Este documento ofrece consejos para padres sobre la adolescencia. Explica que la adolescencia es una etapa de evolución personal y desarrollo de valores donde los jóvenes siguen necesitando el apoyo de sus padres. Recomienda que los padres den ejemplo positivo, escuchen activamente, den reconocimiento por logros pequeños y grandes, y disfruten esta etapa en lugar de verla como un problema.
1. MARAVILLAS DE LA
ADOLESCENCIA
Las verdades que pocos cuentan.
Begoña Poza Navarro.
2. ¿Sabías que….
La adolescencia es la segunda oportunidad que tienen los padres de
rectificar lo que hicieron u olvidaron hacer en la etapa infantil?
La adolescencia es una etapa de crisis personal donde se pueden resolver
más problemas?
Los adolescentes siguen necesitando mucho a sus padres?
Es el momento de mayor creatividad de la persona, y que se manifiesta lo
que en la niñez se oculta?
La adolescencia es el período donde se definen los valores, el amor, la
familia, el trabajo o la diversión que el adulto llevará a cabo y cuyas
consecuencias vivirá?
Es la etapa más humana de la vida, porque se ve con más claridad lo mejor y
lo peor del ser humano?
3. Desmontando tópicos
“Ha llegado el pavo a casa. Está insoportable”. Él es el mismo que la mamá
tuvo en el vientre. No se revoluciona: evoluciona.
“Creo que le estoy perdiendo, le veo alejarse por momentos”. El adolescente
no reniega de sus padres. Únicamente se aleja de ellos cumpliendo su misión de
encontrar su propio camino.
“Apenas habla, y cuando lo hace es para criticarnos”. El objetivo del
adolescente no es ir a la contra de sus padres. Su crecimiento exige mucho más
a los padres: más cariño, más paciencia, más razón, más acierto, menos
defectos, menos tonterías, menos salir del paso, más ejemplo y más verdad.
“Me dan miedo las malas influencias de algunos amigos”. la experiencia del
grupo es positiva: se enfrentará a los sentimientos de la masa, desmitificará ese
“todos lo hacen”, comprenderá mejor el mundo y las corrientes de intereses que
lo mueven, comprenderá mejor el sentido de la amistad, aprenderá a reaccionar
ante los demás, le hará más habilidoso socialmente y le servirá el resto de su
vida.
4. ¿Qué evitar?
Enfadarse por temas superfluos y echar en cara temas del pasado.
Creer y hacerle saber que la juventud es así: maleducada, rebelde,
desordenada, irrespetuosa, irresponsable.
Sermonear y seguir preguntando si no hay respuesta del hijo.
Culpabilizar al cónyuge de la mala educación del adolescente.
Publicar sus defectos, compararles con otras personas, humillarles, criticar
sus gustos.
Querer solucionar sus problemas, ponerse como ejemplo y la
sobreprotección.
Decir lo que se siente pero no se cree, sólo para hacerles sentirse
culpables.
Decirle sólo lo que hace mal. Quedarse sólo con sus formas, no con el fondo.
Desaprovechar esta etapa fecunda de la vida de padres e hijos.
5. ¿Qué hacer?
Saber que los hijos han de discutir con los padres para madurar y aprender
a sobrevivir sin ellos. Atacan para compensar su inseguridad y malestar.
Darle pautas claras de lo que tiene que hacer y las consecuencias en caso de
no hacerlo, pero dejarle que elija el modo. No discutir si no lo hace.
Empatizar con él. Escucharle más que hablarle. Darle reconocimiento y
aceptación. Respetar sus silencios
Regla 5 a 1: darle más importancia y valor a una cosa bien hecha que a cinco
mal hechas. Por cada reproche, crítica o defecto, decirle cinco cosas
positivas que tiene o que hace.
Dar ejemplo, tener autocontrol y mostrarse tolerante con los defectos de
la familia.
Dedicarle tiempo a solas y en familia.
6. Los estudios: ¿fracaso, rebeldía… qué?
No es cierto que los hijos no quieran aprender, sacar buenas notas o ni
siquiera que no quieran estudiar. Lo que no quieren es fracasar.
No es que sean vagos, sino que no están seguros del resultado positivo si
estudian.
La resistencia a estudiar es pasajera, y muchas veces no estudiar es la
reacción de protesta a la insistencia a la obligación de hacerlo.
Si existe un obstáculo real para estudiar es demoledor insistir en la
obligación. Si no existe, es poco eficaz entablar una guerra para lograrlo.
Nadie estudia por obligación, sino por el éxito que conlleva y se
experimenta.
Los suspensos son consecuencia, no causa.
Háblales menos de resultados y más de horarios de estudio. Sé capaz de
explicarles bien por qué y cómo estudiar.
7. Conclusiones
Sé su fan número uno: muéstrale tu admiración, apoyo y comprensión.
No le digas que le quieres. Demuéstraselo con hechos.
Sigues siendo su gran referente.
Corrígele y se rebelerá. Da ejemplo y te seguirá.
Estáis en el mismo barco. Ambos buscáis la felicidad del otro.
Respeta y sé tolerante con: sus sentimientos, silencios, gustos, amistades.
Vive la adolescencia como una oportunidad, no como un calvario.
Su opinión cuenta y es válida como la tuya. A veces incluso, más acertada.
8. Coge esta perla y no la pierdas de vista!!!
Respeta, acepta y disfruta la
adolescencia de tu hijo. Es una etapa
maravillosa y llena de riqueza y
crecimiento para ambos.