Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Glosario Psicoanalitico Uziel
1. 1
Espacio Psicoanalítico A.C
Centro Freudiano de Estudios Psicoanalíticos
Maestría en Estudios Psicoanalíticos
Glosario Psicoanalítico
Uziel Morales Amaya
Guadalajara Jalisco. Abril 2014.
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1ER GLOSARIO DE TÉRMINOS PSICOANALÍTICOS
El presente glosario lo completaré desde dos posturas, Laplanche y Pontalis en su
diccionario de psicoanálisis y también desde Paul Assoun Laurent desde el
vocabulario de Freud, ambos autores estudiaron a profundidad muchos conceptos
de psicoanálisis, en especial Assoun lo hace de manera crítica, me parece que se
conjuntan adecuadamente, naturalmente agregaré comentarios sobre como
entiendo cada concepto.
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I. Construcción del Método Psicoanalítico
1.1. Hipnosis:
Este concepto me gustaría revisarlo desde una postura personal, tomando en
cuenta que ni Laplanche y Pontalis como Assoun lo definen porque no es un
término propiamente psicoanalítico. Por lo que puede aseverarse que hipnosis es
un pasaje importante en la construcción del método psicoanalítico, gracias al cual
Freud empezó a acercarse de manera más específica a los fenómenos histéricos,
recordando que estudio con Charcot y con Bernheim en Francia, los dos métodos
de hipnosis con marcos metodológicos distintos, desde lo que entiendo puede
entenderse hipnosis como un acto de sugestión dirigida a un sujeto para acceder a
material inconsciente, el estado hipnótico es semejante al fenómeno del sueño,
algunos hipnotistas lo usaron para someter la voluntad del sujeto hipnotizado, el
interés de Freud era contar con un método que le permitiera entender, tratar y
curar los síntomas histéricos aunque después de un tiempo dejó de practicarlo
porque no se sentía bueno hipnotizando y también porque se dio cuenta que los
síntomas erradicados durante el trance se desplazaban en otros en la vigilia o
reaparecían, se mudó al método catártico posteriormente.
1.2. Sugestión:
Freud desde el inicio de sus obras empleaba este termino de manera natural, por
tal motivo me llama de gran manera que ninguno de los autores en revisión para el
presente glosario lo haya tomado en cuenta en sus definiciones, ni siquiera para
criticar el uso del mismo, esto me cuestiona, y me parece que la respuesta tiene
que ver con el origen mesticita de la palabra, ya que desde la antigüedad se
empleaban métodos para controlar la voluntad de las personas, especialmente por
los hechiceros y magos, después por la religión, esto nos lleva a definirla desde la
lengua española:
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Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. (2007) lo define como la
iinfluencia sobre la manera de pensar o de actuar de una persona, que anula su
voluntad y la lleva a obrar de una forma determinada: lo han hipnotizado y está
bajo los efectos de la sugestión.
Fue utilizado por Freud refiriéndose a la capacidad del inconsciente de ser
sugestionado, controlado y también redirigido, llevando a plantear que el hombre
no es amo en su propia casa, en su mente, más bien es objeto de reacciones de
sugestión, refiriéndose así de los mecanismos histéricos y de los síntomas
conversivos causado por efecto de sugestión.
1.3. Abreacción:
Este concepto no estuvo presente en los inicios de la construcción del método,
podemos decir que reconoce su existencia cuando empieza a notar los efectos
podría decirse curativos de la descarga de investiduras libidinales que implicaron
un proceso de análisis.
Laplanche y Pontalis (2004) lo definen como descarga emocional, por medio de la
cual un Individuo se libera del afecto ligado al recuerdo de un acontecimiento
traumático, lo que evita que éste se convierta en patógeno o siga siéndolo. La
abreacción puede ser provocada en el curso de la psicoterapia, especialmente
bajo hipnosis, dando lugar a una catarsis; pero también puede producirse de forma
espontánea, separada del trauma Inicial por un intervalo más o menos prolongado.
Es importante resaltar que descarga emocional no es el único fin de descarga, yo
entiendo también la descarga de investiduras, donde lo contrario es contener la
descarga.
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Laplanche y Pontalis (2004) aclaran que el concepto de abreacción sólo puede
comprenderse recurriendo a la teoría de Freud acerca de la génesis del síntoma
histérico, tal como la expuso en El mecanismo psíquico de los fenómenos
histéricos (Über den psychischen Mechanismus hysterischer Phanomene, 1893) .
La persistencia del afecto ligado a un recuerdo depende de varios factores: el más
importante de ellos es la forma como el sujeto reacciona frente a un determinado
acontecimiento. Esta reacción puede consistir en reflejos voluntarios o
involuntarios, y abarcar desde el llanto hasta la venganza.
Si tal reacción es lo suficientemente intensa, gran parte del afecto ligado al
acontecimiento desaparece. Si esta reacción es reprimida (unterdrückt), el afecto
persiste ligado al recuerdo. Así, pues, la abreacción constituye el mecanismo
normal que permite al individuo reaccionar frente a un acontecimiento y evitar que
éste conserve un quantum de afecto demasiado importante.
1.4. Catarsis:
La catarsis en realidad designa un concepto donde caben muchas aseveraciones
sobre todo hablando del valor terapéutico que supone, desde mi punto de vista
supone la expresión del discurso contenido afectivo, libidinal, la desventaja es que
se construye y en ella habitan las resistencias, hablando propiamente de la
palabra, sin embargo si lo vemos como el método catártico entramos en un terreno
diferente ya que freud le dio un peso importante durante algunos años en el
tratamiento de la histeria.
Laplanche y Pontalis (2004) dicen que la palabra catarsis procede del griego y
significa purificación, purga. Fue utilizada por Aristóteles para designar el efecto
producido por la tragedia en el espectador: «La tragedia es la imitación de una
acción virtuosa y perfecta que, por medio del temor y de la compasión, suscita la
purificación de tales pasiones». Breuer y Freud más tarde recogieron este término,
que para ellos connota el efecto que se espera obtener de una abreacción
adecuada del trauma. En efecto, ya es sabido que, según la teoría desarrollada en
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los Estudios sobre la histeria (Studien über Hysteric, 1895), los afectos que no han
logrado encontrar la vía hacia la descarga permanecen «arrinconados»
(eingeklemmt), ejerciendo entonces efectos patógenos.
Dentro de un marco técnico en el método psicoanalítico Laplanche y Pontalis
(2004) lo entienden como método de psicoterapia en el que el efecto terapéutico
buscado consiste en una «purga» (catarsis), una descarga adecuada de los
afectos patógenos. La cura permite al sujeto evocar e Incluso revivir los
acontecimientos traumáticos a los que se hallan ligados dichos afectos y lograr la
abreacción de éstos. Históricamente el «método catártico» pertenece al período
(1880-1895) en que se va creando progresivamente la terapéutica psicoanalítica a
partir de tos tratamientos efectuados bajo hipnosis.
1.5. Asociación Libre:
Este término tiene concepciones complementarias entre Assoun y Laplanche que
coinciden en lo general, pero tienen algunas diferencias que vale la pena citarlas.
Assoun, L.P (2003) La expresión creada por Freud vincula la noción de
"asociación" (Assoziation), que designa una ligazón o conexión de
representaciones, y el adjetivo "libre" (frei), que se opone a la idea de restricción.
Sirve para designar la regla o método que consiste en que el que se analiza
permita que se expresen ideas incidentes (Einfalle) presentes en su mente-
simétrica de la "atención parejamente flotante" que se requiere del analista.
El desafío consiste en crear, por la libre asociación, la coyuntura propicia para que
surjan "las representaciones- fin inconscientes", fin del devenir psíquico y que, en
el régimen habitual de la psiquis y del habla, son eclipsadas por las
"representaciones-fin conscientes''.
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Por su parte Laplanche y Pontalis (2004) lo definen como método que consiste en
expresar sin discriminación todos los pensamientos que vienen a la mente, ya sea
a partir de un elemento dado (palabra, número, imagen de un sueño,
representación cualquiera), ya sea de forma espontánea.
Podemos ver que Assoun hace énfasis en la ligazón o conexión de
representaciones, una clase de vínculo entre aspectos imaginarios que se
encuentran en el discurso, no los enumera, mientras que Laplanche y Pontalis lo
ven como discriminación a nivel de pensamientos, puede entenderse como un no
discernimiento a partir de un estimulo dado, queda plasmada la idea de que tiene
fines expresivos sin filtros lógicos.
Desde estas dos definiciones bastante similares queda claro que la forma en que
se juega con las palabras tienen un peso especifico, además Assoun hace este
libro con fines críticos así que lo plantea como desafío y las palabras empleadas
se dirigen hacia el porqué y no hacia la finalidad. Yo puedo entender sumando
ambos autores además de los textos que he revisado de Freud que la asociación
libre es un método de la técnica psicoanalítica que fue descubierto por Freud
progresivamente, realizó un pasaje por la hipnosis, catarsis hasta llegar a la
asociación libre, que por cierto lo hizo gracias a una paciente que le pidió que la
dejara hablar, ahí radica el merito de este método ha sido requerido por la persona
analizada, Freud supo leer esa necesidad, no fue idea suya, supo entender la
relación de su necesidad de hablar con la importancia de que no haya filtros
lógicos en la construcción del discurso.
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1.6. Teoría del Trauma:
Una teoría con la que empezó Freud a concebir las etiologías de las neurosis,
podemos entender la teoría del trauma en términos de los estudios de casos
donde Freud empezó a ver el peso que tenían acontecimientos dolorosos en la
vida anímica de la infancia, por lo que la denominó de esta manera para explicar el
ulterior desarrollo de los síntomas neuróticos ligados a una experiencia traumática.
Laplanche y Pontalis (2004) comentan que es clásico definir los comienzos del
psicoanálisis (entre 1890 y 1897) de un modo en el que : en el terreno teórico, la
etiología de la neurosis se atribuye a experiencias traumáticas pasadas, haciendo
retroceder cada vez más la época de estas experiencias, a medida que
profundizan las investigaciones analíticas, desde la edad adulta a la infancia; en
cuanto a la técnica, la eficacia de la cura se busca en la abreacción y la
elaboración psíquica de las experiencias traumáticas. Asimismo es clásico señalar
que tal concepción pasó paulatinamente a segundo plano.
Durante el período de creación del psicoanálisis, el trauma designa, ante todo, un
acontecimiento personal de la historia del sujeto, cuya fecha puede establecerse
con exactitud, y que resulta subjetivamente importante por los afectos penosos
que puede desencadenar. En los años siguientes, el alcance etiológico del trauma
fue disminuyendo en favor de la vida fantasmática y de las fijaciones a las diversas
fases libidinales.
Por ello Freud dejó de considerarla como pilar fundamental en el método
psicoanalítico ya que hay representaciones imaginarios que también provocan
afecciones psíquicas así como factores ambientales que influyen.
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1.7. Teoría de la seducción:
En sus inicios esta teoría puede ubicarse en el estudio de las pacientes con
histeria, causo gran impresión a Freud ver la relación que mantenían los sueños y
los recuerdos de seducción de los padres hacia las hijas, poniendo a Freud en un
entredicho, empero, por ello reconocía que esto terminaba en la histeria, conforme
avanzó el estudio de estos casos cayó en cuenta que era improbable que todos
los padres fueran violadores por lo que se enfocó en verlo como una
representación fantaseada, una fantasía de seducción, es más bien un deseo de
la histérica y no tanto una realidad, estas son las bases que después lo llevaron a
plantear el Edipo.
Laplanche y Pontalis (2004) lo definen como escena, real o fantasmática, en la
cual el sujeto (generalmente un niño) sufre pasivamente, por parte de otro (casi
siempre un adulto), insinuaciones o maniobras sexuales. Teoría elaborada por
Freud, entre 1895 y 1897 y abandonada después, que atribuía un papel
determinante, en la etiología de las psiconeurosis, al recuerdo de escenas reales
de seducción.
Clásicamente se considera que el abandono por Freud de la teoría de la
seducción (1897) constituye un paso decisivo en el advenimiento de la teoría
psicoanalítica y en la preponderancia concedida a las nociones de fantasma
inconsciente, de realidad psíquica de sexualidad infantil espontánea, etc.
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1.8. Teoría de la fantasía:
Laplanche y Pontalis (2004) definen a la fantasía como un guión imaginario en el
que se halla presente el sujeto y que representa, en forma más o menos
deformada por los procesos defensivos, la realización de un deseo y, en último
término, de un deseo inconsciente. La fantasía se presenta bajo distintas
modalidades: fantasías conscientes o sueños diurnos, fantasías inconscientes que
descubre el análisis como estructuras subyacentes a un contenido manifiesto, y
fantasías originarias.
La palabra alemana Phantasie designa la imaginación, esto sugiere
inevitablemente la oposición entre imaginación y realidad (percepción). Si se hace
de esta oposición un eje de referencia fundamental del psicoanálisis, habrá que
definir la fantasía como una producción puramente ilusoria que no resistiría a una
aprehensión correctora de lo real. Algunos textos de Freud parecen justificar tal
orientación. En las Formulaciones sobre los dos principios del funcionamiento
psíquico, Freud contrapone al mundo interior, que tiende a la satisfacción por
ilusión, un mundo exterior que impone progresivamente al sujeto, por mediación
del sistema perceptivo, el principio de realidad.
Freud encuentra en la fantasía un punto privilegiado donde podría captarse, a lo
vivo, el proceso de paso entre los diferentes sistemas psíquicos: represión o
retorno de lo reprimido. Las fantasías « [ . . ] se aproximan mucho a la conciencia
y permanecen allí sin ser perturbadas mientras no posean una catexis intensa,
pero cuando sobrepasan un cierto nivel de catexis son nuevamente alejadas»
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De esta manera empieza a realizar toda una epistemología de la fantasía, y le
llama teoría de la fantasía o del fantasma porque encuentra que las
representaciones imaginarias contienen deseos, investiduras, material
inconsciente que se opone al principio de realidad, estas permiten al sujeto una
clase de catarsis parcial internamente en la que ve expresados sus deseos, Freud
encontró en las histéricas por ejemplo un deseo sexual reprimido analizando las
fantasías de sus pacientes, entonces entiendo que denomina esta teoría al
conceder una de las etiologías principales de la neurosis a los contenidos de las
fantasías.
II. Manifestaciones del Inconsciente
2.1. Sueños:
2.1.1. Representaciones
Assoun, L.P. (2003) lo designa como aquello por lo que un objeto está presente en
la mente, es decir, percepción o la imagen mental, representación. El término
Vorstellung fue empleado en la psicología científica alemana, de manera simétrica
con el término Affekt [afecto]. Se trata de uno de los dos elementos que
"representan" la pulsión, en forma de investidura o ligazón.
En el plano económico, la representación, en la medida en que ejerce una
actividad de ligazón, representa una investidura, en contraste con el afecto, que
equivale a una descarga. En el plano tópico "La representación consciente
comprende la representación de cosa más la representación <.la palabra aferente;
la representación inconsciente solamente la de cosa".
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Deja la impresión de que el inconsciente no es más que una serie de
representaciones esta definición, pero considero que el inconsciente es el
continente de las representaciones, y aunque está formado por ellas, también se
diferencia de estas por el contenido pulsional y tópico. Esta palabra ha sido
utilizada por Freud constantemente en toda su obra, incluso en proyecto de
psicología para neurólogos y es un parámetro para entender la visión de Freud en
la vida anímica del sujeto.
Procesos oníricos
La distinción freudiana entre proceso primario y proceso secundario es
contemporánea del descubrimiento de los procesos inconscientes, al que aporta
su primera expresión teórica. Se presenta a partir del Proyecto de psicología
científica, es desarrollada en el capítulo VII de La interpretación de los sueños y
continuará siendo una referencia inmutable del pensamiento freudiano.
Son los dos modos de funcionamiento del aparato psíquico, tal como fueron
descritos por Freud. Pueden ser radicalmente distinguidos:
2.1.1.1. Procesos primarios
Laplanche y Pontalis (2004) lo explican desde el punto de vista tópico: el proceso
primario caracteriza el sistema inconsciente, mientras que desde el punto de vista
económico-dinámico la energía psíquica fluye libremente, pasando sin trabas de
una representación a otra según los mecanismos del desplazamiento y de la
condensación; tiende a recatectizar plenamente las representaciones ligadas a las
experiencias de satisfacción constitutivas del deseo (alucinación primitiva). La
oposición entre proceso primario y proceso secundario es correlativa de la
existente entre principio de placer y principio de realidad.
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2.1.1.2. Procesos secundarios
Laplanche y Pontalis (2004) el proceso secundario caracteriza el sistema
preconsciente consciente. Desde el modelo tópico, la energía es primeramente
«ligada» antes de Huir en forma controlada; las representaciones son catectizadas
de una forma más estable, la satisfacción es aplazada, permitiendo así
experiencias mentales que ponen a prueba las distintas vías de satisfacción
posibles.
Las funciones clásicamente descritas en psicología como el pensamiento vigil, la
atención, el juicio, el razonamiento, la acción controlada pueden describir al
proceso secundario. En este, lo que se busca es la identidad de pensamiento: «El
pensamiento debe interesarse en las vías de ligazón entre las representaciones,
sin dejarse engañar por su intensidad». Desde este punto de vista, el proceso
secundario constituye una modificación del proceso primario
2.1.2. Contenido manifiesto
Laplanche y Pontalis (2004) refieren que con esta expresión se designa el sueño
antes de haber sido sometido a la investigación analítica, tal como se presenta al
sujeto soñador que efectúa la narración del mismo. Por extensión se habla del
contenido manifiesto de toda producción verbalizada (desde la fantasía a la obra
literaria) que se intenta interpretar por el método analítico.
La expresión «contenido manifiesto» fue introducida por Freud en La
interpretación de los sueños paralelamente a la de «contenido latente». Con
frecuencia el término «contenido», sin calificativo, se emplea en el mismo sentido
y se opone al de «pensamientos (o pensamientos latentes) del sueño».
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2.1.3. Contenido latente
Laplanche y Pontalis (2004) lo definen como conjunto de significaciones a las que
conduce el análisis de una producción del inconsciente, especialmente el sueño.
Una vez descifrado, el sueño no aparece ya como una narración formada por
imágenes, sino como una organización de pensamientos, un discurso, expresando
uno o varios deseos.
La expresión «contenido latente» puede entenderse en un sentido amplio, como el
conjunto de lo que el análisis devela sucesivamente (asociaciones del analizado,
interpretaciones del analista); el contenido latente de un sueño estaría constituido
entonces por restos diurnos, recuerdos de la infancia, impresiones corporales,
alusiones a la situación transferencial, etc.
Según Freud, el contenido latente es anterior al contenido manifiesto; el trabajo del
sueño es el que transforma el uno en otro y, en este sentido, no es «nunca
creador»
2.1.4. Restos diurnos
Laplanche y Pontalis (2004) considera que dentro de la teoría psicoanalítica del
sueño, son aquellos elementos del estado de vigilia del día anterior que se
encuentran en la narración del sueño y en las asociaciones libres del individuo que
ha soñado; se hallan en una relación más o menos lejana con el deseo
Inconsciente que se realiza en el sueño. Pueden encontrarse todos los grados
intermedios entre dos extremos: cuando la presencia de un determinado resto
diurno parece motivada, por lo menos en un primer análisis, por una preocupación
o un deseo de la vigilia, y cuando se eligen elementos diurnos, de apariencia
insignificante, por su conexión asociativa con el deseo del sueño.
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Puede tratarse de deseos o de preocupaciones diversas que ha experimentado el
sujeto durante la vigilia y que vuelven a surgir en el sueño; la mayoría de las veces
estos problemas de la vigilia están presentes en el sueño en una forma
desplazada y simbólica.
2.1.5. Trabajo del sueño:
Laplanche y Pontalis (2004) lo denominan como conjunto de las operaciones que
transforman los materiales del sueño (estímulos corporales, restos diurnos,
pensamientos del sueño) en un producto: el sueño manifiesto. El efecto de este
trabajo es la deformación. El trabajo psíquico en la formación del sueño se divide
en dos operaciones: la producción de los pensamientos del sueño y su
transformación en contenido [manifiesto] del sueño.
No es un trabajo creador, sino que se contenta con transformar los materiales; sin
embargo, es este trabajo, y no el contenido latente, lo que constituye la esencia
del sueño.
2.1.6.1 Condensación:
Este lo definiré con mi experiencia vivida en esta clase, para ver si estoy
apropiando bien el concepto;
1. El trabajo del sueño se afana por condensar pensamientos diversos, esto lo
vuelve impenetrable
2. Elementos latentes se omiten por completo
3. unos pocos elementos latentes pasan al manifiesto
4. Los pensamientos se vierten en imágenes, la cuota de condensación es
interminable
5. Elementos pictográficos vertidos en lo manifiesto, acumulación de
imágenes, personas, objetos, etc.
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2.1.6.2. Desplazamiento:
1. Lo que se desplaza es el contenido latente
2. sustituye elementos latentes por contenido que resulta incomprensible
3. Lo que se desplaza está siendo mirado por el deseo
4. hay un despojo a los elementos de alta intensidad puestos en detalles o en
elementos nimios
5. Lo desplazado se mueve sin control tomado, esta encubierto.
Especialmente los contenidos infantiles
2.1.6.3. Desfiguración onírica
1. Es la calidad del trabajo del sueño
2. sobrepone lo latente en lo manifiesto
3. traspone elementos desiderativos a indicativos
4. De pensamientos a imágenes visuales
5. Este proceso no se interpreta, se persigue
2.2. Síntomas.
Assoun, L.P. (2003) explicita el término, como préstamo del lenguaje de la
medicina, designa el signo que manifiesta una disfunción, cuya causa oculta debe
ser identificada, o una lesión (orgánica). En psicoanálisis, el síntoma designa una
formación inconsciente que da testimonio de un conflicto, pero también de su
elaboración simbólica y, por lo tanto, es el signo de un conflicto.
El síntoma es, por consiguiente, "síntoma de sufrimiento", pero realiza como
"formación reactiva", "formación de compromiso" y "formación de sustituto", en
relación con la pulsión, una cierta ganancia de placer. Existe un "beneficio del
síntoma" primario, el que consiste en evitar el enfrentamiento directo del conflicto y
"secundario (s)", en la medida en que, una vez instalado, el síntoma puede
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representar una "renta de invalidez". Por un lado, el síntoma traduce un "rechazo"
de ciertas pulsiones experimentadas como ''malas" - lo que supone una
identificación de lo pulsional.
El Yo, después de haber ejecutado la operación de represión, se carga con un
"símbolo mnémico" que representa lo reprimido: él es el que hace síntoma.
2.3. Represión
Assoun, L.P. (2003) Ese término, utilizado ya con anterioridad a Freud (Herbart,
Griesinger) se redefinió en la metapsicología como la acción psíquica por la que el
representante pulsional, bajo el efecto de una censura ligada a una prohibición, se
mantiene a distancia de la conciencia: en este sentido, operador mayor del
conflicto psicosexual, la temporalidad de la represión es propiamente retroactiva.
Freud estableció su efecto a través de las reminiscencias que causa la
sintomatología histérica.
Freud le otorga relevancia a esta noción cuando señala que la teoría de la
represión es la piedra angular sobre la que reposa todo el edificio psicoanalítico e,
incluso, su pieza esencial.
Laplanche y Pontalis (2004) en sentido propio lo definen como: operación por
medio de la cual el sujeto Intenta rechazar o mantener en el inconsciente
representaciones (pensamientos, imágenes, recuerdos) ligados a una pulsión. La
represión se produce en aquellos casos en que la satisfacción de una pulsión
(susceptible de procurar por sí misma placer) ofrecería el peligro de provocar
displacer en virtud de otras exigencias
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En sentido más vago: el término «represión» es utilizado en ocasiones por Freud
en una acepción que lo aproxima al de «defensa»*, debido, por una parte, a que la
operación de la represión en el sentido A, se encuentra, al menos como un tiempo,
en numerosos procesos defensivos complejos (en cuyo caso la parte es tomada
por el todo) y, por otra parte, a que el modelo teórico de la represión es utilizado
por Freud como el prototipo de otras operaciones defensivas.
2.4. Censura
Laplanche y Pontalis (2004) lo describe como una función que tiende a impedir, a
los deseos Inconscientes y a las formaciones que de ellos derivan, el acceso al
sistema preconsclente-consclente.
Según Freud, la censura es una función permanente: constituye una barrera
selectiva entre los sistemas inconsciente*, por una parte, y preconsciente*-
consciente*, por otra, y se halla, por consiguiente, en el origen de la represión*.
Sus efectos se distinguen con mayor claridad cuando se relaja parcialmente, como
sucede en el sueño: el estado onírico impide a los contenidos del inconsciente
abrirse paso hasta la motilidad, pero, como aquéllos ofrecen el peligro de
oponerse al deseo de dormir, la censura continúa funcionando en forma atenuada.
2.5. Resistencia
Laplanche y Pontalis (2004) explican que durante la cura psicoanalítica, se
denomina resistencia todo aquello que, en los actos y palabras del analizado, se
opone al acceso de éste a su inconsciente. Por extensión, Freud habló de
resistencia al psicoanálisis para designar una actitud de oposición a sus
descubrimientos, por cuanto éstos revelaban los deseos inconscientes e infligían
al hombre una «vejación psicológica»
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La resistencia se descubrió como un obstáculo al esclarecimiento de los síntomas
y a la progresión de la cura. «La resistencia constituye, en fin de cuentas, lo que
impide el trabajo (terapéutico). La resistencia durante la cura proviene de los
mismos estratos y sistemas superiores de la vida psíquica que en su tiempo
produjeron la represión»
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Reflexión crítica:
Es sorprendente la claridad con la que se pueden diferenciar los conceptos
Freudianos de los que son contemporáneos, clásicos o complementarios que le
sirvieron a Freud para formar el cuerpo conceptual del psicoanálisis, resulta
estimulador conocer con distingo suficiente la influencia Freudiana en las ciencias
sociales.
Con el repaso de las definiciones pude constatar las ideas Freudianas y también
reconocer el movimiento que generó en el estudio de la psique humana, un antes
y un después, y por su puesto términos que se definen solamente por una serie de
estudios realizados, esa es la riqueza que atribuyó a Freud a diferencia de
psicoanalistas posteriores, es que Freud tomó la sabiduría de los pacientes, la
práctica clínica le fue llevando a reconocer sus errores, eso me deja que no basta
leer la teoría y sumarle nuevas corrientes de pensamiento, hay que ver pacientes,
y construir la teoría en base al conocimiento implícito que deja la interacción con
ellos, esa es la mística heredada al psicoanálisis y con la cual me quedo.
En cada apartado describí algunas de mis opiniones respecto a cada tema,
intentando plasmar lo que comprendo de cada uno, algunos los cite de manera
literal de ambos autores ya que me pareció aprovechable y me ayuda a entender
mejor los conceptos.
21. 21
Referencias bibliográficas:
Paul, L.A. (2003) el vocabulario de Freud. Buenos Aires. Ediciones nueva
visión.
Laplanche, J. Pontalis, J.B (2004) Diccionario de psicoanálisis. Buenos
Aires. Paidos.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. (2007) España. Larousse
Editorial, S.L.