2.
Las sirenas son criaturas legendarias pertenecientes al folclore y las
leyendas.
Representación de una sirena en el museo de Mashhad (Irán).
Aunque en un principio se mostró como híbridos de mujer y ave con que
los egipcios simbolizaban a Ba, posteriormente la iglesia las convirtió en
representantes de la voluptuosidad y asimiló sus cantos con el atractivo de
las falsas doctrinas. En Occidente, se metamorfosearon en seres pisciformes
a partir del siglo IX, cuando empezó a difundirse el Liber Monstrorum.
Las sirenas son doncellas marinas que engañan a los navegantes con su
gran belleza y la dulzura de su canto; de la cabeza al ombligo tienen
cuerpo de virgen y forma semejante al género humano, pero poseen una
escamosa cola de pez, que siempre ocultan en el mar.1
Es por ello que muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original
clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez
(inglés mermaid, alemán Meerjungfrau).
LAS SIRENAS
3.
Su tipología es variada, por regla general, son sirenas de tratamiento
naturalista, hermoso rostro y largos cabellos, que en muchas ocasiones
sostienen instrumentos musicales o se dedican a acariciar sus cabellos en
actitud coqueta. En el siglo XVI, la actitud más generalizada de las sirenas
fue sostener con las manos un espejo y un peine. La cola era un emblema
de la prostitución y el espejo, considerado como objeto mágico, era atributo
de la mujer impura, y servía para contemplar el rostro de la muerte o el
culto al diablo (similitud a la actitud de afrodita en el mundo clásico). La
sirena también implica un símbolo de los tiempos de transición de
Carnestolendas (carne) a la cuaresma (pez). Más adelante las sirenas
aparecen amamantando a sus crías. La leche de las sirenas era conocida por
los alquimistas con una proteína que permitía el crecimiento rápido de los
héroes abandonados en el agua. Por otra parte la tipología que gozó de
mayor predicamento en las representaciones góticas, fue la sirena de cola
pisciforme única.
TIPOLOGÍA
4. En el reverso de una moneda deDemetrio III Eucarios, aparece la
diosa Atargatis como una mujer con cola de pez.
En Medio Oriente: Las primeras historias conocidas sobre sirenas aparecieron
en Asiria, antes del 1000 AC. El hecho de representarlas con medio cuerpo de pez se
debe a la leyenda referida por Diodoro Sículo en la que Derceto ofendió a Venus y
entonces la diosa le inspiró amor hacia un pastor. De este amor nació una
niña, Semíramis, que llegaría a ser reina de Babilonia. Después de nacer su hija,
también por obra de Venus, acabó el amor. Derceto, llena de ira, abandonó a su hija,
hizo matar al hombre a quien había amado y se arrojó al agua dispuesta a suicidarse,
lo que los dioses no permitieron. Así dio origen a su morfología anfibia. Esta
diosa Derceto es muy similar a la figura de Atargatis la diosa siria con forma de
sirena a la cual los peces le eran consagrados. La diosa fue adorada en templos en los
que había grandes estanques, y, puesto que era la deidad que gobernaba los mares,
sus sacerdotes solían vender licencias de pesca a los marineros.
En las Islas Británicas: Las sirenas se observaron en el folclore británico como
presagios de mala suerte. Las sirenas también podrían nadar en agua dulce y llegar
hasta los ríos y lagos y ahogar a sus víctimas, haciéndoles creer que eran personas
que se estaban ahogando. En ocasiones, las sirenas podrían curar enfermedades.
Algunas sirenas eran descritas como monstruos grandes de hasta 600 m
Sirenas de otras
mitologías
5.
Es muy conocida en Gales la historia de Dahud, la princesa de Caer Ys, una ciudad que, debido a los pecados de la hija del Rey (la joven y bella Dahud), fue
condenada por los dioses a ser tragada por las olas. Cuando el padre de Dahud escapaba, su hija cayó al
mar, y ahí sigue desde entonces, transformada en una sirena, nadando entre las ruinas de Caer Ys. Otra
leyenda muy popular en Gales es la de Murgen: En el siglo VI, una sirena fue capturada y bautizada en el
norte de Gales, y se le enseñó la lengua nativa. Se dijo que no era pez porque cosía y hablaba, pero no era
mujer porque podía vivir bajo el agua. La sirena figuró como una santa en ciertos almanaques antiguos,
bajo el nombre de Murgen que quiere decir mujer que viene del mar.
Pintura de John Collier.
En Irlanda a los sirénidos los llaman merrows. Creen que el número de hembras es superior al de los
machos, aunque estos son más feos que sus compañeras: un merrow masculino poseen dientes puntiagudos
y rostro semejante a un cerdo. Todos los merrows se caracterizan por las membranas de sus manos, su
hostilidad hacia los humanos y sus prendas mágicas, que les permiten atravesar cualquier corriente
oceánica. Todo hombre o mujer que le roba la prenda a un merrow tiene poder sobre él, y en muchos relatos,
varios hombres esconden estas prendas obligando a las hembras a casarse con ellos. Los hombres ganan así
esposas bellas y ricas (debido a los botines que las sirenas obtienen con los naufragios), pero si la
esposa merrow recupera su prenda, la llamada del mar será tan fuerte que acabará abandonando a sus hijos
y a su marido.
En la mitología escocesa, hay una sirena llamada Ceasg o "doncella de las olas". La parte inferior de esta
sirena es la de un salmón. Se dice que a aquellos que la capturan les concede tres deseos si la devuelven al
agua, pero cuando un hombre se enamora de ella, la mujer-salmón lo seduce y lo arrastra a las
profundidades. Famosos son también en Escocia los selkies, hadas marinas que en el mar adoptan la forma
de una foca, pero al llegar a la tierra se deshacen de sus pieles para tomar forma de mujer. Al igual que con
los merrows, todo hombre que quiera una esposa selkie solo tiene que robarle la piel de foca, pero si ella
encuentra la piel, volverá al mar para siempre. Los hijos nacidos de la unión de hombres y selkies tenían
membranas que unían los dedos de sus pies o sus manos.
En China: En algunos cuentos antiguos, las sirenas son una especie cuyas lágrimas se convierten en perlas
preciosas. Las sirenas también pueden tejer un material muy valioso que no solo es ligero sino también
hermoso y transparente. Debido a esto, los pescadores siempre tenían ganas de agarrarlas, pero el canto de
las sirenas lo dificultaba. En otras leyendas chinas, las sirenas son unas criaturas maravillosas, hábiles y
versátiles y estaba mal visto que los pescadores quisieran capturarlas.
En la Península Ibérica: Las historias de sirenas también son muy famosas en la península, hay una gran
cantidad de relatos acerca de mujeres-pez que seducen a los marinos, aunque en otros, estas ninfas son
totalmente benevolentes.
6.
Sirena de bronce de Antoni Alsina, en Madrid, España (1922).
Aunque en la iconografía moderna las sirenas se representan
por lo general como de abrumadora belleza, es probable que en
la tradición clásica su único atractivo radicase en su voz y que
su apariencia fuese poco menos que monstruosa. Horacio, en
la Epistola ad Pisones, hace mención a un híbrido de mujer y pez
como un sujeto hilarante:
Se ha comentado que posiblemente las sirenas que tanto
intrigaron a Sigmund Freud son la intelectualización tardía de
un hecho narrativo que aúna peligro y belleza. En todo caso, ése
sería un añadido elaborado a lo largo de los siglos a su origen
como horrendas y extraordinarias cantantes que ocultaban el
asesinato y la antropofagia.
Atractivo de las Sirenas