1. Reflexión acerca del tutor y la familia.
Pienso que los objetivos primordiales que se deben de tratar son:
intercambiar información, resolver conflictos, analizar el
comportamiento o simplemente conocer las opiniones de las dos partes
son algunos de los objetivos que persiguen las tutorías con los padres.
Pienso que es una herramienta esencial, tanto para las familias como
para los educadores, que ayuda a integrar de forma coherente los
ámbitos educativos escolar y familiar.
¿Para qué querrá vernos el profesor? Es la pregunta que se suelen
hacer muchos padres ante la solicitud de una entrevista personal con
el tutor de sus hijos, ya que frecuentemente se asocia este hecho a
que el alumno presenta algún problema o dificultad en el
aula.
Probablemente las tutorías logran una mayor coherencia entre la
educación del niño en el colegio y en el hogar
Nada más lejos de la realidad Las tutorías con la familia no
deben considerarse únicamente como una herramienta para resolver
conflictos, sino como una vía para intercambiar la información
relevante sobre la situación del alumno en el ambiente familiar y en
el escolar y analizar sus influencias. De este modo, se logra una
mayor coherencia entre la educación del niño en el colegio y en el
hogar, se unifican criterios y se asumen unas mismas líneas de
actuación en los dos ámbitos.
En cuanto a la preparación de la entrevista pienso que , los
profesores deberían preparar las tutorías con los padres.
Cómo debe preparar la tutoría el profesor.
Antes de la entrevista:siempre es necesario según mi punto de vista
que el tutor prepare la entrevista informándose del alumno,
preparando tanto lo que vaya a decir como el material de apoyo que
se vaya a utilizar (notas, fichas, partes...). Asimismo, el tutor debe
preparar el lugar de la entrevista, procurando que sea tranquilo,
cómodo, sin interrupciones y confidencial.
Durante la entrevista:
• Crear un buen clima con los entrevistados y comunicar el
tiempo disponible.
2. • Valorar la posibilidad de incluir al alumno en la entrevista.
• Extraer características y acciones positivas del alumno y
manifestarlas en primer lugar antes que lo negativo.
• Seguir un orden prefijado en la entrevista: escolar, personal,
social...
• Objetividad sobre el alumno: Hablar más con el verbo ESTAR y
HACER que con el SER.
• Transmitir confianza y seguridad en lo que se dice y hace.
Tener mentalidad positiva, dar expectativas positivas y
promover el cambio.
• Transmitir que son colaboradores en la educación del hijo, no
meros transmisores de información. Que lo personal y lo social
preocupa tanto como lo meramente académico.
• Transmitir empatía: cuando haya malestar y preocupación
reales ponerse en el lugar del entrevistado, pensar que como
padres es normal que estén preocupados por sus hijos.
• No hacer alardes de autoridad, cuestionar, evaluar, juzgar o
discutir y del mismo modo no aceptar faltas de respeto o de
mala educación, amenazas o críticas injustificadas.
• Transmitir sensación de confianza en las capacidades de los
padres.
• Derivar al Orientador cuando el problema sea necesario.
• Recoger toda la información posible. Los padres conocen al
alumno mejor que nosotros.
• Ser coherentes: no pedir a los padres que hagan algo para
solucionar un problema del alumno si nosotros no estamos
dispuestos a hacer algo también, aunque eso nos suponga más
trabajo.
• En resumen , pienso que las entrevistas entre el profesor y el
alumno son muy importante y son necesarias para que exista
éxito en el sistema educativo. Siempre se tienen que dar
respecto a una serie de condiciones para que la comunicación
sea agradable y se traten diferentes puntos de vista.