c3.hu3.p1.p3.El ser humano como ser histórico.pptx
EL DEPOSITO DE LA FE.ppt
1.
2. EL DESEO DE DIOS
28 De múltiples
maneras, en su
historia, y hasta el día
de hoy, los hombres
han expresado a su
búsqueda de Dios por
medio de sus creencias
y sus comportamientos
religiosos (oraciones,
sacrificios, cultos,
meditaciones, etc.). A
pesar de las
ambigüedades que
pueden entrañar, estas
formas de expresión
son tan universales que
se puede llamar al
hombre un ser
religioso:
3. LA VOCACION DEL HOMBRE
27 El deseo de Dios está
inscrito en el corazón del
hombre, porque el hombre ha
sido creado por Dios y para
Dios; y Dios no cesa de atraer
hacia sí al hombre hacia sí, y
sólo en Dios encontrará el
hombre la verdad y la dicha
que no cesa de buscar:
La razón más alta de la
dignidad humana consiste en
la vocación del hombre a la
comunión con Dios. El hombre
es invitado al diálogo con Dios
desde su nacimiento; pues no
existe sino porque, creado por
Dios por amor, es conservado
siempre por amor; y no vive
plenamente según la verdad si
no reconoce libremente aquel
amor y se entrega a su
Creador (GS 19,1).
4. LA SAGRADA TRADICION DE LA
IGLESIA
Etim.: Latín traditio, entregar, de tradere.
Literalmente, la tradición es la enseñanza que
se comunica de una generación a otra.
Las "fuentes de la revelación" son la
SAGRADA ESCRITURA y la TRADICION, para
nosotros católicos, es "el conjunto de
verdades reveladas que miran a la fe y
costumbres y que no se contienen en la
Sagrada Escritura, sino que las transmite Dios
oralmente a su Iglesia". La Sagrada Escritura y
la Tradición contienen las verdades reveladas
pero, la Sagrada Escritura las hace llegar a
nosotros por medio de un "libro inspirado", y
la Tradición se sirve de la "predicación oral".
El Concilio de Trento (s. XVI) admite como
fuentes de la revelación a la Sagrada Escritura
y a la Tradición, atribuyéndoles el mismo valor.
(Los protestantes sólo admiten la Sagrada
Escritura).
En los primeros años del cristianismo la
Tradición oral fue la única forma de conocer la
revelación porque consta históricamente que
Jesús ni escribió un libro para transmitirnos la
propia revelación ni ordenó hacerlo a los
apóstoles; sólo se preocupó de predicar. Los
apóstoles, por lo tanto, estaban convencidos
que su deber se centraba en la predicación del
Evangelio, no en escribirlo.
5. ¿EN QUE DOCUMENTOS SE ENCUENTRA LA
TRADICION DE LA IGLESIA?
Los "documentos de la
Tradición" son las obras de
las generaciones pasadas
en las que se expresa la fe
de la Iglesia. Estos
documentos pueden ser
cosas (pinturas, esculturas,
vasos sagrados,
ornamentos, etc.); escritos
(actas de concilios, libros
litúrgicos, obras de Padres y
Teólogos, etc.);
instituciones (leyes, ritos,
fiestas religiosas, etc.). Se
suele distinguir a estos
documentos en primarios y
secundarios.
6. DOCUMENTOS PRIMARIOS:
1. Las definiciones solemnes de los concilios
ecuménicos y de los sumos pontífices donde
la fe de la Iglesia en una determinada verdad
se afirma de manera clara y definitiva.
Ejemplos:
-Divinidad de Cristo, Concilio de Nicea (325).
-Maternidad divina de María, Concilio de
Éfeso (431).
-Infalibilidad del Papa, Vaticano I (1870).
-Asunción de la Virgen al cielo, Noviembre 1,
1950 S.S . Pio XII.
2. Los "símbolos de la fe", breves síntesis de
las principales verdades reveladas,
aprobadas por la Iglesia y recitados por los
fieles en público y en privado. El Símbolo de
los Apóstoles y el Símbolo Atanasiano que
se rezan en el breviario; y el Símbolo Niceno-
constantinopolitano que se dice en la Misa,
son los tres más importantes.
3. Las "profesiones de fe" impuestas por la
Iglesia a los fieles como reacción a
determinados errores. Recordamos entre
estas la Profesión de Fe Tridentina de Pío IV
en 1564 y el Juramento Anti modernista de
Pío X en 1910.
4. Actas del magisterio ordinario que
siempre son ejemplo de la fe de la Iglesia
(encíclicas, alocuciones, cartas, bulas
pontificias, decretos, escritos de los
obispos, etc.).
7. DOCUMENTOS SECUNDARIOS:
1. Los escritos de los Padres de la Iglesia que
desarrollaron la vida de la Iglesia en sus
primeros años. Para ser considerados
Padres de la Iglesia deben tener estas
características: antigüedad, santidad de vida,
doctrina ortodoxa y aprobación eclesiástica.
Esta época dura hasta el año 636 (muerte de
San Isidoro de Sevilla) para los Padres
latinos y el año 749 (muerte de San Juan
Damasceno) para los griegos.
Para que un argumento patrístico se
considere de tradición divino-apostólica
debe poseer las siguientes peculiaridades:
- Unanimidad de pensamiento de los Padres
en materia de fe y moral único objeto de la
Tradición.
- Presentación de las enseñanzas como
reveladas y no como opiniones particulares.
- Aprobación de la Iglesia, quien da autoridad
a los Padres.
2. El consentimiento de los teólogos, que, bajo
la dirección del magisterio, estudian las
verdades reveladas y difunden su
conocimiento. Esta compenetración del
pensamiento de los teólogos y el magisterio
de la Iglesia lo ratifica Pío XII en la "Humani
Generis". Pasada la época patrística los
teólogos en especial los “Doctores de la
Iglesia” han ocupado el puesto de los
Padres, siendo una autoridad muy particular
entre ellos Santo Tomás de Aquino.
8. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA
Dios fundó la Iglesia sobre un hombre llamado
Pedro y sobre los Apóstoles, y les dio al Espíritu
Santo, experto en la Verdad, para que les ayudara a
descubrirla, interpretarla, transmitirla y mantenerla
intacta, sin invenciones o suposiciones erróneas.
Pedro y los Apóstoles recibieron de Cristo esta tarea
y la extendieron a sus sucesores, el Papa y los
obispos en comunión con él, quienes también tienen
el auxilio del Espíritu Santo para garantizar que no
se van a equivocar en sus interpretaciones.
El Papa y los obispos tienen la autoridad y la gracia
para conservar, predicar e interpretar la Palabra de
Dios. A esta tarea, exclusiva del Papa y los obispos,
se le llama Magisterio de la Iglesia.
La palabra Magisterio se deriva de la misión que
tiene la Iglesia de ser Maestra de los hombres. La
Iglesia es la encargada de proteger a todo el Pueblo
de Dios de las desviaciones y de los fallos, y de
garantizarle una profesión sin error de la fe
auténtica. El oficio del Magisterio está encaminado a
velar para que el Pueblo de Dios permanezca en la
Verdad.
Para cumplir este servicio, Cristo les ha dado a los
pastores el carisma de infalibilidad en cuestiones de
fe y de costumbres. Esto significa que, por la ayuda
especial que tienen del Espíritu Santo, el Papa y los
obispos en comunión con él, no pueden equivocarse
cuando dicen algo en materia de fe o de moral. Más
adelante explicaremos las diversas modalidades
como se ejerce esta infalibilidad.
9. DOGMA
Es una verdad de Fe revelada por Dios es
una afirmación contundente, coherente y
vinculada con las otras verdades de la
revelación, confirmada por el Magisterio
de la Iglesia, que obliga a ser creída y
aceptada por todos los cristianos.
Se define o proclama un dogma cuando el
Magisterio de la Iglesia la confirme,
iluminado por Dios Espíritu Santo,
Algunos dogmas en los que creemos
como verdad revelada por Dios son la
presencia real de Jesucristo en la
Eucaristía, la Inmaculada Concepción de
María y la infalibilidad del Santo Padre el
Papa.
Los dogmas son luces en el camino de
nuestra fe, lo iluminan y lo hacen seguro.
Si tenemos una vida recta, cercana a Dios,
nuestro corazón y nuestra inteligencia
estarán abiertos a aceptar estos dogmas
de fe y nos adheriremos a ellos con gusto.
Se pueden presentar problemas nuevos y
situaciones difíciles, pero la Iglesia
siempre encontrará una respuesta en su
tesoro de sabiduría divina. Que es las
sagradas escrituras y la sagrada Tradición
10. ¿PUEDE EQUIVOCARSE EL
MAGISTERIO?
Como ya dijimos, la Iglesia, por
especial asistencia de Dios, es
infalible, sin posibilidad de error en su
enseñanza cuando proclama solemne
y universalmente la verdad en materia
de fe y moral, ya que tiene asegurada
la presencia y asistencia del Espíritu
Santo.
Esta infalibilidad se ejerce de varias
maneras:
El Papa goza de esta infalibilidad
cuando, como Pastor y Maestro
supremo de todos los fieles, proclama
en forma solemne y definitiva una
verdad de fe o de moral. Entonces
decimos que el Papa habla ex-
cáthedra.
El Colegio episcopal, integrado por
los obispos, también goza del carisma
de infalibilidad cuando ejerce su
magisterio en unión con el Papa,
sobre todo cuando participa en un
concilio ecuménico.
El carisma de infalibilidad también se
ejerce cuando la Iglesia propone por
medio de su Magisterio supremo un
dogma, algo que se debe aceptar
como revelado por Dios para ser
creído. Esta infalibilidad abarca todo
el depósito de la Revelación.
Cuando los obispos enseñan en
comunión con el Papa, proponiendo
enseñanzas que conducen a un mejor
entendimiento de la Revelación dentro
del magisterio ordinario, no son
infalibles pero los fieles debemos
adherirnos a sus enseñanzas con
obediencia y docilidad.