El documento argumenta que la teoría de la evolución de que la materia se originó espontáneamente a partir de la nada y se organizó en el universo complejo que conocemos hoy en día a través de procesos aleatorios es improbable. En su lugar, sugiere que la sofisticada organización del universo indica un diseño inteligente por parte de Dios.
2. Según los evolucionistas, toda la materia se originó cuando “la nada”
(¡sí! ¡La nada!), se acumuló y apretó en un puntito que de repente
¡Explotó! (Big Bang), liberando neutrones, protones y electrones, que
salieron disparados en forma radial, lineal, centrífuga, y alejándose
5. en un espacio sin estorbos,
ni otras fuerzas (como la gravedad),
en contra de todas las leyes de
la física conocidas...
6. lograron cambiar de dirección, organizarse en nebulosas que
empezaron a girar sobre sí mismas (¿de dónde sacaron el “ímpetu
angular” necesario para cambiar de dirección lineal a rotatoria?), y
luego, progresivamente se condensaron (el aire o gas nunca se
condensa ni solidifica por sí mismo)...
7. formando las estrellas de
primer orden, que al explotar,
por fisión (fractura) o fusión
(unión de átomos más pequeños
para formar unos más grandes),
formaron poco a poco, por puros
sucesos al azar, todos los otros 89
elementos más pesados que el
Hidrógeno (a pesar de que las
brechas en número atómico
posteriores al Helio y el Boro,
hacen esto imposible).
8. Luego, se dice que de
sus residuos, se
formaron las estrellas
actuales, que solitas,
se organizaron en las
complejísimas
galaxias, grupos
binarios, universos
islas, etc., etc.; y que
al fracturarse
nuevamente…
9. … formaron los soles, con
sus planetas y lunas, que
“quien sabe cómo” se
organizaron
cuidadosamente en
sistemas solares, con
planetas diferentes en
forma, tamaño y
composición, a una
distancia exacta de su sol;
10. y con sus lunas, todos orbitando unos alrededor de los otros,
perfectamente organizados, sin jamás chocar (a pesar de que
algunas lunas rotan en sentido contrario a las demás), ni
precipitarse unos contra otros, por las fuerzas de gravedad.
¡Qué casualidad!
11. Pero la realidad es que la materia, el universo conocido, y los
sistemas de estrellas, soles y planetas, son tan extremadamente
complicados y sofisticadamente organizados, que hace
imposible que el caos o el azar (la aleatoriedad), los haya
formado espontáneamente.
12. Dios hizo los dos
grandes astros: el astro
mayor para gobernar el
día, y el menor para
gobernar la noche.
También hizo las
estrellas. Dios colocó en
el firmamento los astros
para alumbrar la tierra.
Génesis 1:16-17