El documento propone 7 políticas prioritarias para mejorar el sistema educativo mexicano en la próxima década: 1) moderar el rezago educativo, 2) terminar con las escuelas incompletas, 3) reducir los contenidos educativos, 4) hacer los contenidos más pertinentes, 5) articular primaria y secundaria, 6) atender a todos los jóvenes, y 7) crear más universidades. El autor argumenta que con pasión, voluntad política y conocimiento, México podría tener un mejor sistema educativo en 10 años.