militares y Policiales:
Cuerpos del Ejército, alternando con la Guardia Civil y
la Gendarmería Nacional del Perú (siglo XIX).
Batallón de Gendarmes de Infantería "Guardia
Republicana del Perú" Nº 1.
23ª Comandancia de la Guardia Civil del Perú - Batallón de
Ametralladoras de Palacio.
22ª Comandancia de la Guardia Civil del Perú - Tropas de
Asalto - Resguardo Presidencial.
Regimiento de Caballería "Glorioso Húsares de Junín" Nº
1 - Libertador del Perú
Regimiento de Caballería “Mariscal Nieto" Escolta del
Presidente de la República9
El Regimiento de Caballería "Glorioso Húsares de Junín" N° 1 -
Libertador del Perú, hasta el 2 de febrero de 2012, fue la Guardia
Montada del Presidente de la República. Su sede estuvo en el
Cuartel "Barbones", antiguo cuartel en el Cercado de Lima. Esta
unidad desde su creación nunca ha sido desactivada y ha estado
presente en los acontecimientos más importantes de
la historia nacional peruana.
La Caballería de la "Legión Peruana de la Guardia" se organizó
sobre la base del Escuadrón "Húsares de la Escolta del General",
unidad destacada en la Campaña Libertadora de Chile. A esta
caballería, José de San Martín, le daría el nombre de “Escuadrón
6. de Húsares de la Legión Peruana de la Guardia” al mando
de Guillermo Miller. En la batalla de Junín, los escuadrones de
“Húsares del Perú” tuvieron una descollante participación, gracias
a la sagacidad de Andrés Rázuri. Por esta acción, Simón
Bolívar cambió el nombre al Regimiento “Húsares del Perú” por el
de Regimiento “Húsares de Junín”, que también destacó por su
bravura en la batalla de Ayacucho, lo que le mereció llevar en
subandera de guerra la inscripción “Libertador del Perú”. Debido a
su trascendencia histórica fue designado para estar presente en la
reincorporación de Tacna al territorio delPerú en 1929.
En febrero de 1987, el Presidente Alan García ordenó que se le
dé "carácter peruanista" a su guardia personal que vestía un
elegante atuendo de inspiración francesa y que el consideraba
livianamente "igual" al usado por los Dragones de la Guardia
Republicana de Francia. Para ello, escoge al RC "Glorioso
Húsares de Junín" Nº 1 como "escolta presidencial". En el
uniforme de los Húsares de Junín, el dormán con alamares (sin
las charreteras) lleva 33 botones que simbolizan las 33 victorias
seguidas de Napoleón Bonaparte.
Desde el 2 de febrero de 2012, el Regimiento de
Caballería "Mariscal Domingo Nieto", se reactiva como Escolta
Presidencial, por disposición del actual Presidente Ollanta Humala
Tasso, otorgándole como misión principal la de garantizar la
seguridad del Presidente de la República y del Palacio de
Gobierno.
Universidad de Málaga | Facultad de Ciencias de la Comunicación
Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación
CEREMONIAL Y PROTOCOLO | Dra. María Teresa Otero La importancia
del ceremonial y el protocolo en la actualidad Lic. Alejandro Álvarez
Nobell aalvareznobell@gmail.com Es un gran error conceptual y de
práctica profesional cree que el objetivo final de las relaciones públicas
es lograr buena imagen de nuestra organización o marca. La imagen
(positiva, si se quiere) o que refleja nuestros atributos identitarios a
comunicar (prefiero yo) es una consecuencia. El verdadero y único
objetivo es gestionar las relaciones con los públicos en función de los
intereses. Es lo que se ha dado a llamar la función directiva de las
Relaciones Públicas (Grunig y Hunt, 2000). Ahora bien, lo que
comúnmente conocemos como actos o eventos en Relaciones Públicas,
María Teresa Otero (2005) denomina “Acontecimientos Especiales” y
forma parte de las acciones tendientes a la gestión de las relaciones con
los públicos. En este contexto, al pretender fundamentar el “Ceremonial
y el Protocolo” en el campo de la comunicación, diremos que los
acontecimientos especiales serán la estrategia; el ceremonial un sistema
o programa, y el protocolo una técnica. Así, en la actualidad el
ceremonial se compone de elementos temporales (lugar y espacio),
personales (públicos participantes) y normativos, que en determinados
ámbito conocemos como protocolo. Con lo cual, el protocolo es una
técnica de gestión de las relaciones con los públicos empleada en
algunas ceremonias vinculadas al Estado como emisor de comunicación.
Es la ordenación de los espacios y los tiempos en los que se desenvuelve
el poder legalmente establecido (María Teresa Otero, 2006). El
protocolo como tal, surge con el Estado Moderno, buscando mantener
una misma imagen a través de una norma de ordenación del Estado en
las Cortes y fuera de las Cortes. Pero en la era de la imagen pública, la
divulgación masiva de las ceremonias (que comienza en 1953 con la
transmisión televisiva de la Coronación de Isabel II de Inglaterra) hace
que las mismas se espectacularicen, “pervirtiendo” la esencia de las
mismas, ya que pone al mismo nivel el que ve la ceremonia por los
medios de comunicación y el que la protagoniza en vivo; abriendo el
debate entre ceremonia y espectáculo. Debate que se resuelve si
entendemos que salir en los medios, no debe ser un objetivo en sí
mismo. Y esto queda claro en el dilema que existe entre el esquema
mediático (emisor, líderes de opinión, medios y públicos) y el esquema
de las relaciones públicas (emisor y cada uno de los públicos). Este
último, más amplio y eficiente si tenemos en cuenta todos los públicos
con los que la organización se debe vincular. En definitiva el ceremonial
y el protocolo (cuando corresponde) nos permiten mostrar nuestra
identidad a los públicos, fidelizarlos y apoyar la gestión estratégica de
sus intereses y los de la organización.
El ceremonial en la actualidad
23JuevesAUG 2012
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7. En la actualidad se encuentran solicitudes de
asesoramiento en el área de Ceremonialy Protocolo por
parte de las oficinas creadas para tal fin en los
organismos del Estado como en la Empresa Privada. Hoy
día es mayor el personal que recurre a prepararse,
intercambiar opiniones e información en relación con la
toma de decisiones sobre algún caso específico.
La interrelación y comunicación ha permitido en la vida
moderna el aumento de las actividades en el Gobierno, en
las instituciones, en las representaciones de organismos
internacionales en todas partes del mundo, con lo que
refleja la necesidad de normar las actuaciones en todo
momento; por lo tanto es necesario especializarse en la
materia para actuar en el campo del Ceremonial con
todas las herramientas que permitan el buen desarrollo de
un acto en particular. Aunque existe una clasificación de
los tipos de Ceremonial, se afirma que se está
manifestando, a considerar, más dinámica su
participación en los actos protocolares, pero lo que no se
puede obviar es su base que está fundada en el principio
universalmente reconocido “la igualdad jurídica de los
Estados y la reciprocidad en el trato”.
Otro que se puede ver es el ceremonial en las relaciones
públicas:
El Ceremonial en las Relaciones Públicas cada día está
más patente por la necesidad de actuación conjunta. El
especialista en Ceremonial que trabaja en el campo
privado no difiere del que se dedica al Ceremonial y
Protocolo Oficial, precisamente lo que le abre ese campo
es el dominio del conocimiento de lo público u oficial para
adaptarlo al campo empresarial privado
A pesar de ser francés, Gilles Debunne tiene problemas a la hora
de decidir cuántos besos tiene que dar en su propio país.
Este informático de 40 años originario de Toulouse dice que
cuando conoce a alguien de otra parte del país se encuentra
siempre con ese «momento incómodo en donde no sabes muy
bien si tienes que parar… porque si sigues a la siguiente mejilla…
¿qué pasará?».
Esto es porque el número de besos que se da en cada
mejilla varía tremendamente en Francia, desde tan solo uno en
algunas partes de Bretaña a cuatro en el valle del Loira.
Para aclararse con este tema, informa BBC Mundo, el informático
ideó un método para evitar situaciones incómodas: un mapa
interactivode cómo besarse en Francia.
El mapa de Debunne está dividido en departamentos y
se actualizaconstantemente a medida que la gente vota cuántos
besos (uno, dos, tres, cuatro e incluso cinco) son la norma en
cada región.
El problema del beso
En países como Estados Unidos, Inglaterra y Alemania el saludo
normal consiste en un apretón de manos.
Así que cuando el estadounidense Stephen Rinaldi, de 25 años,
llegó a Italia para trabajar en la región de Abruzzo, no veía claro el
tema de los besos en la mejilla.
¿Y en América Latina?
En buena parte de América Latina se acepta un beso en la
mejillacomo una forma de saludo. En algunos países –como
Venezuela– es bastante común incluso con personas poco
conocidas.
En la mayoría se acepta entre hombres y mujeres, o solo entre
mujeres, pero hay algunos en los que los hombres también se
saludan de esa manera, como en Argentina.
Darse de la mano
Un país en el que está absolutamente prohibido el beso entre
sexos opuestos es en los Emiratos Árabes Unidos. Sin
embargo, no es extraño ver a dos hombres darse de la mano o
besarse en la mejilla.
«Besarse en la mejilla es común entre árabes del mismo género,
pero mostrar intimidad con el sexo opuesto en público no está
bien visto y es incluso una ofensa que se castiga en algunos
lugares», dice Kashif A, que trabaja como consultor y tiene un
blog donde habla sobre diferencias culturales .
Si dos personas del mismo género van de la mano se los
considera «buenos amigos», afirma. Y eso es exactamente lo que
descubrió el expresidente George W. Bush cuando conoció al
príncipe de Arabia Saudita en 2005.
Las fotos de los dos mandatarios de la mano dieron la vuelta al
mundo, provocando un debate sobre darse de la mano
y estrechar lazos en el mundo árabe.
¿Cuánto te puedes inclinar?
En algunos países los extranjeros no tienen que preocuparse ni
de los besos ni de darse de la mano. En China, por ejemplo, es
normal saludarse con un apretón de manos y la pregunta: ¿has
comido hoy?No se trata tanto de una invitación para comer como
de una manera de preguntar cómo estás.
En algunos países, como Japón, hay aprender el significado y la
forma correcta de hacer una reverencia. «Me convertí en una
especialista en el tema de la reverencia cuando tuve que viajar
por zonas rurales en Japón», afirma la profesora de
inglés Siobhan Sullivan, de San Francisco.
«Pero no fue algo que eligiese conscientemente. De hecho, fue un
profesor de una escuela el que, después de sentirse incómodo
con una de mis reverencias, me llamó aparte para explicarme la
manera adecuada de hacerlo», recuerda.
8. El problema estaba en los ojos. La profesora mantenía
el contacto visual a medida que hacía la reverencia, pero el
profesor sintió que esto era una falta de respeto.
Sullivan aprendió a desviar la mirada, poner los brazos firmes en
la cintura y bajarla hasta un nivel más bajo de la de su superior.
Sigue al líder
Viajar a nuevos países por trabajo o placer puede parecer un
examen en etiqueta, pero hay ciertas reglas que uno puede seguir
para intentar que el saludo sea una experiencia sin
complicaciones.
«Siempre deja que la otra persona empiece, y luego sigue tú»,
dice Ann Marie Sabath, autora de un libro sobre etiqueta.
Sabath asegura que en caso de dudas es mejor pecar de
tímido que de lo contrario, «pero no hay que sorprenderse si el
saludo cambia después del primer contacto».
Después de todo, nunca se puede saber si un apretón de manos
acabará en un beso, una reverencia o un paseo por la calle,
dados de la mano.