Boletín de la Delegación para el Clero del Arzobispado de Santiago. Marzo 2020. Santiago de Compostela - España. NRO. ESPECIAL: EMERGENCIA POR PANDEMIA DE CORONAVIRUS
NRO. ESPECIAL: EMERGENCIA POR PANDEMIA DE CORONAVIRUS
1. Nº 124 Marzo de 2020
LA VOZ DEL ARZOBiSPO
LA VOZ DEL PAPA
Este es el primer testimonio: que se vea que Jesús es el centro.
HEMOS VISITADO A …
SACERDOTES: QUE LA EUCARISTÍA Y UN AMBICIOSO PLAN
DE VIDA ESPIRITUAL ANCLEN NUESTRA VIDA AL SEÑOR
«Estos días de la “crisis del coronavirus”, que hemos de vivir en Providencia de Dios,
quisiera hacerme a su camino y llegar a todos y cada uno de Vds. […] Necesitamos acompañar y sentirnos
acompañados. Hemos de ayudarnos los unos a los otros orando intensamente, pero también tratando de
cuidar la salud física y avivando la esperanza cristiana. ¡Velemos los unos por los otros!
Por otra parte, quisiera que tuviesen muy presente su identidad. El aislamiento en nuestras casas que
nos han pedido las autoridades sanitarias no puede hacernos olvidar nuestra misión. Hemos recibido la
ordenación sacerdotal que nos ha configurado con Cristo Cabeza y Pastor, identificándonos plenamente con Él.
Estos no son días de vacaciones. La Iglesia en otras muchas épocas ha pasado por situaciones difíciles,
incluso de mayor envergadura. Y los sacerdotes han sabido asumir el sacrificio imperante en el pueblo,
porque para servir a ese mismo pueblo han sido llamados. Todavía es pronto para saber el horizonte en el que
transcurrirán los acontecimientos. Pero es necesario que la celebración de la Eucaristía y un ambicioso
plan espiritual ancle nuestra vida en el Señor, para mantenernos fieles y que el corazón siga latiendo
ardorosamente para retomar el ministerio de acercar las personas a Dios. Cuidar nuestra vida interior
significa agradecer al Señor el don de haber sido elegidos, sin mérito alguno de nuestra parte, para trabajar en
su mies, asociados a su tarea redentora. Él sentirá el consuelo de nuestra respuesta generosa y, a buen
seguro, no dejará de derramar sobre nosotros el “ciento por uno” prometido.
La espiritualidad es un ejercicio de superación de los propios límites, ejercitando el espíritu sin
miedo a enfrentar la realidad. El otro es siempre una interpelación, un desafío, un reto. “El rostro del otro es
como un espejo que me permite conocerme a mí mismo”. Es necesario darle importancia al silencio, la
meditación, la contemplación, la lectura espiritual, donde descubrimos que la verdadera vida es la vida
entregada, sacrificada, gastada por alguna causa digna y elevada. Ejemplos los tenemos. No olvidemos que
ser sacerdote no es una función sino un don, una participación en la vida de Cristo crucificado. […]
Por último, invito a todos a aprovechar las oportunidades que ofrece este tiempo de cuarentena. No
debiera interrumpirse la comunicación con los fieles. Dios no se ha retirado y sigue actuando. De este
modo, con las exigencias que impone la prudencia más delicada, hemos de evangelizar en el contexto actual:
si es posible mantener abierta la Iglesia evitando riesgos innecesarios; comunicarse a través de los medios
electrónicos; hacer llamadas telefónicas que pueden resultar muy alentadoras para los fieles… […]
Encomendamos nuestro ministerio a San José, para reavivar la gracia que hemos recibido. Él nos
conduce hacia la presencia alentadora de la Santísima Virgen, madre de los sacerdotes y allí nos sentimos
seguros y nos muestra el camino de la fidelidad a Jesús, centro de nuestra vida. Rezo con vosotros y por
vosotros. También en nombre del Sr. Obispo Auxiliar os saludo con fraternal afecto y bendigo en el Señor.»
(MONS. JULIÁN BARRIO BARRIO, De la Carta a los sacerdotes en la Solemnidad de S. José, 19-3- 2020)
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PRESBITERIO
Boletín de la Delegación para el Clero del Arzobispado de Santiago
NRO. ESPECIAL: EMERGENCIA POR PANDEMIA DE CORONAVIRUS
2. ECOS DEL PRESBiTERiO…
✓ El Arzobispo y el Obispo auxiliar participan en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal
Española. La Asamblea se desarrolló en Madrid del 2 al 6 de marzo. Se renovaron todos los
cargos del organigrama de la CEE, excepto el del Secretario General, que tiene mandato por cinco
años. Mons. Julián Barrio formará parte de la Comisión Permanente, mientras que Mons. Jesús
Fernández fue elegido Presidente de las Subcomisión episcopal de Acción Caritativa y Social.
✓ VIIIª Semana Cultural del Seminario Menor de Belvís. Tuvo lugar del 2 al 6 de marzo. El escritor
Neira Cruz, autor de numerosos libros de literatura infantil e juvenil, pronunció la conferencia
inaugural, acerca del viaje de Cosme III de Médicis a Compostela. Otras conferencias,
exposiciones, representaciones de teatro,… completaron la programación. El Rector del
Seminario Menor, D. Manuel Ferreiro, presidió la Misa en honor a S. Rosendo el día 6 de marzo.
✓ Tercera sesión de Formación Permanente para el Clero en las Vicarías. Se desarrolló en las sedes
de A Coruña (Hogar Sta. Margarita, 2 de marzo) y Santiago de Compostela (Casa Diocesana de
Ejercicios Espirituales, 9 de marzo). Se suprimió en Pontevedra, debido al estado de emergencia
por la epidemia de coronavirus. El ponente fue D. Germán Hermida, aparejador que trabajó
durante muchos años en la Dirección General de Patrimonio, dentro de la Subcomisión mixta
Iglesia – Xunta. D. Germán destacó que la gran mayoría del Patrimonio cultural de la Comunidad
Autónoma de Galicia tiene su origen en la Iglesia, y en buena medida sigue estando en manos de
la Iglesia. De ahí la responsabilidad de los Párrocos en la conservación del Patrimonio que se les
encomienda. Recordó que el procedimiento para poder realizar obras en los bienes de la Iglesia
requiere de la autorización tanto de la Archidiócesis como de la Dirección General de Patrimonio.
Sin embargo, para simplificar los trámites administrativos de obras pequeñas, la Xunta aprobó en
2017 una Instrucción para obras de menor entidad, que es de gran utilidad.
✓ Comunicado de los Obispos de la Provincia eclesiástica de Santiago de Compostela ante la
expansión del coronavirus, el 13 de marzo. Ampliando las disposiciones publicadas el 8 de
marzo, los Obispos decidieron dispensar a los fieles cristianos de la asistencia a la Eucaristía los
Domingos y fiestas de precepto. Se suspendieron las celebraciones comunitarias y públicas de la
Sta. Misa, así como las actividades catequéticas y formativas. Se anima a los fieles a seguir la
Santa Misa por los medios de comunicación y a realizar la comunión espiritual. Los obispos
exhortan a que los sacerdotes continúen celebrando diariamente la Eucaristía en privado,
rezando por el Pueblo de Dios, siendo posible la asistencia de un pequeño grupo de fieles.
✓ Ordenación de dos Diáconos en la Capilla del Seminario Mayor, el 15 de marzo. El Obispo
auxiliar de Santiago, Mons. Jesús Fernández, presidió la
ceremonia de Ordenación de dos nuevos Diáconos para
nuestra Diócesis: Santiago L. Núñez Fernández y Callixtus
Chidiebere Nwoye. En la celebración sólo estuvieron
presentes los formadores y compañeros seminaristas de
los candidatos, debido al estado de emergencia sanitaria.
En su homilía, Mons. Jesús Fernández dijo: “Hoy,
particularmente, hacemos memoria agradecida del don
de la vocación al ministerio pastoral al que hemos sido
llamados, no por ser los más importantes y capaces,
tampoco por ser los más santos y fieles, sino por pura
gracia. Cada día, a través de los Sacramentos, el Señor
nos regala su Espíritu de amor. Hoy, por mi ministerio,
este Espíritu de Cristo siervo descenderá sobre Santiago y
Callixtus para configurarlos con Él”.
3. ✓ Súplicas a S. Roque pidiendo su intercesión por el fin de la pandemia. En numerosas Parroquias
se han realizado invocaciones al abogado contra las pestes pidiendo por el fin de la epidemia de
coronavirus. En Santiago de Compostela, ciudad que desde hace más de cinco siglos renueva
anualmente su voto al santo, se realizó un acto en la capilla de S. Roque, el 18 de marzo.
Intervinieron representantes del
Cabildo de la Catedral de
Santiago, de la Parroquia de San
Miguel dos Agros y de la Cofradía
de San Roque. Ante la imagen de
S. Roque imploraron su
protección sobre el personal
sanitario, las fuerzas de
seguridad, los integrantes de
servicios esenciales, los
trabajadores que se encuentran
más expuestos y las autoridades
públicas que han de afrontar la gestión de la crisis. También encomendaron a los fallecidos, a los
enfermos más graves, a cuantos están viviendo períodos de cuarentena y a toda la ciudadanía.
✓ En Solemnidad de la Anunciación del Señor: Rosario y consagración de Portugal y España al
Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. La Conferencia Episcopal Española
se unió a la convocatoria de la Conferencia Episcopal de Portugal, que organizó en un acto de
oración en la Basílica del Santo Rosario de Fátima, retransmitido por la Televisión para el mundo
entero. Al final el rezo del santo Rosario, el Cardenal Arzobispo de Lisboa consagró la península
Ibérica, España y Portugal, y sus respectivas islas, al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado
Corazón de María. Los episcopados de otros países se unieron también al acto de consagración.
✓ Ante la emergencia por el coronavirus, acto de oración presidido por el Papa Francisco, el 27 de
marzo. Fieles de todo el mundo se unieron a través de los medios de comunicación a la
ceremonia que comenzó en el “sagrato” de la Basílica de S. Pedro del Vaticano. La celebración se
inició con una liturgia de la Palabra en la que se proclamó el pasaje evangélico de la tempestad
calmada. “Señor, nos diriges una llamada, una llamada a la fe. Que no es tanto creer que Tú
existes, sino ir hacia ti y confiar en ti”, exhortó el Pontífice. En esta Cuaresma resuena la llamada
urgente: “Convertíos” en la que se nos llama a tomar este tiempo de prueba como un momento
de elección. “No es el momento de Tu juicio, sino de nuestro juicio, el tiempo para elegir entre lo
que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es”.
También – dijo Francisco - es el tiempo “de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia
los demás”. Después de la homilía, el Papa oró ante el icono de María Salus Populi Romani y ante
el Cristo de la iglesia de S. Marcelo, al que se atribuye el fin de la peste que asoló Roma en 1522.
Seguidamente tuvo lugar un acto de adoración y de súplica ante el Santísimo Sacramento.
Finalmente, el Papa, desde la puerta de la Basílica de S. Pedro impartió la bendición Urbi et Orbi
con indulgencia plenaria a todos los fieles del mundo que seguían la celebración.
ORAMOS POR LOS SACERDOTES ENFERMOS…
En especial, este mes encomendamos a:
- D. Daniel Neira Platas, Párroco de Santiago de Boimorto y Unidas.
- D. Domingo A. Portela López, Párroco de la U.P. de Ardemil.
- D. Manuel Rosende Couto, Párroco Emérito de S. Vicente de Berres y Unidas.
4. PARA REFLEXiONAR… (*)
CON LA VIDA EN LOS TALONES
Redescubriendo la vida y el amor en medio de la crisis por el COVID-19
Aún dentro de la primera semana de confinamiento por el Coronavirus, me doy cuenta
de que ya he redescubierto unos cuantos mundos que tenía casi olvidados; conmigo,
otros muchos. Uno de ellos es el de las ventanas y, el principal, el de la televisión y de
los Medios de Comunicación Social. Según las noticias, el 76% de los españoles
miraron a través de ella el domingo pasado, lo que les permitió encontrarse con el
tristemente famoso COVID-19 y con las medidas que nuestras autoridades han ido
tomando para combatir su expansión y tratamiento.
Siempre me pareció muy aburrido mirar por la ventana. Y —os lo aseguro— no es
porque mi residencia dé a un patio interior o a una colmena de viviendas precisamente.
Tampoco porque el paisanaje que cruza “mi calle” sea aburrido. Pero —ya se sabe— el
confinamiento nos impide pisar el pavimento y mirar la vida desde abajo. Esa mirada,
sin embargo, me ha llevado a pensar en tantas y tantas personas que, en tiempos normales, no pueden pisar la
calle y sólo alcanzan a posar sus ojos en el mundo real a través de los cristales. También me ha descubierto a un
joven balbuceando palabras sin sentido y dando patadas a la papelera mientras su compañera intentaba calmarle y
llevarle a un puerto seguro. Recuerdo su voz y hasta podría describir su ropa. En definitiva, descubrí a una persona
cuya situación lamento profundamente desde la impotencia, al tiempo que me gozo con la ayuda de su compañera.
Otro redescubrimiento de estos días ha sido la familia, los amigos y la comunidad. Conozco algún núcleo familiar
con hijos de corta edad. Y, lo confieso, surge en mí un sentimiento de admiración y ternura ante la perla social más
hermosa. En estos días se tienen que reinventar: reorganizar los espacios, el tiempo, la conversación, los juegos, el
rincón personal… ¿Acaso alguien puede poner en duda, más allá de cualquier polémica interesada, cuál es la
primera pertenencia de los hijos? No debe faltar tampoco el recuerdo de aquellas familias que tienen en su seno
personas mayores, enfermas, discapacitadas, frágiles. Su cariño y cuidado son la mejor medicina que existe en el
mercado. Desde aquí, mi reconocimiento más sincero a los que han hecho y hacen cada día la apuesta más
valiente y generosa por la vida, el amor y la esperanza.
Estamos saboreando también la amistad, la buena vecindad, la vida comunitaria. Ricos de tiempo, podemos centrar
nuestra mirada en las personas, más que en sus funciones o roles, multiplicar los contactos aprovechando los
múltiples medios técnicos de que disponemos, romper la costra de los prejuicios, y entrar en el corazón personal.
Gentes jugando al ping-pon desde la ventana de casa, jugando al veo-veo, celebrando el cumpleaños de una
vecina… son otras tantas manifestaciones de que estamos en un tiempo propicio para redescubrir y poner en juego
nuestras mejores capacidades y aptitudes sociales y comunitarias.
Si hay un colectivo que estos días merece todo nuestro reconocimiento es el de los profesionales sanitarios; algunos
han llegado a contraer la enfermedad en el desempeño de su trabajo e incluso han fallecido. Junto a estos héroes,
situamos también a los investigadores; nuestra confianza está puesta en ellos. Justamente en estos momentos
resuenan en el aire los aplausos tributados por el vecindario. Les encomendamos en nuestras oraciones.
Hay otro redescubrimiento que me está llenando de alegría: el de unos políticos que se preocupan por el bien
común de su pueblo. Con esto no quiero decir que no lo hagan en el día a día y en otras circunstancias, pero es
claro que, en este caso, han dejado al margen las consideraciones de otra índole para centrarse en el problema. Les
confieso que me ha causado un enorme alivio dejar de oír comentarios sobre los conflictos territoriales,
desacuerdos sobre temas esenciales para la convivencia, políticas de partido… En estos momentos, y trataré que
sea por mucho tiempo, me siento reconciliado con ellos. Estoy seguro que así les sucederá a muchos de mis
conciudadanos. Cuentan con nuestro apoyo y obediencia para superar juntos esta batalla sanitaria y, en el futuro,
buscando el bien común.
(*) – Artículo publicado en Revista Ecclesia (www.revistaecclesia.com), el 20-3-2020.
5. Solo me resta hablarles de una última ventana: la ventana que nos acerca la trascendencia de un Dios que no nos
ha olvidado y que sigue cuidando de nosotros; ¿acaso no lo está haciendo a través de las instituciones y personas
que he ido identificando desde mi ventana particular? ¿Acaso no lo está haciendo a través de la Iglesia? Basta mirar
los ofrecimientos de distintos arzobispos y obispos: lugares para acoger a los enfermos y necesitados, cartas
pastorales, iniciativas celebrativas y oracionales… Basta recordar también el pronunciamiento profético de Cáritas
española sobre las medidas necesarias para mantener cohesionado el tejido social y los apoyos reales a personas
pobres y excluidas. Y, en fin, ahí está el testimonio de los capellanes de hospitales que siguen trabajando como
siempre para acercar a Dios a aquellos que lo desean en momentos delicados de su existencia y, en general, el
testimonio de todos los sacerdotes. A pesar de la fragilidad de muchos, con su oración y humilde servicio, siguen
sirviendo al Pueblo de Dios y a todos los que llaman a su puerta. Lo digo con claridad: sin la inculturación del
Evangelio serían impensables los frutos de los que vengo hablando. Y esa siembra, la han hecho ellos, junto con los
demás apóstoles de la fe.
Cae la tarde y cierro las contraventanas. Miro hacia adentro, donde brilla la luz de Jesucristo; a Él os encomiendo
contando con la intercesión de la Virgen María, el Apóstol Santiago y San Roque. Que el Señor os bendiga.
MONS. JESÚS FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, OBISPO AUXILIAR DE SANTIAGO
IN MEMORiAM…
RAMÓN BARRAL, BUEN CURA Y MEJOR HOMBRE
QUIENES TUVIMOS el placer de haber conocido de cerca a don
Ramón Barral Camba sabemos que fue un buen cura, pero sobre todo
un gran hombre.
“Por sus obras los conoceréis”, dijo Jesús. Pues bien, don Ramón
realizó muchas obras buenas durante sus largos años de misión
pastoral en Padrón, su localidad de adopción.
Natural de Arzúa, fue párroco de San Pedro de Carcacía de 1975 a
1986 y de Santa María de Cruces entre 1979 y 2015, donde consiguió
ganarse el afecto de todos. Por eso Padrón y, de una manera especial,
A Escravitude, lloran estos días su muerte (por coronavirus); la de un
sacerdote implicado, generoso, bondadoso y muy piadoso; un cura de
pueblo de los de toda la vida, un vecino más que, además, ejerció de profesor de la asignatura de
Religión en el instituto, donde se ganó el cariño de muchas generaciones de estudiantes.
Fue también muy querido por los jóvenes por su participación en numerosos campamentos de
verano y deportivos, en los que consiguió hacer siempre presente al Maestro.
Gran aficionado al fútbol, fue un gran apoyo para los equipos locales y, asimismo, colaboró con
infinidad de iniciativas sociales, culturales y solidarias.
Lo cierto es que nunca esperó él que en A Escravitude que tanto amaba viviría la amarga jubilación
que le tocó experimentar, después de que un grupo de desgraciados entrasen a robar con gran
violencia en la casa rectoral, acabando con la vida de María, su asistenta de toda la vida, y dejando
al sacerdote con una herida en el alma de la que ya nunca se pudo recuperar. Un crimen que, a día
de hoy, todavía no se ha resuelto. Ojalá no quede en el olvido y los responsables sean algún día
juzgados y condenados por lo que hicieron. Aunque seguro que don Ramón ya les habrá
perdonado. Que Dios lo tenga en la gloria.
ARTURO REBOYRAS, PERIODISTA
(*) Artículo publicado en el diario El Correo Gallego (31-3-2020).
6. ENTREViSTA… (*)
“Ningún sacerdote le negará la unción a un enfermo
por miedo al coronavirus"
José Antonio Souto Míguez es el cura párroco de San
Lourenzo de Nogueira, en Meis, pero atiende también las
feligresías de San Vicente, San Tomé, San Salvador y
Barrantes, esta última en Ribadumia. A punto de cumplir los 80
años, es el arcipreste de Ribadumia, y en plena crisis del
coronavirus sigue oficiando una misa diaria en San Lourenzo.
Pero lo hace a puerta cerrada, sin feligreses, en compañía de
su hermana. "Sigo oficiando misa por devoción. Siento la
necesidad de hacerlo. Allí rezo por mis feligreses y por el fin de
esta situación". Ayer tenía que ser para él un día de fiesta,
puesto en la capilla de O Mosteiro se honra todos los 21 de
marzo al San Benito "de inverno". Pero este año no ha podido
ser. Aunque el Gobierno sí permite el culto, tomando unas
medidas claras de distanciamiento social, los obispos han recomendado suspender las misas. Algunos
sacerdotes aún las hacen, pero a puerta cerrada o solo con un puñado minúsculo de fieles. Otros ofician la
misa en sus propias casas, acompañados de su familia. Los más jóvenes, las transmiten por internet.
-Uno de los aspectos más terribles del coronavirus es que condena a muchas personas a morir en
soledad. ¿Cómo afrontan los cristianos la posibilidad de fallecer sin poder confesar?
-Los sacerdotes no quedaríamos tranquilos si negásemos la unción a los enfermos por miedo. Nuestra
vocación nos impide quedar en casa, como le sucede a los sanitarios. Lógicamente, tomaremos todas las
precauciones necesarias para evitar los contagios, pero seguiremos acudiendo a las casas cuando nos
llamen. En los hospitales, es el capellán quien puede dar la unción a los enfermos. Además, en estas
circunstancias, el Papa ha concedido una gracia especial, para que los penitentes tengan una absolución
general tras una confesión a distancia, con la obligación de confesar individualmente cuando cambien las
circunstancias.
-¿Cómo han tomado los feligreses la suspensión de las misas?
-Tan pronto como les avisé de que no habría más misas, recibí muchas felicitaciones. La gente entendió
que no podemos arriesgarnos.
-San Benito es un santo muy querido en O Salnés. ¿Ha dolido mucho la suspensión de todos los
actos?
-No, no ha habido ningún problema. Nos queda el San Benito de verano, y ya tendremos tiempo de
disfrutarlo. En este tiempo ya tuve un entierro. Fuimos directamente al cementerio y la familia lo
comprendió perfectamente, no puso ningún reparo. Quiero decir con esto que la gente está concienciada
de que no podemos correr riesgos.
-La mayoría de los sacerdotes son personas en riesgo, debido a su edad. ¿Cómo están afrontando
esta crisis?
-Yo, personalmente, me siento tranquilo. No deseo morir y si Dios quiere el día 30 de este mes haré 80
años. Yo al Señor lo que le pido es que cuando llegue el momento sepa despedirme, sea cuando sea.
Hablo todos los días con bastantes sacerdotes, y puedo decir que no estamos angustiados. Ningún
sacerdote va a negarle la unión a un enfermo por miedo al coronavirus, si se lo solicitan.
-En estos momentos en los que todo parece tambalearse, ¿qué transmite la Iglesia a sus fieles?
7. -La Iglesia transmite esperanza. La Resurrección de Jesucristo nos anima a esperar en la misericordia de
Dios. Y la misericordia de Dios no tiene límites, pero tampoco sale barata, porque pide nuestro
arrepentimiento. Esto pasará, y los que no lo pasen deben confiar en la misericordia de Dios. Yo ya llevo 52
años predicando la Resurrección de Jesús, y no me cansaré de hacerlo. El cristiano tiene la fortuna de
poder rezar con la seguridad de que va a ser escuchado. Dios nunca es indiferente a la situación de nadie,
escucha siempre.
- ¿Qué nos puede enseñar esta crisis como seres humanos?
-Habrá un antes y un después. Esto nos ha hecho pensar a todos. Esta generación renunció a algo, quizás
sin mala voluntad. El cardenal Robert Sarah escribió en su libro "Dios o nada" que la técnica ha
proporcionado al ser humano la sensación de ser el amo del mundo, y que hoy en día el hombre puede
construir las obras más hermosas, pero que sin Dios serán como castillos en la arena. Como creyente,
tengo la seguridad de que la fe cristiana es indispensable para que el ser humano sea feliz con todos. Esa
forma de ser se pierde si no tenemos la referencia de lo que tenemos que hacer.
-Ha dicho que la presente generación ha renunciado a algo. ¿A qué se refiere?
-Me da la sensación de que la sociedad actual se siente a gusto sin Dios. Las referencias que tenemos
ahora son trabajar, comer y divertirse, y eso nos hace perder los valores. Estos días estamos viendo
señales de gran solidaridad: gente que canta en los balcones, familiares que hacía tiempo que no se
hablaban y que vuelven a hacerlo, muestras de agradecimiento hacia los sanitarios o los transportistas? En
solo una semana, las personas se han dado cuenta de que todos dependemos de todos, porque hasta
ahora la gente vivía sin darse cuenta de eso. La gente, en estos momentos, descubre sus limitaciones
como ser humano. Es increíble, pero ni siquiera todos los médicos y sabios del mundo son capaces de
vencer a un ser tan pequeño que ni se ve. Mucha otra gente ha descubierto ahora el valor de la familia.
-Alude a cambios personales y sociales aparentemente muy positivos propiciados por esta crisis.
¿Puede llegar a considerarse desde la perspectiva de un creyente católico que la pandemia fue
enviada por Dios precisamente para propiciar esos cambios?
-No, eso lo descarto, Dios no quiere castigarnos. Pero del mismo modo que un padre pide a su hijo que no
toque la llama de una vela, porque se quemará, pero no puede evitar que el niño la toque si no le hace
caso o no le ha comprendido, Dios no quiere nunca entorpecer o limitar nuestra libertad. El ser humano
comete errores, y fruto de esos errores son situaciones como esta. El ser humano tiene por naturaleza la
inclinación de llegar más lejos, pero eso tiene sus riesgos. Tal vez la Torre de Babel no sea un invento, y el
ser humano haya querido conquistar más de lo que le pertenece.
-¿Pecó Occidente de soberbia?
-Vivimos en un mundo que no es sensible al sufrimiento de millones de personas, que están muriendo de
hambre. Esto puede ser una buena ocasión para sentarnos a la mesa y darnos cuenta de que hay millones
de personas que viven en una pandemia permanente, desde que nacen hasta que mueren. Ahora que se
despertado esta ola de solidaridad, ojalá nos demos cuenta de que es una vergüenza que a día de hoy
sigan muriendo seres humanos de hambre.
-¿Qué santos son protectores en caso de epidemias?
-San Roque es uno de ellos. Hay muchísimos pueblos y parroquias que están bajo su protección. Vivió en
una época en la que hubo en Europa una peste tremenda, que curiosamente también tuvo su epicentro en
Italia. Y San Roque se dedicó a ayudar a los enfermos, hasta el extremo de que él mismo se contagió.
También se le reza a San Sebastián, a San Lázaro, a San Quirino. Y a San Antonio Abad, que además de
ser protector de los animales lo es de los afectados por enfermedades infecciosas.
(*) – Entrevista publicada en el diario Faro de Vigo (22-3-2020).
8. ¡ NORABOA !
• Ao Seminario Menor da Asunción, que celebrou, un ano máis, unha vibrante Semana Cultural, do
2 ao 6 de marzo, co gallo da festa do seu Patrón, S. Rosendo.
• Á Catedral e á Cofradía Universal do Apóstolo Santiago, que celebraron un Congreso Mundial de
Cofradías e de Asociacións relixiosas relacionadas co culto ao Apóstolo. O Congreso tivo lugar no
Hostal dos Reis Católicos de Santiago, do 6 ao 8 de marzo, e incluiu varias charlas, ponencias e
encontros.
• Ao Arcebispo Mons. Julian Barrio, que, ante o estado de emerxencia sanitaria, escribiu varias
cartas aos diversos colectivos diocesanos: sacerdotes, relixiosos, persoal de Cáritas, laicos,
nenos,… animando e dando consellos para afrontar o tempo de confinamento. D. Julián quixo tamén
facerse cercano a todos os fogares presidindo a Misa da TVG, desde a igrexa de S. Fructuoso en
Santiago.
• Aos capeláns e aos membros dos servizos relixiosos de hospitáis e residencias, polo papel tan
importante que cumpren sempre, pero en especial nestes momentos de emerxencia pola pandemia
de coronavirus.
• A todas as institución diocesanas (Cáritas, Seminarios, Parroquias, Unidades Pastoráis,
Arciprestados, Asociacións…) que reaccionaron con prontitude para dar resposta á emerxencia
social causada pola pandemia. O equipo de Medios de Comunicacións da nosa Arquidiocese
publicou un dossier coas distintas iniciativas. A lista, publicada en www.archicompostela.es, está
aberta para seguir recollendo outras accións. (Contacto: José Carlos Alonso – tlfno: 670 511 469).
• A Mons. Jesús Fernández e ao equipo da Delegación para o Clero, que organizou unha Semana
Santa online para os sacerdotes, baixo o lema: “Nada temo, pois ti vas comigo”. Ofrécense
momentos para a meditación, para a formación e para a oración. A dirección da plataforma é
https://cursos.archicompostela.info. (Contacto: Victor Blanco Naveira: obasileia@gmail.com).
Para estar informado de las actividades de formación permanente del Clero y de otras noticias de la Iglesia, síguenos en
http://clerocompostela.blogspot.com/
NON ESQUECER…
➢ A Misa Crismal queda aplazada, en principio ata o día de S. Juan de Ávila. O
Arcebispado dará máis información a fináis do mes de abril, en función da evolución
da pandemia.
➢ Os exercicios espirituáis que precenden á festa de S. Juan de Ávila quedan
suspendidos.
LEMBRAMOS E ORAMOS…
➢ Polos sacerdotes falecidos no mes de marzo:
- P. Gabino Otero, Misioneiro Comboniano (+22-3-2020), Adscrito á Parroquia de S. Bieito
e Sta. María do Campo (Santiago de Compostela).
- D. Ramón Barral Camba (+28-3-2020), Párroco de Sta. María de Cruces – A Escravitude.
D.E.P.