La ecografía utiliza ondas sonoras para formar imágenes de órganos y tejidos. Se usa comúnmente en embarazos para obtener información sobre el feto y su entorno de forma segura. La ecografía 2D muestra imágenes en dos planos, mientras que la 3D y 4D permiten ver imágenes tridimensionales y en movimiento respectivamente. Estas técnicas tienen aplicaciones en obstetricia, ginecología y otros campos para estudiar estructuras y flujos sanguíneos de forma detallada.