2. Conoce pues que Dios, el Buen Padre Celestial, es Dios
fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le
aman y guardan sus mandamientos, hasta mil
generaciones; y que es lento para la ira y grande en
misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, y que
visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta la
tercera y cuarta generación.
(Deuteronomio 7:9 y Números 14:17-18).
3. Desde que el humano se hizo sedentario y aprendió a domesticar
plantas y animales, se dio cuenta que las plantas, los animales y
ellos mismos, transmiten ciertas características a sus descendientes
que, aunque nunca los hacían idénticos a ellos, y hasta podían nacer
muy diferentes, sí les permitían identificarlos inequívocamente,
como
4. Desde los manuscritos hebreos que datan de 1,500 a.C. (el
Pentateuco), se afirma que los seres vivos sexuados, (plantas,
animales y humanos), se reproducen y transmiten las características
propias de su especie a la descendencia, a base de unir la simiente
masculina con la femenina (gametos), y en el caso del ser humano,
como en los demás mamíferos, depositando dentro de la mujer o la
hembra, la simiente del hombre o macho, durante la unión sexual
(coito).
5. También se menciona que tanto para el individuo como para su
comunidad, es inútil y riesgoso, verter el semen “en la tierra” (coito
interrumpido); tener relaciones durante la menstruación; o con individuos
del mismo sexo (homosexualismo), y con los de otra especie
(bestialismo).
6. En otros manuscritos hebreos posteriores (900 a.C.), se menciona que la
unión de la simiente masculina con la femenina, da como resultado un
embrión que tiene “un libro” (código genético) en donde “están escritas
todas las cosas que después son formadas, sin faltar una de ellas.”
7. Que el embrión de los humanos y demás
mamíferos, se desarrolla en el vientre
materno; que el embrión de las plantas está
en su fruto y semillas; y que el de los
ovíparos está en sus huevos. Además, que
el tiempo de gestación es característico y
predecible para cada especie; y que la
herencia es diferente en gemelos fraternos
(dos huevos) e idénticos.
8. En muchas civilizaciones antiguas, se hizo de dominio general, el
conocimiento de qué rasgos predominantes en la descendencia de
plantas y animales, les eran de más provecho; y cómo se podían
identificar, mejorar, hacerlos más frecuentes, y hasta permanentes,
a base de seleccionar semillas en las plantas, y sementales y
hembras en el ganado.
9. Otros descubrieron la conveniencia de cruzar algunas variedades de
plantas y animales, siempre y cuando fueran de la misma especie
(híbridos filiales), porque se obtenían individuos fértiles, y más resistentes
a las enfermedades, al trabajo, y a los cambios del medio ambiente, así
como más variedad de colores en las flores, mejores frutos y mejores
semillas.
10. Como cuando se cruzaron semillas de trigo pequeñas con buen sabor con
semillas grandes con poco sabor, para obtener semillas grandes con
buen sabor. A este proceso de cruzar individuos con características
distintas, para obtener descendientes con una combinación de sus
características, se le llamó hibridación.
11. Cuando se aprendió a injertar ramas o brotes de una especie de
planta, en el tallo de otra especie, se descubrió que los híbridos de
plantas de especies diferentes (la jitopapa, el pérsimo, etc.), son
estériles (no perpetúan el resultado, ni crean una nueva especie). En
los animales, están los casos híbridos estériles de la mula, la
cébrula, el tiglón, y unos 20 más.
12. Al austriaco Gregorio Mendel (1822-1884), se le considera el padre
de la Genética. Él identificó los rasgos heredables en 14 variedades
de chícharos: la forma y color de las semillas y vainas: lisas y
rugosas, verdes o amarillas; el color de las cubiertas de las semillas,
grises o blancas; la posición y color de la flor: blancas o rojas; y el
tamaño del tallo, largo o corto.
13. Haciendo todas las cruzas posibles, comprobó que los seres vivos
heredaban a su descendencia “factores hereditarios” (hoy llamados
genes); y que unos son dominantes (siempre se manifestaban), y otros no
(recesivos). Al conjunto de características aparentes y distintivas de una
especie, le llamo Fenotipo; y a conjunto de factores hereditarios,
Genotipo.
14. Así estableció la Ley de la Dominancia: que
en los híbridos filiales, el factor dominante
(como las flores rojas, al cruzarlas con
amarillas), siempre se manifiesta en la
primera generación; y la Ley de la
Segregación: que la mitad de los factores
hereditarios, dominantes o recesivos, se
segregan junto con la mitad de cromosomas,
en cada gameto (haploide).
15. Por último, que el híbrido filial que contiene varios factores hereditarios
(genes) como el de las flores amarillas, las flores rojas, las semillas
rugosas, las semillas lisas, etc., transmite por sus gametos, a cada factor
hereditario (gen), en forma independiente de los demás. A esta se le
llamó la tercera ley de Mendel, o Ley de la segregación independiente.
16. Para que un factor hereditario (gen) recesivo se manifieste en un
descendiente, debe estar tanto en el gameto del padre como de la
madre que formará su huevo y embrión. Así, el 25% de los
descendientes de los híbridos filiales (con flores rojas dominantes),
manifestarán el gen recesivo (por ejemplo, flores amarillas), en la
siguiente (segunda) generación.
17. Los resultados publicados por Gregorio Mendel en 1866, que
demostraban que la evolución era una imposibilidad desde el punto
de vista de la herencia, fueron ignorados, aún por contemporáneos
como *Charles Darwin, quien publicó su libro, El Origen de las
Especies, en 1859.
Nota: (*) significa que
no es creacionista.
18. Entre 30 y 40 años después, 3 científicos, De Vries, Von Syseneg y
Sir Kart E. Correns, trabajando en forma independiente,
redescubrieron estas leyes de la herencia de G. Mendel. Correns,
además, descubrió la Ley de la Dominancia Incompleta: que en
algunos casos, al cruzar claveles rojos (gen dominante) con blancos,
salen claveles rosas.
19. Antón Van Leewenhoek (1674), descubrió los
espermatozoides; Regnier Von Graff (1641-1673), el óvulo;
Rudolph Vön Kolliker (1817-1905), el huevo o cigoto;
Ernest Von Baer (1797-1876), el embrión y su desarrollo;
Meischer (1869), el ácido desoxirribonucleico (ADN); y
Walther Fleming (1870), los cromosomas durante la mitosis
(división celular).
20. Walter S. Sutton (1902), llamó a los factores hereditarios,
contenidos en los cromosomas, genes; Thomas H. Morgan
(1930) descubrió los cromosomas X y Y; que el macho es el
que determina el sexo; y que XX corresponde al sexo
femenino, y XY, al masculino. La realidad es que hay
excepciones en algunos reptiles, pájaros, mariposas, y peces.
21. El Dr. Morgan también descubrió que hay rasgos hereditarios tanto
normales como anormales, que se heredan por información
incluida en los cromosomas sexuales: La formación de los
órganos sexuales, y algunas enfermedades como el daltonismo y
la hemofilia, que se transmiten a los hijos, a través de genes
contenidos en el cromosoma X.
22. Mejor es confiar en Dios que confiar en el hombre. Mi
fortaleza, sabiduría y salvación es Dios, cuya diestra es
sublime y hace proezas maravillosas a nuestros ojos; y yo
viviré para contar las obras de Dios. Mi Dios eres tú, y te
alabaré: Dios mío, te exaltaré. Alabad a Dios porque Él es
bueno; porque para siempre es su misericordia (Salmo 118).