1. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
IFIDMA – Diciembre 2019
Cecilia Fidalgo López
- Realización de un ensayo crítico sobre las implicaciones educativas que tiene
la Teoría de la Inteligencia emocional en el ámbito musical.
La educación emocional es algo muy comentado en los Centros Educativos durante los
últimos años, ya que los profesores empezamos a concienciarnos de que los alumnos
no tienen que ser enciclopedias andantes, es muy importante que se desarrollen
plenamente y lo más importante, que sean felices y competentes.
En la actualidad, tenemos constancia de que existen diferentes habilidades o
inteligencias múltiples:
- Inteligencia Lógico matemática:
Se trata de la capacidad de dominar los números para resolver problemas matemáticos.
- Inteligencia visual – espacial:
Es la capacidad de pensar y formar modelos mentales en tres dimensiones.
- Inteligencia lingüística:
Capacidad de emplear las palabras de forma efectiva, de manera oral o escrita.
- Inteligencia corporal kinestésica:
Dominio del propio cuerpo, conexión, resistencia, control, velocidad, elasticidad…
- Inteligencia Interpersonal:
Capacidad de entender a los iguales y conocer sus intereses para así poder cooperar
conjuntamente.
- Inteligencia Intrapersonal:
Nos permite entendernos a nosotros mismos, reflexionar y controlar nuestros
pensamientos de manera efectiva.
- Inteligencia musical:
Dominio a la hora de manejar diferentes formas musicales, capacidad de manejar el
lenguaje musical, y el uso del canto o los instrumentos.
Gracias a esta visión de las inteligencias múltiples, de Howard Gardner, podemos
descubrir en cada niño la habilidad que cada uno tiene, cuál es la función preferida, que
además será la que mejor desarrolle.
Como comenta el libro de Daniel Goleman, el Cociente Intelectual no es el que nos lleva
a tener éxito en la vida, sino que son otras competencias las que nos ayudarán a ello.
La inteligencia emocional va cambiando durante nuestra vida, dependiendo del
momento en el que nos encontremos y las experiencias que tengamos. Lo que está
claro es que si somos capaces de conocernos y controlar nuestras emociones,
tendremos más recursos y habilidades para superar ciertas situaciones que se nos
presentan en la vida.
2. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
IFIDMA – Diciembre 2019
Cecilia Fidalgo López
En ocasiones, nuestros sentimientos no nos dejan actuar con racionalidad, sino que
actuamos moviéndonos con nuestros impulsos y las cosas no suelen terminar como
esperamos. Nuestro mundo últimamente se mueve por la violencia, el egoísmo, la
vertiginosa velocidad a la que pasa todo, y no tenemos en cuenta los sentimientos, ni si
quiera los nuestros propios.
Para muchos niños, el colegio es el sitio donde pueden encontrar la calidez, la confianza
que no tienen en casa, y somos los profesores los que tenemos que enseñarles a
construirse un carácter emocional y social para que sean exitosos en su futuro.
Como hemos visto durante el curso, la inteligencia emocional nos enseña a utilizar
nuestras emociones, como ayuda a guiar nuestro comportamiento, y así poder alcanzar
mejores resultados.
Empezaré por mencionar el autocontrol; es importantísimo que desde que los niños son
pequeños, nos esforcemos como profesores en que los niños no tengan tensión al
enfrentarse al escenario. Efectivamente todos tenemos miedo al fracaso, y a no ser
aceptados, pero considero que si desde que los alumnos son pequeños les haceos
enfrentarse a tocar en público, sin angustia y sin exigirles como si fuesen músicos
profesionales, sino desde el disfrute: compartir con sus compañeros y demostrar los
resultados de su estudio y la progresión que han alcanzado en un determinado tiempo,
lograríamos mejores resultados y evitaríamos el miedo escénico de nuestros alumnos.
La autoconciencia para controlar los impulsos y emociones, es importantísimo en
nuestro trabajo, en realidad para cualquier persona, pero más si cabe para nosotros.
Por supuesto todos nos hemos enfrentado en algún momento a un concierto con alguna
dificultad, o con algún problema familiar o personal y hemos tenido que enfrentarnos a
la situación igualmente. Debemos enseñar a los alumnos a disfrutar de cada momento,
de cada rato en el que estén interpretando, de que cada momento sea un disfrute, y
consigan olvidarse del mundo que les rodea.
Cada uno de nuestros alumnos debe saber que son capaces de hacer lo que se
propongan, para ello debemos ser concisos con ellos, concretos de lo que queremos
que modifiquen o cambien. Debemos marcarles objetivos, para que más adelante ellos
mismos sean los que se marquen sus objetivos, tomen sus propias decisiones y sean
capaces de perseverar en las cosas que quieren conseguir. Si desde nuestra persona,
les motivamos e incentivamos a crecer y ser mejores, ellos más adelante podrán llegar
a conseguir la automotivación.
La empatía procede de los vocablos griegos “dentro de él” y “lo que se siente” nos hace
ponernos en el lugar de la otra persona, pero aún es más que eso: nos permite
reconocer a la persona como igual, en toda su complejidad. No supone compartir sus
ideas, ni opiniones, sino, saber escuchar al otro para hacerle sentir mejor, y que no
sienta que está solo con ese pensamiento o con esa carga, sino que puede compartirla
con alguien más.
Tener una buena relación son los demás es muy importante, no solamente para
sentirnos bien nosotros mismos, sino para que las relaciones de trabajo, de amistad,
con conocidos, nos hagan estar tranquilos y sentirnos bien con los demás. Cultivar las
habilidades sociales es imprescindible para tener éxito en nuestra vida, y nos ayuda a
conocer a los demás y saber cómo debemos actuar en cada momento.
3. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
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Cecilia Fidalgo López
La importancia de la Educación Musical para el desarrollo de la Inteligencia Emocional
Para empezar, considero que los profesores de música tenemos una responsabilidad
muy grande, ya que debemos acercar a los alumnos algo que para algunos no tiene
importancia y solamente lo valoran cuando sale de su mp3 (el problema es, que de su
mp3 solamente sale Trap o reggaeton) además está en cada profesor de música que
nuestros alumnos logren desarrollar todas sus habilidades, y se supone que los alumnos
de Conservatorio, están cursando oficialmente un instrumento porque les gusta, y si más
adelante logran concluirlos saldrán al “mercado laboral” por lo que tienen que ser
competitivos, eficientes, y lo más importante felices del trabajo que realizan. Creo que
es importantísimo que concienciemos a los alumnos de la enorme suerte que es
dedicarse a algo que te encanta, eso es: ÉXITO SEGURO EN LA VIDA.
La música nos mueve interiormente, nos proporciona estabilidad, sensibilidad,
emoción… Es capaz de transmitir nuestras emociones, sin necesidad de hablar, nos
proporciona equilibrio y con esto bienestar.
La definición tradicional del término música es, el arte de organizar sensible y
lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios respetando los principios
fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de
complejos procesos psicoanímicos; y aunque el término ha ido evolucionando a lo largo
de los siglos, después de esa definición es obvio que cualquier persona que se dedique
a ello , tiene que tener unas condiciones de inteligencia bastante desarrolladas. De ahí
que llamemos genios a compositores como Beethoven (que incluso quedando sordo
seguía componiendo) y Mozart (que decía que componía al dictado de los ángeles, no
sabemos si por modestia, o por no reconocer el talento musical que su padre le inculcó
desde pequeño)
Hace unos días leía en un artículo de un periódico digital sobre la música, y decía lo
siguiente: Si intercambiásemos a tres bebés de culturas diferentes (Japón, Laponia y
Etiopía) mientras sus madres cantan una canción popular propia de cada país, los niños
sentirían el mismo efecto calmante con la melodía, ya que todas ellas tienen patrones
similares que convierten a la música en un lenguaje universal.
En todas las canciones amorosas, de danza y de nanas, se mantiene un mismo patrón
y podrían predecirse a partir de las características musicales en cualquier sociedad del
mundo.
En numerosos estudios han descubierto que las neuronas actúan de manera especial
cuando estamos pensando, imaginando o escuchando música. Escuchar y “hacer”
música nos hace desarrollar nuestra sensibilidad, nuestra creatividad, nuestra relación
con los demás y además nos ayuda a comunicarnos. La actividad cerebral cambia
cuando estamos escuchando determinadas obras musicales, incluso algunos médicos
operan mientras el paciente está tocando un instrumento.
Es por esto que la música tiene un gran poder para activar las emociones, cambiar
nuestros estados de ánimo, y debemos integrarla en los procesos de enseñanza-
aprendizaje. Nos ayuda a concienciarnos y regularnos emocionalmente.
4. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
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En muchos colegios (por tradición) se tiende a desarrollar el hemisferio izquierdo del
cerebro (lógica, memoria, atención, cálculo, idiomas, lengua), en cambio, el hemisferio
derecho (creativo, emocional, sensible) queda en un segundo plano, infrautilizado.
Las emociones son educables, y la sensibilidad, y las conductas, para ello debemos
dejar que la persona cultive ese lado creativo, intuitivo, imaginativo, de relación con los
demás, para su equilibrio.
Diferentes estudios han comprobado que la música además de mejorar el aprendizaje
de otras materias, nos estimula para ser más creativos, y además desarrolla las
habilidades propias de la inteligencia emocional como el autocontrol, la autoestima, la
perseverancia.
“La música está en el hombre” (Dalcroze)
“La música es comprensible para cualquier ser humano, independientemente de si es
capaz de dominar su lenguaje, o sabe cantar o bailar, ya que no se trata de saber sino
de escuchar y expresar” (Thaut)
“La música tiene el poder de conmover a quien la escucha, para suscitar emociones”
(Bisquerra y Bisquerra)
“La práctica musical debe considerarse una completa educación intelectual, la
interpretación, la improvisación, la creación, la imaginación…” (Tafuri)
“La participación en pequeños recitales es muy importante para los niños, ya que desde
el estímulo aprenden a conocer y controlar su sensibilidad” (Suzuki)
Después de las anteriores afirmaciones, no se me ocurre que ningún padre no quisiera
la educación musical para sus hijos, la música, ayuda a mantener activa la atención y
concentración y además estimula la capacidad de pensar.
Fomenta la memoria, la organización, el orden, la disciplina y la responsabilidad,
además del trabajo en equipo, sentirse parte de un grupo y despierta el espíritu crítico y
el gusto estético, educa la voz, el oído, el ritmo, la imaginación, la expresión…
La misma composición no despertará en todos un determinado estado de ánimo, sino
que dependiendo de las circunstancias en las que se encuentre lo percibirá de una
manera u otra.
5. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
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La educación desde la música nos permite trabajar, expresar e interiorizar actitudes,
valores, sentimientos y por tanto es parte importante para desarrollar en plenitud a la
persona.
Los profesores de música deberíamos fijarnos unos objetivos fundamentales para que
nuestros alumnos desarrollasen en el aula:
- Disfrute de la música.
Mediante audiciones comentadas, ejercicios y actividades que les hagan valorar esas
composiciones. Conocer diferentes tipos de música y compositores y su historia y el
momento en el que se encontraban cuando escribieron la composición, etc.
- Aprender a confiar en el otro y descubrir el sentimiento de pertenencia de un grupo.
Desde actividades musicales grupales, donde una composición se debe llevar a cabo
por todo el grupo, y cada miembro debe tener un papel importante reconocido y
considerado por los demás.
- Aprender a relajar el cuerpo y controlar la respiración.
Desde actividades en las que tomen conciencia de su estado.
- Favorecer la tolerancia y el respeto
Que sean capaces de ayudarse entre ellos.
- Creatividad e improvisación
Que ellos mismos busquen la manera de relacionarse o comunicarse mediante la
música, desde composiciones sencillas en el aula.
- Conocer la historia musical
Este punto es importante para los alumnos de Secundaria, ya que les ayuda a conocer
otro tipo de música diferente a la que escuchan ahora, de manera que pueden valorar
el rico repertorio musical existente en otras épocas, les da conocimientos históricos y
cultura general, ya que si lo hacemos desde sus propios gustos musicales o desde el
descubrimiento propio será mucho más efectivo.
6. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
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Relación entre Música y Competencias Emocionales
Podemos relacionar directamente estos dos conceptos, para verificar la importancia de
ambos.
- Expresión de las emociones:
Según Goleman, la música, es el vehículo perfecto para expresar emociones que no
podrían expresarse mediante el lenguaje hablado. Además funciona con las emociones
que están reprimidas en el subconsciente.
No es algo extraño que algunos músicos no tengan buen don de palabra, pero sin
embargo cuando están delante del público con su instrumento o desde su composición,
hacen llorar al espectador, o les hacen transportarse a lugares jamás imaginados. Es
increíble que mediante la música podamos llegar a conmover el corazón de las
personas.
- Reconocimiento de las emociones
No necesariamente todos nos sentimos igual con la música que escuchamos, es por
esto que el oyente puede reconocer lo que la música expresa, pero además es capaz
de reconocer lo que la música le lleva a sentir en su propia persona.
- Regulación emocional
Determinada música puede llevarnos a sensaciones placenteras, de felicidad, de calma,
de estabilidad, lo que favorece a la regulación emocional, para ello debemos conocer
qué tipo de música nos favorece a llegar a esos estados emocionales, y como maestros
debemos mostrar a los alumnos cómo poder llegar a esa regulación emocional.
- Autoestima
Cada persona tiene diferentes concepciones sobre uno mismo, y la música contribuye
a la realización de dicho conocimiento sobre nosotros mismos, lo cual repercute
directamente en la autoestima del individuo.
- Empatía
La música trabajada en grupo hace que las capacidades y los sentimientos se
coordinen, ya que se comparte un espacio y un sentimiento común para que la obra en
cuestión llegue a realizarse correctamente. Esto hace que los sentimientos se
intensifiquen por lo que somos capaces de percibir las emociones del otro como si
fuesen nuestras propias emociones.
7. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
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- Cooperación
Desde el trabajo en grupo de una obra musical, se aprende a respetarse, escucharse y
luchar por un objetivo común, algo que es importante que aprendamos en nuestra
sociedad.
- Escucha Activa
Escuchar de manera consciente una obra musical ayuda al entendimiento de dicha obra,
pero además favorece al entendimiento entre iguales, tan importante para la adquisición
de habilidades sociales, tan importantes en nuestra sociedad.
- Automotivación
Desde la escucha musical, diversas actividades puedes ser realizadas con más fluidez.
En el intérprete la automotivación propia de conseguir determinados conocimientos o
llegar a una buena interpretación, que además nos ayuda a implicarnos en otros ámbitos
de la vida.
Aunque todos estos beneficios, son bastante conocidos, es aún escasa la intervención
de la música en las aulas. En los alumnos que han trabajado la música y las emociones
de esta manera se han observado las siguientes mejoras:
- Reconocen diferentes emociones, que en un primer momento no tenían conseguidas.
- Desarrollan conductas de autonomía y escucha, respetan los turnos de palabra, tienen
una escucha activa, expresan sus gustos, etc.
- La comunicación verbal es más fluida para los que no tenían esa habilidad
desarrollada, y los que estaban en proceso de desarrollo lo tienen conseguido con
creces.
- Valoran mucho más el trabajo en equipo, son capaces de repartir tareas y confiar en
el otro.
8. Inteligencia Emocional y Enseñanza de la Música
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Conclusiones
El desarrollo de la inteligencia emocional y la música, aplicándolo desde una única
perspectiva y como una rutina, mejora las capacidades de los alumnos.
La música es capaz de reconducir conductas y en el alumnado que practica de manera
efectiva las actividades llevadas a cabo en el aula de música, se contempla la fluidez
verbal, el trabajo en equipo, el autocontrol, el conocimiento de sus propias emociones y
las de sus compañeros, el respeto del turno de palabra y las normas, etc.
Son cualidades que no suelen darse en las materias ordinarias, pero el ambiente
distendido y relajado en la clase de música puede llevarnos a favorecer estas
capacidades.
La música produce efectos positivos en todas las personas que se encuentran con ella,
no solamente en los niños, sino en adultos que forman parte de un coro o de alguna
actividad musical.
Por experiencia propia, con grupos corales, he de decir que en muchas de las personas
que conozco que forman parte de un coro, la música, y en concreto, el canto coral (dado
que la voz es el instrumento más sencillo de utilizar en todas las personas, de manera
casi innata) ha sido un alivio en algún momento de sus vidas, un escape, la oportunidad
de sentirse valorados, la importancia de pertenecer a un grupo (en muchos casos,
algunas personas después de una separación de pareja, o de una viudedad, se sienten
solos y el grupo es un cobijo para ellos, ya que además de los ensayos y conciertos,
después el grupo realiza numerosas actividades culturales, que tienen que ver con su
pasión, la música) y la satisfacción de un buen concierto, después del esfuerzo.
Cuando comencé a dirigir coros, y a enseñar en Secundaria, no había pensado las
implicaciones que puede tener la música, y además mi buen desempeño como
profesora, sino pensaba que era una salida más de futuro.
Después de los años, y cuando las personas te van agradeciendo el trabajo, reflexionas
y te das cuenta de que no solamente tu trabajo, sino la música por sí sola, la que hace
que las emociones estén siempre presentes.