2. EL ADOLESCENTE
Tiene una imaginación desbordada, sueñan, y esto
no es más que un mecanismo de defensa ante un
mundo para el que no están preparados.
Descubre que puede utilizar una capacidad nueva:
la posibilidad de PENSAR y RAZONAR con una
facilidad mayor para la crítica y la opinión personal.
3. Los padres dejan de ser los referentes principales
del adolescente. Este espacio pasan a ocuparlo los
amigos y compañeros de su misma edad.
Cierta rebeldía en la adolescencia es normal.
Los padres siempre tienen que estar ahí pero el
adolescente debe percibir una cierta sensación de
libertad y autonomía.
El verdadero aprendizaje en la adolescencia suele
darse a través de la experiencia, del día a día del
adolescente.
4. Los padres se preocupan cuando ven que sus
opiniones ya dependen de lo que ha hablado con
un amigo.
La frase «no sé lo que haré o dónde iré» suele
reflejar que su decisión variará según lo que
acuerden con el grupo de amigos.
5. Cuando se les presenta un problema, tratan de
escapar de él, ocupando su pensamiento en otra
cosa, imaginando un porvenir.
Es por esto que algunos adolescentes pueden
cambiar el mundo y hacerlo mejor, aunque crean
que está en contra de ellos.
6. Rebeldía constante en este período.
Se quejan de todo: ropa, muebles, habitación,
indicaciones paternas…
Nada de ello les sirve ni les gusta.
Necesita rechazar, despreciar e ir en contra de lo
que hasta entonces le había servido…
7. Es importante que los padres intenten ser
coherentes.
Se puede dar el caso contrario: el adolescente no
se rebela, sino que está de acuerdo con los padres,
comparte sus gustos y, por lo tanto, no plantea
ningún problema en la convivencia.
8. PAUTAS BÁSICAS PARA MEJORAR LA
RELACIÓN:
Saber hablar con el adolescente, pero no
hay que forzarle a que explique sus
problemas.
Reforzar su papel dentro de la familia.
Nunca discuta con un adolescente cuando
esté alterado.
Los padres no son amigos de sus hijos.
Cuide su propio proyecto personal.