El proyecto del Ayuntamiento de Málaga y la Asociación Cívica para la Prevención indaga en las causas de la expulsión y ofrece herramientas contra el absentismo y un abandono prematuro del sistema educativo

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Área de Derechos Sociales
MÁS DE 100 MENORES EXPULSADOS DE SUS
CENTROS EDUCATIVOS HAN RECIBIDO ORIENTACIÓN
PARA MEJORAR SUS CONDUCTAS EN EL AULA
El proyecto del Ayuntamiento de Málaga y la Asociación Cívica para la
Prevención indaga en las causas de la expulsión y ofrece herramientas
contra el absentismo y un abandono prematuro del sistema educativo
10/08/2018.- Más de un centenar de alumnos y alumnas que cursan sus estudios en
institutos de educación secundaria de la capital y han sido expulsados de sus
centros, han recibido orientación para mejorar sus conductas en el aula, a lo largo
del pasado curso escolar (2017-18) en el marco de un proyecto que llevan a cabo el
Ayuntamiento de Málaga y la Asociación Cívica para la Prevención (ACP). El
concejal de Derechos Sociales, Raúl Jiménez, y el miembro de la Junta Directiva de
ACP, Rafael Arredondo, han presentado hoy el balance de del “Proyecto alternativo
para menores expulsados de los centros escolares” que indaga en las causas de la
expulsión y ofrece herramientas para evitar el absentismo y un abandono prematuro
del sistema educativo.
Jiménez ha concretado que los 109 menores proceden de 23 IES y ha explicado que
hasta ahora, cuando un menor era expulsado por haber cometido algún tipo de falta
o varias de ellas, no existía ningún recurso o servicio que de manera integral
atendiese a este menor y a su familia durante los días que no va a poder acudir al
centro educativo. En este sentido, ha recordado que “la Junta de Andalucía debería
asumir esa labor ya que tiene las competencias en materia de educación, de modo
que se ocupase de estos menores en lugar de dejarlos sin alternativa una vez son
expulsados”.
Este programa ofrece acompañamiento y tutorización y se abordan tanto las
circunstancias que han generado la expulsión, como las tareas que e tiene que
desarrollar en ese período y trata de fortalecer la motivación para seguir acudiendo
al centro y no iniciar un posible proceso de absentismo o de abandono prematuro de
su formación académica.
El proyecto cuenta con un equipo de intervención integrado por trabajadoras
sociales, psicóloga y educadora así como personas voluntarias e incluye
coordinación con los centros educativos, talleres de habilidades sociales y resolución
de conflictos, entrevistas con las familias de los menores e intervención psicosocial a
nivel individual o familiar y actividades para trabajar las habilidades de los menores
en diversos contextos.
PERFIL DE LOS MENORES EXPULSADOS
El 76,80% de los menores que han participado en este proyecto a raíz de su
expulsión del centro educativo son chicos, si bien el número de chicas se ha
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2. incrementado este año en casi ocho puntos y asciende a 23,20% frente al 15,96%
del curso escolar 2016-2017. En cuanto a la edad, el 79% tiene entre 13 y 15 años y
se detecta un incremento del 4,26% en el número de menores expulsados que
cursan 1º de ESO.
Casi la mitad (48,8%) de los menores que han participado en el proyecto han sido
expulsados por reiterar en un mismo curso conductas contra la convivencia, aunque
se detecta un incremento de quienes han sido expulsados por agredir físicamente a
un miembro de la comunidad educativa (el 30% frente al 12,76% del anterior curso
escolar).
El perfil mayoritario es el de un joven de 13 años que cursa 1º de ESO y ha sido
expulsado una media de 13 días por presentar conductas que dificultan la
convivencia en el centro. En casi 8 de cada 10 casos, las familias a las que
pertenecen los menores no son en la actualidad ni han sido usuarias de los servicios
sociales y casi en la mitad de los casos se trata de menores cuyos padres están
separados o divorciados.
En cuanto a los hábitos de estos menores destaca el hecho de que el 34,3% de ellos
declara consumir diariamente bebidas energéticas y el 20% asume hacer lo propio
con cachimbas. El consumo es 20 y 16 puntos superior respectivamente en el grupo
de menores expulsados respecto a los no expulsados.
BALANCE DEL PROYECTO
El 65% de los menores que participan no han recibido nuevas expulsiones y más del
90% considera que ha aprendido algo. Cuando se les cuestiona si se plantean algún
cambio con su familia o en el centro educativo, casi el 93% responde de forma
afirmativa. Asimismo, quienes dicen no hacer aprendido nada reconocen en un 70%
que se debe a su actitud.
Por su parte, el 100% de los institutos que ha participado en el proyecto responde
afirmativamente cuando se les pregunta si volverían a solicitar colaboración con el
proyecto, el 50% lo califica como muy bueno, el 25% como excelente y el 25%
restante como bueno.
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