Este documento describe las buenas prácticas en la producción porcina, las cuales incluyen procedimientos como limpieza, higiene, sanidad, trazabilidad y bioseguridad. El objetivo general de estas prácticas es obtener un producto inocuo para el consumidor humano y disminuir riesgos a la salud animal. Las buenas prácticas también se aplican a la alimentación de los cerdos y consideran factores como calidad microbiológica, análisis de aflatoxinas y almacenamiento de los alimentos.