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INICIATIVA
POR EL DERECHO
DE LAS MUJERES
A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
© Wandile Xaba / Oxfam South Africa.
Pinky Mashiane – Presidenta de la Domestic Workers Federation
02 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 03
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES1
,
EN TODA SU DIVERSIDAD, A UN TRABAJO DIGNO
1.
Utilizamos la expresión las mujeres en toda su diversidad para reconocer las luchas, las identidades, la integridad corporal
y la interseccionalidad del movimiento feminista y de las mujeres que se organizan con el fin de incluir a todas y todes en el
espectro de la identidad de género, sin excluir a las mujeres intersexuales y transexuales.
Resumen de la iniciativa	 04
01. Análisis del problema y justificación de la iniciativa.
Una crisis que ya no podemos tolerar: reclamamos el derecho de las mujeres a un trabajo digno.	 05
02. El vínculo entre la desigualdad económica y el derecho de las mujeres a un trabajo digno	 09
03. ¿Quiénes son las titulares de derechos de la iniciativa?	 11
04. El valor añadido de Oxfam	 17
05. Organizaciones socias y alianzas	 22
06. El Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno: El enfoque de Oxfam	 24
07. Lecciones aprendidas del trabajo de Oxfam	 29
08. Marco programático sugerido por Oxfam para el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno	 33
I. Teoría de cambio de la iniciativa	 34
II. Resultados de la iniciativa 	 38
Resultado 1 - El poder organizativo y colectivo de las mujeres	38
Resultado 2 - Una organización social más justa del trabajo de cuidados 	 38
Resultado 3 - Cambios institucionales y políticos	39
Resultado 4 - Prácticas del sector privado	40
III. Estrategias de la iniciativa	 41
09. Hipótesis	 45
10. Sostenibilidad e impacto de la iniciativa 	 47
11. Seguimiento, evaluación y aprendizaje 	 49
04 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
Resumen de la iniciativa
A las mujeres trabajadoras se les están negando sus de-
rechos, al tiempo que contribuyen a sostener un sistema
económico que beneficia a una minoría, y no a la mayoría.
Los estereotipos de género, los marcos jurídicos restric-
tivos y la discriminación confinan a millones de mujeres a
trabajos mal remunerados y de escasa calidad que sue-
len ser temporales, a tiempo parcial o de temporada. Las
mujeres constituyen la gran mayoría de trabajadorxs de la
economía informal, a menudo en condiciones de trabajo
inseguras, sin derechos ni beneficios laborales. Las mu-
jeres, en toda su diversidad, también se encargan mucho
más del trabajo de cuidados (remunerado y no remunerado)
que los hombres, lo que les deja poco tiempo, cuando lo
tienen, para seguir con su educación/formación adicional
para conseguir un trabajo mejor, el ocio o las actividades
cívicas y políticas.
Oxfam tiene por objetivo lanzar una iniciativa global para
apoyar el derecho de las mujeres a un trabajo digno como
base para una vida digna. Se centrará en las mujeres de las
zonas rurales y urbanas (y en las que se desplazan entre
ambas para trabajar), en las mujeres del sector formal e in-
formal y en las mujeres de una amplia gama de sectores y
diversidades, desde quienes trabajan en el sector domés-
tico, las mujeres trabajadoras del sector textil y fábricas,
las trabajadoras de la industria hotelera, las de la econo-
mía de plataforma y las trabajadoras a domicilio. Queremos
redefinir el “valor” en lo que respecta al trabajo, utilizando
un enfoque económico feminista, de modo que el trabajo
de cuidados no remunerado se tenga en cuenta y valore
como tal, y se promueva una distribución más justa del
mismo entre el Estado, el sector privado, las organizacio-
nes de la sociedad civil y los hombres y las mujeres.
La iniciativa se centrará en cuatro resultados:
1. Fortalecer la capacidad de las mujeres en toda su diver-
sidad para organizar y construir su poder colectivo.
2. Conseguir una distribución más justa del trabajo de cui-
dados (tanto remunerado como no remunerado) entre las
mujeres y los hombres, entre las familias, las comunida-
des, el Estado y el sector privado.
3. Crear un entorno propicio para el derecho de las mujeres
a un de trabajo digno mediante cambios políticos e insti-
tucionales.
4. Influir en las prácticas del sector privado para promover
y garantizar el derecho de las mujeres a un trabajo digno a
través de sus cadenas de suministro.
Para obtener estos resultados, Oxfam utilizará la investi-
gación, la incidencia y la influencia para contribuir a los
cambios en las políticas, las leyes y las normas sociales,
así como a los cambios en las prácticas del sector privado.
Trabajaremos con organizaciones socias y aliadxs, apo-
yaremos la participación y movilización de la ciudadanía y
construiremos alianzas entre las organizaciones de dere-
chos de las mujeres, los movimientos laborales y las redes
de la sociedad civil para desencadenar un cambio en el de-
bate y el comportamiento que sostenga a largo plazo los
cambios de las normas en torno a las mujeres y el trabajo.
También colaboraremos con el sector privado como organi-
zaciones socias técnicas en esferas de trabajo clave iden-
tificadas, como las cadenas de valor, con el fin de generar
soluciones para un trabajo digno para las mujeres. Oxfam
también invertirá en el fortalecimiento de las habilidades
y capacidades de las mujeres, así como la promoción de
sendas de trabajo dignas.
Documento estratégico, septiembre 2019
Análisis del problema y justificación de la iniciativa.
Una crisis que ya no podemos tolerar: reclamamos
el derecho de las mujeres a un trabajo digno.
01
© Vilayvong Munelith / Oxfam Laos.
06 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
01. Análisis del problema y justificación de la iniciativa.
Una crisis que ya no podemos tolerar: reclamamos
el derecho de las mujeres a un trabajo digno.
En todo el mundo, los derechos laborales y la vida de las
mujeres, en toda su diversidad,1
está en riesgo. Hoy en día,
155 países cuentan con al menos una ley que otorga menos
derechos económicos a las mujeres que a los hombres.2
En
los países emergentes y en desarrollo, 1 de cada 4 muje-
res con trabajo remunerado vive por debajo del umbral de
la pobreza moderada. Esto se debe al hecho de que los es-
tereotipos y discriminación de género confinan a millones
de mujeres a trabajos insuficientemente pagados, en tra-
bajos poco cualificados y precarios (a menudo temporales,
a tiempo parcial o de corta duración) que normalmente son
temporales y frecuentemente en la economía informal. Las
mujeres están desproporcionadamente representadas en
este tipo de trabajos, con salarios bajos y en descenso, una
tendencia preocupante que está fomentando la desigual-
dad económica y de género en todo el mundo.3
En el Sur Global, las mujeres representan la mayoría de lxs
trabajadorxs en los peldaños inferiores de las cadenas de
valor globales, ya sea en fábricas o plantaciones. Por ejem-
plo, las mujeres conforman el 80 % de la mano de obra en
la industria textil, que emplea alrededor de 4,2 millones de
personas en todo el mundo.4
Las mujeres también están
sobrerrepresentadxs en la economía informal. De hecho,
en las regiones en desarrollo, hasta el 95 % del trabajo que
realizan las mujeres 5
donde las políticas laborales y la pro-
tección social son ínfimos, y donde las mujeres quedan re-
legadas a trabajos altamente feminizados e infravalorados
que se consideran una extensión de su trabajo de cuidados
y reproductivo como el trabajo doméstico. En todo el mun-
do, el 80 % de los 67 millones de personas empleadas como
trabajadoras del sector doméstico son mujeres 6
y como
destaca WIEGO, una proporción creciente de las mismas son
mujeres jóvenes de hogares empobrecidos que buscan una
vida mejor en las zonas urbanas y en países con rentas más
elevadas. 7
De hecho, en todo el mundo, tres de cada cuatro
trabajadorxs jóvenes trabajan en la economía informal,8
pero
el paro y las tasas de informalidad son persistentemente
mayores entre las mujeres jóvenes, a la vez que las transi-
ciones del colegio al trabajo han demostrado ser más largas
en el tiempo. 9
Este amplio espectro de trabajos realizados por mujeres tie-
ne algo en común: no constituyen un trabajo digno. Más bien
al contrario, los trabajos que realizan las mujeres no suelen
estar lo suficientemente bien remunerados como para man-
tener ni siquiera un nivel de vida básico, carecen de medidas
de protección de salud y seguridad, se les niega el acceso a
la protección social y no existen mecanismos para prevenir
y responder a las violencias en el lugar de trabajo. Las mu-
jeres están frecuentemente expuestas a la explotación y a
diversas formas de violencias, con poco o ningún acceso a
la justicia.
A las mujeres que trabajan en zonas económicas especiales
se les niegan sus derechos laborales al quedar excluidas de
las leyes laborales nacionales en materia de remuneración,
condiciones de trabajo y convenios colectivos. Para millo-
nes de mujeres en el “suelo pegajoso” y por debajo de él
10
, su realidad es la de trabajar muchísimas horas, sin con-
tratos y sin sueldos estables. Estas mujeres tienden a ca-
recer de acceso a mecanismos de representación colectiva
u otras formas de expresar sus necesidades y demandas.11
En todo el mundo, sin excepción, las mujeres realizan la ma-
yor parte del trabajo no remunerado, ya sea en el hogar, en
los negocios familiares, en su comunidad o para mantener
y cuidar a sus familias. Si prestamos atención al trabajo de
cuidados no remunerado, según el Consejo Económico y So-
cial de las Naciones Unidas, los datos de las encuestas rea-
lizadas en 83 países revelaron que, de promedio, las mujeres
Las mujeres conforman el 80 %
de la mano de obra en la industria
textil, que emplea alrededor de 4,2
millones de personas en todo el
mundo.4
Las mujeres también están
sobrerrepresentadas en la economía
informal. De hecho, en las regiones en
desarrollo, hasta el 95 % del trabajo
que realizan las mujeres se encuentra
en la economía informal.5
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 07
Suelos
pegajosos
Escaleras
rotas
Techos
de cristal
dedican 3 veces más tiempo al trabajo de cuidados no re-
munerado que los hombres. 12
De hecho, en 2018, había 647
millones de cuidadorxs a tiempo completo en el mundo, 94
% de lxs cuales eran mujeres.13
Como se indica en el informe
de Oxfam “Una economía que funcione para las mujeres”, el
trabajo de cuidados no remunerado asciende a 10 billones
de dólares en la economía mundial cada año, es decir, el
equivalente a más de una octava parte de todo el Producto
Interior Bruto (PIB) del mundo, y más que el PIB de la India,
Japón y Brasil juntos.14
Las mujeres, habitualmente reciben poco o ningún reco-
nocimiento por el trabajo de cuidados, que es en realidad
el trabajo que hace posible cualquier otro tipo de trabajo y
sostiene la vida, nuestras sociedades y economías. Debido
a la distribución desigual del trabajo de cuidados, millones
de niñas y especialmente mujeres jóvenes pierden oportu-
nidades de educación, ingresos dignos y derechos socia-
les que podrían haber disfrutado si el trabajo de cuidados
se hubiera redistribuido adecuadamente;15
además, tienen
menos tiempo libre para dedicar a otras actividades, como
el ocio y el activismo político y cultural. Asimismo, el hecho
Como se indica en el informe de Oxfam
“Una economía que funcione para las
mujeres”, el trabajo de cuidados no
remunerado de las mujeres aporta
un valor de 10 billones de dólares
a la economía global cada año - el
equivalente a más de una octava
parte de todo el Producto Interior
Bruto (PIB) del mundo, y más que el PIB
de la India, Japón y Brasil juntos.
Imagen 1: La metáfora de la escalera de empoderamiento económico
de las mujeres
© Inmaculada Muñoz de Luna
de que el trabajo de cuidados no se reparta por igual entre
hombres y mujeres, el Estado y el sector privado implica que
la mayor parte de las mujeres tengan trabajos a tiempo par-
cial, tengan un empleo por cuenta propia o se dediquen al
trabajo informal, todos ellos tipos de trabajo con escasos o
nulos beneficios o seguridad laboral.
La llamada “prosperidad” de nuestra economía global, que
año tras año alimenta una creciente desigualdad, llevando
08 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
limpiando más de 15 millones de habitaciones de hotel en
todo el mundo. Aunque estas mujeres apenas pueden llegar
a fin de mes, lxs seis directorxs generales (CEO) mejor paga-
dos que dirigen las cadenas hoteleras globales ganaron en
2016 más de 11,5 millones de dólares canadienses. Según
la investigación de Oxfam, una camarera de piso en un cen-
tro turístico de Punta Cana (República Dominicana) tardaría
2.883 días laborables para ganar tanto como lxs directorxs
generales de los hoteles mejor pagados, o hasta 4.964 días
en el caso de que trabajara en un hotel de Phuket (Tailan-
dia).18
La explotación sistemática de estas mujeres en las grandes
industrias es un claro ejemplo de cómo la economía global
está diseñada para beneficiar a una elite enriquecida, a ex-
pensas de la mayoría de la gente y de nuestro planeta. A
fin de cuentas, las condiciones de trabajo abusivas tienen
consecuencias en múltiples dimensiones de la vida de las
mujeres en toda su diversidad - incluyendo la reducción o
la inexistencia de beneficios como las prestaciones de ju-
bilación en el futuro, minando su salud física y mental y sus
niveles de bienestar. Viven en un sistema económico que
claramente no funciona para ellas sino para unos pocos.
A escala global, el 80 %
de lxs 67 millones de
personas del mundo que
trabajan como empleadxs
domésticxs son mujeres
© Wandile Xaba / Oxfam South Africa.
los límites ecológicos del planeta al extremo, depende en
gran medida de la explotación de las mujeres más empobre-
cidas, quienes están en los suelos pegajosos o por debajo
de ellos. A modo de ejemplo, 3 de cada 4 trabajadorxs del
sector textil son mujeres, una industria con un valor de más
de 1.200 millones de dólares en todo el mundo (2014).16
Sin
embargo, la investigación de Oxfam muestra que en las fá-
bricas textiles en países como Bangladesh, las mujeres tra-
bajadoras reciben solamente un 4 % del precio de una pren-
da de vestir que se vende en Australia.17
En otro sector muy destacado, en la industria hotelera (que
asciende a 7,6 billones de dólares o a un 10,2 % del PIB glo-
bal), millones de mujeres trabajan como camareras de piso,
El vínculo entre la desigualdad
económica y el derecho de las mujeres
a un trabajo digno
02
Documento estratégico, septiembre 2019
© Pablo Tosco / Oxfam Intermón.
Myriam Agüero es la Secretaria General del Sindicato de Trabajadoras del sector doméstico del Paraguay.
10 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
©Shirin Abbasy / Oxfam Pakistan
situación migratoria, diversidad funcional, sexualidad, edad
y otras características sociales. Al abordar la cuestión del
trabajo digno sin prestar atención a estas fuerzas que se
entrecruzan y refuerzan, Oxfam corre el riesgo de empeorar
la desigualdad económica, ignorando algunas de las mayo-
res barreras a las que se enfrentan las personas que se ven
empujadas al fondo de nuestras economías y que hacen que
cada vez se queden más rezagadas.
A medida que nuestras economías luchan por lograr un cre-
cimiento cada vez mayor a cualquier precio, y a medida que
el cambio climático reduce los recursos disponibles, el pa-
triarcado y la injusticia de género hará que las mujeres en
toda su diversidad sigan viéndose empujadas cada vez más
hacia abajo, explotadas por quienes tratan de obtener un
margen de beneficios cada vez mayor por su trabajo, mar-
ginadas por los Gobiernos que las consideran una fuente
inagotable y elástica de trabajo gratuito y mal pagado, y no
representadas en los espacios que van desde las salas de
juntas hasta los parlamentos, donde se adoptan las deci-
siones que afectan a sus vidas. Oxfam tiene la responsabili-
dad de asegurarse de que amplificamos las voces de estas
mujeres.
Al abordar la cuestión del trabajo
digno sin prestar atención a estas
fuerzas que se entrecruzan y
refuerzan, Oxfam corre el riesgo de
empeorar la desigualdad económica,
ignorando algunas de las mayores
barreras a las que se enfrentan las
personas que se ven empujadas al
fondo de nuestras economías y que
hacen que cada vez se queden más
rezagadas.
02. El vínculo entre la desigualdad económica
y el derecho de las mujeres a un trabajo digno
Las desigualdades de género y económicas están inextri-
cablemente vinculadas y se refuerzan mutuamente. Para
que Oxfam tenga un impacto en ellas, debemos reconocer
su importancia y trabajar para terminar con ambas simultá-
neamente. Lxs trabajadorxs empleadxs en las formas de tra-
bajo peor remuneradas y más inseguras suelen ser quienes
se enfrentan a múltiples y superpuestas opresiones estruc-
turales, como la discriminación por motivos de género, raza,
¿Quiénes son las titulares
de derechos de la iniciativa?
03
Documento estratégico, septiembre 2019
© GMB Akash/Panos/OxfamAUS
12 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
Las titulares de derechos de la iniciativa son diversas, y
entre ellas se cuentan las mujeres migrantes,19
mujeres de
zonas rurales y urbanas, y mujeres que se desplazan entre
ambas para trabajar. También contamos con las mujeres que
trabajan en la economía formal, la informal o ambas. Las
mujeres trabajadoras abarcan varios sectores y se ganan la
vida en el sector del trabajo doméstico, en la industria textil
y en fábricas, trabajadoras basadas en su domicilio,20
en la
industria hotelera y en la economía de plataforma21
. Todas
estas mujeres en toda su diversidad también son cuidado-
ras no remuneradas.
Además, otro elemento que conecta a estos diversos gru-
pos de mujeres es que cada vez más se conectan, organizan
y apoyan mutuamente para reclamar su derecho a la dig-
nidad en el hogar y en el trabajo. Por ejemplo, las mujeres
trabajadoras del sector doméstico de Sudáfrica y Kenia, las
maquiladoras 22
en América Central y las camareras de piso
(Las Kellys) en España han creado sistemas de apoyo mutuo
para respaldarse, han aprendido a desentrañar el impacto
de los marcos jurídicos en sus condiciones de trabajo y han
tomado medidas organizando creativas protestas callejeras
y obligando a los responsables de obligaciones ante los tri-
bunales o proponiendo enmiendas legislativas.
Las titulares de derechos de la iniciativa, que se hayan en el
suelo pegajoso y por debajo de él, experimentan desigual-
dades cruzadas basadas en el género y la clase social, pero
también en la raza, la etnia, la edad, la nacionalidad, la re-
ligión, la condición de migrante, la diversidad funcional, el
estado civil y la identidad sexual. Las jóvenes migrantes, en
especial, están cada vez más expuestas a la jornada parcial
involuntaria, a los bajos salarios y a la pobreza laboral. Sin
embargo, la inseguridad en el trabajo no se debe únicamen-
te a un simple efecto del ciclo de la vida. Se debe al aumento
de los niveles de trabajo de cuidados no remunerado rea-
lizado por las mujeres jóvenes, la falta de canales para su
participación efectiva en los espacios existentes de toma
de decisiones políticas, el paternalismo y los sistemas de
creencias discriminatorios contra lxs jóvenes y las mujeres
jóvenes en particular. Estas identidades no solo explican
sus experiencias únicas de explotación y vulnerabilidad en
el lugar de trabajo, sino también su capacidad de organizar-
se colectivamente.
Lxs refugiadxs comprenden alrededor del 8 % del nú-
mero total de migrantes internacionales, y en 2015,
un 47 % de ellxs eran mujeres y niñas. Las ciudades y
pueblos del Oriente Medio, en países como Jordania,
Turquía y el Líbano, están acogiendo a importantes
comunidades de refugiadxs, pero como la OIT remar-
ca, solo una minoría de ellxs, en su mayoría hombres,
acceden a la economía formal. 23
El acceso al trabajo o a los medios de subsisten-
cia puede estar prohibido o restringido por la ley.
De hecho, a medida que el desplazamiento se hace
cada vez más prolongado -ACNUR calcula que lxs
refugiadxs están desplazadxs durante un promedio
de 17 años- las zonas urbanas pueden resultarles
cada vez más atractivas. No obstante, el acceso a
los mercados laborales urbanos puede verse limita-
do por la condición jurídica y el grado de disfrute de
sus derechos económicos y sociales. Al final, lxs re-
fugiadxs que consiguen encontrar trabajo lo hacen
principalmente en la economía informal.
En algunos países, la respuesta se ha dado en el
marco de los llamados “Compacts”. En el caso de
Jordania, su “Compact” tiene por objeto proporcio-
nar permisos de trabajo a un máximo de 200.000 re-
fugiadxs sirixs en los próximos años.24
Sin embargo,
los permisos de trabajo concedidos a través del plan
se han restringido a sectores que no responden a
los perfiles de aptitudes ni a los intereses de las re-
fugiadas sirias, y las investigaciones de Oxfam han
demostrado que, de hecho, solo el 4 % de los per-
misos de trabajo concedidos a lxs refugiadxs sirixs
han ido a parar a mujeres. De hecho, sus opciones
eran limitadas, dadas las restricciones existentes y
las normas de género entorno al trabajo. 25
Por consiguiente, su situación precaria hace vul-
nerables a las mujeres a prácticas discriminatorias,
especialmente en la economía informal, que pueden
dar lugar a la explotación laboral, la denegación de
los principios y derechos fundamentales en el traba-
jo y situaciones de trabajo forzoso y/o en condicio-
nes de servidumbre.
Mujeres refugiadas en
contextos frágiles y urbanos:
el derecho a un trabajo digno
en una crisis prolongada
03. ¿Quiénes son las titulares
de derechos de la iniciativa?
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 13
Reconocimiento de la diversidad
e inclusión de género
Utilizamos la expresión mujeres en toda su diversidad con el
objetivo de reconocer las luchas, las identidades, la integri-
dad corporal y la interseccionalidad del movimiento feminis-
ta y de las mujeres que se organizan con el fin de incluir a
todxs en el espectro de la identidad de género 26
sin excluir
a las mujeres intersexuales y transexuales.
El desarrollo de la economía feminista ha proporcionado un
enfoque más enriquecido de la inclusión en la economía,
destacando el androcentrismo de la economía ortodoxa e
inyectando un enfoque muy necesario en la interrelación
entre el género y la economía. Sin embargo, en todos los en-
comiables esfuerzos que ha realizado la economía feminista
para descubrir los sesgos de género en la economía, se ha
prestado mucha atención a la dicotomía hombre-mujer. La
forma en que se siguen presentando a los hombres y las mu-
jeres como categorías por defecto excluye a aquellxs cuya
existencia se niega sistemáticamente a través de esta ca-
tegorización binaria por defecto.27
La no conformidad sexual y de género puede ser una ba-
rrera para el trabajo digno, las oportunidades económicas,
la aceptación social y la educación en muchos entornos,
lo que pone de relieve la necesidad crítica de leyes y polí-
ticas de no discriminación. Creemos firmemente que todxs
tenemos derecho a aprovechar nuestro potencial y a tener
la oportunidad de vivir libres de la pobreza en un mundo más
seguro y más justo. La diversidad sexual y la identidad de
género son una parte esencial y positiva del ser humano y
de la experiencia de bienestar y realización. Sin embargo,
a menudo la diversidad sexual y la identidad de género se
hacen invisibles o se convierten en la base de la discrimina-
ción. Por otro lado, la pobreza y las desigualdades entre los
géneros pueden agravarse, y las intervenciones de desarro-
llo pueden ser inapropiadas o no llegar a lxs marginadxs a
causa de su identidad de género y su orientación sexual.28
En la conceptualización de la iniciativa de Trabajo Digno para
las mujeres, el grupo de trabajo lanza y el grupo de trabajo
ampliado han enmarcado intencionadamente nuestro aná-
lisis a través de un discurso económico feminista postcapi-
talista. Queremos operar desde la inclusividad y la auten-
ticidad. Sabemos que la búsqueda de la inclusividad no es
un camino fácil de recorrer, pero estamos comprometidxs a
conseguirlo.
Moviéndonos a lo largo de dos interseccio-
nes continuas: el ámbito urbano/rural y el
formal/informal
Reconocemos que cada vez más, las mujeres en toda su di-
versidad trabajan tanto en contextos urbanos como rurales
- no solo en uno u otro - con una tendencia creciente a la
migración del campo a la ciudad. Para las mujeres que tie-
nen trabajos estacionales, esto puede significar trabajar en
granjas rurales durante una parte del año y trabajar en áreas
urbanas en otras épocas. Esta forma de migración desdibuja
las líneas entre la geografía rural y la urbana. La migración
interna es ahora una corriente común y cotidiana para mu-
chas mujeres, que realizan trabajos precarios, mal pagados
e inseguros durante la temporada de cultivo y recolección.
Las mujeres trabajadoras cubren
muchos sectores y se ganan la vida
trabajando en el sector doméstico,
en el sector textil y en fábricas,
como trabajadoras basadas en el
hogar, en la industria hotelera o en
la llamada economía de plataforma.
Todas estas mujeres anteriormente
mencionadas también son cuidadoras
no remuneradas.
© Pablo Tosco / Oxfam Intermón.
Mujeres del sector de la fresa en Moulay Bousselham (Marruecos, mayo de 2013).
14 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
Estas mujeres no suelen tener ni documentación ni contra-
tos, ganan por debajo del salario mínimo y digno, y por lo
tanto están sometidas a condiciones de vida no dignas.
Igual que se han desdibujado las líneas entre el trabajo rural
y el urbano, la globalización y la cuarta revolución industrial
también han desdibujado las líneas entre el trabajo formal
e informal. Las realidades laborales de las mujeres reflejan
ahora este continuo, desafiando las ortodoxias económicas
que perciben los sectores formales e informales como sepa-
rados. Por ejemplo, muchas mujeres trabajan de manera in-
formal como trabajadoras basadas en el hogar que confec-
cionan prendas de vestir u otros bienes, con poca seguridad
laboral y sin acuerdos contractuales o beneficios laborales.
Cuando las mujeres hacen el mismo trabajo fuera de casa,
en las fábricas, rara vez les va mejor: a menudo trabajan mu-
chas horas, con salarios bajos, en condiciones inseguras y
sin perspectivas de ascender en su senda de trabajo, lo que
las mantiene en el llamado “suelo pegajoso”. Otras titulares
de derechos son las mujeres cuyxs empleadorxs las contra-
tan como “trabajadoras ocasionales” a pesar de desempe-
ñar el mismo trabajo con lxs mismxs empleadorxs durante
muchos años. A estas mujeres se les niegan los beneficios
de un trabajo a tiempo completo para mantener los costes
del negocio bajos y los beneficios altos. En los países que
cuentan con una legislación sobre el salario mínimo, pero
en los que su aplicación es deficiente y el coste de la vida
es elevado, estas mujeres trabajadoras se ven empujadas
a una mayor pobreza como trabajadoras empobrecidas. Es-
tas mujeres a menudo son las únicas que generan ingresos
en la familia extensa y apoyan financieramente a muchxs
miembrxs dependientes.
Poniendo el foco en tres sectores
Las titulares de derechos de la iniciativa global, que se
mueven a través de los dos continuos descritos anterior-
mente (rural-urbano y formal- informal), son mujeres que
pertenecen a tres sectores en los que Oxfam tiene un sólido
recorrido:
Trabajadoras del sector doméstico: Más de 67 millones de
personas en todo el mundo están empleadas como trabaja-
doras del sector doméstico, más del 80 % de las cuales son
mujeres 29
y más del 17 % son migrantes internacionales.30
El trabajo doméstico ha sido históricamente infravalorado,
a pesar de que es vital para reproducir la mano de obra que
sostiene los mercados y las economías de los países en de-
sarrollo en todas partes. El trabajo doméstico es más eleva-
do (como porcentaje del empleo total) en América Latina, el
Queremos operar desde la
inclusividad y la autenticidad.
Sabemos que la búsqueda
de la inclusividad no es un camino
fácil de recorrer pero estamos
comprometidxs a conseguirlo.
© Luigi Forese / Oxfam au Maroc.
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 15
Caribe y en el Oriente Medio, regiones en las que Oxfam tiene
un amplio bagaje.31
La mayor parte del trabajo doméstico se
realiza en la esfera informal y, por lo tanto, sus trabajadorxs
no están cubiertxs por las protecciones legales; de hecho,
un 30 % de lxs trabajadorxs domésticxs están fuera de las
legislaciones nacionales laborales, y un 43 % no están cu-
biertxs por la legislación del salario mínimo. A pesar de los
esfuerzos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
por fortalecer los derechos de lxs trabajadorxs domésticxs
mediante el Convenio 189, en la mayoría de los países si-
guen trabajando en condiciones de explotación, infravalo-
ración, invisibilidad y vulnerabilidad, a menudo de manera
aislada y en condiciones de esclavitud. Además, la mayoría
forman parte de cadenas de cuidados más grandes y glo-
bales, donde las responsabilidades de cuidados se pasan
de una mujer a otra, y la última mujer de la cadena suele
proporcionar el trabajo de cuidados de forma gratuita.32
Cadenas mundiales de valor de la alimentación y textil: La
discriminación por motivos de género es un problema en-
démico en muchas cadenas de valor globales, pero en par-
ticular en la alimentación y la industria manufacturera. Las
trabajadoras de la industria textil que trabajan desde casa
o en fábricas, lo hacen a menudo en condiciones laborales
de explotación y muy inseguras, en las que sus derechos la-
borales y humanos se les niegan constantemente. Las tra-
bajadoras de la industria textil y las mujeres que trabajan en
la fabricación de productos electrónicos y en otras plantas
de ensamblaje (incluidas las zonas de desarrollo industrial
como las maquiladoras) suelen trabajar muchas horas en
condiciones peligrosas sin recibir una remuneración justa.33
Del mismo modo, las trabajadoras estacionales y de fábricas
de las zonas rurales del Magreb realizan un trabajo precario
en la base de las lucrativas cadenas de valor alimentarias
globales en productos como el aceite de oliva, los frutos ro-
jos y las verduras.
© Munelith / Oxfam Laos
16 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
Todas estas mujeres se enfrentan a la discriminación en la
contratación, la promoción y los despidos; también se en-
frentan al acoso sexual y otras formas de violencias en el lu-
gar de trabajo, y se les niegan sus derechos a los beneficios
de atención sanitaria, maternidad y cuidados de sus hijxs, y
otras prestaciones como las pensiones. En muchos secto-
res, los puestos de supervisión y gestión se reservan a los
hombres, lo que hace imposible el ascenso profesional para
las mujeres en ocupaciones mal remuneradas. Además, las
normas y creencias de género que representan a las muje-
res como trabajadoras dóciles, hábiles y obedientes han
contribuido, en muchos contextos, a que las mujeres estén
cada vez más presentes en esos sectores, y lxs empleador-
Además, las normas y creencias de
género que representan a las mujeres
como trabajadoras dóciles, hábiles
y obedientes han contribuido, en
muchos contextos, a que las mujeres
estén cada vez más presentes en
esos sectores, y lxs empleadorxs
tratan de sacar provecho de las
ventajas que se perciben
de la idoneidad laboral de las mujeres
migrantes, ya que se consideran
sumisas y adecuadas para realizar
tareas repetitivas
y de poco valor.
xs tratan de sacar provecho de las ventajas que se perciben
de la idoneidad laboral de las mujeres migrantes, ya que se
consideran sumisas y adecuadas para realizar tareas repe-
titivas y de poco valor.
Industria hotelera: Las limpiadoras de habitaciones y cama-
reras de piso ganan salarios de miseria, disfrutan de poca o
ninguna seguridad laboral y se enfrentan a graves riesgos
para la salud debido a su pesada carga de trabajo, que pue-
de llegar a 80 camas por día en temporada alta. Contraria-
mente a las hipótesis comunes de que es un trabajo ligero y
fácil, a menudo es extenuante y presenta riesgos para la sa-
lud física y mental de las mujeres. En consecuencia, muchas
mujeres no pueden seguir trabajando cuando llegan a la ve-
jez, momento en que cuentan con pocos o ningún beneficio
de jubilación, lo que las hace vulnerables a la pobreza. La
investigación de Oxfam en Canadá, República Dominicana,
España y Tailandia ha demostrado que las camareras de piso
se sienten invisibles, infravaloradas y no respetadas en el
lugar de trabajo.34
Poniendo el foco en una macrotendencia: la
Cuarta Revolución Industrial y la economía
de plataforma
La iniciativa pondrá el foco en una nueva macrotendencia.
Las mujeres que trabajan como cuidadoras remuneradas
están encontrando cada vez más trabajo en la “economía
de plataforma”. Al igual que otras plataformas digitales
que se han convertido en habituales para la contratación
de servicios a la carta, lxs empleadorxs también están
utilizando estas plataformas para encontrar y contratar
trabajadoras del sector doméstico en línea. Del mismo
modo, la nueva tecnología puede añadir nuevas formas de
control y discriminación a colectivos como las trabajadoras
de la hostelería, por ejemplo, a través de clasificaciones y
críticas en línea. Las trabajadoras a domicilio también se
enfrentan a diferentes retos, ya que las nuevas tecnologías
permiten a las empresas subcontratar cada vez más
elementos de la cadena de producción. En el contexto
de las nuevas tendencias tecnológicas, económicas
y laborales que confinan todavía más a las mujeres al
trabajo poco remunerado, Oxfam quiere asegurarse de que
comprendemos y contribuimos a la creación de pruebas,
liderazgo y poder colectivo para estas mujeres – presentes
en la economía de plataforma, en particular las trabajadoras
del sector doméstico y otras mujeres afectadas por la Cuarta
Revolución Industrial de forma inesperada y potencialmente
desempoderadora.
El valor añadido
de Oxfam
04
Documento estratégico, septiembre 2019
© Geoff Bartlett/OxfamAUS
18 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
04. El valor añadido de Oxfam
Oxfam está bien situado para añadir valor a los esfuerzos
por asegurar el derecho de las mujeres a un trabajo digno,
basándose en sus probados esfuerzos y en el trabajo en
curso en varios países y a escala global:
• Facilitando las conexiones para establecer partenariados
y alianzas estratégicas entre países y regiones, centrán-
dose en amplificar las voces de los movimientos feminis-
tas y de derechos de las mujeres, firmemente anclados
en la lucha de las mujeres por un trabajo digno. El trabajo
en curso de Oxfam en países como Guatemala, Sudáfrica
o Bangladesh está permitiendo que Oxfam conecte los
movimientos de mujeres para lograr un trabajo digno con
alianzas transnacionales más amplias como la Internatio-
nal Domestic Workers Federation, Street-net o Home-net.
En una línea similar, Oxfam en el Líbano está promovien-
do partenariados transversales con OSC para mejorar las
condiciones de lxs trabajadorxs dentro de los sectores
casuales e informales, reuniendo a los movimientos an-
tirracistas (ARM), las redes de mujeres trabajadoras del
sector doméstico migrantes (kafa) y las organizaciones de
derechos de las mujeres (RDFL). La iniciativa global se ba-
sará en estos y otros esfuerzos existentes para amplificar
todavía más las demandas e impulsar el poder colectivo de
las mujeres para un trabajo digno.
• Coordinando una red mundial de influencia (incidencia y
realización de campañas) sobre el derecho de las mujeres
a un trabajo digno. El trabajo de Oxfam en el marco de la
campaña Trading Away our Rights ha demostrado la efica-
cia de un enfoque basado en la construcción de coalicio-
nes más amplias en más de 10 países sobre temas relacio-
nados con las mujeres en el mundo laboral. Oxfam, junto
con los sindicatos y las organizaciones de derechos de las
mujeres, hizo campaña públicamente entorno a días de
lanzamiento conjunto y emprendió una labor de incidencia
basada en las evidencias presentes en informes realiza-
dos a escala nacional y global sobre las prácticas de com-
pra de las empresas en todo el mundo. Las campañas pú-
blicas y el trabajo de los medios de comunicación hicieron
La campaña “What She Makes’” se centra en la industria de la moda australiana.
Busca promover salarios dignos para las mujeres que trabajan en las las cadenas
de valor del sector textil, asegurando condiciones de trabajo seguras y la protec-
ción de sus derechos humanos y laborales. Como resultado de la labor de Oxfam
y sus organizaciones socias:
• Doce empresas, que representan más de veinte marcas, se han comprometido
a trabajar para conseguir un salario digno como resultado de la campaña pública
y el trabajo de Oxfam en incidencia a puerta cerrada. La “Lista de lxs buenxs y lxs
malxs” (‘Naughty or Nice List’ en inglés) en 2019 fue una excelente táctica para
empujar a las marcas a comprometerse de forma realista para asegurar que se
pague un salario digno a todxs lxs trabajadorxs.
• Trece empresas textiles ya han mostrado algunos cambios, haciendo pública la
lista de sus fábricas.
• Las herramientas Company Tracker y Company Report Card se utilizan para reali-
zar el seguimiento del progreso de las marcas de moda que se han comprometido
a trabajar para conseguir un salario digno.
• Más de 130.000 ciudadanxs australianxs se han unido a la campaña y han firma-
do el compromiso de “What She Makes”.
• Más de 50.000 colaboradorxs de “What She Makes” han tomado acciones di-
gitales, incluyendo el envío de correos a las marcas y el uso de Facebook como
parte de la campaña.
Logros clave
de la campaña
“What She Makes”
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 19
hincapié en las mujeres como protagonistas y agentes de
cambio como parte de esos momentos globales, mientras
que cada uno de los países planteó cuestiones y deman-
das específicas.
• Desempeñando un papel de convocatoria e intermediación
entre Gobiernos, movimientos sindicales, empresas, re-
des feministas, organizaciones de derechos de las muje-
res, académicxs y actores y movimiento de la sociedad ci-
vil para influir en la toma de decisiones y políticas públicas
y corporativas. Oxfam ha sido capaz de incubar iniciativas
exitosas como la Iniciativa de Alimentos Equitativos en
los EE. UU. (EFI, por sus siglas en inglés), un programa que
aúna a varias partes interesadas y que ha reunido a agen-
tes de todos los puntos de la cadena alimentaria en los
EE. UU. Hoy en día, el EFI ha sido certificado en 27 lugares
de cultivo, que emplean a 29.000 trabajadorxs agrícolas
y cuentan con estrictos protocolos de formación para lxs
trabajadorxs y supervisorxs, con el fin de responder a las
preocupaciones de las mujeres campesinas sobre el acoso
sexual y la calidad de sus alojamientos.
• Facilitando los esfuerzos colectivos para transformar las
estructuras y las relaciones de poder (en el hogar, la co-
munidad, la sociedad civil, las instituciones y nuestras
propias organizaciones) para crear entornos propicios para
la justicia de género y el respeto de los derechos econó-
micos, políticos y sociales de las mujeres. Oxfam ha podido
contribuir a cambios notables en el compromiso político de
las mujeres en la región de Oriente Medio y África del Norte
mediante la aplicación de su enfoque de Liderazgo trans-
formador para el enfoque de los derechos de las mujeres
en el marco de un programa de tres años en OPTI, Marrue-
cos, Túnez y el Yemen. Por ejemplo, en Túnez, 5 de las mu-
jeres que se beneficiaron de las actividades de fomento de
la capacidad de AMAL ganaron las elecciones al Parlamen-
to nacional de Túnez en noviembre de 2014, mientras que
153 mujeres habían asumido cargos directivos formales
o informales a título individual o como parte de un grupo
que dirigía las actividades de incidencia. En Marruecos, las
actividades de promoción emprendidas por lxs miembrxs
de AMAL y otrxs aliadxs contribuyeron a la introducción de
importantes enmiendas en los proyectos de ley electoral.
Se revisó el marco legal elevando la cuota de mujeres en
cargos municipales (que pasó al 27 % en lugar del 12 %); la
cuota en las listas electorales por paridad (50 % de hom-
bres y 50 % de mujeres) y al un menos 30 % de los cargos
regionales serán ocupados por mujeres. Además, en los
cuatro países se promovieron redes locales en alianza con
las organizaciones regionales de defensa de los derechos
humanos para supervisar los presupuestos locales y las
políticas gubernamentales a escala municipal.35
• Llevando a cabo una investigación innovadora basada en
evidencias, combinando hechos concretos e historias po-
derosas no instrumentales de mujeres sobre el terreno, así
como amplificando el discurso de la economía feminista.
Por ejemplo, la campaña de Oxfam “What She Makes” sobre
las condiciones globales del sector de la moda en los paí-
de poder
y género
relaciones
liderazgo
individual
y colectivo para
Transformar
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Conseguir justicia de género para
el respeto de los derechos de todxs
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Imagen 2: Liderazgo transformador
para los derechos de las mujeres
públicas
20 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
ses asiáticos, los informes de Oxfam sobre las condiciones
de trabajo dentro de la industria de procesamiento de aves
de corral en los EE. UU., o los productos de investigación de
‘The dirty secret of tourism’ en la industria hotelera del Ca-
ribe se han basado en la voces de las mujeres en sectores
precarios y feminizados para diagnosticar y concienciar
sobre las lagunas actuales en el derecho al trabajo digno.
Estas campañas y procesos han puesto en el centro las
demandas de las mujeres, y llaman a la movilización pú-
blica para estimular cambios en el comportamiento corpo-
rativo.
• Participando en diálogos políticos de alto nivel para pro-
mover la modificación del actual modelo económico in-
sostenible y buscar alternativas basadas en los derechos
para todas las personas, especialmente las mujeres em-
pobrecidas en los “suelos pegajosos”. Oxfam tiene la opor-
tunidad de colaborar al más alto nivel con lxs principales
interlocutorxs en foros de alto nivel como el Foro Econó-
mico Global, el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas
sobre el Empoderamiento Económico de las mujeres o las
reuniones del Pacto Global sobre las políticas globales de
migración, así como en foros regionales como el festival
Rethinking Economics for Africa (REFA), en el que Oxfam
lideró la sección de economía feminista, centrándose en
el trabajo digno desde una perspectiva feminista.
• Realizando campañas para concienciar al público en el
ámbito local, nacional y global, junto con los agentes cul-
turales y los dirigentes sociales sobre las injustas condi-
ciones de trabajo y de vida de las mujeres trabajadoras en
todo el mundo. Por ejemplo, Oxfam ha contribuido a con-
cienciar sobre la industria avícola y a aprovechar el poder
de lxs consumidorxs para realizar cambios positivos para
lxs trabajadorxs. Oxfam ha demostrado ser eficaz especial-
mente en aquellas campañas que ponen en el centro re-
formas ambiciosas para mejorar las condiciones de trabajo
y los salarios dignos en los sectores feminizados, como la
campaña “OneWage” en Sudáfrica, “What she Makes” en
Bangladesh, Vietnam e Indonesia; o la Poultry Worker Jus-
tice campaign en los EE. UU. Basándose en esta experien-
cia, Oxfam se centrará en el trabajo digno en las próximas
campañas públicas globales en el marco de Behind the
Price / Behind the Barcodes.
• Presionando y colaborando con las empresas para hacer
cambios que mejoren la situación de las mujeres en su
cadena de suministro, y hacer que los Gobiernos y las em-
presas se responsabilicen de sus compromisos de respe-
tar los derechos de las mujeres. Durante la última década,
Oxfam se ha dirigido al sector privado para promover los
derechos laborales en las industrias textil y de los ali-
mentos, apoyando campañas a favor de unas condiciones
de trabajo dignas utilizando un enfoque interno/externo.
Oxfam ha colaborado con el sector privado, por ejemplo,
con marcas australianas emblemáticas y con supermer-
cados del Reino Unido y Francia, y ha hecho participar a
las empresas en iniciativas de transparencia para prote-
ger los derechos de las mujeres trabajadoras en el sector
agrícola de temporada en Marruecos y Túnez. Estos ejem-
plos ilustran cómo Oxfam se encuentra en una posición
única como organización global de lucha contra la pobre-
za, utilizando su presencia y experiencia sobre el terreno
y su compromiso en varios niveles con los equipos de los
países y las organizaciones de defensa de derechos, todo
ello combinado con su capacidad de trabajar con empre-
sas y marcas e influir en ellas en sus países de “punto de
venta”.
• Usando la experiencia de Oxfam en sectores específicos de
las cadenas de valor globales tales como lxs trabajadoxs
del sector textil y lxs trabajadorxs de temporada, así como
la larga historia de participación de la organización en el
movimiento global de comercio justo como modelo de ne-
gocios alternativo que promueve el trabajo digno para las
mujeres. Oxfam ha trabajado durante varias décadas para
alentar y apoyar a las empresas a mejorar las condiciones
de trabajo en sus operaciones y cadenas de suministro.
Fuimos una de las organizaciones fundadoras de la Ini-
ciativa de Comercio Ético (Ethical Trading Initiative, ETI)
en 1998. Oxfam también ha desarrollado compromisos bi-
laterales con empresas, incluido un diálogo a largo plazo
que nos ha llevado a la colaboración e investigación con
grandes empresas como Unilever y Mars.
• La iniciativa se basará en iniciativas existentes sobre los
cambios de normas sociales como la campaña “Enough!”
de Oxfam, la iniciativa “Women’s Economic Empowerment
and Care” (WE-Care), la incidencia existente en la eco-
nomía de los cuidados en Colombia, México y Bolivia, y el
WEE Knowledge Hub. Estas iniciativas afirman que la vida
y el trabajo de las mujeres -y los mercados laborales en
general- se ven limitados y distorsionados por las normas
sociales prevalecientes en materia de género, por los roles
de género en la economía y por las percepciones en torno
a la propia economía. La campaña “Enough!” ha logrado
modificar las actitudes sobre las relaciones de género y
la normalización de las violencias perpetradas contra las
mujeres -un componente crucial para la seguridad de las
trabajadoras en el lugar de trabajo, y cuando se desplazan
desde y hacia el trabajo.
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 21
Echa un vistazo a la guía sobre el
trabajo de cuidados no remunerado
‘Making Policy Care’ aquí
Recursos
clave
• Las políticas de cuidados transformadoras pueden pros-
perar gracias a alianzas más amplias y a procesos de
creación de consenso en los que los movimientos de mu-
jeres han participado activamente con académicxs, movi-
mientos laborales, profesionalxs y políticxs. Oxfam puede
desempeñar un papel clave como intermediario en estos
contextos. De hecho, en varios contextos en los que tra-
bajamos (México, Colombia, Bolivia, Filipinas) Oxfam ha
contribuido a crear redes más amplias de expertxs y Orga-
nizaciones de Derechos de las mujeres para influir en lxs
tomadorxs de decisiones sobre las políticas de cuidados a
escala local y/o nacional, lo que ha dado lugar a foros na-
cionales de diálogo sobre políticas públicas de cuidados.
En el caso de México, Oxfam ha facilitado el desarrollo de
una poderosa alianza de múltiples partes interesadas para
abogar por una distribución justa del trabajo de cuidados
no remunerado. La alianza está elaborando una estrate-
gia de influencia y cuenta con más de 70 miembrxs que
se ocupan del trabajo de cuidados no remunerado desde
diferentes perspectivas, entre ellas los derechos de las
mujeres y la justicia económica.
• Generando conocimientos y reforzando las capacidades de
las organizaciones de la sociedad civil. El WEE Knowledge
Hub de Oxfam (Nodo de Conocimiento de Oxfam en Empo-
deramiento Económico de las mujeres) ha trabajado en los
últimos años en el desarrollo de metodologías participa-
tivas y “herramientas de cuidados” para reunir evidencias
sobre el trabajo de cuidados no remunerado (análisis rá-
pido del cuidado, trabajo sobre las normas sociales y los
cuidados, encuestas sobre los cuidados en los hogares),
así como metodologías de formación de formadorxs y guías
de influencia sobre la cuestión para las organizaciones so-
cias y aliadxs de Oxfam. Los programas actuales en varios
países, como en Bangladesh, se basa en la metodología de
análisis rápido de los cuidados para identificar y abordar
de manera recurrente el diagnóstico del trabajo de cuida-
dos cuando se elaboran programas de desarrollo.
• Oxfam también posee una experiencia incipiente en la pro-
moción de los medios de vida de las mujeres a través de
varias iniciativas para fomentar las cooperativas de mu-
jeres y el empresariado social de las mujeres en la región
MENA y en Sudáfrica. Oxfam se basará en esta labor e inte-
grará progresivamente los 10 elementos principales de la
definición de trabajo digno de Oxfam (véase la sección 6) a
fin de asegurar que las mujeres accedan a condiciones de
trabajo dignas en el marco de las actuales intervenciones
de Oxfam.
© Guadalupe Sánchez / Oxfam Intermón.
Organizaciones socias y alianzas
05
Documento estratégico, septiembre 2019
Un grupo de mujeres se manifiesta por las calles de Wau, en Sudán del Sur, para reivindicar sus derechos durante el Día Internacional de las mujeres.
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 23
Somos conscientes de que no podemos acabar con esta cri-
sis nosotrxs solxs. El trabajo en partenariados y alianzas es
un componente esencial del enfoque de Oxfam para promo-
ver la justicia de género y económica para todas las muje-
res, así como el derecho de las mujeres a un trabajo digno
a través de nuestras redes y relaciones existentes, espe-
cialmente con organizaciones feministas y de derechos de
las mujeres y mujeres organizadas en sectores feminizados.
Daremos prioridad a los enfoques, como lo hemos hecho
en el pasado, que amplifican las voces de las mujeres em-
pobrecidas. Seremos conscientes en todo momento de la
necesidad de reconocer y respetar el trabajo de otrxs que
ya influyen en estos espacios, en particular los esfuerzos
pasados y presentes de las organizaciones de derechos de
las mujeres. Seguiremos siendo sensibles al poder relativo,
la voz y los recursos de Oxfam y adoptaremos un enfoque fe-
minista interseccional en nuestra práctica de partenariados
del día a día.
Además, trataremos de aprovechar la influencia y la expe-
riencia de Oxfam para establecer relaciones eficaces y es-
tratégicas entre trabajadorxs, el sector privado, los Gobier-
nos y otras instituciones públicas a escala local, nacional
y global basándonos en nuestra presencia global y varias
redes. Seremos sensibles a lo que otrxs han hecho en el
pasado y construiremos relaciones constructivas y comple-
mentarias.
Seguiremos forjando vínculos con los sindicatos y otras for-
mas de organizaciones de trabajadorxs para asegurarnos
de que conocen y responden a las reivindicaciones de las
mujeres para tener un trabajo digno dentro de su sector de
influencia, como la International Domestic Workers Federa-
tion. Esta labor se basará en gran medida en la experiencia y
las alianzas creadas a través de las campañas mundiales y
nacionales de Oxfam, Trading Away Our Rights, que promovió
investigaciones nacionales y campañas públicas sobre los
derechos de las mujeres en el trabajo en más de 10 países, a
través de las cadenas de suministro globales. Por otro lado,
Oxfam ha sido históricamente un agente activo de la Orga-
nización Mundial del Comercio Justo (WFTO), de Fairtrade
International y de la iniciativa ETI, dos coaliciones globales
que promueven modelos empresariales alternativos para
garantizar el derecho de las mujeres a un trabajo digno a lo
largo de las cadenas de valor de las industrias textil y de la
alimentación.
Reconocer la experiencia de organizaciones como la Orga-
nización Internacional del Trabajo (OIT), la Confederación
Sindical Internacional (CSI), Women in Informal Employ-
ment: Globalizing and Organizing (WIEGO), Action Aid y el
sindicato de la Self Employed Women’s Association (SEWA)
además de la amplia experiencia de Oxfam, el programa se
basará en las lecciones aprendidas, las buenas prácticas,
la innovación y una base basada en evidencias apoyada por
una sólida investigación, todo ello respaldado por fuertes
partenariados de múltiples partes interesadas. Seguiremos
colaborando con economistas feministas y organizaciones
especializadas de la sociedad civil (OSC) como la Red de Mu-
jeres Africanas para el Desarrollo y la Comunicación (FEM-
NET) para fortalecer el conocimiento y cambiar los términos
del debate y la narrativa sobre el sistema económico y lxs lí-
deres de pensamiento que están empezando a producir evi-
dencias sobre el papel de las mujeres en la economía global
y el impacto de la economía de plataforma en ellas, como el
Overseas Development Institute (ODI).
05. Alianzas y partenariados
© Rushdi Alsaraj/OXFAM 2018
El Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno:
El enfoque de Oxfam
06
Documento estratégico, septiembre 2019
© Pablo Tosco / Oxfam Intermón.
Isabel Calvo tiene 48 años y vive en Fuenlabrada, Madrid. Lleva 14 años trabajando como asistente de atención domiciliaria en el sistema español de servicios a la dependencia. Isabel, al
igual que miles de mujeres empleadas como asistentes del sistema de atención a la dependencia, trabaja más horas de las estipuladas en el contrato o de las pagadas en su nómina.
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 25
06. El enfoque de Oxfam sobre el Derecho
de las mujeres a un Trabajo Digno
En Oxfam, buscamos desafiar las estructuras económicas,
sociales y culturales que permiten y reproducen la desigual-
dad, la discriminación y la injusticia social. Queremos hacerlo
para amplificar el poder colectivo de las mujeres en toda su
diversidad, su incidencia y su voz para reclamar su derecho
a un trabajo digno, que les permitirá alcanzar una vida digna.
Esto tendrá un impacto en el disfrute de los derechos de las
mujeres en el trabajo y, por lo tanto, en su capacidad para
llevar una vida digna y, en última instancia, en una mayor
justicia social a través de una distribución más justa de la
riqueza y el poder dentro de nuestras sociedades.
Las desigualdades de género y económicas se refuerzan mu-
tuamente y están inextricablemente vinculadas. Si repensa-
mos el sistema económico, y lo reconstruimos basándonos
en el análisis y el conocimiento feminista, podemos hacerlo
más justo para las mujeres en toda su diversidad, pero tam-
bién para todxs lxs trabajadorxs, para el 99 % y para nuestro
planeta. Una carrera al alza de los derechos de las mujeres
en el trabajo puede contribuir a aumentar de nuevo la parti-
cipación del trabajo en los ingresos frente a la participación
del capital, cuyxs propietarixs representan hoy en día a élites
dominadas por hombres con un poder desproporcionado. Por
ello, creemos que Oxfam podría aportar un valor añadido a
la conversación global sobre la llamada “agenda de trabajo
decente”, los derechos de las mujeres y la reducción de la
desigualdad, recogida en la Agenda 2030 y los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) 5, 10 y 8. Sin embargo, queremos
hacerlo aportando un enfoque feminista a la conversación,
avanzando en una perspectiva que no busca simplemen-
te integrar más profundamente a las mujeres en el sistema
económico actual, sino que cuestiona ese mismo sistema en
su totalidad.
Para ello, recurrimos a un análisis de economía política fe-
minista para abordar las causas profundas de las desigual-
dades estructurales desafiando primero la economía como
ciencia tradicionalmente dominada por los hombres que no
tiene en cuenta el valor y la riqueza de la vida. A nivel ma-
cro, hemos identificado la ideología neoliberal y las políticas
macroeconómicas como la piedra angular que ha fomentado
una carrera a la baja por los derechos laborales y ha debili-
tado el poder de negociación de lxs trabajadorxs (especial-
mente de las mujeres en los suelos pegajosos) para poder
proteger sus ingresos y sus derechos. Esta carrera cuesta
abajo ha sido impulsada por la globalización y la competen-
cia internacional a través de la inversión extranjera directa,
la creciente desregulación y el fundamentalismo del merca-
do, la creciente financialización de la economía y la búsque-
da de la maximización a corto plazo de los beneficios de los
© Pablo Tosco/Oxfam Intermón.
Septiembre 2018. Zumaia, País Vasco, España. Grupo de trabajadoras del sector doméstico y del hogar.
26 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
dividendos a cualquier precio.
De hecho, la creciente flexibilidad del mercado laboral ha
establecido los parámetros de un nuevo entorno propicio
para la explotación de lxs trabajadorxs migrantes. Un cre-
ciente conjunto de investigaciones está revelando cada vez
más condiciones laborales cercanas a la esclavitud, espe-
cialmente para las mujeres en los segmentos más desfavo-
recidos del mercado, tales como jornalerxs y trabajadorxs
domésticxs, que quedan atrapadxs en relaciones laborales
de explotación y que incluyen métodos arbitrarios de con-
trol por parte de lxs empleadorxs, retención de pasaportes,
servidumbre por deudas y el uso o la amenaza de violencia.36
Por otro lado, la legislación y las políticas nacionales que
determinan la condición de migrante desempeñan un papel
activo en la reproducción de la precariedad laboral de las
mujeres migrantes, regulando no solo el flujo de migrantes
hacia un país determinado, sino también los tipos de migran-
tes que están a disposición de lxs empleadorxs. Las norma-
tivas de migración actuales tienden a ser restrictivas y a no
disponer de canales regulares, por lo que crean mercados
laborales paralelos que les conducen a la economía informal.
Incluso cuando existen canales regulares, la contratación y
el despliegue en los países de destino pueden tener lugar
en virtud de acuerdos bilaterales intergubernamentales que
hacen caso omiso de las normas internacionales, permiten
restricciones de los derechos laborales de lxs trabajadorxs
migrantes en los países de destino y facilitan el trato discri-
minatorio, incluidas las estipulaciones de una remuneración
diferente por el mismo trabajo y las prohibiciones explícitas
sobre la organización sindical.37
Imagen 3: Causas estructurales
que socavan el acceso de las mujeres
a un trabajo digno
Ideologías
y políticas
neoliberales.
Normas y
creencias sociales
discriminatorias
Distribución
injusta del
trabajo de
cuidados no
remunerado
Políticas
discriminatorias
hacia mujeres
y niñas
Silenciamiento
de las voces
de las mujeres
Patriarcado
CAPITALISMo
En general,el actual modelo económico capitalista funciona
dentro de un sistema patriarcal en el que ambos sistemas
refuerzan múltiples capas de desigualdad que se entrecru-
zan en función del género, la clase, la raza, la etnia, la edad,
la nacionalidad, la identidad sexual, la diversidad funcional
y la condición de migrante. El actual modelo económico glo-
bal se basa en el trabajo no remunerado, invisible e infrava-
lorado de las mujeres, que genera beneficios y acumulación
de riqueza para los demás. También se basa en la búsqueda
del “crecimiento”, apoyándose especialmente en las muje-
res que se encuentran en el suelo pegajosos y por debajo de
él, que tradicionalmente se han considerado en los márge-
nes de la economía pero que de hecho son fundamentales
para ella -especialmente las mujeres migrantes, jóvenes y
las mujeres que son las únicas proveedoras de su familia.
Abordar las causas estructurales de la injusticia de géne-
ro y las desigualdades económicas implica transformar las
normas sociales y sistemas de creencias perjudiciales que
reproducen y normalizan la discriminación contra las muje-
res, a la vez que abordamos la falta de reconocimiento y la
distribución injusta del trabajo de cuidados, y revertimos la
infrarrepresentación en espacios formales e informales de
influencia a escala local, nacional e internacional.38
El actual sistema neoliberal define el trabajo como una ac-
tividad productiva que es remunerada, ignorando a las mu-
chas personas, en particular a las mujeres, que se dedican
a actividades económicas; así como a lxs desempleadxs y
al trabajo no remunerado que contribuye a las familias y a
sus comunidades de muchas maneras productivas. Nuestra
intención es desafiar esta definición de “trabajo”, que equi-
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 27
vale solo a las actividades que pueden plasmarse dentro
de las cuentas nacionales, contadas como “productivas” y
pagadas. También queremos ampliar la noción de “lugar de
trabajo” e incluir aquellos espacios en los que trabajan las
titulares de derechos de la iniciativa (como casas, parques
y calles). En Oxfam creemos que el trabajo remunerado y no
remunerado de las mujeres debe ser reconocido, valorado,
representado y redistribuido.
Como respuesta a este amplio contexto, el enfoque de Oxfam
en el trabajo digno se basa en el concepto ampliamente
aceptado de la OIT de trabajo digno y sus principales dimen-
siones, pero va más allá para abarcar plenamente la noción
de trabajo como una más de las dimensiones valiosas que
permite alcanzar una vida digna. Construyendo sobre la co-
nocida agenda de la OIT, pretendemos dar un paso más para
romper los límites de lo que se define como trabajo con el
fin de asegurar un sentido individual y colectivo de dignidad
para las mujeres. Para Oxfam, el trabajo digno implica 10 ele-
mentos primordiales:
© Wandile Xaba / Oxfam South Africa.
Trabajo
digno
Noción
y estándares
del Trabajo
Decente
Vidas dignas
El reconocimiento de que el trabajo de cuidados no remu-
nerado es un trabajo y debe importar y valorarse como tal, y
que debe distribuirse más equitativamente entre el Estado,
el sector privado, las OSC, hombres y mujeres, mediante
mejoras en la infraestructura, la tecnología y los servicios
públicos.
Control total sobre
los ingresos generados
del trabajo.
El disfrute del derecho al trabajo
y la igualdad de oportunidades
de empleo.
Estabilidad y seguridad en el trabajo,
así como oportunidades para la me-
jora de las capacidades y habilidades
y para acceder a sendas de trabajo
digno.
Una distribución
equilibrada de la vida
personal, familiar
y laboral.
Protección social para
todxs lxs trabajadorxs y
las personas a su cargo,
incluyendo el acceso a
la atención médica apro-
piada, el derecho a bajas
pagadas por enferme-
dad y vacaciones, bajas
permisos por maternidad y
paternidad remuneradas,
pensiones e indemni-
zaciones adecuadas en
caso de desempleo o de
reducción o insuficiencia
de los ingresos.
Remuneraciones que
satisfagan al menos sus
necesidades básicas para
permitir un nivel de vida
digno (incluyendo salarios
dignos en el caso de lxs
asalariadxs).
Libertad de movimiento y
comunicación, así como pre-
vención y erradicación de prác-
ticas de coerción y cualquier
tipo de violencia, asegurando
un ambiente de trabajo seguro
y saludable para las mujeres.
Salario igual por un trabajo
de igual valor.
El respeto de los derechos de lxs trabajadorxs,
incluida la libertad de asociación, la libertad de
formar sindicatos y participar en la negociación
colectiva, y la prohibición de todas las formas
de trabajo forzoso/tráfico para la explotación
laboral, la eliminación del trabajo infantil y la no
discriminación en el trabajo.
1
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Imagen 4:
Decálogo de Oxfam sobre
el trabajo digno para las mujeres
28 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
Oxfam cree que la dignidad es una característica universal
inherente a cada individuo. Así, el trabajo digno es el que
permite a lxs trabajadorxs ser respetadxs como seres hu-
manos, no como medios de producción, y que rechaza la
También queremos ampliar la
noción de “lugar de trabajo” e
incluir aquellos espacios en los que
trabajan las titulares de derechos
de la iniciativa. En Oxfam creemos
que el trabajo remunerado y no
remunerado de las mujeres debe ser
reconocido, valorado, representado y
redistribuido.
mercantilización del trabajo. El trabajo digno es aquel que
preserva el sentido del orgullo, la autoestima y el valor de
lxs demás. Si bien se reconoce la importancia del sentido in-
dividual de la autoestima y el valor, el trabajo digno también
implica la posibilidad de que las mujeres reconozcan colec-
tivamente su condición de trabajadorxs y profesionales, es-
pecialmente cuando trabajan en sectores muy feminizados
que se consideran poco cualificados, reciben bajos salarios
y cuya “invisibilidad” las deja a merced de algunas de las
violaciones más flagrantes de sus derechos como seres hu-
manos y como trabajadorxs. Por este motivo, la definición de
trabajo digno resuena con el trabajo que permite que florez-
ca la voluntad colectiva y la organización para la acción. Es el
primer paso para crear sistemas de apoyo mutuos y reclamar
colectivamente los derechos de las mujeres.
Lecciones aprendidas
del trabajo de Oxfam
07
Documento estratégico, septiembre 2019
© Rushdi Alsaraj/OXFAM 2018
30 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
La iniciativa se basa en las experiencias y el aprendizaje de
diferentes programas de países, entre ellos Marruecos, Ban-
gladesh, los Territorios Palestinos Ocupados e Israel, Túnez,
Vietnam, Laos, Camboya, Sudáfrica, Nicaragua, Guatemala,
México, Pakistán y Australia, España, EE. UU. y del Equipo
del Sector Privado, los programas y Knowledge Hube sobre
Women’s Economic Empowerment y la iniciativa Women’s
Economic Empowerment-Care (WE-Care).
La iniciativa complementa el trabajo de Oxfam sobre justicia
fiscal en el marco del programa global Rendición de cuen-
tas fiscal para la reducción de la desigualdad (FAIR-EiU!).
En este sentido, nuestra iniciativa de trabajo digno se basa
en el supuesto de que la sociedad civil mantendrá un pa-
pel activo en la vigilancia, el seguimiento y la presión sobre
las partes interesadas públicas para garantizar una inver-
sión pública progresiva en la protección social, los servicios
esenciales y la infraestructura.
Hasta ahora, algunas de las lecciones clave que guiarán las
estrategias e intervenciones del programa global han sido
las siguientes:
• Las investigaciones sólidas son claves para el aprendizaje
y asegurar la calidad de nuestros programas. La experien-
cia previa de Oxfam ha demostrado que la investigación
a escala tanto nacional como global permite poner en el
punto de mira los déficits de trabajo dignos identificados
por las mismas mujeres. La investigación participativa
asegura que nuestros programas se basan en experien-
cias y voluntades reales de las mujeres.
• Promover el diálogo entre lxs proveedores y lxs minoristas
ha demostrado ser una estrategia acertada de actuación
ante las cadenas de valor del sector privado.
• Provocar el cambio lleva tiempo. Esta iniciativa requiere un
compromiso a largo plazo, ya que asegurar un cambio sos-
tenible lleva tiempo. Tenemos que ir más allá de un ciclo
de 3 años para lograr un cambio sostenible. Especialmente
cuando trabajamos con el sector privado, y cuando inten-
tamos cambiar normas sociales y sistemas de creencias
profundamente arraigados, es necesario evitar expecta-
tivas poco realistas para lograr victorias rápidas y soste-
nidas. Las mejoras suelen ser graduales y pueden tardar
muchos años.
07. Lecciones aprendidas
del trabajo de Oxfam hasta ahora
©Shirin Abbasy / Oxfam Pakistan
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 31
• Los programas y campañas exitosas combinan al menos
tres estrategias diferentes, como la incidencia para la re-
forma de las políticas, el cambio de las conductas corpora-
tivas y de consumo, y el cambio de las normas sociales de
género profundamente arraigadas.
• Las empresas tienden a escuchan a las personas que com-
pran sus productos. Oxfam puede y hará mucho más para
impulsar el poder de lxs consumidorxs.
• En la influencia ante el sector privado, se debe considerar
un enfoque piloto como base para el trabajo de influencia
a gran escala. En este sentido, Oxfam en Marruecos está
probando la viabilidad de la tecnología de block chain con
finalidad social para hacer frente a la violación sistemática
de los derechos a la que se enfrentan las mujeres trabaja-
doras en la cadena de valor global de la fresa.
• La importancia de promover la organización colectiva como
forma de promover la formalización de las condiciones y la
conquista de derechos laborales. Por ejemplo, lxs traba-
jadorxs a domicilio y lxs recicladorxs en América Latina y
Asia se encuentran en la primera línea de los movimientos
cooperativos, y han logrado obtener el reconocimiento de
sus Gobiernos mediante la obtención de contratos, planes
de protección social y otros derechos laborales.
• Aunque lograr un cambio en las políticas representa un
éxito, la aplicación y el cumplimiento de las mismas son
igualmente importantes para asegurar un cambio sosteni-
ble. Oxfam debe vigilar la aplicación y el grado de cumpli-
miento para medir el cambio.
• Asegurarse de que las tácticas y los instrumentos de la
campaña sean coherentes y de que las comunicaciones y
los instrumentos de la campaña elegidos son los que lxs
agentes de cambio utilizan o están dispuestos a utilizar.
Puede encontrarse una revisión más comprehensiva de las
lecciones aprendidas y los resultados del trabajo actual de
Oxfam sobre el derecho de las mujeres a un trabajo digno en
el documento de sistematización de Logros y Aprendizajes
de Oxfam. Además, seguiremos fomentando las conexiones
y aprovechando las enriquecedoras lecciones aprendidas
de organizaciones como la OIT, WIEGO, la CSI y otras organi-
zaciones afines que comparten objetivos y valores similares.
©GMB Akash/Panos/OxfamAUS
Echa un vistazo a los Logros y
Aprendizajes sobre el derecho de
las mujeres a un trabajo digno aquí
Recursos
clave
32 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
© Pablo Tosco / Oxfam Intermón.
Charifa Beja rodeada de su familia, horas antes de su primer viaje fuera de Marruecos. Dará su testimonio en un foro en Jordania organizado por Oxfam sobre el liderazgo transformador de
las mujeres. Aunque toda la familia ha dependido de su salario en los campos de fresas y en las fábricas, sus padres confían en que esta nueva dirección del activismo le dará un futuro
mejor. Ksar El Kebir, 2013.
En 2009, Oxfam detectó graves violaciones de los derechos de las mujeres en el sector de la exportación de fresas
en Marruecos. Entre otras, la falta de contratos laborales; el incumplimiento de los salarios mínimos legales y de
las horas de trabajo; los bajos niveles de registro de la Seguridad Social; la falta de documentos de identidad entre
las mujeres trabajadoras; el acoso sexual en el contexto de la contratación y el desplazamiento desde y hacia los
lugares de trabajo; y la falta de cumplimiento de las normas de salud y seguridad en el lugar de trabajo.
Oxfam y sus organizaciones socias pusieron en marcha un programa para mejorar las condiciones de trabajo y el
respeto por los derechos de las mujeres, reuniendo a todas las partes interesadas a través de un proceso par-
ticipativo y de iniciativas de incidencia. Se fomentaron las relaciones entre la sociedad civil, las instituciones
estatales, productorxs de fresas, las trabajadoras y el sector privado, incluidos los partenariados con importadorxs
y minoristas británicxs, francesxs, españolxs y suecxs. El programa también fomentó el liderazgo transformador a
favor de los derechos de las mujeres dentro del sector.
Después de siete años de intervención, los resultados incluyen lo siguiente:
• Las mujeres trabajadoras en el sector de los frutos rojos son conscientes de sus derechos humanos y laborales,
y han mejorado su capacidad de organización mediante la creación de asociaciones para fortalecer su poder de
negociación y hacer que sus voces se escuchen.
• Mejores condiciones para las trabajadoras, de forma que actualmente, más del 70% de la plantilla en las plantas
de envasado y procesado cuentan con documentos de identidad; se han denunciado 522 casos de violaciones de
los derechos laborales; y se ha detectado un aumento entre el 40 % y el 70 % de mujeres trabajadoras, dependien-
do de la región, que ahora están registradas para acceder a los beneficios de la Seguridad Social.
• Todxs lxs productores que abastecen el mercado del Reino Unido han implantado sistemas de registro de la Se-
guridad Social, estaciones de embalaje con la certificación necesaria y una notable mejora de la infraestructura de
salud y seguridad. Más del 70 % de las plantas de envasado y fábricas actualmente pagan el salario mínimo, y las
mujeres han informado que cuentan con opciones de transporte más seguras.
Logros hacia un trabajo digno en la cadena de valor de la fresa en Marruecos
Marco programático sugerido
por Oxfam para el Derecho de las mujeres
a un Trabajo Digno
08
Documento estratégico, septiembre 2019
© Pablo Tosco / Oxfam Intermón.
34 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
08. Marco programático sugerido por Oxfam
para el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno
I. La Teoría de cambio de la iniciativa
La imagen 3 ilustra la Teoría de Cambio (TdC) que queremos
usar para supervisar y probar cómo puede ocurrir el cambio
en el marco de las intervenciones dentro de nuestra Inicia-
tiva sobre el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno. La
TdC es compleja y no lineal, razón por la cual hemos incluido
varios resultados 39
que interactúan y se complementan en-
tre sí para fomentar los cambios acumulativos que se enca-
minan hacia el objetivo general.40
La negación de los derechos de las mujeres en el trabajo
es uno de los principales impulsores de las desigualdades
de género y económicas. Para Oxfam será prioritario traba-
jar con las organizaciones de derechos de las mujeres, las
organizaciones socias y lxs aliadxs para contribuir a que el
trabajo digno para las mujeres sea una realidad.
La iniciativa se basará en las propuestas en curso de Oxfam
y sus organizaciones socias en varios países, en particular
Imagen 5: Marco del derecho de las mujeres a un trabajo digno
© Luigi Forese / Oxfam au Maroc.
objetivo general de cambio
Las mujeres obtienen de manera progresiva más derechos laborales legalmente
protegidos y disfrutan de más oportunidades de trabajo digno dentro de
sociedades con una mayor distribución de la riqueza y el poder.
Cambian las narrativas y términos preexistentes del debate que sostienen el actual
sistema económico neoliberal a través de enfoques económicos feministas.
Enough!
el paraguas
EiU!-FAIR GROW/BtB
RESULTADO 4
Se promueven prácticas,
culturas de empresa y
modelos de negocio
alternativos que se
comprometen con una
mayor justicia de género y el
derecho a un trabajo digno de
las mujeres a través de sus
cadenas de valor.
RESULTADO 3
RESULTADO 2
Se consigue una
organización
socialmente más justa
del trabajo de cuidados
a través de políticas de
cuidados que ponen
los derechos de las
mujeres y la justicia
social en el centro.
Resultado 1
Los cambios
políticos e
institucionales
apoyan un trabajo
digno y defienden
los derechos de las
mujeres.
El poder
colectivo y
organizativo
de las mujeres
para el cambio
político se ve
reforzado.
Los cambios en las normas sociales permiten
que las mujeres obtengan, mantengan
y se beneficien de un trabajo digno.
Un liderazgo transformador para los derechos de las mujeres
fortalece la capacidad de las mujeres de articular su voz
individual y colectiva y de reclamar su derecho a un trabajo digno.
Los fundamentos
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 35
en las regiones del Oriente Medio, el Magreb, la región de
Asia-Pacífico, Europa, los Estados Unidos, África del Sur,
América Latina y el Caribe.41
Oxfam y sus organizaciones socias trabajarán activamente
para apoyar la organización y el poder colectivo de las mu-
jeres como el principal desencadenante del cambio. Oxfam
en Sudáfrica, por ejemplo, a través de su plataforma de la
campaña Domestic Workers Rising y sus vínculos con orga-
nizaciones socias como la International Domestic Workers
Federation, ha fortalecido las capacidades de los grupos de
mujeres y de las trabajadoras del sector doméstico que se
organizan y ha contribuido a ejercer presión e influir en las
acciones políticas. Oxfam y sus organizaciones socias apo-
yarán y facilitarán la conexión entre los grupos de mujeres
y agentes, así como las personas influyentes de los medios
de comunicación, los sindicatos, lxs académicxs feminis-
tas, las organizaciones de trabajadorxs y el sector privado.
Creemos que este programa es vital para contribuir a que las
mujeres ejerzan su derecho a un trabajo y una vida dignos,
y a que vivan en sociedades en las que la riqueza y el poder
se distribuyan de forma más equitativa para favorecer a mu-
chxs en lugar de a unxs pocxs. Esto también significa que
contribuiremos a un cambio global de poder del 1 % al 99 %,
reclamando la economía como una herramienta integral
para satisfacer las necesidades de las personas y sostener
la vida y el planeta en sí mismo, no solo como un vehículo
para que las élites obtengan beneficios a corto plazo, como
muchas economistas feministas han defendido desde hace
décadas (Amaia Pérez Orozco, Diane Elson, Lourdes Bene-
ría y Diane Perrons, por mencionar algunas). Aprovechando
los momentos globales de campañas públicas, como los in-
formes anuales de Oxfam sobre la desigualdad ante el Foro
Económico Global de Davos, o los hitos globales de la Cam-
paña “Behind the Barcodes”, ya estamos introduciendo en
el debate global cómo podría ser una economía de este tipo
y qué impacto tendrían unas condiciones de trabajo dignas
en la vida de las mujeres.
El primer fundamento para este trabajo es que las muje-
res tengan el espacio y los recursos que necesitan para
definir sus demandas de trabajo digno y así conseguir los
cambios que quieren en sus vidas. Promover el liderazgo
transformador de las mujeres para conseguir sus derechos,
por lo tanto, forma el primer elemento fundamental del pro-
grama. Basándonos en el Marco de Oxfam sobre Liderazgo
Transformador para los Derechos de las mujeres (TLWR, en
inglés), que ya se ha puesto en marcha con éxito en varios
países, haremos lo siguiente: apoyar la concienciación de
las mujeres sobre sus derechos laborales; facilitar la orga-
nización de las mujeres como trabajadoras; apoyarlas en el
refuerzo de sus capacidades, su confianza y la autoesti-
ma que necesitan para influir en quienes ocupan posicio-
nes de poder a fin de lograr los cambios que desean ver;
y obligar a comprometer a quienes tienen el poder de fa-
cilitar el cambio. El enfoque de los TLWR de Oxfam trata de
promover los derechos de las mujeres basándose en cinco
pilares de trabajo: reforzar el conocimiento, la conciencia
y las capacidades individuales; construir la sostenibilidad
de las organizaciones y redes de derechos de las mujeres;
influir en las normas informales y las prácticas excluyentes
y en las reglas y políticas formales; así como promover la
responsabilidad social para el avance de los derechos de
las mujeres.
La fructífera labor realizada en los TLWR de Marruecos para
fortalecer la acción colectiva de las trabajadoras a escala
local ha sido la base para abordar las violaciones de los de-
rechos y proporcionar recursos a las mujeres que trabajan
en fábricas y granjas, aumentar el acceso de las trabajado-
ras a la información sobre los derechos laborales y lograr
una mejora de las condiciones de trabajo en el sector de los
frutos rojos. Paralelamente, a escala nacional, se han crea-
do mesas redondas de partes interesadas para fomentar la
colaboración entre lxs productorxs de fresas marroquíes, la
sociedad civil, las instituciones estatales, lxs expertxs y las
mismas mujeres trabajadoras. El reconocimiento de que el
cambio a nivel individual de las mujeres modificará la con-
ciencia, las actitudes y los comportamientos de otras per-
sonas influyentes proporciona la base para el cambio colec-
tivo, incluidos los cambios en las normas discriminatorias,
las prácticas del sector privado, un mayor reconocimiento y
redistribución del trabajo de cuidados y los cambios en las
políticas e instituciones.
El reconocimiento de que el cambio
a nivel individual de las mujeres
modificará la conciencia, las
actitudes y los comportamientos
de otras personas influyentes
proporciona la base para el cambio
colectivo, incluidos los cambios
en las normas discriminatorias, las
prácticas del sector privado, un mayor
reconocimiento y redistribución del
trabajo de cuidados y los cambios en
las políticas e instituciones.
36 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
El segundo fundamento de este trabajo son las normas so-
ciales. La iniciativa se basará en propuestas existentes de
cambio de normas sociales como (por ejemplo) la campaña
“Enough!” de Oxfam, la iniciativa “Women’s Economic Em-
powerment and Care” (WE-Care), la incidencia en la econo-
mía de los cuidados en Colombia, México y Bolivia, y el WEE
Knowledge Hub.
Oxfam cree que los cambios
incrementales para redefinir
las normas sociales existentes
conducirán finalmente a que las
mujeres tengan más opciones,
mejores condiciones de trabajo y
disfruten de un trabajo y una vida
dignos, independientemente del
trabajo que realicen.
Si realmente queremos cambiar el
equilibrio de poder de unxs pocxs a la
mayoría y reclamar la economía como
una herramienta para servir a las
necesidades de todas las personas
y sostener nuestro planeta, tenemos
que empezar preguntándonos qué
es la economía y cuáles son sus
objetivos principales.
Visita aquí el Marco de Oxfam del
Liderazgo Transformador para los
Derechos de las mujeres que incluye
estrategias inspiradoras clave para
conseguir el cambio dentro de sus
cinco pilares de trabajo.
Recursos
clave
Las organizaciones socias de Oxfam y de los derechos de
las mujeres (UWONET, PKKK, FEM- NET) han cuestionado la
percepción de que el trabajo no remunerado y las activi-
dades de cuidados son “no laborales”, no especializadas y
de escaso valor, tanto directamente con las comunidades
como en la política del Gobierno nacional y la publicidad
corporativa. Oxfam y sus organizaciones socias también
han promovido una mayor participación de las mujeres (y los
hombres) en ocupaciones no tradicionales. Todas estas ac-
ciones han contribuido a un cambio de las normas sociales
de género y de las normas sobre la actividad económica
que actualmente impiden a las mujeres realizar de manera
efectiva su derecho a un trabajo digno. Oxfam cree que los
cambios incrementales para redefinir las normas sociales
existentes conducirán finalmente a que las mujeres tengan
más opciones, mejores condiciones de trabajo y disfruten
de un trabajo y una vida dignos, independientemente del
trabajo que realicen.
Por un lado, Oxfam y sus organizaciones socias están traba-
jando para desafiar y redefinir las normas sobre los roles
económicos de género que contribuyen a la segregación
ocupacional generalizada y duradera, la inseguridad labo-
ral de las mujeres, la creciente precariedad en el trabajo y
la desigual responsabilidad de las mujeres en el trabajo de
cuidados, por nombrar algunas de las realidades cotidianas
a las que se enfrentan las mujeres en el suelo pegajoso y por
debajo de él. Las comunicaciones públicas, basadas en una
rigurosa investigación de las normas en un contexto especí-
fico, ponen en tela de juicio ciertas creencias acerca de que
las mujeres son amas de casa y los hombres son el sostén
de la familia. Las normas sobre las cualidades intrínsecas
masculinas y femeninas suelen ser problemáticas, como el
hecho de que las mujeres tengan unas manos más habili-
dosas, mientras que se espera que los hombres realicen un
trabajo pesado, técnico y físico. Oxfam seguirá colaborando
con sus organizaciones socias y aliadxs utilizando diversas
estrategias (entre ellas la investigación, la movilización po-
pular, el refuerzo de capacidades a escala comunitaria, el
entretenimiento educativo y las campañas) para poner de
manifiesto el papel fundamental que desempeñan esas
normas. El objetivo es ayudar a desplazar una de las causas
fundamentales más omnipresentes, estructurales y dura-
deras de la injusticia de género en el ámbito laboral.
Por otra parte, Oxfam y sus organizaciones socias también
están trabajando para poner de relieve el papel que desem-
peñan las normas sobre la economía en varios ámbitos de la
formulación de políticas y en las prácticas del sector privado
que impiden a las mujeres acceder a un trabajo digno. Por
ejemplo, las normas que transmiten que la economía es solo
el llamado “mercado” (ignorando las actividades no mercan-
tiles) o las normas que no reconocen los hogares privados
como lugares de trabajo ayudan a perpetuar la exclusión de
las trabajadoras del sector doméstico y/o con base en el
hogar de la legislación laboral, y el fracaso de las estadísti-
cas para captar a lxs cuidadorxs no remuneradxs como inte-
grantes de la mano de obra. Cuando el trabajo de cuidados
(remunerado y no remunerado) se entiende como un sector
de la economía, con condiciones arduas y peligrosas (por
ejemplo, humo en interiores, trabajo físico duro, triple carga
Documento estratégico, septiembre 2019
INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 37
de trabajo de cuidados) en lugar de “trabajo insignificante” o
“trabajo ligero” (como se detecta en las investigaciones con
grupos focales), entonces, los agentes de cambio pueden
promover aumentos en los presupuestos estatales, la inver-
sión en infraestructura y los servicios sociales. Los análisis
de la relación de costes-beneficios no se realizan en el va-
cío, sino que están influidos y enmarcados por las normas
de género y las normas sobre la economía que deben cues-
tionarse y desentrañarse para hacer realidad el derecho de
las mujeres a un trabajo digno. El reconocimiento de que el
cambio también necesita abordar normas sociales profun-
damente arraigadas proporciona la segunda base para cam-
bios duraderos en el ámbito de la elaboración de políticas,
cambios en la actual organización social de los cuidados y
prácticas del sector privado.
Por último, creemos en contribuir al intercambio de ideas,
narrativas y cambio de paradigma a través de un enfoque
económico feminista, con un estudio crítico de la econo-
mía, incluyendo la metodología, la historia y la investigación
empírica que ofrezca una visión alternativa que supere las
bases androcéntricas del análisis económico. Si realmente
queremos cambiar la balanza del poder de unxs pocxs a la
mayoría y reclamar la economía como una herramienta para
servir a las necesidades de todas las personas y sostener
nuestro planeta, tenemos que empezar a preguntarnos qué
es la economía y cuáles son sus principales objetivos. Este
enfoque nos recuerda que en el centro de la sociedad se
encuentran los procesos que sostienen la vida, que son ge-
neralmente no remunerados y en su mayoría realizados por
mujeres, constituyendo la base de la organización de los
sistemas sociales y económicos.
Utilizando un marco analítico feminista y un análisis ex-
haustivo de poder, necesitamos revisar nuestro análisis
económico y político para asegurarnos de que se inserta en
un análisis feminista cuando se estudia el ámbito del tra-
bajo. Debemos mirar no solo los espacios formales de toma
de decisiones, sino también cómo las normas sociales, las
prácticas informales y las élites sostienen el actual modelo
económico, que beneficia al 1 %. Debemos mostrar pruebas
convincentes para cambiar la narrativa, usando continua-
mente un enfoque económico feminista para cambiar los
términos del debate sobre el trabajo digno, y fortalecer las
conexiones con las campañas globales de Oxfam “Even it
Up!”, “Behind the Brands” y “Enough!”.
Mediante el uso de su poder de convocatoria, el fortaleci-
miento de las capacidades y los conocimientos técnicos,
y la capacidad de movilizar recursos, el papel de Oxfam es
facilitar, apoyar y actuar como organización aliada y res-
petuosa, para ayudar a amplificar las voces de las mujeres
trabajadoras, y apoyar las formas de abrir el espacio político
para que las organizaciones socias estratégicas y las partes
interesadas colaboren en la promoción de un trabajo dig-
no para las mujeres en el suelo pegajoso y por debajo de él.
Para poder poner a las mujeres en el centro de estas accio-
nes hay que tener en cuenta el hecho de que tomar el con-
trol de la acción política es la forma más poderosa y efectiva
de lograr un cambio sostenible en sus vidas. El apoyo a las
organizaciones de derechos humanos, a las organizaciones
y redes laborales de las mujeres, y el equipamiento de lxs
trabajadorxs con habilidades de incidencia y campaña para
influir en lxs titulares de obligaciones y de poder constituye
una parte clave de la estrategia general.
Para comprender las dimensiones específicas del poder
y los contextos culturales que determinan los obstácu-
los para la consecución del derecho de las mujeres a un
trabajo digno, los enfoques, estrategias y actividades es-
pecíficas del programa diferirán según el país, la región,
la ubicación y el contexto. Oxfam utilizará su considerable
experiencia en la convocatoria de alianzas entre grupos y
organizaciones aparentemente dispares, incluidos sindi-
catos, empresas del sector privado, donantes, Gobiernos y
organizaciones comunitarias. La realización de un análisis
minucioso del poder en cada contexto dará lugar a procesos
y estrategias para apoyar el cambio deseado. Este análisis
también revelará las oportunidades de cambio positivo y las
lagunas que deben abordarse.
© Mathieu-Etienne Gagnon / Oxfam. Nicaragua, 2015.
38 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO
Documento estratégico, septiembre 2019
Los elementos básicos descritos anteriormente tratarán de
contribuir a diversos objetivos en el marco de los cuatro re-
sultados siguientes:
Resultado 1 - El poder organizativo y
colectivo de las mujeres
¿Por qué? Apoyar a las mujeres en toda su diversidad a
construir y consolidar su poder colectivo y organizarse para
la acción debería ser el centro de cualquier programa de tra-
bajo digno para las mismas. Como se estipula en la defini-
ción de Oxfam del trabajo digno, la dignidad implica no solo
un sentido individual de autoestima, sino también el reco-
nocimiento colectivo del papel de cada mujer como trabaja-
dora o profesional (un sentimiento colectivo de autoestima
y de valor añadido al trabajo que se realiza), especialmente
en sectores históricamente feminizados, mal pagados e “in-
visibles” (como el trabajo doméstico). Este es un paso esen-
cial para que la solidaridad colectiva florezca en empleos
en los que las mujeres han sufrido graves violaciones de sus
derechos; también es una condición previa para crear siste-
mas de apoyo mutuo que permitan a las mujeres organizar
y reclamar colectivamente sus derechos. Para ello, Oxfam
debe estar dispuesto a comprender y promover la necesidad
y facilitar los procesos de solidaridad entre mujeres de di-
versas identidades que se enfrentan a graves abusos de sus
derechos en sectores específicos de la economía (como la
industria textil y de la alimentación o el trabajo doméstico).
¿Qué? Los cambios específicos a los que contribuirá la ini-
ciativa son los siguientes.
1. Las redes y acción colectiva (en línea y presenciales) son
reforzadas entorno a los temas de trabajo digno de las mu-
jeres (por ejemplo, redes de mujeres del sector del trabajo
doméstico).
2. Mujeres en el ámbito comunitario y de base se organizan
para involucrase y conectar con organizaciones y/o redes
más extensas que trabajan en el ámbito de los derechos
de las mujeres para documentar los abusos de los dere-
chos de las mujeres en el trabajo (en el sector público o
privado) e influir en los procesos de adopción de decisio-
nes en ambos sectores.
3. Las voces de las mujeres y el liderazgo transformador son
potenciadas en las organizaciones de trabajadorxs, las
cooperativas de productorxs y sindicatos.
4. Conexiones más fuertes entre los sindicatos de mujeres
y los colectivos organizados (por ejemplo, mujeres traba-
jadoras del sector doméstico, organizaciones de mujeres
trabajadoras migrantes) son construidas como medio para
mejorar las negociaciones colectivas.
Resultado 2 - Una organización social
más justa del trabajo de cuidados
¿Por qué? En todo el mundo, sin excepción, las mujeres
desempeñan la mayoría del trabajo de cuidados no remu-
nerado, y también representan la abrumadora mayoría de la
mano de obra del trabajo de cuidados remunerado global.
Las mujeres, habitualmente, reciben poco o ningún reco-
nocimiento por el trabajo de cuidados, que a pesar de ser
ampliamente invisible y no definirse como un trabajo en sí,
es en realidad el trabajo que hace posible cualquier otro tipo
de trabajo y sostiene la vida, las personas y la economía.
¿Qué? Sobre la base del trabajo existente desarrollado por
las iniciativas WE-Care e influyendo en las agendas sobre
políticas de cuidados iniciadas en varios países de las re-
giones MENA y LAC, los cambios específicos a los que con-
tribuirá la iniciativa son los siguientes.
1. El Gobierno y los actores del sector privado reconocen el
derecho de las mujeres y las chicas al trabajo de cuidado
remunerado y no remunerado como una contribución vital
a la economía y gestionan su distribución desigual como
una prioridad.
2. Lxs tomadorxs de decisiones recopilan de forma regular
datos sobre el trabajo de cuidados y doméstico no re-
munerado y redactan informes nacionales que reflejan el
trabajo informal y no remunerado que las mujeres llevan
a cabo.
3. Las políticas y las estrategias nacionales incluyen com-
promisos concretos y medidas para redistribuir más equi-
tativamente el trabajo de cuidados no remunerado – tanto
en el seno de las familias como entre las familias, el Esta-
do, las organizaciones de la sociedad civil (OSC), las co-
munidades y el sector privado. Las políticas podrían incluir
permisos parentales adecuados, guarderías públicas o
programas de cuidados para la tercera edad disponibles
para las mujeres, especialmente para las que viven en la
pobreza.
II. Resultados de la iniciativa
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  • 2. 02 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019
  • 3. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 03 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES1 , EN TODA SU DIVERSIDAD, A UN TRABAJO DIGNO 1. Utilizamos la expresión las mujeres en toda su diversidad para reconocer las luchas, las identidades, la integridad corporal y la interseccionalidad del movimiento feminista y de las mujeres que se organizan con el fin de incluir a todas y todes en el espectro de la identidad de género, sin excluir a las mujeres intersexuales y transexuales. Resumen de la iniciativa 04 01. Análisis del problema y justificación de la iniciativa. Una crisis que ya no podemos tolerar: reclamamos el derecho de las mujeres a un trabajo digno. 05 02. El vínculo entre la desigualdad económica y el derecho de las mujeres a un trabajo digno 09 03. ¿Quiénes son las titulares de derechos de la iniciativa? 11 04. El valor añadido de Oxfam 17 05. Organizaciones socias y alianzas 22 06. El Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno: El enfoque de Oxfam 24 07. Lecciones aprendidas del trabajo de Oxfam 29 08. Marco programático sugerido por Oxfam para el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno 33 I. Teoría de cambio de la iniciativa 34 II. Resultados de la iniciativa 38 Resultado 1 - El poder organizativo y colectivo de las mujeres 38 Resultado 2 - Una organización social más justa del trabajo de cuidados 38 Resultado 3 - Cambios institucionales y políticos 39 Resultado 4 - Prácticas del sector privado 40 III. Estrategias de la iniciativa 41 09. Hipótesis 45 10. Sostenibilidad e impacto de la iniciativa 47 11. Seguimiento, evaluación y aprendizaje 49
  • 4. 04 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 Resumen de la iniciativa A las mujeres trabajadoras se les están negando sus de- rechos, al tiempo que contribuyen a sostener un sistema económico que beneficia a una minoría, y no a la mayoría. Los estereotipos de género, los marcos jurídicos restric- tivos y la discriminación confinan a millones de mujeres a trabajos mal remunerados y de escasa calidad que sue- len ser temporales, a tiempo parcial o de temporada. Las mujeres constituyen la gran mayoría de trabajadorxs de la economía informal, a menudo en condiciones de trabajo inseguras, sin derechos ni beneficios laborales. Las mu- jeres, en toda su diversidad, también se encargan mucho más del trabajo de cuidados (remunerado y no remunerado) que los hombres, lo que les deja poco tiempo, cuando lo tienen, para seguir con su educación/formación adicional para conseguir un trabajo mejor, el ocio o las actividades cívicas y políticas. Oxfam tiene por objetivo lanzar una iniciativa global para apoyar el derecho de las mujeres a un trabajo digno como base para una vida digna. Se centrará en las mujeres de las zonas rurales y urbanas (y en las que se desplazan entre ambas para trabajar), en las mujeres del sector formal e in- formal y en las mujeres de una amplia gama de sectores y diversidades, desde quienes trabajan en el sector domés- tico, las mujeres trabajadoras del sector textil y fábricas, las trabajadoras de la industria hotelera, las de la econo- mía de plataforma y las trabajadoras a domicilio. Queremos redefinir el “valor” en lo que respecta al trabajo, utilizando un enfoque económico feminista, de modo que el trabajo de cuidados no remunerado se tenga en cuenta y valore como tal, y se promueva una distribución más justa del mismo entre el Estado, el sector privado, las organizacio- nes de la sociedad civil y los hombres y las mujeres. La iniciativa se centrará en cuatro resultados: 1. Fortalecer la capacidad de las mujeres en toda su diver- sidad para organizar y construir su poder colectivo. 2. Conseguir una distribución más justa del trabajo de cui- dados (tanto remunerado como no remunerado) entre las mujeres y los hombres, entre las familias, las comunida- des, el Estado y el sector privado. 3. Crear un entorno propicio para el derecho de las mujeres a un de trabajo digno mediante cambios políticos e insti- tucionales. 4. Influir en las prácticas del sector privado para promover y garantizar el derecho de las mujeres a un trabajo digno a través de sus cadenas de suministro. Para obtener estos resultados, Oxfam utilizará la investi- gación, la incidencia y la influencia para contribuir a los cambios en las políticas, las leyes y las normas sociales, así como a los cambios en las prácticas del sector privado. Trabajaremos con organizaciones socias y aliadxs, apo- yaremos la participación y movilización de la ciudadanía y construiremos alianzas entre las organizaciones de dere- chos de las mujeres, los movimientos laborales y las redes de la sociedad civil para desencadenar un cambio en el de- bate y el comportamiento que sostenga a largo plazo los cambios de las normas en torno a las mujeres y el trabajo. También colaboraremos con el sector privado como organi- zaciones socias técnicas en esferas de trabajo clave iden- tificadas, como las cadenas de valor, con el fin de generar soluciones para un trabajo digno para las mujeres. Oxfam también invertirá en el fortalecimiento de las habilidades y capacidades de las mujeres, así como la promoción de sendas de trabajo dignas.
  • 5. Documento estratégico, septiembre 2019 Análisis del problema y justificación de la iniciativa. Una crisis que ya no podemos tolerar: reclamamos el derecho de las mujeres a un trabajo digno. 01 © Vilayvong Munelith / Oxfam Laos.
  • 6. 06 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 01. Análisis del problema y justificación de la iniciativa. Una crisis que ya no podemos tolerar: reclamamos el derecho de las mujeres a un trabajo digno. En todo el mundo, los derechos laborales y la vida de las mujeres, en toda su diversidad,1 está en riesgo. Hoy en día, 155 países cuentan con al menos una ley que otorga menos derechos económicos a las mujeres que a los hombres.2 En los países emergentes y en desarrollo, 1 de cada 4 muje- res con trabajo remunerado vive por debajo del umbral de la pobreza moderada. Esto se debe al hecho de que los es- tereotipos y discriminación de género confinan a millones de mujeres a trabajos insuficientemente pagados, en tra- bajos poco cualificados y precarios (a menudo temporales, a tiempo parcial o de corta duración) que normalmente son temporales y frecuentemente en la economía informal. Las mujeres están desproporcionadamente representadas en este tipo de trabajos, con salarios bajos y en descenso, una tendencia preocupante que está fomentando la desigual- dad económica y de género en todo el mundo.3 En el Sur Global, las mujeres representan la mayoría de lxs trabajadorxs en los peldaños inferiores de las cadenas de valor globales, ya sea en fábricas o plantaciones. Por ejem- plo, las mujeres conforman el 80 % de la mano de obra en la industria textil, que emplea alrededor de 4,2 millones de personas en todo el mundo.4 Las mujeres también están sobrerrepresentadxs en la economía informal. De hecho, en las regiones en desarrollo, hasta el 95 % del trabajo que realizan las mujeres 5 donde las políticas laborales y la pro- tección social son ínfimos, y donde las mujeres quedan re- legadas a trabajos altamente feminizados e infravalorados que se consideran una extensión de su trabajo de cuidados y reproductivo como el trabajo doméstico. En todo el mun- do, el 80 % de los 67 millones de personas empleadas como trabajadoras del sector doméstico son mujeres 6 y como destaca WIEGO, una proporción creciente de las mismas son mujeres jóvenes de hogares empobrecidos que buscan una vida mejor en las zonas urbanas y en países con rentas más elevadas. 7 De hecho, en todo el mundo, tres de cada cuatro trabajadorxs jóvenes trabajan en la economía informal,8 pero el paro y las tasas de informalidad son persistentemente mayores entre las mujeres jóvenes, a la vez que las transi- ciones del colegio al trabajo han demostrado ser más largas en el tiempo. 9 Este amplio espectro de trabajos realizados por mujeres tie- ne algo en común: no constituyen un trabajo digno. Más bien al contrario, los trabajos que realizan las mujeres no suelen estar lo suficientemente bien remunerados como para man- tener ni siquiera un nivel de vida básico, carecen de medidas de protección de salud y seguridad, se les niega el acceso a la protección social y no existen mecanismos para prevenir y responder a las violencias en el lugar de trabajo. Las mu- jeres están frecuentemente expuestas a la explotación y a diversas formas de violencias, con poco o ningún acceso a la justicia. A las mujeres que trabajan en zonas económicas especiales se les niegan sus derechos laborales al quedar excluidas de las leyes laborales nacionales en materia de remuneración, condiciones de trabajo y convenios colectivos. Para millo- nes de mujeres en el “suelo pegajoso” y por debajo de él 10 , su realidad es la de trabajar muchísimas horas, sin con- tratos y sin sueldos estables. Estas mujeres tienden a ca- recer de acceso a mecanismos de representación colectiva u otras formas de expresar sus necesidades y demandas.11 En todo el mundo, sin excepción, las mujeres realizan la ma- yor parte del trabajo no remunerado, ya sea en el hogar, en los negocios familiares, en su comunidad o para mantener y cuidar a sus familias. Si prestamos atención al trabajo de cuidados no remunerado, según el Consejo Económico y So- cial de las Naciones Unidas, los datos de las encuestas rea- lizadas en 83 países revelaron que, de promedio, las mujeres Las mujeres conforman el 80 % de la mano de obra en la industria textil, que emplea alrededor de 4,2 millones de personas en todo el mundo.4 Las mujeres también están sobrerrepresentadas en la economía informal. De hecho, en las regiones en desarrollo, hasta el 95 % del trabajo que realizan las mujeres se encuentra en la economía informal.5
  • 7. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 07 Suelos pegajosos Escaleras rotas Techos de cristal dedican 3 veces más tiempo al trabajo de cuidados no re- munerado que los hombres. 12 De hecho, en 2018, había 647 millones de cuidadorxs a tiempo completo en el mundo, 94 % de lxs cuales eran mujeres.13 Como se indica en el informe de Oxfam “Una economía que funcione para las mujeres”, el trabajo de cuidados no remunerado asciende a 10 billones de dólares en la economía mundial cada año, es decir, el equivalente a más de una octava parte de todo el Producto Interior Bruto (PIB) del mundo, y más que el PIB de la India, Japón y Brasil juntos.14 Las mujeres, habitualmente reciben poco o ningún reco- nocimiento por el trabajo de cuidados, que es en realidad el trabajo que hace posible cualquier otro tipo de trabajo y sostiene la vida, nuestras sociedades y economías. Debido a la distribución desigual del trabajo de cuidados, millones de niñas y especialmente mujeres jóvenes pierden oportu- nidades de educación, ingresos dignos y derechos socia- les que podrían haber disfrutado si el trabajo de cuidados se hubiera redistribuido adecuadamente;15 además, tienen menos tiempo libre para dedicar a otras actividades, como el ocio y el activismo político y cultural. Asimismo, el hecho Como se indica en el informe de Oxfam “Una economía que funcione para las mujeres”, el trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres aporta un valor de 10 billones de dólares a la economía global cada año - el equivalente a más de una octava parte de todo el Producto Interior Bruto (PIB) del mundo, y más que el PIB de la India, Japón y Brasil juntos. Imagen 1: La metáfora de la escalera de empoderamiento económico de las mujeres © Inmaculada Muñoz de Luna de que el trabajo de cuidados no se reparta por igual entre hombres y mujeres, el Estado y el sector privado implica que la mayor parte de las mujeres tengan trabajos a tiempo par- cial, tengan un empleo por cuenta propia o se dediquen al trabajo informal, todos ellos tipos de trabajo con escasos o nulos beneficios o seguridad laboral. La llamada “prosperidad” de nuestra economía global, que año tras año alimenta una creciente desigualdad, llevando
  • 8. 08 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 limpiando más de 15 millones de habitaciones de hotel en todo el mundo. Aunque estas mujeres apenas pueden llegar a fin de mes, lxs seis directorxs generales (CEO) mejor paga- dos que dirigen las cadenas hoteleras globales ganaron en 2016 más de 11,5 millones de dólares canadienses. Según la investigación de Oxfam, una camarera de piso en un cen- tro turístico de Punta Cana (República Dominicana) tardaría 2.883 días laborables para ganar tanto como lxs directorxs generales de los hoteles mejor pagados, o hasta 4.964 días en el caso de que trabajara en un hotel de Phuket (Tailan- dia).18 La explotación sistemática de estas mujeres en las grandes industrias es un claro ejemplo de cómo la economía global está diseñada para beneficiar a una elite enriquecida, a ex- pensas de la mayoría de la gente y de nuestro planeta. A fin de cuentas, las condiciones de trabajo abusivas tienen consecuencias en múltiples dimensiones de la vida de las mujeres en toda su diversidad - incluyendo la reducción o la inexistencia de beneficios como las prestaciones de ju- bilación en el futuro, minando su salud física y mental y sus niveles de bienestar. Viven en un sistema económico que claramente no funciona para ellas sino para unos pocos. A escala global, el 80 % de lxs 67 millones de personas del mundo que trabajan como empleadxs domésticxs son mujeres © Wandile Xaba / Oxfam South Africa. los límites ecológicos del planeta al extremo, depende en gran medida de la explotación de las mujeres más empobre- cidas, quienes están en los suelos pegajosos o por debajo de ellos. A modo de ejemplo, 3 de cada 4 trabajadorxs del sector textil son mujeres, una industria con un valor de más de 1.200 millones de dólares en todo el mundo (2014).16 Sin embargo, la investigación de Oxfam muestra que en las fá- bricas textiles en países como Bangladesh, las mujeres tra- bajadoras reciben solamente un 4 % del precio de una pren- da de vestir que se vende en Australia.17 En otro sector muy destacado, en la industria hotelera (que asciende a 7,6 billones de dólares o a un 10,2 % del PIB glo- bal), millones de mujeres trabajan como camareras de piso,
  • 9. El vínculo entre la desigualdad económica y el derecho de las mujeres a un trabajo digno 02 Documento estratégico, septiembre 2019 © Pablo Tosco / Oxfam Intermón. Myriam Agüero es la Secretaria General del Sindicato de Trabajadoras del sector doméstico del Paraguay.
  • 10. 10 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 ©Shirin Abbasy / Oxfam Pakistan situación migratoria, diversidad funcional, sexualidad, edad y otras características sociales. Al abordar la cuestión del trabajo digno sin prestar atención a estas fuerzas que se entrecruzan y refuerzan, Oxfam corre el riesgo de empeorar la desigualdad económica, ignorando algunas de las mayo- res barreras a las que se enfrentan las personas que se ven empujadas al fondo de nuestras economías y que hacen que cada vez se queden más rezagadas. A medida que nuestras economías luchan por lograr un cre- cimiento cada vez mayor a cualquier precio, y a medida que el cambio climático reduce los recursos disponibles, el pa- triarcado y la injusticia de género hará que las mujeres en toda su diversidad sigan viéndose empujadas cada vez más hacia abajo, explotadas por quienes tratan de obtener un margen de beneficios cada vez mayor por su trabajo, mar- ginadas por los Gobiernos que las consideran una fuente inagotable y elástica de trabajo gratuito y mal pagado, y no representadas en los espacios que van desde las salas de juntas hasta los parlamentos, donde se adoptan las deci- siones que afectan a sus vidas. Oxfam tiene la responsabili- dad de asegurarse de que amplificamos las voces de estas mujeres. Al abordar la cuestión del trabajo digno sin prestar atención a estas fuerzas que se entrecruzan y refuerzan, Oxfam corre el riesgo de empeorar la desigualdad económica, ignorando algunas de las mayores barreras a las que se enfrentan las personas que se ven empujadas al fondo de nuestras economías y que hacen que cada vez se queden más rezagadas. 02. El vínculo entre la desigualdad económica y el derecho de las mujeres a un trabajo digno Las desigualdades de género y económicas están inextri- cablemente vinculadas y se refuerzan mutuamente. Para que Oxfam tenga un impacto en ellas, debemos reconocer su importancia y trabajar para terminar con ambas simultá- neamente. Lxs trabajadorxs empleadxs en las formas de tra- bajo peor remuneradas y más inseguras suelen ser quienes se enfrentan a múltiples y superpuestas opresiones estruc- turales, como la discriminación por motivos de género, raza,
  • 11. ¿Quiénes son las titulares de derechos de la iniciativa? 03 Documento estratégico, septiembre 2019 © GMB Akash/Panos/OxfamAUS
  • 12. 12 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 Las titulares de derechos de la iniciativa son diversas, y entre ellas se cuentan las mujeres migrantes,19 mujeres de zonas rurales y urbanas, y mujeres que se desplazan entre ambas para trabajar. También contamos con las mujeres que trabajan en la economía formal, la informal o ambas. Las mujeres trabajadoras abarcan varios sectores y se ganan la vida en el sector del trabajo doméstico, en la industria textil y en fábricas, trabajadoras basadas en su domicilio,20 en la industria hotelera y en la economía de plataforma21 . Todas estas mujeres en toda su diversidad también son cuidado- ras no remuneradas. Además, otro elemento que conecta a estos diversos gru- pos de mujeres es que cada vez más se conectan, organizan y apoyan mutuamente para reclamar su derecho a la dig- nidad en el hogar y en el trabajo. Por ejemplo, las mujeres trabajadoras del sector doméstico de Sudáfrica y Kenia, las maquiladoras 22 en América Central y las camareras de piso (Las Kellys) en España han creado sistemas de apoyo mutuo para respaldarse, han aprendido a desentrañar el impacto de los marcos jurídicos en sus condiciones de trabajo y han tomado medidas organizando creativas protestas callejeras y obligando a los responsables de obligaciones ante los tri- bunales o proponiendo enmiendas legislativas. Las titulares de derechos de la iniciativa, que se hayan en el suelo pegajoso y por debajo de él, experimentan desigual- dades cruzadas basadas en el género y la clase social, pero también en la raza, la etnia, la edad, la nacionalidad, la re- ligión, la condición de migrante, la diversidad funcional, el estado civil y la identidad sexual. Las jóvenes migrantes, en especial, están cada vez más expuestas a la jornada parcial involuntaria, a los bajos salarios y a la pobreza laboral. Sin embargo, la inseguridad en el trabajo no se debe únicamen- te a un simple efecto del ciclo de la vida. Se debe al aumento de los niveles de trabajo de cuidados no remunerado rea- lizado por las mujeres jóvenes, la falta de canales para su participación efectiva en los espacios existentes de toma de decisiones políticas, el paternalismo y los sistemas de creencias discriminatorios contra lxs jóvenes y las mujeres jóvenes en particular. Estas identidades no solo explican sus experiencias únicas de explotación y vulnerabilidad en el lugar de trabajo, sino también su capacidad de organizar- se colectivamente. Lxs refugiadxs comprenden alrededor del 8 % del nú- mero total de migrantes internacionales, y en 2015, un 47 % de ellxs eran mujeres y niñas. Las ciudades y pueblos del Oriente Medio, en países como Jordania, Turquía y el Líbano, están acogiendo a importantes comunidades de refugiadxs, pero como la OIT remar- ca, solo una minoría de ellxs, en su mayoría hombres, acceden a la economía formal. 23 El acceso al trabajo o a los medios de subsisten- cia puede estar prohibido o restringido por la ley. De hecho, a medida que el desplazamiento se hace cada vez más prolongado -ACNUR calcula que lxs refugiadxs están desplazadxs durante un promedio de 17 años- las zonas urbanas pueden resultarles cada vez más atractivas. No obstante, el acceso a los mercados laborales urbanos puede verse limita- do por la condición jurídica y el grado de disfrute de sus derechos económicos y sociales. Al final, lxs re- fugiadxs que consiguen encontrar trabajo lo hacen principalmente en la economía informal. En algunos países, la respuesta se ha dado en el marco de los llamados “Compacts”. En el caso de Jordania, su “Compact” tiene por objeto proporcio- nar permisos de trabajo a un máximo de 200.000 re- fugiadxs sirixs en los próximos años.24 Sin embargo, los permisos de trabajo concedidos a través del plan se han restringido a sectores que no responden a los perfiles de aptitudes ni a los intereses de las re- fugiadas sirias, y las investigaciones de Oxfam han demostrado que, de hecho, solo el 4 % de los per- misos de trabajo concedidos a lxs refugiadxs sirixs han ido a parar a mujeres. De hecho, sus opciones eran limitadas, dadas las restricciones existentes y las normas de género entorno al trabajo. 25 Por consiguiente, su situación precaria hace vul- nerables a las mujeres a prácticas discriminatorias, especialmente en la economía informal, que pueden dar lugar a la explotación laboral, la denegación de los principios y derechos fundamentales en el traba- jo y situaciones de trabajo forzoso y/o en condicio- nes de servidumbre. Mujeres refugiadas en contextos frágiles y urbanos: el derecho a un trabajo digno en una crisis prolongada 03. ¿Quiénes son las titulares de derechos de la iniciativa?
  • 13. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 13 Reconocimiento de la diversidad e inclusión de género Utilizamos la expresión mujeres en toda su diversidad con el objetivo de reconocer las luchas, las identidades, la integri- dad corporal y la interseccionalidad del movimiento feminis- ta y de las mujeres que se organizan con el fin de incluir a todxs en el espectro de la identidad de género 26 sin excluir a las mujeres intersexuales y transexuales. El desarrollo de la economía feminista ha proporcionado un enfoque más enriquecido de la inclusión en la economía, destacando el androcentrismo de la economía ortodoxa e inyectando un enfoque muy necesario en la interrelación entre el género y la economía. Sin embargo, en todos los en- comiables esfuerzos que ha realizado la economía feminista para descubrir los sesgos de género en la economía, se ha prestado mucha atención a la dicotomía hombre-mujer. La forma en que se siguen presentando a los hombres y las mu- jeres como categorías por defecto excluye a aquellxs cuya existencia se niega sistemáticamente a través de esta ca- tegorización binaria por defecto.27 La no conformidad sexual y de género puede ser una ba- rrera para el trabajo digno, las oportunidades económicas, la aceptación social y la educación en muchos entornos, lo que pone de relieve la necesidad crítica de leyes y polí- ticas de no discriminación. Creemos firmemente que todxs tenemos derecho a aprovechar nuestro potencial y a tener la oportunidad de vivir libres de la pobreza en un mundo más seguro y más justo. La diversidad sexual y la identidad de género son una parte esencial y positiva del ser humano y de la experiencia de bienestar y realización. Sin embargo, a menudo la diversidad sexual y la identidad de género se hacen invisibles o se convierten en la base de la discrimina- ción. Por otro lado, la pobreza y las desigualdades entre los géneros pueden agravarse, y las intervenciones de desarro- llo pueden ser inapropiadas o no llegar a lxs marginadxs a causa de su identidad de género y su orientación sexual.28 En la conceptualización de la iniciativa de Trabajo Digno para las mujeres, el grupo de trabajo lanza y el grupo de trabajo ampliado han enmarcado intencionadamente nuestro aná- lisis a través de un discurso económico feminista postcapi- talista. Queremos operar desde la inclusividad y la auten- ticidad. Sabemos que la búsqueda de la inclusividad no es un camino fácil de recorrer, pero estamos comprometidxs a conseguirlo. Moviéndonos a lo largo de dos interseccio- nes continuas: el ámbito urbano/rural y el formal/informal Reconocemos que cada vez más, las mujeres en toda su di- versidad trabajan tanto en contextos urbanos como rurales - no solo en uno u otro - con una tendencia creciente a la migración del campo a la ciudad. Para las mujeres que tie- nen trabajos estacionales, esto puede significar trabajar en granjas rurales durante una parte del año y trabajar en áreas urbanas en otras épocas. Esta forma de migración desdibuja las líneas entre la geografía rural y la urbana. La migración interna es ahora una corriente común y cotidiana para mu- chas mujeres, que realizan trabajos precarios, mal pagados e inseguros durante la temporada de cultivo y recolección. Las mujeres trabajadoras cubren muchos sectores y se ganan la vida trabajando en el sector doméstico, en el sector textil y en fábricas, como trabajadoras basadas en el hogar, en la industria hotelera o en la llamada economía de plataforma. Todas estas mujeres anteriormente mencionadas también son cuidadoras no remuneradas. © Pablo Tosco / Oxfam Intermón. Mujeres del sector de la fresa en Moulay Bousselham (Marruecos, mayo de 2013).
  • 14. 14 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 Estas mujeres no suelen tener ni documentación ni contra- tos, ganan por debajo del salario mínimo y digno, y por lo tanto están sometidas a condiciones de vida no dignas. Igual que se han desdibujado las líneas entre el trabajo rural y el urbano, la globalización y la cuarta revolución industrial también han desdibujado las líneas entre el trabajo formal e informal. Las realidades laborales de las mujeres reflejan ahora este continuo, desafiando las ortodoxias económicas que perciben los sectores formales e informales como sepa- rados. Por ejemplo, muchas mujeres trabajan de manera in- formal como trabajadoras basadas en el hogar que confec- cionan prendas de vestir u otros bienes, con poca seguridad laboral y sin acuerdos contractuales o beneficios laborales. Cuando las mujeres hacen el mismo trabajo fuera de casa, en las fábricas, rara vez les va mejor: a menudo trabajan mu- chas horas, con salarios bajos, en condiciones inseguras y sin perspectivas de ascender en su senda de trabajo, lo que las mantiene en el llamado “suelo pegajoso”. Otras titulares de derechos son las mujeres cuyxs empleadorxs las contra- tan como “trabajadoras ocasionales” a pesar de desempe- ñar el mismo trabajo con lxs mismxs empleadorxs durante muchos años. A estas mujeres se les niegan los beneficios de un trabajo a tiempo completo para mantener los costes del negocio bajos y los beneficios altos. En los países que cuentan con una legislación sobre el salario mínimo, pero en los que su aplicación es deficiente y el coste de la vida es elevado, estas mujeres trabajadoras se ven empujadas a una mayor pobreza como trabajadoras empobrecidas. Es- tas mujeres a menudo son las únicas que generan ingresos en la familia extensa y apoyan financieramente a muchxs miembrxs dependientes. Poniendo el foco en tres sectores Las titulares de derechos de la iniciativa global, que se mueven a través de los dos continuos descritos anterior- mente (rural-urbano y formal- informal), son mujeres que pertenecen a tres sectores en los que Oxfam tiene un sólido recorrido: Trabajadoras del sector doméstico: Más de 67 millones de personas en todo el mundo están empleadas como trabaja- doras del sector doméstico, más del 80 % de las cuales son mujeres 29 y más del 17 % son migrantes internacionales.30 El trabajo doméstico ha sido históricamente infravalorado, a pesar de que es vital para reproducir la mano de obra que sostiene los mercados y las economías de los países en de- sarrollo en todas partes. El trabajo doméstico es más eleva- do (como porcentaje del empleo total) en América Latina, el Queremos operar desde la inclusividad y la autenticidad. Sabemos que la búsqueda de la inclusividad no es un camino fácil de recorrer pero estamos comprometidxs a conseguirlo. © Luigi Forese / Oxfam au Maroc.
  • 15. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 15 Caribe y en el Oriente Medio, regiones en las que Oxfam tiene un amplio bagaje.31 La mayor parte del trabajo doméstico se realiza en la esfera informal y, por lo tanto, sus trabajadorxs no están cubiertxs por las protecciones legales; de hecho, un 30 % de lxs trabajadorxs domésticxs están fuera de las legislaciones nacionales laborales, y un 43 % no están cu- biertxs por la legislación del salario mínimo. A pesar de los esfuerzos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por fortalecer los derechos de lxs trabajadorxs domésticxs mediante el Convenio 189, en la mayoría de los países si- guen trabajando en condiciones de explotación, infravalo- ración, invisibilidad y vulnerabilidad, a menudo de manera aislada y en condiciones de esclavitud. Además, la mayoría forman parte de cadenas de cuidados más grandes y glo- bales, donde las responsabilidades de cuidados se pasan de una mujer a otra, y la última mujer de la cadena suele proporcionar el trabajo de cuidados de forma gratuita.32 Cadenas mundiales de valor de la alimentación y textil: La discriminación por motivos de género es un problema en- démico en muchas cadenas de valor globales, pero en par- ticular en la alimentación y la industria manufacturera. Las trabajadoras de la industria textil que trabajan desde casa o en fábricas, lo hacen a menudo en condiciones laborales de explotación y muy inseguras, en las que sus derechos la- borales y humanos se les niegan constantemente. Las tra- bajadoras de la industria textil y las mujeres que trabajan en la fabricación de productos electrónicos y en otras plantas de ensamblaje (incluidas las zonas de desarrollo industrial como las maquiladoras) suelen trabajar muchas horas en condiciones peligrosas sin recibir una remuneración justa.33 Del mismo modo, las trabajadoras estacionales y de fábricas de las zonas rurales del Magreb realizan un trabajo precario en la base de las lucrativas cadenas de valor alimentarias globales en productos como el aceite de oliva, los frutos ro- jos y las verduras. © Munelith / Oxfam Laos
  • 16. 16 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 Todas estas mujeres se enfrentan a la discriminación en la contratación, la promoción y los despidos; también se en- frentan al acoso sexual y otras formas de violencias en el lu- gar de trabajo, y se les niegan sus derechos a los beneficios de atención sanitaria, maternidad y cuidados de sus hijxs, y otras prestaciones como las pensiones. En muchos secto- res, los puestos de supervisión y gestión se reservan a los hombres, lo que hace imposible el ascenso profesional para las mujeres en ocupaciones mal remuneradas. Además, las normas y creencias de género que representan a las muje- res como trabajadoras dóciles, hábiles y obedientes han contribuido, en muchos contextos, a que las mujeres estén cada vez más presentes en esos sectores, y lxs empleador- Además, las normas y creencias de género que representan a las mujeres como trabajadoras dóciles, hábiles y obedientes han contribuido, en muchos contextos, a que las mujeres estén cada vez más presentes en esos sectores, y lxs empleadorxs tratan de sacar provecho de las ventajas que se perciben de la idoneidad laboral de las mujeres migrantes, ya que se consideran sumisas y adecuadas para realizar tareas repetitivas y de poco valor. xs tratan de sacar provecho de las ventajas que se perciben de la idoneidad laboral de las mujeres migrantes, ya que se consideran sumisas y adecuadas para realizar tareas repe- titivas y de poco valor. Industria hotelera: Las limpiadoras de habitaciones y cama- reras de piso ganan salarios de miseria, disfrutan de poca o ninguna seguridad laboral y se enfrentan a graves riesgos para la salud debido a su pesada carga de trabajo, que pue- de llegar a 80 camas por día en temporada alta. Contraria- mente a las hipótesis comunes de que es un trabajo ligero y fácil, a menudo es extenuante y presenta riesgos para la sa- lud física y mental de las mujeres. En consecuencia, muchas mujeres no pueden seguir trabajando cuando llegan a la ve- jez, momento en que cuentan con pocos o ningún beneficio de jubilación, lo que las hace vulnerables a la pobreza. La investigación de Oxfam en Canadá, República Dominicana, España y Tailandia ha demostrado que las camareras de piso se sienten invisibles, infravaloradas y no respetadas en el lugar de trabajo.34 Poniendo el foco en una macrotendencia: la Cuarta Revolución Industrial y la economía de plataforma La iniciativa pondrá el foco en una nueva macrotendencia. Las mujeres que trabajan como cuidadoras remuneradas están encontrando cada vez más trabajo en la “economía de plataforma”. Al igual que otras plataformas digitales que se han convertido en habituales para la contratación de servicios a la carta, lxs empleadorxs también están utilizando estas plataformas para encontrar y contratar trabajadoras del sector doméstico en línea. Del mismo modo, la nueva tecnología puede añadir nuevas formas de control y discriminación a colectivos como las trabajadoras de la hostelería, por ejemplo, a través de clasificaciones y críticas en línea. Las trabajadoras a domicilio también se enfrentan a diferentes retos, ya que las nuevas tecnologías permiten a las empresas subcontratar cada vez más elementos de la cadena de producción. En el contexto de las nuevas tendencias tecnológicas, económicas y laborales que confinan todavía más a las mujeres al trabajo poco remunerado, Oxfam quiere asegurarse de que comprendemos y contribuimos a la creación de pruebas, liderazgo y poder colectivo para estas mujeres – presentes en la economía de plataforma, en particular las trabajadoras del sector doméstico y otras mujeres afectadas por la Cuarta Revolución Industrial de forma inesperada y potencialmente desempoderadora.
  • 17. El valor añadido de Oxfam 04 Documento estratégico, septiembre 2019 © Geoff Bartlett/OxfamAUS
  • 18. 18 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 04. El valor añadido de Oxfam Oxfam está bien situado para añadir valor a los esfuerzos por asegurar el derecho de las mujeres a un trabajo digno, basándose en sus probados esfuerzos y en el trabajo en curso en varios países y a escala global: • Facilitando las conexiones para establecer partenariados y alianzas estratégicas entre países y regiones, centrán- dose en amplificar las voces de los movimientos feminis- tas y de derechos de las mujeres, firmemente anclados en la lucha de las mujeres por un trabajo digno. El trabajo en curso de Oxfam en países como Guatemala, Sudáfrica o Bangladesh está permitiendo que Oxfam conecte los movimientos de mujeres para lograr un trabajo digno con alianzas transnacionales más amplias como la Internatio- nal Domestic Workers Federation, Street-net o Home-net. En una línea similar, Oxfam en el Líbano está promovien- do partenariados transversales con OSC para mejorar las condiciones de lxs trabajadorxs dentro de los sectores casuales e informales, reuniendo a los movimientos an- tirracistas (ARM), las redes de mujeres trabajadoras del sector doméstico migrantes (kafa) y las organizaciones de derechos de las mujeres (RDFL). La iniciativa global se ba- sará en estos y otros esfuerzos existentes para amplificar todavía más las demandas e impulsar el poder colectivo de las mujeres para un trabajo digno. • Coordinando una red mundial de influencia (incidencia y realización de campañas) sobre el derecho de las mujeres a un trabajo digno. El trabajo de Oxfam en el marco de la campaña Trading Away our Rights ha demostrado la efica- cia de un enfoque basado en la construcción de coalicio- nes más amplias en más de 10 países sobre temas relacio- nados con las mujeres en el mundo laboral. Oxfam, junto con los sindicatos y las organizaciones de derechos de las mujeres, hizo campaña públicamente entorno a días de lanzamiento conjunto y emprendió una labor de incidencia basada en las evidencias presentes en informes realiza- dos a escala nacional y global sobre las prácticas de com- pra de las empresas en todo el mundo. Las campañas pú- blicas y el trabajo de los medios de comunicación hicieron La campaña “What She Makes’” se centra en la industria de la moda australiana. Busca promover salarios dignos para las mujeres que trabajan en las las cadenas de valor del sector textil, asegurando condiciones de trabajo seguras y la protec- ción de sus derechos humanos y laborales. Como resultado de la labor de Oxfam y sus organizaciones socias: • Doce empresas, que representan más de veinte marcas, se han comprometido a trabajar para conseguir un salario digno como resultado de la campaña pública y el trabajo de Oxfam en incidencia a puerta cerrada. La “Lista de lxs buenxs y lxs malxs” (‘Naughty or Nice List’ en inglés) en 2019 fue una excelente táctica para empujar a las marcas a comprometerse de forma realista para asegurar que se pague un salario digno a todxs lxs trabajadorxs. • Trece empresas textiles ya han mostrado algunos cambios, haciendo pública la lista de sus fábricas. • Las herramientas Company Tracker y Company Report Card se utilizan para reali- zar el seguimiento del progreso de las marcas de moda que se han comprometido a trabajar para conseguir un salario digno. • Más de 130.000 ciudadanxs australianxs se han unido a la campaña y han firma- do el compromiso de “What She Makes”. • Más de 50.000 colaboradorxs de “What She Makes” han tomado acciones di- gitales, incluyendo el envío de correos a las marcas y el uso de Facebook como parte de la campaña. Logros clave de la campaña “What She Makes”
  • 19. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 19 hincapié en las mujeres como protagonistas y agentes de cambio como parte de esos momentos globales, mientras que cada uno de los países planteó cuestiones y deman- das específicas. • Desempeñando un papel de convocatoria e intermediación entre Gobiernos, movimientos sindicales, empresas, re- des feministas, organizaciones de derechos de las muje- res, académicxs y actores y movimiento de la sociedad ci- vil para influir en la toma de decisiones y políticas públicas y corporativas. Oxfam ha sido capaz de incubar iniciativas exitosas como la Iniciativa de Alimentos Equitativos en los EE. UU. (EFI, por sus siglas en inglés), un programa que aúna a varias partes interesadas y que ha reunido a agen- tes de todos los puntos de la cadena alimentaria en los EE. UU. Hoy en día, el EFI ha sido certificado en 27 lugares de cultivo, que emplean a 29.000 trabajadorxs agrícolas y cuentan con estrictos protocolos de formación para lxs trabajadorxs y supervisorxs, con el fin de responder a las preocupaciones de las mujeres campesinas sobre el acoso sexual y la calidad de sus alojamientos. • Facilitando los esfuerzos colectivos para transformar las estructuras y las relaciones de poder (en el hogar, la co- munidad, la sociedad civil, las instituciones y nuestras propias organizaciones) para crear entornos propicios para la justicia de género y el respeto de los derechos econó- micos, políticos y sociales de las mujeres. Oxfam ha podido contribuir a cambios notables en el compromiso político de las mujeres en la región de Oriente Medio y África del Norte mediante la aplicación de su enfoque de Liderazgo trans- formador para el enfoque de los derechos de las mujeres en el marco de un programa de tres años en OPTI, Marrue- cos, Túnez y el Yemen. Por ejemplo, en Túnez, 5 de las mu- jeres que se beneficiaron de las actividades de fomento de la capacidad de AMAL ganaron las elecciones al Parlamen- to nacional de Túnez en noviembre de 2014, mientras que 153 mujeres habían asumido cargos directivos formales o informales a título individual o como parte de un grupo que dirigía las actividades de incidencia. En Marruecos, las actividades de promoción emprendidas por lxs miembrxs de AMAL y otrxs aliadxs contribuyeron a la introducción de importantes enmiendas en los proyectos de ley electoral. Se revisó el marco legal elevando la cuota de mujeres en cargos municipales (que pasó al 27 % en lugar del 12 %); la cuota en las listas electorales por paridad (50 % de hom- bres y 50 % de mujeres) y al un menos 30 % de los cargos regionales serán ocupados por mujeres. Además, en los cuatro países se promovieron redes locales en alianza con las organizaciones regionales de defensa de los derechos humanos para supervisar los presupuestos locales y las políticas gubernamentales a escala municipal.35 • Llevando a cabo una investigación innovadora basada en evidencias, combinando hechos concretos e historias po- derosas no instrumentales de mujeres sobre el terreno, así como amplificando el discurso de la economía feminista. Por ejemplo, la campaña de Oxfam “What She Makes” sobre las condiciones globales del sector de la moda en los paí- de poder y género relaciones liderazgo individual y colectivo para Transformar E n o r g a n i z a c i o n e s Conseguir justicia de género para el respeto de los derechos de todxs En las instiruciones E n l a s o c i e d a d c i v i l En la com u n i d a d E n c asa Imagen 2: Liderazgo transformador para los derechos de las mujeres públicas
  • 20. 20 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 ses asiáticos, los informes de Oxfam sobre las condiciones de trabajo dentro de la industria de procesamiento de aves de corral en los EE. UU., o los productos de investigación de ‘The dirty secret of tourism’ en la industria hotelera del Ca- ribe se han basado en la voces de las mujeres en sectores precarios y feminizados para diagnosticar y concienciar sobre las lagunas actuales en el derecho al trabajo digno. Estas campañas y procesos han puesto en el centro las demandas de las mujeres, y llaman a la movilización pú- blica para estimular cambios en el comportamiento corpo- rativo. • Participando en diálogos políticos de alto nivel para pro- mover la modificación del actual modelo económico in- sostenible y buscar alternativas basadas en los derechos para todas las personas, especialmente las mujeres em- pobrecidas en los “suelos pegajosos”. Oxfam tiene la opor- tunidad de colaborar al más alto nivel con lxs principales interlocutorxs en foros de alto nivel como el Foro Econó- mico Global, el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Empoderamiento Económico de las mujeres o las reuniones del Pacto Global sobre las políticas globales de migración, así como en foros regionales como el festival Rethinking Economics for Africa (REFA), en el que Oxfam lideró la sección de economía feminista, centrándose en el trabajo digno desde una perspectiva feminista. • Realizando campañas para concienciar al público en el ámbito local, nacional y global, junto con los agentes cul- turales y los dirigentes sociales sobre las injustas condi- ciones de trabajo y de vida de las mujeres trabajadoras en todo el mundo. Por ejemplo, Oxfam ha contribuido a con- cienciar sobre la industria avícola y a aprovechar el poder de lxs consumidorxs para realizar cambios positivos para lxs trabajadorxs. Oxfam ha demostrado ser eficaz especial- mente en aquellas campañas que ponen en el centro re- formas ambiciosas para mejorar las condiciones de trabajo y los salarios dignos en los sectores feminizados, como la campaña “OneWage” en Sudáfrica, “What she Makes” en Bangladesh, Vietnam e Indonesia; o la Poultry Worker Jus- tice campaign en los EE. UU. Basándose en esta experien- cia, Oxfam se centrará en el trabajo digno en las próximas campañas públicas globales en el marco de Behind the Price / Behind the Barcodes. • Presionando y colaborando con las empresas para hacer cambios que mejoren la situación de las mujeres en su cadena de suministro, y hacer que los Gobiernos y las em- presas se responsabilicen de sus compromisos de respe- tar los derechos de las mujeres. Durante la última década, Oxfam se ha dirigido al sector privado para promover los derechos laborales en las industrias textil y de los ali- mentos, apoyando campañas a favor de unas condiciones de trabajo dignas utilizando un enfoque interno/externo. Oxfam ha colaborado con el sector privado, por ejemplo, con marcas australianas emblemáticas y con supermer- cados del Reino Unido y Francia, y ha hecho participar a las empresas en iniciativas de transparencia para prote- ger los derechos de las mujeres trabajadoras en el sector agrícola de temporada en Marruecos y Túnez. Estos ejem- plos ilustran cómo Oxfam se encuentra en una posición única como organización global de lucha contra la pobre- za, utilizando su presencia y experiencia sobre el terreno y su compromiso en varios niveles con los equipos de los países y las organizaciones de defensa de derechos, todo ello combinado con su capacidad de trabajar con empre- sas y marcas e influir en ellas en sus países de “punto de venta”. • Usando la experiencia de Oxfam en sectores específicos de las cadenas de valor globales tales como lxs trabajadoxs del sector textil y lxs trabajadorxs de temporada, así como la larga historia de participación de la organización en el movimiento global de comercio justo como modelo de ne- gocios alternativo que promueve el trabajo digno para las mujeres. Oxfam ha trabajado durante varias décadas para alentar y apoyar a las empresas a mejorar las condiciones de trabajo en sus operaciones y cadenas de suministro. Fuimos una de las organizaciones fundadoras de la Ini- ciativa de Comercio Ético (Ethical Trading Initiative, ETI) en 1998. Oxfam también ha desarrollado compromisos bi- laterales con empresas, incluido un diálogo a largo plazo que nos ha llevado a la colaboración e investigación con grandes empresas como Unilever y Mars. • La iniciativa se basará en iniciativas existentes sobre los cambios de normas sociales como la campaña “Enough!” de Oxfam, la iniciativa “Women’s Economic Empowerment and Care” (WE-Care), la incidencia existente en la eco- nomía de los cuidados en Colombia, México y Bolivia, y el WEE Knowledge Hub. Estas iniciativas afirman que la vida y el trabajo de las mujeres -y los mercados laborales en general- se ven limitados y distorsionados por las normas sociales prevalecientes en materia de género, por los roles de género en la economía y por las percepciones en torno a la propia economía. La campaña “Enough!” ha logrado modificar las actitudes sobre las relaciones de género y la normalización de las violencias perpetradas contra las mujeres -un componente crucial para la seguridad de las trabajadoras en el lugar de trabajo, y cuando se desplazan desde y hacia el trabajo.
  • 21. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 21 Echa un vistazo a la guía sobre el trabajo de cuidados no remunerado ‘Making Policy Care’ aquí Recursos clave • Las políticas de cuidados transformadoras pueden pros- perar gracias a alianzas más amplias y a procesos de creación de consenso en los que los movimientos de mu- jeres han participado activamente con académicxs, movi- mientos laborales, profesionalxs y políticxs. Oxfam puede desempeñar un papel clave como intermediario en estos contextos. De hecho, en varios contextos en los que tra- bajamos (México, Colombia, Bolivia, Filipinas) Oxfam ha contribuido a crear redes más amplias de expertxs y Orga- nizaciones de Derechos de las mujeres para influir en lxs tomadorxs de decisiones sobre las políticas de cuidados a escala local y/o nacional, lo que ha dado lugar a foros na- cionales de diálogo sobre políticas públicas de cuidados. En el caso de México, Oxfam ha facilitado el desarrollo de una poderosa alianza de múltiples partes interesadas para abogar por una distribución justa del trabajo de cuidados no remunerado. La alianza está elaborando una estrate- gia de influencia y cuenta con más de 70 miembrxs que se ocupan del trabajo de cuidados no remunerado desde diferentes perspectivas, entre ellas los derechos de las mujeres y la justicia económica. • Generando conocimientos y reforzando las capacidades de las organizaciones de la sociedad civil. El WEE Knowledge Hub de Oxfam (Nodo de Conocimiento de Oxfam en Empo- deramiento Económico de las mujeres) ha trabajado en los últimos años en el desarrollo de metodologías participa- tivas y “herramientas de cuidados” para reunir evidencias sobre el trabajo de cuidados no remunerado (análisis rá- pido del cuidado, trabajo sobre las normas sociales y los cuidados, encuestas sobre los cuidados en los hogares), así como metodologías de formación de formadorxs y guías de influencia sobre la cuestión para las organizaciones so- cias y aliadxs de Oxfam. Los programas actuales en varios países, como en Bangladesh, se basa en la metodología de análisis rápido de los cuidados para identificar y abordar de manera recurrente el diagnóstico del trabajo de cuida- dos cuando se elaboran programas de desarrollo. • Oxfam también posee una experiencia incipiente en la pro- moción de los medios de vida de las mujeres a través de varias iniciativas para fomentar las cooperativas de mu- jeres y el empresariado social de las mujeres en la región MENA y en Sudáfrica. Oxfam se basará en esta labor e inte- grará progresivamente los 10 elementos principales de la definición de trabajo digno de Oxfam (véase la sección 6) a fin de asegurar que las mujeres accedan a condiciones de trabajo dignas en el marco de las actuales intervenciones de Oxfam.
  • 22. © Guadalupe Sánchez / Oxfam Intermón. Organizaciones socias y alianzas 05 Documento estratégico, septiembre 2019 Un grupo de mujeres se manifiesta por las calles de Wau, en Sudán del Sur, para reivindicar sus derechos durante el Día Internacional de las mujeres.
  • 23. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 23 Somos conscientes de que no podemos acabar con esta cri- sis nosotrxs solxs. El trabajo en partenariados y alianzas es un componente esencial del enfoque de Oxfam para promo- ver la justicia de género y económica para todas las muje- res, así como el derecho de las mujeres a un trabajo digno a través de nuestras redes y relaciones existentes, espe- cialmente con organizaciones feministas y de derechos de las mujeres y mujeres organizadas en sectores feminizados. Daremos prioridad a los enfoques, como lo hemos hecho en el pasado, que amplifican las voces de las mujeres em- pobrecidas. Seremos conscientes en todo momento de la necesidad de reconocer y respetar el trabajo de otrxs que ya influyen en estos espacios, en particular los esfuerzos pasados y presentes de las organizaciones de derechos de las mujeres. Seguiremos siendo sensibles al poder relativo, la voz y los recursos de Oxfam y adoptaremos un enfoque fe- minista interseccional en nuestra práctica de partenariados del día a día. Además, trataremos de aprovechar la influencia y la expe- riencia de Oxfam para establecer relaciones eficaces y es- tratégicas entre trabajadorxs, el sector privado, los Gobier- nos y otras instituciones públicas a escala local, nacional y global basándonos en nuestra presencia global y varias redes. Seremos sensibles a lo que otrxs han hecho en el pasado y construiremos relaciones constructivas y comple- mentarias. Seguiremos forjando vínculos con los sindicatos y otras for- mas de organizaciones de trabajadorxs para asegurarnos de que conocen y responden a las reivindicaciones de las mujeres para tener un trabajo digno dentro de su sector de influencia, como la International Domestic Workers Federa- tion. Esta labor se basará en gran medida en la experiencia y las alianzas creadas a través de las campañas mundiales y nacionales de Oxfam, Trading Away Our Rights, que promovió investigaciones nacionales y campañas públicas sobre los derechos de las mujeres en el trabajo en más de 10 países, a través de las cadenas de suministro globales. Por otro lado, Oxfam ha sido históricamente un agente activo de la Orga- nización Mundial del Comercio Justo (WFTO), de Fairtrade International y de la iniciativa ETI, dos coaliciones globales que promueven modelos empresariales alternativos para garantizar el derecho de las mujeres a un trabajo digno a lo largo de las cadenas de valor de las industrias textil y de la alimentación. Reconocer la experiencia de organizaciones como la Orga- nización Internacional del Trabajo (OIT), la Confederación Sindical Internacional (CSI), Women in Informal Employ- ment: Globalizing and Organizing (WIEGO), Action Aid y el sindicato de la Self Employed Women’s Association (SEWA) además de la amplia experiencia de Oxfam, el programa se basará en las lecciones aprendidas, las buenas prácticas, la innovación y una base basada en evidencias apoyada por una sólida investigación, todo ello respaldado por fuertes partenariados de múltiples partes interesadas. Seguiremos colaborando con economistas feministas y organizaciones especializadas de la sociedad civil (OSC) como la Red de Mu- jeres Africanas para el Desarrollo y la Comunicación (FEM- NET) para fortalecer el conocimiento y cambiar los términos del debate y la narrativa sobre el sistema económico y lxs lí- deres de pensamiento que están empezando a producir evi- dencias sobre el papel de las mujeres en la economía global y el impacto de la economía de plataforma en ellas, como el Overseas Development Institute (ODI). 05. Alianzas y partenariados © Rushdi Alsaraj/OXFAM 2018
  • 24. El Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno: El enfoque de Oxfam 06 Documento estratégico, septiembre 2019 © Pablo Tosco / Oxfam Intermón. Isabel Calvo tiene 48 años y vive en Fuenlabrada, Madrid. Lleva 14 años trabajando como asistente de atención domiciliaria en el sistema español de servicios a la dependencia. Isabel, al igual que miles de mujeres empleadas como asistentes del sistema de atención a la dependencia, trabaja más horas de las estipuladas en el contrato o de las pagadas en su nómina.
  • 25. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 25 06. El enfoque de Oxfam sobre el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno En Oxfam, buscamos desafiar las estructuras económicas, sociales y culturales que permiten y reproducen la desigual- dad, la discriminación y la injusticia social. Queremos hacerlo para amplificar el poder colectivo de las mujeres en toda su diversidad, su incidencia y su voz para reclamar su derecho a un trabajo digno, que les permitirá alcanzar una vida digna. Esto tendrá un impacto en el disfrute de los derechos de las mujeres en el trabajo y, por lo tanto, en su capacidad para llevar una vida digna y, en última instancia, en una mayor justicia social a través de una distribución más justa de la riqueza y el poder dentro de nuestras sociedades. Las desigualdades de género y económicas se refuerzan mu- tuamente y están inextricablemente vinculadas. Si repensa- mos el sistema económico, y lo reconstruimos basándonos en el análisis y el conocimiento feminista, podemos hacerlo más justo para las mujeres en toda su diversidad, pero tam- bién para todxs lxs trabajadorxs, para el 99 % y para nuestro planeta. Una carrera al alza de los derechos de las mujeres en el trabajo puede contribuir a aumentar de nuevo la parti- cipación del trabajo en los ingresos frente a la participación del capital, cuyxs propietarixs representan hoy en día a élites dominadas por hombres con un poder desproporcionado. Por ello, creemos que Oxfam podría aportar un valor añadido a la conversación global sobre la llamada “agenda de trabajo decente”, los derechos de las mujeres y la reducción de la desigualdad, recogida en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 5, 10 y 8. Sin embargo, queremos hacerlo aportando un enfoque feminista a la conversación, avanzando en una perspectiva que no busca simplemen- te integrar más profundamente a las mujeres en el sistema económico actual, sino que cuestiona ese mismo sistema en su totalidad. Para ello, recurrimos a un análisis de economía política fe- minista para abordar las causas profundas de las desigual- dades estructurales desafiando primero la economía como ciencia tradicionalmente dominada por los hombres que no tiene en cuenta el valor y la riqueza de la vida. A nivel ma- cro, hemos identificado la ideología neoliberal y las políticas macroeconómicas como la piedra angular que ha fomentado una carrera a la baja por los derechos laborales y ha debili- tado el poder de negociación de lxs trabajadorxs (especial- mente de las mujeres en los suelos pegajosos) para poder proteger sus ingresos y sus derechos. Esta carrera cuesta abajo ha sido impulsada por la globalización y la competen- cia internacional a través de la inversión extranjera directa, la creciente desregulación y el fundamentalismo del merca- do, la creciente financialización de la economía y la búsque- da de la maximización a corto plazo de los beneficios de los © Pablo Tosco/Oxfam Intermón. Septiembre 2018. Zumaia, País Vasco, España. Grupo de trabajadoras del sector doméstico y del hogar.
  • 26. 26 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 dividendos a cualquier precio. De hecho, la creciente flexibilidad del mercado laboral ha establecido los parámetros de un nuevo entorno propicio para la explotación de lxs trabajadorxs migrantes. Un cre- ciente conjunto de investigaciones está revelando cada vez más condiciones laborales cercanas a la esclavitud, espe- cialmente para las mujeres en los segmentos más desfavo- recidos del mercado, tales como jornalerxs y trabajadorxs domésticxs, que quedan atrapadxs en relaciones laborales de explotación y que incluyen métodos arbitrarios de con- trol por parte de lxs empleadorxs, retención de pasaportes, servidumbre por deudas y el uso o la amenaza de violencia.36 Por otro lado, la legislación y las políticas nacionales que determinan la condición de migrante desempeñan un papel activo en la reproducción de la precariedad laboral de las mujeres migrantes, regulando no solo el flujo de migrantes hacia un país determinado, sino también los tipos de migran- tes que están a disposición de lxs empleadorxs. Las norma- tivas de migración actuales tienden a ser restrictivas y a no disponer de canales regulares, por lo que crean mercados laborales paralelos que les conducen a la economía informal. Incluso cuando existen canales regulares, la contratación y el despliegue en los países de destino pueden tener lugar en virtud de acuerdos bilaterales intergubernamentales que hacen caso omiso de las normas internacionales, permiten restricciones de los derechos laborales de lxs trabajadorxs migrantes en los países de destino y facilitan el trato discri- minatorio, incluidas las estipulaciones de una remuneración diferente por el mismo trabajo y las prohibiciones explícitas sobre la organización sindical.37 Imagen 3: Causas estructurales que socavan el acceso de las mujeres a un trabajo digno Ideologías y políticas neoliberales. Normas y creencias sociales discriminatorias Distribución injusta del trabajo de cuidados no remunerado Políticas discriminatorias hacia mujeres y niñas Silenciamiento de las voces de las mujeres Patriarcado CAPITALISMo En general,el actual modelo económico capitalista funciona dentro de un sistema patriarcal en el que ambos sistemas refuerzan múltiples capas de desigualdad que se entrecru- zan en función del género, la clase, la raza, la etnia, la edad, la nacionalidad, la identidad sexual, la diversidad funcional y la condición de migrante. El actual modelo económico glo- bal se basa en el trabajo no remunerado, invisible e infrava- lorado de las mujeres, que genera beneficios y acumulación de riqueza para los demás. También se basa en la búsqueda del “crecimiento”, apoyándose especialmente en las muje- res que se encuentran en el suelo pegajosos y por debajo de él, que tradicionalmente se han considerado en los márge- nes de la economía pero que de hecho son fundamentales para ella -especialmente las mujeres migrantes, jóvenes y las mujeres que son las únicas proveedoras de su familia. Abordar las causas estructurales de la injusticia de géne- ro y las desigualdades económicas implica transformar las normas sociales y sistemas de creencias perjudiciales que reproducen y normalizan la discriminación contra las muje- res, a la vez que abordamos la falta de reconocimiento y la distribución injusta del trabajo de cuidados, y revertimos la infrarrepresentación en espacios formales e informales de influencia a escala local, nacional e internacional.38 El actual sistema neoliberal define el trabajo como una ac- tividad productiva que es remunerada, ignorando a las mu- chas personas, en particular a las mujeres, que se dedican a actividades económicas; así como a lxs desempleadxs y al trabajo no remunerado que contribuye a las familias y a sus comunidades de muchas maneras productivas. Nuestra intención es desafiar esta definición de “trabajo”, que equi-
  • 27. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 27 vale solo a las actividades que pueden plasmarse dentro de las cuentas nacionales, contadas como “productivas” y pagadas. También queremos ampliar la noción de “lugar de trabajo” e incluir aquellos espacios en los que trabajan las titulares de derechos de la iniciativa (como casas, parques y calles). En Oxfam creemos que el trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres debe ser reconocido, valorado, representado y redistribuido. Como respuesta a este amplio contexto, el enfoque de Oxfam en el trabajo digno se basa en el concepto ampliamente aceptado de la OIT de trabajo digno y sus principales dimen- siones, pero va más allá para abarcar plenamente la noción de trabajo como una más de las dimensiones valiosas que permite alcanzar una vida digna. Construyendo sobre la co- nocida agenda de la OIT, pretendemos dar un paso más para romper los límites de lo que se define como trabajo con el fin de asegurar un sentido individual y colectivo de dignidad para las mujeres. Para Oxfam, el trabajo digno implica 10 ele- mentos primordiales: © Wandile Xaba / Oxfam South Africa. Trabajo digno Noción y estándares del Trabajo Decente Vidas dignas El reconocimiento de que el trabajo de cuidados no remu- nerado es un trabajo y debe importar y valorarse como tal, y que debe distribuirse más equitativamente entre el Estado, el sector privado, las OSC, hombres y mujeres, mediante mejoras en la infraestructura, la tecnología y los servicios públicos. Control total sobre los ingresos generados del trabajo. El disfrute del derecho al trabajo y la igualdad de oportunidades de empleo. Estabilidad y seguridad en el trabajo, así como oportunidades para la me- jora de las capacidades y habilidades y para acceder a sendas de trabajo digno. Una distribución equilibrada de la vida personal, familiar y laboral. Protección social para todxs lxs trabajadorxs y las personas a su cargo, incluyendo el acceso a la atención médica apro- piada, el derecho a bajas pagadas por enferme- dad y vacaciones, bajas permisos por maternidad y paternidad remuneradas, pensiones e indemni- zaciones adecuadas en caso de desempleo o de reducción o insuficiencia de los ingresos. Remuneraciones que satisfagan al menos sus necesidades básicas para permitir un nivel de vida digno (incluyendo salarios dignos en el caso de lxs asalariadxs). Libertad de movimiento y comunicación, así como pre- vención y erradicación de prác- ticas de coerción y cualquier tipo de violencia, asegurando un ambiente de trabajo seguro y saludable para las mujeres. Salario igual por un trabajo de igual valor. El respeto de los derechos de lxs trabajadorxs, incluida la libertad de asociación, la libertad de formar sindicatos y participar en la negociación colectiva, y la prohibición de todas las formas de trabajo forzoso/tráfico para la explotación laboral, la eliminación del trabajo infantil y la no discriminación en el trabajo. 1 2 3 5 4 6 7 8 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 10 9 Imagen 4: Decálogo de Oxfam sobre el trabajo digno para las mujeres
  • 28. 28 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 Oxfam cree que la dignidad es una característica universal inherente a cada individuo. Así, el trabajo digno es el que permite a lxs trabajadorxs ser respetadxs como seres hu- manos, no como medios de producción, y que rechaza la También queremos ampliar la noción de “lugar de trabajo” e incluir aquellos espacios en los que trabajan las titulares de derechos de la iniciativa. En Oxfam creemos que el trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres debe ser reconocido, valorado, representado y redistribuido. mercantilización del trabajo. El trabajo digno es aquel que preserva el sentido del orgullo, la autoestima y el valor de lxs demás. Si bien se reconoce la importancia del sentido in- dividual de la autoestima y el valor, el trabajo digno también implica la posibilidad de que las mujeres reconozcan colec- tivamente su condición de trabajadorxs y profesionales, es- pecialmente cuando trabajan en sectores muy feminizados que se consideran poco cualificados, reciben bajos salarios y cuya “invisibilidad” las deja a merced de algunas de las violaciones más flagrantes de sus derechos como seres hu- manos y como trabajadorxs. Por este motivo, la definición de trabajo digno resuena con el trabajo que permite que florez- ca la voluntad colectiva y la organización para la acción. Es el primer paso para crear sistemas de apoyo mutuos y reclamar colectivamente los derechos de las mujeres.
  • 29. Lecciones aprendidas del trabajo de Oxfam 07 Documento estratégico, septiembre 2019 © Rushdi Alsaraj/OXFAM 2018
  • 30. 30 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 La iniciativa se basa en las experiencias y el aprendizaje de diferentes programas de países, entre ellos Marruecos, Ban- gladesh, los Territorios Palestinos Ocupados e Israel, Túnez, Vietnam, Laos, Camboya, Sudáfrica, Nicaragua, Guatemala, México, Pakistán y Australia, España, EE. UU. y del Equipo del Sector Privado, los programas y Knowledge Hube sobre Women’s Economic Empowerment y la iniciativa Women’s Economic Empowerment-Care (WE-Care). La iniciativa complementa el trabajo de Oxfam sobre justicia fiscal en el marco del programa global Rendición de cuen- tas fiscal para la reducción de la desigualdad (FAIR-EiU!). En este sentido, nuestra iniciativa de trabajo digno se basa en el supuesto de que la sociedad civil mantendrá un pa- pel activo en la vigilancia, el seguimiento y la presión sobre las partes interesadas públicas para garantizar una inver- sión pública progresiva en la protección social, los servicios esenciales y la infraestructura. Hasta ahora, algunas de las lecciones clave que guiarán las estrategias e intervenciones del programa global han sido las siguientes: • Las investigaciones sólidas son claves para el aprendizaje y asegurar la calidad de nuestros programas. La experien- cia previa de Oxfam ha demostrado que la investigación a escala tanto nacional como global permite poner en el punto de mira los déficits de trabajo dignos identificados por las mismas mujeres. La investigación participativa asegura que nuestros programas se basan en experien- cias y voluntades reales de las mujeres. • Promover el diálogo entre lxs proveedores y lxs minoristas ha demostrado ser una estrategia acertada de actuación ante las cadenas de valor del sector privado. • Provocar el cambio lleva tiempo. Esta iniciativa requiere un compromiso a largo plazo, ya que asegurar un cambio sos- tenible lleva tiempo. Tenemos que ir más allá de un ciclo de 3 años para lograr un cambio sostenible. Especialmente cuando trabajamos con el sector privado, y cuando inten- tamos cambiar normas sociales y sistemas de creencias profundamente arraigados, es necesario evitar expecta- tivas poco realistas para lograr victorias rápidas y soste- nidas. Las mejoras suelen ser graduales y pueden tardar muchos años. 07. Lecciones aprendidas del trabajo de Oxfam hasta ahora ©Shirin Abbasy / Oxfam Pakistan
  • 31. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 31 • Los programas y campañas exitosas combinan al menos tres estrategias diferentes, como la incidencia para la re- forma de las políticas, el cambio de las conductas corpora- tivas y de consumo, y el cambio de las normas sociales de género profundamente arraigadas. • Las empresas tienden a escuchan a las personas que com- pran sus productos. Oxfam puede y hará mucho más para impulsar el poder de lxs consumidorxs. • En la influencia ante el sector privado, se debe considerar un enfoque piloto como base para el trabajo de influencia a gran escala. En este sentido, Oxfam en Marruecos está probando la viabilidad de la tecnología de block chain con finalidad social para hacer frente a la violación sistemática de los derechos a la que se enfrentan las mujeres trabaja- doras en la cadena de valor global de la fresa. • La importancia de promover la organización colectiva como forma de promover la formalización de las condiciones y la conquista de derechos laborales. Por ejemplo, lxs traba- jadorxs a domicilio y lxs recicladorxs en América Latina y Asia se encuentran en la primera línea de los movimientos cooperativos, y han logrado obtener el reconocimiento de sus Gobiernos mediante la obtención de contratos, planes de protección social y otros derechos laborales. • Aunque lograr un cambio en las políticas representa un éxito, la aplicación y el cumplimiento de las mismas son igualmente importantes para asegurar un cambio sosteni- ble. Oxfam debe vigilar la aplicación y el grado de cumpli- miento para medir el cambio. • Asegurarse de que las tácticas y los instrumentos de la campaña sean coherentes y de que las comunicaciones y los instrumentos de la campaña elegidos son los que lxs agentes de cambio utilizan o están dispuestos a utilizar. Puede encontrarse una revisión más comprehensiva de las lecciones aprendidas y los resultados del trabajo actual de Oxfam sobre el derecho de las mujeres a un trabajo digno en el documento de sistematización de Logros y Aprendizajes de Oxfam. Además, seguiremos fomentando las conexiones y aprovechando las enriquecedoras lecciones aprendidas de organizaciones como la OIT, WIEGO, la CSI y otras organi- zaciones afines que comparten objetivos y valores similares. ©GMB Akash/Panos/OxfamAUS Echa un vistazo a los Logros y Aprendizajes sobre el derecho de las mujeres a un trabajo digno aquí Recursos clave
  • 32. 32 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 © Pablo Tosco / Oxfam Intermón. Charifa Beja rodeada de su familia, horas antes de su primer viaje fuera de Marruecos. Dará su testimonio en un foro en Jordania organizado por Oxfam sobre el liderazgo transformador de las mujeres. Aunque toda la familia ha dependido de su salario en los campos de fresas y en las fábricas, sus padres confían en que esta nueva dirección del activismo le dará un futuro mejor. Ksar El Kebir, 2013. En 2009, Oxfam detectó graves violaciones de los derechos de las mujeres en el sector de la exportación de fresas en Marruecos. Entre otras, la falta de contratos laborales; el incumplimiento de los salarios mínimos legales y de las horas de trabajo; los bajos niveles de registro de la Seguridad Social; la falta de documentos de identidad entre las mujeres trabajadoras; el acoso sexual en el contexto de la contratación y el desplazamiento desde y hacia los lugares de trabajo; y la falta de cumplimiento de las normas de salud y seguridad en el lugar de trabajo. Oxfam y sus organizaciones socias pusieron en marcha un programa para mejorar las condiciones de trabajo y el respeto por los derechos de las mujeres, reuniendo a todas las partes interesadas a través de un proceso par- ticipativo y de iniciativas de incidencia. Se fomentaron las relaciones entre la sociedad civil, las instituciones estatales, productorxs de fresas, las trabajadoras y el sector privado, incluidos los partenariados con importadorxs y minoristas británicxs, francesxs, españolxs y suecxs. El programa también fomentó el liderazgo transformador a favor de los derechos de las mujeres dentro del sector. Después de siete años de intervención, los resultados incluyen lo siguiente: • Las mujeres trabajadoras en el sector de los frutos rojos son conscientes de sus derechos humanos y laborales, y han mejorado su capacidad de organización mediante la creación de asociaciones para fortalecer su poder de negociación y hacer que sus voces se escuchen. • Mejores condiciones para las trabajadoras, de forma que actualmente, más del 70% de la plantilla en las plantas de envasado y procesado cuentan con documentos de identidad; se han denunciado 522 casos de violaciones de los derechos laborales; y se ha detectado un aumento entre el 40 % y el 70 % de mujeres trabajadoras, dependien- do de la región, que ahora están registradas para acceder a los beneficios de la Seguridad Social. • Todxs lxs productores que abastecen el mercado del Reino Unido han implantado sistemas de registro de la Se- guridad Social, estaciones de embalaje con la certificación necesaria y una notable mejora de la infraestructura de salud y seguridad. Más del 70 % de las plantas de envasado y fábricas actualmente pagan el salario mínimo, y las mujeres han informado que cuentan con opciones de transporte más seguras. Logros hacia un trabajo digno en la cadena de valor de la fresa en Marruecos
  • 33. Marco programático sugerido por Oxfam para el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno 08 Documento estratégico, septiembre 2019 © Pablo Tosco / Oxfam Intermón.
  • 34. 34 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 08. Marco programático sugerido por Oxfam para el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno I. La Teoría de cambio de la iniciativa La imagen 3 ilustra la Teoría de Cambio (TdC) que queremos usar para supervisar y probar cómo puede ocurrir el cambio en el marco de las intervenciones dentro de nuestra Inicia- tiva sobre el Derecho de las mujeres a un Trabajo Digno. La TdC es compleja y no lineal, razón por la cual hemos incluido varios resultados 39 que interactúan y se complementan en- tre sí para fomentar los cambios acumulativos que se enca- minan hacia el objetivo general.40 La negación de los derechos de las mujeres en el trabajo es uno de los principales impulsores de las desigualdades de género y económicas. Para Oxfam será prioritario traba- jar con las organizaciones de derechos de las mujeres, las organizaciones socias y lxs aliadxs para contribuir a que el trabajo digno para las mujeres sea una realidad. La iniciativa se basará en las propuestas en curso de Oxfam y sus organizaciones socias en varios países, en particular Imagen 5: Marco del derecho de las mujeres a un trabajo digno © Luigi Forese / Oxfam au Maroc. objetivo general de cambio Las mujeres obtienen de manera progresiva más derechos laborales legalmente protegidos y disfrutan de más oportunidades de trabajo digno dentro de sociedades con una mayor distribución de la riqueza y el poder. Cambian las narrativas y términos preexistentes del debate que sostienen el actual sistema económico neoliberal a través de enfoques económicos feministas. Enough! el paraguas EiU!-FAIR GROW/BtB RESULTADO 4 Se promueven prácticas, culturas de empresa y modelos de negocio alternativos que se comprometen con una mayor justicia de género y el derecho a un trabajo digno de las mujeres a través de sus cadenas de valor. RESULTADO 3 RESULTADO 2 Se consigue una organización socialmente más justa del trabajo de cuidados a través de políticas de cuidados que ponen los derechos de las mujeres y la justicia social en el centro. Resultado 1 Los cambios políticos e institucionales apoyan un trabajo digno y defienden los derechos de las mujeres. El poder colectivo y organizativo de las mujeres para el cambio político se ve reforzado. Los cambios en las normas sociales permiten que las mujeres obtengan, mantengan y se beneficien de un trabajo digno. Un liderazgo transformador para los derechos de las mujeres fortalece la capacidad de las mujeres de articular su voz individual y colectiva y de reclamar su derecho a un trabajo digno. Los fundamentos
  • 35. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 35 en las regiones del Oriente Medio, el Magreb, la región de Asia-Pacífico, Europa, los Estados Unidos, África del Sur, América Latina y el Caribe.41 Oxfam y sus organizaciones socias trabajarán activamente para apoyar la organización y el poder colectivo de las mu- jeres como el principal desencadenante del cambio. Oxfam en Sudáfrica, por ejemplo, a través de su plataforma de la campaña Domestic Workers Rising y sus vínculos con orga- nizaciones socias como la International Domestic Workers Federation, ha fortalecido las capacidades de los grupos de mujeres y de las trabajadoras del sector doméstico que se organizan y ha contribuido a ejercer presión e influir en las acciones políticas. Oxfam y sus organizaciones socias apo- yarán y facilitarán la conexión entre los grupos de mujeres y agentes, así como las personas influyentes de los medios de comunicación, los sindicatos, lxs académicxs feminis- tas, las organizaciones de trabajadorxs y el sector privado. Creemos que este programa es vital para contribuir a que las mujeres ejerzan su derecho a un trabajo y una vida dignos, y a que vivan en sociedades en las que la riqueza y el poder se distribuyan de forma más equitativa para favorecer a mu- chxs en lugar de a unxs pocxs. Esto también significa que contribuiremos a un cambio global de poder del 1 % al 99 %, reclamando la economía como una herramienta integral para satisfacer las necesidades de las personas y sostener la vida y el planeta en sí mismo, no solo como un vehículo para que las élites obtengan beneficios a corto plazo, como muchas economistas feministas han defendido desde hace décadas (Amaia Pérez Orozco, Diane Elson, Lourdes Bene- ría y Diane Perrons, por mencionar algunas). Aprovechando los momentos globales de campañas públicas, como los in- formes anuales de Oxfam sobre la desigualdad ante el Foro Económico Global de Davos, o los hitos globales de la Cam- paña “Behind the Barcodes”, ya estamos introduciendo en el debate global cómo podría ser una economía de este tipo y qué impacto tendrían unas condiciones de trabajo dignas en la vida de las mujeres. El primer fundamento para este trabajo es que las muje- res tengan el espacio y los recursos que necesitan para definir sus demandas de trabajo digno y así conseguir los cambios que quieren en sus vidas. Promover el liderazgo transformador de las mujeres para conseguir sus derechos, por lo tanto, forma el primer elemento fundamental del pro- grama. Basándonos en el Marco de Oxfam sobre Liderazgo Transformador para los Derechos de las mujeres (TLWR, en inglés), que ya se ha puesto en marcha con éxito en varios países, haremos lo siguiente: apoyar la concienciación de las mujeres sobre sus derechos laborales; facilitar la orga- nización de las mujeres como trabajadoras; apoyarlas en el refuerzo de sus capacidades, su confianza y la autoesti- ma que necesitan para influir en quienes ocupan posicio- nes de poder a fin de lograr los cambios que desean ver; y obligar a comprometer a quienes tienen el poder de fa- cilitar el cambio. El enfoque de los TLWR de Oxfam trata de promover los derechos de las mujeres basándose en cinco pilares de trabajo: reforzar el conocimiento, la conciencia y las capacidades individuales; construir la sostenibilidad de las organizaciones y redes de derechos de las mujeres; influir en las normas informales y las prácticas excluyentes y en las reglas y políticas formales; así como promover la responsabilidad social para el avance de los derechos de las mujeres. La fructífera labor realizada en los TLWR de Marruecos para fortalecer la acción colectiva de las trabajadoras a escala local ha sido la base para abordar las violaciones de los de- rechos y proporcionar recursos a las mujeres que trabajan en fábricas y granjas, aumentar el acceso de las trabajado- ras a la información sobre los derechos laborales y lograr una mejora de las condiciones de trabajo en el sector de los frutos rojos. Paralelamente, a escala nacional, se han crea- do mesas redondas de partes interesadas para fomentar la colaboración entre lxs productorxs de fresas marroquíes, la sociedad civil, las instituciones estatales, lxs expertxs y las mismas mujeres trabajadoras. El reconocimiento de que el cambio a nivel individual de las mujeres modificará la con- ciencia, las actitudes y los comportamientos de otras per- sonas influyentes proporciona la base para el cambio colec- tivo, incluidos los cambios en las normas discriminatorias, las prácticas del sector privado, un mayor reconocimiento y redistribución del trabajo de cuidados y los cambios en las políticas e instituciones. El reconocimiento de que el cambio a nivel individual de las mujeres modificará la conciencia, las actitudes y los comportamientos de otras personas influyentes proporciona la base para el cambio colectivo, incluidos los cambios en las normas discriminatorias, las prácticas del sector privado, un mayor reconocimiento y redistribución del trabajo de cuidados y los cambios en las políticas e instituciones.
  • 36. 36 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 El segundo fundamento de este trabajo son las normas so- ciales. La iniciativa se basará en propuestas existentes de cambio de normas sociales como (por ejemplo) la campaña “Enough!” de Oxfam, la iniciativa “Women’s Economic Em- powerment and Care” (WE-Care), la incidencia en la econo- mía de los cuidados en Colombia, México y Bolivia, y el WEE Knowledge Hub. Oxfam cree que los cambios incrementales para redefinir las normas sociales existentes conducirán finalmente a que las mujeres tengan más opciones, mejores condiciones de trabajo y disfruten de un trabajo y una vida dignos, independientemente del trabajo que realicen. Si realmente queremos cambiar el equilibrio de poder de unxs pocxs a la mayoría y reclamar la economía como una herramienta para servir a las necesidades de todas las personas y sostener nuestro planeta, tenemos que empezar preguntándonos qué es la economía y cuáles son sus objetivos principales. Visita aquí el Marco de Oxfam del Liderazgo Transformador para los Derechos de las mujeres que incluye estrategias inspiradoras clave para conseguir el cambio dentro de sus cinco pilares de trabajo. Recursos clave Las organizaciones socias de Oxfam y de los derechos de las mujeres (UWONET, PKKK, FEM- NET) han cuestionado la percepción de que el trabajo no remunerado y las activi- dades de cuidados son “no laborales”, no especializadas y de escaso valor, tanto directamente con las comunidades como en la política del Gobierno nacional y la publicidad corporativa. Oxfam y sus organizaciones socias también han promovido una mayor participación de las mujeres (y los hombres) en ocupaciones no tradicionales. Todas estas ac- ciones han contribuido a un cambio de las normas sociales de género y de las normas sobre la actividad económica que actualmente impiden a las mujeres realizar de manera efectiva su derecho a un trabajo digno. Oxfam cree que los cambios incrementales para redefinir las normas sociales existentes conducirán finalmente a que las mujeres tengan más opciones, mejores condiciones de trabajo y disfruten de un trabajo y una vida dignos, independientemente del trabajo que realicen. Por un lado, Oxfam y sus organizaciones socias están traba- jando para desafiar y redefinir las normas sobre los roles económicos de género que contribuyen a la segregación ocupacional generalizada y duradera, la inseguridad labo- ral de las mujeres, la creciente precariedad en el trabajo y la desigual responsabilidad de las mujeres en el trabajo de cuidados, por nombrar algunas de las realidades cotidianas a las que se enfrentan las mujeres en el suelo pegajoso y por debajo de él. Las comunicaciones públicas, basadas en una rigurosa investigación de las normas en un contexto especí- fico, ponen en tela de juicio ciertas creencias acerca de que las mujeres son amas de casa y los hombres son el sostén de la familia. Las normas sobre las cualidades intrínsecas masculinas y femeninas suelen ser problemáticas, como el hecho de que las mujeres tengan unas manos más habili- dosas, mientras que se espera que los hombres realicen un trabajo pesado, técnico y físico. Oxfam seguirá colaborando con sus organizaciones socias y aliadxs utilizando diversas estrategias (entre ellas la investigación, la movilización po- pular, el refuerzo de capacidades a escala comunitaria, el entretenimiento educativo y las campañas) para poner de manifiesto el papel fundamental que desempeñan esas normas. El objetivo es ayudar a desplazar una de las causas fundamentales más omnipresentes, estructurales y dura- deras de la injusticia de género en el ámbito laboral. Por otra parte, Oxfam y sus organizaciones socias también están trabajando para poner de relieve el papel que desem- peñan las normas sobre la economía en varios ámbitos de la formulación de políticas y en las prácticas del sector privado que impiden a las mujeres acceder a un trabajo digno. Por ejemplo, las normas que transmiten que la economía es solo el llamado “mercado” (ignorando las actividades no mercan- tiles) o las normas que no reconocen los hogares privados como lugares de trabajo ayudan a perpetuar la exclusión de las trabajadoras del sector doméstico y/o con base en el hogar de la legislación laboral, y el fracaso de las estadísti- cas para captar a lxs cuidadorxs no remuneradxs como inte- grantes de la mano de obra. Cuando el trabajo de cuidados (remunerado y no remunerado) se entiende como un sector de la economía, con condiciones arduas y peligrosas (por ejemplo, humo en interiores, trabajo físico duro, triple carga
  • 37. Documento estratégico, septiembre 2019 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO 37 de trabajo de cuidados) en lugar de “trabajo insignificante” o “trabajo ligero” (como se detecta en las investigaciones con grupos focales), entonces, los agentes de cambio pueden promover aumentos en los presupuestos estatales, la inver- sión en infraestructura y los servicios sociales. Los análisis de la relación de costes-beneficios no se realizan en el va- cío, sino que están influidos y enmarcados por las normas de género y las normas sobre la economía que deben cues- tionarse y desentrañarse para hacer realidad el derecho de las mujeres a un trabajo digno. El reconocimiento de que el cambio también necesita abordar normas sociales profun- damente arraigadas proporciona la segunda base para cam- bios duraderos en el ámbito de la elaboración de políticas, cambios en la actual organización social de los cuidados y prácticas del sector privado. Por último, creemos en contribuir al intercambio de ideas, narrativas y cambio de paradigma a través de un enfoque económico feminista, con un estudio crítico de la econo- mía, incluyendo la metodología, la historia y la investigación empírica que ofrezca una visión alternativa que supere las bases androcéntricas del análisis económico. Si realmente queremos cambiar la balanza del poder de unxs pocxs a la mayoría y reclamar la economía como una herramienta para servir a las necesidades de todas las personas y sostener nuestro planeta, tenemos que empezar a preguntarnos qué es la economía y cuáles son sus principales objetivos. Este enfoque nos recuerda que en el centro de la sociedad se encuentran los procesos que sostienen la vida, que son ge- neralmente no remunerados y en su mayoría realizados por mujeres, constituyendo la base de la organización de los sistemas sociales y económicos. Utilizando un marco analítico feminista y un análisis ex- haustivo de poder, necesitamos revisar nuestro análisis económico y político para asegurarnos de que se inserta en un análisis feminista cuando se estudia el ámbito del tra- bajo. Debemos mirar no solo los espacios formales de toma de decisiones, sino también cómo las normas sociales, las prácticas informales y las élites sostienen el actual modelo económico, que beneficia al 1 %. Debemos mostrar pruebas convincentes para cambiar la narrativa, usando continua- mente un enfoque económico feminista para cambiar los términos del debate sobre el trabajo digno, y fortalecer las conexiones con las campañas globales de Oxfam “Even it Up!”, “Behind the Brands” y “Enough!”. Mediante el uso de su poder de convocatoria, el fortaleci- miento de las capacidades y los conocimientos técnicos, y la capacidad de movilizar recursos, el papel de Oxfam es facilitar, apoyar y actuar como organización aliada y res- petuosa, para ayudar a amplificar las voces de las mujeres trabajadoras, y apoyar las formas de abrir el espacio político para que las organizaciones socias estratégicas y las partes interesadas colaboren en la promoción de un trabajo dig- no para las mujeres en el suelo pegajoso y por debajo de él. Para poder poner a las mujeres en el centro de estas accio- nes hay que tener en cuenta el hecho de que tomar el con- trol de la acción política es la forma más poderosa y efectiva de lograr un cambio sostenible en sus vidas. El apoyo a las organizaciones de derechos humanos, a las organizaciones y redes laborales de las mujeres, y el equipamiento de lxs trabajadorxs con habilidades de incidencia y campaña para influir en lxs titulares de obligaciones y de poder constituye una parte clave de la estrategia general. Para comprender las dimensiones específicas del poder y los contextos culturales que determinan los obstácu- los para la consecución del derecho de las mujeres a un trabajo digno, los enfoques, estrategias y actividades es- pecíficas del programa diferirán según el país, la región, la ubicación y el contexto. Oxfam utilizará su considerable experiencia en la convocatoria de alianzas entre grupos y organizaciones aparentemente dispares, incluidos sindi- catos, empresas del sector privado, donantes, Gobiernos y organizaciones comunitarias. La realización de un análisis minucioso del poder en cada contexto dará lugar a procesos y estrategias para apoyar el cambio deseado. Este análisis también revelará las oportunidades de cambio positivo y las lagunas que deben abordarse. © Mathieu-Etienne Gagnon / Oxfam. Nicaragua, 2015.
  • 38. 38 INICIATIVA POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UN TRABAJO DIGNO Documento estratégico, septiembre 2019 Los elementos básicos descritos anteriormente tratarán de contribuir a diversos objetivos en el marco de los cuatro re- sultados siguientes: Resultado 1 - El poder organizativo y colectivo de las mujeres ¿Por qué? Apoyar a las mujeres en toda su diversidad a construir y consolidar su poder colectivo y organizarse para la acción debería ser el centro de cualquier programa de tra- bajo digno para las mismas. Como se estipula en la defini- ción de Oxfam del trabajo digno, la dignidad implica no solo un sentido individual de autoestima, sino también el reco- nocimiento colectivo del papel de cada mujer como trabaja- dora o profesional (un sentimiento colectivo de autoestima y de valor añadido al trabajo que se realiza), especialmente en sectores históricamente feminizados, mal pagados e “in- visibles” (como el trabajo doméstico). Este es un paso esen- cial para que la solidaridad colectiva florezca en empleos en los que las mujeres han sufrido graves violaciones de sus derechos; también es una condición previa para crear siste- mas de apoyo mutuo que permitan a las mujeres organizar y reclamar colectivamente sus derechos. Para ello, Oxfam debe estar dispuesto a comprender y promover la necesidad y facilitar los procesos de solidaridad entre mujeres de di- versas identidades que se enfrentan a graves abusos de sus derechos en sectores específicos de la economía (como la industria textil y de la alimentación o el trabajo doméstico). ¿Qué? Los cambios específicos a los que contribuirá la ini- ciativa son los siguientes. 1. Las redes y acción colectiva (en línea y presenciales) son reforzadas entorno a los temas de trabajo digno de las mu- jeres (por ejemplo, redes de mujeres del sector del trabajo doméstico). 2. Mujeres en el ámbito comunitario y de base se organizan para involucrase y conectar con organizaciones y/o redes más extensas que trabajan en el ámbito de los derechos de las mujeres para documentar los abusos de los dere- chos de las mujeres en el trabajo (en el sector público o privado) e influir en los procesos de adopción de decisio- nes en ambos sectores. 3. Las voces de las mujeres y el liderazgo transformador son potenciadas en las organizaciones de trabajadorxs, las cooperativas de productorxs y sindicatos. 4. Conexiones más fuertes entre los sindicatos de mujeres y los colectivos organizados (por ejemplo, mujeres traba- jadoras del sector doméstico, organizaciones de mujeres trabajadoras migrantes) son construidas como medio para mejorar las negociaciones colectivas. Resultado 2 - Una organización social más justa del trabajo de cuidados ¿Por qué? En todo el mundo, sin excepción, las mujeres desempeñan la mayoría del trabajo de cuidados no remu- nerado, y también representan la abrumadora mayoría de la mano de obra del trabajo de cuidados remunerado global. Las mujeres, habitualmente, reciben poco o ningún reco- nocimiento por el trabajo de cuidados, que a pesar de ser ampliamente invisible y no definirse como un trabajo en sí, es en realidad el trabajo que hace posible cualquier otro tipo de trabajo y sostiene la vida, las personas y la economía. ¿Qué? Sobre la base del trabajo existente desarrollado por las iniciativas WE-Care e influyendo en las agendas sobre políticas de cuidados iniciadas en varios países de las re- giones MENA y LAC, los cambios específicos a los que con- tribuirá la iniciativa son los siguientes. 1. El Gobierno y los actores del sector privado reconocen el derecho de las mujeres y las chicas al trabajo de cuidado remunerado y no remunerado como una contribución vital a la economía y gestionan su distribución desigual como una prioridad. 2. Lxs tomadorxs de decisiones recopilan de forma regular datos sobre el trabajo de cuidados y doméstico no re- munerado y redactan informes nacionales que reflejan el trabajo informal y no remunerado que las mujeres llevan a cabo. 3. Las políticas y las estrategias nacionales incluyen com- promisos concretos y medidas para redistribuir más equi- tativamente el trabajo de cuidados no remunerado – tanto en el seno de las familias como entre las familias, el Esta- do, las organizaciones de la sociedad civil (OSC), las co- munidades y el sector privado. Las políticas podrían incluir permisos parentales adecuados, guarderías públicas o programas de cuidados para la tercera edad disponibles para las mujeres, especialmente para las que viven en la pobreza. II. Resultados de la iniciativa