2. El establecimiento del parlamentarismo no significó reformar la Constitución
de 1833 para instaurar un gobierno del tipo inglés, sino que, por el contrario,
sólo bastó interpretarla de manera parlamentaria, limitando y disminuyendo el
poder del Primer Mandatario a niveles figurativos y otorgando facultades
ejecutivas a los partidos políticos representados en el Congreso.
3. Si bien el Presidente de la República podía designar a sus ministros
libremente, estos debían rendir cuenta de sus actos ante el Senado y la
Cámara de Diputados, en las llamadas interpelaciones.
Así, los siete gobiernos de la época tuvieron, en promedio, 15 gabinetes que
no duraron más de cuatro meses cada uno, debido a las prácticas
parlamentarias.
4. La oligarquía se mostraba triunfante y optimista
Sectores medios, especialmente algunos profesionales e intelectuales,
empezaban a hablar de una “crisis” nacional.
Sectores populares empezaban a demandar profundas reformas
sociales
En torno a las celebraciones del Centenario de la República (1810-1910) se
percibían diferencias acerca de la evaluación de lo que había sido el primer
siglo de vida republicana y sus proyecciones:
5. Las respuestas de la clase política a los problemas de la “cuestión social”
eran insuficientes y contradictorias. Por una parte, se promulgaban las
primeras leyes de carácter social ; por otra, se reprimía con violencia
manifestaciones y huelgas.
6. En este contexto tuvo lugar la elección presidencial de 1920. Con un lenguaje
que apelaba a la defensa del pueblo (“mi querida chusma”) y en contra de la
elite (“canalla dorada”), resultó victorioso Arturo Alessandri Palma. Con todo,
las prácticas parlamentaristas continuaron y la situación de los
sectores populares y medios no mejoró.
7. En 1924, un grupo de militares liderados por Carlos Ibáñez del Campo
irrumpió en el escenario político presionando la labor legislativa (“ruido de
sables”). Un movimiento militar tomó el poder y obligó al Congreso a aprobar,
sin mayor debate, las leyes de reformas sociales que estaban pendientes
desde hacía años en el parlamento.
El hecho propició una crisis que incluyó
la salida del país de Alessandri Palma, su
posterior retorno y, hacia el final de su
mandato, la promulgación de una nueva
Constitución con más atribuciones para
el Ejecutivo (. La entrada en vigencia de
la nueva constitución implicó un proceso de
varios años.
8. En 1927, Ibáñez del Campo asumió la presidencia de la República al ser
elegido por amplia mayoría, liderando un régimen autoritario que se extendió
hasta 1931.
Ese año, en medio de una nueva crisis,
presentó su renuncia y se fue al exilio.
Tras meses de turbulencias sociales y políticas,
en 1932 Alessandri Palma volvió a ocupar
la presidencia en un contexto de consolidación
del régimen presidencial.