2. La cúpula de Santa María del Fiore
En 1419 tendrá lugar un concurso para diseñar una nueva cúpula
(cupola en italiano) para la catedral. Los dos competidores más
importantes eran Lorenzo Ghiberti (famoso por su labor en las
«Puertas del Paraíso», en el baptisterio) y Filippo Brunelleschi.
Las soluciones del artista eran ingeniosas y sin precedentes como
el peculiar diseño octogonal de doble casco: la cúpula se eleva
sobre un tambor octogonal, lo que permitía que la cúpula entera
fuera construida desde la superficie, sin necesidad de andamios,
que suponían un elevado costo.
Esta enorme construcción pesa 37.000 toneladas métricas y
contiene más de 4 millones de ladrillos. Brunelleschi hizo varios
modelos y dibujos durante su construcción. Tuvo que inventar
máquinas elevadoras especiales y grúas para izar las piedras
grandes. Estas máquinas especialmente diseñadas y las brillantes
técnicas de albañilería fueron las espectaculares contribuciones
a la arquitectura de Brunelleschi. En la cúpula se utilizaron
también refuerzos horizontales de tirantes de piedra y hierro,
preparando el camino para las ideas de reforzamiento de hierro
y acero que se utilizarían siglos después, como el caso del
hormigón
3. Basílica de Sant'Ambrogio El material de construcción empleado es pobre
(principalmente ladrillos de diversos colores, piedra
y yeso blanco) y su proveniencia es local. Con los mismos
materiales se realizaron los edificios del entorno. La
renuncia a emplear materiales más preciosos traídos de
Oriente se debe a la sensibilidad del tiempo, que ya no
piensa en la materia opuesta al espíritu.
Respecto a la iglesia original, la nueva hereda
escrupulosamente la planta: tres naves, ábsides y
cuadripórtico. La planta interna de la basílica es
longitudinal y tiene las mismas dimensiones del pórtico
(si se excluyen de las medidas los ábsides).
La fachada es larga y baja, típica también de las demás
edificaciones de campo; su forma expresa el apego a la
tierra que tanto influye en la concepción que
fundamenta el proyecto de la iglesia. Presenta
dos logias sobrepuestas. La inferior tiene tres arcos
iguales y se une con el perímetro interno del pórtico. En
cambio, la superior tiene cinco arcos que aumentan en
altura siguiendo el perfil de las pendientes. Tiene
también bandas lombardas.
4. Monasterio del Escorial
El estilo escogido fue el del Renacimiento,
muy depurado y sin la profusa
decoración plateresca. El orden
arquitectónico predominante es el toscano, el
más sencillo del clasicismo, y el dórico en la
iglesia. Pese a su austeridad y aparente
frialdad, el Monasterio de El Escorial fue un
símbolo del salto entre una España medieval y
otra moderna. Su arquitectura, el mejor
ejemplo del Renacimiento español y modelo
del estilo denominado "Herreriano" o
"desornamentado", no puede dejarnos
indiferente. Felipe II y sus arquitectos, de
acuerdo con su gran cultura humanista
aprendida en sus viajes por Italia, Alemania y
los Países Bajos, contrapusieron el retornoal
clasicismo romano al
desbordante plateresco de la época. Se trata
de una de las principales obras maestras de
la arquitectura española, tal vez su página
más brillante. Debe destacarse la fina
sensibilidad de la fachada sur, superior a sus
imitaciones del siglo XX en un tema tan difícil
como es la repetición de tantas ventanas en
un único lienzo.
5. La sacristía está considerada como una de las arquitecturas más
originales dentro del renacimiento español, cuya composición de
columnas y arcos resuelve perfectamente todos los problemas de
luz y espacio. A pesar de haber tenido a su lado al escultor Esteban
Jamete para la realización de la parte escultórica de sus obras por
la provincia, se atribuye en la Catedral de Jaén a Andrés de
Vandelvira la realización del Ecce Homo, que se encuentra en el
testero de la parte derecha del crucero.
El edificio se estructura con una planta de salón, de modo que la
sala capitular se alinea perpendicularmente al eje de la sacristía,
alineándose con el testero plano que existía previamente en la
cabecera. De este modo, la parte construida en el siglo XVI
determina la forma de todo el conjunto, siendo este el carácter
diferenciador del templo.
La planta de la catedral tiene forma de cruz latina, en la parte
superior de los brazos se encuentra la Sacristía Mayor y la iglesia
del Sagrario. La superficie rectangular es de 70 m en su fachada y
parte posterior y 100 m en las fachadas laterales. Recorre
una logia de 12 m de ancha desde la puerta del Sagrario hasta la
fachada principal, con una separación de las calles que la bordean
por una valla de piedra de más de un metro de altura y sobre ella
una verja de hierro forjado de 4 m de altura, separada por pilares
coronados por piñas. Desde la fachada principal se entra a esta
logia por tres puertas de hierro.
Catedral de la Asunción de Jaén
6. Château de Chenonceau
El castillo presenta una planta cuadrada, con un vestíbulo central al que
se abren cuatro habitaciones, una por cada lado. En la planta baja hay
una capilla, junto con la habitación de Diana de Poitiers y el gabinete de
trabajo de Catalina de Médicis. Desde el final del vestíbulo se accede a
la galería que se encuentra sobre el río Cher. La galería existente en la
planta baja cuenta con un enlosado clásico en plan hipodámico, en
forma de tablero de ajedrez en colores blanco y negro, siendo la parte
del edificio que durante la Primera Guerra Mundial albergó un hospital
militar. En la planta baja se encuentran igualmente la habitación
de Francisco I y el salón Luis XIV.
Las cocinas se encuentran ubicadas en los pilares del molino anterior a
la construcción del castillo. Se encuentran dotadas de un muelle de
acceso directo a las mismas, lo que permitía la llegada de las
mercancías a ellas destinadas en forma directa, sin tener que atravesar
las dependencias nobles del castillo. Las escaleras, rectas y en dos
tramos, resultan accesibles a través de una puerta que se encuentra en
medio del vestíbulo. Por medio de las mismas se accede al vestíbulo
de Catherine Briçonnet (esposa de Thomas Bohier a cuya fortuna se
debe la reconstrucción del palacio), en el primer piso.
7. Castillo de Chambord
En el castillo se destacan ocho torres inmensas, 440
habitaciones, 365 chimeneas, y 84 escaleras. Cuatro
vestíbulos rectangulares saltados sobre cada piso forman
una forma enfadada, que se encuentra en el centro. Uno de
los toques de luz arquitectónicos muy famoso entre el gran
público, es la hélice doble de la espectacular escalera abierta
donde la gente puede ascender y descender al mismo
tiempo sin toparse con la otra persona.
El castillo está rodeado por 52,5 km² de árboles, que forman
un bosque de 31 kilómetros. El castillo es un cuadrilátero en
cuyo interior se sitúa el torreón contra el lado norte. Dentro
del torreón, en el cruce de los grandes vestíbulos
perpendiculares a los que dan aposentos, la escalera de
tramos dobles une las circulaciones verticales y horizontales
y le permite subir a las terrazas o bajar hacia el patio. Al salir
de una sala, si se encuentra en un vestíbulo con ventanas en
un extremo y la gran escalera esta visible.
El torreón y escalera de doble hélice
Iniciado en 1519, este cuerpo central del castillo aunque de
construcción francesa, con sus torres de ángulo, ya está
inspirado en la arquitectura italiana con sus fachadas y
molduras horizontales. Está rematado por una torre linterna
decorada alrededor de la cual se despliegan las terrazas.
En su centro se eleva la famosa escalera de tramos dobles
cuyo decorado esculpido es una de las obras maestras
del Renacimiento francés
8. Melancolia 1 de Alberto Durero
La imagen central y más importante es una figura alada
meditabunda, que puede ser considerada un ángel, acurrucada
en el suelo y con el rostro ensombrecido. Esta dama apoya su
cabeza –coronada de hierbas y con el cabello despeinado– en
su puño izquierdo, mientras que con la otra mano sostiene un
compás. Del cinturón cuelgan un conjunto de llaves revueltas.
A su lado se encuentra un putto (mediador entre la esfera
terrenal y celestial), apoyado en una piedra de molino, que
escribe o dibuja sobre una tablilla.
En la parte inferior se encuentra un perro famélico, animal que
se encuentra también en otros grabados de Durero, durmiendo
a los pies del personaje principal. Aunque tradicionalmente el
perro simboliza la lealtad, aquí un perro puede representar la
melancolía o la locura.
En el suelo, hay varios útiles de carpintería (martillo, cepillo,
clavos y sierra) y arquitectura (un tintero y una pluma) que se
encuentran desordenados.
En el grabado hay muchos elementos relacionados con la
geometría, la aritmética y la medida del tiempo. Sobre el muro
hay una esfera de madera torneada, un poliedro truncado3 de
cristal de alunita formado por pentágonos irregulares y
triángulos (en que se puede apreciar un rostro humano
difuminado), una regla, un reloj de arena, una balanza y
un cuadrado mágico de 4x4.También hay una campanilla y una
escalera de siete peldaños, que asciende hasta una torre o
edificio que no se vislumbra su final.