La función docente ante las expresiones sexuales en Preescolar
1. La función docente ante las expresiones sexuales en Preescolar
El educador y la educadora de preescolar tienen un lugar privilegiado, ya que tiene la oportunidad
de enviar los primeros mensajes positivos sobre el desarrollo sexual, al definir cuál es una
expresión saludable y respetuosapara favorecer el que niños y niñas aprendan a hablar sobre
sexualidad con respeto, ayudarles a entender que la sexualidad es bonita y es parte natural de su
desarrollo.
Este avance relacionado con la sensibilización sobre la importancia de la educación sexual infantil
y los medios para llevarla a cabo de manera paulatina y positiva, así como la aceptación social de
la educación integral de la sexualidad, ha sido un proceso lento y difícil, las consecuencias de la
falta de educación sexual adecuada y de las actitudes adultas negativas hacia la sexualidad son de
tal dimensión que demandan afrontar el reto.
Para iniciar este proceso de enfrentar el reto interno que conlleva la educación integral de la
sexualidad infantil:
Numerosas personas expresan no haber recibido educación sexual infantil. Pero lo cierto es que si
se ha recibido tal vez a través del silencio, en otras, a través de esfuerzos intensos por desviar el
tema o mediante la postergación de respuestas para cierta edad, a través de castigos, juicios
severos o mentiras, con explicaciones de diversos tipos, coherentes o no con lo que se observaba
en casa y fuera de ella. Pero todos y todas recibimos algún tipo de educación sexual en nuestra
infancia.Asumir esto es benéfico por varias razones:
Conversar con una persona de confianza sobre los resentimientos personales o escribirlos puede
ser de utilidad para evitar las consecuencias de los resentimientos y secretos dolorosos.
Existen suficientes razones para nuestra resistencia a la educación sexual, para nuestra falta de
conocimientos sobre el tema e incluso para comprender nuestras “sobre-reacciones” hacia
conductas infantiles.
Las personas adultas contamos con alternativas y capacidades para superar las deficiencias
adquiridas en nuestra educación sexual infantil y es nuestra responsabilidad incrementar nuestros
saberes, desarrollar habilidades y actitudes más saludables.
2. Las conductas y actitudes de las personas reflejan también sus ideas y en éstas se transparentan
numerosos mensajes aprendidos durante la vida; ya sea en la misma forma como los aprendimos,
en su expresión contraria o, más objetivas, derivadas de aprendizajes posteriores.
Prácticas que pueden favorecer un desarrollo sexual saludable en la
infancia
Es conveniente que un educador o educadora, en general, ante las manifestaciones saludables de
la sexualidad:
3. Ante las manifestaciones problemáticas de la sexualidad infantil, se espera que un educador o
educadora:
1. Responda con tranquilidad, amabilidad y respeto.
2. Busque los medios para indagar objetivamente en qué consistió lo sucedido, a detalle, antes
de establecer límites a la conducta
1. Apoye a los/as menores involucrados/as, ya sea por medio de procesos educativos o de
soporte al proceso terapéutico.
2. Impida, en la medida de sus posibilidades, que el o la menor sea etiquetado, juzgado o
rechazado.
3. No rechace, ni sobreproteja a ninguno de los/las menores involucrados/as, simplemente
tráteles con respeto.
4. Apoye y oriente a la familia del menor.
Prácticas que deben evitarse en el ambiente escolar
A continuación se mencionan ciertas situaciones escolares muy frecuentes, que no favorecen el
desarrollo sexual saludable y por lo tanto, deben suspenderse.El propósito de las listas no es
juzgar, sino reflexionar.
.Presencia, en el aula, de figuras de cuerpo humano que nunca tienen genitales.
.Juicio severo hacia niños o niñas que utilizan términos como “pene” o “vulva” o que por cualquier
razón se desnudan frente al grupo.
.Filas escolares siempre organizadas por sexo.
.Comentarios que insinúan que un niño tiene un problema en su masculinidad, solamente porque:
no le gusta jugar fútbol y s ele relaciona con las niñas.
.Niñas desvalorizadas, excluidas o estigmatizadas porque se le declararon a un niño o porque
muestran interés en él.
.Creación de competencia entre sexos.
.Castigos más severos a los niños que a las niñas.
Prácticas que afectan la construcción de los vínculos afectivos
.Enviar mensajes e incluso dar permiso o invitar a un menor a que se defienda de otro/a alumno/a
con golpes
.Comentarios que sugieren que a algún alumno o alumna le gusta que le maltraten porque “Se
deja/se pone para que le peguen”.
.Ausencia de tiempo para jugar y conversar con los y las menores sobre sus sentimientos o su vida
afectiva.
.Indiferencia cuando niños o niñas se agreden en el recreo porque no pertenecen al propio grupo.
. Forzar la “amistad” o sentar juntos a niños/as que respectivamente han sido maltratador/a o
acosador/a y víctima.
.Burla o exposición grupal de niños o niñas enamorados o en una relación de noviazgo infantil.
4. Prácticas que afectan la construcción del erotismo
.Comentarios que sugieren una orientación homosexual en niños o niñas que se tocaron el cuerpo
mutuamente, siendo del mismo sexo.
.Tolerancia hacia comentarios homofóbicos e incluso bromas homofóbicas entre educadores/as o
entre niños/as.
.Exaltación notable ante conductas propias del desarrollo que requieren educación
.Sanciones a conductas sexuales que representan una falta de respeto mayores a las que se
utilizarían con otras faltas de respeto no sexuales.
.Ausencia de consecuencias y límites a conductas sexuales que representan faltas de respeto.
Prácticas que afectan la construcción de la reproductividad
.Adjudicación de toda la responsabilidad sobre lo que sucede a los niños y las niñas a la madre de
familia.
.Pronunciamiento de mensajes que limitan la elección de un futuro profesional a las mujeres por
su futura responsabilidad exclusiva como madres.
.Comentarios que sugieren que la paternidad o la maternidad son una obligación y no una decisión
libre.
La función docente ante las expresiones sexuales en
preescolar
La educación sexual infantil atraviesa por un proceso social de madurez, en el cual la participación
de educadores y educadoras resulta trascendental.
Numerosas circunstancias de la historia de educación sexual pueden explicar las reacciones
adultas hacia la sexualidad infantil. Es recomendable explorar estas experiencias, hablar sobre las
mismas, intentar perdonar y crear los medios para superar las deficiencias adquiridas; por el bien
de los niños y las niñas.
Cuidar los mensajes y actitudes con los cuales se responde a las manifestaciones de la sexualidad
infantil puede ser un avance hacia una cultura sexual más sensible, comprensiva y amigable.
Reconocer los límites y la importancia de la función docente ante la sexualidad es importante para
diversos propósitos, como evitar que niños y niñas sufran las consecuencias de un problema sexual
no atendido, para evitar la angustia derivada de creer que se tienen que solucionar todos los
niveles de conflictos sexuales de niños y niñas, y generar el aprendizaje de competencias para el
manejo de situaciones cotidianas, como tener la iniciativa de reaccionar ante las mismas, generar
cambios en la estructura grupal que favorezcan un desarrollo más saludable, favorecer las
relaciones sociales, y aplicar este aprendizaje a otras circunstancias escolares.