Los griegos fueron pioneros en el desarrollo de la ingeniería, mejorando sistemas de distribución de agua e irrigación y utilizando materiales y técnicas de construcción más avanzadas. Aproximadamente en el 440 a. C., arquitectos griegos construyeron los primeros templos en la Acrópolis con vigas reforzadas con hierro forjado. Más tarde, los griegos escribieron uno de los primeros libros de ingeniería y establecieron la topografía como la primera ciencia aplicada a la ingeniería.