1. a 9 6 A C T U A L I D A D A C T U A L I D A D 9 7 a
artedepieFranco Vico. Tiene 27 años,
nació en San Jorge, Santa Fe,
y como flamante ganador
del “Premio Faena 2012”
recibió US$ 75.000, cifra
que pretende repartir entre
colegas y fundaciones
benéficas. Se define como un
artista que quiere cambiar la
conciencia establecida para
modificar –mejorar–
la cabeza de la gente y
cree en “la magia del arte”
para modificar la realidad.
Conocé al nuevo
“Robin Hood del arte”.
textos MARIA AGUSTINA GIRON
fotos FERNANDO CARRERA
C
on más de 30º grados, en las pro-
fundidades del subte porteño,
Franco se derretía en el mar de
gente que viajaba en la línea D.
Su celular sonó cuando faltaban dos para-
das para llegar a su casa. Alguien del otro
lado de la línea lo dejó perplejo. Con pala-
bras más o menos académicas, le anuncia-
ban que podría hacer el “golpe de Estado
simbólico” con el que soñaba, un golpe que
–alejado de las nefastas connotaciones que
la idea pudiera sugerir– se refería al arte,
a su democratización y horizontalidad. Y
así fue. Pocos días después, el artista san-
tafesino Franco Vico (27) –licenciado en
Bellas Artes, egresado de la Facultad de
Humanidades y Artes de UNR– no sólo se
convirtió en el dueño de los US$ 75.000
que asigna el “Premio Faena 2012” de ar-
te, sino que además se dio el lujo de decir-
le cara a cara al exitoso empresario Alan
Faena que “le había arrebatado el botín”.
También participó del Programa de Artis-
tas de la Universidad Torcuato Di Tella,
con la coordinación de Pablo Siquier, pero
a partir de ahora Franco seguramente co-
menzará a ser identificado como “el Robin
Hood del arte”. Es que de los US$ 25.000
que le corresponden al artista, sólo se que-
dará con la mitad y el resto irá para fun-
daciones benéficas. Y los US$ 50.000 des-
tinados a llevar adelante la obra también
serán repartidos: la mitad para convocar a
un concurso que premiará a 25 primeros
puestos y la otra mitad para desarrollar
las actividades de la Fundación Vairoletto,
su invención artística y algo más.
Tu obra no es una pintura, no es una escul-
tura, no es una instalación… ¿Qué es la
Fundación Vairoletto que te llevó a ganar
tan importante premio y tan bien remune-
rado? Lo primero que pensé es que era un
096-099_PT4719_FAENA_Maquetación 1 19/12/12 20:54 Página 96
2. A C T U A L I D A D 9 9 a
Messi– y me acuesto muy tarde.
Esa etapa de la vida loca de la no-
che del arte ya se me pasó. Ahora
voy a muestras de amigos para ha-
cerles el aguante, pero fuera de
eso no cumplo el estereotipo del
artista que vive de muestra en
muestra tomando champagne o
vino todos los jueves a la noche.
¿Y qué clase de artista sos? A mí
siempre me gustó esto de que el
artista ayude a cambiar una con-
ciencia establecida, a pensar las
cosas de otra forma y que eso
eventualmente genere una socie-
dad diferente, mejor. También
me interesa crear situaciones de
contradicción de las que pueda
surgir algo distinto, aunque
más no sea en la cabeza de la
gente, pero eso ya es importan-
te. Y en el último tiempo estuve
investigando mucho la relación
entre la magia y el arte. Es que
realmente creo que el arte es
magia. Por eso hoy a mí me interesaría de-
finirme como artista en cuanto mago, que
actúa o modifica la realidad a voluntad. Y
como persona no sé si soy una u otra cosa
porque siempre que vos decís “me defino de
esta forma” estás cerrándole la puerta a un
montón de otras posibilidades. Sos el que
sos en este momento, aquí y ahora.
Durante la entrega del premio te diste el
gusto de decirle a Alan Faena: “Al fin te
sacamos el botín”. ¿Cómo planeaste esa
broma tan frontal y provocadora? Yo no
sé si dije literalmente esa frase o si la
transcribieron bien… No puedo dar fe, pe-
ro básicamente lo que dije fue que se tra-
taba de hacerle un golpe “al Señor”, lo se-
ñalé y mencioné algo sobre arrebatarle el
botín, el dinero. Fue una situación gracio-
sa porque él se rió y se lo tomó de una for-
ma súper relajada. Babasónicos, una ban-
da que me gusta mucho, habla de que la
única forma de luchar contra el sistema es
bombardearlo con aberraciones y que la
idea es delirar con la plata de otros. Y a
mí me interesa esa relación. q
a 9 8 A C T U A L I D A D
quiso contarle a todo el mundo, pero
yo le pedí que esperáramos un rato,
ni siquiera entendía lo que estaba pa-
sando. Igual eso no duró mucho. Al
rato ya todos en mi familia estaban
emocionados. Mi mamá lloró… ¡todos
lloraron! Fue impactante.
De repente, toda tu dedicación al
arte (incluyó su mudanza de Santa
Fe a Buenos Aires) tuvo sentido…
Mi vieja es bioquímica y mi papá es
contador y ambos trabajan. Tengo
además dos hermanos más chicos,
uno analista en sistemas y el otro
músico. En la familia hay alguna
veta artística: además de algunos
parientes lejanos, a mi papá le
gusta escribir y a mi mamá le inte-
resan la arquitectura y la decora-
ción, pero nunca nadie había to-
mado la decisión de dedicarse por
completo al arte.
¿Cómo es tu vida y rutina de tra-
bajo? La verdad es que yo soy
muy caótico para trabajar; no ten-
go una agenda fija, me voy mo-
viendo de acuerdo a la necesidad
del momento y soy muy nocturno.
En cambio Aimará –su mamá es
médica del Otamendi y ella tra-
baja ayudándola en la recepción–
es más madrugadora y siempre
se levanta antes. Pero yo me que-
do haciendo cosas de noche, solo,
con nuestros dos gatos –Wenge y
premio muy suculento, que repre-
sentaba mucho dinero y me parecía
que yo no necesitaba tanto para ha-
cer una obra. Sentía que lo más in-
teresante que podía hacer era que
esa obra consistiera en repartir el
dinero. Básicamente lo que quería
hacer era generar una situación,
una especie de “golpe de Estado” pe-
ro simbólico, porque lo que estoy ha-
ciendo es un salvoconducto entre el
público de la obra y yo, evadiendo a
la autoridad del jurado para que ha-
ya gente que pueda exponer en el Fa-
ena sin que el tribunal la elija. Yo di-
je: “Si sucede esto… ¡ya está, no me im-
porta más nada!”
Entonces, más que por una obra
concreta, te premiaron por una
idea. Sí. En los talleres de artistas
en los que venía laburando última-
mente me encontré con libros sobre
el anarquismo de las décadas del ´20
y del ´30 y el concepto del bandole-
rismo social. Entre ellas encontré a
este personaje llamado Vairoletto
(apodado “el Robin Hood de las pam-
pas”), un delincuente famoso del si-
glo pasado que les robaba a los ricos
para darles a los pobres. Me interesó
su slogan, pero no sabía qué hacer con
eso. Entonces se me ocurrió trasladar
esto del bandolero social al campo del
arte, generar una situación en la que
esa repartición de dinero tuviera una
connotación social fuerte y trasladar-
lo al premio en sí. La verdad es que no
tenía ninguna expectativa. Yo ya ha-
bía presentado propuestas así en otras
oportunidades, pero nunca había tenido
éxito, así que esta vez no me pareció que
pudiera ser la excepción; mandé la aplica-
ción para probar, nada más.
¿Cómo fue el momento en el que te ente-
raste del premio? Estaba en el subte yendo
a casa cuando me llamaron y me avisaron.
No entendía nada ni sabía muy bien cómo
reaccionar. Creo que nada más les contesté:
“Ah... qué bueno, gracias”. Después me bajé
del subte “caminando en otro mundo”, y
cuando llegué le conté a mi novia, Aimará.
Ella se puso súper contenta y enseguida
Vico con Alan Faena, a quien “le arrebató el botín”.
El ganador se lleva todo...
El jurado internacional eligió a Franco Darío Vico entre 837 proyectos de más de 40 países, y su
proyecto será exhibido en Faena Arts Center durante 2013. “Elegimos el proyecto Fundación
Vairoletto por su frescura y su rebeldía frente a las convenciones –explicó el jurado, integrado
por Carlos Basualdo, Caroline Bourgeois e Inés Katzenstein, bajo la coordinación de Ximena
Caminos, directora ejecutiva de Faena Arts Center–. Seleccionamos un proyecto que cuestiona
la posición privilegiada de las artes en la sociedad contemporánea y expande, de manera
reflexiva y con espíritu de celebración, la definición misma de la práctica artística”.“Nos pareció
muy interesante que la obra de Franco Vico cuestionara no solamente el sistema de premios,
sino también la forma en que el mundo del arte maneja o administra la distribución de los
recursos –explicó a Para Ti Carlos Basualdo, curador de arte y jurado del Premio Faena–.
Definitivamente hay cierto vértigo en la elección de la obra, pero nos parece que vale la pena
correr ese riesgo y estamos dispuestos a afrontarlo”.
La imagen de Fundación Vairoletto.
“Creo que el arte es magia. Por eso hoy a mí
me interesaría definirme como artista en cuanto mago,
que actúa o modifica la realidad a voluntad.”
096-099_PT4719_FAENA_Maquetación 1 19/12/12 20:55 Página 98